En la actualidad, una de las principales problemáticas que afectan a las personas

mayores, tiene que ver con la discriminación en el ámbito laboral. Lo anterior, tanto al
momento de poder optar a un trabajo, como también al momento de desempeñarlo.
Estudios como el realizado por Criteria (2022), que incluye a personas mayores
autovalentes de todas las regiones del país, concluye que el principal espacio de
discriminación para este grupo etario se relaciona con la discriminación laboral. Este trato
inapropiado ocurre prioritariamente por parte de jefaturas y compañeros de trabajo, siendo
superior incluso que en otras organizaciones o instituciones tales como el transporte
público, comercio e instituciones públicas.

Así mismo, los resultados del estudio de Madero-Cabib, Abusleme y Kornfeld

(2018), señala que el 77% de las personas sostiene que hoy en día es difícil encontrar
trabajo sobre los 60 años, un 46% manifiesta que los trabajos disponibles para estos
individuos son de mala calidad y un 52% señala que los jóvenes piensan que los mayores
son personas enfermas, sedentarias y/o dependientes. Teniendo en cuenta esto, una de
las principales causas de la baja empleabilidad de personas mayores tiene que ver con
los prejuicios y estereotipos que se asocian a la vejez (viejismo) y que disminuyen sus
posibilidades de contratación.

La Corporación de Capacitación OTIC (2016), en su línea base, establece que uno

de los principales factores que se relaciona con el bajo acceso de personas mayores al
trabajo, tiene que ver con la brecha digital, ya que la masificación de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) es algo que se ha vuelto esencial en el mundo
laboral. A medida que aumenta la edad, disminuye el acceso y el uso de las TICS, lo cual
genera que las personas que no estén alfabetizadas digitalmente sean excluidas de
espacios laborales. Finalmente, otros factores como el nivel educacional también tendrían
relevancia (mayor o menor nivel de enseñanza puede repercutir en como se desarrolle la
trayectoria laboral).

Por otro lado, y volviendo al estudio realizado por Criteria (2022), en relación a las
personas mayores encuestadas, la gran mayoría señala que quiere trabajar pero que no
encuentra oportunidades. Es decir, pareciera que hoy en día es difícil encontrar espacios
para que las personas mayores se puedan desempeñar, siendo esencial la discriminación
que sufren en estos entornos, los prejuicios asociados a la edad, así como la brecha
digital y los bajos niveles educativos que presentan muchos adultos y adultas mayores.
 Herrera, Fernández y Rojas (2022), señala que hombres y mujeres también
difieren en la posición laboral. Las mujeres trabajan más por cuenta propia (36%) y los
hombres, se emplean más como asalariados en el sector privado (47%). Esto se relaciona
con que las mujeres por lo general son cuidadoras o dueñas de casa. Junto con esto,
también hay distinciones en el tipo de trabajo por edad. En el tramo de 70-74 años el
trabajo en ámbito privado disminuye un 27%, donde un poco más de la mitad trabaja por
cuenta propia.

Lo manifestado anteriormente, repercute negativamente en la calidad de vida de

las personas mayores, puesto que gran parte de ellos y ellas mencionan que desean
trabajar (Criteria, 2022). Herrera et al. (2018) refieren que la necesidad económica es el
principal motivo de este deseo, debido a las bajas pensiones y problemas monetarios,
pero así también las personas encuestadas ponen en mismo lugar de importancia el
hecho de que “les agrada su trabajo”. La gran mayoría de los estudios concluye que un
gran porcentaje de personas mayores tiene ganas de seguir activos, hacer cosas nuevas
y realizar proyectos innovadores (Madero-Cabib, et al., 2018).

Evidentemente, la participación en el mercado laboral se asocia con mayor

bienestar, ayuda a mantener la independencia económica, complementa sus pensiones,
ayuda a ocupar espacios de ocio y tiempo libre, fortalece redes de apoyo y disminuye
tazas de depresión y ansiedad (Instituto de Seguridad del Trabajo, 2017). Por lo tanto,
poder favorecer la empleabilidad de las personas mayores es un desafío importantísimo
que tenemos como sociedad y que se debe fomentar a través de políticas públicas e
institucionales.

A nivel local, en nuestra región, y específicamente en la comuna de La Serena, no

existen actualmente datos concretos respecto a la empleabilidad de las personas
mayores. No obstante, la zona mencionada no se está ajena a esta realidad. Por lo mismo
se propone intervenir la problemática de la baja empleabilidad de las personas
mayores, situándolo en la realidad laboral de la Oficina del Adulto Mayor, la cual es una
Oficina Municipal que atiende a personas mayores de toda la comuna de La Serena,
brindando apoyo en distintos ámbitos que le competen. Se establece el trabajo en esta
organización, para plantear objetivos de intervención que puedan ser pertinentes y
abordables, debido a que se pretende generar un aporte en la problemática descrita.
Referencias

Abusleme, M., Madero-Cabib, I. y Kornfeld, R. (2018). Lineamiento para una política de

inclusión laboral. Santiago: Centro UC Estudios de Vejez y Envejecimiento.

Criteria. (2022). Estudio personas mayores en Chile. Recuperado el 04 de agosto de

2022, de https://travesia100.cl/wp-content/uploads/2022/07/Informe-Personas-Mayores-
2022-2.pdf

Herrera, M., Fernández, M. y Rojas, S. (2018). Principales resultados Encuesta Nacional

sobre trabajo en personas entre 55 y 74 años. Santiago: Centro UC Estudios de Vejez y
Envejecimiento.

Instituto de Seguridad del Trabajo. (2017). Condiciones laborales de personas mayores:

una mirada desde la salud y seguridad en el trabajo. Recuperado el 03 de agosto de
2022, de https://www.ist.cl/wp-content/uploads/2021/03/Informe-Final-Condiciones-
Laborales-de-las-personas-mayores-Finis-Terrae_IST.pdf

Corporación de Capacitación (OTIC). (2016). Mercado laboral, adulto mayor y personas

próximas a jubilar en Chile. Recuperado el 04 de agosto de 2022, de
file:///C:/Users/milena.lapaz/Downloads/Mercado-laboral-adulto-mayor-y-personas-
proximas-a-jubilar-en-Chile-2016.pdf