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El desarrollo no es lineal, sino dialéctico y en él se distinguen 3 leyes:

- Ley de la alternancia: se alternan periodos de predominio de factores


cognitivos con otros de predominio afectivo.
- Ley de la preponderancia: en cada estadio predominan unos factores sobre
otros.
- Ley de la integración: existe una integración mutua entre factores. El
desarrollo cognitivo influye en el socioafectivo y viceversa y las funciones
antiguas se integran con las nuevas.

2.2.3. FREUD.

El desarrollo socioafectivo y de la personalidad están ligados al de la sexualidad


que, en los primeros años es pregenital y autoerótica y no persigue aún una
relación interpersonal a través de los genitales. En esta etapa predominan las
estimulaciones autoeróticas de las zonas erógenas.

Esquemáticamente, las etapas son:

- Oral. Hasta 1 año: el centro erógeno es la boca.


- Anal. 2-3 años: el centro erógeno es el ano.
- Fálica. 3-6 años: el centro erógeno son los órganos sexuales.

Posteriormente, se entra en una etapa de latencia, una suerte de transición


hacia la sexualidad genital que se iniciará en la pubertad. Estas fases no se
suceden, se superponen y coexisten.

Los sucesos más relevantes para el desarrollo socioafectivo en la etapa fálica son:

- El placer ligado a la manipulación de los órganos sexuales como símbolo de


poder y no por su vinculación a la relación interpersonal.
- Descubrimiento de las diferencias anatómicas entre hombre y mujeres, lo
que genera angustia de castración en los niños y envidia de pene en las
niñas.
- Preocupación por el origen de los niños/as, por la relación del padre y la
madre y cierta tendencia al exhibicionismo, al vouyerismo y afición por lo
escatológico.

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- El conflicto central es el complejo de Edipo en los niños y el de Electra
en las niñas, caracterizado por una relación emocional ambivalente con los
progenitores, que se manifiesta en deseo por el progenitor del sexo
opuesto y hostilidad hacia el del mismo sexo.
- El complejo de Caín hace referencia a la rivalidad entre hermanos/as.

- El principio de realidad, en oposición al principio del placer acaba por


imponerse, y se acepta la realidad como es y que entre madre y padre
existe una relación privilegiada. Se produce entonces la identificación con
el progenitor del mismo sexo y los deseos del complejo de Edipo y del
complejo de Electra se postergan.

2.2.4. OSTERRIETH. (Coincidencia con 3.3.1 del tema 7).

Según Osterrieth, las etapas de la evolución de las relaciones son:

- 1ª etapa: se caracteriza por la actividad solitaria, donde se presta muy poca atención a
los compañeros/as, a los que se suele tratar como objetos. Las relaciones se limitan a
la apropiación de objetos o a los juegos alternativos.
- 2ª etapa: predomina el juego paralelo (3 años). Los niños/as se buscan y quieren estar
juntos/as, aunque cada uno/a desarrolla su actividad particular, las tentativas de
comunicación son escasas y no se da actividad organizada.
- 3ª etapa: predomina el juego asociativo (5 años). Se dan frecuentes interacciones y el
grupo se extiende apareciendo esbozos de asociaciones para organizarse
colectivamente, que a menudo son rivalidades debidas a la incapacidad para
establecer metas comunes.
- 4ª etapa: se caracteriza por la aparición del juego reglado.

2.2.5. BOWLBY.

Bowlby desarrolla en su teoría los puntos de vista teóricos procedentes de la


etología, que estudia el comportamiento animal en condiciones naturales.

Uno de los postulados de la etología es que la evolución ha dotado a todas las


especies animales de sistemas conductuales heredados que les adaptan a sus
sistemas naturales y resultan ventajosos para la supervivencia.

Bowlby utiliza la idea de los sistemas conductuales heredados para concebir el


apego o vínculo que el/la bebé desarrolla con su madre como el resultado de un
conjunto de pautas de conducta, en parte preprogramadas, que tienen el
objetivo de mantener su proximidad.

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2.3. MOMENTOS Y ASPECTOS MÁS SIGNIFICATIVOS.

Ninguna de las descripciones anteriores describe suficientemente el desarrollo


social de 0-6 años, por lo que sintentizando éstas y otras perspectivas, se
puede destacar como aspectos más significativos:

- Primera vinculación afectiva: el apego.


- Formación de la identidad personal y el autoconcepto.
- Procesos de tipificación sexual.

2.3.1. EL APEGO.

El ser humano nace con una gran capacidad de aprender, preorientado a buscar y
preferir estímulos sociales y necesitado de vínculos afectivos con miembros de su
especie.

El apego es el primer vínculo afectivo que el niño/a establece con la/s persona/s
que interactúa/n con el/ella de forma privilegiada. Está caracterizado por
determinadas conductas, representaciones mentales y sentimientos que se
describirán más adelante. Se genera durante el primer año de vida como
resultado de la necesidad de vinculación, de las conductas que lleva a cabo y de
los ofrecimientos de cuidados y atenciones específicas de la figura privilegiada.

Este primer vínculo afectivo desempeña un papel fundamental en el posterior


desarrollo socioafectivo y en la configuración de la personalidad.

2.3.2. IDENTIDAD PERSONAL Y AUTOCONCEPTO.

El autoconcepto es la imagen que cada uno/a tiene de sí mismo/a.

Es una noción que se va construyendo en la infancia a partir de la propia


actividad, experiencia y conocimiento de las propias posibilidades y limitaciones y
de las aportaciones y opiniones de los demás, tanto iguales como adultos/as.

El autoconcepto implica adquirir:

- Identidad personal: quién soy, cómo me llamo…

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