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Índice
Objetivos
• Conocer la potencia de preguntar adecuadamente.
• Aprender a preguntar siempre para que los demás solucionen sus conflictos
internos y se den soluciones.
1.1 Introducción.
Sin embargo, si se saben utilizar las preguntas, son el medio más potente de
comunicación, de comprensión, de persuasión e influencia. Pero hay que saber hacerlo,
entrenar la habilidad y convertirla en hábito.
No nos gustan que nos pregunten de cierta forma, juzgándonos, pero hay otra forma
que nos encanta. Es como pregunta alguien que se interesa por nosotros, por ejemplo
un médico. Si el médico no me pregunta, me siento mal, creo que no me he expresado
bien o no me ha comprendido del todo. Pero si me pregunta con interés, tomando nota
y vemos que se ha enterado de nuestro problema, entonces sí, entonces nos gusta ser
preguntados.
Hay que tener mucho cuidado con preguntar por preguntar. No se trata de preguntar,
sino de preguntar con poder, sabiendo, poniendo el dedo en la llaga. Y eso requiere
mucha preparación y entrenamiento. En las preguntas se delata la inteligencia de las
personas. Cuántas veces hemos escuchado: “¡Qué pregunta más inteligente!”
No forcemos las respuestas, sino que reconduzcamos las respuestas con otras
preguntas. No valen las preguntas capciosas que tienen la respuesta implícita. Puede
ser que valgan, pero en determinados momentos y muy bien elegidos.
Hay que preguntar abiertamente dejando que el coachee se explaye todo lo que
Idea clave quiera, sin cortarle (la otra cara de la moneda de este tema es la escucha activa,
obviamente, y ya lo hemos tratado en el tema anterior).
En muchas personas la palabra
precede al pensamiento. Sólo Hay que hacer preguntas con sencillez, con concreción, suavemente, fáciles de
saben lo que piensan después
contestar, aunque toquen los temas más profundos. Y si es necesario yo explicaré el
de haber oído lo que dicen.
por qué las pregunto. Dicen que no hay preguntas impertinentes, sino respuestas
impertinentes que no se deberían dar. Preguntar, tengo derecho a hacerlo y más si he
sido contratado para ello, precisamente.
Ejemplo:
Una de mis primeras experiencias como coach, fue en una empresa de consultoría
informática, con un directivo que la dirección de recursos humanos estimó que debía
realizar un coaching sin preguntarle a él. De manera que la voluntariedad del proceso
estaba en el aire.
En la primera sesión apareció tarde, dando excusas de lo ocupado que estaba. Y cuando se
sentó me escupió abruptamente: “¿Tú eres el que ha venido a hacerme preguntitas?”
Imagina cómo me sentí, aunque realmente lo primero que me ocurrió es que me eché a
reír. Empezamos una presentación de los dos y ya con eso los aires cambiaron, gracias
a un esfuerzo mío por empatizar con este director.
Efectivamente, el coach es el que viene ahora con las “preguntitas”. Pero poderosas,
que no demos la impresión de estar pasando el tiempo para que pase la hora y cobrar,
que es uno de los cánceres de esta profesión, hacer horas para cobrar por sesiones sin
avances consistentes. Como el albañil que cobra por horas y se pasa el día para poner
mal tres ladrillos que al día siguiente hay que rehacer.
Realmente nos gusta hablar con quien nos escucha con atención. Y las preguntas
reflejan la atención de alguien a lo que estoy contando.
• ser inteligentes,
• enriquecer,
• fomentar la creatividad,
• empiecen preferentemente con las palabras: “Qué” y "Cómo". Eviten el uso del
"Por qué", sólo lleva a que el cliente busque justificarse en la medida de que se
siente cuestionado o juzgado,
Hay una técnica que se llama el embudo, porque, teniendo un objetivo que como coach
quiero hacer descubrir al coachee, empiezo con preguntas abiertas, muchas, para acabar
con preguntas cerradas encarrilando a la acción.
Decía R. Kipling: “Tengo seis grandes amigos, quién, qué, cómo, cuándo, dónde, y por
qué.”
Hay que cuidar también el tiempo del coachee, es decir, si conviene ahora esta
pregunta determinada o no es su momento. El coach deberá evaluar el momento
adecuado para la pregunta determinada.
También hay momentos en los que el cliente ya no tiene respuestas. Se agotan sus
respuestas. “Y ahora ¿qué crees que debes hacer?”, y él nos dice: “No sé, realmente” y
verificamos que se encuentra perdido.
Recuerda:
2 Tipos de Preguntas
Hay tantas catalogaciones como autores de coaching, además cada maestrillo tiene su
librillo. Aquí dejamos varios tipos para evaluar su utilidad en un momento determinado.
Estas son las más básicas. Simplemente pregunto para enterarme y tener información
valiosa como coach.
Pregunto sobre el trabajo, la posición, los intereses, la familia, lo que considere necesario.
Ejemplos:
Háblame de tu familia.
Etcétera.
Estas preguntas son muy delicadas, ya no requiero de la información pertinente, sino qué
opinión merece para el coach lo que me cuenta.
Ejemplos:
Etcétera.
2.3 Palo.
Hay momentos en los que por miedo o justificaciones o limitaciones, el coachee no avanza
o no se atreve a tomar algún tipo de decisiones. Y él lo sabe, es consciente de ello. Y lo saca
a colación en las conversaciones, pero muestra y expresa su temor.
Las preguntas “palo” son para dar un golpe que el otro acuse, eso sí, en positivo, no se trata
de hundirle, sino de hacerle reaccionar.
Recordemos a veces cómo avanzan los burros en los pueblos, con palo y zanahoria, de ahí
este tipo de preguntas.
Suelen ser preguntas coactivas, es cierto, pero se hacen para construir desde la respuesta.
Ejemplo:
Un coachee sabe que debería hablar en serio con su mujer por una serie de problemas
conyugales graves que tienen, pero no se atreve. Sesión tras sesión se queda en que es
una conversación importante que tener en el matrimonio. Pero sesión tras sesión no es
capaz, no porque se le olvide, simplemente no puede. Es el momento de preguntas
palo del tipo:
• Etcétera.
2.4 Zanahoria.
Estas preguntas son agradables de hacer y de contestar. Son las que impulsan hacia
adelante, porque las respuestas son atractivas y deseables.
Ejemplos:
• ¿Qué crees que dirían los demás de ti si te comportas de una forma honesta?
• Etcétera.
Por fin están las preguntas operativas para un construir adecuadamente un buen plan
de acción.
• ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Qué es lo que más te gusta de tu afición?
• ¿Cuáles son los defectos que te molestan de los demás? ¿Cuáles son tus defectos?
• Si fueras a vivir tu vida a tope ¿de qué sería lo primero que tendrías que
deshacerte?
• ¿Habría algo que de tener más o menos marcaría alguna diferencia en tu vida?
• ¿Qué cosas tendrías que repetir para asegurarte de que en un futuro no vas a
volver a estar en la misma situación?
• De seguir cómo vas ¿cómo crees que vas a estar en dos años?
• ¿Hay alguna conexión entre lo que estamos hablando y tus valores o principios?
• ¿Qué habría que hacer para que sucediera lo que te gustaría que pasara?
Es muy gratificante escuchar a tu coachee decir: "Nunca me había hecho esta pregunta",
"Ahora que lo pienso me doy cuenta de que...", "Escuchar esta pregunta me lleva a sentirme
algo confundido...como que estoy empezando a ver esto de una manera diferente",
etcétera.
Estos comentarios son la prueba de que un coach ha planteado una pregunta poderosa a
su cliente y que lo está ayudando a ampliar sus puntos de vista e impulsará a tomar
acciones que finalmente lo conduzcan a resultados positivos.
Recuerda:
Hay preguntas para buscar información, luego las de sondeo de opinión, que son
delicadas, junto con las preguntas palo, que buscan hacer reaccionar al otro. Por
fin las preguntas zanahoria que buscan motivar al coachee hacia delante.
Por otra parte, a la hora de construir el plan de trabajo, hay preguntas para establecer
objetivos, un plan de acción y evaluar lo realizado hasta el momento.
Tantas preguntas como se quiera y de tantos tipos como se pueda, con una
finalidad, el desarrollo y crecimiento de la persona.
3 Preguntas Poderosas
Resumimos todo lo dicho con cinco preguntas de las más poderosas que conocemos y
que dan que pensar a cualquiera que se las plantee.
3.- ¿Qué deseas cambiar de los resultados que estas teniendo en este área de tu
vida?
4.- ¿Cuál sería la acción más significativa que pudieras llevar a cabo?
Con estas notas sobre las preguntas, el éxito está asegurado. ¡Suerte con la herramienta
fundamental del coach!
Recuerda:
Toma nota de las mejores preguntas, las más poderosas, las que más fuerza te hacen,
las que te dejan pensando positivamente. Guárdalas y mira el efecto que tienen en los
demás.
4 Conclusiones
• Las preguntas poderosas van directas al corazón, pero impulsan y motivan también a
la acción y al cambio.
5 Referencias Bibliográficas
• Cialdini, Robert B.: The psychology influence of persuasion. Collins, 2006. (Leader
Summaries)
• Fernández, Sergio: Vivir sin miedos. Editorial Plataforma, 2010. (Leader Summaries)
• Samso, Raimon: 100 preguntasque cambiarán tu vida en menos de una hora. Editorial
Obelisco, 2007.
• Zenger, J.H. y Stinnett, K.: El coach extraordinario: cómo los mejores líderes ayudan a
los demás a crecer. Editorial Bresca, 2013.