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MOMENTOS DE LA SESIÓN
INICIO ---------------------------------------- Tiempo aproximado: 20
El partido de vóley
Elsa se había preparado mucho para el partido de vóley. Sabía que el equipo
contrario era muy difícil; pero, junto con sus compañeras de equipo, había
entrenado para poder ganar el partido y estaba segura de que ella haría varios
puntos. Sin embargo, al final, el equipo contrario ganó el partido y Elsa no hizo
ningún punto.
Elsa se sintió muy mal. Entonces, pensó: "No sirvo para el vóley. Mejor ya no
practicaré más este deporte; siempre me va a ir mal".
Conversan en grupos sobre la siguiente pregunta ¿Qué hago para sentirme mejor cuando estoy
frustrada o frustrado? ¿qué haría en el caso de Elsa?
Identifican la emoción que sintió Elsa cuando no logró lo que esperaba.
Se les explica que:
Las personas sentimos frustración cuando no podemos lograr algo que esperábamos
o deseábamos tanto. Esto nos puede producir emociones como cólera o tristeza.
También podemos tener pensamientos negativos, como “No lo lograré”, “No sirvo para
esto” o “Mejor lo dejo”
Luego de la información compartida se dialoga con los estudiantes sobre las acciones que debería
realizar Elsa frente a su frustración.
Se anotan las ideas de los estudiantes y luego se ordenan las ideas y se escribe en la pizarra los pasos
como estrategia para enfrentar la frustración.
PASOS PARA ENFRENTAR LA FRUSTRACIÓN
Reconozco la emoción. Trato de calmarme. Cambio los Pienso qué es lo mejor
Ejemplo: pensamientos positivos que puedo hacer.
Ejemplo: La respiración como por negativos. Ejemplo:
Estoy muy enojado. técnica instantánea. Ejemplo: Practicaré más.
Contar hasta 10. La próxima vez lo haré
mejor.
A partir de la información se dialoga con los estudiantes sobre las técnica para enfrentar la frustración
en situaciones del hogar o en la escuela.
Reflexionan sobre la importancia de ser saber afrontar las frustraciones positivamente para crecer
sanos emocionalmente.
Se comprometen a practicar las técnicas de relajación cuando las cosas no salen como ellos y ellas lo
esperaban.
ANEXO
La lección de Tito
Había una vez un pequeño zorro llamado Tito que vivía en un hermoso bosque con su
familia. Tito era un zorro muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras exploraba el bosque, encontró un árbol lleno de deliciosas
manzanas. Tito estaba muy emocionado de probarlas, pero cuando intentó subir al
árbol, se dio cuenta de que no podía. El árbol era muy alto y no podía encontrar una
manera de subir.
Tito se sintió muy frustrado. Se sentó debajo del árbol y comenzó a llorar.
– «¡Quiero esas manzanas!», gritó. «¡Es tan injusto!»
De repente, una vieja zorra llamada Sabia se acercó a él.
-«¿Qué sucede, Tito?», preguntó. «¿Por qué estás llorando?»
Tito se quejó sobre el árbol de manzanas y cómo no podía llegar a ellas. Sabia
sonrió y le dijo:
– «La vida a veces puede ser difícil, Tito, pero debes aprender a tolerar la frustración. Si no lo haces,
nunca podrás alcanzar tus metas.»
Tito estaba confundido.
– «¿Cómo puedo hacer eso?», preguntó.
Sabia le dijo:
– «Hay varias cosas que puedes hacer para ayudarte a tolerar la frustración. Primero, debes aprender
a expresar tus emociones de manera saludable. Puedes hablar de tus sentimientos con alguien de
confianza, escribirlos en un diario o simplemente dar un paseo para despejar tu mente.»
Tito asintió con la cabeza, comenzando a comprender. Sabia continuó:
– «En segundo lugar, debes aprender a enfrentar tus obstáculos. No puedes simplemente darte por
vencido cuando algo se pone difícil. Debes buscar soluciones creativas y trabajar duro para superar
tus desafíos.»
Tito se sintió animado al escuchar esto. Sabia continuó:
– «Por último, debes aprender a tener paciencia. A veces, las cosas no suceden de inmediato, pero si
trabajas duro y tienes paciencia, eventualmente alcanzarás tus metas.»
Tito reflexionó sobre las palabras de Sabia y se dio cuenta de que ella tenía razón. Decidió poner en
práctica sus consejos y comenzó a buscar una manera de llegar a las manzanas. Pasó varios días
trabajando duro y buscando soluciones creativas.
Finalmente, construyó una escalera con ramas y hojas para poder trepar al árbol. Cuando llegó a las
manzanas, se sintió muy orgulloso de sí mismo.
Pero eso no era todo, mientras comía las manzanas, se dio cuenta de que podía compartir con sus
amigos y familiares, y eso le dio una gran satisfacción. Aprendió que la verdadera recompensa no
siempre está en el resultado final, sino en el proceso de alcanzarlo.
A partir de ese día, Tito comenzó a tolerar la frustración de manera mucho más efectiva. Aprendió a
expresar sus emociones de manera saludable, a enfrentar sus obstáculos con valentía y a tener
paciencia en los momentos difíciles. Y así, pudo alcanzar muchas más metas y vivir muchas más
aventuras emocionantes en el bosque.
-FIN-