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los accidentes y enfermedades profesionales

los accidentes
Un accidente de trabajo, al que podemos llamar indistintamente accidente laboral, es
“toda lesión que sufre un trabajador por cuenta ajena con ocasión o como
consecuencia de su trabajo”.
En otras palabras, a la hora de definir un accidente de trabajo es necesario tener en
cuenta:

1. Que exista una relación causa efecto con la relación laboral.

2. Que estas patologías estén incluidas en el cuadro de enfermedades


profesionales, aprobado en el Real Decreto que recoge las
enfermedades profesionales.

En este tipo de accidentes se incluyen tanto las lesiones psicológicas o corporales que
sufre un trabajador por cuenta ajena durante el ejercicio de su actividad laboral, ya sea
en su lugar de trabajo o en el desplazamiento habitual hacia su lugar de residencia.
• Por una parte, a veces es difícil comprobar científicamente la relación causa-efecto
entre un determinado ambiente laboral y la aparición de una determinada enfermedad
profesional. Ya que la aparición de una enfermedad está sujeta a múltiples factores,
siendo su estudio y determinación causal más compleja que lo que la mera observación
y la aplicación del sentido común parece determinar. Una cosa es pensar,
razonablemente, que un determinado compuesto químico puede producir cáncer, por
ejemplo, y otra cosa es demostrarlo científicamente.
• Por otra parte, una vez demostrada la relación causa efecto, esta enfermedad o
patología debe estar incluida en el cuadro de enfermedades profesionales del Real
decreto REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre .
• Dado que la catalogación de una enfermedad como profesional conlleva una serie de
gastos económicos, a asumir por parte de las Mutuas de Accidentes de Trabajo -y por
parte de la Seguridad Social-, a veces existen o pueden existir intereses que van más
allá de lo estrictamente médico a la hora de determinar una enfermedad como
enfermedad profesional.
• Dado que la catalogación de una enfermedad como profesional conlleva una serie de
gastos económicos, a asumir por parte de las Mutuas de Accidentes de Trabajo -y por
parte de la Seguridad Social-, a veces existen o pueden existir intereses que van más
allá de lo estrictamente médico a la hora de determinar una enfermedad como
enfermedad profesional.
enfermedades profesionales
Se entiende por enfermedad profesional, también conocida como enfermedad laboral,
la que se contrae durante el desarrollo de una actividad por cuenta ajena que se
encuentre especificada en la Ley y que esté provocada por la acción de los elementos o
sustancias que en el mismo texto vienen indicadas para cada enfermedad profesional.
En resumen, para que podamos hablar de que una enfermedad es profesional, debe
cumplir con dos requisitos fundamentales:

1. Lesiones músculo-esqueléticas.
2. Dolencias o enfermedades de origen psicosocial.
3. Trastornos de la voz

¿Qué se considera la enfermedad de uno de tus empleados que empeora por el


trabajo?
En caso de que uno de tus trabajadores padeciera una enfermedad incluso antes de
empezar a trabajar en la empresa y se agrave como consecuencia de su empleo, se
engloba dentro de los accidentes laborales. La condición para considerarse como tal es
que este empeoramiento esté provocado por elemento o sustancias que intervengan
de manera habitual en el desarrollo de la actividad profesional. Esto son algunos
ejemplos:

1. Sustancias infecciosas y parasitarias: cabe la posibilidad de que el manejo de


este tipo de sustancias provoque un empeoramiento en trabajadores con el
sistema inmunitario débil como es el caso de algunos pacientes diabéticos.
2. Sustancias irritantes para la piel: si un trabajador que padece una enfermedad
como psoriasis o dermatitis, tiene que manipular habitualmente este tipo de
sustancias para desarrollar actividad, el problema podría agravarse.
3. Inhalación de sustancias nocivas: podría agravar la enfermedad de una persona
con asma, alergia o insuficiencia respiratoria.
4. Carga de materiales pesados: es posible que este tipo de actividad agrave
problemas en pacientes con dolor de espalda recurrente o enfermedades como
la fibromialgia.
5. Atención telefónica constante: hablar por teléfono durante la jornada laboral
completa puede agravar problemas de audición.
6. Estrés laboral: el exceso de tareas asignadas o de responsabilidad puede hacer
que diversas enfermedades psicológicas se acentúen como la depresión o el
trastorno bipolar. Así como otras de carácter neurológico como las jaquecas.
7. Uso continuado de pantallas: pasar demasiadas horas durante el ordenador
puede empeorar problemas de visión, así como dolores en músculos y
articulaciones.
8. Así, los infartos y derrames cerebrales se pueden considerar una enfermedad
profesional si ocurren en el lugar de trabajo; pero no son accidentes laborales,
ya que no han sido motivados por un factor externo.

Tendrán la consideración de accidente de trabajo:

 Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo. (Accidente


“in itinere ”).
 Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del
desempeño de cargos electivos de carácter sindical o de gobierno de las
Entidades Gestoras, así como los ocurridos al ir o al volver del lugar en que
se ejecuten las funciones propias de dicho cargo.
 Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aún siendo
distintas a las de su categoría profesional ejecute el trabajador en
cumplimiento de las órdenes del empresario o espontáneamente en interés
del buen funcionamiento de la empresa.
 Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga,
cuando unos y otros tengan conexión con el trabajo.
 Las enfermedades no incluidas en el cuadro de enfermedades profesionales
que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo,
siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por causa exclusiva la
ejecución del mismo.
 Las enfermedades o defectos padecidos con anterioridad por el trabajador,
que se agraven como consecuencia de la lesión constitutiva del accidente.
 Las consecuencias del accidente que resulten modificadas en su naturaleza,
duración, gravedad o terminación, por enfermedades recurrentes, que
constituyan complicaciones derivadas del proceso patológico determinado
por el accidente mismo o tenga su origen en afecciones adquiridas en el
nuevo medio en que se haya situado el paciente para su curación.
 Se presumirá, salvo que se demuestre lo contrario, que son constitutiva de
accidente de trabajo las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y
el lugar de trabajo.

NO tendrán consideración de Accidentes de Trabajo:

 Los que sean debidos a fuerza mayor extraña al trabajo, entendiéndose por
ésta, la que sea de tal naturaleza que ninguna relación guarde con el trabajo
que se ejecutaba al ocurrir el accidente.
 En ningún caso se considerará fuerza mayor extraña al trabajo la insolación,
el rayo y otros fenómenos análogos de la naturaleza.
 Los que sean debidos a dolo o a imprudencia temeraria del trabajador
accidentado.
No impedirán la calificación de un accidente como de trabajo:

 La imprudencia profesional que es consecuencia del ejercicio habitual de un


trabajo y se deriva de la confianza que éste inspira.
 La concurrencia de culpabilidad civil o criminal del empresario, de un
compañero de trabajo del accidentado o de un tercero, salvo que no guarde
relación alguna con el trabajo.

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