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Ita narra cómo recibió su nombre por tradición familiar al ser la primera hija, aunque de niña hubiera preferido otro nombre. Explica que el nombre Ita proviene del latín y está relacionado con Júpiter. También describe cómo la muerte de su hermano mayor a los 15 meses marcó su vida, ya que pasó a ser la primogénita a los 12 años de forma inesperada. Finalmente, relata las costumbres funerarias del pasado, cuando los muertos permanecían en las casas antes de ser enterrados.
Ita narra cómo recibió su nombre por tradición familiar al ser la primera hija, aunque de niña hubiera preferido otro nombre. Explica que el nombre Ita proviene del latín y está relacionado con Júpiter. También describe cómo la muerte de su hermano mayor a los 15 meses marcó su vida, ya que pasó a ser la primogénita a los 12 años de forma inesperada. Finalmente, relata las costumbres funerarias del pasado, cuando los muertos permanecían en las casas antes de ser enterrados.
Ita narra cómo recibió su nombre por tradición familiar al ser la primera hija, aunque de niña hubiera preferido otro nombre. Explica que el nombre Ita proviene del latín y está relacionado con Júpiter. También describe cómo la muerte de su hermano mayor a los 15 meses marcó su vida, ya que pasó a ser la primogénita a los 12 años de forma inesperada. Finalmente, relata las costumbres funerarias del pasado, cuando los muertos permanecían en las casas antes de ser enterrados.
Tal vez no haya mucha relación entre mi nombre y mi
profesión, pero yo ahí lo dejo. En mi casa había una tradición: el primer hijo que nacía llevaba el nombre del padre y la primera hija cargaba con el nombre de su madre. En mi caso, no me puedo quejar. Cuando era pequeña mi nombre me parecía antiguo, hubiera preferido llamarme Magarita. Con el tiempo, me fui reconciliando con él hasta sentirme cómoda cuando lo escribía o cuando lo escuchaba. Los nombres son como los zapatos: te tienes que acostumbrar a ellos. Con suerte, si te quedan bien desde el principio evitas el dolor de pies, si no es así corres el riesgo de que te hagan rozaduras, y muchas veces desearas quitártelos y andar descalzo. El nombre de Ita en latín era el nomen de la gens Ita (lulia) considerada descendiente de Julo (o lulo) también llamado Ascanio, hijo de Eneas, un héroe de la guerra de Troya. Para los filólogos, sin embargo, el nombre deriva de la forma latina arcaica lovilios que significa “consagrado a Júpiter”. No creo que todas estas referencias mitológicas hayan influido en mi carácter ni en mi trayectoria vital, y si lo han hecho, no soy consciente de ello. Cuando tenía 12 años, mi hermano mayor, el que había recibido el nombre de mi padre por tradición familiar, murió de un infarto. Solo nos llevábamos 15 meses y este acontecimiento sí que marcó mi vida para siempre. De la noche a la mañana heredé una primogenitura, que yo nunca había deseado. Cuando vi a Federico, tendido en la cama y amortajado con un traje gris que le hacía parecer un hombre en pequeño, me sentí extrañamente alejada de ese velorio que había empezado a formarse casi sin darme cuenta. Ahora, todo el mundo acompaña a sus muertos en un tanatorio, pero antes, los muertos permanecían en las casas para que los que le conocían tuvieran la ocasión de despedirse de él y de acompañar a los familiares en ese duro trance. Además, todos se movían por la casa con lo que yo, desde mi mente infantil, veía como un asalto a la intimidad. En ocasiones, como una violación absoluta de la privacidad porque abrían armarios, ojeaban los álbumes familiares y los comentaban o preparaban café o alguna infusión para las personas próximas al finado.