Me llamo J C, hala, ya está dicho.

Mis padres se llaman A y J C, otro dato que, en

verdad, nos da completamente igual. Lo importante de todo este asunto no es ni el
origen del nombre, ni significado, ni tradiciones ni leches. Lo que de verdad nos tiene
que importar es: ¿Qué somos?
Y nada de existencialismos ni cuestiones filosóficas ni nuestro papel en el mundo y esas
cosas, no, me refiero a qué somos desde una perspectiva práctica. Te doy un ejemplo
conmigo mismo.
Nací un 21 de Abril del …, vale, tenemos ese dato, si hacemos una consulta rápida se
sabe que un embarazo normal y corriente dura entre 37 y 42 semanas (sí, me dejo
muchas variables, pero es cálculo aproximado), cojamos el día de nacimiento y
empecemos a restar. Esto, en mi caso, nos sitúa a principios Agosto o, como mucho,
finales de Julio.
¿Qué pasa esos meses? Pues el aniversario de mis padres es el 4 de Agosto y el
cumpleaños de mi padre es el 31 de Julio. Con lo cual es muy posible que yo sea:
- El regalo de cumpleaños de mi padre al terminar la fiesta.
- La celebración de aniversario.

¿Qué eres tú?