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Comunicación efectiva en el aula

La competencia comunicativa se define como: “la suma de diferentes habilidades que


incluye, entre otras estrategias, analizar el contexto de comunicación para adecuar el
discurso a cada situación, controlar la expresión corporal no verbal, utilizar recursos para
captar y mantener la atención del grupo, estructurar el mensaje y usar un modelo de lengua
correcto y apropiado”

Para que se dé la comunicación efectiva es necesario que el receptor interprete el mensaje


en el sentido que pretende el receptor.

La comunicación eficaz requiere de los siguientes elementos:

Entender los componentes básicos de la comunicación a fin de crear un mensaje efectivo.

Eliminar el “ruido” que interfiere o bloquea nuestra comunicación efectiva.

Aprender a escuchar de modo inteligente y comprensivo.

Reconocer y darnos cuenta de nuestros sentimientos y los de la otra persona.

Estructura de la comunicación

Fuente: Shanon, Weaver y Wiennner, 1949

Tipos de comunicación

Comunicación verbal, que comprende al lenguaje


Comunicación no verbal, comprendida en:

Cinesia o movimientos corporales, que pueden ser postura corporal, gestos, expresión
facial, mirada, manerismos.

Paralenguaje, o el uso del lenguaje en cuanto a tono, volumen, y ritmo o velocidad.

Proxemia o proxémica, que es la proximidad física, dividida en íntima, personal, social y


pública.

Cronémica, percepción y señalización del tiempo.

Tipos de comunicación:

Estilo pasivo:

Permite que violen sus derechos y que se aprovechen de ellos.

No logran sus objetivos.

Se sienten frustrados, infelices heridos y ansiosos.

Se muestran inhibidos y retraídos.

Permiten que los demás decidan por ellos.

Estilo Agresivo:

Vulneran los derechos de los demás.

Logran sus objetivos a costa de los demás.

Son beligerantes, humillan y desprecian a los demás.

Reaccionan de forma exagerada, hostil e iracunda.

Se meten en las decisiones de los demás.

Estilo Asertivo:

Protegen sus propios derechos y respetan los de los demás.

Logran sus objetivos sin detrimento de los otros.


Se sienten bien consigo mismos y tienen confianza.

Se muestran sociables y expresivos.

Deciden por sí mismos

Aunque los estilos de comunicación pasivo y agresivo pueden proporcionar a corto plazo
sensaciones complacientes como la reducción de la ansiedad causada por una situación
concreta y la sensación de control sobre los demás, a largo plazo generan aislamiento,
agresividad y estrés (Bueno y Garrido, 2012, p.72).

Es indispensable recordar que la asertividad no es un rasgo de la personalidad sino un


comportamiento que puede aprenderse a través de la autorreflexión de la propia
comunicación y de practicar día a día.

Problemas en el proceso de comunicación:

Se pueden agrupar en 3 tipos:

1. Los que derivan del propio mensaje, su manejo y su proceso de transmisión: aquí se
involucran los dobles sentidos, las mentiras, mensajes incompletos, juegos verbales,
y mensajes ambiguos.
2. Los problemas humanos, personales y relacionados con la interacción: como lo son
los filtros para magnificar los detalles negativos o polarizar, la sobregenralización,
el tomar las cosas de forma personal.
3. Los problemas psicosociales: hacer solicitudes contradictorias, restringir la
información a comunicar, desinformar, tener prejuicios.

Claves o estrategias de comunicación:

1. Feedback o retroalimentación: es comunicar de vuelta información sobre lo que esta


comunicándose, lo ideal es que sea descriptiva, específica, clara, oportuna y
comprensible.
2. Actitud: predisposiciones de acción ante un hecho, las actitudes mas favorables
requieren de no sobreactuar, no engañar ni exagerar, mostrar interés legítimo y
convicción, sin acusar o desacreditar a nadie y ser breve.
Requisitos para un docente asertivo:

Corrales Razquin, 2013

Uso de lenguaje corporal:

Sonreír y mantener una actitud conciliadora.

Situarse de frente a sus alumnos

Prevenir el uso de lenguaje defensivo

Moverse a través del aula, sin volverse vigilancia excesiva

Mirar a los alumnos a los ojos

Tono de voz sosegado pero firme, ajustado al espacio físico en donde se encuentre.

Usar pausas de 5 a 7 segundos para permitir que el alumno tenga una puerta de
participación

Gestión del tiempo

Presentar las actividades y objetivos al principio de la sesión.

Alternar exposiciones con actividades prácticas.

Controlar el paso del tiempo, al recapitular y presentar los pasos siguientes, gestionando
el espacio de cada tema.

Concluir de forma explícita las sesiones.

Preparar al alumno a las siguientes sesiones.

Distribución del espacio:

En hileras: principalmente expositivo, se evitan distractores pero dificulta la interacción


entre alumnos y trabajo cooperativo.

En herradura: cooperativo, fomenta la interacción y contacto visual y verbal entre los


participantes, pero requiere de un reajuste del espacio.
En grupo de trabajo: cooperativo, centra la atención en grupos mas pequeños por lo que
dificulta tener una visión global del aula.

Consejos (Sanz, 2005):

1. Mirar al rostro de la persona a la que nos dirigimos con naturalidad, evitando


miradas intimidatorias o demasiado largas.
2. Sonreír y mover las manos acompañando el discurso con gestos cortos
3. Evitar el exceso de muletillas y tics lingüísticos.
4. Introducir y concluir la intervención.
5. Referirse a realidades o conceptos que compartimos con los interlocutores.
6. Usar un lenguaje claro y accesible.
7. Emplear recursos de énfasis como lo son variaciones de volumen o repeticiones.
8. Variar los movimientos, la postura, el volumen o el ritmo.
9. Suavizar los mensajes desagradables o negativos.
10. Acabar cualquier intervención larga con una breve síntesis o con la repetición de
la idea más importante

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