Las estrategias didácticas se definen como el grupo de procedimientos
sustentados en técnicas de enseñanza que tienen el objetivo de lograr el
aprendizaje, estas técnicas integran actividades que facilitan su ejecución, además, son flexibles y se adecuan a las características del grupo de estudiantes con el que se trabaja. Según Díaz y Hernández (2002), las estrategias didácticas se pueden clasificar en Preinstruccionales, Coinstruccionales y Posinstruccionales. La primera, se emplea para preparar y alertar al educando referente a lo que se va a aprender y cómo se llevará a cabo. Las estrategias coinstruccionales sirven de apoyo en la conceptualización de los contenidos de lo que se quiere aprender. Por último, pero no menos importante, están las estrategias posinstruccionales, que permiten al estudiante sintetizar, integrar y razonar críticamente de lo que se está aprendiendo, así también, el estudiante es será capaz de valorar su propio aprendizaje. Si bien, la aplicación de estrategias didácticas es fundamental para el proceso enseñanza aprendizaje, es necesario tener en cuenta que, las actividades desarrolladas deben adecuarse al contexto actual e innovarse. En el caso de las estrategias Preinstruccionales, tradicionalmente se emplea el planteamiento de los objetivos, activación de conocimientos previos y relacionarlos con la cotidianidad, sin embargo, estas estrategias deben estar relacionadas con las Tecnologías de la información y comunicación (TIC). Según Pamplona, Cuesta y Cano (2019) las TIC y el juego son las estrategias de enseñanza de tendencia en las investigaciones de los últimos años, ya que son estrategias que se identifican con mayor número de estudios que confirman su efectividad. En las estrategias Coinstruccionales tenemos de uso tradicional, a los mapas mentales, las ilustraciones, entre otros, como actividades innovadores se debe añadir el uso de murales y carteles, que permiten seleccionar la información más relevante para plasmarla en el mural y compartir el conocimiento, de esa manera al estudiante se le facilita aprender (Díaz y Muñoz, 2013); los proyecto de aula también permite el trabajo individual y grupal, siguiendo una secuencia de actividades para alcanzar un todo, favorece el análisis y establecimiento de relaciones entre los estudiantes, propicia la integración de herramientas pedagógicas (Hernández y Muñoz, 2012), del mismo modo, los grupos interactivos permiten el diálogo, la organización y la cooperación para realizar diferentes actividades de corta duración y generar mejores niveles de atención y rendimiento (Ordóñez, Rodríguez y Rodríguez, 2017), aquí también podemos incluir el juego como una estrategia. Finalmente, en las estrategias Posinstruccionales, es común emplear la socialización de los resultados de forma grupal o individual en el aula, sin embargo, aquí también debemos considerar a las TIC como un aliado, ya que la socialización puede llevarse a cabo a través de ella, como la realización de videos expositivos, que posteriormente se publiquen en redes sociales, lo cual generaría un mayor interés por los estudiantes para realizar un mejor producto. Para concluir, las estrategias de enseñanza-aprendizaje están estrechamente relacionadas con la formación y cualificación de los docentes. Es importante resaltar que existen diversas estrategias de enseñanza significativas para el aprendizaje escolar, socializadas en diferentes investigaciones realizadas, pero no siempre son implementadas por los docentes en sus aulas, generando procesos de formación en el marco de una educación tradicional.