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Estrategias didácticas para desarrollar la competencia: Se desenvuelve de manera

autónoma a través de su motricidad para niños del primer ciclo de educación inicial.

Capítulo I: Generalidades

1.1. Estrategias didácticas

1.1.1. Concepto

1.1.2. Clasificación

1.2. La motricidad en los niños del primer ciclo de educación inicial

1.3. Definición de psicomotricidad

1.4. Objetivos de la psicomotricidad

1.5. Segmentación de la psicomotricidad

1.6. pueden considerar los espacios

Capítulo II: Estrategias didácticas para desarrollar la competencia: Se desenvuelve

de manera autónoma a través de su motricidad para niños del primer ciclo de

educación inicial

2.1. Implicancias de la competencia: Se desenvuelve de manera autónoma a través

de su motricidad.

2.2. Estrategias para niños del primer ciclo de educación inicial

Aplicación didáctica
Capítulo I: Generalidades

1.1. Estrategias didácticas

1.1.1. Concepto

El término “estrategia”, proviene de un lenguaje militar. Y es que

etimológicamente, proviene ´de los vocablos griegos stratos = ejército y agein =

conductor, que significaría “conductor de ejércitos”. Si bien el uso de esta palabra

se remota a épocas bastante antiguas, no es hasta la segunda mitad del siglo XVII,

que se inserta, en Europa, el significado que hoy se conoce, pero aún en un

contexto bélico (Izcue, Arriarán y Tolmos, 2013).

Posteriormente, el uso de la palabra estrategia se ha ido generalizado a todos los

campos, desde el militar, pasando por el político, administrativo, económico,

religioso, cultural y social y, en cada uno de ellos, se ha ubicado de tal forma que

se constituye en un referente por la forma en que se ha utilizado. Se puede afirmar

que es una palabra de uso frecuente por cualquier tipo de persona y en cualquier

actividad (Sierra, 2013).

Una estrategia, en general, es un medio para alcanzar una finalidad, un método para

emprender una tarea o una secuencia de decisiones tomadas para alcanzar un

objetivo. (De la Torre, Oliver y Sevillano,2010). Aplicado al campo didáctico, se

puede definir la estrategia didáctica como el “proceso reflexivo, discursivo y

meditado que pretende determinar el conjunto de normas y prescripciones

necesarias para optimizar un proceso de enseñanza- aprendizaje” (Rodríguez

Diéguez, 1993).

La estrategia también supone un significado de medio a través del cual se llega a un

objetivo. Después de haber atravesado en que el extremo formalismo distinguía

entre métodos, técnicas, procedimientos, formas e incluso modos didácticos, hoy


por hoy todo este campo queda reducido a métodos y estrategias. (De la Torre,

Oliver y Sevillano, 2010). Por ese motivo, para Tobón (2010) las estrategias

didácticas son “un conjunto de acciones que se proyectan y se ponen en marcha de

forma ordenada para alcanzar un determinado propósito”, por ello, en el campo

pedagógico específica que se trata de un “plan de acción que pone en marcha el

docente para lograr los aprendizajes”

De acuerdo con Rosales (2004), las estrategias didácticas “son el conjunto de

acciones que realiza el docente con una clara intencionalidad pedagógica,

proponiendo para su concreción tareas las cuales suponen: un propósito, los

recursos, el acondicionamiento del medio, y la consigna, aspectos que caracterizan

la acción educativa”.

Por su parte, Riascos y Curbeira (2019) consideran que la estrategia didáctica es

una guía de acción que orienta en la obtención de los resultados que se pretenden

con el proceso de aprendizaje, y da sentido y coordinación a todo lo que se hace

para llegar al desarrollo de competencias en los estudiantes.

Dentro del proceso de una estrategia, existen diferentes actividades para la

consecución de los resultados de aprendizaje. Estas actividades varían según el tipo

de contenido o grupo con el que se trabaja. (Gutiérez, Gómez y Gutiérrez, 2018).

En este sentido, éstas organizan las acciones de manera consciente para construir y

lograr metas previstas e imprevistas en el proceso enseñanza y aprendizaje,

adaptándose a las necesidades de los participantes de manera significativa (Feo,

2010).

Las estrategias didácticas como elemento de reflexión para la propia actividad

docente, ofrecen grandes posibilidades y expectativas de mejorar la práctica

educativa. El docente para comunicar conocimientos utiliza estrategias


encaminadas a promover la adquisición, elaboración y comprensión de los mismos.

Es decir, las estrategias didácticas se refieren a tareas y actividades que pone en

marcha el docente de forma sistemática para lograr determinados aprendizajes en

los estudiantes (Jiménez y Robles, 2016).

1.1.2. Clasificación

Existen dos grandes tipos de estrategias didácticas: las de aprendizaje y las de enseñanza.

• Estrategias de enseñanza. Son procedimientos empleados por el profesor para hacer

posible el aprendizaje del estudiante. Incluyen operaciones físicas y mentales para facilitar

la confrontación del sujeto que aprende con el objeto de conocimiento. (Ferreiro 2004).

• Estrategias de aprendizaje. Procedimientos mentales que el estudiante sigue para

aprender. Es una secuencia de operaciones cognoscitivas y procedimentales que el

estudiante desarrolla para procesar la información y aprenderla significativamente.

(Ferreiro 2004).

Por lo tanto, es importante resaltar que las estrategias están enfocadas a cumplir los

objetivos que se plantean en un determinado contexto de enseñanza y aprendizaje, donde

las estrategias de enseñanza y las de aprendizaje se ponen en práctica. Las estrategias de

enseñanza fomentan las instancias de aprendizaje, promoviendo la participación de los

estudiantes. En cuanto a las estrategias de aprendizaje, es relevante mencionar que los

estudiantes las utilizan para organizar y comprender contenidos o ideas clave.


De acuerdo a Díaz y Hernández (1999) es posible identificar otros tipos de estrategia en

una secuencia de enseñanza, a través del siguiente esquema:

Fuente: Díaz y Hernández (1999)

Díaz y Hernández (1999) describen las estrategias preinstruccionales como aquellas que

“preparan y alertan en relación a qué y cómo aprender, incidiendo en la activación o

generación de conocimientos previos” (p. 8). Este tipo de estrategias son útiles para que el

estudiante contextualice su aprendizaje y genere expectativas pertinentes. Cabe destacar

que se sugiere aplicar las estrategias preinstruccionales al inicio de una clase.

En cuanto a las coinstruccionales, como indican Díaz y Hernández (1999), estas “apoyan

los contenidos curriculares durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, fomentando la

mejora de la atención y detección de la información principal” (p. 8). El objetivo principal

es que el estudiante organice, relacione e interrelacione los contenidos e ideas más

relevantes para el logro del aprendizaje. Se recomienda utilizar las estrategias

coinstruccionales durante el desarrollo de una clase.

En lo que respecta a las postinstruccionales, tal y como señalan Díaz y Hernández (1999),

“se presentan al término del episodio de enseñanza, permitiendo una visión sintética,

integradora e incluso crítica del contenido” (p. 9). Es posible señalar que las estrategias

postinstruccionales sirven para hacer una revisión final de la clase, incluyendo las ideas
principales de los contenidos vistos. Se propone usar este tipo de estrategias en el cierre de

una clase.

Para Feo (2009) se puede llegar a una clasificación de estos procedimientos, según el

agente que lo lleva a cabo, de la manera siguiente:

 Estrategias de Enseñanza, donde el encuentro pedagógico se realiza de

manera presencial entre docente y estudiante, estableciéndose un diálogo

didáctico real pertinente a las necesidades de los estudiantes.

 Estrategias Instruccionales, donde la interrelación presencial entre el

docente y estudiante no es indispensable para que el estudiante tome

conciencia de los procedimientos escolares para aprender, este tipo de

estrategia se basa en materiales impresos donde se establece un diálogo

didáctico simulado, estos procedimientos de forma general van

acompañados con asesorías no obligatorias entre el docente y el estudiante,

además, se apoyan de manera auxiliar en un recurso instruccional

tecnológico.

 Estrategia de Aprendizaje, se puede definir como todos aquellos

procedimientos que realiza el estudiante de manera consciente y deliberada

para aprender, es decir, emplea técnicas de estudios y reconoce el uso de

habilidades cognitivas para potenciar sus destrezas ante una tarea escolar,

dichos procedimientos son exclusivos y únicos del estudiante ya que cada

persona posee una experiencia distinta ante la vida.

 Estrategias de Evaluación, son todos los procedimientos acordados y

generados de la reflexión en función a la valoración y descripción de los


logros alcanzados por parte de los estudiantes y docentes de las metas de

aprendizaje y enseñanza.

Por su lado, Tejada Fernández (como se citó en Montealegre, 2019), clasifica en tres

grandes tipos las estrategias didácticas para el aprendizaje:

 Estrategias didácticas con protagonismo docente: Entre ellas se citan las

estrategias expositivas (Transmisión verbal de la información, transmisión

visual de la información, la demostración, la ejercitación, entre otras); la

interrogación didáctica, el debate y el diálogo y el aprendizaje por

recepción significativa (como los organizadores previos)

 Estrategias didácticas con protagonismo discente: Entre ellas la Enseñanza

programada y el aprendizaje por descubrimiento. Aquí se pueden incluir el

aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje basado en Investigación.

 Estrategias socializadas: Son ejemplos, el trabajo el trabajo en grupo

cooperativo, el foro, el seminario, etc.

1.1.3. Consideraciones para la aplicación de estrategias didácticas

Las estrategias, en general, comparten elementos, aspectos o rasgos en común que son

considerados componentes fundamentales. Monereo (1997) los describe como:

1. Los participantes activos del proceso de enseñanza y aprendizaje: estudiante y docente.

2. El contenido a enseñar (conceptual, procedimental y actitudinal).

3. Las condiciones espaciotemporales o el ambiente de aprendizaje.

4. Las concepciones y actitudes del estudiante con respecto a su propio proceso de

aprendizaje.
5. El factor tiempo.

6. Los conocimientos previos de los estudiantes.

7. La modalidad de trabajo que se emplee (ya sea individual, en pares o grupal).

8. El proceso de evaluación (ya sea diagnóstico, formativo o sumativo).

En la actualidad, se requiere del docente conocimiento y manejo de estrategias didácticas,

poniendo en su desarrollo creatividad, iniciativa y ganas de aportar a una educación de

calidad. En este sentido, toda estrategia didáctica debe posibilitar:

- Aprendizaje autónomo. Involucra una serie de metodologías, recursos y constituye una

de las características del aprendizaje basado en problemas. Crispín et al. (2011)

argumentan que una de las funciones del docente es motivar en sus estudiantes el aprender

a aprender de manera autónoma; considerada la actividad intelectual interna, que supone la

confrontación del estudiante de forma personal con el objeto de conocimiento, es decir,

con los contenidos que debe aprender. Este tipo de aprendizaje según Romo (2005), se

fundamenta en la iniciativa del propio estudiante, su interés y motivación, sus actitudes,

personalidad, hábitos de aprendizaje. El aprendizaje autónomo permite avanzar a cada

estudiante al ritmo deseado, propiciar la actitud de investigación, desarrollar habilidades

cognitivas y afectivas, asimilar contenidos mediante la realización de actividades, ser libre

y responsable, ser activo y creativo en su aprendizaje, logrando de manera natural las

competencias deseadas en el nivel educativo.

- Aprendizaje colaborativo y trabajo en equipo. La interacción es la relación que se

establece entre el estudiante y el docente o entre el estudiante con los otros sujetos que

aprenden. Guitert y Pérez (2013) afirman que el trabajo de grupo colaborativo es un

ingrediente esencial en el proceso de enseñanza aprendizaje basado en competencias, todas

las estrategias didácticas innovadoras incorporan esta forma de trabajo como experiencia
en la que el sujeto aprende y se forma como persona. Refiere que esta metodología es

coherente con la esencia educativa respecto del desarrollo de la capacidad mental de los

seres humanos y se encuentra en el proceso de socialización, la cual se permite en un

grupo de trabajo, que exige por parte de los estudiantes organización y cooperación entre

iguales; los estudiantes vivencian su aprendizaje, el equipo se enseña a sí mismo, se mueve

en contradicciones, encuentran obstáculos para superar y obliga a cada uno a estar activo;

es un método de estímulo a la actividad y evita la pasividad del estudiante.

- El Aprendizaje Basado en Problemas. Conocido como ABP, caracterizado por el trabajo

en grupos pequeños, donde los estudiantes sintetizan y construyen el conocimiento para

resolver los problemas que generalmente son tomados de la realidad misma. La Red de

Innovación Docente en ABP del ICE de la Universidad de Girona (2012) precisa que el

docente identifique las competencias que deben lograr los estudiantes, constituyéndose en

asesor del proceso de aprendizaje brinda la oportunidad de participar en la discusión para

llegar a la solución de los problemas en forma dinámica. En el ABP el estudiante es el

único protagonista de su aprendizaje, ya que acude a todas las fuentes para dar solución a

un problema determinado. El docente debe retroalimentar de manera permanente el trabajo

del estudiante en la solución del problema. En concordancia con el ABP están las técnicas

didácticas de la pregunta, lluvia de ideas, juego de roles, discusión, trabajo de casos, entre

otras, encaminadas a la búsqueda de respuestas y o soluciones a un hecho o problema.

- Aprendizaje significativo. Según Ausubel (1998), el aprendizaje del estudiante depende

de la estructura cognitiva previa que se relaciona con la nueva información. Por tanto, es

básico conocer la estructura cognitiva del estudiante, no solo la cantidad de información

que posee, sino además cuáles son los conceptos y proposiciones que maneja, al igual que

el grado de estabilidad.
El aprendizaje de los estudiantes no inicia en cero, ellos tienen una serie de conocimientos,

habilidades, experiencias, competencias que pueden ser aprovechadas para su beneficio. El

factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el estudiante ya sabe, el

docente debe averiguarlo para orientar su enseñanza de manera consecuente. Implica que

la nueva información, conceptos, proposiciones pueden ser aprendidos significativamente

en la medida en que otras ideas, conceptos o proposiciones relevantes estén debidamente

claros y disponibles en la estructura cognitiva y que funcionen como un punto de anclaje a

las primeras.

Asimismo, a la hora de seleccionar una estrategia y/o técnica didáctica que se realiza en el

diseño de la asignatura (Proceso de Diseño Curricular), según la Subdirección de

Currículum y Evaluación, Dirección de Desarrollo Académico, Vicerrectoría Académica

de Pregrado, Universidad Tecnológica de Chilese, se deben tener en cuenta los siguientes

criterios:

• A. Ciclo del proceso formativo (Nivel formativo de los estudiantes): Para la

selección de las estrategias se deben considerar las características de los estudiantes. Se

plantea que en los primeros años los estudiantes suelen ser poco autónomos, utilizan con

poca frecuencia técnicas de estudio, tienen baja capacidad para sintetizar e integrar la

información, la relación con el docente es de alta dependencia y tienden a utilizar el

aprendizaje memorístico sin comprender la información que se almacena, aspecto que

limita la capacidad para sintetizar e integrar la información (Latasa, Lozano &

Ocerinjauregi, 2012). Por lo tanto, la sugerencia de estrategias debe considerar estas

características, para que así dé la oportunidad de que el estudiante vaya desarrollando

ciertas habilidades que le servirán para participar de manera efectiva en dichas estrategias.
• B. Nivel de complejidad del problema: El desarrollo de competencias se va dando a

medida que el estudiante es capaz de responder a las exigencias cambiantes del contexto y

de las problemáticas a resolver, éstas últimas varían en complejidad. Un problema no se

restringe a aspectos numéricos, cualquier materia o asunto en que se analiza una situación

y no se tiene de manera inmediata una respuesta, implicará aplicar lo ya aprendido, buscar

información nueva y configurar una estrategia para resolver el problema (Ferreiro, 2006).

Se sugiere que a medida que el estudiante progresa en su formación, se le presenten

problemas de diversa complejidad (desde baja hasta alta) los que deberán ser resueltos en

un contexto determinado, privilegiando así el desarrollo de las competencias.

• C. Nivel de cercanía con el contexto laboral: Implica el grado de cercanía de la tarea con

el contexto de desempeño real del estudiante una vez que haya egresado, esto implica que

el estudiante identifique y resuelva situaciones problemáticas relacionadas con la realidad

y su futura profesión, donde deberá transformar y transferir su conocimiento,

convirtiéndolo en desempeños flexibles a diferentes situaciones problemáticas. Esto

implica presentar diversas situaciones de estudio y trabajo similares a las que se puedan

encontrar en la práctica real de la profesión (Perkins 1999; Miguel, 2006). Este

acercamiento al contexto laboral debe ser de manera gradual, aportando al desarrollo de

competencias. El contacto con el mundo laboral es exigible, si la confrontación con el

ejercicio real de la profesión no se da, la competencia no es perceptible (Miguel, 2006, p.

25).

• D. Nivel de autonomía del estudiante en el aprendizaje: Implica la autorregulación del

proceso de aprendizaje que tienen los estudiantes, el que se logra a través de tomar

conciencia de sus propios procesos cognitivos y socioafectivos, utilizando procesos

metacognitivos para verificar y modular el estado de motivación, compromiso emocional y

los recursos internos para lograr con éxito una tarea (Zimmerman, 2002). Se sugiere que,
en el transcurso de un proceso formativo, las tareas a presentar vayan de un menor nivel de

autonomía a uno mayor, considerando el nivel formativo en el cual se encuentran los

estudiantes. Esto se puede producir como un proceso a través de su trayectoria formativa o

en el transcurso de una asignatura.

• E. Nivel de mediación de parte del docente: Implica el nivel de apoyo que presta el

docente durante el proceso de aprendizaje, ya sea como fomentador de análisis, motivador

y facilitador de experiencias de aprendizaje (Parra, 2010).

Considera el nivel de estructuración de la tarea por parte del docente.

• Es importante analizar la relación que se da entre el nivel de autonomía de los estudiantes

y el nivel de mediación docente, es decir, se esperaría que a mayor autonomía de los

estudiantes el nivel de mediación sea menor, en cambio, si los estudiantes tienen bajo nivel

de autonomía el docente deberá presentar un nivel alto de mediación. Lo que se debe

determinar de manera inicial es la autonomía de los estudiantes y desde ahí el docente

establece el nivel de mediación necesario.

Es importante mencionar que existe una estrategia didáctica básica para que todas las

demás se puedan desarrollar de manera adecuada: Trabajo Colaborativo. Está probada su

eficacia para el aprendizaje tanto de aspectos cognitivos, procedimentales y actitudinales,

mejora de manera significativa el rendimiento académico, la satisfacción de los estudiantes

es alta con la experiencia colaborativa y aprecian la formación en competencias relevantes

para el futuro ejercicio de su profesión (Coll, Mauri & Onrubia, 2006). Asimismo, en un

extenso meta- análisis de cientos de estudios sobre el trabajo colaborativo, se encontró que

los estudiantes tienen un mayor rendimiento, el razonamiento logrado por los estudiantes

es superior, generando nuevas ideas, soluciones y logrando transferir sus aprendizajes a

situaciones nuevas (Barkley, Cross & Major, 2007, p. 17-18). El trabajar en equipo
permite a todos los estudiantes tener soporte social, es decir, el equipo brinda apoyo y

aliento cuando un integrante se siente inseguro (Johnson, Johnson & Holubec, 2000). La

inseguridad se relaciona con las creencias que tienen los estudiantes sobre lo que son

capaces de hacer. Se plantea que los estudiantes con creencias de autoeficacia positiva,

están mejor preparados para resistir el estrés académico y mantener conductas de

afrontamiento antes las problemáticas (Cabanach, Valle, Rodríguez, Piñeiro & González,

2010).

1.2. La motricidad en los niños del primer ciclo de educación inicial

1.2.1. Definición de psicomotricidad

La psicomotricidad como concepto, aparece en los albores del siglo pasado. Grandes

estudiosos de la psiquiatría como Wernicke, Dupré, Sherrington, entre otros, lograron a

través de sus investigaciones destacar la relación entre trastornos mentales y físicos.

Concomitante a estos, Jean Piaget ha aportado decisivamente a través de la psicología

evolutiva del niño, en el ámbito motriz e intelectual. Del estudio de los estadios de

desarrollo, Piaget concebía la inteligencia como un sistema todo organizado donde los

elementos que los conformaban a cada uno con sus características individuales estaban

coherentemente sincronizados para trabajar en ese sistema que, en el caso del niño, éste los

utiliza para conocer su entorno. Piaget clasificó en tres las estructuras: inteligencia

sensoriomotora, representativa y formal (Mendieta, Mendieta y Vargas, 2017).

Concordamos con Guadalupe Pacheco, quien manifiesta: “es mediante la psicomotricidad

que se puede conseguir la conciencia del propio cuerpo en todos los momentos y

situaciones de la vida socio educativa, el dominio del equilibrio, del control y eficacia de la

coordinación global y segmentaria, el control de la inhibición voluntaria de la respiración,

la organización del esquema corporal y la orientación en el espacio, una correcta


estructuración espaciotemporal, generan las mejores posibilidades de adaptación a los

demás y al mundo exterior”. (Mendieta, Mendieta y Vargas, 2017).

Existe una gran variedad de términos que atienden a diferentes perspectivas sobre la

educación a través del cuerpo y el movimiento, tales como educación psicomotriz,

psicomotricidad educativa, educación psicomotora, motricidad, educación vivencial,

expresión dinámica, expresión corporal, educación motriz, motricidad relacional,

psicocinética o educación por el movimiento, educación física de base, etc. (Pastor, 1994).

Desde nuestro conocimiento, probablemente el término más extendido para referirnos a

estos dos conceptos en las aulas de educación infantil es el de «psicomotricidad»,

considerada como una forma de contribuir al desarrollo intelectual, motor y personal de los

más pequeños (Berruezo, 2008).

Zamudio (2006) nos dice que la psicomotricidad “es la educación del movimiento, la

educación por el movimiento y las experiencias corporales empleadas por los niños”

(p.18). Por consiguiente, tenemos que para Durivage (2010) la psicomotricidad “es el

campo que indaga la conexión tanto entre los movimientos como además en las funciones

mentales, investiga la primacía del movimiento en el desarrollo de la personalidad como

también del aprendizaje” (p.34)

Los estudios sobre el desarrollo humano muestran el gran papel de la psicomotricidad en el

desarrollo de la conducta humana en sus diversos dominios: psicomotor, comunicativo-

lingüístico, intelectual-cognitivo, afectivo y social (Pacheco, 2015). Además de su

importancia, la presencia de la motricidad de forma explícita e implícita en el currículo

educativo y su contribución al desarrollo de todas las capacidades que establece el mismo

para la Etapa Infantil.

1.2.2. Dimensiones de la psicomotricidad


Esquema corporal

El esquema corporal es la relación de tipo mental que una persona tiene acerca de su

cuerpo ya sea en movimiento o durante el reposo, su desarrollo permite que el niño

conozca su cuerpo y se comunique con su medio a través de él, siendo base para el

desarrollo de sus propias nociones como son atrás, adelante, afuera, adentro, giro, abajo,

arriba, entre los objetivos que tiene el esquema corporal, tenemos: Conocer, localizar y

aprender las funciones de cada parte de su cuerpo, aprendiendo a observar, a sentir, a

desenvolvernos correctamente dentro de un espacio, un ejercicio útil para su desarrollo son

las canciones infantiles en las cuales los niños aprenderán a localizar las partes de su

cuerpo. (Viera, 2018)

El esquema corporal abarca tres aspectos:

 El tónico postural: los niños graban en su subconsciente ciertos aspectos que pueden

entender y representar como son movimientos rápidos o lentos, de cerca o de lejos,

pequeño y grande.

 La respiración: Gracias a ello, los niños son capaces de soplar su vela, tomar aire por la

nariz y expulsarlo por la boca, inflar los globos entre otros.

 La relajación: los niños mediante ciertas actividades como es el escuchar música, leer

cuentos o jugar con sus juguetes les permite disminuir la tensión tanto física como

psicológica. (Anaya, 2013)

La estructura del espacio

La noción acerca del espacio se elabora progresivamente conforme el niño desarrolla su


psicomotricidad, para ello es necesario practicar actividades que impliquen diversos

desplazamientos, conciencia del mundo externo y la manipulación de objetos, con el fin de

que sientan la mayor cantidad de sensaciones sean visuales, auditivas o táctiles. (Viera,

2018)

 Orientación espacial. Se evidencia cuando el niño adquiere habilidades manuales, como

por ejemplo saludar dando la mano, comer, pintar, desenredarse el cabello conocer su

lado derecho e izquierdo.

 Estructuración espacial se refiere a que los niños conocen la estructura espacial con

respecto a su cuerpo.

 Organización espacial. Los niños crean relaciones de forma completa según su

exploración y su propia experiencia dentro de su propio entorno. (Anaya, 2013)

Coordinación de tipo motora.

La coordinación es la capacidad que tiene una persona para realizar movimientos que

involucran partes de su cuerpo, ciertos órganos, músculos o la inmovilización de otras

partes de su propio cuerpo, y puedes dividirse de la siguiente manera:

 La motricidad gruesa: Aquí hablamos de los grandes movimientos que realizamos,

entre los ejercicios que son parte de la motricidad gruesa están el saltar, rodar, correr,

bailar, reptar, etc.

 La motricidad fina: Aquí nos referimos a movimientos que requieren de más

precisión para realizarlos, implican la utilización de forma simultánea de la vida, la


mano y dedos, entre los ejercicios podemos destacar el rasgado, cortar papeles,

dibujar y colorear, escribir, etc. (Viera, 2018)

El equilibrio.

Es la capacidad de mantenernos de forma estable mientras que a la vez realizamos otras

actividades de tipo motriz, aquí cumple una función importante la propioceptividad, el área

vestibular y los ojos, llamado también el triángulo del equilibrio que es comandado por el

cerebro, por ello realizar ejercicios de giros es importante, existen dos tipos de equilibrio

que

mencionaremos a continuación. (Viera, 2018)

1.2.3. Desarrollo psicomotriz en el período de la primera infancia

Capítulo II: Estrategias didácticas para desarrollar la competencia: Se desenvuelve

de manera autónoma a través de su motricidad para niños del primer ciclo de

educación inicial

2.1. Implicancias de la competencia: Se desenvuelve de manera autónoma a través

de su motricidad.

2.2. Estrategias para niños del primer ciclo de educación inicial

Aplicación didáctica

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