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2023
IMPRIMIR CONTENIDOS
ESTRATEGIAS
DIDÁCTICAS
EN ELEARNING
MÓDULO 1:
El proceso de
aprendizaje en
eLearning
IMPRIMIR MÓDULO 1
Empezamos este curso sobre las estrategias didácticas o también podríamos llamarlas
estrategias formativas Disponemos de una amplia variedad de estrategias que podríamos
enumerar, tales como el aprendizaje autónomo, el aprendizaje colaborativo, las
estrategias de aprendizaje basado en problemas, el proyecto basado en retos y la
metodología del caso, así como la clase invertida.
¿Cómo aprendemos? Las teorías del aprendizaje nos brindan una base sólida para
identificar diferentes estrategias formativas. Estas teorías han demostrado que
aprendemos de diversas maneras, no limitadas a un solo enfoque. A lo largo de este
video, exploraremos ejemplos de respuestas a la pregunta de cómo aprendemos.
En primer lugar, aprendemos a través de la recepción, es decir, mediante la escucha, la
observación y la lectura. También aprendemos a través del aprendizaje tutorizado o
guiado. A menudo, aprendemos de manera autónoma. Además, enfrentamos desafíos y
buscamos soluciones para aprender. Observar, imitar, dialogar y colaborar con otras
personas también contribuye a nuestro aprendizaje. Finalmente, la reflexión es otra
forma de aprender.
En este epígrafe, exploraremos cada una de estas formas de aprender para comprender
mejor su impacto en las estrategias formativas. Mostraremos ejemplos que ayudarán a
ilustrar estas formas de aprendizaje. El aprendizaje por recepción y transmisión,
basado en las teorías de David Ausubel, se apoya en la comunicación a través de
mensajes orales, visuales y escritos. El papel del formador es esencial, ya que presenta
la información de manera clara y motivadora, ya sea de forma presencial o en línea.
Otra forma en que los adultos han aprendido siempre es a través del diálogo, la
conversación y la colaboración. Este diálogo es intencionado y dirigido a resolver
problemas y situaciones cotidianas relacionadas con el trabajo. Aquí es donde entran en
juego las comunidades de práctica o comunidades de aprendizaje, grupos de
trabajadores que se reúnen de manera sistemática para abordar problemáticas
específicas. A través de la indagación, la búsqueda, la lectura y la conversación, generan
conocimiento colaborativo y aprendizaje social. En este proceso, el formador
desempeña el papel de animador y organizador, facilitando la autoorganización del
grupo para promover el aprendizaje cooperativo o colaborativo. Esto resulta en un
mayor nivel de conocimiento sobre el objeto de estudio.
Por último, la reflexión, como estrategia cognitiva, permite al docente no solo practicar
sino también reflexionar sobre lo que está haciendo. Esto genera habilidades de análisis,
búsqueda de causas y consecuencias, y conciencia sobre las acciones. El proceso
reflexivo es esencial para cualquier estrategia formativa.
Estas diferentes teorías del aprendizaje nos ayudan a definir las estrategias formativas y
a determinar qué enfoque predominará en cada una de ellas a lo largo de este módulo.
En este epígrafe nos centraremos en comprender más a fondo las estrategias didácticas.
Aunque ya hemos abordado este tema en otro curso, en esta ocasión dedicaremos el
curso completo a explorar qué son y cuáles son las estrategias didácticas. Sabemos que
las estrategias son herramientas y procedimientos metodológicos que los formadores
diseñamos para facilitar el aprendizaje de los alumnos. En otro epigrafe, hemos
discutido cómo los procesos de aprendizaje varían según las diferentes teorías del
aprendizaje. Por lo tanto, es esencial alinear la forma en que organizamos el aprendizaje
con la manera en que los adultos aprenden mejor. En este sentido, las estrategias
didácticas son la herramienta que utilizamos como formadores para guiar secuencias de
aprendizaje que ayuden a los alumnos a alcanzar sus metas.
El término "estrategia" proviene del griego "estrategos," que significa "general del
Ejército." Aunque este término se ha popularizado en el ámbito militar, también se ha
aplicado a otros campos para referirse al conjunto de acciones que las personas
desarrollan e implementan para alcanzar un objetivo. La Real Academia de la Lengua
define la estrategia como "el arte de dirigir las operaciones militares" y también como
"el arte de dirigir un asunto." Esto implica que la estrategia es un proceso que alguien
emprende para lograr un objetivo específico.
Dimensión Sociológica: Aquí nos referimos al entorno social en el que se lleva a cabo
el aprendizaje. Dependiendo de si el contexto es laboral, lúdico o formativo, las
interacciones, roles y tipos de comunicación variarán. El contexto influye en cómo se
desarrolla el aprendizaje y cómo se relacionan los participantes.
● Roles: Definir los roles tanto de los formadores como de los participantes,
especialmente en estrategias de aprendizaje colaborativo.
Tipos de estrategias
Una decisión importante que debe tomar toda persona formadora o miembro del equipo
de formación y diseño de una actividad formativa, ya sea presencial, híbrida o en línea,
es la elección de las estrategias didácticas que utilizaremos para ayudar a los
participantes a aprender. En otros vídeos, hemos observado que existen diferentes
modelos de diseño instruccional y, además, que hay diversas teorías del aprendizaje que
respaldan esos modelos. Cuando procedemos a implementar la formación, estas teorías
se reflejan en nuestra comprensión de cómo aprenden los adultos y en cuál es la mejor
manera de adquirir las competencias que se abordarán en un curso o actividad formativa
específica. Así, las estrategias didácticas y formativas se materializan en distintas
formas que proporcionan respuestas concretas.
Hablar de estas estrategias implica reconocer que una gran parte de lo que
aprendemos, especialmente las personas adultas trabajadoras, lo hacemos de manera
informal. Las investigaciones así lo indican, llegando incluso a establecer el porcentaje
de aprendizaje que las personas trabajadoras desarrollan a partir de su propia
experiencia, en comparación con el aprendizaje adquirido en actividades formativas
formales. El aprendizaje informal es una parte esencial de ese universo al que nos
referiremos como aprendizaje autónomo. Por lo tanto, hablar de estrategias de
aprendizaje autónomo nos lleva a pensar no solo en las estrategias que las formadoras
y formadores podemos proponer, sino también en las estrategias que cada persona
debe poseer para generar aprendizaje autónomo.
La teleformación debe propiciar estas estrategias, ya que gran parte del trabajo que se
realiza en esta modalidad por parte de las personas participantes se lleva a cabo de
manera autónoma, en momentos donde no hay conexión directa con la tutora o el
tutor. Es importante señalar que las estrategias de aprendizaje autónomo pueden
desarrollarse utilizando tecnologías o sin ellas. Las tecnologías no son imprescindibles
para aprender de manera autónoma, pero sí pueden ser herramientas útiles.
Como se trata de una metodología que pone el foco en los participantes, en sus
procesos de investigación, de diálogo y de trabajo individual y colectivo, el aprendizaje
se refuerza. Al tener que explicar y discutir conceptos con otros, los estudiantes
refuerzan su comprensión y retención del material.
Una de las cualidades que hace que esta metodología se utilice en entornos online es
que aporta flexibilidad temporal y espacial: En entornos online, el aprendizaje
colaborativo permite a los estudiantes trabajar juntos independientemente de su
ubicación geográfica.
Definir los objetivos de aprendizaje. De esta manera tanto el docente como los
estudiantes tendrán claro qué se va a esperar de ellos. Si es posible, el diseño de una
rúbrica de evaluación puede situarlos con más precisión en aquello que se va a esperar
que realicen los estudiantes. Es una buena idea proporcionársela al principio para que
conozcan los indicadores con los que serán evaluados.
Organizar los grupos de trabajo de forma homogénea y que no superen los 4
miembros. Una opción dentro de cada equipo de trabajo es asignar roles o funciones a
cada miembro. Este enlace muestra un ejemplo de qué roles pueden formarse cuando
aplicamos el trabajo cooperativo, que podrían adaptarse al trabajo colaborativo.
Planificar actividades de aprendizaje integradoras: actividades que impliquen a todos
los miembros del equipo, contemplando diversos niveles de comprensión y de
dificultad.
Plantear el diseño de productos a los estudiantes. Como resultado de dicho trabajo los
estudiantes deben realizar algún objeto o producto, que puede ser un resumen, una
exposición oral, una maqueta, una producción musical, etc.
Iniciar el trabajo planteando a cada equipo un reto a conseguir. Este reto puede ser
algo que deban lograr al finalizar la clase, la semana, la unidad didáctica, etc.
Deberemos ir sugiriendo a cada equipo materiales que sirvan para lograr su objetivo.
Retroalimentación constante. Es importante ir proporcionando a nuestros estudiantes
retroalimentación sobre lo que están haciendo correctamente y sobre lo que deberían
mejorar o modificar. EL aprendizaje colaborativo no contempla una única evaluación
final, sino más bien una evaluación continua, formativa y significativa.
Podemos pedir a los estudiantes que publiquen sus propios blogs educativos o bien
que participen del blog del curso. También podemos convertir ese blog en un diario de
aprendizaje, donde los participantes irán documentando su proceso de aprendizaje,
reflexionando sobre lo que han aprendido, los desafíos que han enfrentado y cómo han
superado obstáculos.
Para interacciones más inmediatas, los chats o las herramientas de mensajería como
Whatsapp o Telegram son ideales. Estas herramientas ofrecen espacios para
discusiones instantáneas, ideales para resolver dudas rápidas o fomentar debates
espontáneos. Igualmente las redes sociales, que son herramientas muy potentes para
promover el aprendizaje colaborativo y el acercamiento a ideas o experiencias de
expertos en la materia que estamos abordando.
Podemos utilizar estos entornos iniciando un debate en Twitter bajo una etiqueta
concreta, por ejemplo, #dudaselearning y que los estudiantes participen respondiendo
a un tuit concreto, citando ejemplos y usuarios que puedan ayudar a responder dudas.
También podemos ir más allá y solicitar a los participantes que compartan los
resultados de sus actividades en redes sociales, en forma de presentación, infografía,
vídeos o texto.
Por último, la integración de tableros interactivos y cuestionarios en la formación e-
learning, mediante herramientas como Padlet o Kahoot!, añade un elemento lúdico y
visual al aprendizaje, incentivando la participación activa y el feedback constante.
Podemos generar un tablero en Padlet para que nuestros estudiantes compartan sus
ideas, recursos, dudas o actividades. Esto genera un aprendizaje colaborativo porque,
además, podemos solicitarles que revisen las aportaciones de los compañeros e,
incluso, las evalúen.
Como vemos, estas estrategias tienen una cualidad muy relevante en e-learning, ya
que su caracter permite que podamos combinar diferentes estrategias, técnicas y
herramientas para favorecer la comunicación entre los estudiantes. La combinación de
estas estrategias y actividades comunicativas enriquece la experiencia e-learning,
garantizando un aprendizaje más dinámico, interactivo y significativo.