Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

Escuela de Estudios Superiores de Mazatepec, subsede Miacatlán.

Reporte de lectura: EDUCACIÓN BANCARIA

Elaborado por:
Galilea Montserrat Herrera Vazquez

Materia:
Psicología Comunitaria

Semestre:
7°

Profesor:
Benito Ponce Martínez

Licenciatura en psicología.

Martes 15 de noviembre del 2022

Cuando hablamos de educación tradicional, nos referimos a la relación entre el educador y
el educando, una educación tradicional, “sencilla” en donde el alumno va al salón de clase,
se sienta en su butaca y escucha por 6-8 horas a una persona (educador- maestro) hablar y
hablar sobre temas desconocidos o nuevos, el educador impone sus reglas, sin reconocer a
los educandos, haciéndolos ver como ignorantes, normalmente esta es la enseñanza que
conocemos, donde predomina la narración la mayoría del tiempo.

Además de que tenemos conceptualizado al educador como un agente indiscutible,

poseedor de la verdad absoluta, que se encarga de llenar a los alumnos de información que
esta totalmente alejada de la realidad en el contexto real, de lo que verdaderamente se vive
afuera, de esta manera esas palabras terminan convirtiéndose en algo hueco que conduce a
la memorización mecánica de lo que el educador narra en las aulas, que al final terminan
siendo palabras que no problematizan ni transforman nada, se vuelve un conocimiento
estático que no genera conciencia crítica, que no lleva al dialogo, y que nos hace creer que
cuestionar y hablar está mal.

Freire hace alusión de que los educadores deben llenar como un recipiente a los educandos,
cuanto más se llenen los recipientes mas bueno es el educador y cuanto mas se DEJEN
llenar mejores educandos serán. Con este ejemplo Freire visualizaba a los alumnos como
oprimidos y hacía mención de que, “los oprimidos son la patología de las sociedades
sanas”.

Asimismo, en la educación bancaria los alumnos son como un banco en donde se deposita
conocimiento para que memorice y acumule a partir de ello surge la educación liberadora
que propone establecer corrientes de dialogo y reflexión en donde el docente y alumno sean
educadores y educandos a la vez, capaces de crear y ser “libres”.

Con ello ambos se volverían sujetos de conocimiento de unos con los otros creando un
proceso de reflexión-acción que sea la base de una practica educativa problematizadora y
liberadora que pueda llegar a provocar un impacto y un cambio social para obtener un
bienestar colectivo.