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Carrera: Profesorado de Química.

Espacio Curricular:
Profesor: Graciano Córica
Trabajo integrador: Ensayo Final de 3er año
Ciclo Lectivo: 2021
Alumna: Silvina Esteban
Tesis: “El rol docente: desde la enseñanza tradicional a una enseñanza para la libertad”
Ensayo: “De la cautividad a la libertad”

La enseñanza tradicional ha quedado muy arraigada, por ende cuesta quebrar


con estructuras de enseñanza aprendizaje y así, salir de la cárcel tradicional opresiva,
cautiva, hacia la libertad de pensamiento o una enseñanza emancipada desde la voluntad
de cada ciudadano, hacia una igualdad liberadora de conocimiento. Y es que aquí se abre
el candado con la interesante pregunta: ¿Nos anima una voluntad de desarme?

Para dar respuesta a esto, Silvia Duschatzky en su libro “Desarmando escuelas” plantea
que Des-armar la escuela es pensar en problemas pero no desde las soluciones. Des-armando
imágenes para dibujar preguntas, des-armando seguridades para abrir experimentaciones, des-
armando anécdotas para hallar signos de pensamiento. Des-armando identidades para armar cuerpos
colectivos. Des-armando juicios para formular interrogantes. Entonces, vale aclarar que reflexionar
de esta manera supone una labor docente distinta a la tradicional. Para que ello suceda el maestro
deberá pensar la escuela como un lugar donde se pueden cuestionar las cosas. Por lo tanto,
¿resistimos al cambio o nos permitimos re-pensar, des-armar la educación de una manera distinta?
Debemos tener presente que la escuela cambia, que los alumnos de hoy no son los mismos de
hace años atrás, que los docentes tampoco son los mismos, básicamente porque la vida no es la
misma. El mundo ha cambiado y lo seguirá haciendo. Sin más lejos, este cambio abrupto lo
experimentamos, en estos años de Pandemia, donde los docentes y alumnos tuvieron que adaptarse
a las nuevas exigencias del contexto. Algunos, resistiendo en aprender la tecnología para dictar sus
clases de modo virtual, otros aprovecharon la oportunidad como aprendizaje y se permitieron
innovar en sus clases y en una nueva manera de aprender, extendiendo ese entusiasmo aún hasta la
actualidad.
En el cuento de Adela Basch, titulado “El Saber de las galaxias”, podemos realizar una analogía
entre la escuela y la “Enciclopedia Incompleta”, ya que la autora describe a ésta última como un
“saber total”, pero según los múltiples autores es incompleta porque necesariamente el compendio del
saber se va ampliando en sus páginas en blanco. Nos transportará, así, a diferentes teorías del
conocimiento y el aprendizaje enciclopedista, memorístico que la pedagogía estudió por muchos
años y la oportunidad que esas hojas en blanco dan a un aprendizaje constructivo y activo para las
futuras generaciones. Fijar los ojos en silencio de esas páginas en blanco, abre un universo galáctico
que se relaciona directamente con la escuela de hoy, ya que, en ella se pueden escribir infinidades
de posturas filosóficas sobre la enseñanza y el aprendizaje que nos permitan reflexionar nuestras
prácticas docentes presentes y futuras.
En el libro “Frankenstein educador”, del pedagogo francés Phillipe Meireiu, el autor plantea
pensar hacer educación como “fabricación”, donde se crea un educando a modelo de su profesor.
Para ello, el autor nos brinda un modelo educativo para conseguirlo. Cambios que deben surgir en la
pedagogía moderna para liberarse de la escuela tradicional, y, por ende, del modelo de fabricación.
Es un error confundir educación con fabricación. No se puede introducir al alumno, crearlo y
presentarlo al mundo sin acompañarlo al mundo.
El hombre no puede participar de la comunidad si no se le enseña. Cuando nacemos no
somos libres de decidir o de opinar sobre aquello que nos atañe, debemos amoldarnos a lo que nos
es impuesto, pero frente a esa realidad también sabemos que a medida que crecemos esa
dependencia se va terminando y el hombre comienza a hacerse cargo de sus propios pensamientos y
de sus propias acciones, se hace cargo de esa libertad y de aprender los modos de actuar de acuerdo
a lo que se espera de él.

Ahora bien, ¿el hombre podrá saber aquello que no le es enseñado? El relato de Frankenstein
deja en evidencia las consecuencias que tiene en el hombre la falta de instrucción, la falta de
educación, tan terrible es el riesgo que corre el individuo al ser abandonado. Philippe Meirieu
sostiene lo siguiente:

“Nadie puede darse la vida a sí mismo, y nadie puede, tampoco, darse su propia
identidad. No elegimos cómo nos llamamos: eso, por una parte, lo heredamos, y por otra
parte nos es impuesto por los padres. Nuestra opinión no cuenta”.

Por otro lado, en el libro “El maestro ignorante” de Jacques Ranciere, se toma como ejemplo la
experiencia de un profesor: Joseph Jacotot, donde afirma que todos somos capaces de aprender. Así
profundizará en dos conceptos: el rol que cumple el maestro y de qué manera influye el mismo a la
hora de aprender, invitándonos a cuestionar el rol docente, dejando que el alumno reciba
conocimientos por sus propios medios porque este va a ser uno de los pilares fundamentales de una
nueva perspectiva que todos deben proponerse al hablar de la escuela “hoy”, con una atenta mirada
en la filosofía de la educación que nos brindará herramientas para enfrentar estos nuevos retos.

No es suficiente disponer de los saberes básicos, se necesita desarrollar en el hombre la


capacidad crítica, la capacidad de reflexión frente a aquello que lo rodea. Si así no lo fuera,
continuaría dependiendo de otros para llevar su vida adelante, llamando a esos otros: familia,
amigos, gobierno, medios, etc.
En “Frankenstein educador” el autor afirma “no se ha dado el caso de que un ser humano
haya alcanzado el estatus de adulto sin que hayan intervenido en sus vidas otros seres humanos,
otros adultos” Esto tiene que ver con que llegamos al mundo provistos de potencialidades mentales
muy poco estables, y así es como el hombre se caracterizará por su capacidad de aprendizaje.
Entonces, llegará al mundo un hombre totalmente despojado y por ende, necesitará ser educado.

También podríamos mencionar en referencia a esto a Paulo Freire en sus “Cartas a quién
pretende enseñar”, la primera titulada “Enseñar-aprender. Lectura del mundo, lectura de la palabra”.
Nos enseña que el maestro no es el que todo lo sabe, sino es un ser donde va aprendiendo con el día
a día con los alumnos y se debe hacerse de forma abierta. Ya que el leer no es solo eso sino
interpretar lo que se está leyendo. Enseñar no puede ser tan sólo un proceso de transferencia de
conocimiento, enseñar es realizar una enseñanza crítica de comprender la lectura del mundo, del
texto y del contexto. El que instruye debe proponer diversas tareas para que los alumnos analicen,
investiguen, predigan, identifiquen y reconozcan relaciones, evalúen y examinen lo que los rodea,
que puedan comprender el porqué de las cosas y logren sacar sus propias conclusiones.

Silvia Duschatzky y Elina Aguirre sugieren que la escuela necesita de un pensamiento


filosófico. La escuela es un lugar donde rápidamente nos encontramos con situaciones que nos
incomodan, circunstancias que hacen a la vida escolar muy compleja y cuestionable, y permiten
pensar nuevas maneras de accionar que realmente funcionen. Es en esas situaciones de
incomodidad donde el docente puede intervenir con momentos de reflexión, momentos en los que
los alumnos piensen acerca de sus responsabilidades y sus derechos y evalúen las diferentes
propuestas de soluciones que se presentan escuchando a los otros.

Esta actitud de escuchar y de opinar es hacer democracia dentro de la escuela, es enseñar


realmente para la libertad. Libertad incluso para ir en contra de lo que se nos impone. Pero, ¿quién
puede educar para la libertad?, ¿existirá un maestro que sea indispensable para que los alumnos
aprendan?, ¿podrá hacerlo con todos los estudiantes o solo con los “mejores”?, ¿existirá algún
procedimiento o modo de poder lograrlo o quizás tenga que ver con otras cuestiones?

A todas estas preguntas hace referencia Jacques Rancière, en su libro titulado “El maestro
ignorante”. El autor indica la importancia de emancipar al alumno, es decir liberarlo de un poder o
cualquier otro tipo de subordinación o dependencia. Rancière sostiene que es necesario que para que
un docente logre ésta libertad en el alumno tendrá que él mismo estar emancipado previamente,
reconociendo el verdadero poder del espíritu humano y teniendo como principio la igualdad. No se
trata de procedimientos o modos correctos o incorrectos, es cuestión de principios lograr la libertad
de los alumnos. Todos, con la guía discreta y adecuada del maestro, podemos ser emancipados, todos
tenemos la capacidad de ejercer nuestra libertad y nuestra autonomía a través de la educación.

La cuarta carta de Paulo Freire, titulada:” De las cualidades indispensables para el mejor desempeño
de las maestras y los maestros progresistas”. Habla sobre las cualidades que deben tener las personas
que deseen ejercer la profesión docente. Freire considera las características más importante la primera
es la humildad, ya que el maestro tiene que ser humilde de corazón y entender que no siempre tiene la
razón esto le permite lograr un aprendizaje significativo en cada una de las acciones que realice. La
otra cualidad es el amor, así mismo el amor va de la mano con la humildad ya que de ella depende que
la enseñanza que se imparte que sea de agrado tanto para el docente como para el alumno, ya que
debemos ser tolerante a la hora de ejerces la labor del docente esto implica que debemos aceptar a las
personas tal cual como son sin distinción de raza o cultura, sin esta virtud no se lograría un verdadera
enseñanza.

Está bien que se permita hacer una reflexión, porque esto quiere decir que se toma la
responsabilidad de educar y el docente lo está haciendo con entrega y dedicación, permitiendo el
cuestionamiento crítico y constructivo de una educación para la libertad. La finalidad de la educación
es enseñar a ser libre, a pensar y decidir por uno mismo, la educación verdadera es praxis, reflexión y
acción del hombre sobre el mundo para transformarlo y transformarse.

Bibliografía:

 MEIRIEU, P. (2007). Frankenstein Educador (3a. reimpr. --.). Barcelona: Laertes.

 RANCIÈRE, J. (2002). El Maestro Ignorante. 2° edición. Barcelona: Laertes.

 DUSCHATZKY, S y AGUIRRE, E. (2013) Des-Armando escuelas, Buenos Aires, Paidós.

 FREIRE, P. (2008) Cartas a quien pretende enseñar. Ciudad Autónoma de


Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI Editores Argentina.

 Bash, A. Saber de las galaxias y otros cuentos. Kapelusz

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