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INSTITUTO UNIVERSITARIO “LUIS FELIPE DOMINGUEZ SALAZAR”

CARRERA

LICENCIATURA EN PEDAGOGIA

PRIMER SEMESTRE

ASIGNATURA: INTRODUCCION A LA PEDAGOGIA

DOCENTE: DR: RONAY DE JESUS MENDOZA LOPEZ.

ACTIVIDAD: REFLEXION DEL LIBRO,” PEDAGOGIA DEL OPRIMIDO”


CAPITULO 1 Y 2
AUTOR: PAULO FREIRE

ALUMNA: CARMITA GARCIA GONZALEZ.

BALANCAN TABASCO AGOSTO DEL 2022


“Si los hombres son los productores de esta realidad y si esta, en la “inversión de la
praxis”, se vuelve sobre ellos y los condiciona, transformar la realidad opresora es
tarea histórica, es la tarea de los hombres” pág. 39

En la idea propia del diálogo que intenta mantener Freire con el lector, nos envuelve
en una reflexión personal constante sobre nuestras contradicciones, sobre nuestra
realidad. Una realidad opresora de la que formamos parte, que nos absorbe y
doméstica. Sin embargo, invita a que este proceso dialógico no caiga en un mero
acto reflexivo ajeno a la acción.

Pedagogía del Oprimido es un proceso en fases, revolucionario, donde el análisis


del mundo de la opresión de pie a la transformación de la dualidad opresor –
oprimido para poder alcanzar la pedagogía de la humanidad.

Describe así, una sociedad envuelta en la lógica de objetivizar a los sujetos


oprimidos, en minusvalorar su potencial frente al dominante que se ve reforzado en
su apatía. Un mecanismo sádico de falta de fe en los otros, de superioridad innata
sobre el resto. Por ello, Freire llama a romper burbujas de superioridad cultural, de
clasismo, de elitismo para alcanzar el proceso de liberación de la humanidad.

“Decirse comprometido con la liberación y no ser capaz de comulgar con el pueblo,


a quien continúa considerando absolutamente ignorante, es un doloroso equívoco”
Pedagogía del Oprimido pág. 49

En esa práctica, asumimos la contradicción del oprimido de querer ser opresor.


Como ejemplo de hoy en día, las nuevas clases medias que crecieron en una falsa
opulencia que les ha hecho olvidar sus orígenes, aquellos que nada tuvieron. Ahora,
los nuevos oprimidos, luchan por ser el opresor. Un oprimido manipulado, dirigido
por la propaganda, debe asumir que la pedagogía liberadora es el instrumento
revolucionario que puede terminar con la dualidad.

En este contexto, Freire postula el famoso concepto de educación bancaria


analizando como la educación responde a la dicotomía educador-educando, dónde
el primero es el que narra “la realidad” y el segundo recibe la experiencia
acogiéndola de manera memorística, sin cuestionarla, convirtiéndose en un
recipiente vacío capaz de ser llenado.

“Tal es la concepción “bancaria” de la educación que el único margen de acción que


se ofrece a los educandos es el de recibir los depósitos, guardarlos y archivarlos.”
Pedagogía del Oprimido pág. 62

Este concepto trasciende la mera descripción. Adquiere la relevancia suficiente al


entenderse como el reflejo del mecanismo de opresión. De convertir a los oprimidos
en pasivos receptores de un mundo imposible de transformar.

“Cuanto más se les imponga pasividad, tanto más ingenuamente tenderán a


adaptarse al mundo en lugar de transformar.” pág. 64

Paulo Freire Pedagogía del oprimido

El poder de la esperanza se mantiene bajo el poder del educador humanista, aquel


que cree realmente en la capacidad transformadora del ser humano. Así, bajo el
diálogo entre iguales, se termina con la contradicción. El educador debe
comunicarse con el educando abriendo una relación dialéctica de empatía. Relación
que de pie a superar la educación bancaria y de paso a la educación
problematizadora. De esta forma, el acto dialógico se materializa como un acto
cognoscente de la realidad en la que el sujeto vive y se desarrolla.

“La educación problematizadora se hace, así, un esfuerzo permanente a través del


cual los hombres van percibiendo, críticamente, cómo están siendo en el mundo el
que que y con el que están”. Pedagogía del Oprimido pág. 75

Invito así al futuro lector que descubra, que reflexione, que encuentre su parte
opresora. Leer por completo a Freire nos lleva a no caer en el fatalismo de la
asistencialidad, a creer en el poder creativo del ser humano, a apostar por el
carácter histórico de los sujetos, a ser conscientes del mundo, de este mundo, para
ser capaces de transformarlo.
Este texto trata acerca de las diferencias entre la educación “bancaria” y la
educación “problematizadora”.

Para Freire, en la educación “bancaria”, el educador se limita a narrar conocimientos


que los educandos van a memorizar y cuanto mayor sea esta cantidad de
contenidos mejor educados estarán. El educador tiene un papel activo, ya que es el
que sabe y proporciona conocimientos al educando, el cual tiene un papel pasivo,
ya que es ignorante. Por ello, los educandos aceptan estos conocimientos y se
adaptan a la realidad, la cual se les muestra como algo estático, es decir, que no se
puede transformar. En esta educación los “oprimidos” (educandos) están fuera de
la sociedad y los “opresores” (educadores) los integran. El objetivo fundamental de
esta educación es dificultar el pensamiento auténtico. Además, no defiende el
diálogo entre educador y educando.

Por otro lado, en la educación “problematizadora” no se muestra una división de


papeles en educador y educando, sino que tanto educador como educando
desempeñan ambos papeles. Este tipo de educación implica la acción y la reflexión
de los hombres sobre el mundo en el que viven con el fin de transformarlos y no de
adaptarse a él. Además, esta educación se basa en un acto constante de
descubrimiento de la realidad, la cual está transformándose, es decir, es dinámica.
Esta educación se caracteriza por defender el diálogo y por su historicidad, ya que
el mirar la historia es una manera de conocer lo que está pasando actualmente a la
vez que se aprende a construir un futuro mejor.

En mi opinión, la educación “bancaria” es aquella que no quiere que los educandos


piensen por sí mismos y sean capaces de cuestionar y realizar un análisis crítico de
los conocimientos que se les transmiten. Sin embargo, la educación
“problematizadora” es aquella que busca que los educandos construyan su propio
conocimiento y sean capaces de transformar la sociedad en la que viven.

La educación “bancaria” podría relacionarse con la educación tradicional que la


mayoría de los profesores imparten hoy en día y la cual los futuros docentes están
dispuestos a cambiar, lo que se relacionaría con una educación “problematizadora”.
En este último tipo de educación, el profesor actuaría de guía en la formación del
alumno a través del diálogo y el alumno crearía sus propios conocimientos sin tener
que memorizarlos, sino llevándolos a la práctica y relacionándolos con su entorno.
Este es el tipo de educación que se quiere llevar a cabo actualmente, ya que es una
educación que motiva más a los alumnos a querer formarse y ser capaces de dar
su opinión y tomar sus propias decisiones sobre un tema presente en la sociedad
sin ser engañados por otras personas.

Este es un gran cambio que puede parecer muy complicado de llevar a la práctica,
pero con pequeños pasos es posible poder llegar a educar a los alumnos de la forma
que he mencionado anteriormente.

Debemos dar a los alumnos la oportunidad de reflexionar sobre temas que no solo
interesen a profesor, sino que les interese a los alumnos, ya que están relacionados
con su contexto y su vida diaria. Así, tanto el educador como el educando aprenden
el uno del otro y se aportan conocimientos mutuamente.

Finalmente, pienso que no se deberían educar personas sin pensamientos e ideas


propias porque es muy importante saber reflexionar y actuar ante los problemas que
nos podemos encontrar durante toda nuestra vida.

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