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Es importante inculcar hábitos saludables desde la niñez que debe incluir no solo una alimentación
balanceada, sino también, la práctica de al menos 30 minutos de actividad física diaria y la
exclusión de vicios, a fin de prevenir enfermedades crónicas.
Además de evitar el sedentarismo a través de cualquier actividad física que permita estar en
movimiento, ejercicios físicos, caminatas periódicas, u otra actividad de preferencia, junto con una
alimentación saludable y equilibrada, se debe fomentar el consumo diario de frutas y verduras
(cinco porciones en total de distintos colores), que aporta vitaminas y minerales necesarios para
mantener el cuerpo sano.
Cualquier persona sabe que consumir comida basura no es un hábito saludable y que este consumo
comporta principalmente un aumento de peso, pero esto es únicamente la punta del iceberg, es
decir, alimentarse habitualmente a base de comida basura o productos ultra procesados de mala
calidad, ya registra más muertes a nivel mundial que las que ocasiona el tabaco.
Los riesgos de consumir comida de baja calidad y no seguir unos hábitos saludables (se entienden
como saludables realizar al menos 4 comidas al día, evitar productos ultra procesados y priorizar el
agua ante refrescos azucarados o bebidas que contienen alcohol, además de realizar ejercicio al
menos uno o dos días a la semana). A continuación, detallamos un resumen como consecuencia de
estas malas prácticas alimentarias de las cuales se puede decir lo siguiente:
- Una larga lista de enfermedades asociadas. La alimentación influye en la salud hasta el punto
de determinar que una persona padezca enfermedades crónicas tales como el cáncer, enfermedades
cardiovasculares (cardiopatía isquémica o ictus hemorrágico entre las más frecuentes), diabetes,
osteoporosis, enfermedades dentales y obesidad.
- Deterioro de la memoria. Se sufre una inflamación del hipocampo, una de las primeras regiones
afectadas por el Alzheimer.
- Insomnio. Existen ciertos hábitos que pueden ocasionar insomnio o dificultad para conciliar el
sueño, como por ejemplo tomar productos procesados o bebidas ricas en azúcares añadidos.
La buena alimentación es uno de los hábitos más importantes para gozar de salud -tanto a nivel
físico como mental- y tener una buena calidad de vida. Por esto mismo se hace tanto hincapié en la
importancia de adoptarla y mantenerla en el tiempo junto a otros hábitos de vida saludables, como la
práctica regular de ejercicio, una buena rutina de descanso, etc.
Una alimentación saludable te ayudará a prevenir enfermedades y la energía que necesitas para
afrontar tú día a día. Recuerda las porciones de los alimentos en la mano, la combinación de los
colores de los alimentos, el consumo de alimentos básicamente naturales sin químico, el tipo de
cocción, la distribución de las comidas a lo largo del día y sobre todo de qué están compuestos cada
uno de los alimentos.
Recuerda que comer despacio te trae beneficios a tu cuerpo como evitar la indigestión, evita que tu
cuerpo se llene de gases, regula nuestro peso, con lo que consumimos menos calorías, depuramos las
grasas y toxinas de nuestro cuerpo, regula tu nivel de glucosa en sangre, cuida tu salud dental,
acelera tu metabolismo.
Además, bebe mucha agua. La fibra funciona mejor cuando absorbe agua, con lo que vas a evitar
problemas de estreñimiento, problemas del colon y todos los problemas que te lleva a una
enfermedad más grave.