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FACULTAD TEOLÓGICA U.E.B.E.

Informe de lectura
Alumno: Eliezer Bueno Martín Fecha: 28/02/2017
Asignatura: Ética I Tema: Ídolo

Introducción.
En este trabajo versará sobre un ídolo en concreto: el propio ser humano. Pero primeramente
hay que saber qué es un ídolo. La gran mayoría de personas piensan que los ídolos sólo son
imágenes o incluso personas famosas, pero los ídolos van más allá. Un ídolo es todo aquello que
ocupa el lugar que le corresponde a Dios puede ser algo concreto como el dinero (véase la historia
del joven rico: Marcos 10:17-30) o algo abstracto como el amor. En cualquier caso, el ídolo siempre
ejerce una presión y demanda de sumisión por parte del adorador, incluso cuando este no es
consciente de que sirve a ídolo.
El ser humano en nuestra sociedad se ha convertido en un auténtico ídolo, una de la
característica de la idolatría es que lo adorado normalmente está exento de fallos y esto se aplica
muchas veces a las personas: el concepto de pecado no existe hoy, nadie peca. Como vemos se va
idealizando al ser humano.
El ser humano “dueño de la naturaleza”.
No sólo se le atribuyen características de Dios al hombre, sino que el ser humano se cree
dueño de la creación y de la naturaleza, cuando en realidad somos administradores de la misma.
Es fácil ver como las personas hemos explotado los recursos naturales hasta su límite, como
extinguimos especies, acabamos con ecosistemas, contaminamos el planeta con aparente
impunidad, pensamos que cuando Dios nos dio dominio sobre la naturaleza (Génesis 1:28-30) se
nos dio un cheque en blanco para que hagamos lo que nos plazca, sin embargo no somos dueños del
mundo, sino administradores del mismo. Nos creemos con derecho a manejar la naturaleza como
bien nos place, incluso llegando a manipular la propia genética del propio hombre, no es extraño oír
noticias acerca de la manipulación del ADN humano o los llamados “bebés por encargo”, es decir
manipulando el genoma crear personas a la medida deseada. Estas cosas son sólo una prueba más
de cómo el ser humano se va convirtiendo poco a poco en un ídolo, que todo lo que hace es bueno,
todo su desarrollo, toda su ciencia es buena y maravillosa, sin el problema de la moralidad.
El ser humano “creador de valores”.
El ser humano crea sus propios valores, no se atañe a la palabra de Dios para saber qué es
bueno y qué no. Las personas ahora deciden que es bueno y aceptable, la opinión pública y el
razonamiento popular es la vara de medir de la moralidad y la ética. No existen valores absolutos, lo
que para uno vale, para otro puede que no, pero ninguno está equivocado ya que todo vale. Este
pensamiento surge especialmente en la modernidad con filósofos como Marx o Nietzsche, este
último hablaría el concepto de “superhombre” que es el que según él, crea sus propios valores y su
propia moral. Aunque esto se viera tan lejano en los tiempos de Nietzsche ahora está a la orden del
día, cada uno crea sus propios valores y ninguno es incorrecto, todos valen lo mismo, esto ocurre
cuando no se tiene una referencia clara y absoluta como lo es la Biblia, en ella no solamente
encontramos la revelación perfecta del Dios vivo, sino que también se nos revela qué es lo bueno y
lo perfecto.
El ser humano “se ha hecho Dios”.
Este concepto fue acuñado por el filósofo alemán Feuerbach, que dijo que “Dios no se hizo
hombre, es el hombre el que se ha hecho dios” este se refería a que el ser humano había alienado
sus mejores características para dárselas a Dios, cosa que sabemos no es cierta porque el hombre
jamás puede llegar a alcanzar una ínfima parte de lo que Dios es. En cualquier caso, esta frase se ha
hecho una realidad cada vez más patente en la sociedad, a Dios se le deja de lado y es ser humano el
que se prioriza, se considera que “el ser humano es la medida de todas las cosas” (Protágoras).
Podemos ver así que el hombre se ha convertido en un ídolo ya que tiene la característica más
distintiva de estos: ocupa un lugar que le corresponde a Dios.
Ídolos modernos.
Se ha expuesto una definición general y las distintas razones por las que el hombre se ha
convertido en un ídolo. Pero ahora abordaremos casos concretos de idolatría.
Los ídolos de masas llámese cantantes, actores, famosos de la prensa del corazón, youtubers,
deportistas etc. Son un reflejo de lo que se ha convertido el hombre, estos mueven miles o millones
de personas que les ofrece su adoración, su dinero y su total devoción. Estos adoradores los siguen
fervientemente, los idealizan a tal punto que no encuentran un fallo en ellos, son perfectos y que
nadie se atreva a decir lo contrario, porque saldrán a su defensa con una pasión enfermiza.
Estas características de ídolo de masa también es extrapolable al ámbito religioso, en la
iglesia católica tienen al papa, la “representación de Dios en la tierra”, que tampoco peca o falla
nunca, lo que él dice tiene mayor autoridad que la propia Biblia y es él quien da la salvación, con
esto podemos decir que usurpa el lugar que le corresponde a Cristo y por tanto que es un ídolo. Pero
no sólo en la iglesia católica pasa esto, haciendo una autocrítica, en nuestras iglesias protestantes
también ocurre algo parecido con la figura de pastor, el hombre santo, que no peca jamás ni tiene
fallos o tropiezos, se le idealiza y muchas veces mueven masas tras ellos proclamando sus propias
doctrinas, algunas de ellas contrarias a la palabra de Dios. Cuando se descubre algún pecado en un
pastor se produce un escándalo y muchas personas, al ver que su ídolo falla, sale de la iglesia y
abandona su fe debido a que han puesto su esperanza en un hombre y no en Dios el que nunca falla
y el verdaderamente Santo y perfecto.

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