Está en la página 1de 3

FACULTAD TEOLÓGICA U.E.B.E.

Informe de lectura
Alumno: Eliezer Bueno Martín Fecha:14/03/2017
Asignatura: Ética I Tema: El cuarto mandamiento.

Dificultades.
Encontramos cuatro dificultades a la hora de plantear la cuestión del sábado:
1º No se menciona la observancia del sábado entre el Edén y el Sinaí. ¿Los patriarcas observaban el
sábado?
2º El Señor lo ordena en el monte Sinaí y no antes. Utilizando como fundamento el pasaje de
Génesis 2:2-3.
3º No se menciona de forma explícita que se debe guardar el sábado en el Nuevo Testamento.
4º En la iglesia primitiva no había un día concreto para reunirse y adorar a Dios, a pesar de que el
emperador Constantino declarara el domingo como día de descanso. No fue hasta la Edad Media
que se estableció el Domingo como día del Señor basándose en el cuarto mandamiento.
Celebración del día de reposo.
Algunos creen que el sábado era una tradición opresiva, nada más lejos de la realidad (al menos en
su forma original), la intención de este día era la de descansar. Otra de las intenciones básicas del
sábado, además de adorar al Señor y la de descansar, era la de recordar que Dios había sacado a
Israel del yugo de Egipto. En la narración de Deuteronomio sobre este mandamiento se nos dice
también que no sólo los judíos debían descansar, sino también sus esclavos y los extranjeros. El
sábado era una conmemoración de la liberación.
Como podemos ver a lo largo de la narración de los evangelios los maestros de la ley habían
convertido el sábado en una carga mediante sus preceptos y leyes, habían interpretado de forma
errónea la intención original del sábado. Son varios los enfrentamientos que tienen con Jesús por la
cuestión del sábado ya que el Señor no cesaba de hacer milagros. Jesús tenía claro que el sábado era
una bendición de Dios y que no debía convertirse en una carga legal.
Ocupar el día de reposo.
El día de reposo no fue establecido únicamente para el descanso, sino que también para glorificar al
Señor. Juntos al descanso se celebraban asambleas Santas y se alababa al Señor. También para oír su
palabra y leer las escrituras, esto es patente en el Nuevo Testamento ya que vemos que Jesús se
reunía en la sinagoga en sábado y enseñaba allí cuando se lo permitían. Santificar el sábado no era
solo no trabajar, sino rendir culto al Señor.
Distorsionar el día de reposo.
Una de las distorsiones del día de reposo se da cuando hay conflictos de intereses. Estos conflictos
se dieron especialmente cuando los mercaderes querían vender en sábado, el día de reposo era un
obstáculo en sus pretensiones de hacer negocio. Esto se acentúa aún más cuando era año sabático,
un año en el que no se cultivaba la tierra para que esta descansara también, o el año de Jubileo (cada
50 años) dónde se liberaban a los esclavos.
Una distorsión más.
Los fariseos por su parte quisieron dejar claro qué era considerado trabajo y qué no, y con esta
intención crearon una serie de normas extras que limitaban en gran medida lo que se podía hacer en
sábado. El quebranto de estas normas que no estaban contempladas en la ley de Dios era
considerado como quebrantar la propia ley. La intención primera de estar normas que no era otra
que la de conservar la tradición judía y la espiritualidad durante el exilio se transformó en una
carga. Incluso criticaron a Jesús por sanar a las personas en sábado o a sus discípulos por desgranar
unas espigas para comer.
Estas regulaciones y la distorsión anteriormente planteada nos muestran que la esencia positiva del
sábado se había perdido, en el Antiguo Testamento vemos como el pueblo sí que realizaba acciones
en sábado como la caída de los muros de Jericó entre otras. El sábado no fue pensado por Dios
como una carga, sino como un descanso.
Valoración preliminar.
El sábado como el domingo que celebramos actualmente los cristianos tienen ciertas similitudes. En
ambos se celebran la liberación, en el sábado la liberación del pueblo de Israel de Egipto, el
domingo la resurrección del Señor Jesucristo y por tanto la liberación del pecado. En el Antiguo
Testamento el sábado estaba ligado con el culto a Dios, los domingos también nos reunimos para
ofrecer culto al Señor.
¿Un día o cada día?
Según Calvino el sábado se estableció por tres razones: Para describir el descanso espiritual, para
preservar el orden eclesiástico y para brindar alivio a los obreros. Para Calvino el sábado era una
enseñanza que instruyó a Israel y mostrarle que Dios es su santificador, era un acto primordialmente
externo, que desaparece con la venida de Cristo. El hecho de que no se celebre todos los días no
significa que nuestra relación con Dios se limite a ese día de la semana únicamente, sino que se
reserva ese día en especial para dedicarle culto en comunión con los demás. No hay días festivos sin
días ordinarios.
¿Ceremonial o moral?
Agustín de Hipona afirmó que los otros nueve mandamientos debían aplicarse de forma literal, pero
que el cuarto debía hacerse de manera figurada, que el descanso del sábado era en realidad el
descanso espiritual que encontramos en Cristo. La iglesia, una vez reconocido el domingo como día
de descanso en base al cuarto mandamiento, hizo otra distinción entre ceremonial y moral. En
cuanto a lo moral se refiera a que el cuarto mandamiento sigue vigente y es obligatorio, lo
ceremonial se refiere a lo que pertenece al aspecto veterotestamentario del cuarto mandamiento y
que ya no es obligatorio hoy.
Tomás de Aquino distinguió cuatro significados del cuarto mandamiento:
1º El significado literal, que se distinguía entre moral y ceremonial: el moral consiste en el hecho de
que el cuarto mandamiento prescribe un día de descanso de nuestras actividades físicas y mentales.
Lo que se nos enseña en el cuarto mandamiento nos lo enseña ya la “razón natural”. Ceremonial se
refiere al hecho de que el descanso prescrito deba ser en sábado.
2º El significado alegórico, que también reviste un carácter ceremonial: el descanso en sábado
apuntaba al descanso de Cristo en el sepulcro.
3º El significado moral: debemos dejar de pecar y descansar en Dios con nuestro espíritu. En esto
está involucrado no el descanso externo, sino descansar de nuestros pecados y nuestro descanso
espiritual en Dios.
4º El significado analógico, que una vez más reviste un carácter ceremonial: el descanso en sábado
prefigura algo futuro, a saber, disfrutar y gozar de Dios en nuestra patria, el cielo.
El libro propone cambiar los conceptos ceremonial y moral, poco esclarecedores, por los términos:
provisional y permanente.
Hebreos 4.
En Hebreos 4 encontramos un pasaje que a menudo se ha utilizado para argumentar que es tan
válido el sábado como el domingo como día de reposo, ya que la palabra utilizada aquí no se refiere
tanto a un día de reposo, sino a un lugar.
Las dificultades.
El sábado parece que no fue prescrito a Israel antes de Éxodo 16. Esto parece apuntar a que el
sábado no fuera prescrito a toda la humanidad sino al pueblo de Israel, se nos describe que era una
señal del pacto entre Dios e Israel. Sin embargo, bíblicamente vemos que la esencia del cuarto
mandamiento es permanente, pero que su expresión o forma se establece a partir del Sinaí.
La segunda dificultad habla de con respecto a la institución del sábado en Génesis. Dios separó el
séptimo día del resto y lo santificó para sí mismo, lo colocó aparte. Más tarde lo que hizo fue
instruir a los hombres para que hicieran lo mismo, que separan ese día.
Textos de las cartas de Pablo.
Ahora abarcaremos la tercera dificultad: en el Nuevo Testamento no se mantiene de forma expresa
el cuarto mandamiento.
Jesús se opuso a la observancia farisaica del sábado, pero no en cuanto a lo que manda el cuarto
mandamiento, dejó claro que era un mandamiento que debíamos disfrutar. Los judíos lo habían
convertido en un día puramente religioso.

En las cartas del Pablo encontramos tres pasajes que nos habla de esto:
1- Romanos 14:5. Este pasaje tenía relación con el comer o el no comer, que estaba muy
vinculados a días especiales.
2- Gálatas 4:10. Pablo es más duro que en Romanos ya que se estaba introduciendo la doctrina
judaizante en los gálatas. Si consideramos el domingo el día de Cristo y de su justificación
por la fe, entonces el domingo cae dentro de los parámetros del cuarto mandamiento.
Del sábado al domingo.
La iglesia primitiva no observó el domingo como día de reposo. También es cierto que era una
iglesia perseguida y no le era posible guardar este mandamiento. Esto se hizo posible cuando el
emperador Constantino declaró el domingo como día de descanso, y a partir de entonces dedicado
para el culto al Señor por los cristianos. El paso del sábado al domingo también ayudó a romper con
el judaísmo.
Lo provisional y lo permanente.
El cuarto mandamiento dice que se guarde un día de reposo, recordando el reposo de Dios tras la
creación. Esto también se aplica al domingo, en el que conmemoramos la resurrección de Cristo.
Entre los elementos provisionales que no son vigentes tras la venida de Cristo se mencionan dos:
1. Observar el día de reposo en sábado.
2. Observar todo el ciclo sabático, de años sabáticos y de jubileo.
3. La sanción de castigo capital vinculada a la transgresión del sábado.
4. Las cosas concretas referentes a lo que no estaba permitido en sábado.
Celebrar, ocupar y trabajar en el domingo.
Deberíamos disfrutar el domingo y dejar de lado nuestra preocupaciones cotidianas y ordinarias,
esto también incluye el trabajo, para disfrutarlo con el Señor. Este disfrute también se debe de hacer
con otras personas, de ahí que nos reunamos en las iglesias.
También es necesario que el domingo fuera ocupado no solo a actividades lúdicas, sino también a la
dedicación al Señor, a reposar en él después de toda la semana.
En cuanto al trabajo sabemos que muchas veces no hay opción desde las empresas seculares, lo
ideal es que no se trabaje ese día. Aunque el ideal a que debemos apuntar es siempre el de mantener
ese día como descanso y dedicado al Señor.

También podría gustarte