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Dahiana García Manzueta

2021-3100053

Asignación # 1

1. Evaluación y medición

La evaluación educativa es un proceso continuo y personalizado


dentro del sistema de enseñanza-aprendizaje cuyo objetivo es
conocer la evolución de cada estudiante para, si es necesario,
adoptar medidas de refuerzo o de compensación para garantizar que
se alcanzan los objetivos educativos definidos para su nivel. Es, por
tanto, una herramienta de gran utilidad para tomar decisiones
pedagógicas para mejorar el desempeño de un estudiante.

La medición se define como la asignación de un valor numérico al


desempeño del estudiante con base en una serie de criterios. Por
ello, es un término asociado a la evaluación sumativa, la valo- ración
cuantitativa, la emisión de una calificación y el proceso de
acreditación.

Según Avolio (1987), la medición "es un paso previo para emitir un


juicio sobre el aprendizaje de un alumno." Por lo tanto, la
evaluación es más amplia que la medición, ya que implica, además,
el juicio de valor.

La medición se define como la asignación de un valor numérico al


desempeño del estudiante con base en una serie de criterios. Por
ello, es un término asociado a la evaluación sumativa, la valoración
cuantitativa, la emisión de una calificación y el proceso de
acreditación.
La medición no es evaluación, es sólo una parte de ella asociada al
proceso de recopilación de información. La información recopilada, si
es cuantitativa, puede ser objeto de medición lo que permitirá mayor
precisión en la presentación de datos y la construcción de
indicadores y parámetros comparativos.

La medición y la evaluación educacional constituyen procesos claves


vinculados al proceso de enseñanza-aprendizaje y representan
herramientas fundamentales para la toma de decisiones al interior de
una institución educativa.
A través de estos procesos es posible conocer el grado de logro de
los objetivos de aprendizaje establecidos y la eficacia de las acciones
realizadas (Rodríguez, 2013).
Los procesos de evaluar y medir no son sinónimos. Existen
relaciones y diferencias notables entre ellos, aunque muchas veces
los utilizamos indistintamente.

La medición no es evaluación, es sólo una parte de ella asociada al


proceso de recopilación de información. La información recopilada, si
es cuantitativa, puede ser objeto de medición lo que permitirá mayor
precisión en la presentación de datos y la construcción de
indicadores y parámetros comparativos.

La evaluación resulta un proceso influido por los restantes elementos


del proceso educativo global y, además, es esencialmente distinta a
la medición.

Considerando lo anteriormente planteado se puede diferenciar entre


el significado en el ámbito educativo de los términos evaluar y medir,
refiriéndose el primero al proceso para determinar la calidad
educativa, poder observar y reflexionar de
manera objetiva sobre la actuación de los estudiantes en el proceso
educativo, permitiendo así determinar si se continua o se replantea
las directrices de la planificación de las competencias y contenidos
previstos y medir es valorar.

 Relación entre medición y evaluación.

A través de la historia la evaluación estuvo centrada en la medición y el


control de los resultados apoyándose en instrumentos prescriptivos que
arrojaban calificativos numéricos con fines de eficiencia y objetividad. La
relación entre medición y evaluación está determinada por la
validez,  Cronbach (1971) citado por Farías,   puntualiza que la validez
se refiere  al análisis e inferencias que se realizan a partir de las
puntuaciones o datos obtenidos en una prueba. En este orden de ideas,
la medición forma parte de la evaluación pero en términos de usar los
datos o calificación para interpretar los avances mostrados por los
educandos durante el proceso de enseñanza aprendizaje y emplear las
estrategias pertinentes para retroalimentar y reforzar en los aspectos
necesarios centrándose en el desempeño del educando y no en la
acumulación del conocimiento. En síntesis, la calificación refleja la
medición de la capacidad cognitiva del estudiante en tanto que la
evaluación da cuenta y valora  todos los aspectos que integran el
aprendizaje.
Lic. Liliana Beleño T.

La medición no es evaluación, es sólo una parte de ella asociada al


proceso de recopilación de información. La información recopilada, si es
cuantitativa, puede ser objeto de medición lo que permitirá mayor
precisión en la presentación de datos y la construcción de indicadores y
parámetros comparativos. Desde esta perspectiva, la evaluación resulta
un proceso influido por los restantes elementos del proceso educativo
global y, además, es esencialmente distinta a la medición.

La medición proporciona información que posibilita la evaluación. En


este sentido, la medición es previa a la evaluación, está supeditada a
ésta y sirve a sus propósitos. En el sistema educativo tanto la medición
como la evaluación constituyen un solo componente.

Semejanzas:
*Ambas se ocupan del rendimiento del alumno.
*Ambas concurren a un mismo propósito: la toma de decisiones.
Diferencias:
*Mientras la medición proporciona información, la evaluación juzga dicha
información.
*Mientras la medición es cuantitativa, la evaluación es cualitativa.

2. Rendimiento escolar

Según Cortéz (s.f.) lo define como:


“Nivel de conocimiento de un alumno medido en una prueba de
evaluación. En el rendimiento académico, intervienen además del
nivel intelectual, variables de personalidad (extroversión, introversión,
ansiedad…) y motivacionales, cuya relación con el rendimiento
académico no siempre es lineal, sino que está modulada por factores
como nivle de escolaridad, sexo, actitud.”
 Por su parte Retana (s.f.) lo define como el “nivel de conocimiento
expresado en una nota numérica que obtiene un alumno como
resultado de una evaluación que mide el producto del proceso
enseñanza aprendizaje en el que participa”.
Tomando de referencia cada uno de las definiciones de cada autor
sobre el rendimiento escolar, podemos decir que en el rendimiento
escolar es un nivel en el cual se mide con un valor numérico y que
dentro de este se ven inmersos distintos factores que van a
intervenir.

Siendo de esta forma, en nuestro sistema educativo actual, el


rendimiento académico se mide mediante un valor numérico que va
desde 0 a 10 y que son las calificaciones y estas a su vez se
obtienen mediante exámenes, trabajos, observación del maestro,
entre otras herramientas que se utilizarán para medir el rendimiento
escolar del estudiante.

Ruiz (2002, p. 52) que dice al respecto:


“El rendimiento escolar es un fenómeno vigente, porque es el
parámetro por el cual se puede determinar la calidad y la cantidad de
los aprendizajes de los alumnos y además, porque es de carácter
social, ya que no abarca solamente a los alumnos, sino a toda la
situación docente y a su contexto”.

Existen diferentes tipos de rendimiento escolar, según Leal (1994)


éstos se van a dar durante el proceso de educativo, esto quiere decir
que tarea educativa se va a poder evaluar mediante aquellos
instrumentos y elementos personales que son parte del proceso
educativo y no sólo de la productividad que tenga el estudiante.
     Es así como Bobadilla (2006) toma como referencia los tipos de
rendimiento de Angles, que son cuatro tipos de rendimiento escolar, y
éstos son:

1)    Rendimiento suficiente. Es cuando alumno logra aquellos


objetivos que se plantean y ya están establecidos en lo que es los
procesos de enseñanza-aprendizaje.
2)    Rendimiento insuficiente. Por el  contrario en esta es cuando
el alumno no logra o alcanza a cumplir con los contenidos
establecidos que se pretende que cumplan.
3)    Rendimiento satisfactorio. Cuando el alumno tiene las
capacidades acordes al nivel que se desea y está dentro de sus
alcances.
4)    Rendimiento insatisfactorio. Por otro lado este es cuando el
alumno no alcanza el nivel esperado o mínimo en cuando a su
desarrollo de capacidades con las que debe contar.

     Por otra parte Leal (1994) aparte de los ya mencionados igual
añade los siguientes tipos de rendimiento:

5)    Rendimiento objetivo. En este se va utilizar algún instrumento


de evaluación para medir aquella capacidad con la que cuenta el
alumno para manejar un tema en especial.
6)    Rendimiento subjetivo. Por el contrario en esta se va a tomar
en cuenta por la opinión que tenga el maestro acerca del alumno en
cuanto a su desempeño.
 De estos tipos de rendimiento ya antes mencionados igual podemos
encontrar otra clasificación de estos que es la siguiente:
7)    Rendimiento individual. Es en el que se manifiesta en la
adquisición de conocimientos, experiencias, hábitos, destrezas,
habilidades, actitudes, aspiraciones, etc. Lo que permitirá al profesor
tomar decisiones pedagógicas posteriores. Los aspectos de
rendimiento individual se apoyan en la exploración de los
conocimientos y de los hábitos culturales, campo cognoscitivo o
intelectual. También en el rendimiento intervienen aspectos de la
personalidad que son los afectivos. Comprende
   a)  Rendimiento general. Éste se va a manifestar mientras el
estudiante va al centro de enseñanza, en el aprendizaje de las
Líneas de Acción Educativa y hábitos culturales y en la conducta del
alumno.
      b)   Rendimiento específico. Por otra parte este es el que se da
en la resolución de problemas personales, desarrollo en la vida
profesional, familiar y social que se les presenta en el futuro. En este
rendimiento la realización de la evaluación es más fácil, por cuanto si
se evalúa la vida afectiva del alumno, se debe considerar su
conducta parceladamente: sus relaciones con el maestro, con las
cosas, consigo mismo, con su modo de vida y con los demás.
8)  Rendimiento social. La institución educativa al influir sobre un
individuo, no se limita a éste sino que a través del mismo ejerce
influencia de la sociedad en que se desarrolla. El primer aspecto de
influencia social es la extensión de la misma, manifestada a través
del campo geográfico. Además, se debe considerar el campo
demográfico constituido, por el número de personas a las que se
extiende la acción educativa.

3 Recomendaciones.
La recomendación consiste en tener un plan mejorar el rendimiento
de los chicos, más adelante tenemos 10 estrategias para lógralo
1. Crear una rutina de estudio que contribuya a la consolidación del hábito. 
2. Ayudar a crear un plan de estudio y síguelo. 
3. Educar para asumir su responsabilidad y su capacidad de esfuerzo. 
4. Emplear la disciplina positiva y un nivel de exigencia adecuado (exigirles
demasiado puede estresarlos y frustrar su motivación). 
5. Plantear objetivos con retos alcanzables. 
6. Enseñar diferentes técnicas de estudio. 
7. Mostrar cómo desarrollar estrategias de aprendizaje. 
8. Ayudar a desarrollar su capacidad de demostrar lo aprendido. 
9. Reforzar sus buenas notas con estímulos positivos. 
10. Entrenar con métodos como el neurofeedback dinámico. 

3. La evaluación en el nuevo currículo 5-280

La evaluación del currículo guarda relación con todas las partes que
lo conforman (fines y objetivos, contenidos, metodología y
evaluación). Se contempla como un proceso de permanente
indagación que tiene como fin analizar la adecuación de los
diferentes componentes del currículo con la realidad de la institución
y del entorno social en el que se desarrolla el Plan curricular.
El propósito de la evaluación del currículo es el de valorar su
congruencia, viabilidad, continuidad, integración, vigencia, eficiencia
(grado de aprovechamiento de los recursos durante las actividades
realizadas), y eficacia (comparación entre resultados y metas). Se
valoran, también, cuestiones relacionadas con la propia organización
curricular como: la adecuación de tiempo, las secuencias de las
materias, los segmentos de instrucción, la interrelación de contenidos
y los materiales didácticos. También las facilidades con las que
cuenta su desarrollo (locales, recursos, etc.), el coste y la población.
En un currículo de tipo abierto, la evaluación continua del proceso
individual de cada aprendiente, es decir, la evaluación de sus
avances y logros obtenidos en el proceso de enseñanza y
aprendizaje, somete al currículo a un análisis crítico,
retroalimentando así la especificación de fines y contenidos. En este
modelo curricular, la evaluación del centro, de los profesores y de los
alumnos puede modificar tanto decisiones de planificación como
decisiones que se hayan ido tomando en los sucesivos niveles de
aplicación. El currículo sufre, pues, modificaciones a lo largo de su
desarrollo.
La información que suministra la evaluación sirve como orientación
para la actuación pedagógica y se relaciona con los objetivos y con el
plan de acción para llevarlos a cabo. Se evalúa la programación del
proceso de enseñanza y la intervención del profesor como
organizador de estos procesos.
La evaluación del currículo constituye un proceso continuo que tiene
como finalidad principal la adecuación del proceso de enseñanza al
progreso real del aprendizaje de los alumnos.

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