El punto de vista de la biología se centra en el papel de los genes,
de las hormonas, del sistema nervioso y otros factores biológicos en la sexualidad humana. El sexo, después de todo, sirve a la función biológica de la reproducción. Estamos dotados biológicamente con estructuras que hacen posible la conducta sexual y, para muchas personas, placentera.
El estudio de la biología del sexo nos informa acerca de los
mecanismos de la reproducción. Nos informa de los mecanismos de la excitación y la respuesta sexual. La biología nos enseña que la erección ocurre cuando el pene se llena de sangre. Aprendemos que la lubricación vaginal es el resultado de la acción de «sudoración» de las paredes vaginales. Aprendemos que el orgasmo es un reflejo de la médula espinal, así como un evento psicológico.
Los investigadores en biología han dado grandes pasos en la
asistencia a las parejas no fértiles para que puedan concebir, por ejemplo, con la ayuda de técnicas de fertilización en laboratorio. El conocimiento de la biología ha ampliado nuestro conocimiento de la sexualidad y nuestra habilidad para superar los problemas sexuales. Aunque la sexualidad de otras especies está gobernada en gran medida por los procesos biológicos, en la especie humana, la cultura y la experiencia juegan papeles vitales y, en algunos casos, éstos son los más importantes. La sexualidad humana involucra una compleja interacción de factores biológicos y psicosociales.