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CURSO 2018/2019
INSTRUCCIONES
El Imperio Romano fue el caldo de cultivo de lo que sería la Europa actual, donde
diversas tribus bárbaras intentaban penetrar entre sus fronteras y hacerse con las ricas
tierras y botines del Imperio. Al principio, Roma se nutría de su propia gente y de sus
ciudadanos, pero tras muchas guerras, enfermedades y baja natalidad, el Imperio se vio
necesitado de guerreros bárbaros. Estas tropas mercenarias o auxiliares, pronto se
fueron haciendo un hueco entre las filas del propio ejército romano como es el caso de
Arminio o Alarico I, lo que les llevó a puestos de gran importancia dentro del ejército
romano a ellos y a otros bárbaros, unas veces a favor del imperio, otras en contra. Otro
buen ejemplo de fusión fue la asimilación de pueblos bárbaros de la religión oficial del
Imperio a partir del año 380. Estos bárbaros ansiaban las riquezas del imperio y, aparte
de servir entre sus filas, ansiaban tierras y alianzas matrimoniales, lo que llevó a adoptar
el cristianismo a muchas de estas tribus como los visigodos, ostrogodos, vándalos y
burgundios entre otras. Pero el colapso, fragmentación, división y penetración de
diversos pueblos bárbaros, se produjo con la llegada de los hunos a las fronteras del
Imperio. Esto, originó que muchos pueblos se adentraran en las fronteras del Imperio
huyendo de los hunos, y otros pasaran a engrosar las filas de las huestes hunas.
Finalmente, en el año 451 se produjo la Batalla de los Campos Cataláunicos donde una
coalición de romanos, visigodos, francos, alanos, burgundios y sármatas, hicieron frente
a otra coalición liderada por los hunos y sus absorciones de pueblos bárbaros como los
ostrogodos, gépidos, hérulos, turingios y algunas tribus más. Pese a la victoria del bando
romano, el Imperio estaba muy debilitado, lo que originaría que 26 años después se
hundiera bajo el peso de las tribus bárbaras y el reparto de los territorios por estas.
2. Sintetiza el estado de la Península Arábiga antes del Islam (20
líneas)
Esta Península se divide principalmente entre las tierras fértiles del sur y las más áridas
al norte y sus sociedades se aglutinaban en torno a una familia, donde los miembros de
la misma se dedicaban a actividades de comercio, caravaneros, pastoreo, como los
beduinos…, y por otro lado tenemos a personas agrupadas en torno a una comunidad
religiosa, aún de carácter politeísta, aunque como dios supremo Allah. Estos grupos
tribales eran de carácter patriarcal y daban mucha importancia a la línea sucesoria, ya
que en los nombres se puede reflejar tanto la línea patri-lineal, el clan o territorio de
pertenencia.
Esta zona, es de gran influencia por el Imperio Bizantino o los persas Sasánidas. De ahí
su variopinta mezcla de idiomas como el persa, griego, copto o arameo, pero una de sus
principales lenguas eran dialectos del árabe, antigua lengua semítica.
Pero no solo era de carácter lingüístico la influencia de estos imperios, sino que ejercían
presión a través de sus diferentes tribus para beneficiar a uno u otro imperio. Es como
una zona de guerra fría entre el Imperio Persa y el Imperio Bizantino. Algunas de estas
tribus estaban los Lajmíes al servicio de los Sasánidas y los Ghassaníes o los Himyaríes
con estrecha colaboración bizantina. Pero una cruenta guerra entre estos dos imperios,
hizo que en la zona del Hiyaz en ciudades como La Meca y Yatrib, se congregaran
diferentes tribus como la de Quraysh, a la cual pertenecía Mahoma. Su adoctrinamiento
monoteísta e influencia en Medina y en diferentes tribus, hizo que se expandiera pronto
esta nueva religión
2. - El pacto feudal.
El feudalismo es una forma de vasallaje que establece unos vínculos de dependencia
entre un señor y sus vasallos. Consiste, en teoría, en una concesión de tierras por parte
de un señor a sus vasallos, los cuales a su vez devuelven el beneficio mutuo a su señor
en forma de impuestos o pagos al mismo, o ayuda en la llamada a levas ante un
conflicto militar. Este sistema se instauró en la Europa medieval de manos de los
francos de Carlomagno y este fue su principal valedor. Pero anteriormente muchos
monarcas germanos instruían en sus palacios a jóvenes, a los que educaban y daban de
comer y a su vez, estos, luchaban para el monarca. Recibían los nombres de
antrustiones entre los francos y gardingos entre los visigodos. Posteriormente se los
conocería como vassus o vassallus, antecedentes de la palabra vasallo. El monarca les
pagaba posteriormente con tierras por los servicios prestados, siempre y cuando
reconocieran al monarca como su señor. Aunque estas tierras seguían siendo del señor,
el cual podía revocarle sus derechos al vasallo. Esto generó en la época de Carlomagno
que grandes señores y eclesiásticos sirvieran al emperador, ya que, con la expansión de
su imperio había bastantes tierras para ofrecer. Esto conllevaba un contrato entre ambas
partes, señor y vasallo, que se saldaba con la entrega de tierras o títulos. Pero estos
señores o eclesiásticos debían de servir a la voluntad del señor y acudir en su ayuda
cuando este lo requiriese. Pero este sistema fracasó en cuanto dejó de haber aumento de
tierras, es decir, con las reyertas entre distintos señores y las invasiones normandas, lo
que provocaba nuevas reestructuraciones en los repartos de tierra. Esto, unido a la
confusión entre cargo público y los beneficios generados, ya que se suponía que el
beneficio era el otorgado por las tierras otorgadas al cargo, no por el cargo en sí, originó
que este sistema estuviera en clara decadencia.
BLOQUE 4. COMENTARIOS
Contexto:
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que nos hallamos ante un mapa urbano y
físico geográfico de la ciudad de Constantinopla en el año 565. Podemos ver las
diferentes partes y ampliaciones que sufrió la ciudad.
Para situarnos en el mapa, debemos saber es que esta ciudad formó parte del Antiguo
Imperio Romano, convirtiéndose posteriormente en capital del Imperio Romano de
Oriente, tras la partición final del imperio por Teodosio en el año 395. Tras la caída del
Imperio Romano de Occidente en el 476, el Imperio Bizantino se nutrió de diversas
relaciones con los pueblos vecinos como los persas o armenios, unas veces pacíficas,
otras muchas, hostiles. Pero este imperio ya llevaba tiempo gestándose y
distinguiéndose del occidental como en el idioma, tomando el griego como idioma
culto, frente al latín de occidente. Pero no solo eso, incluso las Iglesias empezaron a
estar divididas. Occidente estaba liderada por el papa y oriente por un patriarca. Sus
diferencias principales consistían sobre todo en la procedencia del espíritu santo, el
credo, el bautismo o el matrimonio de los sacerdotes. Esto origen una serie de cismas o
rupturas entre ambas Iglesias.
Pero volviendo a la cuestión sucesoria, el Imperio Bizantino vio cómo tras Arcadio,
primer emperador de oriente, se sucedieron una serie de emperadores y de diferentes
dinastías. Descendiente de Arcadio tenemos a Teodosio II, el cual tuvo algunas razias
con los hunos, pero tras una concesión de tierras en Panonia, consiguió desviar la
atención de estos hacia Occidente, algo que terminó por colapsar definitivamente al
moribundo Imperio Occidental. Teodosio II levantó las imponentes murallas triples que
aparecen en el mapa, las cuales pasarían muchos siglos, hasta que Mehmet II las
redujera a cenizas en 1453. Tras una serie de emperadores sucesores de Teodosio II
como: León I, Zenón, Anastasio I y llegamos a Justino I, padre del famoso emperador
Justiniano, el cual tuvo un reinado breve (518-527).
Económicamente, sabemos que África era su granero, aunque aparte de esto, la vid, el
olivo y el aceite formaban la base de su economía agraria. No debemos olvidar la
situación de esta ciudad, ya que se sitúa en un enclave entre oriente y occidente, por lo
que el comercio fue vital, desde la seda China, hasta los perfumes de Arabia
Militarmente, fue un emperador que intentó recuperar el esplendor del antiguo Imperio
Romano, por lo que llevó una campaña de expansión por el Mediterráneo, desde las
costas de la Península Ibérica, donde obtuvo grandes victorias. También anexionó a
oriente el sur de la Península Itálica y Sicilia. Con esto creó los exarcados al cargo de un
jefe militar para tomar decisiones sobre el territorio en ausencia del emperador.
Tenemos exarcados como el de África, granero del Imperio, o el de Italia. Luchó
constantemente contra los persas, contra los ostrogodos y vándalos. A su muerte en el
año 565, dejó un imperio mucho más extenso territorialmente hablando, pero agotado y
exhausto militar y económicamente hablando, algo que sería imposible de sostener por
los siguientes emperadores.
- La primera parte es del más antiguo en color naranja la parte original de la ciudad.
Una ciudadela de origen griego donde, a parte de su acrópolis, se erigieron
posteriormente las iglesias de Santa Irene y santa Sofía, esta última una verdadera obra
de arte que mandó construir Justiniano entre el 532 y el 537 a Isidoro de Mileto y
Antemio de Tralles
- La segunda parte que tenemos es la ampliada por Séptimo Severo, en morado, donde
podemos ver el palacio imperial y la columna Eudoxia, en homenaje a la emperatriz
esposa del emperador Arcadio (377-408).
- Por último, podemos ver diferentes puntos donde se sitúan los puertos, como terrenos
ganados al mar, quizá la única vía de asedio o entrada a Bizancio, tras la construcción
de sus increíbles murallas. Unas murallas que tardarían más de un milenio en ser
franqueadas.
Conclusión:
Este mapa representa un imperio y una situación geográfica muy ventajosa. Por un lado,
tenemos el legado del gran Imperio Romano, su distribución, constitución. Pero también
podemos ver la importancia religiosa que esto conllevaba por la gran cantidad de
iglesias que podemos ver en la ciudad. También la importancia de una defensa militar
terrestre, para centrarse quizá más, en la marina. Por otro lado, tenemos una situación
muy ventajosa, ya que esta ciudad se encuentra entre Occidente y Oriente y controla las
rutas marítimas entre el mar Mediterráneo y el mar Negro. Esto la sitúa en las rutas más
importantes, tanto terrestres como marítimas, algo que diferentes pueblos también
consideraron.
Por ello, creo que esta ciudad siempre fue un verdadero punto estratégico tanto político,
comercial, militar y religioso. Fue un verdadero bastión para la cristiandad y sirvió de
barrera ante el avance de los turcos.
COMENTARIO:
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es, que es un texto narrativo, ya que nos
narra o cuenta hechos de la vida del obispo Albero de Trier
Introducción:
La constante disputa medieval entre la supremacía del Imperio Alemán o Sacro Imperio
con el papado se hace patente en este escrito, donde pone de manifiesto a uno de los
defensores de la causa papal, Albero. Éste se hace valedor de la causa papal y en su
independencia en la elección del pontífice por parte de la Iglesia y en contra del
Imperio, los cuales habían sido los electores desde el siglo X
Explicación:
El autor trata de exponernos o de darnos una visión de la vida y obra del obispo Albero
de Trier. Para ello toma los referentes de la lucha del propio Albero por la unidad de la
Iglesia Católica.
Un ejemplo del carácter electivo laico, lo tenemos en la figura del papa Benedicto IX, y
protegido de Enrique III, el cual había sido tachado de un papa prepotente, y que al final
abandona el pontificado por un soborno. El que compra a este papa, Gregorio VI, se
instaura como supremo pontífice. Pero sin el apoyo de Enrique III se ve en obligación
de abdicar junto con Benedicto IX y el antipapa Silvestre III. Tras esto, Enrique decide
colocar en el papado al primer pontífice alemán, Clemente II, el cual inmediatamente
corona emperador a Enrique III. Este papa pretende reformar la Iglesia, involucrada en
varios turbulentos asuntos, volver a cultos primitivos, erradicar la simonía de la Iglesia
y tomar los preceptos cluniacenses. Clemente II muere envenenado y Benedicto IX
vuelve a ser papa por tercera vez. Pero nuevamente se ve envuelto en guerras y
traiciones, lo que ocasiona su definitiva salida del pontificado y excomunión por orden
de Enrique III. Tras esto, pondrá en el papado a obispos de su elección. En el año 1073
el papa Gregorio VII, prohíbe que ningún obispo sea nombrado papa si no es de Roma.
Este papa, de origen cluniacense, elimina y desecha el nombramiento papal por los
emperadores y sólo el papa puede nombrar obispos. Es decir, no va a tolerar una
investidura laica. Desde el siglo X los emperadores eran la máxima autoridad militar,
social y religiosa. Con Gregorio VII es algo que iba a cambiar. Y aquí es donde Albero
se une a este movimiento. Alemán de nacimiento, no ve con buenos ojos que los
emperadores designen a los papas, por lo que en su archidiócesis de Verdun, Toul y
Metz sigue los designios papales y las reformas cluniacenses. Incluso acompañó al
emperador Lothar II a ver al papa Inocencio II, entre los cuales surgieron diferencias,
poniéndose Albero del lado del papa.
Conclusión:
Es importante tener consciencia de estos hechos, ya que, a raíz de esto, los papas son
elegidos por miembros de la Iglesia, no por externos a esta. La elección laica dependía
de los intereses del emperador que pusiera en el cargo al papa, el cual a su vez
beneficiaría al emperador a espaldas de la Iglesia. A ojos de la Iglesia, era muy
necesaria la reafirmación de su independencia, ya que, a los enviados de Dios, no
debería de elegirlos los hombres no religiosos. Y aquí es donde tenemos varios papas y
antipapas, corrupción, riquezas, intereses, asesinatos y el germen de la posterior reforma
luterana.
BLOQUE 5.
ACTIVIDAD:
El libro elegido del catálogo es el de Los reinos bárbaros en occidente de Magali
Courmet y Bruno Dumézil, expedida su traducción por la Universidad de Granada en el
año 2013 y cuya traducción de Rafael Peinado y cuyo título original es Les royaumes
barbares en Occident de Presses Universitaires de France, 2010.
Resumen:
Muchos pensamos que nuestros orígenes están en el Imperio Romano, pero la verdad es
que están en la confluencia de los distintos pueblos bárbaros en este imperio.
Todos pensamos que son bárbaros destructores sin control, pero la historia ha puesto de
manifiesto que buscaban asentamientos, tierras que cultivar e incluso en algunos casos,
sólo estaban huyendo. Con todo esto, el Imperio Romano se valió de ellos, los usó, los
sometió y les intentó inculcar una fe que no era suya.
Pero finalmente, la afluencia de diversas tribus, su ascensión en el mundo romano y la
imposibilidad de este para gestionar estas masas, provocó el colapso y la caída del
Imperio. Tras esto, las tribus que quedaron se fueron asentando en los antiguos
dominios de este y conformaron lo que actualmente conocemos como Europa. Es decir,
la importancia de estas migraciones es significativa, y conocer la cultura y causas de
estas migraciones es fundamental para el estudio y conocimiento de nuestro pasado.
Esquema comentado:
Este libro se divide en capítulos temáticos, es decir, cada capítulo corresponde a la
temática que se describe en su título.
Capítulo 1: Se basa principalmente en una recopilación de fuentes importantes de la
época y que nos hablan sobre las diferentes tribus antes de este periodo, sus costumbres,
cabecillas o modos de lucha antes de tener relación con el Imperio Romano, como son
el caso de Heródoto, Tácito o más tarde Jordanes.
Realmente pretende ser una reconstrucción basada en relatos orales, más que en pruebas
científicas fehacientes, pero siempre es interesante acudir al testimonio de personas que
vivieron más cercanas en el tiempo a esas tribus, que nosotros mismos.
Al final del capítulo, los autores establecen una teoría reciente sobre las migraciones
bárbaras, aludiendo al hecho de que no fue una única migración o diferentes
migraciones gigantes de un pueblo entero en un momento determinado, sino más bien a
una necesidad del Imperio de materia humana y reclutamiento en un constante goteo de
parte de estas tribus, principalmente guerreros, con el fin de defender sus fronteras.
Todo esto originó una asimilación de estos pueblos de la cultura romana, y a la inversa,
la cultura romana se vio favorecida, a su vez, de determinados avances de estas gentes,
como podrían ser los galos, ya que tanto el diseño de cascos, armaduras y demás enseres
eran suyos.
Capítulos 2 y 3: Podemos ponerlos juntos, ya que enlazan una misma temática. Habla
principalmente de los contactos que hubo entre las diferentes tribus bárbaras y el
Imperio Romano, antes de la caída de la parte occidental de este en el año 476. Se
centran principalmente, en las fronteras, en el intercambio de mercancías que existía, la
asimilación de algunos bárbaros entre las filas del ejército y en el intercambio también
bélico que existió, aunque como he mencionado antes, no se basaban únicamente en
conflictos bélicos, sino que, existen muchas pruebas de un fluido comercio, tanto en la
frontera del Danubio, como en el muro de Adriano. Hablan de pruebas arqueológicas
recogidas en campamentos romanos fronterizos, donde se ve claramente un intercambio
comercial más que bélico. Aquí es donde se empezó a gestar el germen de la
romanización, con el intercambio de estos productos, artículos de lujo manufacturados
en los límites del imperio, algo que gustó enormemente a los pueblos bárbaros, lo que
sedujo a muchos de ellos a ansiar la vida acomodada romana.
Trata de poner de manifiesto también el aprovechamiento de los romanos de los bienes
y gentes de las diferentes zonas “romanizadas”, es decir, de sacar siempre provecho de
los sitios por donde pasaban o de las tribus que conquistaban, ya fuera a través del
saqueo o de la intimidación o de los conocidos foedus.
Capítulos 4 y 5: Aquí, los autores tratan de poner de manifiesto el tránsito del Imperio
Romano al establecimiento de los diferentes reinos bárbaros, es decir, el colapso final
del Imperio de Occidente y la instauración de los distintos pueblos bárbaros en las zonas
antes controladas por este imperio. A través de distintas pruebas arqueológicas, se trata
de establecer una especie de mapa cronológico y político de las direcciones que tomaron
los distintos pueblos y su lugar de asentamiento, al igual que nombres de líderes o
futuros reyes.
El último capítulo nos habla sobre la creación y consolidación de los distintos reinos
bárbaros, herederos del Imperio Romano, los matrimonios y casamientos, los nombres
de los primeros reyes y alguna mención al Imperio de Oriente. Pero principalmente, se
centra en la zona occidental del imperio, la creación del reino visigodo, del reino franco
y el ostrogodo, que más tarde sería sustituido por francos y burgundios.
Conclusiones: El libro termina con una especie de glosario de fechas y nombres más
significativos para el estudio de este periodo, tanto de hechos relevantes, como obras de
interés para su estudio. Es interesante esta parte para conocer los hechos más relevantes
y poder acceder a la información de una manera práctica y rápida.
Comentario crítico:
Estamos ante un libro que nos intenta dar una introducción al mundo que surgió tras la
caída del Imperio Romano de Occidente y el mapa que se creó tras esto. Es decir, no va
a aportar nada nuevo a alguien avezado en el tema.
El lenguaje es coloquial y fácil de leer.
Su estructuración es lineal, temporalmente hablando, algo que ayuda a su seguimiento.
Además, la inclusión de fuentes primarias en el primer capítulo y secundarias en el
último nos aporta un valioso filón para poder adentrarnos más en el tema.
Mentando las fuentes primarias, yo no las consideraría de relevancia. Al menos para
hablar de los inicios de las tribus, ya que ninguno de los autores que nombra fueron
coetáneos a los inicios de las tribus bárbaras, donde aún no existía la influencia del
Imperio Romano. De hecho, muchas de estas relaciones, empezaron cuando el Imperio
no era ni una república, sino cuando era todavía un reinado.
Por lo tanto, creo que los autores de las fuentes primarias plantean una demagogia de
los pueblos bárbaros, y los autores de este libro, hacen mal en apoyarse en ellos como
fuente fiable. De hecho, en el libro se pueden llegar a ver unos tintes políticos de
ensalzamiento y puesta de manifiesto de estas tribus bárbaras. Seguramente fueron
mucho más importantes y se les ha tildado erróneamente a lo largo de la historia, pero
se puede vislumbrar un nacionalismo en el libro con tintes ideológicos y algo subjetivo
por parte de los autores.
Opinión personal:
Considero un importante acercamiento a los pueblos bárbaros, sus costumbres y
organización. Aunque como vemos nombra una serie de tribus de relevancia como son
los francos, godos, alamanes, pero hay otras que no nombra y son de importancia.
De todos modos, es un libro que no llega a las 200 páginas, donde intenta condensar el
origen de diferentes pueblos bárbaros desde sus orígenes, sus influencias en el Imperio
Romano y los reinos que crearon tras la caída de este.
Además, intenta aportar fuentes, bibliografía… Y todo eso en poco más de 150 páginas
me parece muy ambicioso y deja paso a un vacío muy grande de rigor y profundidad.
No considero que sea un mal libro, todo lo contrario, ya que pone de manifiesto una
identidad bárbara que para un amplio público es bien desconocida, pero para avezados
historiadores o apasionados de la misma, no deja de ser una mera obra sensacionalista
que aporta algunos detalles interesantes, pero apoyados en conjeturas poco
fundamentadas científicamente hablando.
Por el contrario, el capítulo final y su aportación con nombres y fechas, nos puede
resultar interesante a modo de glosario para tener una idea del momento y sitio donde
tuvo lugar un hecho concreto.
En definitiva, el estudio es un interesante complemento para el estudio de la Historia
Medieval, pero nunca se podrá tomar de referencia como estudio científico, y mucho
menos basar nuestro conocimiento sobre ese periodo, únicamente apoyados en esta
fuente.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA PARA LA PED:
Arsuaga, J. D. (2014). Historia Medieval I (Siglos V-XII). Madrid: Centro de Estudios Ramón
Areces S.A.
García, A. E. (2013). Atlas Histórico de la Edad Media. Madrid : Centro de Estudios Ramón
Areces S.A.