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FRANCESCA AMBROGETTI
EL JESUITA
Conversaciones con el cardenal
Jorge Bergoglio, sj.
J..
VERGARA
GRUPO ZETAS
Barcelona • Bogotá • Buenos Aires • Caracas • ~adr~d •_ ~~_ico D.F. • Montevideo • Quito • Santiago de Chile
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Rubín, Sergio ÍNDICE
El jesuita 1 Sergio Rubín y Francesca Ambroguetti. - 1a ed. - Buenos Aires :
Javier Vergara Editor, 2010.
192 p.; 23xl5 cm.
ISBN 978-950-15-2450-5
INTRODUCCIÓN - 13
Dirección editorial: Diana París
CAPÍTULO 1
Producción: Soledad di Luca
Colaboró en la realización: María Montero La abuela Rosa y su tapado con cuello de zorro - 25
Foto de tapa: Eduardo Longoni
Diseño de portada e interior: Donagh 1 Matulich
CAPÍTULO 2
"Conviene que comiences a trabajar ... " - 33
CAPÍTULO 3
El Jesuita "Lo estás imitando a Jesús" - 39
Sergio Rubin - Francesca Ambrogetti
¡ra edición
CAPÍTULO 4
© Sergio Rubin - Francesca Ambrogetti, 20 lO
La primavera de la fe - 45
© Ediciones B Argentina S.A., 2010
para el sello Javier Vergara Editor
Av. Paseo Colón 221, piso 6- Ciudad Autónoma CAPÍTULO 5
de Buenos Aires, Argentina
www.edicionesb.com.ar Educar desde el conflicto- 55
Por cada ejemplar vendido los autores hardn una donación CAPÍTULO 9
a la obra del padre Pepe Di Paola. El claroscuro de la conciencia- 95
r
CAPíTULO 10
Un país que no termina de despegar- 103
CAPITuLO 11
La construcci6n de una cultura del encuentro - 109
CAPÍTULO 12
"También me gusta el tango" - 117
PRóLOGO
CAPITULO 13
El arduo camino hacia una patria de hermanos - 133
CAPíTULO 14
La noche oscura que vivi6 la Argentina- 145
CAPÍTULO 15
Razones para confiar en el porvenir- 159
Hasta donde mis conocimientos llegan al respecto, esta
ANEXo
Una reflexi6n a partir del Martín Fierro- 167 debe ser la primera ve:z que un rabino prologa un texto que
compila los pensamientos de un sacerdote católico, en dos mil
años de historia. Hecho que adquiere más relevancia aún cuan-
do dicho sacerdote es el arzobispo de Buenos Aires, primado de
la Argentina y cardenal consagrado por Juan Pablo II.
La misma frase con que se inician estas reflexiones, pero in-
tercambiando el orden de los nombres y sus respectivos títulos,
la he manifestado en ocasión de la presentación de un libro de
mi autoría, en el 2006, prologado por el cardenal Bergoglio.
No se trata de una devolución de gentilezas, sino de un
sincero y exacto testimonio de un profundo diálogo entre dos
amigos para quienes la búsqueda de Dios y de la dimensión
de espiritualidad que sabe yacer en todo humano, fue y es una
preocupación constante en sus vidas.
El diálogo interreligioso, materia que adquirió especial re-
levancia a partir del Concilio Vaticano 11, suele comenzar con
10 EL jESUITA Prólogo 11
una etapa de 'té y simpatía', para pasar luego a la del diálogo y a su propio accionar, percibirá el lector el relato expuesto
que sabe acercar a 'los temas ríspidos'. Con Bergoglio no hubo con humildad y el constante afán por comprender y sentir al
etapas. El acercamiento comenzó con un intercambio de áci- prójimo, especialmente al sufriente.
das chanzas acerca de los equipos de fútbol con los que sim- Habrá quien ha de discrepar con sus apreciaciones, pero
patizamos, para pasar inmediatamente a la franqueza del diá- más allá de toda crítica plausible todos coincidirán en la pon-
logo que sabe de la sinceridad y el respeto. Cada uno le ex- deración del plafón de humildad y comprensión con que en-
presaba al otro su visión particular acerca de los múltiples cara cada uno de los temas.
temas que conforman la existencia. No hubo cálculos ni eufe- La obsesión de Bergoglio, que cual leitmotiv va y viene en
mismos, sino conceptos claros, directos. El uno abrió su cora- todo el libro, puede definirse con los vocablos: encuentro y
zón al otro, tal como define el Midrash a la verdadera amistad unidad. Entendiendo éste último como un estado de armonía
(Sifrei Devarim, Piska 305). Podemos disentir, pero siempre el entre los hombres, en el que cada uno desde su peculiaridad
uno se esfuerza por comprender el profundo sentir y pensar coopera para el crecimiento material y espiritual del otro, ins-
del otro. Y con todo aquello que emerge de nuestros valores pirado en un sentimiento de amor.
comunes, los que surgen de los textos proféticos, hay un com- Bergoglio, siguiendo el texto bíblico, centra la base de sus
promiso que supo plasmarse en múltiples acciones. Más allá reflexiones en el vocablo "amor", que nos remite, entre otros, a
de las interpretaciones y críticas que otros pudiesen hacer, ca- los versículos: "Amarás al Eterno Tu Dios" (Deuteronomio 6:
minamos juntos con nuestra verdad, con la compartida con- 5), "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Levítico 19: 18),
vicción que los círculos viciosos que degradan la condición "Amarás al extranjero como a ti mismo" (Levítico 19: 34).
humana pueden ser quebrados. Con la fe que el rumbo de la Considerados por el Rabi Akiva (Bereshit Raba, Ed.Vilna, Pa-
historia puede y debe ser trocado, que la visión bíblica de un rashah 24) cual síntesis de todas las enseñanzas de la Tora, y ci-
mundo redimido, avizorado por los profetas, no es una mera tadas en tal sentido por Jesús, de acuerdo a los textos de los
utopía, sino una realidad alcanzable. Que sólo hace falta de Evangelios (Mateo 22: 34-40, Lucas 10: 25-28). Es el vocablo
gente comprometida para materializarla. que define al más excelso de los sentimientos del hombre, el
Este libro es el testimonio de vida de Bergoglio, que más cual le sirve como fuente de inspiración a Bergoglio en la rea-
que "El Jesuita" prefiero denominarlo "El Pastor", que lega a lización de sus acciones y en la conformación de sus mensajes.
los muchos con quienes compartió su senda existencial y espe- Hallará el lector en este texto la visión del cardenal refe-
cialmente a su grey. Hallará el lector en el mismo, en forma re- rente a las problemáticas con que se enfrenta la Iglesia católi-
currente, las expresiones: "he pecado, ... me he equivocado, ca en el presente, detallando sin reserva alguna y con claro len-
... tales y cuales fueron mis defectos, ... el tiempo, la vida me guaje crítico sus falencias. Del mismo modo cabe hallar su
han enseñado". Aún en los temas ríspidos que hacen a la reali- prédica por la recuperación de los valores en nuestro medio,
dad argentina, a la actuación de la Iglesia en los años oscuros la que le conllevó a enfrentar situaciones complejas con algunas
12 EL}ESUITA
inmediatamente después de Ratzinger, el más votado, a la cosecharía "una avalancha de votos" que lo consagraría pon-
postre Benedicto XVI.
tífice. "Tímido, esquivo, de pocas palabras, no mueve un
Con el paso del tiempo, otros calificados observadores se dedo para hacerse campaña, pero justamente esto es consi-
hicieron eco de la misma versión. Entre ellos, Vittorio Mes- derado uno de sus grandes méritos", apuntó sobre el carde-
sori (el periodista y escritor católico más traducido en las nal argentino. Y redondeó: "Su austeridad y frugalidad,
últimas décadas, autor del célebre libro Cruzando el umbral junto con su intensa dimensión espiritual, son datos que lo
de la esperanza, una larga conversación con Juan Pablo II, elevan cada vez más a su condición de 'papable'."
además de otro similar, Informe sobre la Fe, con el entonces El pronóstico de Magister no resultó muy errado. Dicen
cardenal Ratzinger), quien señaló: "Es cierto que un cóncla- los vaticanistas -Tornielli en primer lugar- que, tras la
ve es algo muy secreto, pero siempre algo se sabe. Todos segunda votación, Bergoglio parecía abrumado por el cre-
coinciden en que en las primeras votaciones del cónclave, los ciente número de votos que estaba recibiendo. Y que, en ese
cardenales Ratzinger y Bergoglio estuvieron prácticamente a momento, decidió dar el paso al costado y pedir que sus
la par". Luego de aclarar que no es un vaticanista, sino un sufragios fueran a Ratzinger -quien desde el vamos conta-
estudioso de los temas cristianos y, por lo tanto, no cuenta ba con más votos- por todo lo que éste encarnaba y para
con información propia, Messori volvió a citar los "comen- evitar que su candidatura bloqueara la elección y provocara
tarios coincidentes" para decir que Bergoglio habría pedido una dilación del cónclave que afectara la imagen de la Igle-
a sus pares que sus votos se volcaran a Ratzinger, el candida- sia. Una demora podía leerse como un síntoma de desunión
to más firme, casi obligado. "Es que se valoraba haber sido de los cardenales ante un mundo que los miraba con enor-
la 'mente teológica' de Juan Pablo II, quien mejor represen- me expectación. De hecho, empinados miembros de la Santa
taba su continuidad", completó.
Sede pronosticaban en los días previos a la elección que, si
~gunos o~servadores creen que las chances de Bergoglio rápidamente no se elegía a Ratzinger, se corría el riesgo de ir
crecieron sensiblemente desde que trascendió que otro jesui- a numerosas votaciones hasta que otro cardenal consiguiera
ta, el gran exponente del ala progresista, el cardenal italiano los dos tercios necesarios. Resulta comprensible, pues, que
Cario María Martini, se autoexcluyó de la lista de candida- Bergoglio no quisiera cargar con tamaña responsabilidad.
tos por sus problemas de salud. No obstante, no puede per- De todas maneras, para muchos analistas está claro que ter-
ders~ de vista que Martini siempre resultó demasiado pro- minó teniendo un papel sobresaliente.
gresista para los sectores conservadores, mayoritarios en el
Ahora bien, ¿cómo explicar el "fenómeno Bergoglio"? Hay
colegio cardenalicio, como para votarlo. También es cierto que remontarse, ante todo, al comienzo de este siglo, porque
que ya a fines de 2002 el prestigioso vaticanista Sandro Magís- la figura del cardenal argentino era poco conocida entre los
ter había escrito en el relevante semanario italiano L'Espresso
altos dignatarios eclesiásticos de lo cinco continentes hasta
que, si en ese momento hubiera un cónclave, Bergoglio que una circunstancia especial lo colocó en el centro de sus
r
16 EL JESUITA Introducción 17
miradas allá por 200 l. Más precisamente en torno al 11 de Con todo, cualquiera que haya visto a Bergoglio sabe que
septiembre. El entonces arzobispo de Nueva York, cardenal no es una figura glamorosa, del estilo que prefieren los pro-
Edward Egan, estaba en aquel momento en el Vaticano parti- gramas televisivos. Ni es un orador grandilocuente, con dotes
cipando de un sínodo de obispos de todo el mundo y debió histriónicas, sino de tono más bien bajo, pero de contenido
viajar a su ciudad para asistir a un homenaje a las víctimas del profundo. Además, hasta antes de ser designado obispo auxi-
terrible atentado a las Torres Gemelas, al cumplirse un mes. liar de Buenos Aires, en 1992, cuando tenía 55 años, era un
Su lugar como relator general de la asamblea, un puesto clave, perfecto out sider en la Iglesia, no un sacerdote que venía
fue ocupado por el cardenal Bergoglio, cuyo desempeño causó ascendiendo en la pirámide eclesiástica, haciendo carrera.
una excelente impresión. Todos los observadores coinciden en En aquel tiempo se desempeñaba como confesor de la resi-
que ese fue el punto de partida de su proyección internacio- dencia de la Compañía de Jesús en Córdoba, adonde había sido
nal. Por lo pronto, fue el más votado entre los 252 padres destinado hacía casi dos años. Fue el entonces arzobispo de
sinodales de 118 países para integrar el consejo post sinodal Buenos Aires, cardenal Antonio Quarracino, quien -atraído
en representación del continente americano. por sus condiciones- lo escogió como uno de sus principales
El prestigio de Bergoglio volvería a confirmarse dos años colaboradores (uno de sus obispos auxiliares). Y un año des-
después del cónclave, en ocasión de la V Conferencia Gene- pués lo convirtió en el principal, al ungirlo su vicario general.
ral del Episcopado Latinoamericano y el Caribe celebrada en Cuando su salud comenzó a deteriorarse, lo impulsó como su
Aparecida, Brasil. Allí fue elegido por amplísima mayoría sucesor (el Papa lo nombró arzobispo coadjutor con derecho
presidente de la estratégica comisión redactora del docu- a sucesión). Al morir Quarracino, en 1998, Bergoglio se con-
mento final, una responsabilidad por demás relevante si se virtió en el primer jesuita al frente de la curia porteña.
tiene en cuenta que en conferencias similares, como las efec- Por entonces, Bergoglio ya contaba con un gran ascen-
tuadas en 1969 en Medellín, Colombia, y 1979 en Puebla, diente sobre el clero de la ciudad, sobre todo el más joven.
México, surgieron declaraciones de enorme trascendencia Gustaba su afable cercanía, su simpleza, su sabio consejo.
para el catolicismo de la región. No fue el único reconoci- Nada de eso cambiaría con su llegada al principal sillón de
miento que Bergoglio cosechó en ese encuentro: el día que la arquidiócesis primada, sede cardenalicia. Habilitaría un
le tocó oficiar la misa, su homilía suscitó un cerrado aplau- teléfono directo para que los sacerdotes pudieran llamarlo a
so. Ningún otro celebrante fue aplaudido en la misma cir- cualquier hora ante un problema. Seguiría pernoctando en
cunstancia a lo largo de las tres semanas que duró la confe- alguna parroquia, asistiendo a un sacerdote enfermo, de ser
rencia. Testigos directos dicen que muchos participantes necesario. Continuaría viajando en colectivo o en subterrá-
aprovechaban los descansos para conversar con el cardenal neo y dejando de lado un auto con chofer. Rechazaría ir a
argentino y hasta fotografiarse con él como si fuera un famo- vivir a la elegante residencia arzobispal de Olivos, cercana a
so actor o un eximio deportista. la quinta de los presidentes, permaneciendo en su austero
18 EL]ESUITA Introducción 19
cuarto de la curia porteña. En fin, seguiría respondiendo desmanes y los simples ahorristas que reclamaban por sus
personalmente los llamados, recibiendo a todo el mundo y dineros retenidos en los bancos. Eran los tiempos en que Ber-
anotando directamente él las audiencias y actividades en su goglio iba ascendiendo en la estructura eclesiástica nacion~
rústica agenda de bolsillo. Y continuaría esquivando los hasta que, en 2004, sería elegido presidente de la ConferenCia
eventos sociales y prefiriendo el simple traje oscuro con el Episcopal (fue reelecto en 2007), liderando una línea mode-
clerigman a la sotana cardenalicia. rada, distante de los poderes y con marcada preocupación
A propósito de su austeridad, cuentan que, cuando se social, mayoritaria desde hacía ya un tiempo en una Iglesia de
anunció que sería creado cardenal, en 2001, no quiso comprar tradición conservadora. Una corriente que había sido muy crí-
los atuendos de su nueva condición, sino adaptar los de su tica del neoliberalismo de los años noventa y las recetas del
antecesor. Y que, ni bien se enteró de que algunos fieles pro- FMI y que siempre objetó el pago de la deuda externa sobre
yectaban viajar a Roma para acompañarlo en la ceremonia en la base del sacrificio de los que menos tienen.
la que Juan Pablo II le entregaría los atributos de purpurado, Es fácil detectar en los pronunciamientos de Bergoglio
los exhortó a que no lo hicieran y a que donaran el dinero del previos al colapso de principios de siglo su preocupación por
viaje a los pobres. Dicen también que en una de sus frecuen- el desenlace del deterioro de la situación del país.
tes visitas a las villas de emergencia de Buenos Aires, durante Sus mensajes en los Tedeum del 25 de Mayo -que con-
una charla con cientos de hombres de la parroquia de Nues- virtió en una suerte de cátedra cívica de gran resonancia-
tra Señora de Caacupé, en el asentamiento del barrio de fueron por demás elocuentes. Como aquél de 2000, cuan-
Barracas, un albañil se levantó y le dijo conmovido: "Estoy do Fernando De la Rúa llevaba poco más de cinco meses
orgulloso de usted, porque cuando venía para acá con mis como presidente, ocasión en la que dijo: "A veces me pre-
compañeros en colectivo lo vi sentado en uno de los últimos gunto si no marchamos, en ciertas circunstancias de la vida
asientos, como uno más; se lo dije a ellos, pero no me creye- de nuestra sociedad, como un triste cortejo, y si no insisti-
ron." Desde entonces, Bergoglio se ganó para siempre un mos en ponerle una lápida a nuestra búsqueda como si
lugar en el corazón de aquella gente humilde y sufrida. "Es camináramos a un destino inexorable, enhebrado de impo-
que lo sentimos como uno de nosotros", explicaron. sibles, y nos conformamos con pequeñas ilusiones despro-
Muchos recuerdan también por aquella época su gestión vistas de esperanza. Debemos reconocer, con humildad, que
para detener la represión en Plaza de Mayo, durante el estalli- el sistema ha caído en un amplio cono de sombra: la som-
do social de diciembre de 200 l. Fue cuando, al ver desde su bra de la desconfianza, y que algunas promesas y enuncia-
ventana en la sede del arzobispado cómo la policía cargaba dos suenan a cortejo fúnebre: todos consuelan a los deudos,
sobre una mujer, tomó el teléfono, llamó al ministro del Inte- pero nadie levanta al muerto."
rior, pero fue atendido por el secretario de Seguridad, a quien Pasado lo peor de la crisis, en el oficio patrio de 2003,
le pidió que se diferenciara entre los activistas que producían delante de Néstor Kirchner, que horas antes había asumido la
20
EL]ESU!TA 21
Introducción
humano y su tm
., . . 1 y todos los encuentros
d' enston espmtua ·
n cardenal manifestando
. · riablemente con u
jóvenes 36 y 43 años, de la Compañía de Jesús en el país termtnaron m va .d . "·Creen que lo que
duda sobre la utilidad del comeu o. (
(1973-1979) y rector del colegio Máximo, de San Miguel su ·p"
(1980-1986)? ¿Quién es este sacerdote que fue confesor de la dije puede resultar ún .. ' d a otar los temas que se le plan-
No existió la pretenswn e g . . , al pensamienco
comunidad en el colegio Del Salvador, de Buenos Aires (1986- 'l l d obtener una aproxtmacton
1990), con un interregno el primer año de seis meses en Ale- rearan. So o a e udo que pasó a ser
'bl 1 vex firme y muy ag ,
mania, donde completó su tesis sobre el eminente teólogo y de un ser senst e Y a a . l do Sus respuestas
d l 1 lesta en e mun .
filósofo católico Romano Guardini, un fogonero de la renova- un referente elave e a g .. una Iglesia llena de
' n recurrentes cnsts, a
ción eclesial que se plasmaría en el Concilio Vaticano II? refieren a un pats e b muchas veces incons-
. dad que usca,
¿Quién es este docente que llevaba a sus clases a Jorge Luis desafíos y a una socte d d ndencia. A hombres y
· se e trasce
Borges y le hacía leer los cuentos de sus alumnos? ¿Quién es cientemente, sactar su ·¿ sus vidas, amar y ser
. . encontrar sentt o a . .,
este pastor convencido de que debe pasarse de una Iglesia mujeres que qUieren . 'd d S en síntesis, una invttacwn
amados y alcanzar la fehct a . on, ' 1
"reguladora de la fe" a una Iglesia "transmisora y facilitadora
a pensar con la mirada puesta en lo mas a ro.
de la fe"? ¿Quién es este ministro religioso que, desde un
modesto lugar en una residencia jesuita de Córdoba, pasó a Francesca Ambrogetti
convertirse en pocos años en arzobispo de Buenos Aires, car- Sergio Rubín
denal primado de la Argentina y presidente del Episcopado?
¿Quién es, en definitiva, este argentino de vida casi monacal
que estuvo cerca de ser Papa?
Pese al apotegma que dice que es difícil conocer qué pien-
sa un jesuita -y teniendo en cuenta cierta aura enigmática
que acompaña al personaje-, este libro procura responder a
esos interrogantes a partir, centralmente, de una serie de
encuentros mantenidos con el cardenal Bergoglio a lo largo de
más de dos años en la sede del arzobispado porteño.
No fue fácil convencerlo de que accediera. "Las entrevis-
tas periodísticas no son mi fuerte", suele decir. De hecho, en
el primer encuentro sólo consintió, inicialmente, que se glo-
saran sus homilías y mensajes. Cuando, finalmente, aceptó
no puso condiciones, aunque sí cierta resistencia a hablar de
sí mismo frente a nuestro intento de mostrar su costado más
r
CAPÍTULO UNO
Provenían del norte de Italia, del Piamonte, de un pueblo Buenos Aires, que después fue sacada del edificio. En cada
llamado Portacomaro. Dejaban atrás un continente donde piso vivía un hermano. Con la crisis de 1932 se quedaron sin
aún no habían cicatrizado del todo las heridas de la Primera nada y tuvieron que vender hasta la bóveda de la familia. Uno
Guerra Mundial y ya se empezaba a temer seriamente que de mis tíos abuelos, el presidente de la firma, ya había muer-
podría estallar otra, una Europa con muchas carencias econó- to de cáncer, otro empezó de nuevo y le fue muy bien, el
micas. Llegaban a un país alejado de aquellas conflagraciones menor se fue a Brasil y mi abuelo pidió prestados 2.000 pesos
y las tensiones, que ofrecía la promesa de fuentes de trabajo al y compró un almacén. Papá, que era contador y que en la
parecer inagotables, salarios mejores, posibilidad de acceso a la pavimentadora trabajaba en la administración, lo ayudaba
educación para todos y gran movilidad social. En otras pala- haciendo el reparto de la mercadería con una canasta, hasta
bras, llegaban a un país de paz y progreso. A diferencia de la que consiguió un puesto en otra empresa. Empezaron de
mayoría de los inmigrantes, que al llegar se alojaban inicial- nuevo con la misma naturalidad con que habían venido. Creo
mente en el emblemático Hotel de los Inmigrantes, junto al que eso demuestra la fuerza de la raza.
puerto, los Bergoglio siguieron viaje a la capital entrerriana, -¿En Italia estaban mal?
donde los aguardaban ansiosos los familiares. -No, en realidad no. Mis abuelos tenían una confitería,
Los orígenes de la familia del cardenal, su venida al país, el pero quisieron venir para reunirse con sus hermanos. Eran seis
recuerdo de sus padres y las vivencias de su niñez figuraban en en total y en Italia quedaron dos, un hermano y una hermana.
el temario de la primera reunión con Bergoglio, concretada en -El concepto de mantener unida la familia es muy euro-
la sala de audiencias del arzobispado porteño, que sería a par- peo y, especialmente, muy italiano ...
tir de entonces el ámbito de todos nuestros encuentros. Ni -Es cierto. En mi caso, fui el que más asimilé las cos-
bien le mencionamos nuestras inquietudes, los recuerdos le tumbres porque fui incorporado al núcleo de mis abuelos.
surgieron en el acto: aquel fallido viaje en el Principesca Cuando yo tenía 13 meses, mamá tuvo mi segundo hermano;
Mafalda, la llegada al puerto del grupo familiar -entre somos en total cinco. Los abuelos vivían a la vuelta y para ayu-
ellos, su futuro padre, que por entonces tenía 24 años-, el dar a mamá, mi abuela venía a la mañana a buscarme, me lle-
episodio de su abuela con el tapado de zorro, los comienzos vaba a su casa y me traía a la tarde. Entre ellos hablaban pia-
en la capital de Entre Ríos ... montés y yo lo aprendí. Querían mucho a todos mis herma-
-¿Por qué su familia emigró a la Argentina? nos, por supuesto, pero yo tuve el privilegio de participar del
-Tres hermanos de mi abuelo estaban acá desde el año idioma de sus recuerdos.
1922 y habían creado una empresa de pavimentos en Paraná. -¿Cuánta nostalgia sentían sus mayores?
Allí levantaron el palacio Bergoglio, de cuatro pisos, que fue -A papá jamás le vi una señal de nostalgia, lo que impli-
la primera casa de la ciudad que contó con ascensor. Tenía una ca que experimentaba ese sentimiento, porque por algo lo
cúpula muy linda, parecida a la de la confitería El Molino de negaba. Por ejemplo, nunca hablaba piamontés conmigo, sí
28 EL]ESUITA La abuela Rosa y su tapado con cuello de zorro 29
con los abuelos. Era algo que tenía encapsulado, que había empieza: "Viviste muchas cosas ... Oh gran madre ... viviste
dejado atrás; prefería mirar hacia adelante. Recuerdo que una muchas cosas ... "y que termina: "Que el hombre no defrau-
vez yo estaba contestando, en un italiano bastante defectuoso , de lo que de niño te prometió". Recuerdo muy bien esto
una carta de una profesora de papá que me había escrito al porque tengo una especial devoción por mi abuela, por todo
seminario. Le pregunté cómo se escribía una palabra y lo noté lo que me dio en los primeros años de vida y así se lo reco-
impaciente. Me contestó rápido, como para terminar la con- nozco en uno de mis libros. Admiro mucho también a Nino
versación y se fue. Parecía que acá no quería hablar de lo de Costa, que hablando de los piamonteses tiene estrofas muy
allá, aunque sí lo hacia con mis abuelos. románticas que vienen a colación.
-Hay quienes dicen que Buenos Aires no mira hacia el Bergoglio nos recitó de memoria y, con mucha emoción,
río porque como fue construida, en buena medida, por una de ellas en piamontés y, luego, la tradujo al castellano:
inmigrantes que sufrieron el desgarro de la partida y el desa-
rraigo, ellos preferían orientarla hacia la pampa, que signi- Ma 'l pi dle volte na stagion perduva
ficaba el futuro. o na frev o 'n malheur di! só mesté
-El origen de la palabra nostalgia -del griego nostos a j'ancioda'nt'na tomba patanuva
algo5-- tiene que ver con el ansia por volver al lugar; de esto spersa 'nt'un camposanto foresté
habla la Odisea. Esa es una dimensión humana. Lo que hace
Homero a través de la historia de Ulises es marcar el camino La mayorfa de las veces perduraba en el sitio,
de regreso al seno de la tierra, al seno materno de la tierra en el calor, en el éxito y fracaso de su trabajo
que nos dio la luz. Considero que hemos perdido la nostal- y terminaba en una tumba
gia como dimensión antropológica. Pero también la perdi- en un campo santo arbolado.
mos a la hora de educar, por ejemplo, en la nostalgia del
hogar. Cuando guardamos a los mayores en los geriátricos Y redondeó: "La nostalgia poética que expresa aquí Nino
con tres bolitas de naftalina en el bolsillo, como si fueran un radica en el haber querido, pero no haber podido volver. Tam-
tapado o un sobretodo, de alguna manera tenemos enferma bién hay una notable reflexión sobre la nostalgia de la migra-
la dimensión nostálgica porque, encontrarse con los abuelos, ción en el libro JI grande esodo de Luigi Orsenigo."
es asumir un reencuentro con nuestro pasado. -¿Cómo se conocieron sus padres?
-Algo propio de todo inmigrante ... -Se conocieron en 1934 en misa, en el oratorio salesiano
-Ciertamente. Todo inmigrante, no sólo el italiano, se de San Antonio, en el barrio porteño de Almagro, al que per-
enfrenta a esta tensión. Un gran maestro de la nostalgia, el tenecían. Se casaron al año siguiente. Ella era hija de una pia-
poeta alemán Friedrich Holderlin, tiene una obra muy linda montesa y de un argentino descendiente de genoveses. Me
que le dedicó a su abuela cuando ella cumplió 78 años, que acuerdo mucho de uno de esos tíos abuelos, que era un viejo
La abuela Rosa y su tapado con cuello de zorro 31
30 EL JESUITA
Llegados a este punto, Bergoglio apeló a un giro risue- -¿Dar testimonio de alegría aún cuando la Iglesia invite
ño, acaso para distender la charla. a la penitencia y al sacrificio como forma de expiación?
-¿Puedo contar un cuento que viene a colación?, pre- -Claro que sí. Se puede hacer ayuno y otras formas de
guntó. privación e ir progresando espiritualmente sin perder la paz
-Claro. y la alegría. Pero cuidado, tampoco puedo caer en la herejía
-Trata acerca de un chico judío a quien echaban de todas del pelagianismo, en una forma de autosuficiencia, según la
las escuelas por indisciplinado hasta que otro judío le reco- cual yo me santifico si hago penitencia y, entonces, todo
mienda al padre un "buen colegio de curas". Y lo anima pasa a ser penitencia. En el caso del dolor, el problema es
diciéndole que, seguramente, allí lo van a enderezar. El padre que, en ciertas oportunidades, está mal llevado. De todas
acepta el consejo. Es así como pasa el primer mes y el chico se maneras, no soy muy amigo de las teorizaciones delante de
comporta muy bien, no tiene ninguna amonestación. Tampo- personas que atraviesan momentos duros. Me viene a la
co tiene problemas de conducta en los siguientes meses. El mente el pasaje evangélico de la samaritana que había teni-
padre, ganado por la curiosidad, va a ver al rector para saber do cinco fracasos matrimoniales y no los podía asumir. Y
cómo había logrado encarrilado. "Fue muy sencillo", le res- que, cuando se encuentra con Jesús y le empieza a hablar de
ponde el sacerdote. "El primer día lo tomé de una oreja y le teología, el Señor la baja de un hondazo, la acompaña en su
dije señalándole el crucifico: 'Ese era judío como vos; si te problema, la pone frente a la verdad y no deja que se aliene
portás mal, te va a pasar lo mismo'." con una reflexión teológica.
(Risas) Sin embargo, no nos dimos por vencidos con nues- -¿Y usted qué actitud adopta frente a una vida que se
tro argumento e insistimos. apaga como consecuencia de una cruel enfermedad?
-Pero usted no puede negar que la Iglesia destacó en sus -Enmudezco. Lo único que me surge es quedarme calla-
dos milenios el martirio como camino hacia la santidad. do y, según la confianza que tenga, tomarle la mano. Y rezar
-Debemos hacer una aclaración: hablar de mártires sig- por ella, porque tanto el dolor físico como el espiritual tiran
nifica hablar de personas que dieron testimonio hasta el final, para adentro, donde nadie puede ingresar; comportan una
hasta la muerte. Decir que mi vida "es un martirio" debería dosis de soledad. Lo que la gente necesita es saber que alguien
significar que "mi vida es un testimonio". Pero, actualmente, la acompaña, la quiere, que respeta su silencio y reza para que
esta idea se asocia con lo cruento. No obstante, por el tramo Dios entre en ese espacio que es pura soledad. Recuerdo otra
final de la vida de algunos testigos, la palabra pasó a ser sinó- película en la que una inocente condenada a muerte es lleva-
nimo de dar la vida por la fe. El término, si se me permite la da al pabellón de la muerte. Como era una empresaria vin-
expresión, fue "achicado". La vida cristiana es dar testimonio culada al mundo del jazz, la guardiacárcella recibe con músi-
con alegría, 'como lo hacía Jesús. Santa Teresa decía que un ca a todo volumen. La mujer hace, entonces, un cuadro neu-
santo triste es un triste santo. rótico y grita pidiendo que saquen la canción. No quería la
r
44 EL]ESUITA
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empresario entrado en años, comenzó a ponerse impaciente
Güiraldes en Don Segundo Sombra· . pues su valija tardaba. No disimulaba para nada su fastidio y
da por el agua Cuand h" . que su vida estuvo signa-
. o era e 1co s · b ponía cara como diciendo "ustedes no saben quién soy yo
rín entre las piedras· cua d ' emep a un arroyiro- salta-
' n o era un hombr ' . como para tener que estar esperando como cualquier hijo de
so y de viejo, un remanso. e, un no Impetuo-
vecino". Lo primero que me sorprendió es que una persona
-¿Tiene alguna propuesta para la creación de esos
remansos? mayor se vuelva impaciente.
-Los jóvenes, que tienen toda la vida por delante, suelen
-Los retiros espirituales son re
cialmente, donde el . d" . mansos armados artifi- ser los más impacientes ...
rnrno Iano se fre d -Como sabía la vida que llevaba, de su anhelo de querer
naesy se . a lugar
oración. ¡Ojo!: es artific·Ia ll a apertura del 1 a la.
ro. Un retiro espirit al 1 paCio, no e reu- repetir el mito del Doctor Fausto, de no querer bajarse del
u en e que hagan h caballo de los 30 años, me quedé triste frente a esa persona
te de beh · · . . escuc ar un casset-
avwnsmo religiOso con el que no supo aprovechar la sapiencia de la vejez. Que en vez de
mulación para obtene que se busca una esti-
r una respuesta no · añejarse, como el buen vino, se picó como el malo. Me quedé
el alma. El encuentro co o· . , sirve, ·no dremansa
n ws tiene que · triste, en fm, al ver a alguien con tantos éxitos, pero con un
adentro Deb Ir surg1en o desde
. o ponerme en la presenci d o· fracaso esencial. Que puede tener todo, vivir en la abundan-
por su Palabra, ir progresand l a e_ ws y, ayudado
está en el fond d d o en o que El quiera. Lo que cia, disponer de todos los timbres y, a la vez, ponerse tan mal
0 e to o esto es la ·' d por la demora en la llegada de su valija. En el fondo es alguien
es uno de los punt . cuesuon e la oración que
os que, en mi opinión h b solo, que forma parte del grupo de personas a las que el Señor
con mayor valentía. ' ay que a ordar
les da la posibilidad de ser felices en Él y con Él, sin ser cura
-La falta de remansos ·es sólo o monja, y que, por hacer girar la vida alrededor de sí mismos,
tiempo o tarnbié d ' <l un problema de falta de
n e que e creyente r 1 llegan a ser vino picado en lugar de vino añejo. La imagen del
espiritual? e ega su necesidad
vino añejo a mí me sirve mucho como metáfora para referir-
-La relega hasta que uno pisa una e, me a La madurez religiosa y la madurez humana, ya que van
cae sentado Que e aseara de banana y se
· una entermedad .. juntas. Si uno en lo humano se queda en la etapa de la ado-
desilusión, que algo , ' que una cns1s, que una
. que yo tema planeado desde m· .. lescencia, en La dimensión religiosa sucede lo mismo.
y no ncwnó R d . I exitisrno
fu · · · ecuer o un episodio q . -¿Cómo debe ser para usted la experiencia de orar?
aeropuerto y que m d . , . ue presencié en un
e eJo muy tnste S d.'
to en que todos los pasajeros, los de 1~ c~ce 10 _en ese rnornen-
-A mi juicio debe ser, de cierta manera, una experiencia
rnera, se confunden delante de la ci ase tunsta y los de pri- de claudicación, de entrega, donde todo nuestro ser entre en
rando las valijas Es u nta transportadora espe- la presencia de Dios. Es allí donde se producirá el diálogo, la
· n momento en el que t d escucha, la transformaci{m. Mirar a Dios, pero sobre todo
es y todos estamos d al o os somos igua-
1 esperan 0 go l . sentirse mirado por Él. En ocasiones la experiencia religiosa
la. De pronto, uno de l . . , porque a cmta nos igua-
os viaJeros, que era un eonOCI"dO
53
·mavera de la fe
J_¡t prt
52
~
1
, ¿ s y así fui
etapas mas ura ,
b tdo en las
nsitarlo, so re o '¡dades al encarar un pro-
en la oración se produce, en mi caso, cuando rezo vv•~d.luu;,.. t ra · oportun ,
rendiendo. En ciertas ' 1 tengo que volver arras y
te el Rosario o los salmos. O cuando celebro con ""'""·'!> aP . o actuo ma y d
gozo la Eucaristía. Pero cuando más vivo la experiencia blerna, rne eqmvoc ,d o me hace bien, porque me ayu a
Con to o, es ,
giosa es en el momento en que me pongo, a tiempo indefi- disculparme. . aciones de los demas.
a comprender las eqmvoc n creyente que llega a car-
nido, delante del sagrario. A veces, me duermo sentado -Alguien puede pensar que u
dejándome mirar. Siento como si estuviera en manos de muy claras.·· N'
denal tiene las cosas d s las respuestas. 1 tam-
otro, como si Dios me estuviese tomando la mano. Creo que . No tengo to a
No es oerto. lanreo más pregun-
hay que llegar a la alteridad trascendente del Señor, que es -
oco rodas las preguntas. 1
s· empre me p
as Pero las respuestas
Señor de todo, pero que respeta siempre nuestra libertad. P reguntas nuev · .
ras, siempre surg~n p a las distintas situacwnes ~
-¿Cómo examina su vida y su ministerio delante de
hay que ir elaborandolas frenfite que en general, por mi
Dios? , d 1 Con 1eso , ·
también esperan o as. ta que rne surge es eqm-
-No quiero mandarme la parte, pero la verdad es que l rimera respues
temperamento, a p . ión lo primero que se me ocu-
soy un pecador a quien la misericordia de Dios amó de una
vocada. Frente a una snuahc , Es curioso, pero me sucede
manera privilegiada. Desde joven, la vida me puso en car- h que acer.
rre es lo que no ay d nc.Iar de la primera reac-
gos de gobierno -recién ordenado sacerdote fui designado l dí a esco LJ d 1
así. A raíz de el o apren , d asar por el crisol e a
maestro de novicios, y dos años y medio después, provin-
. , Ya más rranqlil o,
·1 despues e Ph e hacer. Pero e
d
cial- y tuve que ir aprendiendo sobre la marcha, a partir Cion. , d e a lo que ay qu .
so1edad , voy acercan. .om se 1
satva na¿·¡e. Se puede pedlf
de mis errores porque, eso sí, errores cometí a montones. 0
la soledad de las decisiones n l que tiene que decidir
Errores y pecados. Sería falso de mi parte decir que hoy en 1 larga es uno e
un consejo, pero, a a d, - on las decisiones que se
día pido perdón por los pecados y las ofensas que pudiera ucho ano e .
y se puede h acer m . . to Por eso, es tan Impor-
haber cometido. Hoy pido perdón por los pecados y las no puede ser muy m¡us .
toman. u .
ofensas que efectivamente cometí.
tante encomendarse a Dws.
-¿Qué es lo que más se reprocha?
-Lo que más me duele es no haber sido muchas veces
comprensivo y ecuánime. En la oración de la mañana, en el
momento de las peticiones, pido ser comprensivo y ecuáni-
me, y después sigo pidiendo un montón de cosas más que
tienen que ver con las defecciones en mi andar. Es que quie-
ro transitar por la misericordia, por la bondad interpretati-
va. Pero, insisto, siempre fui querido por Dios, que me
levantó de mis caídas a lo largo del camino, me ayudó a
CAPÍTULO CINCO
"Cuando la jugaba
de T:arzan 1 "
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68 EL •cuttndo la jugaba de Tarzdn"
luego, cuando busca, descubre la lógica de la paciencia en la fuimos injustos o innobles. Yo no transité en paciencia esa
propia vida y en la de los demás. Transitar en paciencia es asu- tarde en la catedral, porque tenía que subir a ese tren al ~ue,
mir el tiempo y dejar que los otros vayan desplegando su vida. mente igual subí debido a que se atrasó. Fue un s1gno
fi1ll al ' 1 '
Un buen padre, al igual que una buena madre, es aquel que va del Señor que me dijo: 'Ves que la historia la arreg o yo.
interviniendo en la vida del hijo lo justo como para marcarle ·Cuántas veces en la vida conviene frenarse, no querer arre-
pautas de crecimiento, para ayudarlo, pero que después sabe ~larlo todo de golpe! Transitar la paci~~cia supone todas
ser espectador de los fracasos propios y ajenos, y los sobrelleva. esas cosas; es un claudicar de la pretenswn de querer s~lu
-¿Un ejemplo de esto podría ser la parábola del hijo cionarlo todo. Hay que hacer un esfuerzo, pero entendlen-
pródigo? do que uno no lo puede todo. Hay que relativizar un poco
-Me impresiona mucho esa parábola. El hijo pide la la mística de la eficacia.
herencia, el padre se la da, luego se va, hace "lo que se le canta'' -¿Ayuda la paciencia en el momento del dolor? .
y vuelve. Dice el Evangelio que el padre lo ve venir de lejos. -Más que nunca. Tenemos que saber que a la v1da no
De modo que debe de haber estado mirando, desde la venta- se la puede parir sin dolor. No sólo las mujeres sufren al
na, para ver si en algún momento lo veía venir. O sea que lo traer un hijo al mundo, sino que todas las pers~nas, en
esperó pacientemente. todas las cosas que realmente valen la pena y permlten cre-
Esto me hace acordar cuando éramos chicos y remontába- cer, debemos pasar por momentos dolorosos. El dolo.r es
mos un barrilete en la placita de la vuelta. Hay un momento algo que hace a la fecundidad. ¡Ojo!: No es u~a. acutud
en que la cometa entra en un movimiento de ochos y se viene masoquista, sino aceptar que la vida nos marca hm1tes.
abajo; para evitarlo, no hay que tirar del piolín. '¡Aflojále que -El cristiano, como otros creyentes, debería contarse
está coleando!', nos gritaban los que sabían. El sostener el entre los primeros en abrazar la paciencia porque confía en
barrilete semeja la actitud que hay que tener frente al creci- la voluntad de Dios ...
miento de la persona: en algún momento hay que darle cuer- -Cuidado, la paciencia cristiana no es quietista o pasi-
da, porque "colea''. Dicho de otra manera: hay que darle tiem- va. Es la paciencia de San Pablo, la que implica so-por~a~,
po. Tenemos que saber poner el límite en el momento justo. sobrellevar en los hombros la historia. Es la imagen arquet!pl-
Pero, otras veces, tenemos que saber mirar para otro lado y ca de Eneas que, cuando se quema Troya, se pone a su padre
hacer como el padre de la parábola, que deja que el hijo se vaya en los hombros -Et sublato patre montero petivi-, se pone
y malgaste su fortuna pata que haga su propia experiencia. su historia en los hombros y va caminando hacia el monte
-¿Y con nosotros mismos? en busca del futuro.
-También. Debemos dejarnos transitar en paciencia. . -¿De ahí viene otra de las expresiones que usted tanto
Sobre todo, ante el fracaso y el pecado, cuando nos damos repite: "ponerse la patria al hombro"?
cuenta de que quebramos nuestro propio limite, cuando -No sé, me salió así.
CAPíTULO SIETE
El desafío de salir
al encuentro de la gente
preferencial por los pobres es un mensaje fuerte del post con- -Creo que la palabra partidista es la que más se ajusta a
cilio. No es que no haya sido proclamado antes, pero el post la respuesta que quiero dar. La cuestión es no meterse en la
concilio lo enfatizó. La mayor preocupación por los pobres política partidaria, sino en la gran política que nace de los
que irrumpió en el catolicismo en los años sesenta constituía mandamientos y del Evangelio. Denunciar atropellos a los
un caldo de cultivo para que se metiera cualquier ideología. derechos humanos, situaciones de explotación o exclusión,
Esto podría llevar a que se desvirtuara algo que la Iglesia carencias en la educación o en la alimentación, no es hacer
pidió en el Concilio Vaticano II y viene repitiendo desde partidismo. El Compendio de Doctrina Social de la _Iglesia
entonces: abrazar el camino justo para responder a una exi- está lleno de denuncias y no es partidista. Cuando sahmos a
gencia evangélica absolutamente insoslayable, central, como decir cosas, algunos nos acusan de hacer política. Yo les res-
la preocupación por los pobres, lo que a mi juicio aparece pondo: sí, hacemos política en el sentido evangélico de la
maduro en la conferencia de obispos de Aparecida. palabra, pero no partidista. Otra cosa es si uno se mete a hacer
-Entonces ¿considera que hubo teólogos de la libera- política partidaria y, en este sent_ido, pensemos en todos los
ción que equivocaron el camino? casos que vimos en nuestro gremw.
-Desviaciones hubo. Pero también hubo miles de agen-
tes pastorales, sean sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos
jóvenes, maduros y viejos, que se comprometieron como lo
quiere la Iglesia y constituyen el honor de nuestra obra, son
fuente de nuestro gozo. El peligro de una infiltración ideo-
lógica fue desapareciendo en la medida en que fue crecien-
do la conciencia sobre una riqueza muy grande de nuestro
pueblo: la piedad popular. Para mí lo mejor que se escribió
sobre religiosidad popular está en la exhortación apostólica
de Paulo VI Evangelii Nuntiandi y lo repite el documento
de Aparecida en lo que es para mí su página más bella. En
la medida, pues, en que los agentes pastorales descubren
más la piedad popular la ideología va cayendo, porque se
acercan a la gente y su problemática con una hermenéutica
real, sacada del mismo pueblo.
-Ahora bien ¿hasta dónde la Iglesia debe involucrarse en
la realidad, por ejemplo, denunciando escenas de injusticia,
sin caer en una politización indebida?
""
CAPíTULO OCHO
El riesgo de degradar
el mensaje religioso
90
,
--
El riesgo de degradar el mensaje religioso
ctualmente muchos
de los que levantan 1as banderas de la
.
all onClben separa a
d de la persona humana.
1
un cepillo de dientes; tampoco un tumor. La ciencia c11:st:I~ ducación sexu a e 1 de educación sexua
e d contarse con una ey 1
que desde el momento de la concepción, el nuevo ser Entonces, en vez e 1 amor, se cae en una ey
. d d 1 persona, para e
rala plemtu e a
todo el código genético. Es impresionante. No es, entor1c:""""
pa o r d d Ésa es nuestra ob"¡ecwn.
. , No queremos que
una cuestión religiosa, sino claramente moral con base cien-' para la gemta 1 a . h ana. Nada más.
tífica, porque estamos en presencia de un ser humano. se degrade a la persona um
-¿Pero la graduación moral de la mujer que aborta es·
la misma que la de quien lo practica?
-No hablaría de graduación. Pero sí a mí me da mucha
más -no digo lástima-, sino compasión, en el sentido
bíblico de la palabra, o sea, de compadecerse y acompañar,
una mujer que aborta por vaya uno a saber qué presiones,
que aquellos profesionales -o no profesionales- que
actúan por dinero y con una frialdad única.
Más aún, en las clínicas, que practican clandestinamente el
aborto, se las "sacan de encima" inmediatamente por temor a
posibles denuncias y a que aparezca la policía. Las mandan,
sin más, a la casa y, si se desangran, "que se joroben". Esa frial-
dad contrasta con los problemas de conciencia, los remordi-
mientos que, al cabo de unos años, tienen muchas mujeres
que abortaron. Hay que estar en un confesionario y escuchar
esos dramones, porque saben que mataron a un hijo.
-¿La Iglesia no cierra los caminos que evitarían muchos
abortos oponiéndose a la difusión de los métodos anticoncep-
tivos y, en algunos lugares, limitando la educación sexual?
-La Iglesia no se opone a la educación sexual. Personal-
mente, creo que debe haberla a lo largo de todo el crecimien-
to de los chicos, adaptada a cada etapa. En verdad, la Iglesia
siempre impartió educación sexual, aunque acepto que no
siempre lo hizo de un modo adecuado. Lo que pasa es que
r
CAPÍTULO NUEVE
El claroscuro
de la conciencia
El claroscuro de la conciencia 97
engrandece. Por tanto, esa falla le sirve como trampolín panteísmo en el aire, tipo spray, no se sostiene. A la larga,
para su crecimiento. El alcalde de una gran ciudad europea necesita plasmarse en un ídolo y se termina así adorando a
contaba, una vez, que todas las noches terminaba su jorna- un árbol o viendo a Dios en un árbol.
da con un examen de conciencia. Si bien era agnóstico, -También es cierto que mucha gente dice que cree en
sabía que su vida tenía un sentido y se esforzaba por corre- Dios, pero no en los curas.
gir su conducta. Lo malo le servía para ser mejor. -Y ... está bien. Muchos curas no merecemos que crean
-Esta perspectiva, cuanto menos, permite afrontar de en nosotros.
otra manera el tema de "la culpa" en el catolicismo.
-Ciertamente. Por eso, para mí el pecado no es una
mancha que tengo que limpiar. Lo que debo hacer es pedir
perdón y reconciliarme, no ir a la tintorería del japonés de
la vuelta de mi casa. En todo caso, debo ir a encontrarme
con Jesús que dio su vida por mí. Es una concepción bien
distinta del pecado. Dicho de otra manera: el pecado asu-
mido rectamente es el lugar privilegiado de encuentro per-
sonal con Jesucristo Salvador, del redescubrimiento del pro-
fundo sentido que Él tiene para mí. En fin, es la posibilidad
de vivir el estupor de haberme salvado.
-Para cerrar esta temática, recurrimos a una cita de
Juan Pablo Il, quien observaba en la sociedad una situación
paradójica: una creciente indiferencia religiosa, por un lado,
y una muy fuerte búsqueda religiosa, no siempre por cami-
nos ortodoxos, por el otro. ¿Qué opina?
-Efectivamente. Hay negación de Dios a través de los
procesos secularizantes, de las malas autonomías humanas.
Y hay búsqueda de Dios de mil maneras que exige poner
cuidado para no caer en una experiencia consumista o, a
lo sumo, en una "trascendencia inmanente", que no termi-
na de plasmarse en una verdadera religiosidad. Lo que pasa
es que es más difícil entrar en contacto personal con Dios;
un Dios que me espera y me ama; no con algo difuso. El
r
CAPÍTULO DIEZ
.
estuvimos a
la altura de las circunstancias. Pero todavía esta-
, .
. o de dar vuelta la pagma.
para que se tomara conciencia de la cruel paradoja de que, rnos a uemp . . d la pobreza son elocuentes.
un país con capacidad para alimentar a 300 millones de -Los datos del creCimiento e . de los
. ' d 1 4% de obres, a comienzos
sanas, la desnutrición no es una rareza? La Argenuna paso e Pl . . d 200 l. Hoy hay
' d 1 50% durante a cnsiS e
-Primero, quiero hacer un par de apuntes que vienen.·. setenta a mas e
ue pasa hambre ...
cuento. Según los italianos, en la Argentina tiran una seJní]IJj tanta gente q e . 'd d d San Cayetano, patrono
-Con ocasión de la testlVl a e . , del adre
en la calle y crece enseguida una planta. Además, no COJlCII~ . . , 1 letra de una canc10n p
a las vacas pastando libremente, sino en establos. En los del pan y del trabaJO, Cite a sible morirse de hambre
pos de mi padre, en su casa de la montaña, en el norte de Julián Zini que destaca que no es po na tremenda injusticia
. d 1 an porque es u
lia, el establo estaba pegado a la vivienda para que el calor en la tierra bend Ita e P ' di). e Dios nos
tria bendita en la que, como ' . . .
los animales sirviera de calefacción. Los animales no salían que en nuestra pa b . E una enorme inJUStiCia y
fa! 1 an y el tra aJO. s
pastar, les Uevaban la hierba y los granos. La verdad es que dio to d o, t~ e p bilidad en la distribución de sus recur-
sé si nuestra gran riqueza habrá contribuido a hacernos las una flagrante ~::o~s~glesia lo señalamos, enseguida s~rgen
cosas fáciles, pero sí puedo afirmar que no hemos explotado sos. Cuando h bl do contra el Gobierno.
·d ue estamos a an
lo que tenemos. En el día del juicio delante de Dios, nos con- quienes consl eran q ' ' d al as bajas momentáneas, la
taremos entre los que enterraron el talento dado y no lo hici~ Pero hace años que, mas alla e gurt al
No es una cuestión coyuntur .
ron fructificar. No sólo en agricultura y ganadería, sino tam- pobreza crece. l' . onómicas equivocadas?
bién en minería. La riqueza minera de la Argentina es impre- _(·Es un problema de po meas ec
' complejo~
sionante. Claro, tenemos mucha montaña. Además, con toda (·O es y,
un asunto mas e d
diría que en e1 IOn o, es
· un probl ema de pecado ·
. .
la costa que hay, no estamos acostumbrados a comer pescado, - o , - s la Argentina VIVe una snua-
ni a elaborarlo para exportar. En otras palabras, a lo largo de Desde hace unos cuantos ano h' rgo de la gente que no
d arque no se ace ca
nuestra historia, no creamos fuentes de trabajo basadas en ción d e peca o, P b'l'd d es de todos. Es
. b ·o La responsa 11 a
nuestros recursos. No puede ser que las fuentes de trabajo tiene pan, nl tra aJ . d 1 r'¡stianos Es de quienes
b . E de to os os e ·
estén principalmente bordeando las grandes ciudades, el gran mía, como o lspo. s . · · 1 Acá en Bue-
. . na clara concienCia socia .
Buenos Aires, el gran Rosario ... No puede ser. gastan el dmero sm u d p to Madero hay 36 res-
1 1 te zona e uer
-Pero es ... nos Aires, en a e egan ' 'nto cuesta una cena, pero
1 que no se cua .
-Seguramente ustedes conocen aquel cuento que relata taurantes en os $ E punta está la vdla
1 bran 20 n Ufla
que varios embajadores van a verlo a Dios para quejarse por- seguro que no a co l. e sa villa 31, de Retiro.
. B y en la otra, a ramo
que, a diferencia de sus naciones, había dotado a la Argentina Rodngo ueno h b Esto revela una falta
h ente que pasa am re.
de tantas riquezas y el Todopoderoso les responde: "Sí, pero En am b as, ay g h unas pocas veces
. . 'al Cuanto mue o
también les di argentinos." Bromas aparte, es claro que no de conc1ene1a soc1 ·
.
106
Un país que no termina de despegar 107
damos una limosna, incluso, sin mirar a los o¡os años con un título de obrero especializado que el Estado reco-
pobres, como una forma de lavar culpas. noce. O sea, se los forma en el esfuerzo. Lo que tiene de bueno
-Es fuerte lo que dice ... el trabajo, retomando un poco lo que antes decía, es que uno ve
-Ocurre que -como lo expresé en una visita a la radio el resultado y se siente "divino", se siente como Dios, capaz de
del santuario de San Cayetano-- es un deber compartir la ali- crear. En cierto sentido, se siente como un hombre y una mujer
mentación, el vestido, la salud, la educación con nuestros her- que tienen en brazos a su primer hijo. La capacidad de crear les
manos. Algunos podrán aseverar: "¡Qué cura comunista cambia la vida. Bueno, el pibe que trabaja siente lo mismo. La
éste!". No, lo que digo es Evangelio puro. Porque, ojo, vamos cultura del trabajo, unida al ocio sano, es insustituible.
a ser juzgados por esto. Cuando Jesús venga a juzgarnos le va -¿Una crisis tan profunda como la de principios de este
a decir a algunos: "Porque tuve hambre y me diste de comer, siglo nos hará recapacitar?
tuve sed y me diste de beber, estaba desnudo y me vestiste, -Permítanme traer a colación el caso de Japón que el
estuve enfermo y me visitaste." Y, entonces, se le preguntará al doctor Sanguinetti mencionaba. Recordemos: termina la
Señor: "¿Cuándo hice esto porque no me acuerdo? Y el res- Segunda Guerra, el país queda sumido en un gran fracaso. No
ponderá: "Cada vez que lo hiciste con un pobre lo hiciste con- sólo sufren la espantosa destrucción atómica de ciudades ente-
migo." Pero también le va a decir a otros: "Váyanse de acá, ras, que sella todo el luctuoso saldo de la conflagración, sino
porque tuve hambre y no me dieron de comer." Y, también, que también padecen el gran fracaso cultural cristalizado en el
nos reprochará el pecado de haber vivido echándole la culpa mensaje radial del emperador, cuando dice que él no es de
por la pobreza a los gobernantes, cuando la responsabilidad, condición divina. A partir de entonces, los japoneses empeza-
en la medida de nuestras posibilidades, es de todos. ron a reconstruir su país. En sus puertos, que habían sufrido
-El problema es que hay vastas capas de las nuevas gene- los bombardeos, los chicos, los jóvenes, los hombres se tiraban
raciones que no tienen un nivel mínimo de educación o que al mar con una llave inglesa para sacar de los barcos hundidos
no fueron formadas en la cultura del trabajo. La movilidad -y también de los aviones que cayeron- trozos de hierro
social que caracterizó a la Argentina, aquello de "m'hijo, el para las fundiciones, que darían paso a las acerías japonesas.
doctor", está, cuanto menos, seriamente amenazada. Arrancaron, pues, de cero.
-Puede ser, pero podemos hacer mucho para revertido. -¿Y usted cree que podría haber una reacción parecida en
Pongo, como ejemplo, la obra del padre Di Paola en la villa la Argentina?
21 del barrio porteño de Barracas. A los chicos que se droga- -Lo que puedo decir es que existen muchos ejemplos a lo
ban, el padre Pepe les dio una alternativa: una escuela de artes largo de la historia que muestran que la capacidad creativa
y oficios, que surgió con una antigua crisis en Europa y que, para generar trabajo y salir adelante suele aparecer, especial-
a partir de la suscitada aquí en 2001, volvió a ponerse en mar- mente, en las crisis más profundas, cuando "no queda otra"
cha, porque la situación era la misma. Los pibes salen a los dos Tal vez, la Argentina llegó a ese punto ...
r
'
CJ\PíTULO ONCE
La construcción
de una cultura del encuentro
112
conservar tal
'b' ue tengo que l
o que rect t y q . . . se mata a a
· es aquell rol entena, ,
y la calumnia. La primera consiste en no dar nunca la · patna "b' De esa manera, a . . ne que ser uto-
0 lo rect 1. d uimonto ne
mación completa sobre una persona o un episodio y corn. la de"la crecer. To o pa h y que dárselo a los
1a no se . ' pero a l .
rápidamente en el chisme. Los mismos medios toman patr , J ben mantener sus ratees, J liando. No nos o Vl-
. . se ue · uesarro
nas veces sólo lo conflictivo, aunque sea un enfoque ptco, ·tusión de que lo slgan ue el peligro no es
parcial. Para mí, la desinformación es la actitud más hijos coqnul; ~as utopías hacen creflcer.. ~nlar~e{quehacer patrióti-
grosa, porque decir una parte de la verdad marea, desoirie.n-·1 Jemos
u l 1 sura ue J 1a re ex1o , .b. ' no .¡r mas ·
'lo caer en a e au lo que se rect to y 1
ta al receptor. La difamación y la calumnia son más graves so , uedarse en . . robre, en a
como deCta, en q ' -histórica, stn ralga
moralmente que la desinformación, pero quizá no tan dañi- co, . am b.ten, en la utopta a
all , smo t , .
nas en el plano del encuentro. Por otra parte, nuestra psico- · ·• a, , loca en la pura utopta. _e a esa identidad que posl-
logía nos lleva mucho al conventillo. ¿Qué es el chisme? Es utopta ' . ómo se a11rm
~En este marco, (e
una verdad sacada de contexto. Es aquello del tango que ' . J J d una per-
b.lita el encuentro. e mala idenuuau e .
dice: "qué vergüenza, vecina, vestirse de blanco después de 1
i
.
entena,
. 1o
que atH
h . ntes claves:
E pnmer
n
que pecó." Y la psicología del conventillo nos lleva al desen- - A m onza D' y
d una patria son ues . ue mira a tos
cuentro. Una vez me llamó un obispo indignado por una sona y e . te de \a trascendenCia, q y 1 que no cree?
lugar, el honzon . hacia los demás. ¿ e cual
declaración de una persona que se había basado en un chis- ·b·t· la trascendenCia ' de los otros, lo
me, totalizando una verdad parcial. Le sugerí que no le post Htta lo menos, a naves o uas-
Puede trascender, por . Pero, sin el otro, no t~ng "d el
hiciera caso, que considerara que era un chisme de barrio. . . r el aislamtento. . de la dtverst a ,
erm1te ev1ta el horrzonte .
-Advierten los psicólogos que, cuando se carece de identi- p d cia. En segundo lugar, bl Una diversidad organt-
dad se busca afirmarla por la negativa, descalificando al otro ... cen en un pue 0 · 1 ec-
lo que enriquece a 1 horizonte de a proy
-Efectivamente. Uno no dice yo soy, sino yo no soy. Lle- que es . J Finalmente, e lo que se
el y armonrzaua. . h .a atrás para ver
gamos a bajar al otro para quedar más alto nosotros. Conven- za a 1 o de mtrar aCI uiere y se
. o' n que lleva, ueg l hacia donde se q l
gamos que la falta de identidad es falta de pertenencia. Llega- ct h · de ante, y a
.b., a enfocar aoa J fender la persona
dos a este punto, me parece importante distinguir entre reCl w, h rizontes para ue . . e: • "No" al
· S n ues o . 51 gnmcan.
nación, país y patria. El país es el ámbito geográfico, con una debe lf. o dos or la negauva, .. "no" a la
tria que, expresa P . de uascendenoa, .
ubicación geopolítica; la nación es la organización nacional pa J c'tr a la carencta 1 pensamtento
• es ue ' neran e
con su historia y sus leyes, y la patria es un patrimonio -de atetsmo, ' d los poderosos que ge. . d d y "no" a los
supremacta e dor de \a dtversl a ,
allí viene la palabra-, es lo más valioso que se tiene, lo que se . hegemónico, nega "b"t'"tta el encuentro.
·meo o A • e post t
recibió de los que estuvieron antes. Todo lo que ellos hicieron u . mos a-históricos. sl, s d lo posible para con-
progreslS d hace to o
por la patria, la nación y el país constituye un legado que debo ·Considera que uste < ·Algunos \legaron a
-~. del encuentro. l.
transmitir a los demás, pero acrecentado. Esto es lo que esta-
tn"b m. r a la cultura
blece la diferencia con los restauracionistas, para los cuales la
ll5
114
d como lo que
' durante su man ato,
. mpre lo trate,
acusarlo de ser una especie de líder de la rque ste .,
po . el presidente de la Nacton. . mbros de aquel Gobierno?
gobierno de N éstor Kirchner? era. . d otros mte
. uió vten o con d Por otra parte,
-Todo lo que sea desencuentro me duele. -i Se stg do el m un o.
-Por cierto. om
e o con to .d
. . tos sectores me pt en
una
incluso, que más de una vez me acusé de no haber
do dirigentes de los dtstl~ la misma: dialoguen,
todos los medios a mi alcance para llegar a una comunión cuan . uesta es stempre
alguien en conflicto. Eso también me duele y lo considero orientación, mt resp
· aloguen. · ·
pecado. Pero considerarme a mí un opositor me parece dialoguen, d 1
manifestación de desinformación. Creo que a la gente le
tan mis esfuerzos -aunque no quisiera particularizar en
persona, sino referirme a toda la Iglesia- por tender vu•cu•.~
con todos, pero con dignidad.
-Luego de la visita que usted -junto a las otras auto-
ridades del Episcopado- le hizo a Kirchner en 2003, con
motivo de su asunción como presidente, nunca más se vol-
vieron a reunir. ¿Debemos deducir de sus palabras que no
estaban dadas las condiciones para que usted le pidiera
una audiencia?
-No quiero mirar hacia atrás. Sólo afirmo lo que ya
dije: mi esfuerzo y el de toda la Iglesia para tender puentes,
pero con dignidad.
-¿0 sea que si Kirchner le hubiese pedido verlo, habría
accedido?
-Por supuesto. Además, en 2006 le mandé una carta
para invitarlo a la ceremonia de recordación de los cinco
sacerdotes y seminaristas palatinos asesinados durante la
dictadura, al cumplirse treinta años de esa masacre perpe-
trada en la iglesia de San Patricio.
-Nunca se supo que usted lo había invitado ...
-Más aún: como no era una misa lo que iba a realizarse,
cuando llegó a la iglesia, le pedí que presidiera la ceremonia,
r
CAPíTULO DOCE
"También me gusta
el tango"
"Tam b.'
ten me gusta el tango" 123
-----
n enos Aires-Córdoba- en oz
M d a y viceversa, me p
idió que
"tentras el avión iba y vol-
-Hay una que valoro muchísimo que me escribió vU 1
. ,ramos en e aer opuerto m all' -era 13 ¿ e
en italiano, medio en castellano, en 1967, con motivo nos reunte ' ue conversamos t
, de Mendoza. Fue ast q . de consultas de temas
ordenación. Por si se moría antes, tuvo la precaución de vta hizo una sene , ·
!llayo de 1992-, m_e, vuelto de Mendoza, estaba proxt-
tarla con anticipación para que, junto con un regalo que
bién previó, me la entregaran el día en que me convirtiese serios y, cuando el avwn, y~uenos Aires y avisan que los' p~a-
[llO a d e
spegar de regreso a
informa:
"Ah · · · una uluma
sacerdote. Mortunadamente, cuando me ordenaron ella
. ros deben presentarse, _me ·¡· r de Buenos Aires y la
y me pudo entregar las dos cosas. Acá tengo esa carta (toma ¡e b d btspo aUXl ta 1 d""
fue nom ra o o " As' nomás me o l)O·
breviario y la busca entre sus páginas). cosa... . ' h pública el 20... 1 ,
-¿Quiere leérnosla? designacwn se ace ., '
.y cuál fue su reacClon. o consecuencia de
-Si, claro. "En este hermoso día en el que puedes -' - alé antes, com
Me bloqueé. Como sen bloqueo y mi primera
en tus manos consagradas el Cristo Salvador y en el que se -- l . mpre me .
1 bueno o ma o, ste
abre un amplio camino para el apostolado más profundo, t17 un go pe, ., · mpre mala. d"
dejo este modesto presente de muy poco valor material, pero · reacción es, tambten, ste d fue nombrado obispo coa ¡u-
de muy alto valor espiritual." - · Reaccionó igual cuan o d al Quarracino?
' . ' del car en .
-¿Y qué dice el testamento? (Vuelve a escudriñar en el tor con d
erecho a suceston
. io genera , cu
1 ando Quarracmo
breviario.) -Igual. Como era su vtcar le solicité que no me
d r yo a su vez "1"
1
o
-En uno de los párrafos escribió: "Que éstos, mis nietos, .d. , a Roma un coa ¡uto , un obispo auxl laT
p1 10 . · 0 vo ver a ser
a los cuales entregué lo mejor de mi corazón, tengan una vida . a ninguna diócests, stn ,.. : "Soy porteño Y
envtara . ' l de Buenos ['Ures. '
larga y feliz, pero si algún día el dolor, la enfermedad o la pér- rgo de una vKana zona d " le explique. Pero el
a ca . , hacer na a , .
dida de una persona amada los llenan de desconsuelo, recuer- de Buenos Atres no se - llama Calabrest y
fuera edia manana me
den que un suspiro al Tabernáculo, donde está el mártir más 27 de mayo de 1997 a m d 'bamos por el café, y yo me
grande y augusto, y una mirada a María al pie de la cruz, pue- . al rzar Cuan ° esta e traen
me invtta a mo . . y despedirme, veo qu
le el convtte m-
den hacer caer una gota de bálsamo sobre las heridas más pro- restaba a agrad ecer Pensé que era su cu
ap U de champagne.
fundas y dolorosas." una torta y una bote a p 1 sorpresa sobrevino al pregun-
-¿Cómo fue el momento en que, siendo un sacerdote leaños y casi lo saludo. ero a_ -me respondió con una
p
más de la residencia jesuita de Córdoba, se enteró que iba a ser "No no es mt· cumpleanos d el nuevo ob.tspo
tar1e. ' asa es que uste es
obispo auxiliar y, nada menos que, de su amada Buenos Aires? amplia sonrisa-, lo qu_e p "
-El que era Nuncio Apostólico en ese momento, monse- coad¡"utor de Buenos Atres. . . , cuand.o escuchó una y otra
ñor Ubaldo Calabresi, me llamaba para consultarme acerca de ·qué smuo .. s
Ya que estamos, ' . . d ante los escrutmto
algunos sacerdotes que, seguramente, eran candidatos a obis-
- t Capilla Stxnna ur
vez su nombre en a d Juan Pablo 11?
po. Un día me llamó y me dijo que esta vez la consulta debía · , del sucesor e
para la elece1on
ser personal. Como la compañía aérea efectuaba el vuelo
126
Creo quepaná ' l . Cuando nos estábamos despidiendo, Bergoglio nos pre-
r esta en e czelo junto al S. -
Creo que 1 J enor. sentó a un piloto de Alitalia, Aldo Cagnoli, que venía a salu-
. e paare Duarte' tambié ' .
mt sacerdocio. . n esta alli mtercediendo por darlo. Se habían conocido en los vuelos Roma-BuenosAires-
Creo en Maria, mimad, Roma, y habían iniciado una gran amistad.
.J~·
Y espero la sorpresa de re, que
J
me ama y
J' nunca me '-"';ará solo. Cagnoli, recibido unos años atrás de sociólogo, le traía una
caaa ata en la qu .
amor, la foerza la t . . ' e se manifostará el copia de su tesis doctoral sobre terrorismo aéreo que le dedi-
, ratcron y el pecad.
hasta el encuentro d.·~ . . o, que me acompañarán có. Como proyectaba publicar un libro sobre el mismo tema
' , lJtnttrvo con ese rostr .,
se como es, que le escan . o maravzt'loso que no venía, también, a pedirle que escribiera el prólogo.
,o contmuamente p .
cer y amar. Amén. , , ero que qutero cono- Creímos que podría brindarnos una mirada de Bergo-
glio desde un ángulo diferente y, en otra de sus venidas a
Buenos Aires, le pedimos que nos contara sobre su amistad
La escenografía de su bI'bl'Ioteca personal con el cardenal.
algunos retratos de P . se completa con
ersonas quendas p En la cita, Cagnoli mencionó que conoció a Bergoglio el
. or caso, una foto de
20 de abril de 2005 en un vuelo entre Roma y Buenos Aires,
y que tomó contacto con él movido por el interés que le des-
l. El padre Duane fue quien lo confesó ese 2! d . b pertó su personalidad tres años antes, desde que cayó en sus
e sepnem re.
manos un artículo de un diario sobre un cardenal argentino
131
"También me gusta el tango"
130
---- . .
terribles sufnmlentos.
" T" mpo después, le mandó
le .
de origen italiano, que asumía su misión pastoral con un por sus . h imagen de un ensto con
Buenos Aues una ermosa .
te compromiso moral y una gran humildad. des de . d . "Fue una respuesta que a mi
una mirada res1gna a Y nema. , ,
Desde entonces, Cagnoli siempre anheló poder d e lo conmovió mucho ' remarco.
dizar las breves y parciales informaciones del pa re l" dmira de Bergoglio la capacidad para _en_con-
agno 1 a ada cosa desde dlstmtos
"Cuando lo encontré por primera vez en el avión e 1 b de cada uno y ver e .
uar o ueno . do siempre una ruta bien
cambiamos algunas opiniones, descubrí que era ... v ....J · un manten1en
puntos d e vista, a d h mbre según mi modesta
había imaginado, hasta en algunas particularidades", ·d "L grandeza e un
definl a. a
° '
, n levantar muros, escon-
tió. "Me impactaron -agregó- su gran capacidad . . ' -redondeó--, no esta e
hacer que el interlocutor se sintiera cómodo y en co.neJdói op!n!On "d ' cargo sino en saber con-
. 'ndose detrás de su sabl una y su
d¡e ' d
con él, su aspecto austero que contrastaba con su calidez mente con to os y, con
frontar críticamente y respetuosa al uier momento de la
especialmente, su extraordinaria sencillez." humildad, poder aprender algo en e~ "q
vida; éste es para mí el paddre Bert~ogen!Osu. sencillez unida a su
Al finalizar esa primera charla -durante la que
brieron que ambos habían nacido un 17 de diciembre-, '·"S granezaesa
Y corre1uyo. u . · d d su apertura
goglio lo invitó a visitarlo en Buenos Aires. Cagnoli no . , sim atía umda a su sene a '
gran sab!duna, su _P .d d de escuchar y apren-
pasar la primera oportunidad, pese a que su estancia en mental unida a SU recntud ' la capaCI a ~ e hace
capital argentina era muy corta. La amistad continuó en suce; der de todos, aun teniendo tanto parad~nse~a\o rqe;e q::chos
sivos encuentros en Buenos Aires y en Roma, con largas char~ .' . 1 a la vez extraor mana,
en forma s!mp e y, L. d la Iglesia deberían hacer y,
las sobre los temas más variados, desde los culinarios a pro- hombres de dentro y lUera e
blemas éticos y sociales. Compartieron, incluso, algunos lamentablemente, no hacen".
momentos en la casa de los padres del piloto. Cagnoli quedó
impactado por la capacidad de Bergoglio de encontrar temas
de conversación y reflexión, más allá de las aparentemente
ingenuas e involuntarias provocaciones de su padre, un arte-
sano carpintero de profunda fe comunista.
"En uno de los encuentros, por ejemplo, mi padre le dijo
que tenía grandes dificultades en tallar una imagen de Cristo
en la cruz, que le había prometido como regalo, pues su pro-
blema, como artesano, era que imaginaba a Jesús como un
hombre sufriente, muy enojado por lo que le estaba pasando",
narró. "Nunca lo pensé así -le contestó Bergoglio-, pero tal
vez, Cristo en su humanidad, de alguna manera estaba enojado
CAPÍTULO TRECE
134
El arduo camino hacia una patria de hermanos
135
----
._ 1 1 peores torturas y
los responsables se lavaron las
b 1
ya que no faltaron acusaciones de debilidad -y hasta de f¡uso, as d d' al os porque no sa en o
- exclamó: "Pa re, per on ' '
plicidad de ciertos miembros del clero-- frente a las manos , l 1, para buscar una excusa y, asl,
" El se as arrego . .
ticas violaciones de los derechos humanos. que h acen . E cuanto a a rrase.
1 e . "si tu enemigo nene
En ese marco, el concepto "reconciliación nacional" -sotm d 1
poder per onar os. n . . d da! de beber"' apareció
da! d mer s1 nene se , e
bases de verdad, justicia y perdón- blandido por los vv•~l'~'"' hambre, e e co , b ,. Hasta ahora, leíamos:
. , al astellano uems1ma. ,
suscitó interpretaciones encontradas. Hubo quienes crt~P'tnti una trad ucc10n e b d fuego sobre su cabeza .
' s o rasas e
ver, detrás, una ofensiva para que no se insistiera con el "Así amontonaras ascua b " La tra-
, la cabeza "no me cerra a .
le un brasero en d '
do y se cerrara su revisión judicial (lo que implicaba un du·uvo" Eso d e meter b' n "así su cara ar era
· en cam 10, e '
a cuanta ley de cese de la acción penal surgiera), =•·:m•tí?·:ln-i ducción nueva la convierte, está indicando una
, E de alguna manera,
dose así, centralmente, la impunidad de los militares de vergüenza . sto, . d tan humana, y que
11 gue a una acntu
erados. Otros, en cambio, consideraron esa prédica como un estrategia: e1 que se e .. nza de algo malo que
es la de tener vergue
aporte a la pacificación, sobre todo en momentos en que la tanto nos h onra, que .. d.' la última sal-
h El e no tiene verguenza per 10
democracia recuperada daba, trabajosamente, sus primeros hemos hec o. qu tropelía· es un sinver-
l de contener en su '
pasos. Pero ¿cómo debe interpretarse la prédica a favor de la vaguarda que 0 pue . . . 1• no dice "olvídate".
0 1 'd "
reconciliación? ¿Cuál es el verdadero sentido y alcance del per- güenza. Jesús en esto" no negoCia. d
1 ¡o..
pero no o VI o .
dón cristiano? ¿Cómo se compagina con el castigo judicial? -Suele decirse yo per on~'. edo olvidar,
h1e1eron no me pu
¿Se debe perdonar al que no se arrepiente? ¿Implica, necesa- -De las cosas que me . n el momento
. l n otros o¡os, aunque e
riamente, una reparación del perdonado? En fin, ¿se puede pero puedo muar as co al e l paso de los años nos
'd muy m . on e
pensar que un país reconciliado es posible o se trata de una me haya sen u o d' ría Perón, "amortizan-
- . d nos vamos, como 1 y
utopía y sólo hay que dejar que el tiempo cure las heridas? vamos ane¡an o, , . nciales más pacientes. '
Finalmente, ¿estuvo la Iglesia a la altura de las circunstancias do", nos vamos volviendo mas saple curada, vamos tomando
·d ' 's o menos '
durante la dictadura como para convertirse con los años en cuando la hen a esta ma . 'd . 1 perdón de
. d ue DlOs nos p1 e. e
creíble promotora de la reconciliación nacional? distancia. Esa es una ~ct~tu q 1 me hiciste no me lo
l d, 1 mfica que o que
Lo consideramos un tema de abordaje imprescindible. corazón. E per on s g al bal d las ganancias y de las
, ado ance e
-El Evangelio determina que hay que amar al enemigo cobro, que esta pas l .d pero no me lo voy a
pérdidas. Quizá no me voy a o VI ar,
-los biblistas aclaran que la expresión debe interpretarse
O no alimento el rencor. ,
como "desearle el bien"- y perdonar setenta veces siete. ¿No cobrar. sea, d n "borrón y cuenta nueva .
-No se trata, entonces, e u
son premisas utópicas que van, en cierta forma, contra la
, d a cuenta nueva.
naturaleza humana? En todo caso, so 1o e un 1 'd no se puede. En todo
' De nuevo, o VI ar
-Jesús es, en este punto, tremendo; no afloja y lo hace -Borron, no. . , idiéndole a Dios que
Oy aq uietando mi corazon y P
con ejemplos. Cuando le hicieron las mil y una -un juicio caso, v
136
El arduo camino hacia una patria de hermanos 137
- e eso,
después hablaremos. Suele decirse que el Epls-
. d br las declara-
.
esperando que los partidos políticos y otras corporaciones co ado privilegió las gestwnes reserva as so e . -
pidan perdón como lo hizo la Iglesia (el Episcopado difun- .p 'bl' por temor a que éstas aceleraran las e¡ecu
Clones pu leas inó uedando
dió ep. 1996 un examen de conciencia y, en 2000, realizó un . ·Fue una estrategia acertada? ¡No term q
Clones. <
mea culpa con motivo del Jubileo). como un silencio cómplice? . Sin
-Hay quienes sostienen que la Iglesia sabía bien lo que -Es verdad que, en parte, se siguió esa estrategia:
. d las declaracwnes
pasaba durante la dictadura. b pese a las gestwnes reserva as,
-Repito: al principio se sabía poco y nada, nos fuimos ~~ ~r~:~o ado no dan lugar a dudas. y cualquiera puede
enterando paulatinamente. Yo mismo, como sacerdote, si bien e P P fueron compendiadas en un libro, que pre-
leerlas, porque . - de nuestro docu-
comprendía que la cosa era pesada y que había muchos pre- entamos cuando se cumplieron 25 anos
sos, caí en la cuenta algo después. La sociedad, en su con- S . e 'dad Nacional. En el capítulo tercero,
mento, Jglesza y omum " 1 á i-
junto, recién tomó conciencia total durante el juicio a los . l d "La Iglesia y los derechos humanos ' desde a p g
comandantes. Es cierto que algunos obispos se dieron cuen- tltu a o . l y d odo com-
625 hasta la 727, están las prinopa es. , e m ..
ta antes que otros sobre los métodos que usaban con los na con om 1swnes,
leto, en cuanto al tema que nos ocupa, no . .'
detenidos. Es verdad que hubo pastores más lúcidos, que se Pomo algunos periodistas señalaron con mala mtencwn. La
jugaron mucho. Monseñor Zazpe, siendo arzobispo de Santa el l . h bl'0 Es más, hay una carta pastoral del 15 de ma!o
Fe, fue uno de los primeros que se percató de cómo estaba g es1a a · · ' d los obls-
d 1976 en la cual ya se refleja la preocupaCJon e
actuando la dictadura a partir del secuestro y la salvaje tor- e d b 'l d 1977 que advierte sobre la tortura.
os y una e a n e , . . b l
tura de quien fuera, hasta el golpe, intendente de la capital P . b l época de la presidenCia de Isa e
También hu o otras en a . .
de la provincia: Adán Noe Campagnolo.
Perón De rodas maneras, algunos términos son dubnauvos
Hubo otros también, entre ellos Hesayne, Novak y De . l t como di'¡e no se sabía bien lo que pasa-
Nevares que, enseguida y con fuerza, comenzaron a moverse porque rea men e, ' ·
ba Pero hechos como la masacre de los sacerdotes y s~mma-
en defensa de los derechos humanos. Otros que hicieron .. l . fueron sumando fuerza a las declaracwnes.
mucho, pero hablaron menos. Y, finalmente, algún otro que nstas pa ounos
143
. patria de hermanos
El arduo camino hacza una
142
eñalaba antes
, , arece claramente 1o que s
país. Ademas, aqut ap e d azón el perdón, pero
-Cada vez que la Iglesia habló, en los años siguientes, de no puede Olrecer e cor
en cuanto a que u · · to y reparación.
la necesidad de alcanzar la reconciliación, no faltaron aquellos d b h b r arrepennmten
de parte del otro e e a e veraz cuando el Papa
que creyeron ver detrás un aval a la impunidad. ¿Qué piensa? ., e tengo que creo es '
Según la verston qu ' . , Alí Agca mos-
-La farra no. Quiero ser claro: debe actuar la justicia. Es .. l árcel en nmgun momento,
lo fue a vtsttar a a e ' . l d .. o· "No entiendo
verdad que después de las grandes conmociones mundiales, de . . Por el contrarto, e lJ ·
tró arrepenumtento. . . fall "
tremendas guerras, siempre está el mecanismo sociopolítico d urió mt gaullo nunca a.
por qué uste no m ; ..b' ueda de una auténtica reconci-
de la amnistía. Después de la Segunda Guerra Mundial se la
-De todas formas, a ~sq al ' ·No demanda gestos
dictó en varios países, pero también existió el juicio a los res- liación ¿no implica renunetar a go. <
ponsables. Francia tuvo que enfrentar a los colaboracionistas
' .
magnammos. ' . al Para alcanzar una
de Petain y actuó con generosidad. Si bien De Gaulle era . debemos renunetar a go.
-Stempre . l Todos tienen que
duro, temió ser injusto con ellos, pues resultaba muy difícil . . . , h que renunctar a a go.
1
reconcttacton ay _e te la esencia de la jus-
discernir en su momento si convenía para el bien de Francia .d d algo que no arec
hacerlo. Pero cut a o, a d le pida que renun-
colaborar o no con los nazis. A Petain no lo mataron, sino que . Q . ' al ue tenga que per onar se
lo enviaron a la Guyana francesa. De los 35 obispos que ticta. utza, q . . es rencor. y vivir con
cie al resentimiento. El resenn~dtento o alimentarse de las
habían tenido relación con Petain, De Gaulle quería descabe- beber agua servt a, com
zar a todos. Entonces entró en escena Angel o Giusseppe Ron- rencor es como . e salir del chiquero.
ne que no se quter
calli, a la postre Juan XXIII, como Nuncio en París y termi- propias h eces; supo b" ' tra llaga es a campo
. l d 0 1 que es tam ten o '
naron renunciando tres o cuatro. Creo que se distinguió entre En cambto, e or, d donde
. . to es como una cas::! toma a,
situaciones ambiguas, producto del miedo, y situaciones abierto. El resennmten . cielo Mientras que
. h ente hacinada que no nene . . .
delictivas. Mientras las primeras se pueden llegar a compren- vtve mue a g d b" , hay hacmamtento,
na villa don e tam ten
der, las otras no. Petain actuó como actuó pensando que lo el dolor es como u al b 1 dolor está abierto a la
1 . l0 En otras P a ras, e
hacía de patriota. Pero se equivocó, aunque tenía buena inten- Pero se ve e cte · añía de un amtgo, ·
a mil cosas
.' la ternura, a la comp .' '
ción. De lo contrario, le hubieran "cortado la cabeza", porque oracwn, a l d l es una situacton mas
los franceses no andan con chiquitas. que a uno lo dignifican. O se.a, e. o or
A ' lo dicta la expenencta. .
-En estos temas suele traerse a colación el caso de Juan sana. st med d M"chelle Bachdet, la presidenta de Chile,
Pablo II que perdonó a quien intentó asesinarlo, pero el juicio Lamare e l
- ' un ascensor con su tortura-
siguió su curso. [ ' ue una vez se encontro en
re ato q - ' ue ex erimentó una gran paz.
-Claro. El juicio contra Alí Agca siguió. El Papa lo per- dor, que lo perdono y q P. r ue ertenece a lo que
donó, pero igual fue condenado y siguió preso hasta que cum- -Perdonar siempre hace bten, po q p . . d de
b en la pregunta antenor: la vtrtu
plió la pena y, después, fue enviado a Turquía, donde conti- ustedes me consu lta an
nuó encarcelado por otros delitos que había cometido en su
144
la magnanimidad. El m , .
, .
1amme, agnammo e t ' ·
el de coraz , s a siempre feliz. El
on arrugado no 1 CAPÍTULO CATORCE
-¿El perdón es lo , a canza la felicidad.
a Dios? que más asemeja al hombre y a la
-El amor es lo '
. que mas nos acer o·
asemep en cuanto e ca a Jos. El perdón
s un acto de amor.
La noche oscura
que vivió la Argentina
-¿Cuál fue su desempeño en torno al cieron en el barrio, Yorio y Jalics fueron secuestrados duran-
sacerdotes Yorio y Jal.ICS., secuestro de los te un rastrillaje. Dourrón se salvó porque, cuando se produ-
-Para responder tengo que contar jo el operativo, estaba recorriendo la villa en bicicleta y, al
geñando una con ., . . que ellos estaban per- ver todo el movimiento, abandonó el lugar por la calle Vare-
gregaciOn re11g10sa y 1
borrador de las R 1 1 , e entregaron el primer la. Afortunadamente, tiempo después fueron liberados, pri-
eg as a os monseñor p· ·
Serra. Conservo la e . . es Iromo, Zazpe y mero porque no pudieron acusarlos de nada, y segundo,
op1a que me dieron El ·
de los jesuitas quien · supenor general porque nos movimos como locos. Esa misma noche en que
. . , por entonces, era el adre Ar ..
que eligieran entre la e .d d P rupe, diJo me enteré de su secuestro, comencé a moverme. Cuando
omum a en que . , 1
ñía de Jesús y ord , . VIVIan y a Compa- dije que estuve dos veces con Videla y dos con Massera fue
' enoque cambiaran de co .d d
e11os persistieron en s mum a · Como por el secuestro de ellos.
ron la salida de la c:~ro~~ctoi y se disolvió el grupo, pidie- -Según la denuncia, Yorio y Jalics consideraban que
pama. ue un largo proceso interno usted también los tachaba de subversivos, o poco menos, y
r
151
· · ' la Ar<Tentina
La noche oscura que vtvto "'
150 EL
do en Hungría, pero era ciudadan·o argentino con pasaporte l'tico De todas maneras, s1 : ;¡
!
1
'¡
r
r·,
1'
1•
1S3
La noche oscura que vivió la Argentina
152 EL
los que se cuenta haber sido constituyente de la convención or los mt ttares. f d 'd el mismo ta e
P b' Ar ibay ue etem a l,
apresada. En cam w, g ' , de dar con su paradero 1
nacional de 1994 (resultó electa como integrante de la lista del . . desesperada, trato b all'
Frente Grande, una agrupación peronista disidente de centro golpe. O l lVetra, ' 1 d Devoto l e .mror e maron que esta a l,
.
hasta que en 1a caree e .l . detenida- el mouvo
izquierda); Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos upo -ni ella nt a propta
Ca S
Pero nun
'1
Aires entre 1998 y 2003 y, desde entonces -con la llegada de 'b asó varios meses presa. d '1
Néstor Kirchner a la presidencia-, Representante Especial por el que Argt ay P . de Isabel Perón, las reuniones e 1
157
· ·' fa Aruentina
La noche oscura que vtvto .o
156
. lugar a acusaciones infun-
. N" cho menos, d epn .' d .
Bergog1to. 1 mu . "una operacwn e mre-
OEA en Washington, su secretario general, el argentino Ale- 01' eira califica como , .
dadas. Por eso, IV . d al correo electronico
jandro Orfila, al enterarse de su propósito, lo amenazó con . fi " 1 ue se haya envJa o
ligenCia bazo ¡a e q b legir al sucesor de Juan
despedirlo si viajaba a Buenos Aires. "Es que Orfila tenía al se apresta an a e ¡·
de los carden es, que d · b su supuesta comp I-
intereses muy grandes con la dictadura", acota Oliveira. ' l d d se enuncia a
Pablo II, el arucu o on eb d porque -según asegura-
Entonces, Zaffaroni le preguntó a ella qué podían hacer para d" d ra So re to o _
!
ciclad con a Jeta u . .b. , "h bía redactado otro, unos anos
que igual viniera, pero con un motivo falso. Oliveira recuer- . d" 1 escn ¡o a d d"
el peno Ista que o . d' . donde decía la ver a .
da: "¿Qué hice? Recurrí, claro, a don Jorge, que me dijo que , s bien Istmras, d
atrás, donde d eCia cosa . . , al"¡viada al enterarse e
no me preocupara. Al poco tiempo, cayó con una carta en la d · que se smuo
No obstante, a mite p "La verdad es que, si lo
que la universidad invitaba a Moyer a dar una charla sobre fuera electo apa. d
que Bergogl lO no
o o '
frente alfuturo ·E d 1 .
do fue . . ' s e os que piensa que todo tiempo como para agarrarse la cabeza. Hoy, en la misa, leímos el pasa-
meJor y que el mundo va de mal en eor' .
ta entre los que creen 1 h . P . ,O se je del Génesis que subraya que Dios se arrepintió de haber
. que a umamdad, con sus ,
menos, VIsta en perspect¡'va mas y creado al hombre por todas las maldades que había hecho. Ésa
\1; , avanza nrev·er:sJ.b!,~mten,~ es una clave de interpretación de la historia. Claro que quien
¿ amos hacia un tiempo m , 1' .
derá irremed. bl as re IgJOso o lo trascendente lo escribió no estaba narrando un hecho histórico, sino expo-
Ia emente terreno' ·C '1 d b ,
la Iglesia católica en la e ..', ua e era ser el papel niendo una interpretación teológica de la malicia humana.
·Es ' onstruccJOn de una sociedad . Entonces, ¿qué nos está diciendo la Palabra de Dios?: que hay
:Q ~7a utop¡a pensar en la reunificación del
é ue e espera a la Argentina?
momentos en la historia en que la dignidad del hombre envi-
lece. Sin embargo, después, reaparece.
-Vamos por parte. Para mí la esperanza está en la pers:oni:l:
h umana, en lo q · -¿Cree, realmente, que su argumento resulta convincen-
digo que es buenu: :len~en s~ corazón. Creo en el hombre. .· • te para tanta gente que está espantada, no sólo por muchas
m o, smo que creo en él en la .
y 1a grandeza de la persona L "d ' ·• cosas que pasaron, sino que hoy están pasando?
.
tlones morales . a VI a nos va planteando 1as ·.' -No hay que asustarse por las calamidades. Me viene a la
Y vamos poniendo en , ·
píos, porque a veces qued practica o no los princi- ·. mente el personaje de Carita que interpretaba Niní Marshall.
amos atrapados p 1 ·
Y sucumbimos or as Circunstancias Cuando alguien le contaba una calamidad, ella expresaba:
ante nuestras debilidad El . I
muchas cosas fantásticas es. s¡g o XX tuvo "Dígamelo a mí, señora". Uno siempre puede decir "dígame-
y otras espantosas Ah b"
mos mejor o peor que ant ¡ s· . ora len: ¿esta- lo a mí, señora''. Siempre hay una experiencia peor. ¿Qué dife-
es. 1 uno observa 1 h · ·
que tiene altibaJ"os n . l a Istona, nota rencia hay entre los casos de niños sustraídos para desguazar-
. ror eJemp o sobr 1 h.
son como un corch 0 . . '. e os e mos se señala que los y quitarles los órganos con los sacrificios de chicos que
· en Ciertas cJrcunsr · h
luego vuelven a salir a fl O ~nCJas se unden, pero hacían otras culturas? La línea de maldad siempre estuvo, esa
ore. sea que s1emp
que esto también es apl" bl ' re resurgen. Creo posibilidad del hombre de convertirse en un monstruo. Claro
Jea e, en general 1
na, a tod 1 ' a a natural eza huma- que, como la estamos viviendo ahora, nos duele más. Pese a
as as personas y todas las sociedades.
todo, la historia continúa andando. El hombre sigue teniendo
-Convengamos que no es fácil creer 1h b
a lo que ocurrió en 1 '1 . . en e om re frente también actitudes altruistas, escribiendo cosas muy bellas,
. e u timo siglo.
-En realidad, la historia parece un al . haciendo poesía, pintando, inventando y desarrollando la
tre moral, un caos de p "b"l"d d a e amJdad, un desas- ciencia. Como creo en el futuro desde el punto de vista huma-
el caso de 1 · · os¡ 1 1 a es holíst'Jeas. euan d o uno ve no, confío más aún desde la perspectiva cristiana, a partir de
os Impenos levantados b . 1
gente, de pueblos ent . aJo a sangre de tanta la presencia de Cristo en medio nuestro.
eros sometidos· cua d
d ios como el armenio 1 . , n o uno ve genoci- -¿Es entonces de los que cree que la civilización progresa?
, e ucramano y el J. udí0 d
cionan... Si miram 1 h" . . que usre es men- -Para responder, debo decir que hay dos clases de "inci-
os a Istona reciente y no t .
an reciente, es vilización". Una está dada por el caos preexistente sobre el que
r
--
)( 163
fl¡lZones para confiar en el porvenir
162
r
'
ANEXO
169
168 Una re.n. . 'n a partir del Martín Fierro
1 ~xzo
'
tiempo y el espacio: en una comunidad concreta, compar- tóncas, hasta el pudnro q omunidad ya constituida (la fami-
d en el seno e una e bl d
tiendo una tierra, proponiéndose objetivos comunes, roJn<tr"- mun o . . la libertad responsa e e
. " · ") sm que eso megue
yendo un modo propio de ser humanos, de cultivar los múl~ ha, 1a patna o 'r do fundamento en los
ada ersona. y todo ello nene su so 1
e or~ ue Dios imprimió a nuestra naturaleza humana, e~. el
tiples vínculos, juntos, a lo largo de tantas experiencias com- ·
partidas, preferencias, decisiones y acontecimientos. Así se val q . desde dentro y que nos hace hl)OS
amasa una ética común y la apertura hacia un destino de ple- h a,1lto
. d" · que nos an1ma
1vmo alada e impresa para
nitud que define al hombre como ser espiritual. de Dios. Esa ley natural que nos fue reg ll n el
"se consolide a través de las edades, se _desarr'~2 e co l
Esa ética común, esa "dimensión moral", es la que per- que l aso del nempo . Esta ey
mite a la multitud desarrollarse junta, sin convertirse en ene- correr de los años y crezca con e . P . de la vida- ha de
al ue -a lo largo de 1a hlstona y '
migos unos de otros. Pensemos en una peregrinación: salir natur , q l ue nos salva del as1
de un lugar y dirigirse al mismo destino permite a la colum- consolidarse, desarrollarse y crecer es a q d Los valores
· · de los valores consensua os.
na mantenerse como tal, más allá del distinto ritmo o paso llamad 0 relanv1smo
de cada grupo o individuo. ueden consensuarse: simplemente, son. ,
no P d . . d "consensuar valores se corre
Sinteticemos, entonces, esta idea. ¿Qué es lo que hace que En el juego acomo atlClO e . d de "nivelar
· es resultado anunCia o,
muchas personas formen un pueblo? En primer lugar, hay una siempre el nesgo, que , desde lo sólido,
ley natural y luego una herencia. En segundo lugar, hay un fac- . b . , Entonces ya no se constrU) e
haCla a aJO . , d . ' Al .en
. la violencia de la degra acwn. gm
tor psicológico: el hombre se hace hombre (cada individuo o la ue se entra en . . . .,
s¡no q .. l. . ' además de ser una C!Vl1¡zacwn
especie en su evolución) en la comunicación, la relación, el di"o que nuestra ClVllzacwn, . ,
J .. 1. · • "b" degradable .
amor con sus semejantes. En la palabra y el amor. Y en tercer del descarte es una ClVl ¡zacwn JO . l
. 1 Martín Fterro no es a
1
Id d do mue o ma
desembarcaba en esta tierra, encontraron, en la educación
con bajos sue os y . 1 de aquello a lo cual hay !
d ¡ meJores eJemp os
básica, los elementos que les permitieron trascender la parti- siendo uno e os , . la entrega personal a un
una vez mas. 1
.1
11
1:
180
183
\
. del Martín Fierro
Una reflexión a parttr
182 EL
184
Una reflexión a partir del Martín Fierro 185
q~é pode~'os a~_onar;, ¿Cómo podríamos formular que, tam. 2.6. Palabras vanas, palabras verdaderas
bien, son verguenza la indiferencia, el individualismo, el
sustraer (robar) el propio aporte a la sociedad para qued
so'l o con una 1ogica
, . de "hacer la mía"? arse Procuren, si son cantores,
el cantar con sentimiento.
No tiemplen el estrumento
Pero el doctor de la Ley, para justificar su
intervención, le hizo esta pregunta· "~v ., por solo el gusto de hablar
• • CJ quten es y acostúmbrense a cantar
mt prój~":o?"]esús volvió a tomar la palabra y le
en cosas de jundamento.
respondto: un hombre bajaba de Jerusalén a
]ericó_y cayó en manos de unos ladrones, que lo
Comunicación, hipercomunicación, incomunicación.
despo;aron de todo, lo hirieron y se foeron,
·Cuántas palabras "sobran" entre nosotros? ¿Cuánta habladu-
dejdndolo medio muerto. Casualmente bajaba c fi .
ría, cuánta difamación, cuánta calumnia? ¿Cuánta supe~ Cla-
por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió
~e ~~go. También pasó por allí un levita: lo vio y
lidad, banalidad, pérdida de tiempo? Un don maravilloso,
como es la capacidad de comunicar ideas y sentimientos, que
stguto de largo. Pero un samaritano que viajaba
no sabemos valorar ni aprovechar en toda su riqueza.
por allí, alpasarjunto a él lo vio y se conmovió.
Entonces, se acercó y vendó sus heridas, ·No podríamos proponernos evitar todo "canto" que sólo
( .'
sea "por el gusto de hablar"? ¿Sería posible que estuv.leramos
cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso
sobre su propia montadura, lo condujo a un más atentos a lo que decimos de más y a lo que deCimos de
albergue y se encargó de cuidarlo. Al día menos, particularmente quienes tenemos la misión de ense-
ñar, hablar, comunicar?
siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño
del albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes
de más, te lo pagaré al volver. ''¿Cuál de los tres te
parece que se portó como prójimo del hombre
Conclusión: palabra y amistad
asaltado por los ladrones?. El que tuvo
Finalmente, citemos aquella estrofa en la cual hemos
compasión de él le respondió el doctor. y jesús le
dijo: "Ve, procede tú de la misma manera. " visto tan reflejado el mandamiento del amor en circunstan-
Le 10,29-37 cias difíciles para nuestro país. Aquella estrofa que se ha
convertido en lema, en programa, en consigna, pero que
debemos recordar una y otra vez:
190 Una reflexión a partir del Martín Fierro 191
EL]ESUITA
Estamos en una instancia crucial de nuestra Patria. Cru- La palabra que nos comunica y vincula, haciéndonos com-
. .
partir ideas y sentimientos, ·
siempre y cu ando hablemos con .la
cial y fundan te: por eso mismo, llena de esperanza. La espe-
ranza está tan lejos del facilismo como de la pusilanimidad. verdad, siempre, sin excepciones. La am~s~ad, incluso 1~ amls-
. 1 con su "brazo largo" de la justiCia, que. consnruye· el
tad SOCia,
Exige lo mejor de nosotros mismos en la tarea de recons-
truir lo común, lo que nos hace un pueblo. mayor tesoro, aq uel bien que no se puede sacnficar por mn-
ún otro, lo que hay que cuidar por sobre todas las cos~.
Estas reflexiones han pretendido solamente despertar un
g Pa1ab ra y amista
. d . "La Palabra se hizo carne
. y habzto
. entre
deseo: el de poner manos a la obra, animados e iluminados
nosotros "íT 1 14)· No hizo mncho aparte; se hizo amigo nues-
\J n , .
por nuestra propia historia, el de no dejar caer el sueño de
"No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
una Patria de hermanos que guió a tantos hombres y muje-
res en esta tierra.
r;;,~edes son mis amigos si hacen lo que les mando. Ya no_ los lla~o
servidores, porque el servidor ignora lo que hace su senor: yo os.
¿Qué dirán de nosotros las generaciones venideras?
llamo amigos, porque les he dado a conocer tod~ lo que Ol de m;
¿Estaremos a la altura de los desafíos que se nos presentan?
Padre" Un 15,13-15). Sí empezamos, ya mismo, a va,lora
¿Por qué no?, es la respuesta.
.enes otra puede ser la historia de nuestro pms.
estos d oS bl , d 1
Sin grandilocuencias, sin mesianismos, sin certezas Concluyamos poniendo estos deseos en las m~os e
imposibles, se trata de volver a bucear valientemente en Señor con la oración por la Patria que nos han ofrecido los
nuestros ideales, en aquellos que nos guiaron en nuestra his-
obispos argentinos:
toria y de empezar, ahora mismo, a poner en marcha otras
posibilidades otros valores, otras conductas. Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos
Casi como una síntesis, me sale al paso el último verso Nos sentimos heridos y agobiados.
que citaré del Martín Fierro, un verso que Hernández pone Precisamos tu alivio y fortaleza.
en boca del hijo mayor del gaucho en su amarga reflexión Queremos ser una nación,
sobre la cárcel: una nación, cuya identidad sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
192