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EL CONSTRUCTIVISMO
ENTRA AL AULA.
Norberto Boggino1
1 NORBERTO BOGGINO. Doctor en Psicología (Universidad Nacional de Córdoba), Psicólogo y Profesor de Psicología
(Universidad Nacional de Rosario). Investigador Independiente del CIUNR (Consejo de Investigaciones de la Universidad
Nacional de Rosario). Profesor en el Doctorado de Educación de la UNR. nboggino@gmail.com
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TERCERA PARTE
CÓMO RESOLVER PROBLEMÁTICAS RELEVANTES
EN EL AULA Y LA ESCUELA
CAPÍTULO DOS
CÓMO ATENDER LA DIVERSIDAD
EN EL AULA Y LA ESCUELA
II
Hoy, en el siglo XXI, la escuela pública sigue siendo una escuela abierta a la
diversidad. Ahora bien ¿tendrá sentido trabajar con la función asignada hace más de un
siglo? ¿Podrá lograrse que los alumnos aprendan significativamente si pensamos a la
población escolar como homogénea? ¿Podremos desconocer los aportes teóricos y
epistemológicos que surgieron durante este período? Y, lo que es más importante, ¿podrá
desconocerse la singularidad de cada alumnos a la hora de enseñar?
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No se trata de una cuestión trivial sino nuclear para pensar la práctica pedagógica y
el aprendizaje. El niño llega a la escuela con lo único que tiene, con sus saberes e
ignorancia, con sus pautas culturales y marcas sociales, con su capital cultural y éste, sólo
éste, puede constituir el punto de partida de la enseñanza en tanto indica, precisamente,
desde donde partir. Indica los conocimientos del alumno, sus teoría infantiles y
procedimientos singulares con los que podrá operar y resignificar el material que se le
ofrezca como objeto de conocimiento.
El centro de la escena
tendrá, necesariamente,
que se ocupado por el alumno
si pretendemos que aprenda
con la mayor significatividad posible.
+ Desentrañar el modelo de alumno ideal que toda escuela tiene y que (casi)
todo docente tiene, y romper la idea de la homogeneidad de la población
escolar y la ilusión que sostiene (implícitamente) que todos los alumnos
pueden aprender lo mismo, del mismo modo y en el mismo tiempo. O, dicho
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de otra manera, romper con la ilusión de que es posible enseñar con un solo
disparador para toda una población escolar.
+ A partir de ello, reconocer la diversidad de la población escolar y, ajustar
los objetivos y las estrategias didácticas a las reales posibilidades de
aprender de cada alumno.
Puede parecer impensable que el docente no respete al alumno, pero ello ocurre
en la escuela cuando aquel no parte del reconocimiento de las diferencias y no respeta la
historia singular de cada uno. Independientemente de la intencionalidad del docente,
cuando trabaja con un mismo estímulo para todos los alumnos en la sala, cuando pretende
que todos aprendan todos los contenidos abordados del mismo modo y en el mismo
tiempo y los evalúa con los mismos parámetros, cuando los conocimientos e ignorancia de
cada alumno no constituyen el punto de partida de la enseñanza, o cuando se transmiten
determinados modelos sociales, culturales o religiosos sin reparar en los sistemas de
creencias y convicciones propios del alumno, necesariamente, no se respeta al otro.
El respeto por el otro constituye el eje de toda práctica social, pero el respeto no se
logra solamente con proponérselo y enunciarlo categóricamente. Para ello hay que
reconocer y respetar las diferencias individuales, fundar la práctica pedagógica en la
diversidad y llevarla hasta los límites del "handicap" en un marco coherente y significativo.
Lo diverso no se reduce
sólo a la atención de los alumnos con necesidades educativas especiales
y al respeto por la pluralidad cultural y étnica.
La diversidad es un concepto infinitamente más rico y generoso
que invita a reconocer todo tipo de diferencias
para no discriminar
y para no provocar problemas en el aprendizaje.
"Una escuela
que se acomoda a las diferencias
(y no al revés)".
"En las clases heterogéneas, las diferencias entre el alumnado han de ser
contempladas por el profesorado, por los compañeros, por los padres como algo normal y
no como algo excepcional." (...) "El currículo y la clase se organiza de tal manera que el
alumnado se ayuda unos a otros y, aunque éstos son un soporte importante para aquellos,
el profesorado será siempre el principal apoyo de todo el alumnado". "La enseñanza
interactiva, el grupo de trabajo heterogéneo, es la nueva estructura organizativa necesaria
en una escuela en y para la diversidad".
"Todo ello nos permitirá que las niñas y niños, los jóvenes en general, vayan
adquiriendo una cultura distinta, al vivir la diferencia entre las personas como algo valioso,
solidario y democrático."
2 Todos los párrafos entre comillas fueron extraídos de Ideología, diversidad y cultura: una nueva escuela
para una nueva civilización de Miguel López Melero, en "Equidad y calidad para atender a la diversidad",
Espacio Editorial, Buenos Aires, 2002.