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Universidad Nacional Experimental de Guayana

Vicerrectorado Académico
Coordinación General de Pregrado
Unidad Curricular: Especies Gravadas

LEY DE IMPUESTO SOBRE CIGARRILLOS Y MANUFACTURA DEL TABACO Y


HECHO IMPONIBLE

Profesora: Alumnas:
Navarro Vidalia Alicy Tillero CI, 27.955.449
Egliannys Tovar CI, 28.161.586
Indriani Valdez CI, 28.062.047
Nazareth Zamora CI,

Ciudad Guayana, 29 de septiembre de 2021


Ley de impuesto sobre cigarrillo y manufacturas del tabaco
1.-Naturaleza Jurídica:
Artículo 1
Los cigarrillos, tabaco y picaduras para fumar, importadas o de producción
nacional destinados al consumo en el país, serán gravados con el impuesto
establecido en esta Ley.
El Ejecutivo Nacional podrá fijar el precio de venta de las especies a que se refiere
esta Ley y queda facultado para aumentar hasta un tercio la alícuota del impuesto
en ella previsto.
Articulo 6
Toda persona que decida dedicarse a la fabricación o importación de cigarrillos,
tabaco, picaduras y otros derivados del tabaco, estará sometida a la formalidad de
inscripción previa en el registro, que a tal efecto llevará la Administración Tributaria
Nacional.
2.-Disposiciones Generales:
Artículo 2º. La alícuota del impuesto previsto en este Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley aplicable a los cigarrillos, tabaco, picaduras y otros derivados del
tabaco, importados o de producción nacional destinados al consumo en el país, se
fija en el setenta por ciento (70%) del precio de venta al público.
Artículo 3º. El impuesto a los cigarrillos, tabacos, picaduras y otros derivados del
tabaco, de producción nacional destinados al consumo en el país a que se refiere
este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley, se causa al ser producida la
especie, debiendo ser liquidado y pagado antes de ser retirada de los
establecimientos productores. En el caso de especies importadas, el hecho
imponible se causará en el momento de la declaración de aduana. Las especies
importadas no podrán ser retiradas de la Oficina Aduanera respectiva, sin haberse
efectuado la liquidación y pago del Impuesto.
A los efectos de este artículo, la unidad de referencia será la correspondiente al
envase menor en que el producto se venda al público, no obstante, el control
tributario de la producción se podrá determinar, a juicio de la Administración
Tributaria Nacional, por unidades de mayor magnitud.
Artículo 4º. No se causará el impuesto cuando los cigarrillos, tabaco, picaduras y
otros derivados del tabaco de producción nacional sean destinados a la
exportación.
4.- Hecho imponible. Concepto e importancia
En su definición más elemental y primaria en función de su literalidad este no es
otra cosa que un hecho que es susceptible de ser objeto de gravamen o tributo.
Se entiende por este al presupuesto fáctico o de hecho que se materializa a través
de un conjunto de circunstancias, bien sean de tipo jurídico o de carácter
económico, que la ley tributaria establece como el desencadenante del nacimiento
de la obligación tributaria a favor del sujeto activo.
Héctor Belisario Villegas, en su obra "Curso de finanzas, derecho financiero y
tributario" define al hecho imponible como "el acto, conjunto de actos, situación
actividad o acontecimiento que, una vez sucedido en la realidad, origina el
nacimiento de la obligación tributaria y tipifica el tributo que será objeto de la
pretensión fiscal”. En Venezuela, el Código Orgánico Tributario (COT) en su
artículo 36 lo define como "el presupuesto establecido en la ley para tipificar el
tributo, y cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria”. Ya de
forma específica cada ley tributaria define el hecho imponible que dará nacimiento
a la obligación tributaria que la misma regula. Así tenemos hecho imponible que
corresponde al IVA, ISLR, el Impuesto a las Grandes Transacciones y para los
tantos otros tributos que configuran el sistema de obligaciones tributarias en el
país.
Existen situaciones en que a pesar de que ocurra el hecho imponible, el individuo
no está sujeto a presentar ni pagar el impuesto, o casos en los que está exento
(es decir, no tiene que pagar, pero sí presentar el impuesto). Esto lo determina
cada ley independientemente. Esto se hace para ayudar a esos sectores o en los
casos de comercio internacional.
El hecho imponible es el objeto básico de toda ley tributaria, por lo que está
siempre en los primeros artículos de cada ley, y no puede estar en ningún
reglamento o normativa accesoria a esa ley.
5.- Sujeto Pasivo. Concepto y fundamento legal
En el ámbito de las obligaciones fiscales y pago de impuestos, el sujeto pasivo es aquella
persona sobre la cual recae la obligación de pagar los impuestos. El sujeto pasivo es la
persona física o jurídica obligada al cumplimiento de las obligaciones tributarias, ya sea
como responsable último del impuesto o como contribuyente. Esta figura es el deudor
frente Hacienda, ya que ha generado el hecho económico por el que surge la obligación
del pago del impuesto.
Por otro lado, el contribuyente es la persona física o jurídica llamada a soportar la carga
del impuesto, ya que es el titular de la capacidad económica que da lugar a la generación
del propio impuesto. En relación con una deuda de dinero, por ejemplo, cuando una
entidad bancaria da un préstamo a un cliente, el sujeto pasivo correspondería con la
figura del deudor que será el cliente y el sujeto activo, también denominado acreedor,
será el banco.
El deudor tendrá la obligación de devolver el dinero en las condiciones que se hayan
establecido en el acuerdo. Asimismo, el sujeto activo tendrá derecho a exigir el
cumplimiento e incluso recurrir a acciones legales para ello.
Artículo 19 °
Es sujeto pasivo el obligado al cumplimiento de las prestaciones tributarias, sea en
calidad de contribuyente o de responsable.
Artículo 20 °
Están solidariamente obligadas aquellas personas respecto de las cuales se
verifique el mismo hecho imponible. En los demás casos, la solidaridad debe estar
expresamente establecida en este Código o en la ley (CRBV)
6.- Otros deudores tributarios
En los procedimientos de aplicación de los tributos existen diversos sujetos implicados a
los que la ley les otorga derechos y les impone obligaciones. Según el tributo en cuestión
y el derecho u obligación de que se trate, el sujeto involucrado.
Las obligaciones tributarias pueden ser de distinto tipo y cada uno de los sujetos presenta
unos derechos y obligaciones diferentes. Estas obligaciones tributarias pueden ser de
diferente naturaleza y contenido, diferenciando la ley las siguientes:
(i) La obligación tributaria principal, que es la de pagar la cuota tributaria.
(ii) La obligación de realizar pagos a cuenta. Esta obligación pude tener como destinatario
al sujeto pasivo contribuyente del impuesto, o a otros obligados tributarios, como el
retenedor, como más adelante expondremos.
(iii) Las obligaciones entre particulares resultantes del tributo. Estas obligaciones
consisten, por ejemplo, en la obligación que tiene el destinatario de una prestación de
servicios de soportar la repercusión del IVA; o la obligación que tiene un trabajador de
soportar la práctica de la retención sobre las retribuciones que le practica el empleador;
etc.
(iv) Las obligaciones tributarias accesorias. Tiene esta consideración, por ejemplo, la
obligación de satisfacer el interés de demora, los recargos por declaración extemporánea
y los recargos del período ejecutivo; sin embargo, no se incluyen las sanciones tributarias
entre estas obligaciones tributarias accesorias.
(v) Las obligaciones tributarias formales, que son las que, sin tener carácter pecuniario,
son impuestas por la normativa tributaria o aduanera a los obligados tributarios, deudores
o no del tributo, y cuyo cumplimiento está relacionado con el desarrollo de actuaciones o
procedimientos tributarios o aduaneros. Podemos citar, a modo de ejemplo no exhaustivo,
las siguientes obligaciones accesorias: presentar declaraciones censales; solicitar y
utilizar el Número de Identificación Fiscal (NIF); presentar declaraciones,
autoliquidaciones y comunicaciones; llevar y conservar los libros contables y de registros,
y los programas, ficheros y archivos informáticos que les sirvan de soporte; expedir y
entregar facturas y conservarlas junto con el resto de documentos y justificantes; aportar a
la Administración tributaria libros, registros, documentos o información; facilitar la práctica
de inspecciones y comprobaciones administrativas; etc.
(vi) Las obligaciones tributarias en el marco de la asistencia mutua, que son aquellas que
derivan de la normativa sobre asistencia mutua.

1) El sujeto activo del tributo.


El sujeto activo del tributo es el ente público que interviene en la aplicación de los tributos,
a través de diversos órganos. El sujeto activo es el encargado de desarrollar los
procedimientos de aplicación de los tributos, siendo competente de la gestión y de la
exigencia o exacción del tributo. Por ejemplo, en el ámbito de los tributos estatales, el
sujeto activo es la Agencia Estatal de Administración Tributaria.
En palabras de Martín Queralt, Juan et al., Curso de Derecho Financiero y Tributario, «se
debe distinguir entre el ente público que establece el tributo, el ente titular del mismo, el
ente destinatario de sus rendimientos y, finalmente, el ente que desarrolla su gestión y
recaudación, siendo sólo este último el que cabe definir como sujeto activo del tributo, en
cuanto ocupante del lado o la posición activa en las distintas relaciones jurídicas y en los
procedimientos que para su aplicación se desplieguen»
2) El Contribuyente.
El contribuyente es quien realiza el hecho imponible. El hecho imponible es el
presupuesto fijado por la ley, cuya realización origina el nacimiento de la obligación
tributaria principal, esto es, la obligación de pagar la cuota del tributo. Por ejemplo, en el
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el hecho imponible es la obtención de
rentas, de manera que el contribuyente es quien obtiene rentas; o, en la modalidad de
Operaciones Societarias del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos
Jurídicos Documentados, uno de los hechos imponibles son la constitución y el aumento
de su capital social, por lo que el contribuyente será la sociedad que se constituye o
aumenta su capital.
Artículo 23. Los contribuyentes están obligados al pago de los tributos y al cumplimiento
de los deberes formales impuestos por este Código o por normas tributarias.
El hecho imponible del impuesto lo constituyen las entregas de bienes y prestaciones de
servicios y el destinatario no entrega, sino recibe, el servicio y es a quien se le presta el
servicio. Por tanto, dada la definición de contribuyente realizada por la Ley General
Tributaria y las características del tributo, nosotros no opinamos que el destinatario final
del bien o servicio sea el contribuyente del IVA, sino que es el obligado tributario –otra
figura que igualmente explicaremos más adelante– que debe soportar la repercusión del
impuesto.
3) El sujeto pasivo.
El sujeto pasivo es quien, según dicta la ley, debe cumplir la obligación tributaria
principal, es decir, pagar la cuota, así como las obligaciones formales inherentes a la
misma como, por ejemplo, presentar la autoliquidación mediante la cual se ingresa el
tributo, sea como contribuyente o como sustituto del mismo. Lo que quiere decir esta
definición es que el sujeto pasivo es aquel que la ley determina que debe ingresar el
impuesto, aunque no sea contribuyente y, por tanto, aunque no haya realizado el hecho
imponible. De esta manera, no todos los contribuyentes son sujetos pasivos de un tributo,
ni todos los sujetos pasivos son contribuyentes.
Artículo 22. Son contribuyentes los sujetos pasivos respecto de los cuales se verifica el
hecho imponible. Dicha condición puede recaer: 1. En las personas naturales,
prescindiendo de su capacidad según el derecho privado. 2. En las personas jurídicas y
en los demás entes colectivos a los cuales otras ramas jurídicas atribuyen calidad de
sujeto de derecho. 3. En las entidades o colectividades que constituyan una unidad
económica, dispongan de patrimonio y tengan autonomía funcional.
Respecto de los impuestos que deban repercutirse, como el Impuesto sobre el Valor
Añadido, la ley dispone que no perderá la condición de sujeto pasivo quien deba
repercutir la cuota tributaria a otros obligados, salvo que la ley de cada tributo disponga
otra cosa. Por ejemplo, en este impuesto del IVA, la ley que lo regula establece unas
reglas determinadas para configurar sujeto pasivo, en cada caso, a uno de los sujetos que
intervienen en la operación, dándose la institución de la inversión del sujeto pasivo que
luego expondremos.
Por tanto, el sujeto pasivo puede ser el contribuyente del tributo o el sustituto del
contribuyente, según la ley determine en cada caso. Ahora bien, cuando la ley dispone
que el sujeto pasivo es el sustituto del contribuyente, la Administración o, como más
técnicamente podemos decir ahora, el sujeto activo del tributo no podrá dirigirse al
contribuyente, sino que necesariamente deberá llevar a cabo sus funciones de gestión y
exacción del tributo con el sustituto del contribuyente en su condición de sujeto pasivo.
4) El sustituto del contribuyente.
El sustituto del contribuyente, sustituto tributario o sustituto de los tributos es el sujeto
pasivo que, por expresa disposición de la ley, viene obligado a ingresar la cuota tributaria
y a cumplir con las obligaciones formales inherentes a la misma, en sustitución del
contribuyente. Así, no es él quien realiza el hecho imponible, pero en cambio, la ley le
impone la obligación de cumplir con la obligación principal, que es la de pagar, y las
obligaciones formales.
Por otro lado, se tiene en cuenta que el sustituto puede exigir del contribuyente el importe
de las obligaciones tributarias satisfechas, salvo que la ley de cada tributo señale otra
cosa.
El sustituto del contribuyente, sustituto tributario o sustituto de los tributos es el sujeto
pasivo que, por expresa disposición de la ley, viene obligado a ingresar la cuota tributaria
y a cumplir con las obligaciones formales inherentes a la misma, en sustitución del
contribuyente. Así, no es él quien realiza el hecho imponible, pero en cambio, la ley le
impone la obligación de cumplir con la obligación principal, que es la de pagar, y las
obligaciones formales.
5) El obligado tributario.
Son obligados tributarios aquellos a quien la normativa tributaria impone el cumplimiento
de obligaciones tributarias. Por tanto, como hemos explicado en el apartado de la
introducción de este artículo, existen varios tipos de obligaciones tributarias además de la
obligación tributaria principal cuyo cumplimiento corresponde al sujeto pasivo, por lo que
un obligado tributario puede ser, por ejemplo, quien deba cumplir con una obligación
tributaria accesoria, de manera que el obligado tributario será una persona o entidad y el
sujeto pasivo lo será otra.
Todos los sujetos pasivos son obligados tributarios, pues deben cumplir con la obligación
tributaria principal; pero no todos los obligados tributarios son sujetos pasivos, dado que
puede que deban cumplir con obligaciones tributarias distintas de la principal es decir,
con las de realizar pagos a cuenta, con las existentes entre particulares resultantes del
tributo, las accesorias, las formales y las que derivan de la normativa sobre asistencia
mutua.
Artículo 131. La determinación por la Administración Tributaria se realizará aplicando los
siguientes sistemas: 1. Sobre base cierta, con apoyo en todos los elementos que permitan
conocer en forma directa los hechos imponibles. 38 2. Sobre base presuntiva, en mérito
de los elementos, hechos y circunstancias que por su vinculación o conexión con el hecho
imponible permitan determinar la existencia y cuantía de la obligación tributaria.
6) El responsable tributario.
El responsable tributario o responsable de los tributos es aquella persona que, sin
desplazar al sujeto pasivo, se coloca junto al sujeto pasivo. Por tanto, se diferencia del
sustituto en que, mientras el responsable tributario se sitúa en la misma línea que el
sujeto pasivo para responder de la obligación tributaria, de manera que aparecen varios
deudores sujeto pasivo y responsable o responsables, el sustituto directamente «saca» al
contribuyente de la ecuación y, en lugar de aparecer varios deudores, el sujeto pasivo
pasa a ser el sustituto sin que el contribuyente deba realizar el pago del tributo a la
administración o, más técnicamente dicho, al sujeto activo. Para que exista
responsabilidad tributaria, le ley del tributo de que se trate debe haber configurado como
responsables solidarios o subsidiarios de la deuda tributaria junto a los deudores
principales a otras personas.
La responsabilidad puede ser solidaria o subsidiaria. La principal diferencia consiste en
que, en el caso de la responsabilidad solidaria, el sujeto activo puede dirigirse
indistintamente frente al deudor principal o frente al responsable solidario, o incluso contra
los dos a la vez; y si hubiere varios responsables solidarios, frente a todos ellos al mismo
tiempo también junto con el deudor principal. Es decir, que no es necesario agotar primero
las posibilidades de cobro con alguno de ellos ni siquiera del deudor principal para
dirigirse al siguiente.
En la responsabilidad subsidiaria, la cuestión es diferente, pues el sujeto activo solamente
podrá dirigirse contra el responsable subsidiario previa declaración de fallido del deudor
principal. Esto significa que primero deberá resultar imposible obtener el pago de la deuda
del deudor principal y de los responsables solidarios, pudiendo dirigirse contra el
responsable subsidiario solamente cuando de los anteriores no se haya obtenido el pago
de la deuda.
7) Sucesor tributario.
La sucesión tributaria consiste en traspasar el deber de cumplir con la obligación tributaria
a un tercero determinado por la ley, y se ocurre únicamente en dos casos cuyo motivo es
la extinción de la personalidad: (i) en caso de fallecimiento de una persona física; y (ii) en
caso de disolución y liquidación de una persona jurídica.
(i) El supuesto del fallecimiento de una persona física conlleva que las deudas tributarias
de que debía responder el finado, se trasladan a sus herederos por título de sucesión; sin
perjuicio de la posibilidad de repudiar la herencia o de aceptarla a beneficio de inventario.
Respecto de los legatarios, ellos no responden de las deudas del causante salvo que toda
la herencia se haya repartido en legados y en los supuestos en que se instituyan legados
de parte alícuota. Si en lugar de tratarse de una deuda tributaria cuyo pago corresponde
al fallecido, se tratase de una deuda de la que deba hacerse cargo éste en su condición
de responsable –bien sea solidario, bien sea subsidiario–, debemos decir que sólo
afectará a los herederos si el acto de derivación de la responsabilidad se hubiera
notificado antes de su fallecimiento. Por lo que hace a las sanciones, no se transmitirán a
los sucesores pues el principio de responsabilidad personal de las infracciones y las
penas obliga a que ello sea así.
El hecho de que las deudas tributarias no estuviesen liquidadas en el momento de la
disolución y liquidación, no conllevará que las mismas no puedan transmitirse a los
sucesores, pudiéndose entender las actuaciones con cualquiera de ellos. En caso de que
se dé alguna operación de modificación estructural de la persona jurídica que conlleve la
disolución sin liquidación de la deudora, la beneficiaria de la operación sucederá
igualmente a la disuelta y lo mismo ocurrirá en caso de cesión global de activo y pasivo.
No obstante, a diferencia de los sucesores de las personas físicas, en este caso las
sanciones que pudieran proceder por las infracciones cometidas por las personas
jurídicas serán exigibles a los sucesores de las mismas, hasta el límite del valor de la
cuota de liquidación que les corresponda y del valor de las demás percepciones
patrimoniales recibidas por los mismos en los dos años anteriores a la fecha de la
disolución, siempre que se trate de percepciones que minoren el patrimonio social con
cargo al cual debería haberse abonado el importe de las sanciones.
La inversión del sujeto pasivo.
¿En qué consiste la inversión del sujeto pasivo?
Como hemos indicado más arriba, el sujeto pasivo es quien debe cumplir con la
obligación tributaria principal y las obligaciones formales inherentes a la misma.
La inversión del sujeto pasivo es la institución jurídica por medio de la cual, para algunos
casos concretos, la ley prevé que sea sujeto pasivo otro distinto del que inicialmente
ostentaba esta condición. Por ejemplo, en el caso del Impuesto sobre el Valor Añadido –
IVA–, el sujeto pasivo es quien entrega el bien o presta el servicio. Sin embargo, para
algunas entregas de bienes y prestaciones de servicios, la ley del IVA dice que el sujeto
pasivo será el destinatario de los mismos, como sucede por poner algunos ejemplos con
las entregas de bienes inmuebles efectuadas como consecuencia de un proceso
concursal; o cuando se trate de segundas y ulteriores transmisiones de edificaciones
respecto de las que se haya renunciado a la exención; o también, en el caso de
prestaciones de servicios consistentes en ejecuciones de obras consecuencia de
contratos directamente formalizados entre el promotor y el contratista que tengan por
objeto la urbanización de terrenos o la construcción o rehabilitación de edificaciones,
incluso cuando los destinatarios de las operaciones sean a su vez el contratista principal u
otros subcontratistas; etc.
En estos casos, así como en los otros en que la ley lo prevea expresamente, el sujeto
pasivo no es la persona o entidad a la que la ley le asigna con carácter general la
condición de sujeto pasivo, sino que esta condición viene legalmente atribuida a otra
persona o entidad según el caso. Es en estas ocasiones en las que se habla de inversión
de sujeto pasivo.

El marco legal de la responsabilidad solidaria está compuesto por las disposiciones del
Código Civil y la jurisprudencia.

Además, el mismo Código y diversas leyes determinan los casos de responsabilidad


solidaria. También se debe tener en cuenta la legislación autonómica y de las
corporaciones locales.

Código Civil: artículos sobre obligaciones mancomunadas y solidarias, y sobre las


obligaciones que nacen de culpa o negligencia. También responsabilidad solidaria de
albaceas, entre cónyuges por atención de los gastos familiares, entre socios de una
sociedad, mandatarios, comodatarios, fiadores o gestores según el caso.
Jurisprudencia: diferencia entre solidaridad propia, impuesta por la ley, e impropia, nacida
de la doctrina.
Ley Tributaria: Artículo 42 sobre responsables tributarios solidarios; artículo 175,
procedimiento para exigir la responsabilidad solidaria.
Ley de Contratos de Seguro: responsabilidad solidaria entre el asegurador y el asegurado.
Estatuto de los Trabajadores: responsabilidad solidaria de la empresa principal por
obligaciones salariales y con la Seguridad Social contraídas por contratistas y
subcontratistas.
Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida: responsabilidad solidaria de los
responsables de estos servicios por las infracciones que cometan.
Ley de investigación biomédica: responsabilidad solidaria ante daños causados por una
investigación no cubiertos por un seguro, entre el hospital o centro, el investigador
responsable y el promotor de la investigación.
Ley de arrendamientos urbanos: responsabilidad solidaria de los sucesores de un
arrendatario en caso de fallecimiento del mismo, para el pago de la renta por tres meses.
Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios: sobre responsabilidad
solidaria de contratos celebrados fuera del establecimiento, por daños, por cesión de
contratos de viaje combinado.
Ley sobre Propiedad Horizontal: responsabilidad solidaria entre un nuevo y el anterior
titular de una unidad, por las deudas con la comunidad, en caso de no comunicar el
cambio de titularidad.
Ley de Propiedad Intelectual: responsabilidad solidaria entre revendedor y comprador
sobre el pago de derechos de participación del autor, también en caso de cesión.
Características de la responsabilidad solidaria
Según el Código Civil, para que exista responsabilidad solidaria deben darse las
siguientes condiciones:
Debe existir una pluralidad de deudores.
Para que el o los acreedores puedan exigir a cualquiera de los deudores el cumplimiento
total de la obligación, debe estar expresamente determinado por la ley o contrato. De esa
forma, se constituye la obligación con el carácter de solidaria.
La concurrencia de dos o más acreedores o de dos o más deudores en una sola
obligación no implica que cada uno de aquéllos tenga derecho a pedir, ni cada uno de
éstos deba prestar íntegramente las cosas objeto de la misma. Sólo habrá lugar a esto
cuando la obligación expresamente lo determine, constituyéndose con el carácter de
solidaria.
Artículo 1137 del Código Civil
La responsabilidad puede ser solidaria, aunque acreedores y deudores estén ligados por
diferentes modos, plazos y condiciones.
La solidaridad podrá existir, aunque los acreedores y deudores no estén ligados del propio
modo y por unos mismos plazos y condiciones.
Artículo 1140 del Código Civil
En el caso de deudas tributarias, la ley declara responsables solidarios de la deuda a
otras personas además del deudor principal.
En otros casos, cuando haya dos o más responsables de una deuda, la Administración
puede exigir íntegramente el pago a cualquiera de ellos. Sin embargo, debe llevar a cabo
un acto administrativo en el que se declare dicha responsabilidad.
Excepciones
El deudor solidario podrá utilizar, contra las reclamaciones del acreedor, todas las
excepciones que se deriven de la naturaleza de la obligación y las que le sean
personales.
El deudor solidario podrá utilizar, contra las reclamaciones del acreedor, todas las
excepciones que se deriven de la naturaleza de la obligación y las que le sean
personales. De las que personalmente correspondan a los demás sólo podrá servirse en
la parte de deuda de que éstos fueren responsables.

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