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CASO

Pedro es un niño de 10 años. Sus padres están separados. La madre no vive con él. El padre
trabaja todo el día y el niño es cuidado por su abuela.
Nacido a las 39 semanas de gestación, por parto normal. Durante los primeros meses, el
patrón de alimentación fue normal. En cuanto al patrón de sueño, no durmió bien hasta los 2-3
meses. Le describen como un bebé intranquilo.
En relación al desarrollo motor, adquirió la marcha liberada en torno a los 14 meses. En la
actualidad, no presenta dificultad en la motricidad gruesa. En cuanto a la motricidad fina,
refieren que es poco habilidoso, presentando cierta dificultad, y observando una fuerte
presión en el trazo.
En relación con la adquisición del lenguaje, el padre refiere que fue normal. En la actualidad,
explica que Pedro pronuncia adecuadamente, maneja un vocabulario simple, y le cuesta
expresarse cuando el discurso es más complejo, utilizando frases sencillas.
A nivel social, su abuela y su padre lo describen a Pedro como un niño simpático, sociable y
cariñoso. Tiene buenas relaciones con la familia en general.
La maestra lo refiere al Psicólogo Educativo del centro para ser evaluado. Esta cuenta que
Pedro interrumpe continuamente a los demás, hablando, moviéndose o haciendo ruidos. No
tiene una buena capacidad de planificación, ni un ritmo y velocidad de trabajo adecuados, y
generalmente no termina los planes de trabajo, porque pierde mucho tiempo. En cuanto a la
organización, trabaja sin ninguna previsión, siguiendo lo que hacen sus compañeros. La tutora
considera que no se encuentra motivado ante las tareas escolares. Sus dificultades académicas
se centran en comprensión escrita y ortografía. Necesita continuamente la atención y
aprobación de sus profesores. No muestra conciencia de problema, y parece sobrevalorar sus
trabajos escolares. En cuanto a la creatividad, la tutora refiere que no posee una gran
imaginación. Y en cuanto a su actitud en el grupo, adopta una actitud pasiva, mostrando una
actitud pasiva en la interacción. No interviene, se distrae. Continuando con la información de
la tutora, referida al comportamiento personal y social de Pedro, dice que es un niño
afectuoso, desenvuelto y siempre dispuesto a colaborar. Tiene baja tolerancia a la frustración,
reacciona con rabietas desproporcionadas ante pequeñas contrariedades. La tutora considera
que se siente incapaz de afrontar solo cualquier dificultad, lo cual puede deberse a una baja
autoestima y posible anticipación de incapacidad ante las tareas. En las relaciones con sus
iguales, tiende más a someterse que a dominar. La tutora observa que es descuidado en su
aspecto. Y a nivel conductual, presenta conductas de escape ante las dificultades.

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