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CLASIFICACION DE LAS NOMINAS DOCUMENTOS

Existen dos tipos de nóminas, de las cuales se desglosan más. Estos dos tipos son:

Nóminas por puesto de trabajo.


Nóminas por tiempo.
Las nóminas por puesto de trabajo
Son aquellas que difieren dependiendo del cargo de la persona. Se dividen en dos
tipos:

Nómina para personal ejecutivo


La nómina para personal ejecutivo es la que se elabora para los altos cargos de una
empresa. Los datos se manejan de una forma más discreta.

La nómina general
Es para los demás. La principal diferencia entre estos dos tipos de nóminas es la
confidencialidad de la información.

Las nóminas por tiempo


Son las que dependen del tiempo en el que se paga el salario. Se dividen en cuatro
tipos:

Nómina semanal: Es cuando los trabajadores reciben su salario cada semana.


Nómina catorcenal: Aquí, el salario se paga cada 14 días. Algunos la confunden con la
quincenal, pero no son lo mismo.
Nómina quincenal: El salario se paga cada 15 días.
Nómina mensual: Se paga el salario de los trabajadores cada 30 días. Sin embargo,
dependiendo del caso, se puede ajustar a 28, 29 o 31 días.
Cuando se habla de nóminas por tiempo, las más comunes son la quincenal y mensual.

Adicionalmente, también existen otros tipos de nóminas como las prorrateadas, las de
baja por enfermedad, o las de horas extras.

Clasificar los tipos de nómina atiende a dos criterios: la periodicidad con la que pagan
las empresas a sus colaboradores y al tipo de personal con el que cuenta la empresa.

Las nóminas se clasifican de la siguiente manera:

Semanal. Este tipo de nómina hace referencia al periodo de pago de siete días.
Catorcenal: La nómina catorcenal cubre un periodo de 14 días.
Quincenal: Esta nómina es calculada por un lapso de 15 días.
Mensual: La mensual incluye un periodo de 30 días, y en su caso se hará el ajuste
correspondiente cuando la nómina se calcule por 28, 29 o 31 días.
Otra característica que se debe destacar es que por la información y las características,
la nómina puede ser:

Normal: es aquélla que contiene las percepciones que recibe el personal de la empresa
de forma regular, por ejemplo, sueldos y salarios y otros ingresos ordinarios. Se
caracteriza por contener información no restringida y de fácil acceso de acuerdo a la
información de los colaboradores.

Especial: contiene información que no está contemplada regularmente, también tiene


percepciones extraordinarias que están sujetas a eventualidades especiales como son
pagos por bonos por productividad, de utilidades a los trabajadores y de gratificaciones,
entre otros.

Confidencial: este tipo de nómina contiene los pagos que la empresa realiza a sus altos
funcionarios como directores, funcionarios o gerentes generales.

La característica principal de este tipo de nómina es que el acceso a la información se


encuentra restringido.

Las empresas de acuerdo a sus requerimientos podrán generar, implementar y elegir


otros tipos de nómina, como la prorrata, extraordinaria, por departamento, por ciudad o
cualquier otra que necesite.
DOCUMENTOS CONTABLES DE LAS DEPENDENCIAS PUBLICAS

El término incluye diversos tipos de documentos que sirven para «demostrar» las
transacciones en la contabilidad: facturas, recibos y tickets son algunos de los tipos de
comprobante más cotidianos, pero esta acepción también incluye a los que acreditan la
salida de mercancías o las nóminas. Su función es la de documentar salidas y entradas
comerciales y registrar cambios en el inventario, de forma que todas las actividades de
una empresa sean fehacientes, transparentes y comprobables. Con esto, el documento
contable se erige como uno de los documentos mercantiles más importantes de la
facturación de las empresas.

Pero aún hay algo más que hace especial al documento contable: como hoy la
contabilidad está casi completamente digitalizada, el comprobante ha quedado como
único testimonio de la contabilidad manual, pues se emiten y se archivan, a menudo se
sellan y han de ser conservados durante seis años. La pregunta es cómo gestionar
esta documentación de forma correcta y eficiente. A continuación, desgranamos los
aspectos más importantes de los soportes contables.

Gestión y archivo del comprobante como documento contable


Hablar de gestión de los soportes contables es hacerlo de su emisión, conservación y
utilización. La Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, señala la obligación
de emitir facturas a empresarios y profesionales y conservar todos los justificantes que
guarden relación con sus obligaciones tributarias, tanto en lo que se refiere al IVA (Ley
37/1992, de 28 de diciembre del Impuesto sobre el Valor Añadido) como al Impuesto
sobre la Renta (Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). En el primer
caso se trata de declarar el IVA soportado y repercutido y en el segundo, de acreditar
todas las operaciones, deducciones y reducciones que hayan de constar en la
declaración anual de la renta.

Toda esta documentación mercantil se debe almacenar para garantizar su integridad y


autenticidad, así como el acceso por parte de la administración tributaria. A
continuación detallamos las diversas tipologías de documentos contables, su papel
acreditativo en las declaraciones de impuestos y la normativa vigente en cuanto a su
conservación.

Como ya se ha indicado, un documento contable es un documento mercantil que


acredita una operación que modifica el activo. El tipo de comprobante comercial más
habitual es la factura, la cual atestigua la recepción de un pago por una prestación,
pero hay muchos más. Cada tipo distinto de soporte contable tiene su razón de ser en
una transacción específica y así encontramos aquellos que se emiten entre una
empresa y actores externos, los llamados comprobantes externos, y aquellos derivados
de eventos internos que tienen lugar en el seno de una sociedad mercantil, es decir, los
comprobantes internos.

Entre los comprobantes externos se cuentan todos aquellos que proceden del exterior
de una empresa, por ejemplo:

Facturas de pagos y cobros


Extractos bancarios
Notas de envío y cartas comerciales
Comprobantes postales
Tickets de restauración
Declaraciones de impuestos
Recibos
En cambio, los comprobantes internos se emiten dentro de la misma empresa. Entre
estos, por ejemplo:

Listas de salarios y sueldos


Comprobantes de salida de mercancías
Copias de facturas de pagos
Copias de recibos, cartas comerciales, cheques, etc.
Justificantes de devoluciones o cambios
Recibos de caja o comprobantes de ingreso
Comprobantes de depósitos y retiros de cuentas de ahorro
Así, vemos que considerar a un documento contable como interno o externo depende
de su origen y lo que podría parecer una obviedad no lo es tanto: los extractos
bancarios que emite la banca online son documentos externos porque los genera y
entrega un tercero, aun cuando es la entidad bancaria la que los emite. Una factura
enviada por correo electrónico también sería un comprobante externo aunque se
imprima en la empresa.

Una tercera variante es el comprobante de sustitución que una empresa puede expedir
como duplicado de una factura o un recibo en caso de pérdida o porque no se pudo
emitir en su momento. Para que el organismo recaudatorio los reconozca, los
comprobantes de sustitución por importes elevados deberían ser la excepción así como
capaces de demostrar sólidamente la necesidad de atestiguar una cantidad tan elevada
con un documento de sustitución. Lo más habitual es verificar con este tipo de
documento contable pagos pequeños en efectivo como propinas, portes, fotocopias o
aparcamiento. Con ello este justificante de pago se cuenta entre los documentos
internos pues, en definitiva, se trata de un documento emitido por la empresa –aunque
a menudo también se le especifica como otra categoría diferente debido a su carácter
diferenciado.
REQUERIMIENTO MÍNIMO DE CAPITAL Y RESERVA DE CAPITAL

Por requerimiento de capital, también denominado en ocasiones capital regulatorio, se


entiende el requisito estándar exigido a bancos y otras instituciones donde se depositan
fondos, requisito que determina la cantidad máxima requerida de capital que la entidad
debe mantener como proporción de un determinado nivel de activos de acuerdo a las
normas de agencias reguladoras como el Banco de Pagos Internacionales, la
Corporación Federal de Seguro de Depósitos o el Consejo de la Reserva Federal.
Estos requerimientos de capital son impuestos para asegurar que estas instituciones no
participan o mantienen inversiones que puedan aumentar su riesgo de quiebra y que
disponen de suficiente capital para mantener sus pérdidas operativas al tiempo que
pueden todavía hacerse cargo de nuevas retiradas de fondos.

Los recursos o fondos propios de una entidad financiera son aquellos cuya
recuperación nadie puede reclamar en ningún momento, ni existe obligación
incondicional de que sean retribuidos. Dada la plena disponibilidad para la entidad,
pueden ser destinados a hacer frente a las pérdidas inesperadas que se presenten sin
ninguna limitación. Esa es la nota distintiva de los fondos propios auténticos:

Capital ordinario o “Common Equity Tier 1” (CET-1), que engloba el capital y las
reservas.

Hay otros recursos que se computan como fondos propios (no puros) si, por ejemplo,
están disponibles durante un período muy amplio y/o si su retribución está sujeta a
algunas condiciones.

Estructura de los recursos propios computables de las entidades financieras (aspectos


básicos):
Es evidente que mientras más capitalizada esté una entidad (más fondos propios
tenga), será más solvente, es decir, podrá soportar pérdidas sin dejar de atender sus
obligaciones económicas. Imaginemos que un banco tiene unos recursos propios que
coinciden con el mínimo legal. Si recibe depósitos de la clientela, no podría destinarlos
a conceder crédito a menos que al mismo tiempo captara más capital.

Los reguladores se encuentran así ante una disyuntiva: mientras más exigentes sean
las normas de solvencia, mayor será la seguridad, pero menores las posibilidades de
que fluya el crédito. La búsqueda de un equilibrio adecuado entre los dos objetivos es,
pues, fundamental.

Para determinar los requerimientos legales de fondos propios se aplica un coeficiente,


por ejemplo, del 8%, sobre los activos totales de la entidad ponderados por su grado de
riesgo.

Ejemplo: Supongamos que los activos (10.000 unidades monetarias) son: títulos de
deuda estatal española, 2.000; acciones, 1.000; crédito con garantía personal, 3.000;
crédito con garantía hipotecaria, 4.000. La base de cálculo (APR o activos ponderados
por riesgo) sería 6.500 (2.000 x 0% + 1.000 x 150% + 3.000 x 100% + 4.000 x 50%) y
los fondos propios necesarios, 520 (8% x 6.500).

Según la normativa derivada de “Basilea III”, se establecen los siguientes coeficientes


mínimos: “Common Equity Tier I”, 7%; “TIER-1”, 8,5%; Recursos propios totales,
10,5%1
FLUJO DE EFECTIVO Y CARACTERISTICAS

El estado de flujo de efectivo es uno de los estados financieros básicos que informa
sobre las variaciones y los movimientos de efectivo y sus equivalentes en un periodo
dado. Muestra el efectivo que ha sido generado y aprovechado en las actividades
operativas, de inversión y financiamiento de la empresa.

En este caso el flujo de caja operativo muestra el efectivo que se ha recibido o gastado
como parte de las actividades cotidianas del negocio, por otro lado, el flujo de caja de
inversión te indica los movimiento relacionados a las inversiones realizadas y el flujo de
caja de financiamiento considera el efectivo que es resultado de recibir o pagar
préstamos bancarios, pago de dividendos, emisiones o compra de acciones, etc.

Como puedes observar, para garantizar el buen funcionamiento de una empresa es


muy importante mantener un nivel de liquidez óptimo, cuidar el tema del flujo de
efectivo y analizarlo constantemente, esto con el fin de tener la capacidad de poder
cubrir sus operaciones y afrontar los imprevistos que pueden presentarse en los
negocios. Mantener un flujo de efectivo saludable te permitirá realizar previsiones para
evitar soluciones de emergencia como puede ser adquirir financiamientos no planeados
para resolver alguna situación apremiante.

Gestionar la empresa con la previsión de un flujo de efectivo hecho a conciencia y con


información real al día contribuirá sin lugar a dudas a incrementar la rentabilidad que
buscas para tu empresa. Esta práctica se centra alrededor de dos áreas muy
importantes: el presupuesto de efectivo y el control interno de la contabilidad.

Características del estado de flujo de efectivo


La principal característica del estado de flujo de efectivo es que este informe financiero
clasifica los flujos de caja por actividades operacionales, actividades de inversión y
actividades de financiamiento.

De acuerdo con el Boletín Técnico Nº 50 del Colegio de Contadores de Chile, estas


tres clasificaciones se entienden de la siguiente manera:

Flujos de efectivo por actividades operacionales: son los flujos de caja originados por la
producción y el suministro de bienes o servicios, pues la utilidad de estas operaciones
se transforman en flujo de efectivo cada vez que se les cobra a los clientes, se les paga
a los proveedores y a los empleados, se cancelan los impuestos, entre otros.

Flujos de efectivo por actividades de inversión: son los flujos de caja originados por
actividades de inversión que no sea de efectivo equivalente, así como por la utilización
de recursos financieros en bienes del activo fijo o el otorgamiento de préstamos. Estos
flujos reflejan la intensidad con que la empresa requiere invertir en activos fijos.

Flujos de efectivo por actividades de financiamiento: son los flujos de caja originados
por la obtención de recursos financieros, como bien puede ser a través de aportes de
capital o mediante fuentes de préstamos de terceros. Estos flujos reflejan, por un lado,
la capacidad de la empresa de financiarse, por otro lado, el impacto que causa el pago
de financiamientos pasados, como el pago de bonos u otros instrumentos.

Teniendo en cuenta esta clasificación, el estado de flujo de efectivo muestra los


movimientos causados por cada tipo de flujo, así como también muestra el flujo de caja
total del periodo, el cual resulta de la suma de los tres tipos de flujos durante el rango
de fechas en cuestión.

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