Está en la página 1de 9

TEMA 8.

MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA


1. Introducción

El mindfulness puede entenderse como atención y conciencia plena del momento presente, de
forma activa y reflexiva.

Uno de sus referentes más claros es la meditación, que está ligada al desarrollo de técnicas de
control fisiológico: relajación y biofeedback.

Es una experiencia contemplativa: se trata de observar sin valorar, aceptar la experiencia tal y
como es, sin juicio ni crítica, con atención a ella.

Desde el punto de vista psicológico, se considera como un constructo de personalidad (cuánto


mindfulness “tiene” una persona) y como una técnica y un componente de las terapias del
conductismo radical y contextual: terapia de aceptación y compromiso, terapia de conducta
dialéctica o psicoterapia analítica funcional.

2. Bases teóricas

Jon Kabat-Zinn defendió la meditación como forma de experimentar el mindfulness. La


meditación y los procedimientos cognitivos o fisiológicos (relajación) son técnicas para lograr
desactivación fisiológica y emocional, y conseguir respuestas incompatibles con la ansiedad.

El mindfulness como componente terapéutico se encuentra dentro de las terapias de tercera


generación, junto con procesos de aceptación, compromiso y cambio directo de conductas. La
tercera generación de terapia de conducta se caracteriza por ser experiencial y contener
estrategias de cambio indirecto (el cambio sucederá sin operar directamente en aspectos
concretos). Se le otorga relevancia al contexto y a las funciones de las conductas más que a su
forma, por lo que se actúa de forma genérica sobre dichas funciones (se puede actuar sobre
otras conductas que no estén implicadas en el problema y que tengan la misma función. Ej:
controlar imprevistos en el trabajo, no hay por qué centrarse sólo en situaciones laborales,
sino en otras que causen su ocurrencia imprevista).

Se busca que la persona sea capaz de observar su comportamiento y se comprometa con él.

Como es una perspectiva más amplia, estas terapias son eficaces en problemas menos
definidos como trastornos de personalidad.

Componentes principales

- Centrarse en el momento presente: concentrarse y sentir las cosas tal y como suceden,
dejándolas ser, sin buscar su control ni sustitución por otras (ej: no cambiar un
pensamiento por otro positivo). Cada experiencia es vivida plenamente en su
momento.
- Apertura a la experiencia y los hechos: anteponer emociones y estímulos frente a la
interpretación de los mismos, ya que el lenguaje y el pensamiento (prejuicios) pueden
contaminar la experiencia, perdiendo su riqueza.
- Aceptación radical: de lo positivo y lo negativo, como algo natural que es preciso vivir.
- Elección de las experiencias: que una situación sea aceptada y vivida con atención
plena no quiere decir que no sea elegida, puesto que escogemos en qué nos
implicamos.
- Control: renuncia al control directo de reacciones, sentimientos y emociones; se busca
su experimentación y aprender sobre ellas. Esto no quiere decir que no se produzca la
regulación emocional, fisiológica y comportamental, pero no se busca de forma directa
(sucede por sí sola).

Elementos clave (según Germer):

- No conceptual: prestar atención sin centrarse en el pensamiento implicado.


- Centrado en el presente.
- No valorativo: no desear que sea otra cosa.
- Intencional: hay intención directa de centrarse en algo.
- Observación participativa: no es distanciada, sino que implica mente y cuerpo.
- No verbal: la experiencia mindfulness es emocional y sensorial.
- Exploratorio: abierto a la experimentación sensorial y perceptiva.
- Liberador: una experiencia vivida plenamente da sensación de libertad.

3. Procedimiento

Existen entrenamientos que permiten practicar y adquirir las habilidades mindfulness. Los más
utilizados incluyen elementos cognitivos (meditación), relajación y ejercicios centrados en
sensaciones corporales. Un ejemplo es el programa de Jon Kabat-Zinn (MBSR, se ve después).
Estas habilidades pueden generalizarse al funcionamiento ordinario de la persona.

Procedimientos importantes de los programas:

- Body scan: consiste en un recorrido activo y mental por todo el cuerpo (de pies a
cabeza), experimentando las sensaciones corporales acontecidas (ANEXO 1).
- Respiración: centrarse en el ritmo respiratorio, sin ejercer control sobre ella.

Estrategias terapéuticas

Los programas desarrollados tienen el mindfulness como elemento esencial y central.

MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction)

Orientado al tratamiento del estrés. Es un programa más educativo que de intervención


clínica, de 8 clases semanales de entre 2-3 horas y práctica en casa 6 días a la semana de al
menos 45 min. En la semana 6, se da una sesión intensiva de todo el día.

Va dirigido a diversos trastornos (cáncer, dolor crónico…) o a la población general.


Incluye body scan, ejercicios de concentración-meditación (observar sensaciones al caminar,
escuchar sonidos ambientales, centrarse en actividades diarias…), y ejercicios de yoga.

MBCT (Mindfulness-Based Cognitive Therapy)

Similar al anterior, pero sin sesión intensiva. Incluye una minimeditación al principio, donde se
experimentan sensaciones corporales en torno a la respiración (movimientos durante
inspiración y espiración).

Tiene orientación cognitiva porque se tratan pensamientos, distorsiones cognitivas, etc., pero
de un modo diferente, desde el modelo ABC: haciendo que el paciente observe que las
situaciones (A) producen pensamientos (B) y emociones (C), y que estos no tienen entidad en
sí.

La atención plena y la relajación

Se ha considerado que la meditación es un medio para alcanzar la relajación, aunque es más


que relajación. Sin embargo, no se han buscado sus beneficios adicionales.

El mindfulness como técnica está más cerca del entrenamiento autógeno que de relajación
progresiva. En el entrenamiento autógeno se proponen ejercicios y la persona debe dejarse
llevar y centrarse en sus sensaciones, sin rechazar o reprimir pensamientos, imágenes,
recuerdos… y sin forzar la aparición de ninguna vivencia. Se trata de dejar hacer, y los cambios
fisiológicos ocurrirán cuando no se busquen.

La relajación no es una respuesta ligada a estímulos concretos (tal cosa me relaja), sino que es
un estado homeostático que pone en marcha mecanismos fisiológicos reguladores (reducción
del dolor, aumento de opiáceos endógenos y patrones específicos de activación).

La tensión muscular es uno de sus elementos fundamentales. Es un marcador somático que


nos fuerza a elegir entre diversas alternativas antes de su valoración racional y consciente. Nos
da impulso en situaciones que requieren una decisión inmediata. La meditación es una
alternativa, puesto que evita todas las opciones posibles entre las que decidir, proporcionando
un estado de descanso y relajación.

En el mundo actual, donde estamos en una situación constante de elección ante una
inmensidad de posibilidades (excesiva demanda), los procesos de autorregulación pueden
quedar afectados de forma crónica y producir trastornos psicofisiológicos (ej: estrés). En este
contexto, la meditación ayuda a alejarse de estas posibilidades de elección.

4. Integración del mindfulness en el hacer terapéutico

Efectos procurados por el mindfulness

Se busca que la persona se deje llevar por las sensaciones, permitiéndose que los fenómenos
que operan de forma autónoma (emociones, cambios fisiológicos…) fluyan y se regulen de
manera natural. Se les debe prestar atención puesto que el organismo necesita información.
Si intentamos controlar las emociones, el estrés, el malestar… se alteran los mecanismos de
feedback naturales que permiten la regulación. Esto no quiere decir que los fármacos o las
técnicas psicológicas (reestructuración cognitiva, reducción de la activación…) sean
inadecuadas, siempre que no impidan que la persona experimente las sensaciones ligadas a
una situación. Ej: en trastornos de ansiedad, la exposición a situaciones evocadoras de
ansiedad y la experimentación de sus efectos son esenciales en su tratamiento (no evitar).

Componentes principales de la atención plena en relación con otras técnicas

- Exposición conductual y aprendizaje de nuevas respuestas: se observan las emociones,


pensamientos, sensaciones corporales… produciéndose una exposición. Así, se
produce la extinción de respuestas inadecuadas y permite la adquisición de otras.
- Regulación emocional: cuando el paciente observa sin juzgar, describe y participa en su
experiencia sin implicarse personalmente en ella, puede cambiar la tendencia de
respuesta automática.
- Reducir la creencia en las reglas: así aumenta la sensibilidad a las contingencias
ambientales reales, posibilitando la ocurrencia de nuevos aprendizajes.
- Control de la atención: centrarse en lo que acontece en el momento presente,
impidiendo la rumia y economizando recursos.

El mindfulness tiene efectos terapéuticos indirectos mediante procedimientos sencillos.

Se considera que el mindfulness consta de repercepción, que incluye cuatro mecanismos


principales:

- Autorregulación: cuando se dirige intencionalmente la atención a lo que está


sucediendo, se ponen en marcha nuestros sistemas de regulación natural que buscan
el funcionamiento más saludable del organismo. Si huimos de ello, estos sistemas no
tendrán suficiente información para desempeñar su tarea.
- Clarificación de valores: actitud de apertura ante lo que se recibe.
- Flexibilidad cognitiva, emocional y comportamental: mayor variabilidad de respuestas.
- Exposición: se debilitan los aprendizajes inadecuados y se permiten otros nuevos.

5. Ámbitos de aplicación

El mindfulness se ha aplicado para el control fisiológico-emocional. Además, la relajación y la


meditación están ligadas a los trastornos cardiovasculares.

Jon Kabat-Zinn impulsó la meditación mindfulness como procedimiento para tratar trastornos
psicofisiológicos o psicosomáticos. El MBSR es eficaz en el tratamiento de problemas clínicos,
como dolor crónico, psoriasis… e incluso en población general, como profesionales,
estudiantes, cuidadores de personas con deterioro cognitivo…

El midnfulness ha demostrado ser efectivo en la reducción del estrés.

Se apoya el uso del mindfulness en trastornos como depresión, trastornos de personalidad,


trastornos alimentarios, ansiedad generalizada, violencia, problemas de pareja…
El mindfulness ha sido integrado en tres procedimientos clínicos útiles:

- Terapia de conducta dialéctica: tratamiento basado en mindfulness y aceptación para


el abordaje de trastornos de personalidad límite.
- Terapia cognitiva de la depresión: para tratar las recaídas.
- Terapia de aceptación y compromiso.

Es complementario a la terapia cognitivo-conductual, aunque hay discrepancias en el interés


por aceptar los fenómenos frente a controlarlos (ej: en respuestas emocionales).

ANEXO 1

Instrucciones para la práctica de body scan


ANEXO 2

Ejercicios de entrenamiento autógeno

También podría gustarte