Está en la página 1de 3

¿Eres emocionalmente inteligente?

Cómo saberlo
Travis Bradberry Contributed to The Globe and Mail Published
Monday, Feb. 23 2015,
Cuando el concepto de inteligencia emocional (IE) se masificó, sirvió como eslabón perdido de un hallazgo
peculiar: las personas con un Coeficiente Intelectual (CI) medio superaban en IE a las que tenían el CI más alto
el 70% de las veces. Esta anomalía echó por tierra la creencia generalizada de que el cociente intelectual era
la única fuente de éxito.

Décadas de investigación señalan que la inteligencia emocional es el factor crítico que diferencia a las personas
exitosas del resto. La conexión es tan fuerte que el 90 por ciento de los trabajadores de alto rendimiento tienen
una inteligencia emocional elevada.

La inteligencia emocional es ese "algo" en cada uno de nosotros que es un poco intangible. Determina cómo
gestionamos el comportamiento, cómo navegamos las dificultades en las relaciones sociales y la forma en
que tomamos decisiones personales cuando queremos lograr resultados positivos.

A pesar de la importancia de la Inteligencia Emocional, su naturaleza intangible hace que sea muy difícil saber
cuánto tienes y qué puedes hacer para mejorar. Si bien siempre puedes hacer un test validado científicamente,
estos test son costosos. Así que he analizado los datos de más de un millón de personas que TalentSmart ha
evaluado para identificar los comportamientos que caracterizan una Inteligencia Emocional alta. Lo que sigue
son señales seguras de que tienes una Inteligencia Emocional alta.

1. Tienes un sólido vocabulario emocional


Todas las personas experimentan emociones, pero sólo unos pocos pueden identificarlas con precisión en el
momento en que se producen. Nuestra investigación muestra que solo el 36% de las personas pueden hacerlo,
lo cual es problemático porque las emociones no etiquetadas suelen malinterpretarse, lo que conduce a
decisiones irracionales y acciones contraproducentes.

Las personas con una Inteligencia Emocional elevada dominan sus emociones porque las comprenden, y
para ello utilizan un amplio vocabulario de sentimientos. Mientras que muchas personas pueden describirse a
sí mismas simplemente como que se sienten "mal", las personas emocionalmente inteligentes pueden precisar
si se sienten "irritables", "frustradas", "abatidas" o "ansiosas". Cuanto más específica sea tu elección de
palabras, mejor comprensión tendrás de cómo te sientes exactamente, qué lo ha provocado y qué deberías
hacer al respecto.

2. Tienes curiosidad por la gente


No importa si son introvertidas o extrovertidas, las personas emocionalmente inteligentes sienten curiosidad por
todos los que les rodean. Esta curiosidad es el producto de la empatía, una de las puertas de entrada más
significativas a una alta Inteligencia Emocional. Cuanto más te preocupas por los demás y por lo que les ocurre,
más curiosidad sientes por ellos.

3. Acepta el cambio
Las personas emocionalmente inteligentes son flexibles y se adaptan constantemente. Saben que el miedo
al cambio es paralizante y una gran amenaza para su éxito y felicidad. Buscan los cambios que acechan a la
vuelta de la esquina y elaboran un plan de acción en caso de que se produzcan.

4. Conoces tus puntos fuertes y débiles


Las personas emocionalmente inteligentes no sólo entienden las emociones, sino que saben en qué son
buenos y en qué son malos. También saben quién les presiona y cuáles son los entornos (tanto situaciones
como personas) que les permiten tener éxito. Tener una Inteligencia Emocional alta significa que conoces tus
puntos fuertes y sabes cómo apoyarte en ellos y aprovecharlos al máximo, evitando que tus puntos débiles
te frenen.

5. Lees bien a las personas


Gran parte de la inteligencia emocional se reduce a la conciencia social: la capacidad de leer a los demás,
saber de qué van y entender por lo que están pasando. Con el tiempo, esta habilidad te convierte en un
juez excepcional del carácter. Las personas no son un misterio para ti. Sabes de qué van y comprendes
sus motivaciones, incluso las que se ocultan bajo la superficie.

6. Es difícil ofenderle
Si sabes muy bien quién eres, es difícil que alguien diga o haga algo que te moleste. Las personas
emocionalmente inteligentes tienen confianza en sí mismas y son abiertas de mente, lo que crea una piel
bastante gruesa. Incluso puede reírse de sí mismo o dejar que otras personas hagan bromas sobre usted
porque es capaz de trazar mentalmente la línea que separa el humor de la degradación.
7. Sabes decir no (a ti mismo y a los demás)
La inteligencia emocional significa saber ejercer el autocontrol. Retrasas la gratificación y evitas las acciones
impulsivas. Una investigación llevada a cabo en la Universidad de California, en San Francisco, demuestra que
cuanta más dificultad se tiene para decir no, más probabilidades hay de sufrir estrés, agotamiento e incluso
depresión. Decir que no es, de hecho, un gran reto de autocontrol para muchas personas. "No" es una palabra
poderosa que no debes tener miedo de esgrimir. Cuando llega el momento de decir no, las personas
emocionalmente inteligentes evitan frases como "no creo que pueda" o "no estoy seguro". Decir no a un nuevo
compromiso honra tus compromisos existentes y te da la oportunidad de cumplirlos con éxito.

8. Dejas ir los errores


Las personas emocionalmente inteligentes se distancian de sus errores, pero sin olvidarlos. Al mantener sus
errores a una distancia segura, pero lo suficientemente a mano como para consultarlos, son capaces de
adaptarse y ajustarse para tener éxito en el futuro. Hay que ser muy consciente de uno mismo para caminar por
la cuerda floja entre el recuerdo y el olvido. Recordar los errores durante demasiado tiempo provoca ansiedad
y timidez, mientras que olvidarlos por completo nos aboca a repetirlos. La clave del equilibrio reside en la
capacidad de transformar los fracasos en mejoras. Esto crea la tendencia a levantarse cada vez que uno se
cae.

9. Das y no esperas nada a cambio


Cuando alguien te da algo de forma espontánea, sin esperar nada a cambio, esto deja una poderosa
impresión. Por ejemplo, puedes tener una conversación interesante con alguien sobre un libro y, cuando
vuelves a verle un mes después, te presentas con el libro en la mano. Las personas emocionalmente
inteligentes construyen relaciones sólidas porque piensan constantemente en los demás.

10. No guardas rencor


Las emociones negativas que provoca el rencor son en realidad una respuesta al estrés. El mero hecho de
pensar en el suceso hace que tu cuerpo entre en modo de lucha o huida, un mecanismo de supervivencia que
te obliga a levantarte y luchar o huir ante una amenaza. Cuando la amenaza es inminente, esta reacción es
esencial para su supervivencia, pero cuando la amenaza es historia antigua, aferrarse a ese estrés causa
estragos en su cuerpo y puede tener consecuencias devastadoras para la salud con el tiempo. De hecho,
investigadores de la Universidad de Emory han demostrado que aferrarse al estrés contribuye a la hipertensión
y a las enfermedades cardiacas. Aferrarse al rencor significa aferrarse al estrés, y las personas emocionalmente
inteligentes saben que deben evitarlo a toda costa. Dejar atrás el rencor no sólo te hace sentir mejor ahora, sino
que también puede mejorar tu salud.

11. Neutralizas a las personas tóxicas


Tratar con personas difíciles es frustrante y agotador para la mayoría. Las personas con Inteligencia Emocional
alta controlan sus interacciones con las personas tóxicas controlando sus sentimientos. Cuando tienen que
enfrentarse a una persona tóxica, abordan la situación de forma racional. Identifican sus propias emociones y
no permiten que la ira o la frustración alimenten el caos. También tienen en cuenta el punto de vista de la
persona difícil y son capaces de encontrar soluciones y puntos en común. Incluso cuando las cosas descarrilan
por completo, las personas emocionalmente inteligentes son capaces de tomar a la persona tóxica con pinzas
para evitar que les hunda.

12. No buscas la perfección


Las personas emocionalmente inteligentes no se fijan la perfección como objetivo porque saben que no existe.
Los seres humanos, por naturaleza, somos falibles. Cuando la perfección es tu objetivo, siempre te queda una
persistente sensación de fracaso que te hace querer rendirte o reducir tu esfuerzo. Acabas pasando el tiempo
lamentándote por lo que no has conseguido y por lo que deberías haber hecho de otra manera, en lugar de
seguir adelante, entusiasmado por lo que has conseguido y por lo que conseguirás en el futuro.

13. Aprecias lo que tienes


Dedicar tiempo a contemplar aquello por lo que estamos agradecidos no sólo es lo correcto, sino que también
mejora nuestro estado de ánimo, ya que reduce la hormona del estrés cortisol en un 23%. Una investigación
realizada en la Universidad de California, Davis, descubrió que las personas que se esforzaban a diario por
cultivar una actitud de gratitud experimentaban una mejora del estado de ánimo, la energía y el bienestar físico.
Es probable que los niveles más bajos de cortisol desempeñaran un papel importante en ello.

14. Desconectas
Desconectar regularmente es señal de una elevada Inteligencia Emocional porque te ayuda a mantener el
estrés bajo control y a vivir el momento. Cuando estás disponible para tu trabajo 24 horas al día, 7 días a la
semana, te expones a un bombardeo constante de factores estresantes. Si te obligas a desconectar e incluso
a apagar el teléfono, das un respiro a tu cuerpo y a tu mente. Los estudios han demostrado que algo tan simple
como una pausa para el correo electrónico puede reducir los niveles de estrés. La tecnología permite una
comunicación constante y la expectativa de que debes estar disponible 24 horas al día, 7 días a la semana. Es
muy difícil disfrutar de un momento libre de estrés fuera del trabajo cuando un correo electrónico que cambiará
tu línea de pensamiento y te hará pensar (léase: estresarte) sobre el trabajo puede caer en tu teléfono en
cualquier momento.

15. Limitas tu consumo de cafeína


Beber cantidades excesivas de cafeína desencadena la liberación de adrenalina, y la adrenalina es la fuente de
la respuesta de lucha o huida. El mecanismo de lucha o huida elude el pensamiento racional en favor de una
respuesta más rápida para garantizar la supervivencia. Esto está muy bien cuando te persigue un oso, pero no
tanto cuando respondes a un correo electrónico escueto. Cuando la cafeína pone al cerebro y al cuerpo en este
estado de estrés hiperactivo, las emociones dominan el comportamiento. La larga vida media de la cafeína
asegura que permanezcas así, ya que se toma su tiempo para salir de tu cuerpo. Las personas con un alto
coeficiente intelectual saben que la cafeína es un problema y no dejan que les afecte.

16. Duerme lo suficiente


Es difícil exagerar la importancia del sueño para aumentar la inteligencia emocional y controlar los niveles de
estrés. Cuando duermes, tu cerebro se recarga literalmente, barajando los recuerdos del día y almacenándolos
o descartándolos (lo que provoca los sueños) para que te despiertes alerta y con la mente despejada. Alta
Las personas con Inteligencia Emocional saben que su autocontrol, su atención y su memoria disminuyen
cuando no duermen lo suficiente -o el sueño adecuado-. Por lo tanto, hacen del sueño una prioridad.

17. Detiene en seco la autoconversación negativa


Cuanto más rumias los pensamientos negativos, más poder les das. La mayoría de nuestros pensamientos
negativos son sólo eso: pensamientos, no hechos. Cuando parece que algo ocurre siempre o nunca, no es
más que la tendencia natural de tu cerebro a percibir amenazas (inflando la frecuencia o gravedad de un
suceso). Las personas emocionalmente inteligentes separan sus pensamientos de los hechos para escapar
del ciclo de negatividad y avanzar hacia una nueva perspectiva positiva.

18. No dejarás que nadie limite tu alegría


Cuando tu sensación de placer y satisfacción se deriva de las opiniones de otras personas, ya no eres dueño
de tu propia felicidad. Cuando las personas emocionalmente inteligentes se sienten bien por algo que han
hecho, no dejan que las opiniones o los comentarios sarcásticos de nadie se lo quiten. Aunque es imposible
apagar tus reacciones a lo que los demás piensan de ti, no tienes por qué compararte con los demás y siempre
puedes tomarte las opiniones de la gente con humor. Así, independientemente de lo que piensen o hagan los
demás, tu autoestima viene de dentro.

Derechos de autor © 2015 Entrepreneur Media, Inc. Todos los derechos reservados.

Travis Bradberry es un galardonado coautor del best-seller Inteligencia emocional 2.0 y cofundador de
TalentSmart, una consultora que presta servicios a más del 75% de las empresas de la lista Fortune 500 y es
uno de los principales proveedores de pruebas, formación y certificación de inteligencia emocional.

También podría gustarte