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LECCION
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Desde ese punto de vista, podríamos considerar las políticas de regulación de estas
estructuras de mercado como un e]emplo de las consecuencias de adoptar una visión
intervencionista en el papel del sector publico Sin embargo, hay que recordar que la defensa de la
competencia, como un objetivo irrenunciable de la actividad pública en la economía, ha sido
mantenida por economistas de clara raíz .
año(precios óptimos para las horas-valle y las horas-punta [la dª excede a la capacidad del
suministro] y las relaciones entre ellas).
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Dª
1
Q
La evaluación de los costes del monopolio exige comparar sus resultados con los del
mercado de competencia perfecta.
En competencia perfecta: Equilibrio donde la D cruza a la O
Mar Página 2 22/10/2022
620640167.doc
Comparemos en un mercado con oferta horizontal, ambos resultados, así el CMg coincide con el
CMe.
Y
PM
PC
A pesar de lo dicho hay que tener en cuenta que no toda esta perdida de excedente representa
un coste social.
El área del trapecio puede dividirse en dos zonas bien delimitadas:
a) El área del rectángulo PMPCAM (rayado vertical) se calcularía como la base por la altura.
La base del rectángulo es la cantidad que vende el monopolista mientras que la altura es la
diferencia entre los precios de venta del monopolista y del mercado de competencia perfecta.
Ahora bien, el precio del mercado de competencia perfecta coincide con el coste marginal, y éste, a
su vez con el coste medio; La diferencia entre el precio de venta del monopolista y el coste medio de
fabricación nos dice cuanto gana el empresario por cada unidad que vende.Al multiplicar esta
diferencia por el número de unidades, estamos calculando los beneficios del empresario.
De esta manera, el rectángulo que consideramos es una pérdida de excedente del consumidor que se
convierte en beneficios para el empresario. En la medida en que lo que pierde uno, lo gana el otro,
no podemos considerarlo una pérdida para la sociedad en su conjunto.
Será, en todo caso una redistribución entre los componentes de la sociedad, que nos parecerá más o
menos injusta, pero no es un coste social.
b) El área del triángulo M A E representa una pérdida de excedente para el consumidor que
no se apropia el monopolista. Este área es el auténtico coste social del monopolio y puede
calcularse:
Area = ½ Base x altura
La base es la diferencia entre las cantidades que se venden en competencia perfecta y en monopolio.
La altura es la diferencia en los precios.
C) EL MONOPOLIO CON COSTES INFERIORES A LOS DE COMPETENCIA
PERFECTA
Hemos supuesto que el monopolista tiene los mismos costes que el mercado de competencia
perfecta. Este supuesto es muy poco realista, en la medida en que empresas de superior tamaño
pueden producir a un coste más bajo (se dice, en este caso, que el empresario dispone de economías
de escala). El hecho de producir a un coste inferior, beneficia a la sociedad ya sea porque el
producto se puede vender a un precio más bajo o porque el monopolista obtiene mayores beneficios
(Que los beneficios se los apropie el empresario o lleguen al consumidor en forma de precios más bajos será una
cuestión de disminución de renta pero no de eficiencia económica, que es lo que nos preocupa en este tipo de análisis).
Con la finalidad de explicar con más detalle esta cuestión, consideremos el gráfico siguiente,
donde representamos las curvas de demanda, ingreso marginal y costes marginales de competencia
perfecta ("CP") y del monopolista ("M")
A Cp
A) NO INTERVENCION
B) LA LEGISLACIÓN ANTITRUST
- La Sermón Act prohibía los monopolios y los abusos de una posición monopolista La
prohibición inicial se vio matizada, enseguida, por la aplicación de la llamada rule of reason, o
regla de la razón, que defendía que la prohibición sólo debía aplicarse a los monopolios que no
fueran razonables, es decir aquellos que no se justificasen por que el empresario fuera más eficiente
En cambio, la prohibición de prácticas abusivas ( discriminación de precios, contratos en los que se venden dos
productos simultáneamente ), si ha tenido continuidad y podernos encontrarla reflejada en 1a legislación
mercantil tanto europea como española.
La normativa español esta recogida en la Ley de Defensa de la Competencia se hace referencia a la prohibición
de las practican restrictivas de la competencia, pero establece una serie de excepciones que reflejan, el planteamiento de
la rule of reason. En cambio, en el abuso de posición dominante no cabe excepción alguna.
C) EL ESTABLECIMIENTO DE IMPUESTOS
Una última posibilidad consiste en dejar operar libremente al empresario pero indicarle que su
cifra de beneficios no puede exceder un determinado límite. Se trata así de incentivar que el
monopolista no marque precios excesivamente altos para no superar el límite fijado a los beneficios
La forma habitual de establecer el límite es considerar que la cifra de beneficios, dividida por el
Capital invertido tiene que ser menor o igual a un límite , es decir B/K = < s (teniendo en cuenta
todas las variables).
Las formas de acción de precios en las empresas que suministran servicios de naturaleza
cuasi-pública. Para ello, distinguimos dos casos: el de que los costes sean decrecientes y aquellos
servicios en que la demanda es fluctuante
(Era tradicional distinguir entre cuatro casos diversos costes crecientes, decrecientes,
constantes v oscilantes. Sin embargo, el caso de los costes constantes ofrece pocas dificultades
En efecto, si el coste marginal es constante, es, por definición igual al coste medio, y en tales
circunstancias, la regla de eficiencia económica de P = CM g garantiza automáticamente que P =
CMe con lo cual ni se generan beneficios ni se producen perdidas. Por otro lado, los aspectos
mas interesantes de la discusión en el caso de los costes crecientes pueden estudiarse igualmente,
en el supuesto de costes decrecientes, que resulta mas apropiado en el análisis de los monopolios
que suministran este tipo de servicios Por ultimo, hemos de destacar que preferimos denominar
"demanda fluctuante” a las situaciones que se han caracterizado, tradicionalmente, como de
costes oscilantes).
A) MONOPOLIOS NATURALES
Alternativas:
a. Mantener el precio competitivo PE, y buscar algún medio de financiar las pérdidas:
1. Cubrir las perdidas con cargo a los presupuestos del sector pbco, que entrgaría una
subvención al empr La entrega de fondos exige la existencia de recursos previos procedentes de
impuestos o de reducción de gastos Coste de bienestar.
Estamos ante una redistribución de renta encubierta, ciudadanos ajenos a
este mercado cubren costes del empresario y favorecen, así, a los consumidores .
Podría entonces proponerse el uso de impuestos de cuota fija, cuyos efectos en términos de
eficiencia no son distingos a las cuotas de enganche que se describen a continuación, pero que
siguen planteando el mismo problema redistributivo.
2. Añadir al precio de venta del producto, que coincidiría con P E, una cuota fija para tener
acceso al suministro.
Esta alternativa es muy frecuente en el suministro de servicios como el agua, gas o electricidad, o en
las comunicaciones telefónicas, donde se exige una cuota de enganche y además un precio,
constante o no, por cada unidad, o paso, consumida.
b. Optar por el precio capaz de cubrir los costes medios de producción, es decir, el que corresponde
a la intersección de la curva de demanda con la de costes medios totales.
El principal inconveniente de esta solución es que el consumidor sufre una pérdida de excedente,
parte de la cual, la señalada por el triangulo EGR, constituye una pérdida neta de bienestar, o un
coste social.
Para ello, adoptara el nivel QM donde el coste marginal se cruza con el ingreso marginal (punto D).
El precio será el indicado por la curva de demanda, M esto es PM.
El empresario percibirá un beneficio indicado área P M,PR,M,X (rayada horizontalmente de forma
discontinua), una pedida de bienestar señalada por el triángulo MFR (rayado hotizontalmente)
No se puede asegura que se puedan dar las tres soluciones en todos los monopolios:
- No es posible optar por el precio Ramsey, si el coste medio no se cruza con la curva de demanda.
Si el monopolista decide marcar la cantidad eficiente QE se generan unas pérdidas.
Si todos los demandantes son idénticos, y la demanda refleja la cantidad total deseada por los
distintos consumidores, se podría exigir una cuota de enganche que cubriese las pérdidas, y los
demandantes mantendrían un excedente.
-Sin embargo, si tos costes medios exceden, en mucho, a la curva de demanda, la exigencia de cuota
de enganche puede ser imposible
Imposibilidad de una tarifa en dos partes
J
G
Una alternativa a la tarifa en dos partes es la denominada tarifa por bloques que no es sino un
mecanismo de discriminación de precios, en la que se cobran importes distintos dependiendo del
número de unidades consumidas, pero puede demostrarse que ambos procedimientos son
equivalentes en sus efectos aunque no igualmente fáciles de aplicar.
Como se refleja en la Figura, si los costes medios están representados por CMe y los marginales
por CMg, es posible adoptar un precio competitivo, que representa la eficiencia económica, si la
cuota de enganche se iguala a las pérdidas del empresario, pero nos encontramos en un punto
límite, en el que los consumidores no retienen excedente alguno, y, de hecho, les daría lo mismo
consumir el producto que no hacerlo (El triángulo J es idéntico al F, de ahí que el excedente sea
nulo).
Si esa situación es una posición límite para el consumidor, cualquier curva de costes medios
superior a CMe, por ejemplo CMe’ haría imposible la adopción de una tarifa en dos partes y
exigiría forzosamente, la subvención con cargo a los presupuestos del Estado.
Este nivel de capacidad máxima puede ser considerado fijo en el corto plazo y modificable,
por expansión de la empresa, a largo plazo, o bien, podemos suponer que la empresa puede contratar
capacidad adicional de suministro si lo exigen las circunstancias.
la demanda corresponda a una hora punta, debe marcarse un precio superior a c, y además diferente
para cada una de ellas.
La cuestión de como fijar los precios con demanda fluctuante es si se debe poner un único
precio para cada periodo, esto es uno para la hora puntas y otro para las horas valle, o si en uno u
otro caso deben establecerse precios distintos para cada posible momento del tiempo.
La respuesta depende crucialmente de las posibilidades del empresario para ampliar la capacidad de
suministro.
D1 es superior a D2 (C-B)
El precio en D2, P2 excede en FG al otro
De acuerdo con el análisis precedente, la política óptima de fijación de precios, seria adoptar un
precio único para las horas valle, e igual a c, y un precio distinto para cada una de las horas punta.
Dicho en otros términos, con dos únicos precios, nos puede suceder que determinadas demandas
intermedias sean horas punta al marcarles el precio inferior y pasen a ser horas valle si se les aplica
el precio superior. Obviamente, la solución más adecuada sería aplicar un precio intermedio, P 2
correspondiente al punto de equilibrio E, pero ello no es sino aceptar que a cada hora punta debe
corresponder un precio diferente.
Una última cuestión de interés, en relación con este tipo de situaciones es plantear si
resultaría óptimo para la empresa elegir un nivel de capacidad, A, que impidiera la situación
de hora punta. (No es demasiado difícil identificar esta aspiración con los deseos de los consumidores de este tipo
de servicios que protestan cuando no pueden acceder al mismo por encontrarse saturado o se quejan cuando se enfrentan
a precios que discriminan precisamente en los periodos de tiempo en que necesitan con mayor urgencia el suministro).
Tal opción significaría que el empresario incurriría en pérdidas :
-Si A se elige de forma que todas las demandas son horas valle: el precio que se marcará a cada
demanda será c, de tal modo que los ingresos totales del empresario tan sólo cubren los costes
variables, es decir, el empresario sufriría unas pérdidas iguales a los costes fijos.
-Por el contrario, consideremos el caso en que se elige un nivel de capacidad, A, de tal modo que las
dos primeras demandas son horas valle y las dos segundas, horas punta: En las primeras, la cantidad
demandada es inferior al máximo de capacidad, por definición de lo que es una hora valle, y les
corresponde un precio igual a c , En las segundas, la demanda se raciona hasta llegar al nivel de
suministro alcanzable, A, pero se cobra un precio superior al coste c.
No resulta óptimo elegir un nivel de capacidad lo suficientemente elevado como para asegurar que
nunca se producirán horas punta, y que, por el contrario, es forzoso optar por una capacidad de
suministro inferior, de tal forma que, al menos en un periodo, se genere una hora punta.
En el supuesto de que el empresario pueda contratar capacidad adicional para hacer frente a
las horas en que la demanda alcanza sus niveles máximos, la curva de costes cambia radicalmente.
No se puede hablar propiamente de horas punta y de horas valle, sino que las diferentes
demandas exigen una capacidad de suministro diversa, que el empresario consigue por sí o
recurriendo a otros productores.
A cada demanda se le asigna un precio competitivo, donde se cruzan con el CMg.
Esto garantiza la eficiencia en la asignación de recursos, pues la valoración del consumidor de
disponer del servicio en un momento dado coincide con el CMg de suministrarlo en ese momento.