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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof.

Ana García Gutiérrez

Tema 4

Alerta y orientación

I. La teoría atencional de Posner

Posner es un investigador de la Universidad de Oregon cuyos trabajos se caracterizan por


planteamientos originales y por haber sabido adaptarse a los cambios emergentes en la
sociedad. Muestra de ello es que sus publicaciones son de las más influyentes en este
campo durante los últimos 25 años y, gracias a ellas, ha sido galardonado con multitud de
premios con los que ha podido financiar nuevas investigaciones y seguir contribuyendo a la
difusión sobre el conocimiento de la Atención y de las Funciones ejecutivas.

Como punto de partida hay que destacar que fue uno de los primeros investigadores que
dentro de la psicología cognitiva pensó que la atención no era un concepto ni un
mecanismo unitario. Hemos visto en el tema anterior que tanto Broadbent, con su idea del
filtro, como Kahneman con su concepción de la atención como depósito de energía
mental, entendían que la atención era una función unificada. Si bien, para Posner habría
que distinguir entre tres sistemas o redes atencionales. Una de ellas es la red de alerta cuya
función es proporcionar a la activación necesaria para sostener el funcionamiento de las
redes de orientación y control. El segundo componente es la red de orientación, cuya
función es dirigir los sistemas sensoriales hacía las fuentes de información. Y el tercero la
red de control ejecutivo que se encarga del control de la acción y de los procesos
cognitivos superiores. En este tema nos vamos a centrar en las dos primeras. Aunque es
importante entender que estas redes no se distribuyen como compartimentos estancos sin
relación entre sí, sino que están relacionadas y el estudio de sus relaciones constituye un
importante aspecto de la investigación actual. La consideración sobre una funcionalidad
específica para cada red permite ordenar y organizar el amplio conjunto de problemas que
están relacionados con la atención. El mismo Posner ha ido modificando su teoría cuando
los resultados experimentales así lo aconsejaban.

Pero, ¿Cómo llega Posner a formalizar su teoría, en qué estudios previos se basa?

Uno de los puntos clave del modo en que estudia Posner y que lo diferencia de sus
coetáneos es su interés por establecer un puente entre los datos experimentales (v.gr., datos
extraídos del paradigma de escucha dicótica o de búsqueda visual) y la actividad cerebral.
Considera que investigar en esta relación mente-cerebro es fundamental para poder dotar a
la atención de correlatos fisiológicos que le ayuden a resolver el problema circular del
homúnculo. Así, contribuye al desarrollo de la neuropsicología cognitiva que se caracteriza
por poner el Experimento al servicio del uso diagnóstico en psicología. Los experimentos
que Posner plantea se basan en respuestas cerebrales y sus resultados le llevaron a crear un
auténtico mapa funcional de la atención. Más adelante, en los ´80 las técnicas de
neuroimagen dieron origen a la Neurociencia cognitiva que resultad e la simbiosis entre la
psicología cognitiva y las neurociencias.

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En resumen, la teoría de Posner plantea las siguientes ideas de base:

- La atención es un mecanismo unitario pero no único porque en él confluyen tres


redes dotadas de una función específica, que trabajan con independencia pero
estando íntimamente relacionadas.
- Las tres redes ejercen sus funciones de forma supramodal. Es decir, no están
ligadas a una determinada modalidad sensorial o proceso cognitivo o motor
concreto. Esto es, la actuación de cada una de ellas puede influir o requerir
procesos o modalidades sensoriales diferentes.
- RA Orientación como función relacionada con la selección de información. Pero
no debemos confundir los términos Orientación y Selección porque mientras el
primero no requiere la presencia de dos estímulos como mínimo, el segundo sí. La
atención puede bien orientarse hacia un único estímulo pero para seleccionar
necesitaremos poder elegir entre más de un estímulo.
- RA Alerta, permite al organismo mantenerse en une estado de activación adecuado
para procesar información
- RA Ejecutiva, relacionada con el control de la acción. Hay que decir que ya el
modelo de Kahneman incluía las funciones ejecutivas en uno de los componentes
de su modelo, concretamente en la “política de distribución de recursos”. Aunque
no explica mucho acerca de cómo funciona.

Tenéis la representación del modelo cerebral propuesto por Posner en dos


diapositivas

II. La red de Alerta

En primer lugar habría que diferenciar entre estado de alerta y atención sostenida.
Hablamos de Estado para referirnos a una disposición del organismo, en este caso a la
disposición para procesar información con mayor nivel de eficacia. Por tanto, el estado de
alerta nos permite mantener un adecuado nivel de vigilancia en situaciones que requieren
atención durante periodos más o menos prolongados. En general, hablamos de atención
sostenida para referirnos a todos los mecanismos que permiten mantener la atención con
esfuerzo y resistencia ante la fatiga o condiciones de distractibilidad. En este tipo de
atención hay una fuerte influencia del sistema volitivo que, a su vez, permite la activación
de los mecanismos selectivos de la atención.

En el tema anterior vimos que para Kahneman el concepto de esfuerzo mental estaba
relacionado con el arousal o activación generalizada del organismo. El concepto mismo de
arousal es anterior a Kahneman y a Broadbent. Tiene su origen el descubrimiento por parte
de los neurofisiólogos Moruzzi y Magoun (1949) de la formación retículas que ocupa la
zona central del tronco cerebral. Estos investigadores comprobaron dos aspectos de
interés: a) la estimulación eléctrica de esta zona provocaba efectos de activación
comportamental y desincronización del electroencefalograma. Desincronización también
asociada a un estado de activación y vigilia. b) La lesión de esta zona provocaba un estado
de coma. Estos descubrimientos llegaron a formular la idea de un sistema arousal o

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activación general cuya función era mantener de forma generalizada la actividad del
organismo. A este sistema se le llamó: Sistema reticular activador ascendente (SRAA)

En la diapositiva tenéis una representación gráfica de la actividad cerebral de una coballa que recibe
estimulación eléctrica en la Formación reticular Pontina. La primera franja se amplía en las dos siguientes
que reflejan la actividad cerebral antes de y después de estimular eléctricamente esta zona. Las diferencias
son claramente visibles.

La idea de contar con un sistema de activación organísmico tuvo un fuerte impacto en la


investigación psicológica de su tiempo y en diferentes áreas de estudio. Desde el
aprendizaje Hull 1 consideró que el sistema de arousal constituía el fundamento fisiológico
del concepto de impulso generalizado. Motivación para la acción. Además, pronto se
consideró al sistema de arousal como responsable de la dimensión de activación de
emociones. Desde nuestro área de estudio Kahneman, se llegó a considerar que SRAA era
equivalente al concepto mismo de atención.

A partir de estos estudios preliminares de Moruzzi y Magoun surgieron otros estudios que
trataban de aclarar el funcionamiento de este sistema. El resultado de esas investigaciones
pronto puso en duda el carácter unitario del sistema SRAA. La psicología experimental
comprobó que las diferentes medidas que se utilizaban para medir Arousal con frecuencia
relacionaban bajo entre sí, o incluso no mostraban correlación alguna. Desde la
psicofisiología se descubre que SRAA estaba compuesto por distintos subsistemas bien
diferenciados neuroanatomicamente y, sobre todo, por la naturaleza bioquímica de los
neurotransmisores que actúan en cada subsistema. Así se caracterizan al menos cuatro
subsistemas que proyectan a la corteza cerebral desde diferentes núcleos subcorticales: el
colinérgico del cerebro anterior basal, el noradrenérgico del locus coeruleus (LC), el
dopaminérgico del haz del cerebro anterior medial y el serotonérgico del núcleo de rafe
dorsal.

El sistema de alerta que Posner y otros autores han postulado como componente de una
red atencional está relacionado con el sistema noradrenérgico del locus coeruleous. No se
trata por tanto de un sistema generalizado de arousal sino de un sistema cuya función se
define mejor como sistema de alerta o de vigilancia. Volveremos sobre los componentes
neurales de esta red, pero antes debemos limitar los aspectos psicológicos del concepto de
alerta y la forma en que se han estudiado mediante tareas experimentales.

III.1. Dos tipos de alerta: Fásica y Tónica

De acuerdo con Parasuraman y Davies (1984), hay dos tipos de activación que puede ser
estudiados desde diferentes perspectivas y bajo distintos paradigmas experimentales:

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Hull, conductista influenciado por teorías evolucionistas, consideró que el organismo se mueve de
acuerdo a sus necesidades que conforman el impulso o drive dirigido parcialmente por el arousal.
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- Alerta Fásica se estudia mediante paradigmas que implican la presencia de señales


de aviso previa a la aparición del target. Por ejemplo, tarea de Posner o costes y
beneficios.
- Alerta tónica se estudia mediante tareas monótonas en las que el estímulo objetivo
aparece con una tasa de presentación muy baja.

En ambas situaciones la respuesta al estímulo viene cuando el sujeto tiene un nivel de


activación adecuado. Si la activación es muy elevada podrían darse un mayor número
de respuestas anticipatorias o erráticas (Posner, 1978). Si bien, esta clasificación de la
alerta puntual o sostenida debe tomarse con cautela porque no parece haber resultados
suficientes que aboguen por la presencia de diferentes mecanismos; al contrario, de
Posner (1997) sugiere que ambas alertas comparten mecanismos aunque se accionen
por distintas causas. En cuyo caso, quizá no sería necesario hablar de dos tipos de
alerta. No obstante, a la hora de profundizar en el tema y, puesto que se han basado en
paradigmas de investigación diferentes, veremos las dos por separado.

III.1.1. Alerta Fásica. También podríamos llamarla Puntual porque desde un punto de
vista neurológico se vincula con la respuesta del organismo ante un estímulo no esperado,
inusual o novedoso. Esto es, lo que normalmente llamamos respuesta o reflejo de
orientación que ocurre puntualmente como consecuencia de la sorpresa provocada por un
estímulo.

Normalmente este tipo de alerta surge de después de la presentación de una señal de aviso
que alerta de la inminente aparición del estímulo objetivo. Se trata de un estado de alerta
transitorio y dependiente de un estímulo repentino e inesperado que exige una respuesta
concreta. En los estudios de laboratorio, reproducir situaciones para registrar alerta fásica
implica la necesidad de introducir una señal de aviso asociada a la aparición del estímulo
principal (target) al que el participante deberá responder. En tales situaciones el intervalo
entre estímulos (ISI-en inglés), suele ser inferior a un segundo. Por ejemplo, como señal se
presenta una luz durante un brevísimo espacio de tiempo (50msg) y como target una flecha
(target) a la que el sujeto debe responder lo más rápido posible indicando si apunta hacia la
derecha o a la izquierda. En situaciones como esta, se suele observar mayor rapidez en los
ensayos que incluyen señal de alerta que en los que no la tienen. Esto indica que la señal de
alerta prepara nuestra atención para responder y cuando aparece el target la orientación al
mismo es más rápida. Estos resultados ya se observan en trabajos de os años ´70 como en
Posner, Klein, Summers y Buggie, (1973) y han sido ampliamente replicados bajo diferentes
tareas y condiciones experimentales. Algunas de las conclusiones de estos estudios sugieren
que el efecto de la alerta fásica alcanza su punto máximo entre los 100 y los 500msg. Por
otra parte, cuando los TR son bajos se ha observado un incremento en el número de
errores sobre todo en ensayos no señalizados. Se produce un intercambio entre precisión y
velocidad (las dos VD que se suelen usar) de forma que las respuestas son más precisas
cuando son lentas y menos cuando son rápidas. La explicación de estos resultados pasa por
entender que el efecto de alerta fásica es breve y afecta preferentemente a la velocidad de la
respuesta. La anticipación a la hora de responder puede provocar una respuesta afirmativa
rápida ante información insuficiente, provocando así más errores o falsas alarmas.

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Por otra parte, podemos hablar de alerta fásica sin señal externa, en estas situaciones el
procesamiento sigue un recorrido de arriba-abajo (mis pensamientos, ideas…, alertan y
dirigen mi atención hacia un objeto determinado).

Las tareas experimentales usadas para evaluar alerta Fásica son: tareas de señalización
(costes y beneficios que ya conocéis) y Test de Ejecución continua (CPT= continuous
performance test) del que hay distintas versiones. Veamos alguna de ellas.

Test de Ejecución continua (CPT)

La versión más básica consiste en presentar una serie de estímulos en una pantalla de
ordenador. Los estímulos se irán sucediendo de uno en uno y rápidamente. El participante
sólo tiene que responder al que previamente se le ha indicado, pueden ser números, figuras
geométricas, letras, o series. Por ejemplo, responder a B cuando esta aparezca después de
A. Un ejemplo de esta versión clásica lo encontramos en el trabajo de Stins et al (2004), en
su caso, la tarea consistía en alternar pantallas en las que aparecían un nº determinado de
puntos. La tarea del sujeto era responder “Sí” cuando aparecían 5 puntos y “no” cuando
aparecían 3, 4, etc. Cuando esta tarea se pasó a una población de TDHA en comparación
con un grupo de control, se observó una clara diferencia entre dichos grupos. La tendencia
de respuesta sugería una peor respuesta para la población clínica.

Una versión más moderna del CPT fue diseñada por Rizzo et al., (2006). La versión española
se conoce como AULA (Climent et al., 2011). En ambos casos, la tarea implica reproducir
un escenario similar a las clases de los centros escolares. Durante 20 minutos el niño es
introducido en una realidad virtual y mediante el auricular y el sensor de movimiento que
llevan las gafas se van presentando estímulos y registrando algunas respuestas. El niño va
visualizando un aula mientras está sentado en su pupitre frente a la pizarra. Los estímulos a
los que el niño tendrá que responder aparecerán proyectados sobre ésta. La ventaja de
AULA sobre otros CPT tradicionales, es que permite medir y ampliar las VDs, y además
medirlas en un escenario más real. Un ejemplo de instrucción puede ser: responde a una
estrella si aparece en la pizarra y si ha sido precedida por un número impar. Si la estrella
aparece en la ventana o en otro lugar del aula, no respondas. Este tipo de tarea requiere
bastante atención, y por un período más o menos largo.

Ventajas con respecto a otros procedimientos:

- Diferenciación entre la atención visual y la auditiva (se pueden incluir


distractores auditivos para evaluar la interferencia con los visuales o viceversa,
depende de cómo se hayan planteado las instrucciones)
- Permite evaluar Atención dividida (interferencia de distractores)
- Evalúa la calidad del foco de atención (según el ejemplo, podemos saber si el
niño está mirando la zona de la pizarra). Se mide directamente por movimientos
oculares.
- Control de la actividad motora (gracias a los sensores de movimiento podemos
registrar la actividad de cabeza, brazos y piernas).
- Permite dos condiciones experimentales (o una si las de abajo se mezcla entre
ensayos o entregrupos)
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o Con distractores (auditivos, visuales, mixto)


o Sin distractores

Se ha usado como herramienta diagnóstica en TDHA ya que es un trastorno que aunque ha


sido relacionado con un déficit en las funciones ejecutivas (y por tanto de control
atencional), uno de los problemas más recurrentes en esta población es la dificultad que
presentan para mantener la alerta en ausencia de señales de aviso. Los resultados suelen ser:

✓ TR más lentos en ensayos correctos en la condición de distracción (cuando


aciertan, tardan más)
✓ Cometen más errores de omisión y de comisión
o Particularmente, más errores de omisión en la condición distractora (más
errores en general, aunque con distractores se vuelven más conservadores
porque omiten más).
✓ Más actividad motora en todas las condiciones (se registran más movimientos en
todas las situaciones que en controles)

Por tanto, esta prueba puede considerarse como una buena herramienta diagnóstica y de
rehabilitación.

III.1.2. Alerta Tónica o de Vigilancia (atención sostenida)

A nivel cognitivo, permite ejecutar tareas prolongadas más o menos monótonas con un
mayor nivel de eficacia. Si bien, existen factores que alteran este tipo de alerta como el
cansancio debido al exceso de activación o falta de sueño; la exposición a condicionas
ambientales de temperaturas extremas. Demasiado frío o calor, influyen en el rendimiento
general del organismo.

Los efectos de la alerta tónica se han estudiado en tareas que no suelen utilizar señal de
aviso y estudian la ejecución de las personas en intervalos de alerta largos. El origen de
estos estudios fue comprobar el rendimiento de los controladores aéreos que debían pasar
largas horas mirando un radar para detectar la presencia de aviones enemigos en
prevención de un ataque. Actualmente, podríamos compararlo con las consecuencias de
conducir durante largo rato sin hacer paradas. Sabemos que la combinación entre fatiga y
conducir puede llevarnos a desenlaces fatales. Por eso, estudiar cómo decae la atención en
situaciones que demandan recursos atencionales de un modo continuado (sostenido) nos
ayuda a predecir cuándo una persona empezará a cometer errores, saber esto nos ayudará a
evitarlos. Las tareas típicamente usadas en este paradigma se conocen como tareas de
vigilancia, y el sistema atencional que les da apoyo se denomina con frecuencia atención
sostenida o vigilante o red de alerta, siguiendo la terminología empleada por la teoría de Posner.

Una de las primeras tareas ideadas fue creada por Mackworth, quien utilizó un reloj un
tanto especial. Tenía una sola manilla que se movía a razón de un salto por segundo (7mm
por salto). Muy de vez en cuando (concretamente un 20% de los ensayos), el puntero
saltaba dos pasos y la tarea del observador era detectar ese doble salto (14 mm) cada vez
que ocurriera en el período de dos horas. La tarea sintetiza las dos principales
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características de todas las tareas de vigilancia: largos intervalos de vigilancia y baja


probabilidad de que el acontecimiento a detectar ocurra. Los resultados mostraron que la
detección del doble salto decaía considerablemente entre la primera media hora y la
segunda media hora, y que después, aunque continuaba decayendo lo hacía de un modo
más gradual.

Otro procedimiento para evaluar actividades de vigilancia se basa en la tarea de atención


sostenida a la respuesta (SART-Sustained Attention to Response Task) ideada por Ian
Robertson. El objetivo es que el participante omita una respuesta ante la presencia de un
acontecimiento poco frecuente. Por ejemplo, presentamos consecutiva y rápidamente una
serie de dígitos y el participante deberá repetir en voz alta todos excepto uno elegido
previamente como target. Si el elegido es el nº ejemplo 5, cuando este aparezca el sujeto
deberá inhibir la respuesta. Como este nº aparece muy pocas veces el índice de error es
alto, aumentando a medida que va decayendo la atención sostenida. En este caso, como en
la tarea del reloj de Mackworth, la caída atencional más fuerte se da en los primeros quince
minutos de observación. Cuando la tarea resulta muy difícil aparece incluso antes.

En general, independientemente de si la atención ha de mantenerse a un target o a una


respuesta, el patrón típico de resultados se observa en lo que conocemos como Función del
decremento en la vigilancia: decaimiento muy rápido entre la primera y la segunda media hora y
más lento después (aunque sigue decayendo).

Una pregunta que surge al hablar de esta función es considerar si se trata de un fenómeno
de naturaleza perceptiva o de un problema de criterio. Para poder resolver este enigma,
basta con recordar las premisas establecidas desde la teoría de la detección de señales
(TDS). Este tipo de tareas han usado como VDs aciertos y TR. Permiten evaluar el índice
de discriminación (d’: que, si recordamos, medía la capacidad perceptiva
independientemente del criterio de los observadores). Y Beta (β) (que informa del criterio
de respuesta utilizado por el observador). La aplicación de la TDS para analizar los
resultados obtenidos en tareas de vigilancia ha mostrado efecto en ambos índices. Los
cambios en el nivel de alerta influyen en la capacidad de percibir la señal pero en otras
ocasiones la sensibilidad no decae sino que el criterio del observador se hace más estricto.
Como sabemos que el criterio varía con las probabilidades a priori de la señal, puede
ocurrir que a lo largo de la tarea el observador caiga en la cuenta de que la probabilidad de
la señal es baja y adopte el criterio de responder afirmativamente sólo cuando esté seguro,
esto es, se vuelve más conservador.

Conclusión, ¿Ocurre la función del decremento en la vigilancia por un problema perceptivo


o por uno de criterio? Por ambos, depende de la situación…

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IV. Factores que influyen en la ejecución de las tareas de vigilancia:

1. Factores de primer orden: son aquéllos que tienen relación con las características
físicas de los estímulos o psicofísica de la señal. El más importante de estos factores es la tasa
de estímulos irrelevantes (distractores) que aparecen en la tarea. Imagina una tarea consistente
en detectar un coche blanco en una carretera. La tasa de estímulos irrelevantes se refiere a
la cantidad de coches que pasan por la carretera y que no son blancos. En una tarea de
vigilancia, la detección de los objetivos es peor y más lenta si la tasa de estímulos
irrelevantes es alta. El último de estos factores sería la duración de la señal, a menor duración,
más difícil es detectar la tarea.

2. Factores de segundo orden: éstos se refieren a las características de los estímulos


principales u objetivos que el observador infiere por su experiencia con la tarea. Por
ejemplo, en las tareas de vigilancia la tasa de presentación del estímulo objetivo es baja y
esto genera incertidumbre sobre cuándo va a aparecer. Para reducir esa incertidumbre se
puede manipular el intervalo entre estímulos objetivos, de manera que si éstos son
regulares, la incertidumbre disminuye y la ejecución mejora en comparación la situación en
que los intervalos son irregulares. La regularidad también es importante para los intervalos
entre estímulos irrelevantes. Si los estímulos irrelevantes-coches no blancos- ocurren a
intervalos regulares, la detección de los objetivos mejora. La regularidad temporal de la
presentación ayuda a organizar mejor las respuestas y mantener la atención sostenida.

La incertidumbre no ocurre solo en la dimensión temporal, también puede tener lugar en la


dimensión espacial. El estímulo objetivo puede variar más o menos en relación con la
posición en que se presenta. También en este caso una reducción de la incertidumbre
mejora la ejecución en la tarea, cosa que se puede hacer usando siempre el mismo área para
presentar los estímulos. En resumen, la Regularidad en la presentación Señal/Ruido ayuda
a corregir la incertidumbre espacial y temporal (autorregulación).

Otros factores que pueden afectar a la incertidumbre son:

- Complejidad de la tarea: que puede venir determinada por el Nº de señales y


respuestas asociadas. Una tarea en la que las señales estén asociadas a más de una
respuesta es más compleja, lógicamente.

- Orden de presentación: agrupar por fases los estímulos de distintas categorías


disminuye la dificultad

- Discriminación Señal/Ruido: cuanto más parecido haya entre ellos peor se


discriminan y más complicada es la tarea

- Control percibido sobre la tarea: a mayor control subjetivo se perciba, menos


compleja se considera la tarea.

Por último, el tipo de tarea es un factor importante a considerar. Por ejemplo, hemos visto
que la tarea SART es una modificación de la tarea que exige al observador omitir una
respuesta habitual ante la presencia de un estímulo. Este procedimiento suele resultar más
complejo que la tarea CPT, que es justo lo contrario (activar respuesta cuando aparezca el

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objetivo). La dificultad de la tarea SART se ha interpretado como un instrumento más


sensible para encontrar diferencias de vigilancia en algunas situaciones.

V. Mecanismos de red de alerta

Los resultados experimentales de las distintas aproximaciones al estudio del nivel de alerta
se pueden agrupar den dos grandes grupos. Por un lado, los centrados en el papel que juega
la noradrenalina-NA (o norepinefrina NE) en los estados de alerta; y, por otro, los
resultados obtenidos en la investigación propia a la neuropsicología cognitiva, basados en
técnicas de neuroimagen.

1) Papel de la NA en los estados de alerta: Ley de Yerkes-Dodson

El origen de los estudios que ocupan el primer grupo se sitúa en lo que hoy conocemos
como ley de Yerkes- Dodson, que se inicia con los estudios de Yerkes en 1908.

El autor en principio estaba interesado en evaluar los efectos de la motivación sobre el


aprendizaje discriminativo. No hay que olvidar que este investigador fue uno de los
fundadores de la psicología comparada, por lo que no extraña saber que sus primeros
estudios se realizaron con animales aunque más adelante se intentaran extrapolar sus
resultados a seres humanos. En tales estudios, sometía a un grupo de ratones a situaciones
de aprendizaje discriminativo. Como estímulos usó luces de diferente intensidad asociadas
a leves descargas eléctricas también de diferente intensidad. Además, los niveles de
discriminación podían ser más o menos fáciles, en función de si la intensidad de la descarga
o de la luz era baja o alta. Por ejemplo, un emparejamiento entre luz y descarga de baja
intensidad sería más difícil que otra pareja compuesta por luz y descarga de mediana
intensidad. Los resultados mostraron una interesante relación entre la capacidad de
discriminación de los animales y la intensidad de la descarga.

En seres humanos se obtuvieron datos similares y se interpretaron asumiendo que


motivación y arousal estaban íntimamente relacionadas. De manera que cuanto más
extremos son los niveles de arousal (demasiado bajo o demasiado alto), peor es la
discriminación. Como en situaciones similares a las que habréis visto en diversos tipos de
Condicionamiento, el nivel de práctica hace que la curva aprendizaje alcance un nivel
asintótico a partir del que no se espera una mejora significativa. Si la combinación entre
motivación-arousal y ejecución es óptima se puede alcanzar más fácilmente la asíntota. Si te
fijas en la figura, observarás que este punto de inflexión (asintótico) se sitúa en el centro,
justo en el momento en que tanto la intensidad de la luz y la descarga están en el punto
medio.

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No obstante, la relación es algo más compleja. Los investigadores han encontrado que no
siempre es así: el punto óptimo puede desplazarse a la derecha cuando la discriminación es
fácil y el sujeto (animal o humano) está muy motivado. Por el contrario, si aumenta la
dificultad de la tarea (por ejemplo, bajando la intensidad de cada estímulo para hacerlo más
difícil de discriminar), el punto óptimo tendía a desplazarse a la izquierda. Esto supone
alcanzar un buen nivel de ejecución con niveles de motivación más bajos.

E resumen, un arousal elevado es mejor para realizar tareas fáciles porque permite centrar
la atención, en estas situaciones tener poca actividad llevaría al aburrimiento y a la
consiguiente pérdida de concentración. Por otra parte, si el arousal es demasiado elevado
para una tarea difícil, el sujeto estará demasiado activado y también perderá la
concentración, por ejemplo, si nos enfrentamos a un examen estando demasiado nerviosos.
En este caso, nuestro rendimiento será peor que estando bajo niveles de activación medios.

Una explicación plausible a estos resultados tiene que ver con el estrechamiento atencional que
podría estar produciéndose en situaciones ansiógenas. Estrechamiento que conlleva un
déficit en la ejecución de tareas difíciles por la pérdida de información relevante para la
tarea.

Por último, comentar que la ley de Yerkes-Dodson también se ha usado para explicar
algunos resultados experimentales que precisamente relacionan diferentes niveles
atencionales con la mediación de neurotransmisores. Por ejemplo, estudios de vigilancia
con monos han demostrado que la correcta ejecución en este tipo de tareas depende en
cierta medida de la actividad desarrollada en el locus coeruleus (LC). A mayor actividad,
mejor ejecuión. Si recordamos, en el LC se produce la mayor cantidad de NA del SN, y
como hemos visto, este es uno de los neurotransmisores que se sabe están implicados en la
red de alerta. En seres humanos se ha estudiado la influencia de este neurotransmisor a
partir de la administración de drogas que inhiben la producción de NA; por ejemplo, la
clonidina, cuya administración produce un empobrecimiento de la ejecución de estas tareas
(Para entender mejor, leed artículo de prácticas: Colmenero, Catena y Fuentes, 2001). El
uso de este tipo de fármacos ha dado luz al funcionamiento de la red de alerta. En un
experimento de vigilancia se administró clonidina a un grupo de personas al tiempo que
escuchaban un ruido blanco (ruido monótono de fondo que contiene todas las frecuencias y
se escucha como un zumbido constante. Se sabe que la presentación continuada de este
estímulo provoca un incremento de la alerta). Los resultados mostraron que la presencia de
ruido blanco disminuía el efecto de la clonidina mejorando el nivel de alerta y, en
consecuencia, la ejecución de la tarea. Este descubrimiento es importante porque hace
pensar que el funcionamiento de la red de alerta no sólo depende de estados internos del
organismo (como la actuación de la NA), sino también de factores externos (presencia de
un ruido blanco). Es más, estos factores externos podrían suplir en determinadas
situaciones carencias en la producción de este neurotransmisor.

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2) Estudios de neuroimagen

A modo de repaso, recordamos que las técnicas de neuroimagen han supuesto un avance
en las neurociencias y en la psicología que no resultaba imaginable hace solo 25 años.
Gracias a estas técnicas podemos hoy registrar las cifras del cerebro humano que están
implicadas en la realización de una tarea mientras la persona la realiza. Para la psicología,
estas técnicas han aportado datos de extraordinario valor para conocer conceptos que con
anterioridad se limitaban a ser construcciones hipotéticas inferidas a partir de datos
comportamentales. A su vez, las tareas que a lo largo de los años la psicología experimental
ha estudiado y analizado cuidadosamente, se han convertido en un instru-mento valioso
para explorar las funciones del cerebro. De igual manera los conceptos y teorías de la
psicología han proporcionado el armazón teórico para comprender y explicar la actividad
cerebral. Este nuevo campo de investigación es el que hoy se conoce con el nombre de
Neurociencia Cognitiva.

Con respecto a la red atencional de alerta, los primeros datos referentes a personas
procedían de la observación neuropsicológica de pacientes con daño cerebral. Se ha
observado que el daño en los lóbulos frontales, fundamentalmente el lóbulo frontal
derecho, producía un empeoramiento de la actividad cortical y también en la respuesta de
alerta fásica a una señal de aviso. Las investigaciones con técnicas de neuroimagen han
utilizado tanto ideas de alerta fásica como de vigilancia. En general los resultados han sido
muy consistentes mostrando dos zonas de la corteza claramente relacionadas con estas
tareas. Una de ellas en la zona frontal y otra en la zona parietal, ambas lateralizadas en el
hemisferio derecho.

Sobre este aspecto, cabe destacar las investigaciones de Ian Robertson y sus colaboradores
(Robertson & Garavan, 2004) utilizando resonancia magnética funcional mientras las
personas participantes realizaban la tarea SART han puesto de manifiesto interesantes
relaciones entre estas dos zonas. En el apartado anterior vimos que la presencia de ruido
blanco, y en general de cualquier fuente exógena de alerta, era capaz de suplir la diferencia
de alerta producida por la clonidina. Estos investigadores comprobaron primero que
durante la ejecución de la tarea SART se activaban las dos zonas frontal y parietal derechas.
A continuación analizaron la activación de las mismas zonas cuando la tarea se hacía
presentando auditivamente tonos de fondo durante la tarea que, como hemos visto, parece
hacer disminuir las necesidades de alerta aportada por factores endógenos (recuerda Ruido
blanco como supresor de la necesidad de producción de NA en situaciones monótonas).
Los autores encontraron que en estas condiciones la activación parietal permanecía
presente pero la frontal desaparecía. Parece por tanto que la zona parietal está implicada en
la alerta tanto exógena como endógena mientras que la zona frontal está particularmente
ligada a la alerta endógena.

Robertson ha planteado la hipótesis de que la zona parietal de la red de alerta tiene una
función de mantenimiento rutinario y semiautomático de la alerta que sustenta la tarea de
vigilancia; mientras que la zona frontal tiene una función más ejecutiva. Esta función
consiste en iniciar el estado de alerta haciendo una valoración dinámica sobre el nivel
óptimo de alerta necesario para una tarea en concreto. Obsérvese la semejanza entre al
papel que Robertson asigna a la zona frontal derecha y el papel que Kahneman asignaba a
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la política de distribución de recursos. También estas políticas de la teoría de Kahneman


asignaban recursos sobre la base de una evaluación de la demanda de energía exigida por la
tarea.

Por último, sabiendo que las dos fuentes endógena y exógena determinan el
funcionamiento de la red de alerta y extrapolando esta idea a un terreno más cotidiano,
podríamos comprender mejor por qué unas tareas nos resultan más interesantes que otras.
Considerar una tarea más o menos interesante es algo relativamente subjetivo porque
aquéllas tareas capaces de activar exógenamente nuestro sistema de alerta mejoran nuestra
concentración sin notar apenas cansancio; pero actividades que exigen esfuerzo continuo y
voluntario por mantener la atención e incapaces de engancharnos pueden resultar
tremendamente monótonas y producir cansancio cognitivo.

Parte II

La Red de Orientación

La función general de la red de orientación es alinear el organismo hacia fuentes de


estimulares interna y externa para responder adecuadamente a las demandas del ambiente.
Esta función tiene también un carácter supramodal y cada vez se estudia más su papel en
las distintas modalidades sensoriales y en cómo se transfiere la información entre ellas. Pese
a esta tendencia, el grueso de las investigaciones relacionadas con esta red se ha centrado en
la modalidad visual. Por tanto en este apartado nos centraremos en esta modalidad.

Cuando Posner concentró sus investigaciones en esta red, a comienzos de los años ochenta
del siglo pasado (Posner, 1980), trató de buscar en el estudio de la visión un modelo de
atención que pudiere generalizarse a otros dominios. Además no perdiendo de vista la
necesidad de dotar a esta red de un sustrato fisiológico trató de relacionar sus
investigaciones con las que entonces se estaban desarrollando en el área de fisiología
cerebral de la atención y por esto se basó en el paradigma experimental que des ahí se venía
usando con monos: el paradigma de señalización.

A parte de la teoría de Posner, una de las teorías tradicionales más relevantes en este
ámbito y que también conviene recordar es la teoría de la integración de rasgos de
Treisman (1986). Se trata de una teoría de atención hacia el objeto que defiende cómo éstos
son percibidos a modo de un Todo integrado. Esto es, nos permite percibir un objeto
completo y no la suma de sus partes, por ejemplo, vemos una taza como un único objeto y
no como un objeto que tiene asa, cuerpo, apertura superior, que tiene un tamaño, un color,
una textura, etc. Si bien, de acuerdo con la autora para que el objeto llegue a nuestra
conciencia como un todo integrado previamente se dan dos etapas consecutivas:

a) Extracción o análisis de rasgos: que se lleva a cabo mediante procesamiento


automático y en paralelo

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b) Identificación de los objetos: que se lleva a cabo mediante un procesamiento


controlado y serial. Etapa donde la atención juega un papel fundamental pues sin
ella la identificación del objeto podría ser errónea.

I. Atención abierta y Atención encubierta.

Aunque estos términos ya los conocéis, es importante recordar qué describen para poder
entender mejor el funcionamiento de la atención como mecanismo de procesamiento a
nivel Central y no únicamente como un mecanismo ligado a nuestros sentidos.
Recordamos que la atención descubierta o abierta se refiere a la respuesta atencional
manifiesta y directamente observable con una orientación clara de nuestros sentidos. Por
ejemplo, si algo llama nuestra atención solemos mirar hacia la zona donde se sitúa esa
fuente de información. Mientras que la atención encubierta es la que no podemos registrar,
sino únicamente inferir.

Teniendo esto en cuenta, para poder investigar el carácter central y supramodal de la


orientación atencional es importante disociar el funcionamiento general de la orientación,
de la orientación fisiológica de los sentidos hacia las fuentes de estimulación. Para esto, nos
basamos en la orientación de la atención sin tener en cuenta los sentidos. Esto es, atención
encubierta. Desde el punto de vista histórico fue importante demostrar la separación entre
ambos tipos de atención porque apoya la idea de que la atención es un mecanismo Central
no limitado a una mera respuesta de orientación, o respuesta refleja. En la investigación
con estímulos visuales, uno de los restos más importantes fue aislar la respuesta atencional
encubierta de la respuesta abierta y para ello fue necesario aislar de estas respuestas la
posible contaminación de los movimientos oculares (MMOO a partir de ahora). Hasta ese
momento, la investigación de corte conductista había identificado atención con orientación
de los sentidos hacia el estímulo, cambios que identificaban a través de los MMOO.

Algunos aspectos relevantes que conviene resaltar antes de comenzar:

- Neurotransmisor implicado en esta red es la Acetilcolina

- Hablamos de red posterior porque la RAO se sitúa en la zona parieto-occipital

- Paradigma de estudio: tarea de señalización de Posner o costes y beneficios. Recordamos


que esta tarea permite medir orientación endógena porque incluye señales simbólicas o
centrales que señalan la posición donde con mayor probabilidad aparecerá el objeto. Y
orientación exógena a través de la presentación de señales periféricas que aparecen en la
misma localización del estímulo objetivo. En general, se trata de una tarea de detección en
la que cada participantes debe responder a la presentación de un estímulo target,
normalmente mediante pulsación de una tecla del ordenador.

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I. 1. El Paradigma de Costes y Beneficios

Como decía más arriba, la investigación de la orientación atencional encubierta de ha


estudiado predominantemente mediante el paradigma de costes y beneficios que también se
conoce como procedimiento de señalización. La situación experimental es simple y aparece
esquematizada en las diapositivas. Aquí os dejo una muestra de dos tipos de ensayos: válido
en inválido con las tres señales que se usan en este paradigma.

Cada ensayo comienza con un punto de fijación en el centro de la pantalla (cruz blanca)
flanqueada por dos recuadros que delimitan el espacio en el que puede aparecer el estímulo.
Posteriormente aparece una señal cuyas características determinan la diferencia entre las
tres condiciones experimentales. En el dibujo de arriba se muestran las tres. Las describo
empezando por la figura superior izquierda que representa un ensayo válido con señal
periférica. Señal que se define por la iluminación de uno de los dos cuadros laterales antes
de que aparezca el target u objetivo: equis roja a la que el participante debe responder con
la mayor rapidez y velocidad posibles. En este caso, la señal periférica coincide con la
presentación del target por lo que hablamos de ensayo válido.

En otro tipo de ensayo, figura superior derecha, se presenta un ensayo con señal central
definida como una flecha y un target igual al anterior. Como no hay coincidencia entre el
lugar hacia donde apunta la flecha y el lugar de aparición del target, hablamos de ensayo
inválido.

Por último, en las dos figuras de la fila de abajo, se presenta un ensayo Neutro. Estos
ensayos se describen como una señal incapaz de predecir la aparición del target. Asimismo
la señal puede ser periférica (figura inferior derecha) o central (figura inferior izquierda).

Téngase en cuenta que la señal, del tipo que sea, siempre precede al target. Y que se
presenta la misma proporción de ensayos válidos e inválidos con todas las señales. Es decir,
que aunque en las figuras mostradas no aparezca un ensayo del tipo Señal Central Válido, sí
se da. Sólo es he mostrado cuatro ejemplos pero se dan todas las combinaciones.

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Un aspecto muy importante de esta tarea es el tiempo que transcurre entre la presentación
de la señal (del tipo que sea) y el target. Este tiempo se define como SOA (stimulus onset
ansichrony) y abarca todo el tiempo que dura la señal más el intervalo de tiempo que
transcurre hasta que aparece el target. La manipulación de esta variable ha sido
fundamental de cara a disociar la respuesta puramente atencional (atención encubierta) de
la atención ligada a los sentidos (en este caso MMOO). En este caso se presentarán ensayos
que impidan la actuación de los MMOO, y esto implica usar SOAs inferiores a 200msg.
puesto que la estimación de estos movimientos suele ser superior a este intervalo de
tiempo. Estos movimientos sacádicos, son los mismos que se observan en la lectura y que
ya hemos comentado en clase.

Por tanto, presentar el target dentro del intervalo de tiempo que impide la acción de los
MMOO, y observamos una respuesta atencional correcta, podemos estar seguros de que
esta respuesta es endógena o encubierta. No está contaminada por la posible actuación de
las sacadas oculares.

Resultados típicamente observados en este tipo de tareas

Como podéis observar en la figura de más abajo, pese a no permitir MMOO, la posición de
la atención en el lugar de aparición del estímulo durante los ensayos válidos acorta el
tiempo de reacción (TR) respecto de los ensayos neutros. Si bien, el TR incrementa en los
ensayos inválidos en los que la atención ha sido orientada a la posición opuesta a la que
finalmente ocupa el target. La diferencia entre el TR entre ensayos neutros y válidos se
denomina Beneficio y la existente entre los neutros e inválidos coste. En muchas ocasiones,
se prescinde de ensayos neutros y el efecto atencional se busca en la diferencia entre los
ensayos inválidos y los válidos.

370
360
350 Efecto Coste
TR (en ms)

atencional
340
330 Beneficio

320
310
300
Válidos Neutros Inválidos

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Aspectos relevantes a tener en cuenta con respecto a las señales

Tenéis un esquema en las diapositivas que hay que estudiar para entender mejor la
relevancia que tiene saber diferenciar estos dos tipos de señal.

Una cuestión relevante de esta presentación es relativa al número de ensayos necesario para
alcanzar el mismo nivel de señalización entre la S. Central y la Periférica. Mientras que la
señal periférica es capaz de capturar rápidamente la atención y no requiere interpretación; la
señal central necesita un mayor número de ensayos para alcanzar el mismo nivel de
predictibilidad. La razón es que este tipo de señales son simbólicas y, como símbolos,
implican ser interpretados por fáciles que sean. Una de las razones por las que se usan
fechas como señales centrales es que éstas son símbolos estandarizados y aceptados
socialmente. Sin bien, en su momento, tuvimos que aprenderlos. En estos casos, el número
de ensayos válidos tiene que ser superior a los inválidos. Cosa que no ocurre en el caso de
las señales periféricas ya que éstas por definición no son predictivas y cuando aparecen la
probabilidad de que el ensayo sea válido o inválido es la misma. Aquí no hay nada que
interpretar, no se invierte tiempo en ello. En la señal central sí, el observador tiene que
dirigir la atención hacia el lugar que marca. Hay señales centrales, como la flecha, que son
sencillas pero se pueden usar otras como números. Por ejemplo, usar números o colores
que, previo entrenamiento, indiquen al sujeto hacia dónde deben dirigir su atención. Si bien
estas señales no suelen usarse porque aumentan considerablemente un número de ensayos
ya de por sí extenso.

Resumiendo, en todos los casos de señales centrales la atención está controlada por la
expectativa que la predictividad de la señal genera y por esto, dichas señales tienen a
llamarse endógenas. Por su parte, en las señales periféricas no predicen el lugar donde
aparecerá el estímulo, no puede generar expectativas. Éstas por sus propiedades colativas
tienen la facultad de atraer la atención hacia una determinada posición, actuando
automáticamente, como un reflejo de orientación. Por esto, también se les llama señales
exógenas.

Resultados típicamente observados en los ensayos de cada tipo de señal

Una de las diferencias principales entre estas señales es que determinan el curso temporal
del efecto atencional. Fijaos en las figuras de las diapositivas tituladas: Señales centrales y
periféricas: Diferencias en el curso temporal. Estas figuras representan la forma que suelen adoptar
los gráficos en una u otra condición. Ambas representan los datos de TR en relación a diferentes
intervalos de SOA. En la primera figura, podemos ver la función cuando la señal que se presenta es
central. En este caso, el TR disminuye a medida que aumenta el SOA. El efecto atencional se
observa en la diferencia entre los ensayos inválidos y los válidos, diferencia que está presente en
todo momento y crece hasta los 300msg, manteniéndose en intervalos relativamente largos.

En la figura siguiente, correspondiente a las señales periféricas, la relación entre TR y SOA se


invierte en un momento dado. EL TR desciende de una forma sistemática en función del SOA para
los ensayos inválidos. El efecto atencional se observa antes, alcanzando su máximo en torno a
150mseg. Si bien, cuando el SOA aumenta, en torno a 300mseg., se produce una inversión del
efecto atencional. Ahora los ensayos válidos se hacen más lentos que los inválidos más allá de los
1000msg. este fenómeno de inversión atencional recibe el nombre de inhibición de retorno. Y es

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un efecto que aparece de forma sistemática en otras tareas como búsqueda visual2, o en tareas de
discriminación, aunque en estos casos emerge más adelante, entre los 400 y los 700 msg.

Hipótesis que intentan explicar la Inhibición de retorno

Las hipótesis son variadas y aún no se ha llegado a una explicación satisfactoria para todos
los investigadores. Una de ellas que corresponde con la denominación que el fenómeno
recibió y que fue la primera explicación propuesta. Se trata de la hipótesis de orientación, según
la cual cuando una señal periférica atrae la atención a una posición en el espacio –
llamémosla X –, si el estímulo no aparece pronto en esa posición, la atención se reorienta
hacia una posición diferente - llamémosla Y – mostrando una clara tendencia a no volver
hacia la posición X anteriormente visitada.

La posición de las posibles explicaciones de este fenómeno constituye actualmente un


campo activo de investigación. Es importante tener claro que el fenómeno es robusto y
generalizado a tareas diferentes. De hecho, la presencia de inhibición de retorno es utilizada
como un indicador de la maduración de los mecanismos atencionales de los bebés y ha
resultado muy útil para determinar el proceso de desarrollo de la orientación atencional.

II. Modelo de Corbeta, Patel y Shulman (2008)

Este modelo es el único que veremos para explicar esta red atencional. Resulta interesante
de cara a abordar la última parte de este tema que está relacionado con aspectos
neuropsicológicos de la RAO así como de todo lo que acabamos de estudiar. Los autores
formularon el modelo precisamente para comprobar qué estructuras neuronales intervenían
en cada una de las señales usadas en tareas de orientación. Los resultados que aportan
mostraron cómo el uso de un tipo de señal u otra daba lugar a la activación de diferentes
áreas cerebrales.

Los autores concluyeron que anatómicamente ambas áreas comunicaban entre sí a través
del giro frontal medial. La figura de abajo muestra en rojo la red de orientación endógena
que se encuentra en ambos hemisferios. Los centros principales de esta red son los
llamados campos del ojo frontal (Frontal eye fields) que se encuentra en la zona frontal
superior y el surco lateral intraparietal que se encuentra en la zona parietal superior. La

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Esta tarea la tenéis descrita en el tema 2 pero aquí también encajaría puesto que, junto con las tareas
de señalización, ésta es una de las más usadas en la investigación sobre orientación atencional.
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segunda red, situada ventralmente con respecto a la anterior, está formada por la zona en
torno a la conjunción temporoparietal y una zona situada en la corteza frontal inferior. La
figura indica también una zona bajo el giro frontal medial que actúa como vía de
comunicación entre las dos redes anteriores.

El modelo propone un Sistema de Orientación guiado por regiones cerebrales específicas


para cada procesamiento:

Señal Central: implicaba a la Red Dorsal, concretamente al Córtex Intraparietal y Corteza


Frontal Superior. Componentes endógenos (Top-Down). Áreas relacionadas con la
consecución de metas internas.

Señal Periférica: implicaba a la Red Ventral, concretamente al Córtex temporoparietal y


Corteza Frontal Inferior (lateralización HD). Componentes exógenos (Bottom-up). Áreas
implicadas en la detección de estímulos relevantes inesperados. Interrumpe el set de tarea
desactivándolo para atender estímulos irrelevantes.

Como la red no dispone de un sistema específico de localización espacial, una vez hecha la
orientación, se necesita otra área que vincule a las anteriores para hacer una localización
efectiva. Área que integra toda la información detectada por las áreas descritas: el Giro
frontal medial.

III. Mecanismos de la RAO: pruebas neuropsicológicas

El paradigma de señalización ha contribuido considerablemente a descubrir los mecanismos


responsables de la red de orientación. Los estudios neuropsicológicos han permitido observar que
pacientes con alteraciones en determinadas áreas cerebrales mostraban diferentes resultados en
tareas de señalización y, en consecuencia, que hay tres operaciones distintas relacionadas con las
tareas de orientación: Desenganche, movimiento y focalización. Cada uno de ellos asociado a un
área cerebral específica como indican los resultados de estudios neuropsicológicos de distintos
pacientes. A modo de esquema podría resumirse como sigue:

Desenganche: conjunción temporoparietal → Heminegligenica o Neglect


Movimiento: colículos superiores → parálisis supranuclear progresiva
Focalización: núcleo pulvinar del tálamo → déficits en tareas de señalización

Veamos cada uno de ellos por separado:


Desenganche. Se sabe que en este movimiento está implicada la conjunción temporoparietal y que
quien padece una lesión en esta área padece el síndrome del neglect o heminegligencia. La
sintomatología es muy peculiar: conlleva una falta de conciencia en todos aquéllos objetos que
aparezcan, normalmente, en el campo visual contralateral a la lesión. Y digo, normalmente porque
aunque la lesión puede darse en ambos hemisferios, las lesiones del hemisferio derecho han sido
referidas en una gran mayoría de las ocasiones. Hay que tener en cuenta que este síndrome no está
relacionado con problemas de visión, sino con aspectos puramente atencionales. El problema reside

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en que el paciente no es capaz de orientar su atención al hemicampo visual izquierdo (que como
decía es el más afectado por lo general) y, en consecuencia, no cae en la cuenta de los objetos
presentes en esa zona. El espacio no es el único marco de referencia afectado por la lesión, ya que
con frecuencia, al fijar la atención en un objeto, ignoran también la mitad del objeto contralateral a
la lesión, incluso aunque el objeto se sitúe en la zona del espacio ipsilateral (mismo lado) a la lesión.
Algunos ejemplos de conductas llamativas referidas por paciente con Neglect son: afeitarse media
cara, en una tarea de copiado de objetos, copiar sólo medio, leer media página, etc.
Distintas pruebas sugieren que hay procesamiento de estas partes de objetos o de la mitad de los
espacios pero no hay conciencia de ellos, lo que también se conoce como anosognosia.

Pruebas que ayudan a detectar o diagnosticar Neglect


a) Elección de objetos: sobre una mesa se presentan diversos objetos y se van mencionando para
que el paciente los coja. Por lo general, el paciente sólo es capaz de señalar los objetos señalados en
el lado ipsilateral a la lesión.
b) Test de cancelación de objetos: en una cuartilla aparecen letras o números y se pide al paciente
que tache, por ejemplo, todos los números impares que vea. De nuevo, proceden a cancelar o
tachar únicamente los del lado ipsilateral.
c) Copiado de dibujos: el paciente copia la mitad de los objetos. Si tiene que copiar una bicicleta,
dibujará más o menos, media.
d) Bisección de líneas: se presentan una serie de líneas y el paciente tiene que indicar dónde está la
mitad. En una línea de 4 cm, para un participante sin lesión, la mitad estaría en los 2 cm. Para un
Neglect, estaría en 1 cm. Siempre aproximadamente.
e) Los resultados de tareas de señalización también están muy alterados con respecto a controles.

Esto son solo algunos ejemplos de pruebas diagnósticas pero veréis más y con más extensión en
otras asignaturas a lo largo de la carrera.

Movimiento. La investigación indica que los colículos superiores son los implicados en su control.
Los colículos superiores están involucrados en el control de los movimientos oculares sacádicos y la
lesión de estos núcleos del cerebro medio se sabe que afecta al movimiento de la atención. Una de
las patologías derivadas es la Parálisis supranuclear progresiva, una enfermedad degenerativa poco
frecuente, caracterizada por el deterioro selectivo de distintas áreas del cerebro. Los síntomas son
parecidos a la enfermedad de Parkinson pero con la peculiaridad de que afecta a los colículos
superiores y esto produce una dificultad para orientarse hacia la persona que se dirige a ellos y, con
frecuencia, no la miran. No tienen problemas de visión. En tareas de orientación responden con
enorme lentitud debido a que la lesión de los colículos deteriora el funcionamiento normal de los
movimientos sacádicos. Si bien, tanto el desenganche como la focalización permanecen inalteradas.

Focalización. Con respecto a este movimiento se sabe la lesión en el núcleo pulvinar del tálamo es
determinante en para realizar tareas de señalización. Como prueba se han referido estudios que
bloquean neuroquímicamente los receptores de Acetilcolina (recordad que este es el principal
neurotransmisor implicado en esta red). Para ello usan la escopolamina que es un antagonista de le a
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Ach. Los resultados con primates sugieren déficits de orientación hacia las zonas preseñalizadas
(Davidson y Morocco, 2000; por si os interesa este estudio aparece citado en el libro de Fuentes y
García Sevilla recomendado).

Para finalizar el tema, solo mencionar dos síndromes que considero están a caballo entre este tema
y el siguiente, pues hay deterioro a nivel de orientación y a nivel ejecutivo.

Se trata del Síndrome de Bálint y la Apraxia magnética.

Brevemente, el Síndrome de Bálint se define como un déficit de orientación atencional


basado en el objeto. Se debe a una lesión bilateral del Lóbulo parietal posterior o de la
unión parietoccipital. El síntoma más característico es la imposibilidad de los pacientes para
observar más de un objeto en cada fijación de la mirada. Esto se ha llamado agnosia
simultánea o simultagnosia. Además, padecen lo que se conoce como ataxia ocular, que se
manifiesta en una dificultad para cambiar la vista de un objeto a otro o de coger objetos
que le rodean. Esta simultagnosia hace que los pacientes, sin tener problemas de visión,
actúen como si fuera ciegos. Un ejemplo, sería poder ver dos círculos si están separados,
pero los unidos con una línea simulando unas gafas, éstas no las verían.

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