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Tema 4
Alerta y orientación
Como punto de partida hay que destacar que fue uno de los primeros investigadores que
dentro de la psicología cognitiva pensó que la atención no era un concepto ni un
mecanismo unitario. Hemos visto en el tema anterior que tanto Broadbent, con su idea del
filtro, como Kahneman con su concepción de la atención como depósito de energía
mental, entendían que la atención era una función unificada. Si bien, para Posner habría
que distinguir entre tres sistemas o redes atencionales. Una de ellas es la red de alerta cuya
función es proporcionar a la activación necesaria para sostener el funcionamiento de las
redes de orientación y control. El segundo componente es la red de orientación, cuya
función es dirigir los sistemas sensoriales hacía las fuentes de información. Y el tercero la
red de control ejecutivo que se encarga del control de la acción y de los procesos
cognitivos superiores. En este tema nos vamos a centrar en las dos primeras. Aunque es
importante entender que estas redes no se distribuyen como compartimentos estancos sin
relación entre sí, sino que están relacionadas y el estudio de sus relaciones constituye un
importante aspecto de la investigación actual. La consideración sobre una funcionalidad
específica para cada red permite ordenar y organizar el amplio conjunto de problemas que
están relacionados con la atención. El mismo Posner ha ido modificando su teoría cuando
los resultados experimentales así lo aconsejaban.
Pero, ¿Cómo llega Posner a formalizar su teoría, en qué estudios previos se basa?
Uno de los puntos clave del modo en que estudia Posner y que lo diferencia de sus
coetáneos es su interés por establecer un puente entre los datos experimentales (v.gr., datos
extraídos del paradigma de escucha dicótica o de búsqueda visual) y la actividad cerebral.
Considera que investigar en esta relación mente-cerebro es fundamental para poder dotar a
la atención de correlatos fisiológicos que le ayuden a resolver el problema circular del
homúnculo. Así, contribuye al desarrollo de la neuropsicología cognitiva que se caracteriza
por poner el Experimento al servicio del uso diagnóstico en psicología. Los experimentos
que Posner plantea se basan en respuestas cerebrales y sus resultados le llevaron a crear un
auténtico mapa funcional de la atención. Más adelante, en los ´80 las técnicas de
neuroimagen dieron origen a la Neurociencia cognitiva que resultad e la simbiosis entre la
psicología cognitiva y las neurociencias.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
En primer lugar habría que diferenciar entre estado de alerta y atención sostenida.
Hablamos de Estado para referirnos a una disposición del organismo, en este caso a la
disposición para procesar información con mayor nivel de eficacia. Por tanto, el estado de
alerta nos permite mantener un adecuado nivel de vigilancia en situaciones que requieren
atención durante periodos más o menos prolongados. En general, hablamos de atención
sostenida para referirnos a todos los mecanismos que permiten mantener la atención con
esfuerzo y resistencia ante la fatiga o condiciones de distractibilidad. En este tipo de
atención hay una fuerte influencia del sistema volitivo que, a su vez, permite la activación
de los mecanismos selectivos de la atención.
En el tema anterior vimos que para Kahneman el concepto de esfuerzo mental estaba
relacionado con el arousal o activación generalizada del organismo. El concepto mismo de
arousal es anterior a Kahneman y a Broadbent. Tiene su origen el descubrimiento por parte
de los neurofisiólogos Moruzzi y Magoun (1949) de la formación retículas que ocupa la
zona central del tronco cerebral. Estos investigadores comprobaron dos aspectos de
interés: a) la estimulación eléctrica de esta zona provocaba efectos de activación
comportamental y desincronización del electroencefalograma. Desincronización también
asociada a un estado de activación y vigilia. b) La lesión de esta zona provocaba un estado
de coma. Estos descubrimientos llegaron a formular la idea de un sistema arousal o
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
activación general cuya función era mantener de forma generalizada la actividad del
organismo. A este sistema se le llamó: Sistema reticular activador ascendente (SRAA)
En la diapositiva tenéis una representación gráfica de la actividad cerebral de una coballa que recibe
estimulación eléctrica en la Formación reticular Pontina. La primera franja se amplía en las dos siguientes
que reflejan la actividad cerebral antes de y después de estimular eléctricamente esta zona. Las diferencias
son claramente visibles.
A partir de estos estudios preliminares de Moruzzi y Magoun surgieron otros estudios que
trataban de aclarar el funcionamiento de este sistema. El resultado de esas investigaciones
pronto puso en duda el carácter unitario del sistema SRAA. La psicología experimental
comprobó que las diferentes medidas que se utilizaban para medir Arousal con frecuencia
relacionaban bajo entre sí, o incluso no mostraban correlación alguna. Desde la
psicofisiología se descubre que SRAA estaba compuesto por distintos subsistemas bien
diferenciados neuroanatomicamente y, sobre todo, por la naturaleza bioquímica de los
neurotransmisores que actúan en cada subsistema. Así se caracterizan al menos cuatro
subsistemas que proyectan a la corteza cerebral desde diferentes núcleos subcorticales: el
colinérgico del cerebro anterior basal, el noradrenérgico del locus coeruleus (LC), el
dopaminérgico del haz del cerebro anterior medial y el serotonérgico del núcleo de rafe
dorsal.
El sistema de alerta que Posner y otros autores han postulado como componente de una
red atencional está relacionado con el sistema noradrenérgico del locus coeruleous. No se
trata por tanto de un sistema generalizado de arousal sino de un sistema cuya función se
define mejor como sistema de alerta o de vigilancia. Volveremos sobre los componentes
neurales de esta red, pero antes debemos limitar los aspectos psicológicos del concepto de
alerta y la forma en que se han estudiado mediante tareas experimentales.
De acuerdo con Parasuraman y Davies (1984), hay dos tipos de activación que puede ser
estudiados desde diferentes perspectivas y bajo distintos paradigmas experimentales:
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Hull, conductista influenciado por teorías evolucionistas, consideró que el organismo se mueve de
acuerdo a sus necesidades que conforman el impulso o drive dirigido parcialmente por el arousal.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
III.1.1. Alerta Fásica. También podríamos llamarla Puntual porque desde un punto de
vista neurológico se vincula con la respuesta del organismo ante un estímulo no esperado,
inusual o novedoso. Esto es, lo que normalmente llamamos respuesta o reflejo de
orientación que ocurre puntualmente como consecuencia de la sorpresa provocada por un
estímulo.
Normalmente este tipo de alerta surge de después de la presentación de una señal de aviso
que alerta de la inminente aparición del estímulo objetivo. Se trata de un estado de alerta
transitorio y dependiente de un estímulo repentino e inesperado que exige una respuesta
concreta. En los estudios de laboratorio, reproducir situaciones para registrar alerta fásica
implica la necesidad de introducir una señal de aviso asociada a la aparición del estímulo
principal (target) al que el participante deberá responder. En tales situaciones el intervalo
entre estímulos (ISI-en inglés), suele ser inferior a un segundo. Por ejemplo, como señal se
presenta una luz durante un brevísimo espacio de tiempo (50msg) y como target una flecha
(target) a la que el sujeto debe responder lo más rápido posible indicando si apunta hacia la
derecha o a la izquierda. En situaciones como esta, se suele observar mayor rapidez en los
ensayos que incluyen señal de alerta que en los que no la tienen. Esto indica que la señal de
alerta prepara nuestra atención para responder y cuando aparece el target la orientación al
mismo es más rápida. Estos resultados ya se observan en trabajos de os años ´70 como en
Posner, Klein, Summers y Buggie, (1973) y han sido ampliamente replicados bajo diferentes
tareas y condiciones experimentales. Algunas de las conclusiones de estos estudios sugieren
que el efecto de la alerta fásica alcanza su punto máximo entre los 100 y los 500msg. Por
otra parte, cuando los TR son bajos se ha observado un incremento en el número de
errores sobre todo en ensayos no señalizados. Se produce un intercambio entre precisión y
velocidad (las dos VD que se suelen usar) de forma que las respuestas son más precisas
cuando son lentas y menos cuando son rápidas. La explicación de estos resultados pasa por
entender que el efecto de alerta fásica es breve y afecta preferentemente a la velocidad de la
respuesta. La anticipación a la hora de responder puede provocar una respuesta afirmativa
rápida ante información insuficiente, provocando así más errores o falsas alarmas.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Por otra parte, podemos hablar de alerta fásica sin señal externa, en estas situaciones el
procesamiento sigue un recorrido de arriba-abajo (mis pensamientos, ideas…, alertan y
dirigen mi atención hacia un objeto determinado).
Las tareas experimentales usadas para evaluar alerta Fásica son: tareas de señalización
(costes y beneficios que ya conocéis) y Test de Ejecución continua (CPT= continuous
performance test) del que hay distintas versiones. Veamos alguna de ellas.
La versión más básica consiste en presentar una serie de estímulos en una pantalla de
ordenador. Los estímulos se irán sucediendo de uno en uno y rápidamente. El participante
sólo tiene que responder al que previamente se le ha indicado, pueden ser números, figuras
geométricas, letras, o series. Por ejemplo, responder a B cuando esta aparezca después de
A. Un ejemplo de esta versión clásica lo encontramos en el trabajo de Stins et al (2004), en
su caso, la tarea consistía en alternar pantallas en las que aparecían un nº determinado de
puntos. La tarea del sujeto era responder “Sí” cuando aparecían 5 puntos y “no” cuando
aparecían 3, 4, etc. Cuando esta tarea se pasó a una población de TDHA en comparación
con un grupo de control, se observó una clara diferencia entre dichos grupos. La tendencia
de respuesta sugería una peor respuesta para la población clínica.
Una versión más moderna del CPT fue diseñada por Rizzo et al., (2006). La versión española
se conoce como AULA (Climent et al., 2011). En ambos casos, la tarea implica reproducir
un escenario similar a las clases de los centros escolares. Durante 20 minutos el niño es
introducido en una realidad virtual y mediante el auricular y el sensor de movimiento que
llevan las gafas se van presentando estímulos y registrando algunas respuestas. El niño va
visualizando un aula mientras está sentado en su pupitre frente a la pizarra. Los estímulos a
los que el niño tendrá que responder aparecerán proyectados sobre ésta. La ventaja de
AULA sobre otros CPT tradicionales, es que permite medir y ampliar las VDs, y además
medirlas en un escenario más real. Un ejemplo de instrucción puede ser: responde a una
estrella si aparece en la pizarra y si ha sido precedida por un número impar. Si la estrella
aparece en la ventana o en otro lugar del aula, no respondas. Este tipo de tarea requiere
bastante atención, y por un período más o menos largo.
Por tanto, esta prueba puede considerarse como una buena herramienta diagnóstica y de
rehabilitación.
A nivel cognitivo, permite ejecutar tareas prolongadas más o menos monótonas con un
mayor nivel de eficacia. Si bien, existen factores que alteran este tipo de alerta como el
cansancio debido al exceso de activación o falta de sueño; la exposición a condicionas
ambientales de temperaturas extremas. Demasiado frío o calor, influyen en el rendimiento
general del organismo.
Los efectos de la alerta tónica se han estudiado en tareas que no suelen utilizar señal de
aviso y estudian la ejecución de las personas en intervalos de alerta largos. El origen de
estos estudios fue comprobar el rendimiento de los controladores aéreos que debían pasar
largas horas mirando un radar para detectar la presencia de aviones enemigos en
prevención de un ataque. Actualmente, podríamos compararlo con las consecuencias de
conducir durante largo rato sin hacer paradas. Sabemos que la combinación entre fatiga y
conducir puede llevarnos a desenlaces fatales. Por eso, estudiar cómo decae la atención en
situaciones que demandan recursos atencionales de un modo continuado (sostenido) nos
ayuda a predecir cuándo una persona empezará a cometer errores, saber esto nos ayudará a
evitarlos. Las tareas típicamente usadas en este paradigma se conocen como tareas de
vigilancia, y el sistema atencional que les da apoyo se denomina con frecuencia atención
sostenida o vigilante o red de alerta, siguiendo la terminología empleada por la teoría de Posner.
Una de las primeras tareas ideadas fue creada por Mackworth, quien utilizó un reloj un
tanto especial. Tenía una sola manilla que se movía a razón de un salto por segundo (7mm
por salto). Muy de vez en cuando (concretamente un 20% de los ensayos), el puntero
saltaba dos pasos y la tarea del observador era detectar ese doble salto (14 mm) cada vez
que ocurriera en el período de dos horas. La tarea sintetiza las dos principales
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Una pregunta que surge al hablar de esta función es considerar si se trata de un fenómeno
de naturaleza perceptiva o de un problema de criterio. Para poder resolver este enigma,
basta con recordar las premisas establecidas desde la teoría de la detección de señales
(TDS). Este tipo de tareas han usado como VDs aciertos y TR. Permiten evaluar el índice
de discriminación (d’: que, si recordamos, medía la capacidad perceptiva
independientemente del criterio de los observadores). Y Beta (β) (que informa del criterio
de respuesta utilizado por el observador). La aplicación de la TDS para analizar los
resultados obtenidos en tareas de vigilancia ha mostrado efecto en ambos índices. Los
cambios en el nivel de alerta influyen en la capacidad de percibir la señal pero en otras
ocasiones la sensibilidad no decae sino que el criterio del observador se hace más estricto.
Como sabemos que el criterio varía con las probabilidades a priori de la señal, puede
ocurrir que a lo largo de la tarea el observador caiga en la cuenta de que la probabilidad de
la señal es baja y adopte el criterio de responder afirmativamente sólo cuando esté seguro,
esto es, se vuelve más conservador.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
1. Factores de primer orden: son aquéllos que tienen relación con las características
físicas de los estímulos o psicofísica de la señal. El más importante de estos factores es la tasa
de estímulos irrelevantes (distractores) que aparecen en la tarea. Imagina una tarea consistente
en detectar un coche blanco en una carretera. La tasa de estímulos irrelevantes se refiere a
la cantidad de coches que pasan por la carretera y que no son blancos. En una tarea de
vigilancia, la detección de los objetivos es peor y más lenta si la tasa de estímulos
irrelevantes es alta. El último de estos factores sería la duración de la señal, a menor duración,
más difícil es detectar la tarea.
Por último, el tipo de tarea es un factor importante a considerar. Por ejemplo, hemos visto
que la tarea SART es una modificación de la tarea que exige al observador omitir una
respuesta habitual ante la presencia de un estímulo. Este procedimiento suele resultar más
complejo que la tarea CPT, que es justo lo contrario (activar respuesta cuando aparezca el
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Los resultados experimentales de las distintas aproximaciones al estudio del nivel de alerta
se pueden agrupar den dos grandes grupos. Por un lado, los centrados en el papel que juega
la noradrenalina-NA (o norepinefrina NE) en los estados de alerta; y, por otro, los
resultados obtenidos en la investigación propia a la neuropsicología cognitiva, basados en
técnicas de neuroimagen.
El origen de los estudios que ocupan el primer grupo se sitúa en lo que hoy conocemos
como ley de Yerkes- Dodson, que se inicia con los estudios de Yerkes en 1908.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
No obstante, la relación es algo más compleja. Los investigadores han encontrado que no
siempre es así: el punto óptimo puede desplazarse a la derecha cuando la discriminación es
fácil y el sujeto (animal o humano) está muy motivado. Por el contrario, si aumenta la
dificultad de la tarea (por ejemplo, bajando la intensidad de cada estímulo para hacerlo más
difícil de discriminar), el punto óptimo tendía a desplazarse a la izquierda. Esto supone
alcanzar un buen nivel de ejecución con niveles de motivación más bajos.
E resumen, un arousal elevado es mejor para realizar tareas fáciles porque permite centrar
la atención, en estas situaciones tener poca actividad llevaría al aburrimiento y a la
consiguiente pérdida de concentración. Por otra parte, si el arousal es demasiado elevado
para una tarea difícil, el sujeto estará demasiado activado y también perderá la
concentración, por ejemplo, si nos enfrentamos a un examen estando demasiado nerviosos.
En este caso, nuestro rendimiento será peor que estando bajo niveles de activación medios.
Una explicación plausible a estos resultados tiene que ver con el estrechamiento atencional que
podría estar produciéndose en situaciones ansiógenas. Estrechamiento que conlleva un
déficit en la ejecución de tareas difíciles por la pérdida de información relevante para la
tarea.
Por último, comentar que la ley de Yerkes-Dodson también se ha usado para explicar
algunos resultados experimentales que precisamente relacionan diferentes niveles
atencionales con la mediación de neurotransmisores. Por ejemplo, estudios de vigilancia
con monos han demostrado que la correcta ejecución en este tipo de tareas depende en
cierta medida de la actividad desarrollada en el locus coeruleus (LC). A mayor actividad,
mejor ejecuión. Si recordamos, en el LC se produce la mayor cantidad de NA del SN, y
como hemos visto, este es uno de los neurotransmisores que se sabe están implicados en la
red de alerta. En seres humanos se ha estudiado la influencia de este neurotransmisor a
partir de la administración de drogas que inhiben la producción de NA; por ejemplo, la
clonidina, cuya administración produce un empobrecimiento de la ejecución de estas tareas
(Para entender mejor, leed artículo de prácticas: Colmenero, Catena y Fuentes, 2001). El
uso de este tipo de fármacos ha dado luz al funcionamiento de la red de alerta. En un
experimento de vigilancia se administró clonidina a un grupo de personas al tiempo que
escuchaban un ruido blanco (ruido monótono de fondo que contiene todas las frecuencias y
se escucha como un zumbido constante. Se sabe que la presentación continuada de este
estímulo provoca un incremento de la alerta). Los resultados mostraron que la presencia de
ruido blanco disminuía el efecto de la clonidina mejorando el nivel de alerta y, en
consecuencia, la ejecución de la tarea. Este descubrimiento es importante porque hace
pensar que el funcionamiento de la red de alerta no sólo depende de estados internos del
organismo (como la actuación de la NA), sino también de factores externos (presencia de
un ruido blanco). Es más, estos factores externos podrían suplir en determinadas
situaciones carencias en la producción de este neurotransmisor.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
2) Estudios de neuroimagen
A modo de repaso, recordamos que las técnicas de neuroimagen han supuesto un avance
en las neurociencias y en la psicología que no resultaba imaginable hace solo 25 años.
Gracias a estas técnicas podemos hoy registrar las cifras del cerebro humano que están
implicadas en la realización de una tarea mientras la persona la realiza. Para la psicología,
estas técnicas han aportado datos de extraordinario valor para conocer conceptos que con
anterioridad se limitaban a ser construcciones hipotéticas inferidas a partir de datos
comportamentales. A su vez, las tareas que a lo largo de los años la psicología experimental
ha estudiado y analizado cuidadosamente, se han convertido en un instru-mento valioso
para explorar las funciones del cerebro. De igual manera los conceptos y teorías de la
psicología han proporcionado el armazón teórico para comprender y explicar la actividad
cerebral. Este nuevo campo de investigación es el que hoy se conoce con el nombre de
Neurociencia Cognitiva.
Con respecto a la red atencional de alerta, los primeros datos referentes a personas
procedían de la observación neuropsicológica de pacientes con daño cerebral. Se ha
observado que el daño en los lóbulos frontales, fundamentalmente el lóbulo frontal
derecho, producía un empeoramiento de la actividad cortical y también en la respuesta de
alerta fásica a una señal de aviso. Las investigaciones con técnicas de neuroimagen han
utilizado tanto ideas de alerta fásica como de vigilancia. En general los resultados han sido
muy consistentes mostrando dos zonas de la corteza claramente relacionadas con estas
tareas. Una de ellas en la zona frontal y otra en la zona parietal, ambas lateralizadas en el
hemisferio derecho.
Sobre este aspecto, cabe destacar las investigaciones de Ian Robertson y sus colaboradores
(Robertson & Garavan, 2004) utilizando resonancia magnética funcional mientras las
personas participantes realizaban la tarea SART han puesto de manifiesto interesantes
relaciones entre estas dos zonas. En el apartado anterior vimos que la presencia de ruido
blanco, y en general de cualquier fuente exógena de alerta, era capaz de suplir la diferencia
de alerta producida por la clonidina. Estos investigadores comprobaron primero que
durante la ejecución de la tarea SART se activaban las dos zonas frontal y parietal derechas.
A continuación analizaron la activación de las mismas zonas cuando la tarea se hacía
presentando auditivamente tonos de fondo durante la tarea que, como hemos visto, parece
hacer disminuir las necesidades de alerta aportada por factores endógenos (recuerda Ruido
blanco como supresor de la necesidad de producción de NA en situaciones monótonas).
Los autores encontraron que en estas condiciones la activación parietal permanecía
presente pero la frontal desaparecía. Parece por tanto que la zona parietal está implicada en
la alerta tanto exógena como endógena mientras que la zona frontal está particularmente
ligada a la alerta endógena.
Robertson ha planteado la hipótesis de que la zona parietal de la red de alerta tiene una
función de mantenimiento rutinario y semiautomático de la alerta que sustenta la tarea de
vigilancia; mientras que la zona frontal tiene una función más ejecutiva. Esta función
consiste en iniciar el estado de alerta haciendo una valoración dinámica sobre el nivel
óptimo de alerta necesario para una tarea en concreto. Obsérvese la semejanza entre al
papel que Robertson asigna a la zona frontal derecha y el papel que Kahneman asignaba a
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Por último, sabiendo que las dos fuentes endógena y exógena determinan el
funcionamiento de la red de alerta y extrapolando esta idea a un terreno más cotidiano,
podríamos comprender mejor por qué unas tareas nos resultan más interesantes que otras.
Considerar una tarea más o menos interesante es algo relativamente subjetivo porque
aquéllas tareas capaces de activar exógenamente nuestro sistema de alerta mejoran nuestra
concentración sin notar apenas cansancio; pero actividades que exigen esfuerzo continuo y
voluntario por mantener la atención e incapaces de engancharnos pueden resultar
tremendamente monótonas y producir cansancio cognitivo.
Parte II
La Red de Orientación
Cuando Posner concentró sus investigaciones en esta red, a comienzos de los años ochenta
del siglo pasado (Posner, 1980), trató de buscar en el estudio de la visión un modelo de
atención que pudiere generalizarse a otros dominios. Además no perdiendo de vista la
necesidad de dotar a esta red de un sustrato fisiológico trató de relacionar sus
investigaciones con las que entonces se estaban desarrollando en el área de fisiología
cerebral de la atención y por esto se basó en el paradigma experimental que des ahí se venía
usando con monos: el paradigma de señalización.
A parte de la teoría de Posner, una de las teorías tradicionales más relevantes en este
ámbito y que también conviene recordar es la teoría de la integración de rasgos de
Treisman (1986). Se trata de una teoría de atención hacia el objeto que defiende cómo éstos
son percibidos a modo de un Todo integrado. Esto es, nos permite percibir un objeto
completo y no la suma de sus partes, por ejemplo, vemos una taza como un único objeto y
no como un objeto que tiene asa, cuerpo, apertura superior, que tiene un tamaño, un color,
una textura, etc. Si bien, de acuerdo con la autora para que el objeto llegue a nuestra
conciencia como un todo integrado previamente se dan dos etapas consecutivas:
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Aunque estos términos ya los conocéis, es importante recordar qué describen para poder
entender mejor el funcionamiento de la atención como mecanismo de procesamiento a
nivel Central y no únicamente como un mecanismo ligado a nuestros sentidos.
Recordamos que la atención descubierta o abierta se refiere a la respuesta atencional
manifiesta y directamente observable con una orientación clara de nuestros sentidos. Por
ejemplo, si algo llama nuestra atención solemos mirar hacia la zona donde se sitúa esa
fuente de información. Mientras que la atención encubierta es la que no podemos registrar,
sino únicamente inferir.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Cada ensayo comienza con un punto de fijación en el centro de la pantalla (cruz blanca)
flanqueada por dos recuadros que delimitan el espacio en el que puede aparecer el estímulo.
Posteriormente aparece una señal cuyas características determinan la diferencia entre las
tres condiciones experimentales. En el dibujo de arriba se muestran las tres. Las describo
empezando por la figura superior izquierda que representa un ensayo válido con señal
periférica. Señal que se define por la iluminación de uno de los dos cuadros laterales antes
de que aparezca el target u objetivo: equis roja a la que el participante debe responder con
la mayor rapidez y velocidad posibles. En este caso, la señal periférica coincide con la
presentación del target por lo que hablamos de ensayo válido.
En otro tipo de ensayo, figura superior derecha, se presenta un ensayo con señal central
definida como una flecha y un target igual al anterior. Como no hay coincidencia entre el
lugar hacia donde apunta la flecha y el lugar de aparición del target, hablamos de ensayo
inválido.
Por último, en las dos figuras de la fila de abajo, se presenta un ensayo Neutro. Estos
ensayos se describen como una señal incapaz de predecir la aparición del target. Asimismo
la señal puede ser periférica (figura inferior derecha) o central (figura inferior izquierda).
Téngase en cuenta que la señal, del tipo que sea, siempre precede al target. Y que se
presenta la misma proporción de ensayos válidos e inválidos con todas las señales. Es decir,
que aunque en las figuras mostradas no aparezca un ensayo del tipo Señal Central Válido, sí
se da. Sólo es he mostrado cuatro ejemplos pero se dan todas las combinaciones.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Un aspecto muy importante de esta tarea es el tiempo que transcurre entre la presentación
de la señal (del tipo que sea) y el target. Este tiempo se define como SOA (stimulus onset
ansichrony) y abarca todo el tiempo que dura la señal más el intervalo de tiempo que
transcurre hasta que aparece el target. La manipulación de esta variable ha sido
fundamental de cara a disociar la respuesta puramente atencional (atención encubierta) de
la atención ligada a los sentidos (en este caso MMOO). En este caso se presentarán ensayos
que impidan la actuación de los MMOO, y esto implica usar SOAs inferiores a 200msg.
puesto que la estimación de estos movimientos suele ser superior a este intervalo de
tiempo. Estos movimientos sacádicos, son los mismos que se observan en la lectura y que
ya hemos comentado en clase.
Por tanto, presentar el target dentro del intervalo de tiempo que impide la acción de los
MMOO, y observamos una respuesta atencional correcta, podemos estar seguros de que
esta respuesta es endógena o encubierta. No está contaminada por la posible actuación de
las sacadas oculares.
Como podéis observar en la figura de más abajo, pese a no permitir MMOO, la posición de
la atención en el lugar de aparición del estímulo durante los ensayos válidos acorta el
tiempo de reacción (TR) respecto de los ensayos neutros. Si bien, el TR incrementa en los
ensayos inválidos en los que la atención ha sido orientada a la posición opuesta a la que
finalmente ocupa el target. La diferencia entre el TR entre ensayos neutros y válidos se
denomina Beneficio y la existente entre los neutros e inválidos coste. En muchas ocasiones,
se prescinde de ensayos neutros y el efecto atencional se busca en la diferencia entre los
ensayos inválidos y los válidos.
370
360
350 Efecto Coste
TR (en ms)
atencional
340
330 Beneficio
320
310
300
Válidos Neutros Inválidos
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
Tenéis un esquema en las diapositivas que hay que estudiar para entender mejor la
relevancia que tiene saber diferenciar estos dos tipos de señal.
Una cuestión relevante de esta presentación es relativa al número de ensayos necesario para
alcanzar el mismo nivel de señalización entre la S. Central y la Periférica. Mientras que la
señal periférica es capaz de capturar rápidamente la atención y no requiere interpretación; la
señal central necesita un mayor número de ensayos para alcanzar el mismo nivel de
predictibilidad. La razón es que este tipo de señales son simbólicas y, como símbolos,
implican ser interpretados por fáciles que sean. Una de las razones por las que se usan
fechas como señales centrales es que éstas son símbolos estandarizados y aceptados
socialmente. Sin bien, en su momento, tuvimos que aprenderlos. En estos casos, el número
de ensayos válidos tiene que ser superior a los inválidos. Cosa que no ocurre en el caso de
las señales periféricas ya que éstas por definición no son predictivas y cuando aparecen la
probabilidad de que el ensayo sea válido o inválido es la misma. Aquí no hay nada que
interpretar, no se invierte tiempo en ello. En la señal central sí, el observador tiene que
dirigir la atención hacia el lugar que marca. Hay señales centrales, como la flecha, que son
sencillas pero se pueden usar otras como números. Por ejemplo, usar números o colores
que, previo entrenamiento, indiquen al sujeto hacia dónde deben dirigir su atención. Si bien
estas señales no suelen usarse porque aumentan considerablemente un número de ensayos
ya de por sí extenso.
Resumiendo, en todos los casos de señales centrales la atención está controlada por la
expectativa que la predictividad de la señal genera y por esto, dichas señales tienen a
llamarse endógenas. Por su parte, en las señales periféricas no predicen el lugar donde
aparecerá el estímulo, no puede generar expectativas. Éstas por sus propiedades colativas
tienen la facultad de atraer la atención hacia una determinada posición, actuando
automáticamente, como un reflejo de orientación. Por esto, también se les llama señales
exógenas.
Una de las diferencias principales entre estas señales es que determinan el curso temporal
del efecto atencional. Fijaos en las figuras de las diapositivas tituladas: Señales centrales y
periféricas: Diferencias en el curso temporal. Estas figuras representan la forma que suelen adoptar
los gráficos en una u otra condición. Ambas representan los datos de TR en relación a diferentes
intervalos de SOA. En la primera figura, podemos ver la función cuando la señal que se presenta es
central. En este caso, el TR disminuye a medida que aumenta el SOA. El efecto atencional se
observa en la diferencia entre los ensayos inválidos y los válidos, diferencia que está presente en
todo momento y crece hasta los 300msg, manteniéndose en intervalos relativamente largos.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
un efecto que aparece de forma sistemática en otras tareas como búsqueda visual2, o en tareas de
discriminación, aunque en estos casos emerge más adelante, entre los 400 y los 700 msg.
Las hipótesis son variadas y aún no se ha llegado a una explicación satisfactoria para todos
los investigadores. Una de ellas que corresponde con la denominación que el fenómeno
recibió y que fue la primera explicación propuesta. Se trata de la hipótesis de orientación, según
la cual cuando una señal periférica atrae la atención a una posición en el espacio –
llamémosla X –, si el estímulo no aparece pronto en esa posición, la atención se reorienta
hacia una posición diferente - llamémosla Y – mostrando una clara tendencia a no volver
hacia la posición X anteriormente visitada.
Este modelo es el único que veremos para explicar esta red atencional. Resulta interesante
de cara a abordar la última parte de este tema que está relacionado con aspectos
neuropsicológicos de la RAO así como de todo lo que acabamos de estudiar. Los autores
formularon el modelo precisamente para comprobar qué estructuras neuronales intervenían
en cada una de las señales usadas en tareas de orientación. Los resultados que aportan
mostraron cómo el uso de un tipo de señal u otra daba lugar a la activación de diferentes
áreas cerebrales.
Los autores concluyeron que anatómicamente ambas áreas comunicaban entre sí a través
del giro frontal medial. La figura de abajo muestra en rojo la red de orientación endógena
que se encuentra en ambos hemisferios. Los centros principales de esta red son los
llamados campos del ojo frontal (Frontal eye fields) que se encuentra en la zona frontal
superior y el surco lateral intraparietal que se encuentra en la zona parietal superior. La
2
Esta tarea la tenéis descrita en el tema 2 pero aquí también encajaría puesto que, junto con las tareas
de señalización, ésta es una de las más usadas en la investigación sobre orientación atencional.
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Apuntes de Atención y funciones ejecutivas. Prof. Ana García Gutiérrez
segunda red, situada ventralmente con respecto a la anterior, está formada por la zona en
torno a la conjunción temporoparietal y una zona situada en la corteza frontal inferior. La
figura indica también una zona bajo el giro frontal medial que actúa como vía de
comunicación entre las dos redes anteriores.
Como la red no dispone de un sistema específico de localización espacial, una vez hecha la
orientación, se necesita otra área que vincule a las anteriores para hacer una localización
efectiva. Área que integra toda la información detectada por las áreas descritas: el Giro
frontal medial.
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en que el paciente no es capaz de orientar su atención al hemicampo visual izquierdo (que como
decía es el más afectado por lo general) y, en consecuencia, no cae en la cuenta de los objetos
presentes en esa zona. El espacio no es el único marco de referencia afectado por la lesión, ya que
con frecuencia, al fijar la atención en un objeto, ignoran también la mitad del objeto contralateral a
la lesión, incluso aunque el objeto se sitúe en la zona del espacio ipsilateral (mismo lado) a la lesión.
Algunos ejemplos de conductas llamativas referidas por paciente con Neglect son: afeitarse media
cara, en una tarea de copiado de objetos, copiar sólo medio, leer media página, etc.
Distintas pruebas sugieren que hay procesamiento de estas partes de objetos o de la mitad de los
espacios pero no hay conciencia de ellos, lo que también se conoce como anosognosia.
Esto son solo algunos ejemplos de pruebas diagnósticas pero veréis más y con más extensión en
otras asignaturas a lo largo de la carrera.
Movimiento. La investigación indica que los colículos superiores son los implicados en su control.
Los colículos superiores están involucrados en el control de los movimientos oculares sacádicos y la
lesión de estos núcleos del cerebro medio se sabe que afecta al movimiento de la atención. Una de
las patologías derivadas es la Parálisis supranuclear progresiva, una enfermedad degenerativa poco
frecuente, caracterizada por el deterioro selectivo de distintas áreas del cerebro. Los síntomas son
parecidos a la enfermedad de Parkinson pero con la peculiaridad de que afecta a los colículos
superiores y esto produce una dificultad para orientarse hacia la persona que se dirige a ellos y, con
frecuencia, no la miran. No tienen problemas de visión. En tareas de orientación responden con
enorme lentitud debido a que la lesión de los colículos deteriora el funcionamiento normal de los
movimientos sacádicos. Si bien, tanto el desenganche como la focalización permanecen inalteradas.
Focalización. Con respecto a este movimiento se sabe la lesión en el núcleo pulvinar del tálamo es
determinante en para realizar tareas de señalización. Como prueba se han referido estudios que
bloquean neuroquímicamente los receptores de Acetilcolina (recordad que este es el principal
neurotransmisor implicado en esta red). Para ello usan la escopolamina que es un antagonista de le a
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Ach. Los resultados con primates sugieren déficits de orientación hacia las zonas preseñalizadas
(Davidson y Morocco, 2000; por si os interesa este estudio aparece citado en el libro de Fuentes y
García Sevilla recomendado).
Para finalizar el tema, solo mencionar dos síndromes que considero están a caballo entre este tema
y el siguiente, pues hay deterioro a nivel de orientación y a nivel ejecutivo.
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