Está en la página 1de 8

NEUROPSIOLOGIA

MODELOS DE LA ATENCIÓN

DENIS YOLIB CUASTUZA CUADROS ID-658463


YEIMY VIVIANA ARAGON RODRIGUEZ ID-556312
ANDRES MAURICIO GARCIA ID-602248

Presentado a:
MARIA CRISTINA QUINTERO LOSADA
Neuropsicología Clínica

CORPORACION UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS-UNIMIN


PROGRAMA DE PSICOLOGIA
CR_NEIVA-CT_PITALITO-HUILA
NRC-25172
2021-1
MODELOS DE LA ATENCIÓN

Las Tres Redes Atencionales De Poner Y Petersen (1990)

En el modelo de atención de poner y pertesen (1900), recientemente actualizado

(Fernández – Duque y posner,2001), los autores proponen la existencia de tres redes

neurales, anatómica y funcionalmente independientes, responsables de los procesos

atencionales. A pesar de su independencia anatómica y funcional, estas redes interactuarían

durante la repuesta a estímulos.

 Dos de estas redes, la red de vigilancia y red ejecutiva, se encentraría

anatómicamente distribuidas por el córtex cerebral anterior.

 La tercera, la red de orientación de la atención, estaría distribuida por las regiones

posteriores de la Cortez cerebral.

En primer lugar, la red de orientación estaría implicada en la selección de la

información sensorial y sustentaría la atención visoespacial. Las áreas cerebrales

implicadas en esta red serian el córtex parietal, el giro precentral, la corteza oculomotora

frontal, los calículos superiores y el tálamo. Los autores señalan que los cambios oxígenos

(espaciales) en la orientación de atención, promoverían la activación de esta red de

orientación.

En segundo lugar, le red de vigilancia cumple la función de generar y mantener el

estado de alerta de los individuos y, por lo tanto, sustenta el aspecto que podemos

denominar “atención sostenida”. Las tareas que demanda dicha vigilancia, como las tareas

de ejecución continua, se asume que incrementan la activación de una red fronto- parietal

derecha. Los datos clínicos sugieren, asimismo, que las lesiones frontales derechas alteran
la habilidad de los pacientes para mantener de forma voluntaria la atención y las lesiones

parietales derechas alteran las funciones de alerta y orientación.

Por último, la red ejecutiva desempeña su papel en tareas de cambio, control

inhibitorio, resolución de conflicto, detección de errores y localización de recursos

atencionales. Participa en la planificación, el procesamiento de estímulos novedosos y en la

ejecución de nuevas conductas. Los estudios de neuroimagen han mostrado la activación de

una extensa red de áreas cerebrales entre las que destacarían el cíngulo anterior y el área

motora suplementaria, el córtex orbitofrontal, el córtex prefrontal dorso lateral y ciertas

porciones de los ganglios basales y el tálamo.

Modelo de atención para la acción (ATA) de Norman y Shallice (1986)

Uno de los esquemas teóricos más citados para describir y explicar los procesos de

control de la atención es, seguramente, el modelo por Norman y Shallice (1986). Frente a

modelos como el de Posner y Petersen (1990), centrado en los mecanismos de atención


para la percepción, los autores de este modelo tratan de dar cuenta de la conducta dirigida a

metas, el control de la acción y el afrontamiento de situaciones novedosas.

El modelo consta de tres subcomponentes: (1) los esquemas de acción, (2) el

dirimidor de conflictos y (3) el sistema atencional supervisor (del inglés action

schemas,contention scheduling y supervisory attentional system o SAS). En el corazón del

modelo ATA reside la noción de unidad de control de esquema o de representaciones de las

respuestas. Estos conceptos designan unidades que controlan acciones sobre aprendidas

específicas y que pueden corresponder tanto a movimientos explícitos, como a la activación

de representaciones a largo plazo que guían la conducta voluntaria. Las unidades de control

de esquema reciben entradas (inputs) procedentes de fuentes tanto internas como externas

al organismo. En algunas ocasiones, denominadas de conflicto cognitivo, muchos esquemas

pueden ser activados simultáneamente y es necesario un proceso de control que asegure que

se selecciona la unidad apropiada.

Norman y Shallice (1986) postularon dos tipos de procesos de selección o de

control. En primer lugar, existe un tipo de proceso de selección denominado dirimidor de

conflictos que actúa de modo pasivo, y que realiza la función de activar aquel conjunto de

esquemas que satisface de modo más eficaz las demandas de tareas familiares o sencillas.

Los esquemas activados podrían competir entre sí, o con algún otro esquema,

especialmente cuando dos unidades de control son incompatibles, puesto que el modelo

propone que sólo puede llevarse a cabo uno de los esquemas (o bien varios esquemas

compatibles entre sí).

En segundo lugar, cuando la competición de esquemas no resuelve el conflicto por

sí misma, se requerirá la puesta en marcha de un segundo mecanismo de selección


denominado Sistema Atencional Supervisor (SAS). Según estos autores, el SAS es esencial

para asegurar la flexibilidad de la conducta, pues su función consiste en responder ante

situaciones novedosas o altamente complejas donde la selección de esquemas no es

suficiente para satisfacer las demandas de la tarea. Este proceso trabaja de forma más lenta

y de manera consciente, alterando la probabilidad de que ciertos esquemas sean

seleccionados (a través de procesos de activación/inhibición) en función de las demandas

de la situación, o priorizando unos objetivos sobre otros. A diferencia del dirimidor de

conflictos, el SAS tiene acceso a las representaciones del ambiente y a las metas de la

persona (Norman y Shallice, 1986).

Este modelo se abordará de nuevo, desde una visión complementaria, pesé a que en

este apartado no se profundizará en otras propuestas de reciente aparición que extienden los

principios delineados en los modelos originales de los modelos mencionados, (como por

ejemplo la teoría Integradora de la función del córtex prefrontal de Miller y Cohen (2001) o

el modelo de control prefrontal en cascada de Koechlin y Summerfield (2007), conviene

indicar que las ideas de Norman y Shallice(1986) sentaron las bases de muchas de estas

explicaciones modernas y aún hoy muestran gran capacidad para acomodar datos

experimentales de diferentes ámbitos.

Modelo De Control De La Atención De Corbetta Y Shulman (2002).

Estos autores proponen la existencia de dos redes cerebrales parcialmente

independientes, las cuales desempeñan dos tipos de funciones diferentes y complementarias

a la vez, en el control de la atención.


 Un sistema centrado en la corteza frontal y parietal dorsal posterior que implica en

la selección cognitiva de la información sensorial y de las respuestas a esa

información.

 Otro sistema ampliamente lateralizado al hemisferio derecho y centrado en la

corteza central y temporo-parietal ventral, encargada de detención de eventos

sensoriales relevantes a los comportamientos.

Control de la atención de arriba-abajo

Corbetta y Shulman explican que los observadores humanos son mejores en detectar un

objeto visual cuando saben algo de los rasgos del objeto (forma, color, tamaño, etc.). los patrones de

activación son:

a.) Área del lóbulo occipital, responde de manera transitoria las claves, lo cual podría reflejar

el análisis sensorial de la clave.

b.) Área de la corteza parietal dorsal a lo largo del surco interparietal y en ña corteza frontal, se

muestra más sostenida, tal patrón de activación es predominante bilateral; pero en un

subgrupo de áreas frontales y parietales, la respuesta es selectiva para información espacial.

Estas regiones pueden formar una red, red fronto-parietal dorsal para el control de la

atención visoespacial.

En conclusión, Corbetta y Shulman resaltan que la evidencia -hasta ese momento-

apunta a la generalidad de la activación de regiones fronto-parietales dorsales durante la

selección cognitiva arriba-abajo de los estímulos y las acciones. Añaden los autores que

regiones de la corteza parietal posterior izquierda se activan durante el establecimiento o

alternación de tareas o asociaciones de estímulo-respuesta para una amplia variedad de

estímulos y respuestas. Según ellos, los resultados de los estudios indican que una función
primaria de la red fronto-parietal es vincular representaciones sensoriales relevantes con

mapas motores importantes y controlar de manera dinámica tales vínculos.

Control de la atención dirigido por el estímulo

El segundo sistema, fronto-parietal ventral y, en particular, estructuras como la

unión témporo-parietal y la corteza prefrontal ventral, tendría la función de detectar

estímulos conductualmente relevantes y funcionaría como un mecanismo de alerta o como

un mecanismo de «cortocircuito» del primer sistema, en el caso de que dichos estímulos

sean detectados fuera del foco de procesamiento. Mientras que la interacción entre SIP y

UTP sería responsable de la generación de la interrupción del procesamiento, el

componente CPV sería responsable de la evaluación de la novedad de los estímulos. En

contra de lo que ocurre en la red fronto-parietal dorsal, esta red no participaría de la

generación o el mantenimiento de los sets atencionales.


REFERENCIAS

Marrón, E. M., Alisente, J. L. B., Izaguirre, N. G., & Rodríguez, B. G.

(2011). Estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica. Editorial uoc.

También podría gustarte