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Diana Gasca Rosales

17007015

Metodología de la Investigación
en Ciencias Experimentales

Reporte de investigación

23 de septiembre de 2020
Índice

Introducción… Página 2

Hipótesis y recolección de datos… Página


3

Graficas comparativas… Página 4

Conclusiones… Página 5

Referencias… Página 6
1
Obesidad
Aquí en México, es motivo de risa o gracia el hecho de que una persona este
gorda, se suele decir que venimos a esta vida a ser felices, no flacos y aunque la
gastronomía mexicana es demasiado variada y rica en grasas o agentes que
provocan la obesidad, deberíamos aprender a moderarnos y comer más
balanceado, ya que no solo es el hecho de padecer obesidad, sino que ello
conlleva a la diabetes, hipertensión, colesterol, reumatismos y, en casos muy
graves, paros cardiacos intermitentes o la muerte. Y aquí es donde me pregunto,
¿Cuál es el motivo por el que México está en los primeros lugares de obesidad a
nivel mundial? ¿Los mexicanos están realmente interesados en el tema de su
salud?
Cabe destacar, que la educación y el gobierno, tienen un papel fundamental en
tratar de prevenir esto, al igual que el entorno social donde nos desenvolvemos.
Por ejemplo, preguntando a mis compañeros de trabajo; quienes están en el grupo
de riesgo de obesidad nivel 2, me comentaron que el cambio de horario de trabajo,
las horas extras, la comida que sirven en el comedor y lo que comen en casa, son
agentes que dañan su oportunidad de controlar su sobrepeso, además, de no
contar con los recursos monetarios para ir y revisarse con un nutriólogo
especializado en esos temas y tener como prioridad la salud y bienestar de sus
familias. Además, se podía notar en ellos la típica mentalidad el mexicano “¿para
que cuidarme si no me siento mal?”. Antonio de la Barrera-Cruz, lo describe muy
bien en este apartado: La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un
desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas. En el mundo,
prevalece un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en
grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes,
así como un descenso en la actividad física, como resultado de la naturaleza cada
vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de
desplazamiento y de una creciente urbanización.
Muchos síntomas, como el colesterol, hipertensión o problemas del aparato
digestivo, derivados de la obesidad, muchas veces se presentan de manera
intermitente y no generan mayores consecuencias a largo plazo o en toda una
vida, lo que nos lleva a ignorarlas o dejarlas pasar y no tomarlas con la debida
precaución que deberíamos, además, nuestra cultura tiene la tendencia de no
querer soltar las tradiciones y costumbres que tenemos arraigados en nuestra
familia o entorno. Ejemplo: no podemos evitar cenar un plato de pozole, el cual es
de difícil digestión para el organismo, además de combinarlo con la ingesta de
bebidas alcohólicas en una noche de 15 de septiembre. Es triste que con esos
motivos, solapemos los malos hábitos alimenticios y los estemos inculcando, en
vez de erradicarlos. La autora del libro La obesidad, recién editado por la DGDC
como parte de la colección ¿Cómo ves?, explicó que muchas veces “son los
propios padres los que inician a los hijos en este tipo de alimentación, ya sea por
su bajo costo, por la rapidez de su preparación o porque ellos mismos creen que
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esa comida es buena, sabrosa y otorga prestigio social”. Asimismo comentó que el
problema de la obesidad en nuestro país está relacionado con los cambios en la
dinámica social y familiar, ya que años antes las familias comían alimentos
preparados en casa, en un ambiente tranquilo y todos juntos a una misma hora.
En la actualidad esto se ha perdido y hoy es más común comer en la calle
alimentos que generalmente aportan demasiadas calorías y pocos nutrimientos.
Todo lo anterior, me ha hecho llegar a la siguiente hipótesis: La falta de
información, el mismo desinterés y las costumbres en México, repercuten
directamente con el problema de obesidad que se padece hoy en día y va en
aumento.
Y para darle fundamento, decidí seleccionar una muestra en mi entorno de trabajo.
Seleccione a 20 personas de mi área de trabajo, 10 hombres y 10 mujeres, de edad entre
los 20 y 40 años y les realicé el siguiente cuestionario:
1. ¿Padeces de alguna enfermedad de cuidado y prevención?
2. ¿Sabes que es la obesidad?
3. ¿Conoces los riesgos a los que expone la obesidad?
4. ¿Conoces a alguien que lo padezca?
5. ¿Conoces los programas de prevención del IMSS?
6. ¿Cuántas veces vas a consulta al IMSS al año?
7. ¿Has visitado a un nutriólogo?
8. ¿Cuántas veces has visitado a un nutriólogo?
Además, lo que me llevo a enfocarme en un cuestionario y en esta muestra para
recolectar datos, fue descubrir también, que la gente con un ritmo de vida saturado como
los obreros y con un tiempo muy escaso para ingerir alimentos o propensos a malpasarse
o no comer a sus horas, son gente que con mayor frecuencia, presentan alguna de las
enfermedades anteriormente dichas o tienden a tener mayor recurrencia en problemas
digestivos y además, tienen poco tiempo para informarse o preocuparse por su salud en
general, visitando al médico solo cuando lo necesitan y no para tener un control de
prevención. Fue triste ver, que la mayoría, hablaba de ir a visitar un nutriólogo como un
gasto innecesario y una pérdida de tiempo, pues consideran que el ser gordo o padecer
obesidad, es algo normal.

He decidido manejar cuatro preguntas abiertas y cuatro con opción, debido a que
es un tema donde se pueden manejar esas variables, ya que muchas veces, si el
problema principal de la salud y la obesidad es un tema de ignorancia entre las
personas, es obvio que no podrían darme una respuesta o referencia numérica
acerca de ello. No podría llegar con ellos y solo cuestionar ¿sabes el porcentaje
de personas obesas que hay México? ¿Cuántas personas mueren al año en
México por obesidad? Porque son datos que obviamente desconocerían y más
seguro, ni les interesara. Así que creo que este cuestionario está justificado y es
viable, debido al entorno en el que fue realizado: Una planta de la industria
automotriz, con operadores comunes.

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Elegí un diseño de investigación correlacional, ya que trato de unir las diferentes
variables, en este caso: la educación, el sistema de gobierno o de salud que se tiene en
este momento, el entorno laboral o familiar, el tipo de trabajo o actividades que se tienen,
las estadísticas ya elaboradas o las costumbres propias de la cultura mexicana, que
derivan en el problema de la obesidad y sus consecuencias alarmantes y en aumento en
los últimos años.

Y de acuerdo a los resultados, la primer tabla y el primer gráfico comparativo


quedarían así, destacando solamente el número de respuestas positivas en las
primeras cuatro preguntas:

Hombres Mujeres
Respuestas positi vas
Pregunta 1 7 6
Pregunta 2 10 10 Hombres Mujeres

Pregunta 3 8 10

10
10

10
Pregunta 4 3 6

8
7
6

6
3
P r eg u n t a 1 P r eg u n t a 2 P r eg u n t a 3 P r eg u n t a 4

Ahora, basándonos en el conocimiento que expresaron tener acerca de la


obesidad, realizare un gráfico con los datos de la pregunta número 6, ya que en
ella mencionaron que su médico familiar, muchas veces los hace ir con el
nutriólogo, debido a sus problemas de salud. Obviamente, no siempre asisten,
pero al menos, asisten a sus consultas generales, que les dan una visión periférica
de su estado de salud.

N° de visitas que las personas realizan al IMSS


2 3
10% 15%
1 4 visitas
5% 5 visitas
6 visitas
7 visitas
3 9 visitas
15% 10 visi-
6
30% tas
12 visi-
tas
4
1 20%
5%

4
Conclusiones
Busco concientizar a las personas a manejar un hábito alimenticio más sano, combinarlo
con ejercicio y una rutina de sueño más apropiada, ya que también ese es un factor
determinante en la salud y en el mejor rendimiento del día a día. Que seamos capaces de
entender que de todo podemos comer, pero no todo es bueno.
Uno lo ve como “normal”, hasta que profundizas en lo que realmente comes, en lo que
realmente haces para mantenerte sano y en cuanto pones como prioridad número uno tu
salud. Realmente no somos capaces de dimensionar el daño que nos hacemos a
nosotros mismos, al no tener en claro lo terrible que es padecer de obesidad. Las nuevas
tendencias de: “quiérete cómo eres, gordita pero feliz”, están haciendo estragos con lo
que debería ser un asunto de salud y no de moda, estamos tan acostumbrados a comer lo
más rápido, lo mas antojable, sin considerar lo más peligroso que eso puede ser.
Creemos que por ser jóvenes o por tener la fortuna de no padecer siempre de una misma
situación, seremos ya inmunes y sí, puede que nosotros lo seamos, ¿pero y nuestros
hijos? Estamos más enfocados en que no les falte todo lo material, que descuidamos lo
más importante que es su salud y no vigilamos lo que se llevan a la boca o los alentamos
a que “no pasa nada si estas gordito, te ves bonito”, son frases que encierran un peligro
mortal y que sin embargo, las oímos decir a los niños que ya presentan obesidad y
deberían de estar siendo tratados, no alentados.
Si nos vamos a los datos en las gráficas, notamos que en cuestiones generalizadas, las
respuestas afirmativas son debido a que la obesidad, es un conocimiento general e
involucra no solo a las personas interesadas, sino a una población más extensa y también
se nota un mayor interés en este tipo de cuestiones en las mujeres y una mejor tendencia
a buscar estar sana y en forma, que en los hombres, aunque sea más por un tema de
estética, que de salud.
Y es más triste aun en la segunda grafica ver que solo dos personas, de las 20
encuestadas, aseguraron ir al IMSS cada mes a revisión y cabe señalar que fueron
personas de más de 35 años y con algún problema de salud que debe ser monitoreado
constantemente. Las personas que dijeron ir 9 veces al año, incluyeron que solo por
problemas menores, como un resfrío o alguna lesión, no porque realmente fuese su
deseo ir a checarse. Así que ni hablar de una visita programa al nutriólogo o solo con el
fin de ir e informarse como esta su peso, controlarlo y evitar así la obesidad. No cabe
duda que los mexicanos, somos demasiado despreocupados con nuestra salud y
desconocemos las consecuencias que esto nos conlleva.

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Referencias:

Israel Rangel. (2017). “Chécate, mídete, muévete”, una campaña pegajosa pero
sin importancia en la sociedad. 2020, de LosPleyers.Com Sitio web:
https://lospleyers.com/destacado/checate-midete-muevete-campana-sociedad/
Anahí Díaz. (2016). Obesidad y sobrepeso: la nueva epidemia de la clase obrera y
el pueblo pobre. 2019, de La Izquierda Diario Sitio web:
https://www.laizquierdadiario.cl/Obesidad-y-sobrepeso-la-nueva-epidemia-de-la-
clase-obrera-y-el-pueblo-pobre
Desconocido. (2010). Sobrepeso y obesidad, situación actual en México. 2020, de
SEGOB Sitio web:
http://www.censia.salud.gob.mx/descargas/infancia/2010/2.9._Estrategia_Salud_Al
im.pdf
Javier Dávila-Torres,a José de Jesús González-Izquierdo,b Antonio Barrera-Cruzc.
(2015). Panorama de la obesidad en México. 2019, de IMSS Sitio web:
http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/
viewFile/21/54.
Gomez Delgado, Yeniffer y Velázquez Rodríguez, Elisa B. (2019). Salud y cultura
alimentaria en México. Revista Digital Universitaria (RDU). Vol. 20, núm. 1 enero-
febrero. DOI: http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2019.v20n1.a6
María Luisa Santillán. (2014). Obesidad, lado malo de la modernidad. 2019, de
UNAM Sitio web:
http://ciencia.unam.mx/leer/341/Obesidad_lado_malo_de_la_modernidad

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