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Aristóteles sobre la improductividad natu- hibia cobrar rédito, o, como se lo calificaba,

ral del trabajo, razonamiento acogido por usura, pero, naturalmente, esto no se apli-
los jurisconsultos, los cuales vieron que, caba a la población judía, que no estaba
usurae vicem fructiim períinent, pero con- sujeta a la ley canónica.
cluyeron por afirmar que usura fructu non "Bajo el apremio de la persecución y de
est, porque no deriva ex ipso corpore, o sea la intensa dificultad para la manutención
de la misma moneda. de la vida, el préstamo de dinero y las ope-
Las necesidades de la vida —prosigue el raciones bancarias se convirtieron en un
autor citado—, el aumento de los cambios," aspecto de la vida económica judía de im-
3a mayor amplitud del comercio y el trán- portancia creciente. Esto sirvió, como es de
sito gradual de la economía en especies a suponer, para acrecentar la impopularidad
la economía en dinero, hicieron reconocer de los judíos, pero un hombre que se ahoga
como legítimos excepcionalmente los inte- se agarra a una paja. Esta paja, de un mo-
reses de los Montes de Piedad, los de la renta do milagroso tan constante en los anales
constituida y de los préstamos hechos al de Israel, se transformó en una viga de re-*
Estado, y los provenientes cíe mutuos entre guiar tamaño y sirvió de base a nuestra
comerciantes, para fines de negocios. Ya se estructura financiera. La evolución de este
había introducido una especie de justifica- sistema en el sistema bancario de este país
ción del interés, no por sí mismo, sino com- (Inglaterra) recibió el apoyo ardiente y
pensación por el no uso del capital, median- sincero de muchos hombres buenos y cari-
te los conceptos del damnum emergens y tativos, incluso los cuáqueros y esas colum-
del lucrum cessans, por lo que no se mira- nas de la sociedad que han creado, y hoy
ban con malos ojos los intereses moratorios. sostienen, la City'de Londres" (3).
Los mismos" soberanos habían vendido a 2. El préstamo a interés en el mundo an-
buen precio a los hebreos y a los lombardos tiguo. La compulsa de la historia de los
el monopolio de prestar dinero a un interés pueblos de la antigüedad nos demuestra,
alto en sus Estados, hallándose' prontos a que todos, sin excepción, desde los tiempos
confiscar los bienes' de aquellos en todo tu- más remotos, han acudido a su práctica.
multo contra los usureros, con lo que se En la India, por ejemplo, se conocieron dos
procuraba una buena ganancia" ( 2 ) . tipos de prestamistas: con garantía y sin
En punto a los hebreos, "la forma de vida garantía. Los primeros percibían el 1 y un
a que se hallaban condenados en los ghettos, cuarto por ciento de interés mensual, o sea
donde apenas si eran tolerados por los prín- un 15 % anual. Los segundos, el 2 % men-
cipes y los reyezuelos que plagaban el viejo sual, a los brahmanes y un 4 y hasta 5 por
mundo, asi como la inveterada proscripción ciento mensual a las demás castas. Si esta-
de adquirir bienes inmuebles, les obligó a mos al testimonio de Eugéne Revillout, las
convertirse en cambistas y en financieros". reglas aplicables al interés en el Egipto de
"En una época —dice Lord Melchett—, en los Faraones, era el siguiente: "Suponga-
que Europa estaba dividida en diminutos mos dice este autor, un préstamo de tres
principados, la capacidad para la coopera- medidas de trigo pagadero después de un
ción internacional que los judíos poseían año, como el interés legal por este año era
naturalmente, era, por supuesto, una gran un tercio, es decir, una medida de trigo, el
"ventaja en el intercambio y en el comercio. notario, al redactar el acta, inscribía un
Muchos reyes y príncipes establecieron capital de cuatro medidas de trigo, reem-
ghettos y estimularon a los judíos a radi- bolsables al plazo de un año. Si el deudor
carse por razones puramente económicas. no las restituía, estaba decidido, en la mis-
Aquí deben hacerse notar, entre paréntesis, ma acta, que a título de pena se acrecenta-
que tuvo lugar una curiosa inversión. En el ba el capital desde el mes siguiente, en dos
sistema legal judío, estaba prohibido cobrar medidas. De manera que el deudor moroso,
.interés a los judíos. Pero se permitía cobrar al término de un año, sin que mediara en
interés a los no judíos, que eran, claro está, el contrato estipulación alguna con referen*
paganos en la época en que se hizo la ley. cia al interés, por el sólo hecho de dejar
Esta disposición era necesaria, puesto que correr el plazo sin abonar la deuda origi-
no podéis negociar con aquellos que cobran naria, debía el doble de lo que había reci-
interés, si vosotros, por vuestra parte, no bido y pagaba entonces interés sobfe el do-
cobráis interés alguno. Por eso la prohibi- ble. Ello no obstante, conforme a una ley
ción se refería solamente a las transaccio- de Bocoris, los intereses debían cesar njj
nes entre judíos. Esta prohibición había bien la deuda alcanzaba al doble de la pri-
pasado, con las enseñanzas de los Apósto- mitiva obligación" (•*)..
les, a la fe cristiana. La ley canónica pro-
(3) Meltchett, Lord, Tv, prójimo, págs. 77 y slgs.
(2) Miraglla, L., Filosofía del Derecho, págs. 449 (4) Bevlllout, E., Los orígenes del Derecho ro-
y 460, Ed. Impulso, Bs. Aires, 1943. mano.
Roma se caracterizó por los excesos con Baba Cama, 94 b). "El usurero, —se lee en
que llegó a aplicar los intereses traducidos el libro Vaycrá (R, 83), no sólo no aprove-
en una usura legítima. Numerosos motines chará ni disfrutará de su ganancia, sino
y levantamientos populares no tienen otro que perderá lo suyo y lo que no es suyo; sus
origen ni otra explicación que los abusos en bienes desaparecerán como por encanto, sin
el cobro de los dineros usurarios. En Roma, esperanza de volver a recuperarlos."
durante los tres primeros siglos, afirma E. Salomón Reinach, ilustrado arqueólogo e
Petit, ninguna ley regula la tasa de los in- historiador, explica sí no justifica la acti-
tereses, todo se halla condicionado a la vidad de prestamistas que caracteriza a
buena fe de los acreedores. La moneda tos- ciertos sectores judíos de Europa. Después
ca y rara de aquellos tiempos, se presta a de la caída de Jerusalén los hebreos se dis-
una tasa elevada, y, muy pronto, la usura persaron por un amplio exilio y numerosos
agobia y arruina a los plebeyos. Con la re- de ellos, que traían riquezas y aptitudes,
dacción de la Ley de las Doce Tablas se fija convirtiéronse en financistas de los Estados
la tasa máxima: el unciaurium fenus, que, que los acogieron; y que directamente les
a estar a la opinión del nombrado escritor, impusieron esta profesión. "Fue en parte
era de ocho y un tercio por ciento. Recién causa, y en parte resultado, sostiene el nom-
una ley Genucia, del año 412, prohibió el brado historiador, del carácter de extraños
préstamo a interés, pero siendo que la prác- de los judíos, el que, a pesar de ser ciuda-
tica era más poderosa que la norma, la usu- danos de los países en que vivían, se les so-
ra reapareció en forma exagerada. En la metiera a leyes de excepción o al mero
época de Cicerón se comenzó a contar los capricho de los soberanos; no disfrutaban
intereses por meses, mencionándose opera- de esa protección que se debe por las leyes
ciones del uno por ciento mensual, suma ordinarias a los ciudadanos ordinarios de
que se elevaba a veces extralegalmente y los países en que viven. A menudo eran mi-
por convenio de partes. rados, por ejemplo, en Alemania, en Fran-
Los textos bíblicos son altamente ilustra- cia, en Inglaterra como propiedad personal
tivos respecto a la tendencia del pueblo del rey, siendo a la vez perceptores del im-
hebreo a reprimir lo más posible el présta- puesto real y víctimas de su pago. Fueron
mo a interés y a combatir enérgicamente la reducidos por la fuerza a esta situación por-
usura. El Éxodo (cap. XXII, vers. 25) pro- que no se encontraban sometidos a la ley
clama, en efecto: "No les impondrás usu- eclesiástica que prohibía el préstamo a in-
ra...". El Levitíco y el Deuteronomio asi- terés. Alguien debía encargarse de éi por
milan la usura a un verdadero robo (cap. necesidad económica en tiempos en que el
XXV, vers. 36 y 37; cap. XXIH, vers. 19 y dinero a crédito era absolutamente necesa-
20), prohibiendo en forma expresa que se rio para las construcciones, para las guerras
proporcione en préstamo granos, dinero, et- y para la pródiga extravagancia de las cor-
cétera, con intereses. El Éxodo (cap. XXII, tes. Los judíos, siendo extraños, fueron
vers. 25) recomienda a los acreedores que obligados a ello, pero en todas partes se les
no sean rigurosos en el trato con los pres- odió por haberse hecho cargo de esa fun-
tatarios pobres. Dícese, también, en el Deu- ción. La capacidad financiera sólo les llegó
teronomio: "Si a tu prójimo haces un prés- por una práctica prolongada; no fue natu-
tamo, no entrarás en su casa para apode- ral en los judíos, los cuales en otras condi-
rarte de la prenda, esperarás afuera y él ciones habían probado ampliamente su ap-
mismo te traerá la prenda. No oprimirás al titud de artesanos, por no decir nada de
mercenario pobre e indigente, etcétera." la agricultura que había sido en los tiem-
El Talmud, contiene innumerables senten- pos bíblicos, como en la5 época de Josefo,
cias al respecto. "En el caso de préstamo a su principal ocupación."( ).
interés —se dice en el libro de Baba Met- 3. ¿Es legítimo el interés? Un economista,
eiá—, el crédito es nulo; están considerados profesor de la Facultad de Derecho de Caen
como cómplices el escribano que hace el (Francia), se refiere a la sempiterna pre-
acta y el fiador" (72). "Si das dinero pres- gunta, que aflora en todos los tiempos: ¿Es
tado —se dice en una sentencia del mismo legítimo el interés? Este problema, agrega,
libro (70*)—, no impondrás usura, porque ha sido tema de discusión filosófica y mo-
los usureros son como derramadores de ral, desde Aristóteles hasta el marqués de
sangre. Es igual pecado tomar usura de un la Tour du Pin. Recordemos, como es cos-
judío como 'de un no judío". Una sentencia tumbre, que, para Aristóteles, "el dinero no
del libro Sanedrín expresa: "Los usureros engendra dinero" y que el interés del capi-
no pueden ser testigos ante la justiciáis*)". tal no puede provenir más que de una exa-
En otra parte se dice: "El usurero es pareci-
do al criminal; ni uno ni otro pueden re- (5) Reinach, S.. Or/eo. Historio de las religio-
parar el mal que han hecho." (Libro de nes, págs. 90 y slgs.
geración abusiva sobre el trabajo de otros. "Indudablemente. Pero, ¿no lo es Igual-
Santo Tomás de Aquino, cuya doctrina do- mente para el mutuante reducirlo del que
minará el pensamiento religioso medieval; considera o quiere que gane el capital pres-
admite el contrato tíe asociación y la prima tado? Exacto también.
de riesgot pero no e! interés puro. Segrún "Esto sentado, ¿puede intervenir la ley
él, el uso del dinero se reduce a un consumo en el contrato imponiendo directa o indirec-
de éste. Por lo tanto no se podría vender tamente el pacto del interés? De ninguna
separadamente el dinero y su uso como no manera. Pero, ¿debe hacerlo? esta es otra
se vende el vino y el uso del vino. cuestión, largamente a discutir.
"Además e! interés es el precio del tiem- "En tesis general, del mismo modo que el
po, que es común a todos los hombres y so- mutuario es libre para aceptar o no con el
lamente n Dios pertenece. Son los judíos 'os rédito exigido por el mutuante, ha de serlo
que comercian con el dinero en la Edad éste para fijar el que ha de rendirle el ca-
Media, hasta oue Calvino refuta vigorosa- pital de que habrá de desprenderse. En es-
mente las tesis de los economistas medie- tos contratos no rige más la ley real y ver-
vales sobre el préstamo a interés" (°). dadera, aunque sea ocultamente, que la ne-
cesidad, y ya el aforismo popular declara
Capítulo II que la necesidad no tiene ley, y porque no
MODERNO CONCEPTO DEL INTERÉS la tiene se burla y se burlará delante de la
I. Diverjas d«iinicir>nea y enfoques. Co- ley que se dicte para regular dicha necesi-
nócese onr >n f erés. comúnmente, como "el dad" O.
rédito nne nroduce o debe producir el dinero Adolfo Weber, eminente economista y
o cualquier otro, capital en esnecie: y tam- profesor de Ciencias Políticas en la Univer-
bién ln parte alícuota que tienen los socios sidad de Munich, se refiere al interés, como
y accionistas de las compañías mercantiles. al beneficio que proporciona económicamen-
Se da igualmente este nombre a la inc'ina- te "el trabajo anterior". Y menciona el ne-
ción natural de las partes hacia la acción gocio que hizo el famoso personaje Robinson
c,ue han deducido y sostienen, o la oposición con un compañero de suerte que llegó ex-
oue han hecho y m^nMonen contra aqué- traviado a su isla después que él. Robin-
lla: y 56 califica de teffí'imo el nue tienen son se había fabricado, empleando en ello
los que, sin ser partes en el juicio o causa, el trabajo de cuatro días que había restado
pueden ser afec-fados por el resultado de a la satisfacción de sus necesidades inme-
una u otra, principalmente en sus intere- diatas, una pala y se la cedió al recién lle-
ses". gado mediante la prestación de cinco jor-
"Cons'derando jurídicamente el interés nndas de trabajo. Este se encontró muy bien
como rendimiento del dinero, afinna un es- dispuesto a. aceptar la propuesta ya que la
critor, se nlantea la cuestión, constantemen- posesión inmediata de la pala era, para él,
te dcMtids y m'p rmi7">s no .cerá rurn ter- de mayor interés que el recargo de un día
minada, de c'inl ha de ser el in f erés que de trabajo que se le exigía sobre los costos
devengue el préstamo y como corolario, el de aquélla. También hicimos constar —se-
que corresnondn por la indemnización con- ñala el mismo tratadista—, cómo en la eco-
siguiente a la mora. nonra política hay que contar siempre con
"¿Debe fijarse, o. cuando menos, señalar- un fondo de bienes que se separan del ac-
se un límite al Interés? Lóarica y natural- tual consumo para utilizarlos en la produc-
mente no es posible. El oue presta una can- ción; a este fondo permanente le llamamos
tidad no puede ser coartado en su libérri- capital. Sobre partes de este capital, que
ma voluntad de hacerlo mediante el abono constantemente cambian, disponen las eco-
del interés que tensa por conveniente. La nom'as individuales en magnitud mayor o
razón es obvia. No tiene obligación alguna menor. Existe un mercado en el cual se ha-
de hacer el préstamo; ejecuta, pues, un acto cen objeto de comercio las posibilidades
enteramente libre, y claro es que este acto abstractas de disponer sobre capital, el pre-
propio de su libre albedrio no ha de reco- cio que se paga por esta disposición del ca-
nocer más ley que la de su voluntad, siem- piínl lo llamamos interés (").
pre que el ejercicio de ésta no perjudique a ¿Por qué motivo se paga esta compensa-
otro. ¿Es un perjuic'o para el mutuario, que ción marginal que se llama interés? ¿Có-
el mutuante le exija un rédito calificado mo se determina la cuantía del interés? Am-
de exhorbitante en relación con el que ha bas preguntas, ae una importancia trascen-
señalado la ley?
(7) Enciclopedia Jurídica Española, Barcelona,
nota de José Euxadé. t. 19. páff. 792.
(6) Barré. R., Economía política, tríid. de J. I. (3) Weber. A.. Teoría general de la economía
Q»rcía-Lomas, t. 2, págs. 115-118, Ed. Ariel, Bar- política, trart. ríe J. Alvarc;; de Cíenfuepos V Cobos,
celona, 1958. págs. 137 y 138. Ed. Bosch. Barcelona. !!»':•
dental en la materia, merecen las siguien- de! interés. A medida que se pueda dispo-
tes reflexiones a Weber. "La investigación ner de mayor capital asimismo será tanto
de una solución exacta de estas cuestiones más posible cubrir con capitales las posibi-
se nos facilitará notablemente si dejamos lidades de producción menos productivas.
fuera del campo de nuestras deducciones La demanda menos intensa regula, según
e; problema, completamente diferentes de la regla general de la formación de los pre-
los aquí planteadas, de si la percepción por cios ai interés. Thünen tiene por completo
parte de los individuos particulares del in- razón cuando afirma que, a la larga, la
terés es justa, si debe ser' suprimido o a productividad de la última parte de capital
quien en último término, debe correspcnder- empleado es la que determina la cuantía
le... Hay que hacer una distinción entre del interés. El método capitalista ha conse-
interés bruto e interés neto; hablamos, por guido aumentar notablemente la cantidad
ejemplo, del interés constituido por los al- de capital en relación con la necesidad ac-
quileres, entendiendo como tal lo que se pa- tual. Si la demanda efectiva ha aumenta-
ga a los propietarios de inmuebles por la do realmente, no era ésta la causa del au-
utilización, riesgo e indemnización por su mento del interés sino consecuencia de la
actividad como empresario. Tan sólo cuan- mayor oferta de capital. Se tiene general-
do estos elementos del producto obtenido mente poco en cuenta en la teoría tiel inte-
se restan de la suma total de los alquileres, rés que el pagar de los intereses es un me-
queda el interés neto. Es un fenómeno ge- dio para poder realizar producciones indi-
neral que en aquellos préstamos hipoteca- rectas a consecuencia de las cuales ¡a can-
rios que corresponden a una segunda o ter- tidad de capital que se encuentra a dispo-
cera hipoteca, se paga un interés más alto sición de la economía aumenta porque au-
que el que se satisface por los contraídos en mentan ¡as rentas. El interés es, per consi-
forma de primera, puesto que en las hipo- guiente, un medio indirecto de aumentar ia
tecas ijosteriores se calcula también un de- cantidad de aquel bien escaso por cuya uti-
terminado riesgo juntamente con el inte- lización se paga el propio interés" (»).
rés. Este interés puro es lo que a nosotros Como se advierte, el tema es complejo y
nos interesa aquí... explica la presencia de varias corrientes de
"Aun más importante —sigue diciendo el ideas acerca de las teorías vigentes en pun-
autor—, es otra distinción: la que se esta- to al interés en general.
blece entre el interés del préstamo y el in- Wilhelm Rüpke, autor de un afortunado
terés natural. El rendimiento que se obtie- texto acerca de la economía política, en
ne directamente en la producción por la in- términos sencillos pero precisos, exclama:
versión en ella de trabajo anterior en unas ¿Qué es, por ejemplo, eso de interés? "Cuan-
condiciones normales del mercado econó- do el autor recuerda que el fenómeno del
mico, se llama interés originarlo; el interés interés, problema capital de ia economía de
del préstamo es por el contrario,/un interés todos los tiempos, fue el que, siendo mucha-
del capital prestado, como aparece en el in- cho, le dejaba perplejo como el primero en-
terés de los préstamos en numerario... El tre todos ios fenómenos de la vida econó-
que toma un préstamo paga, pues, un in- mica, se inclina a dar por probable que sea
terés, porque merced a la disposición del ca- precisamente este problema el que primero
pital que aquél le proporciona, tiene la in- se imponga a toda inteligencia ingenua.
tención de proporcionarse un interés origi- Ademas, ¿cuántos hay que consideran el
nario. Si alguien derrocha «sin utilidad» dinero en su forma concreta de monedas
esta disposición de capital, no por ello va o de bihetes de banco, y no ignoran que hay
a concedérsele más barata o completamen- que teneno para pasarlo bien?; pero con
te gratuita..." eso dan por terminada la cuestión. Es me-
• En punto a la forma de la determinación nester un gran üesorden monetario, como el
del interés, observa Weber, que "los plan- que han vivido los países con inflación des-
teamientos de por 'qué se paga un interés pués de la guerra, para que los hombres se
y cómo se explica su magnitud, encuentran den cuenta de los servicios insubstituibles
ya su explicación con sólo referirse al po- que nos presta un sano sistema monetario
der que pueden ejercer en el terreno econó- y de las fuerzas impulsoras, pero también
mico aquellos que disponen del capital en destructoras, gue entrañan esos pequeños
concepto de propietarios del mismo..." discos metálicos y papeles que tan alegre-
"A medida que son más productivas las mente pasan de mano en mano. Entonces
inversiones, tanto mayor será el capital de la inteligencia ingenua empieza también a
que pueda disponer y más fuerte será la ten- vislumbrar que merece la pena reflexionar
dencia en el movimiento de los intereses a sobre el dinero, y una vez que ha comenza-
elevarse. Con esto llegamos al verdadero
«motor» de la determinación de la cuantía (9) Weber, A., ob. cit., pág. 144.
do esta reflexión, no tarda en percatarse de siendo probable que cada discutidor esté
los problemas y misterios que laten en el asistido de una partícula de razón. La na-
tema. Entonces se despierta el conocimien- turaleza del interés debe entenderse, seña-
to de que el dinero no es cosa natural, sino la justamente, en función de la naturaleza
invención humana, y como tal un fenóme- del capital. Por tanto, las dificultades en la
no histórico que sola cobra sentido y signi- teoría del capital reaparecen en la teoría
ficado en una determinada etapa del des- del interés, y tanto en éstas como en aqué-
envolvimiento económico, o sea, en ía etapa lla la discusión está todavía en el apogeo.
de una economía de mercado desarrollada El punto de partida de estas teorías si-
que funcione con arreglo a la división de guen constituyéndolo la obra precursora de
trabajo..." («O. Bühm-Bawerk sobre teoría del capital y del
El mismo autor, refiriéndose a una de las interés (Positive Theoris des Kapitals, 1889)
tantas teorías sobre el interés que se hallan . . . si el precio de los cereales sube, no es
todavía en circulación, menciona a los cos- porque la renta de la tierra haya subido; la
tes en la producción como renuncia a otra renta de la tierra sube porque el precio de
utilidad y a los costes de capital como el los cereales sube (por ejemplo, a causa del
verdadero concepto del interés. "La inter- aumento de la población). De esta manera
pretación de los costes como pérdida de uti- creyó Ricardo haber eliminado completa-
lidad (opportunity cosí en la economía an- mente el factor de producción tierra, del
gloamericana) da una respuesta, dice Rüp- del proceso de formación del precio de los
ke, a la cuestión de qué es lo que realmen- productos de la tierra.
te se esconde dentrás de los costes en dine- Raymond Barre, afamado profesor fran-
ro, en cuya forma, dentro de la economía de cés de economía política, define el interés
mercado, topamos primero con los costes. diciendo: "El mercado de capitales ocupa un
Esta cuestión ocupó desde el principio a los lugar muy importante en la economía des-
economistas, sin que se consiguiera hallar centralizada, debido al hecho de que la em-
una respuesta satisfactoria o inequívoca. presa recurre al crédito para su creación,
Esto había de estar reservado a la teoría funcionamiento y desarrollo. En la actuali-
moderna, basada en el principio marginal, dad, contrariamente a lo que ocurría en los
y precisamente en ello estriba uno de sus comienzos del capitalismo industrial, es di-
méritos mayores y menos discutidos. Hasta fícil que el empresario disponga del capital,
ahora —y aún el propio Marshall lo sos- suficiente para financiar su negocio. Por
tenía— se habían interpretado los costes ello, el interés -del capital, cuya naturaleza
esencialmente como expresión y remunera- había sido mal comprendida durante largo
ción de los esfuerzos y sacrificios unidos a tiempo, no puede confundirse actualmente
la producción (pain cosí), concepción que con el beneficio del empresario.
tuvo su expresión más pura y radical en la "El interés puede definirse como el pre-
teoría del valor-trabajo de Carlos Marx. cio pagado en dinero por el uso del propio
Acaso no se yerre al suponer que, en esta dinero. Las transacciones que se realizan
interpretación de los costes, topamos al pro- sobre el uso del dinero tienen lugar en el
pio tiempo con el mundo oral de la burgue- mercado de capitales y adoptan la forma
sía inglesa de los siglos xvín y xix, en el de préstamos o créditos. La cesión de dine-
que todo se veía demasiado a la luz del es- ro por medio de una operación de crédito
fuerzo honorable y de la remuneración jus- o préstamo implica dos cosas: de una parte
ta. Esta tendencia, y al mismo tiempo su la devolución de la suma prestada al vencer
error, se manifiestan con toda claridad en el crédito. La suma a devolver no es idén-
el intento hecho por W. N. Sénior (1790- tica, sino equivalente a la prestada. De esta
1846) de interpretar y justificar los costes forma se plantea el problema de la influen-
del capital (interés) como recompensa del cia de la depreciación monetaria en los prés-
sacrificio de privación (abstinence) hecho tamos de dinero. La técnica de los présta-
por el ahorrador. Comprendemos que este mos indicados es una sola solución al pro-
ensayo indujese más adelante a Lasalle a blema, de otra parte, el pago de un interés
la famosa sátira que dice: "El beneficio del al que cede el dinero. Esta se descompone
capital es la recompensa de la priva- en una prima de riesgo, que constituye un
ción..."*"). seguro para el prestamista y cuya cuantía
Para el autor que transcribimos, el tema varía según las circunstancias y la perso-
sigue aún sin esclarecerse debidamente, nalidad del prestatario, y en un interés ne-
to (o puro), que remunera el servicio pro-
(10) Bopke, W.. Introducción a Jo economía po- porcionado por quien renuncia, prestándo-
Mtfco, págs. 19 y 20, Biblioteca de la Clenca Econó- lo, al uso del dinero".
mica, XI, Ed. Revista de Occidente, Madrid.
(11) Rópke, Wllhelm, ob. cit., pftg. 54. 2. El interés y los factores que lo afectan.
La rata de interese-), sostiene un econo- "E! interés es bajo en les tiempos de quie-
mista, es cuestión muy importante en rela- tud comercial; más bajo en las grandes ciu-
ción con el dinero y el banr¡uismo, porque dades, y a veces demasiado bajo para los ne-
\aria en proporción a la oferta y la deman- gocios no especulativos o de antigua crea-
da del dinero. Esto se evidencia inmediata- ción en que el riesgo es pequeño; y es más
mente antes de un p-ínico, cuando las tasas bajo aún si son muy buenas las garantías
de interés suben a puntos nunca vistos y que respaldan el préstamo o si el dinero
casi imposibles e inmediatamente después, sólo se necesita para un plazo corto. Es alto,
cuando las mismas bajan con la misma in- en tiempos de actividad especulativa o de
tensidad. Quienes mueven sus negocios a pánico; cuando el tunero está destinado a
base de dinero prestado, se interesan gran- desarrollar negocios nuevos, en que el ries-
demente en estas fluctuaciones, porque si go es evidente; cuando las garantías no son
logran conseguir préstamos baratos y de de la mejor clase o el préstamo se requiere
largo plazo obtienen una ventaja evidente para un plazo muy largo, y cuando no está
sobre sus competidores Que si tienen que garantizado en acepciones comerciales" (").
pagar altos intereses van a la quiebra fá- Ya hemos mencionado la variabilidad de
cilmente. .. Este es asunto que afecta no so- los intereses sobre los préstamos con rela-
lamente al hombre adinerado y al comer- ción al lugar de que se trata: ciudad gran-
ciante deudor, sino a todas las personas que de o ciudad pequeña: ciudad y campo, su-
han invertido sus ahorros en seguridades cesivamente. ..-•-•'•
que ganan interés... El interés bancario es También el negocio de que se trata, es
distinto en las diversas secciones del pais, importante. Si el artículo producido es ade-
siendo más bajo el de las regiones densa- cuado únicamente para determinada época
mente poblados donde las industrias están del año, el interés que requiera la empre-
mejor desarrolladas ( ™ ) . Esto resulta evi- sa será lógicamente más elevado. También
dente si efectuamos una comparación entre es trascendente el objeto especial del prés-
la tasa de interés que se aplica en los gran- tamo. Y por último, el factor riesgo. A este
des centros financieros, y el de las peque- respecto sostiene Constain: "En relación
ñas poblaciones. Este se ajusta, normal- con el objeto del préstamo, está el riesgo
mente a los costos de administración del que se corre y el plazo que se desea. El dine-
banco, sueldos, locaciones, seguros y demás ro para un período largo suele causar un
erogaciones, pues el dinero de crédito tiene interés alto, que aumenta a medida del ma-
sus costos de producción como cualquiera yor riesgo. Sin que esto quiera decir que la
otro articulo o servicio. Asi dice Alberto calidad de la garantía no obre sobre el pre-
Constain que el precio que ha de pagarse cio del dinero; pues es sabido que éste re-
por un préstamo depende de estos elemen- baja en razón de la seguridad que lo res-
tos: el tiempo, la fuente de donde se ha de palda. De aquí que los préstamos bien ga-
tomar el dinero, el lugar, la clase del nego- rantizados cuestan a menudo muy poco, por
cio para el que se requiere, la seguridad de lazón de que la seguridad es elemento muy
que va a cubrir el riesgo, la garantía el pla- atractivo siempre para el banquero. Los do-
70 y el éxito de las influencias económicas. cumentos de embarque, recibos de almace-
El éxito de un préstamo, prosigue.el ilus- nes de depósito, hipotecas y otros bienes da-
trado autor español, tiene mucho que vez dos como garantía colateral, capacitan a
con el tiempo en que se solicita. Si el país las empresas dedicadas a la producción de
está en crisis y la empresa prestataria no artículos de principal comercio en un pais,
goza de una sólida situación financiera, le para conseguir préstamos a tasas muy fa-
será preciso pagar el dinero a precio muy vorables" (i»).
alto, si es que lo encuentra; y asimismo si Esto en cuanto a los efectos sobre el in-
la comunidad en que actúa en vía de fran- terés de las influencias directas.
co desarrollo, es seguro que el prestamista Las puede haber de efectos indirectos co-
le exija un alto interés, porque en. tales con- mo el sistema bancario que se implanta en
diciones el dinero tiene mayor demanda.' Si un pais, asi como una serie de otras gra-
los tiempos son quietos, pero no de crisis, vitaciones externas que encarecen o redu-
el mercado del dinero es, ordinariamente, cen inexorablemente la tasa del interés del
fácil, de modo que es dable conseguir prés- dinero.
tamos a precio muy cómodo. El estado de Hay en todos los sistemas del mundo di-
las cosechas y de las existencias del merca- versidad de tipos de interés, que en gran-
do, así como las condiciones generales del des ramas se distinguen entre tipo de in-
comercio extranjero, son factores que afec- terés a corto plazo y tipo de interés a lar-
tan también la tasa del interés.
(14) Constain, A., Finanzas, t. 1, pág. 349, Ed
(12) .- Sinónimo: taso de interés. Bosch. Barcelona, 1934.
(13) Barré. B.. ob. clt:. págs. 245 y 216. (15) Constain, A., ob. clt., t. 1. pág. 251.
go plazo. Pero según la duración y natura- actualidad y mayores necesidades, el indi-
leza de las operaciones de crédito, varían vidúe) no preferirá los bienes futuros. El bien
también los tipos de interés. actual en forma de dinero puede, de hecho,
. Raymond Barre distingue, solamente en ser consumido, o reservado para el porvenir;
Francia, esta diversidad, estableciendo que c) una razón tecnológica: los bienes presen-
solamente en el mercado de dinero se en- tes valen más que los futuros porque pode-
cuentran los siguientes tipos: mos utilizarlos inmediatamente en procesos
a) Las operaciones del Banco de Francia, productivos. Pero la producción con capital
que son los tipos que tienen una función di- es más eficaz que sin él, y tanto más cuan-
rectriz; el interés de descuento; el de los to más largo sea el período de producción.
anticipos sobre títulos; el de los anticipos La disposición de los bienes presentes da,
a treinta días; el de la compra de efectos pues, la posibilidad de recurrir a los procesos
públicos cuyo vencimiento no exceda de productivos más indirectos y más eficaces.
tres meses, b) Tipo de dinero a veinticua- Un stock presente de bienes de consumo sig-
tro horas o cali money (el préstamo se rea- nifica, pues, más bienes de consumo en el
liza por una elevada, suma, pero su dura- porvenir. El rendimiento será más elevado,
ción es brevísima y sirve para hacer frente no sólo en cantidad sino también en valor.
a los vencimientos de fin de mes). Estas tres razones que explican la pre-
Capitulo III ferencia de los bienes presentes sobre los
bienes futuros, explicarán también la exis-
NATURALEZA DEL INTERÉS tencia del interés del capital. Este es, en
1. Diversas teorías "reales" y "maneta- definitiva, el precio del tiempo.
rías" del interés. Las escuelas se van suce- La doctrina ha discutido ardorosamente
diendo a través de los años y se bifurcan las premisas de Bóhm Bawerk, mas, como
en nuevas tendencias y corrientes. El tema ha sostenido y subrayado Schumpeter (i»),
es apasionante para la Economía política lo esencial de la exposición de Bóhm Bawerk
no menos que para las Finanzas. Y aún pa- se admite generalmente: el interés nace de
ra la Política. Puede decirse que el tema es la interacción de la preferencia por el tiem-
uno de los más engorrosos y por ende que po y la productividad del capital.
ha dado lugar a la exposición de los más Como una réplica a las lagunas —que sin
atrevidos esquemas. Consideraremos en pri- duda existen— en las teorías "reales" acer-
mer término, las denominadas "teorías rea- ca del tipo de interés, surgieron las teorías
les del interés", para pasar luego a las "mo- "monetarias" del interés, siendo su más en-
netarias". cumbrado expositor J. M. Keynes (2°). An-
Entre las primeras alzan su pabellón Al- tes que éste, el gran economista sueco Knut
fred Marshall (1(i) o Irving Fisher (i 7 ), que Wicsell había ya percibido el papel de los
plantean la teoría de la oferta y la deman- factores monetarios en la determinación
da de capital. Mientras algunos autores ex- del tipo de interés y en su obra Interés y
plican el interés por la productividad del Precio, 1898, señaló que el "tipo de interés
capital y muestran porqué el que recibe depende, ante todo, del exceso o escasez del
prestado puede pagar un interés, Bóhm Ba- dinero".
werk (1S) liga la existencia del interés al Veamos ahora la teoría keyseniana. En su
fenómeno psicológico de la subestimación obra Teoría General, decía Keynes: "Se ha
del futuro. Según éste, el interés nace de de reconocer el fracaso de las teorías que se
un cambio de bienes presentes de consumo esfuerzan por hacer depender el tipo de in-
por bienes de consumo futuros, y constitu- terés de la eficiencia marginal del capi-
ye, en esencia, un "agio" que se adscribe a tal... El tipo de interés no es el precio que-
los terceros. Según esta escuela, harto inte- determina el equilibrio entre la demanda de
resante y fascinadora, tres razones basamen- recursos a invertir y la aptitud para abs-
tan la teoría: a) una razón psicológica: un tenerse de un consumo presente... Depen-
hombre normal subestima el porvenir, pre- de de la oferta y de la demanda de dinero".
fiere una satisfacción inmediata a otra fu- El famoso economista considera que el di-
tura; b) una razón económica: en el pre- nero no es una simple unidad de cuenta, si-
sente, por- lo general, las necesidades son no que representa un papel activo en la vi-
más acuciantes y los recursos menos im- da económica. Es un artículo privilegiado
portantes que los.que se espera poseer en que el sujeto económico desea porque le
el porvenir. Incluso si se prevén recursos presta servicios específicos: a) servicios de
menos importantes en el futuro que en la transacción, porque permite la constitución
(16) Marshall, A., Principies of económica.
(17) Fisher, I., The theory of Interest. (19) Shumpeter. History, pág. 930.
(18) Bawerk-Bohm, Capital e interés. La teoría (20) Keynes. J. M., Teoría- general del empleo
•positiva del capital. del interés y el dinero, 1936.
de fondos de caja-tesorería destinados a su- bertson, como el precio por el uso de fon-
perar el intervalo entre la percepción del in- dos prestables, depende de la oferta y de-
greso y sus gastos; b) servicios de precau- manda de estos fondos.
ción, porque permite la constitución de en- Interesa comparar con las que hemos ana-
cajes de precaución que permiten hacer lizado la teoría marxista del interés. Weber
frente a los riesgos de la existencia; d) ser- se encarga tíe darnos una apretada sínte-
vicios de especulación: conservando activos sis de esta importante materia en el pen-
líquidos, el sujeto económico, que tiene una samiento de Cari Marx. La concepción
determinada concepción de la evolución del que Marx, nos dice, tiene del interés, está
mercado, distinta de la opinión dominan- ya contenida en la teoría de su plusvalía,
te reflejada en el' curso de los valores de Su teoría de los beneficios no es, en el fondo,
Éolsa, espera poder obtener un beneficio sino una teoría de la repartición del bo-
de los futuros valores de dichos cursos. tín; esto es, de la plusvalía entre las diver-
Los motivos de transacción, precaución y sas categorías de las clases dominantes,
especulación determinan la preferencia de Kaustky trae a consideración la opinión si-
la liquidez de los sujetos económicos y la guiente de Cari Marx ( M ): "El capitalista,
constitución de sus encajes líquidos. Mien- tanto industrial como agricultor,' provoca
tras que la demanda de caja para tesorería la producción de la plusvalía, pero no pue-
y precaución es función de la actividad eco- de retenerla totalmente. No sólo en el caso
nómica general y de la magnitud de la ren- en que emplee su capital en una rama de
ta nominal, la demanda por el motivo-espe- la producción de una organización más dé-
culacíón varía con el tipo de interés, unido bil, en cuyo caso habrán de ceder una par-
a las alteraciones en la cotización de los te de su plusvalía aquellos capitalistas que
títulos. hayan colocado éste en otras ramas de más
Subraya la doctrina que las múltiples con- .elevada organización; procedimiento de pon-
troversias promovidas en torno de la teoría deración que no nota y, por consiguiente,
del interés expuesta por Keynes, ha dado que no le produce ninguna preocupación;
origen a una intensificación del análisis de sino que debe asimismo entregar una par-
la determinación del tipo de interés. te de su ganancia a los capitalistas poseedo-
Una expresión de esta búsqueda se en- res del dinero de los que obtiene éste en ca-
cuentra en la teoría llamada de los "fondos lidad de préstamo; es decir, pagando el in~
prestables", que fue expuesta por el eco- teres del capital —y esto sí lo nota de una
nomista sir Dennis Robertson (21) (22). se- manera muy clara— otra parte al comer-
gún este autor, los factores determinantes ciante como beneficio comercial y final-
del tipo de interés deben radicarse en cua- mente, si es agricultor, otra parte como
tro elementos diversos: a) La "preferencia arrendamiento al propietario o si el mismo
temporal" (time preference): los sujetos es propietario, para rentar el capital que ha
económicos no valoran igualmente el consu- debido emplear para la adquisición de su
mo presente y el futuro. La preferencia posesión. Como siempre los beneficios de
temporal expresa su repugnancia a retrasar los capitalistas individualmente considera-
en el tiempo una satisfacción susceptible de dos dependen en última línea, en cuanto a
obtener sin demora alguna, b) La "produc- su cuantía, de la magnitud de la plusvalía,
tividad marginal del capital", es decir, el esto es, de cuantía de la explotación de los
rendimiento que espera obtener el sujeto asalariados". Sigue a la teoría de la plusva-
económico del empleo de un capital adicio- lía, en que se basa, se mantiene o se hunde,
nal, c) La "oferta de dinero" debida a la en todo caso, la teoría marxista del inte-
política del.banco de emisión, d) La "pre- rés que acabamos de exponer.
ferencia de liquidez", es decir, el deseo de "Aquí sólo hemos de referirnos, insiste
los sujetos económicos de conservar en su Weber, a la teoría especial de la disminución
poder dinero inmediatamente utilizable. Es- de beneficios que Marx ha desarrollado. Los
tos factores actúan con diferente intensidad. capitalistas se encuentran en la economía
Mientras que la preferencia temporal y la de la libre competencia en una constante y
productividad son las más importantes a viva lucha; esto les obliga a procurar la
largo plazo, las dos últimas ejercen su in- disminución de los costos mediante el em-
fluencia principalmente a corto plazo. Estos pleo de los progresos técnicos con los que
elementos determinan el empleo que todo se substituye a las fuerzas del trabajo que
sujeto económico tiene que hacer de sus re- son más caras. Las mismas causas que pro-
cursos. El tipo de interés, definido por Ro- ducen la formación de un ejército de reser-
va industrial de obreros, en tanto que cons-
(21) Robertson, D., Sir, tfister Keynes and the tantemente van dejando parados a éstos,
rute of interest,
(22) Robertson, D., Sir, Essays in Monetary (23) Kautsky, Teorías económicas de Cari Man,
Theary, 1940. 4» «d.
obligan a transformar el capital salario en cepción para muchos tratadistas se tiene
capital real, y por lo tanto, a una disminu- como predominante hoy en día. En cierto
ción en el tipo del beneficio puesto que tan modo su concepción está originada en Sé-
sólo el capital salario es fuente de plusva- nior,2 8en el primer tercio del siglo pasa-
lía. Con la disminución del tipo de interés do ( ). Mediante la renuncia a un consu-
es posible combinar, en una acumulación de mo posible, inmediato, espera, se hace posi-
capital que aumenta constantemente, un ble una disposición positiva sobre una de-
aumento de la masa de los beneficios. Tam- terminada cantidad de capital. Aquella es-
bién hace constar Carlos Marx que los tipos pera y esta disposición en capital, son con-
del beneficio tienen la tendencia a equipa- ceptos sinónimos. Acepta Cassel que el he-
rarse. Que esta teoría no puede ponerse de cho de que el tipo de interés tenga la ten-
acuerdo con la teoría del ejército de reser- dencia a moverse entre el 3 ó 4 por cien,
va industrial lo ha demostrado Ed. Heilnan, hay que relacionarlo de una manera inme-
el cual se encuentra, por otra parte, muy diata con la duración de la vida humana.
cerca del marxismo. Equiparación de los ti- Mencionaremos, por último, la teoría di-
pos de interés no significa otra cosa sino que námica de Schumpeter ( 2 Í ) ). Para éste, su-
el capital emigra 'de los- empleos menos re- puesta una nueva situación estática de la
muneradores a aquellos otros que lo son más. economía, no es posible un interés, pues se-
En esta transferencia se cambia según la gún la teoría de la imputación, deben ser
doctrina marxista de una manera necesa- igual el valor de los productos y el de los
ria la forma del capital.. El capital salario y medios empleados en su producción. Los
los elementos de trabajo se transforman in- medios de la producción son, sin embargo,
mediatamente en dinero y luego son emplea- trabajo y utilización del suelo, por consi-
dos nuevamente en otros medios de trabajo guiente, todas las .rentas estáticas son o ren-
y sumas de salarios. La corriente de los ca- ta de la tierra o salarios. Cosa distinta ocu-
pitales lleva una dirección que va de luga- rre en caso de que se trate de un progreso
res de la más alta organización y, por con- económico, esto es, de la dinámica de la eco-
siguiente, menor capacidad de trabajo y me- nomía política; en éste pueden obtenerse
nor tipo de beneficio a lugares de menor or- beneficios marginales que aún no han sido
ganización y, por consiguiente, de capacidad generalizados mediante la circulación eco-
de trabajo más elevada y más altos tipos de nómica y que, por consiguiente, no hay que
beneficio. Pertenece, pues, a la esencia del tomarlo como base de su valoración. Por
proceso de equiparación que el capital pon- este motivo es posible al empresario, según
ga a su servicio en mayor medida fuerza de Schumpeter, pagar un interés por el capital
trabajo vivo. Los adelantos técnicos arrojan que toma a préstamo y tan sólo mientras
al trabajador a la calle; los esfuerzos para que éste especial beneficio marginal no des-
alcanzar la equiparación de los beneficios aparece a causa de la competencia.
obligan al empleo de una cantidad relativa- 2. El interés en la legislación civil. Pese
mente mayor de capital salario" ( 24 ). "Sin a las controversias dictrinales y a las obje-
descanso, afirma Heiman, se mueve el ca- ciones; pese a las restricciones impuestas
pital para llegar al equilibrio. Perturbacio- por los poderes públicos y la verdadera ex-
nes y obstáculos se provocan a cada momen- comulgación de los intereses por el Dere-
to, los unos a los otros en contra de ello. La cho canónico, éstos sobrevivieron a todos los
ley dinámica arroja al obrero a la calle y embates. Al discutirse los fundamentos del
!a estática lo vuelve a insertar en el proceso artículo 1905 del Código civil francés, el ora-
del trabajo" ( 2 r >). Pone de manifiesto en es- dor que estaba en uso de la palabra, expre-
ta forma que, aun cuando se quisiese acep- só: "Se convenía en que el dinero es el sig-
tar el punto de partida de Carlos Marx, su no de los valores, y en que estos pueden ser
teoría del beneficio encierra una contra- arrendados; y, sin embargo, se quería que su
dicción precisamente en una relación que signo pudiese también serlo.
para él tiene una importancia esencial (26). "¿Y por qué? Yo me abstengo por mira-
Una breve síntesis de la teoría del interés mientos a ciertos hombres, que reverencio
expuesta por Gustavo Cassel V), cuya con- por una grata obligación, de exponer los
fundamentos de una inconsecuencia tan
(24) Lo que ha olvidado el creador del "ma-
terialismo histórico" es que los. adelantos técnicos palpable, y que, por otra parte, no es más
se compensan con la aparición de nuevas íormas que el producto de una muy buena inten-
de producción que recogen a los obreros arrojados ción. El justo odio a la «usura» es el que
a la calle por. el primer factor. ha hecho condenar el interés; pero cuanto
(25) Heiman, Ed., Plusvalía y economía activa,
22, pág. 33.
(26) Weber, A., ob. cit. (Bibliografía), págs. 150 (28) Sénior, Introducción en la economía, polí-
y 151. tica, 1826.
(27) Cassel, G., Naturaleza y necesidad del in- (29) Schumpeter, Teoría del desarrollo econó-
terés, 1903. mico.
la una tiene de «culpable», tanto tiene el y la venta de sus bienes. ¿Puede decirse que
otro de «inocente», cuanto puede contribuir ese obrero, ese labrador, ese propietario es-
la una para hacer «desgraciados», tanto tán en un pie de igualdad con el capitalis-
puede contribuir el otro para «aliviarlos»; ta que quiere imponerles su ley, y sería bue-
cuanto la usura puede ser «funesta» al co- no dejarlos convenir «libremente» la tasa
mercio, tanto puede un interés moderado fo- que el prestamista quiera imponerles? •
mentar su prosperidad. ¿Queréis paralizar "Mas se dice ¿a qué se dictaría una ley
la industria, cuando se ve falta de medios? prohibitiva que es tan fácil de eludir y que
Corradle todas las bolsas que podrían soco- tan fácilmente se elude, como lo demuestra
rrerla; porque el pretender que se abrieran la experiencia?
gratuitamente, equivaldría a cerrarlas casi "He aquí nuestra respuesta: la ley sirve,
todas. desde luego, para advertir a los vacilantes,
"No llevo más adelante este paralelo. Gra- que son numerosos, esos que no son absolu-
cias a los progresos de la razón en distin- tamente malos, que el comercio '_del dinero
guir entre lo que la religión y la honradez no es libre, y que la usura expone a los qué
aconsejan y lo que ellas prohiben, no creo la practican a persecuciones correccionales;
<jue la absoluta proscripción del interés pue- cuando la ley religiosa y la ley moral son
de encontrar ya partidarios a r d i e n t e s e impotentes, el temor al castigo, a la deshon-
ilustrados, y concluyo con la siguiente re- ra, que en la opinión pública se agrega a la
flexión de nuestro inmortal Montesquieu: condenación por usura, los detendrá bas-
«Que todos los medios honrosos de dar y tante" (¡») .
tomar en préstamo sean abolidos, y al ins- Así de apasionada ha sido la polémica que
tante se restablecerá una espantosa usura». se produjo en la doctrina de todos los paí-
Las leyes extremadas en el bien hacen hacer ses acerca del choque entre lo legal y lo mo-
€l extremo mal. Entonces, habrá de pagar ral, contenidos en el interés, cayéndose fre-
el mutuario, no sólo por el préstamo del di- cuentemente en el equivoco de confundir al
nero, sino por el peligro que correrá el pres- interés con la usura. Por esta razón los
tamista de incurrir en las penas de la ley". Rouast, los Savatier y Lepargneur estimaron
"Las razones que justifican el préstamo que, por condenable que sea la usura, val-
a interés prohiben igualmente —dice el ci- dría más para suprimirla de nuestra civili-
vilista francés Wahl—, la limitación de la zación una buena organización del crédi-
tasa, aunque ciertos autores que admiten to que disposiciones legales ridiculas. "Mil
nuestra solución acerca del primer punto, medios existen, en efecto, agregan, al alcan-
estén en desacuerdo con nosotros acerca del ce de los verdaderos usureros para burlar
segundo: la legitimidad del préstamo a in- estas leyes, y la inseguridad que ellos intro-
terés reposa en la idea de que el dinero es ducen en el comercio honesto puede resultar
una mercancía que puede ser alquilada o nefanda. Un mutuario solvente encuentra
vendida como todas las otras; ahora bien, el fácilmente hoy día prestamistas avenidos a
precio de las mercaderías es determinado alquilar su dinero a una tasa más reducida
por la ley de la oferta y la demanda, sin que que la que podría lograrse por imposición
. al Estado se le reconozca el derecho de In- de la ley. Cuanto a los prestatarios de du-
tervenir" (3<>) . dosa solvencia, parece desgraciadamente
Otro autor rebate estas argumentaciones, difícil impedir que su prestamista compense
diciendo: "El dinero es, sin duda, una mer- por la elevación de la tasa de interés, los
cadería, pero no como cualquier otra; mu- riesgos de pérdida del capital" (»*).
chas son las ventajas vinculadas a su pose- He aquí la situación reinante en la doc-
sión para que pueda asimilárselo a una trina mundial acerca de la legitimidad del
mercadería ordinaria, y si absolutamente se cobro de intereses como producto civil del
quiere una asimilación, diríamos que el di- préstamo de dinero. El otro problema que
nero representa a todas las mercaderías, también dividió a los autores y a las legis-
porque permite proporcionárselas todas. El laciones, es el que se relaciona con la fija-
representa para el obrero sin trabajo el pan ción de la tasa del interés por ley. La Revo-
cotidiano, que debe adquirir a cualquier pre- lución Francesa, recuerda un autor nacio-
cio para dar de vivir a los suyos; para el nal, junto con el principio de la libertad de
labrador los animales o los instrumentos contratar, suprimió toda limitación de in-
agrícolas necesarios a la explotación de la tereses. El Código Napoleón, en su artículo
heredad que-cultiva; para el propietario en- 1905 sancionó la misma doctrina, que fue
deudado, a quien persigue un acreedor in- adoptada en general en la legislación de su
transigente, el medio de evitar un embargo
(31) Oulllouard, Du pret, du depot, du té-
questre, núm. 111, pags. 124 y 125.
(30) Baudry-Lacantinerie, De la societé, -tu (32) Rouast, Savatier y Lepagneur, en FlAOiot-
pret, du depot, du séquestre, pág. 471, núm. 812. Bipert, t. 11, núm. 1154, pág. 438.
tiempo. Paralelamente, por medio de leyes puede en cualquier momento antes de la
reglamentarias, se fijó, sin embargo, el má- expiración del plazo de la obligación del
ximun de los réditos. Una de las más cono- primer año, reembolsar al acreedor el capi-
cidas es la de 3 de Septiembre de 1807, dic- tal; pero cuando la tasa exceda del 20 %
tada en Francia durante el primer imperio, onual, el acreedor carece del derecho de
donde se reducían a 5 % los cobrables en reclamar la proporción que pase del 20 %.
materia civil y al 6 en el orden comercial. El Código civil del Perú (1955), en el ar-
"En el curso del siglo xix, gran parte de ticulo 1325 expresa que el "interés legal del
los países que habían seguido esta corrien- dinero para los casos en que no haya con-
te, volvieron sobre ella y dejaron sin efec- venio expreso es el de cinco por tiento por
to esta limitación. Así, por ejemplo, Bélgi- año". Según la disposición del articulo 2230
ca, España, Italia, Austria, Hungría y Ale- del Código civil del Ecuador, interés legal
mania. En esta última, el Código de 1900 es el de 6 % por año. El articulo 1265 del
mantiene en términos generales la posibili- Código civil de Bolivia expresa que el inte,-
dad de que se cobren los intereses estipula- rés es legal o convencional; por ley del 5
dos, pero aparte de correctivos tan impor- de noviembre de 1840 se había estipulado
tantes como el del artículo 138, contiene en que no existiendo estipulación de interés, el
el 247 la posibilidad de que los préstamos su- legal es el 6 % anual. El Código de Colom-
periores al 6 % de interés puedan ser reem- bia (1955» establece el interés legal en el
bolsados por el deudor pasados los seis me- 6 % anual. Igual interés se determina en el
ses, con un aviso anticipado de igual térmi- articulo 2207 del Código civil de Chile. El
no, cláusula que no puede ser excluida por Código civil del Uruguay, en sus artículos
ningún contrato. En Suiza, el Código fede- 22Ü6 y 2207, prescribe; 1"?, que el interés
ral no prohibe tampoco la libertad de los convencional no tiene más tasa que la que
intereses, si bien contiene reglas análogas se fija en el contrato; 2"?, que el interés
a las alemanas, especialmente en el articu- legal es el de seis por ciento al año.
lo 73, donde se fija en el 5 % anual el rédi- 3. La usura, derivación del préstamo de
to a falta de convención y se deja para el dinero. La mayoría de los autores, la doc-
derecho público las leyes represivas de la trina de la iglesia católica y el repudio po-
usura. pular que ha traído consigo el interés del
' "Ello no ha impedido que en Códigos tan interés, estaba mas bien enderezado a un
modernos como el del Brasil (art. 1062) y el ataque sistemático contra los excesos, y no
venezolano (art. 1820) se haya vuelto a la contra la institución misma. La usura, esa
tasa del interés. plaga tan habitual a las más diversas eta-
"No existe, por consiguiente, una orienta- pas de la historia de la sociedad humana,
ción definitiva en la materia, de suerte que en la que ha gozado y goza de una actuali-
éste es un problema que aún no ha sido re- dad insuperable en el seno de casi todas
suelto por las leyes, lo que obliga a conside- las comunidades, es hoy mucho más intensa
rar las soluciones para adoptar la más con- que en los milenios, al punto que los más
veniente" (:"). calificados especuladores en el préstamo de
El estado actual de las leyes de los di- dinero que la cultura ha recogido como
versos países con respecto a los intereses ejemplares de mentes y espi:ilus descami-
legales, es como sigue: Francia, por ley de nados, se avergonzarían de los limites a los
7 de abril de 1900, 4 % en materia civil y que llega la moderna usura, disfrazada mu-
5 % en material mercantil; en Alemania los chas veces de "combinación bancaria" o
intereses moratorios en materia civil, son "financiera", con pleno amparo de las leyes
del 4 %; en Italia, del 5 % en materia civil y convertida en uno de los negocios opipa-
y del 6 % en materia comercial; en Suiza, los contra todas las contingencias del liera-
del 5 %; en Portugal, del 5 %; en España, po. ¿Qué diría, en verdad, el prestamista
del 6 %; en el Uruguay, del 6 %; en México, romano o el medieval, si supiera que en
del 9 %; en Venezuela, del 3 %; en Colom- nuestros tiempos y en toda la extensión
bia, 6 % anual; en el Paraguay, del 6 % del territorio, la usura extienda su manto
anual, igual que en el Brasil. El Código civil tétrico y en vez del humilde uno y medio
de la República de China (1929), en su ar- por ciento mensual que caracterizó a algu-
tículo 203 prescribe que cuando no existe nos insaciables prestamistas de antaño, h'oy
tasa del interés convencional, ni por la ley, se percibe el cinco y el seis por ciento men-
ésta será del 5 % por año. En el subsiguien- sual, mientras las leyes represivas de la es-
te articulo se prevé que cuando la tasa con- peculación duermen un sueño no turbada
vencional exceda del 12 % anual, el deudor por los encargados de aplicarla y les posee-
dores de dinero —suyo o alquilado, a su vez—-
(33) Lafaille, H., Curso de las obligaciones,
t. 2, págs. 153 y 154. núm. 278, Ed. Biblioteca Ju- hacen sus cosechas inverosímiles a costa de
rídica Argentina, 1926. le sangre de los deudores muchas veces in-
justos? ¿Qué dirían de las combinaciones de las costumbres, en que tiene no poca
involucradas en ciertas empresas que gozan parte la mala fe, y de la misma naturaleza
de personería legal? humana, a la cual no son ajenas las ten-
Mas ello no debe llevarnos a sostener que dencias egoísta y prepotente, la ligereza de
para- evitar la usura cabe reprimir el inte- juicio, la escasa previsión y la fácil provo-
rés del dinero, como paladinamente procla- cación. Si las disciplinas educativas y las
man algunos autores y doctrinarios. El di- leyes refrenan, modifican y corrigen estas
nero merece y gana una retribución que no tendencias que son, ya más, ya menos visi-
se le debe desechar ni menospreciar, pero bles, no llegan, sin embargo, a extirparlas.
legítimamente obtenido y dentro de los cau- He aquí por qué la usura se ha sostenido
ces normales, constituye un auténtico fruto tanto en tiempos de prohibiciones y de pe-
civil que el préstamo arroja; de la misma nas como en tiempos de libertad. Mas, por
manera que las manzanas lo son del man- esto, ¿no debemos hacer nada? ¿Debe acaso
zano o las peras del peral. el legislador esperar con los brazos cruza-
El Derecho romano reprimió la usura, pe- dos la actuación espontánea de las célebres
ro no prohibió los intereses. Así, varias le- armonías económicas? Tendrán 'que pasar
yes que la tradición sitúa en época bastante muchísimos años antes de que se vea ami-
lejana, se encaminaron a reprimir la usura, norada y en vías de curación esta llaga,
dice .Arangio-Ruiz, o-ra confirmando el li- puesjto que los capitales no son todavía tan
mite impuesto por las XII Tablas, o sea el abundantes y productivos, ni el crédito se
1/12 del capital al mes, 100 x 100 anual ha difundido ni organizado hasta ahora
(como la lex Duilia Meneríia del 357 y la tanto, que pueda preverse con fundamento
lex Cornelia Pompeia del 88), ora reducien- la proximidad de los tiempos en que la usu-
do este elevadisimo interés a la mitad (cual ra haya de perder su antiguo vigor. Las
hizo una ley de incierto nombre, situada en sanciones penales sirven muy a menudo de
el año 347), o por último —se dice— pro- instrumento a los progresos económicos y
hibiendo por completo los intereses (ley civiles, y en la mayoría de35los casos los re-
Genucia del año 342). Lo cierto, agrega, que fuerzan y los protegen" ( ).
este problema de la usura, inquietante siem- Infelizmente las experiencias nos dicen
pre y en todas partes, fue particularmente que las leyes, en la mayoría de los casos,
grave en el período de 4las luchas entre suelen ser impotentes para combatir este
el patriciado y la plebe (3 ). vicio como otros anacrónicos de nuestras
"La figura particular del delito de usura sociedades. La "carestía del dinero" suele
—sostiene Miraglia—, se refiere en general ser el motor más poderoso para estimular
a los delitos contra la vida económica y en la usura y la especulación de los que lo tie-
especial a los de cambio y crédito, puesto nen a su alcance. Cuando el dinero está
que la usura consiste en deudas sin los prés- caro, fructifica la usura y no se cuentan los
tamos correspondientes, o en deudas enor- intereses. Política económico-financiera de
memente desproporcionadas a los préstamos. los gobiernos; situación patrimonial del
Como el crédito encierra la propiedad, y la Pisco y de los particulares, en determinada
usura daña al patrimonio privado, puede circunstancia; posición de la economía na-
afirmarse que la usura se refiere a los de- cional con respecto a la de otros países con
litos contra la propiedad privada, no de un los que tenemos relaciones; régimen del
modo próximo, sino de un modo mediato. ahorro y de la prodigalidad de los poderes
La naturaleza de la usura es tal, que es públicos y de los particulares, son otros
siempre delito, bien entre personas comer- tantos factores que se conjuran para con-
ciantes, bien entre no comerciantes. Bajo el solidar y extender la esfera de acción im-
aspecto ético-jurídico es independiente que petuosa de la usura. No es un fenómeno
el acto sea civil o no; antes bien debe ob- simple sino hartamente complejo. No hay
servarse que si la ley penal no se aplica a duda alguna que, sosegadas las pasiones de
las materias comerciales, la usura abando- la tremenda lucha desatada en torno a la
naría las acostumbradas formas civiles y legalidad de los intereses, que éstos no en-
revestiría las aparisncias mercantiles... cuentran réplica en la economía política
Una ley contra la usura no es ciertamente 'moderna: lo que debe ser objeto de la pre-
bastante para curar esta fea llaga, cuyas ocupación de los hombres de Estado es la
causas son diversas. La usura depende de batalla contra el huésped indeseable, que
las condiciones económicas de la sociedad, sigue al interés como la sombra al cuerpo:
máxime de la escasez de capitales y de un la usura. Y esta batalla debe contar con la
deficiente desarrollo del crédito. Depende decisión inquebrantable de perseguir al ene-
migo a través de todos los vericuetos de sn. ;
(34) Arangio-Ruiz, V., Historia del Derecho ro- complicado laberinto.
mano, trad. de Feo. de Pelsmaeker E. Iváñez, pá-
gina 165, Eá. Reus, Madrid. (35) Miraglia, U. ob. cit., págs. 459 y «0.
4. Qué es el anatocisno? Origínase en "la nunca el interés compuesto. Sin duda han
usura doble que consiste en llevar interés sido muy loables los motivos que han su-
del interés; o bien la acumulación y reunión gerido la idea de esta denegación; pero las
de los intereses con la suma principal, para consecuencias3 de esta medida han sido muy
formar de aquéllos y ésta un capital que perniciosas" O ?).
devengue interés. Nuestras antiguas leyes Recuérdese, a propósito, que para el De-
—dice un autor español—, influidas por el recho romano, el nombre de itóuras se deriva
Derecho romano y por el canónico, prohi- del hecho de haber sido establecidas gene-
bían los intereses usurarios, y señalaban ralmente como equivalencia que correspon-
una tasa para el interés del capital, que día por el uso de una mayor cantidad de
no podía exceder del cinco por ciento al cosas tíe la misma especie, constituyentes
año (ley 22, tít. 1, lib. X, Novísima Recopi- del capital (Caput, cors). La obligación de
lación) . Pero como en buenos principios las usuras se podía establecer por la volun-
económicos la cuantía del interés depende tad privada o por la ley. Las primeras, usu-
de múltiples circunstancias, principalmente ras convencionales, tenían su sanción offi-
del riesgo a que se entrega el capital y de cium iudicis. Las tasas legales estaban re-
ia índole más o menos lucrativa de los ne- guladas por el uneiarium fenus, que fue del
gocios, por ley de 14 de marzo de 1856 se 100 x 100 conforme a las condiciones primi-
abolió la tasa del interés, e inspirándose en tivas: en la edad histórica imperó el usurae
el propio criterio, el legislador suprimió la centesimae, el 12 x 100. Justiniano lo redujo
usura del catálogo de los delitos en el Có- a la mitad, la dimidia centesimae, salvo los
digo penal. Así, pues, pudo pactarse libre- casos excepcionales en que el máximum era
mente la cuantía del interés sin limitación fijado en una medida mayor o menor.
alguna" (3<¡). Como se advierte, la usura era tolerada y
Observa Escriche que el anatocismo, o reconocida, pero Justiniano prohibió, con el
interés compuesto, según el Derecho romano rigor más absoluto, el anatocismo, o sea el
era severamente prohibido; y así no es lí- hacer que los intereses no pagados produz-
cito acumular al capital los intereses del can, a su vez, nuevos intereses ( as ).
tiempo pasado ni los del futuro, >y estipular La medida observada por el Derecho ro-
por ellos nuevo rédito o pena convencional mano se continuó en el antiguo Derecho
(leyes 9 y 19, tít. 1, lib. 22, ley 27, tít. 1, lib. francés e intermedio, hasta que el código
42 del Digesto; ley 28, tít. 32, lib. 4 del Có- napoleónico dispuso en el artículo 1154:
digo). Pero no comete anatocismo: 1°, el "Los intereses vencidos de capitales pueden
que recogiendo los intereses del deudor, los producir intereses o por demanda judicial o
presta como capital con interés a un terce- por convención especial, con tal de que, sea
ro; 2"?, el que exige de su tutor, mandatario, en la demanda, sea en la convención, se
procurador, gestor de negocios o administra- trate tíe intereses debidos por un año entero
dor interés de los intereses que cualquiera por lo menos". (V. ANATOCISMO.)
de ellos ha cobrado de otros y empleado en Capítulo IV
sus propios usos; 39, el que habiendo paga-
do los intereses que otro debía, para evitar- EL INTERÉS EN EL DERECHO COMPARADO
le la venta que el acreedor intentaba de su 1. En la legislación francesa. Refiriéndose
prenda, !e pide" interés del dinero invertido al contrato de mutuo, expresa el artículo
en dicho pago (ley 7, párr. 12, ley 58, párr. 1905 del Código civil francés: "Se permite
1, tít. 7, lib. 26; ley 10, párr. 3; ley 12, párrs. estipular intereses para el simple préstamo,
9 y 10, tít. l, lib. 17; ley 37, tít. 1, lib. 22, ya sea éste en dinero o especie, o de otras
del Digesto). cosas mobiliarias". En el artículo 1907 se
"Si entre los romanos, dice el mismo tra- prescribe, a su vez: "El interés es legal o
tadista, que permitían la usura, estaba pro- convencional. El interés legal está fijado
hibida la usura de las usuras, o sea el in- por la ley. El interés convencional puede ser
terés de los intereses, ¡con qué horror no mayor que el que fija la ley, siempre que
habrá sido mirada entre nosotros que fuera ésta no lo prohiba. El tipo de interés con-
de ciertos casos hemos condenado hasta la vencional debe fijarse por escrito". Estas
usura simple! Sin embargo, si fuera posible disposiciones de la ley sobre las partes fun-
hallar en las leyes aquélla consecuencia y damentales de la licitud del cobro de inte-
armonía que no se han encontrado jamás reses en el Derecho francés se hallan com-
en la conducta de ningún hombre, y que plementadas con dos leyes: la de la tasa e
quizás no pertenecen al patrimonio de la
naturaleza humana, no se habría negado (37) Escriche, J., Diccionario de legislación y ju-
risprudencia, pág. 921.
(38) Bonfante, P., Instituciones de Derecho ro-
(38) Enciclopedia Jurídica Española, t. 2, pá- mano, trad. de Eacci y Andrés Lar rosa, págs. 443
gina 755. y 444, Ed. Beus, Madrid.
interés del dinero de setiembre de 1807, que país, pero en virtud de la resolución de la
dispone: a) El interés convencional no po- Diputación de 1600 y de la jurisprudencia
drá pasar en materia civil del cinco por fue fijado en 5 por ciento. El Código civil,
ciento, ni del seis en materia comercial, todo correlativamente a la reducción que en el
sin retención; b) El interés legal será en momento de su publicación experimentaba
materia civil del cinco por ciento y de seis el interes convencional, ha fijado el tipo
en materia comercial; c) Cuando se pruebe legal regular en 4 por ciento. El mismo au-
que el préstamo convencional se ha hecho tor señala las siguientes obligaciones lega-
a un tipo mayor que el que se fija por el les de satisfacer intereses dentro del Dere-
artículo I1?, será condenado el prestamista cho germánico:
por el tribunal a restituir este exceso. a) Los intereses de la mora; importan el
Este precepto fue modificado por la ley 4 x 100. Pero si por cualquier otra causa el
de 19 de diciembre de 1850. Ley relativa al acreedor pudiera exigir un interés más alto,
delito de usura, de 19 de diciembre de 1850. y en particular un interés convencional más
a) Cuando en alguna instancia se demues- alto, seguirá devengándose éste; y nada
tre que el préstamo convencional se ha he- excluye la posibilidad de hacer valer un
cho a un tipo superior al fijado por la ley, daño de mayor cuantía (art. 288); b) Los
lo percibido por exceso será restituido; b) intereses, procesales corren desde la recla-
el delito de costumbre en la usura será cas- mación judicial con igual cuantía que los
tigado con la multa que podrá llegar a la intereses de la mora (art. 291); c) Devenga
mitad de los capitales prestados con usura interés la cantidad que haya de abonarse
y a encarcelación de seis días a seis meses, como consecuencia de la resolución de un
etcétera. negocio jurídico (art. 347); d) El valor-, de
Por lo demás, diversas disposiciones de la los gastos a resarcir devenga interés desdé
ley civil reglan la materia de los intereses, el momento en que se hicieron (art. 256);
en el Derecho francés, mereciendo especial e) Desde el momento en que los provechos
mención los siguientes rubros: Administra- del objeto comprado correspondan al com-
ción legal; Comunidad convencional en el prador, éste debe intereses del precio, a me-
régimen matrimonial; Cuentas de la tute- nos que éste no sea debido todavía (art.
la; Dote; Hipotecas; Mandato; Prescrip- 452); f) La retribución en el contrato de
ción; Privilegios inmobiliarios del crédito; obra devenga interés desde el momento ea
Régimen dotal; Solidaridad; Sucesión; Da- que se recibe la obra, a menos que se haya
ños y Perjuicios; Tutor; Venta. fijado un término para pagarla (art. 641,
2. En el Derecho alemán. El artículo 246 ap. 2); g) Devenga interés el dinero que el
del Código civil alemán vigente y los sub- mandatario o el obligado a prestar servi-
siguientes, regla el sistema alemán de los cios, que hubiera de gestionar un negocio,
intereses. Dispone el primer artículo citado: o el depositario o curador hubiesen emplea-
"Si por ley o negocio jurídico una deuda ha do para si (arts. 668, 675, 698, 1834 y 1915);
de producir interés, ha de pagarse el cuatro h) Se han de satisfacer intereses del enri-
por ciento por año, mientras no esté de- quecimiento injusto desde el momento en
terminada otra cosa". que se ha sabido no haberse producido el
El artículo 247 prescribe que si "se ha resultado propuesto o haber desaparecido la
pactado un tipo de interés mayor del seis causa jurídica (arts. 819 y 820); i) .La pre-
por ciento por año, el deudor puede, des- tensión de resarcimiento por privación o
pués del transcurso de seis meses, denun- menoscabo de una cosa devenga interés
ciar el capital con observancia de un plazo desde el momento que se toma por base pa-
de denuncia de seis meses. El derecho de ra la estimación del valor (art. 849); j) Los
denuncia no puede ser excluido ni li- comerciantes tienen un derecho recíproco a
mitado por contrato. Estas disposiciones no exigirse intereses al 5 por 100 por los cré-
valen para las obligaciones al portador". En ditos procedentes de negocios bilaterales,
el primer supuesto, el deudor puede denun- desde el día del vencimiento (art, 353 del
ciar la situación jurídica, dándola por ter- Código de comercio) ( 39 ).
minada y devolver el capital. En el Derecho alemán, el convenio en
Comentando los alcances del artículo 246 virtud del cual los intereses vencidos pro-
del Código civil alemán', afirma un trata- ducen a su vez intereses (anatocismo),
dista que las obligaciones legales de intere- cuando se haya establecido con carácter
ses sólo se pronuncian respecto a las deudas previo es nulo, conforme a la disposición
pecuniarias, porque sólo respecto al dinero del articulo 248, ap. 1. Fero Ja legislación
es normal la posibilidad de imponerlo a in-
terés. La cuantía de los intereses legales, (39) Enneccerus-Lehmann, Tratado de Derecho
civil, Derecho de obligaciones, trad. de Blas Pérez
¿alvo determinación especial, se regía en el González y José Alguer, t. n-1, pags. 65 y 58, Ed.
derecho romano por el tipo corriente en el Bosch, Barcelona.
señala tres importantes excepciones a la prop. 1); e) El comprador deberá intereses
norma: 1*, las cajas de ahorro, las institu- por el tiempo que medie entre la entrega
ciones de crédito y los establecimientos ban- de la cosa y el pago del precio en los casos
carios pueden convenir que los intereses no señalados en el artículo 1501 del Código
cobrados de las imposiciones se consideren civil; f) La retribución en el contrato de
como nuevas imposiciones a interés (art. obras devenga interés, salvo pacto o cos-
248, ap. 2, prop.); 2» Los institutos de cré- tumbre en contrario, desde que la obra se
dito, autorizados para emitir obligaciones al entrega (art. 1599 en relación con e{ 1108);
portador con interés sobre sus préstamos, g) Devenga interés el dinero que el man-
pueden hacerse prometer en cuanto a los datario anticipe para la ejecución del man-
préstamos por ellos concedidos intereses de dato (art. 1728); sobre intereses legales de-
los créditos de intereses atrasados (art. 248, bidos al tutor, artículo 286; sobre intereses
ap. 2, prop. 2 » ; 3* Se puede exigir interés legales debidos al depositario (art. 1779 en
del saldo de cuenta corriente, si al menos relación con el 1108); h) Se han de satis-
una sola de las partes es comerciante des- facer los intereses del enriquecimiento in-
de el día del cierre, aunque en el sa'do va- justo si el que acepta un pago indebido hu-
yan incluidos intereses (art. 355, Cód. de biere procedido de mala fe, siempre que
comercio). concurran los requisitos previstos en el ar-
3. En el Derecho hispánico. En términos tículo 1896. El problema de la limitación de
generales -ya nos hemos referido a la pre- intereses —expresa la doctrina española—,
sencia del interés en la legislación española. ha sido prolijamente discutido por nuestros,
El artículo 1108 del Código civil español, jurisconsultos y economistas, dando lugar a
expresa: "Si la obligación consistiera en el diferentes ensayos de derecho positivo. En-
pago de una cantidad de dinero, y el deudor tre las principales disposiciones en la ma-
incurriere en mora, la indemnización de da- teria, sin remontarnos a épocas antiguas,
ños y perjuicios, no habiendo pacto en con- figura la ley de 14 de marzo de 1856, en
trario, consistirá en el pago de los intereses cuyo artículo 1<? se dice: "Podrá pactarse
convenidos, y a falta de convenio, en el in- convencionalmente interés en el simple
terés legal. Mientras no se fije otro por el préstamo, pero este pacto será nulo si no
gobierno, se considerará como el legal el consta por escrito", derogándose el sistema
interés del 6 x 100 al año." Por ley del 2 de de tasas. Desde la ley indicada,' la cuantía
agosto de 1899 se estableció el 5 x 100, cual- de los intereses se deja al libre arbitrio de
quiera que fuere la naturaleza del acto o las partes, salvo los casos incursos en la ley
contrato del que se derive la obligación de de usura de 23 de julio de 1908. Esta ley,
pagar intereses, sin que por ningún con- conocida corrientemente por ley Azcárat"
cepto pueda dársele efecto retroactivo. La sienta los siguientes principios fundamen-
ley del 7 de octubre de 1939 reduce al 4 x tales: a) Que será nulo todo contrato de
100 el interés legal (art. 1°), dejando, sin préstamo en que se estipule un interés no-
embargo, subsistentes los tipos establecidos tablemente superior al normal del dinero y
en disposiciones especiales vigentes a su manifiestamente desproporcionado con las
promulgación,, si fueren distintos del tipo condiciones del ca$o, o cuando haya motivo
del 5 x 100 anual fijado en la ley anterior. para estimar que ha sido aceptado por el
La nueva ley carece de efecto retroactivo. prestatario a causa de su situación angus-
En el cap:tulo intitulado "Del simple prés- tiosa, de su inexperiencia o de lo limitado
tamo" expresa el Código civil en el artículo de sus facultades mentales; y b) Los Tri-
1755 que no "se deberán intereses sino cuan- bunales resolverán en cada caso formando
do expresamente se hubiesen pactado". Se libremente su convicción. en vista de las
deben intereses legales: a) Intereses por alegaciones de las partes («).
mora, 5 %, salvo pacto en contrario (art. 4. Disposiciones de la ley italiana. Diver-
1108; ley 2 de agosto 1899; art. 316, Código sos preceptos se refieren al pago de los in-
de com.); b) Los intereses vencidos deven- tereses, en el Código civil y en otros Códi-
gan el interés legal desde que son judicial- gos, italianos. Así, en el título relativo al
mente reclamados (art. 1109). Este precepto "mutuo", dice el Código: "Artículo 1815.
no rige para los contratos anterior, al Có- Intereses. Salvo voluntad diversa de las
digo civil, según pronunciamiento del Tri- partes, el mutuario debe abonar intereses al
bunal Supremo del 15 de octubre de 1902; mutuante. Para la determinación de los in-
c) El valor de los gastos a resarcir devenga tereses se observan las disposiciones del ar-
interés desde el momento en que se hicie- tículo 1284. Si se han convenido interesados
ron (art. 1688, 1728 ap. 3 y 1838 ap. 2, Cód. usurarios, la cláusula es nula y los intereses
civ.); d) Devenga interés la cantidad que (40) Enneccerus-Lehmann. ob. clt., comenta-
haya de abonarse como consecuencia de la rio de Blas Pérez González y José Alguer, t. II-l.
.resolución de un contrato (art. 1124, ap. 2, págs. 57, 60 y 61.
se deben sólo en la medida legal". Expresa drán, sin embargo, capitalizar los intereses
el mencionado artículo 1284: "El tipo de los líquidos y no satisfechos que, como aumen-
intereses legales es del cinco por ciento por to del capital, devengarán nuevos réditos".
año. Al mismo tipo se computan los intere- Frente a las precitadas cláusulas de la ley
ses convencionales si las partes no han de- mercantil española, expresa Cabanellas, que
terminado su medida. Los intereses supe- deben tenerse en cuenta dos observaciones:
riores a la medida legal deben ser determi- 1", que la ley de usura de 1908 vino a coar-
nados por escrito; en otro caso se deben en tar la libertad plena de la percepción de
la medida legal". El artículo 644 del Código intereses prevista en el artículo 314; 2», que '
penal italiano reprima explícitamente la ha de excluirse del concepto de intereses,
lisura, como tal, lo cual no ocurre en otros la prestación de devolver cantidad igual a
Códigos que no incriminan la usura. la recibida, es decir, el capital, previsto en
En la ley de Enjuiciamiento civil se men- el artículo 315.
ciona el interés del capital en el artículo Un tratadista argentino perfila ajustada-
1172 y tal vez en algún otro. Los artículos mente el valor de los intereses en los con-
1451 y 1452 contienen disposiciones enca- tratos mercantiles, afirmando que "el Có-
minadas indirectamente a limitar .la usura digo de comercio —se refiere al Código pa-
o sus consecuencias, determinando la can- trio—, establece la presunción fundada en
tidad embargable al que disfrute sueldo o la realidad de la vida mercantil, según la
pensión, sean cuales fueren los convenios cual los comerciantes no admiten tener sus
particulares que haya' hecho el deudor con capitales improductivos, desde que su firme
sus acreedores. voluntad es la de percibir lo que se les adeu-
5. El interés en el Derecho mercantil. Me- da cuando se ha determinado la fecha para
nos controversia ha mediado en la explica- el pago de la obligación. En consecuencia
ción y justificación del cobro del interés del establece una doctrina distinta a la del
dinero, en el derecho comercial que en el Código civil, y de conformidad a la antigua
derecho civil. Esto se explica claramente. máxima, dies interpellat pro nomine, de-
Mientras en el primer caso puede tratarse termina que los efectos de la morosidad
de operaciones eventuales, a veces únicas, principian en los contratos que tengan días
en el comercio esta práctica tiene una an- señalados para su cumplimiento, al día si-
tigüedad de siglos y no ha despertado las guiente de su vencimiento, sin necesidad
resistencias que le particularizan en la vida de requerimiento o interpelación alguna a
civil. su deudor. A mérito de estos fundamentos,
Juega un rol principalísimo el interés, la puede afumarse que uno de los principales
verdadera armadura del comercio moderno, afectes dé los contratos comerciales es que
en el' contrato de préstamo mercantil que las deudas comerciales líquidas y exigibles
puede concertarse entre comerciantes, o te- de sumas de dinero producen intereses (ar-
niendo el deudor por lo menos tal calidad, tículos 560 a 570, Cód. de com. arg.); así,
o cuando la cosa prestada puede concep- en los documentos a la orden, estos corren
tuarse como de género comercial o desti- desde el día del protesto. En las sumas ilí-
nada a serio. La mayoría de las legislacio- quidas —dice el art. 561—, los intereses se
nes sigue la orientación que el artículo 314 computan desde la interpelación judicial,
del Código de comercio español asigna al por la suma del crédito que resulte de la
interés: "Los préstamos no devengan inte- liquidación. Cuándo media dolo o intención
rés, si no se hubiere pactado por escrito". maléfica, entonces la regla varía y los in-
El subsiguiente precepto de la misma fuen- tereses corren aún sin interpelación judi-
te legislativa expresa qus podrá "pactarse cial o extra judicial. He ahí los casos: el co-
el interés del préstamo sin tasa ni limita- misionista que distrajere los fondos de su
ción alguna. Se reputará interés toda pres- comitente, responderá de los intereses des-
tación pactada a favor del acreedor". de el día que entraron en su poder dichos
Ya que lo hemos señalado como modelo fondos (art. 269). En la compraventa los
en género, sigamos mencionando las dispo- intereses corren también desde que el ven-
siciones que rigen la materia en el Código dedor ha puesto la cosa a disposición del
de comercio español vigente. En el artículo comprador (art. 465). Lo mismo tratándose
316 se lee: "Los deudores que demoren el del socio que aplicase fondos de la sociedad
pago de sus deudas después de vencidas, a usos propios (art. 415). Lo mismo tratán-
deberán satisfacer, desde el día siguiente al dose de deudas del deudor por cuentas; con
del vencimiento, el interés pactado para los intereses de las cosas sujetas a colación;
este caso" (ler. ap.). con los intereses y frutos de las cosas lega-
El artículo 317 del mismo Código expresa: das. En estos ejemplos de excepción, habría
"Los intereses vencidos y no pagados no mora, sin ser necesaria interpelación, como
devengarán intereses. Los contratantes po- dijimos, por razones obvias, desde que la
culpabilidad está en el hecho mismo del una larga historia y ha dado lugar a gran-
cual se origina la deuda a que los intereses des discusiones... a diferencia de lo que
se refieren. La mayoría de los Códigos de ocurre en otros países, en el nuestro no
comercio así lo disponen, tales el Código existe un tipo máximo de interés, cuyo mon-
italiano en su artículo 41; portugués, ar- to no puede ser excedido por las partes. En
tículo 102; alemán, artículo 353, etcétera. principio, ellas tienen la libertad de conve-
"El Código de comercio portugués esta- nir el interés que crean conveniente; pero
tuye: .«Se podrán reclamar intereses en si este interés excede de lo razonable, los
todos los actos de comercio en que aquellos tribunales cada vez más, declaran la nuli-
fueron convenidos o por derechos deven- dad de tales estipulaciones, por ser contra-
gados.» El Código de comercio alemán. rias a la moral y a las buenas costumbres.
dispone: «Entre comerciantes se entiende La nulidad de tales estipulaciones existiría,
siempre al acreedor con derecho a reclamar aún en la hipótesis de encubrirse el interés
intereses del deudor desde el día de su ven- usurario bajo la forma de cláusulas pena-
cimiento. Este precepto no autoriza la recla- les por el retardo en el pago de la obliga-
mación de un interés compuesto, es decir, ción. Pero los jueces no podrían reducir el
de intereses de intereses». interés puiiitorio, porque la nulidad impide
"Por nuestro Código de comercio la ca- que tales cláusulas produzcan efecto alguno
pitalización de los intereses se. opera trans- y por que no hay disposición legal que los
curriendo el año (art. 569) y los tres meses, autorice para ello: aun consideradas como
en la cuenta corriente bancaria (artículo verdaderas cláusulas penales, el principio
de la inmutabilidad de la pena se opondría
a la reducción expresada" ( 4 -).
Capitulo V 3. Intereses moratorias y compensatorios.
EL TEMA EN EL DERECHO NACIONAL Se conocen dos tipos de intereses: morato-
1. Justificación de los intereses. Es lógico rias y compensatorios. Son los primeros, en
pensar que en la doctrina nacional, con no las obligaciones de capital, la indemniza-
menos ardor que en la internacional, se ha ción debida por la simple mora, como se
cuestionado la licitud y legitimidad del co- previene por el artículo 508 del Código civil.
bro de intereses. "En el Derecho moderno, La "mora", ya lo sabemos, constituye una
señala Salvat, no se concibe que pueda cues- culpa sui generis, afirma De Gásperi, que
tionarse la legitimidad de la convención consiste en el "retardo" de la ejecución de
sobre pago de intereses. Tan sólo se plantea la obligación, o si se prefiere, en el "cum-
problemas acerca del límite legal. La vali- plimiento tardío" de la misma. Las obliga-
dez de la cláusula, es consecuencia de la ciones de capital que nos ocupan son, como
función económica del interés. Puesto que el préstamo de dinero, de origen contrac-
el mutuario se beneficia con el uso del De- tual, porque de origen delictual nunca son
recho ajeno y la extrae utilidad, se justifica moratorias, sino compensatorias. En aqué-
que retribuya este servicio. A su vez el pres- llas, los intereses pactados, podrían ser de-
tamista, tiene en el interés, el fruto de su finidos, como precio del alquiler del dinero,
riqueza representada por el dinero. El Códi- o como fijación anticipada y convencional
go civil consagra, sigue diciendo el mismo de los daños 'e intereses" debidos por el re-
autor, un doble principio de libertad: I1?, las tardo en el cumplimiento de la obligación,
obligaciones de dar sumas de dinero pueden y que excluye y hace innecesaria la prueba
llevar intereses; en otros términos, las par- cíe ellos de conformidad con los artículos 655
tes tienen 1^ libertad de estipular o no inte- y 656 del Código civil. Frutos del capital, los
reses; 29, las partes tienen también la liber- intereses no se conciben sin aquéllos, de
tad de estipular los intereses que quieran, donde viene: a) Que debiéndose capital con
cualquiera que sea su tipo o monto. El ar- intereses —dos obligaciones de una misma
tículo 621 establece en este sentido: «La naturaleza para con un solo acreedor (ar-
obligación puede llevar intereses, y son vá- tículo 773, C. civil)— y haciéndose algún
lidos los que se hubiesen convenido entre pago por el deudor, no pueda éste, sin con-
deudor y acreedor». Esta cuestión de los in- sentimiento del acreedor, imputar el pago
tereses y el punto referente a si conviene o al principal (art. 776 ídem); b) Que ha-
no que las leyes limiten el monto o tipo de ciéndose el pago por cuenta de capital e
ellos, se presenta especialmente en el caso intereses, tenga el acreedor derecho de im-
del contrato de mutuo o préstamo de consu- putarlo primero a los intereses (art. 777,
mo vulgarmente llamado préstamo. Es con ídem); c) Que recibiéndose con anticipación
relación a este contrato que la cuestión tiene
(42) Salvat. R. M., Tratado de Derecho civil ar-
gentino. Obligaciones en general, 6' ed., t. 1, pft-
(41) Cermesoni, F., Contratos comerciales, pá- gínas 423 y sigs.. núms. 4fil y sigs., Tipográfica
ginas 405 y 406, Ed. J. Menéndez, Bs. Aires, 1922. Editora Argentina. Bs. Aires, 1952.
por el acreedor intereses por un cierto tiem- de la Nación (**), es que corren los intere-
po, prometa éste, por ese .hecho, no recla- ses desde el día del requerimiento del pa-
mar el capital antes de la expiración de go, sea éste requerimiento judicial o extra-
ese término, conforme con el argumento del judicial; pero cuando se prueba que se esti-
artículo 918 del Código civil; d) Que "el re- pularon intereses, se deben pagar desde el
cibo del capital por el acreedor sin reserva día de la entrega de la suma de dinero (**) ¿
alguna sobre los intereses, extingue la obli- Otro tanto tiene establecido la jurispruden-
gación del deudor respecto de ellos", como cia de la Cámara de la Capital, en conside-
se dispone por el artículo 624 del Código. ración a que el préstamo civil se considera
La ley presume, en ese caso, el pago de in- gratuito mientras no se pruebe lo con-
tereses porque si se los debiese, el acreedor, trario, y en que el deudor no incurre en
al recibir el pagó hecho por el deudor, lo mora sino mediando requerimiento judicial
imputaría primero a los intereses de con- (art. 509).
formidad con ej artículo 777, y no daría el "Es indudable que este es el principio ge-
recibo por el capital: e) Que "si se debiese neral en materia de obligaciones; pero tra-
suma de dinero con intereses, el pago no se tándose de obligaciones de dar sumas de
estimará íntegro sino pagándose todos los dinero, creemos que ante los términos ex-
intereses con el capital", como lo dispone presos del artículo que estudiamos y que
el art'culo 744 del Código civil. Se llaman resuelve que el deudor moroso debe los inte-
daños y neriuicios "compensatorios" los que reses convenidos desde el día del vencimien-
en la indemnización de las obligaciones que to de la obligación, y cuando no se hubiera
no sean de dar sumas de dinero, sustituyen convenido, los legales, o los que el juez
a la prestación frustrada por incumplimien- determine, no se puede decir que el Código
to del deudor: y en las obligaciones delic- ha querido que sólo se paguen desde él re-
tuales y cuasidelictuales y en las derivadas querimiento judicial o extrajudicial. El que
de enriquecimiento iniusto representan el el deudor se considere moroso desde el día
periuicio ocasionado por el hecho de que se del requerimiento, no significa que sólo des-
trata. En las obligaciones de dar sumas de de entonces pague tos intereses, máxime
dinero, se llaman intereses compensatorios cuando la ley establece lo contrario; lo que
a los que se devengan durante el plazo con- la ley dice es únicamente que el deudor mo-
venido oara el eoce del 43capital, como precio roso debe intereses, y no que los debe desde
del alquiler del dinero ( ). la mora" («).
La ley argentina no acepta por el retardo Algunos fallos de la jurisprudencia nacio-
en el onmn^rniento de la, rblitropión otro ti- nal ilustrarán mejor los conceptos expues-
po de intereses, que los moratorios. Esto sur- tos, y sobre todo, fijarán los fundamentos
ge de' contexto del artícu'd 622 que expre- del artículo que comentamos. "En caso de
sa: "El deudor moroso debe los intereses que no haya plazo, y el juez fija uno, los
que estuvieren convenidos en la obligación, intereses corren igualmente desde la expi-
desde el vencimiento de ella. Si no hay in- ración del plazo fijado" ( 4T ).
tereses convenidos, debe los intereses legales "Cuando el deudor consigna lo que cree
que las leyes esnecíales hubiesen determi- deber, y la consignación se acepta por el
nado. Si no se hubiere filado el interés le- juez o por la parte, no corren los intereses
gal, los jueces determinarán el interés que desde el 'día de la consignación (< 8 ). Pero
debe abonar". Según el artículo 509, acota si sólo da a embargo una suma, no se libra
Llerena, para que el deudor incurra en mo- el deudor, de los intereses" ( 49 ).
ra, debe mediar requerimiento judicial o ex~ "Cuando se trata de pagar los daños y
traiudicial: desde esa fecha se le considera perjuicios, se deben los intereses de la su-
moroso; pero los intereses deberán pagarse, ma en que éstos han sido avaluados; pero
desde el vencimiento de la obligación; es esos intereses no corren sino desde el día
decir, que a los efectos del requerimiento se
retrotraen a la-época del vencimiento. Esto (44) Fallos Sup. Corte Nao., t. 16, pág. 282,
en el supuesto tíe haberse pagado hasta esa de su Colección.
época; de lo contrario se deberán desde la (45) Fallos Sup. Corte Nao., t. 3, pág. 160 y t. 8.
fecha de la obligación... ¿Desde cuándo pág. 272, de su Colección.
(46) Llerena, B., Concordancias y comentarios
corren los intereses, se pregunta el mismo del Código civil argentino, 2» ed., t. 3. págs. 92
autor, cuando no se han estipulado? La ju- y 93, Ed. Peuser, Bs. Aires.
risprudencia sentada por la Corte Suprema (47) Fallos Sup. Corte Nac., t. 47, pág. 131, de
su Colección.
(48) í-aZZos Sup. Corte Nac., t. 34, pág. 187. «le
(43) De Gasperi. L., Tratado «te las obligaciones, su Colección.
"Parte especial", t. 2, págs. 296 y sigs, núm, 1065, (49) Fallos Sup. Corte Nac., t. 55, pág. 265, d
Ed. t^palma, Es. Aires, 1948. su Colección.
de la demanda de indemnización, y50 no desde supone: !•?) Una convención posterior al
que se causaron los perjuicios" ( ). vencimiento de los intereses. 2°) Una liqui-
La doctrina más apreciada en nuestro dación judicial de la deuda con sus intere-
país ha sostenido que el Código de Vélez ses, mandada pagar por el juez dentro de
Sársfield no admite por la mora otros in- un plazo dado y la renuncia del deudor en
tereses que los moratorios; no se deben los pagarla. Estos son los únicos supuestos de
compensatorios. "La convención de intere- capitalización de intereses admitidos por la
ses, dice a este propósito, entre otros Bibi- ley civil argentina.
loni, equivalía (en la época de la sanción En este sentido, nuestro Código se define
del Código) a la de una cláusula penal, y igual que los de Francia y España, contra-
regida por sus principios, artículos 655 y riamente al antiguo Derecho romano y al
656" (J. A. Bibiloni, Anteproyecto, II, p. 106, Código alemán que prohiben categóricamen-
nota). Y De Gásperi, glosando el mismo pre- te el anatocismo.
cepto, expresa: "La primera parte del ar- "Se entiende por anatocismo, subraya
tículo 622, en cuanto dispone que se deben Salvat, la capitalización de los intereses: los
intereses moratorios" desde el vencimiento intereses ya vencidos o devengados, se agre-
"de "la obligación, no puede entenderse sino gan al capital y pasan a producir nuevos
en armonía con el artículo 509, o sea, desde intereses. El anatocismo o capitalización de
la «interpelación» judicial o extrajudicial, intereses produce como consecuencia el au-
salvo las excepciones allí establecidas. De mento enorme de la deuda; si suponemos
otro modo, habría que admitir, la inutilidad una obligación por diez mil pesos, con e)
de este precepto. Casos -hay en que, por ex- ocho por ciento de interés anual, capitalí-
cepción, la ley civil admite que los intere- zale anualmente, esa obligación estaría do-
ses pactados corren después de vencido el blada en nueve años. ¡Calcúlense los peli-
plazo y en tanto no se abone la deuda, por gros del fenómeno en el caso de un deudor
aplicación del artículo 568 del Código de co- obligado a pagar intereses usurarios, con
mercio. Y no habiendo intereses estipula- capitalización periódica de ellos! Se justi-
dos «desde el día de la demanda» ( 5 1 ) . i;can, pues, las prohibiicones que sobre ca-
Vale la pena recordar que en el Antepro- pitalización de intereses encontramos en la
yecto, Bibiloni sugiere la modificación del legislación universal" (•''-).
artículo 622, en la siguente forma: "El deu- En numerosas ocasiones se ha pronuncia-
dor moroso debe desde el vencimiento de la do la jurisprudencia del país sobre los al-
obligación los intereses convenidos para ese cances del artículo 623. Mencionaremos al-
supuesto. Si no hubiere pacto sobre ellos, gunos de los casos más ilustrativos: a) In-
debe los intereses compensatorios del con- terés incorporado al capital. "Cuando la
trato, y en su defecto los corrientes en el obligación debe cumplirse mediante el pago
lugar del cumplimiento, según la tasa que cié cuotas periódicas e iguales, los intere-
los bancos cobrasen por sus préstamos ordi- ses no forman algo distinto del capital, por
narios. Los intereses se deben por el hecho lo que no importa anatocismo el interés pu-
de la mora, aunque no se justifique per- nitorio calculado sobre la totalidad de las
juicio, superior por la inejecución de la obli- adeudadas" ( M ) ; b) Pena contractual en
gación". . .- formr, de interés. '-Cuando la pona estipu-
4. El Anatocismo en el Código argentino. lada para la mora se liquida en forma de
En materia de Anatocismo (interés com- interés sobre el capital adeudado, no puede
puesto; capitalización de interés), el Código a su vez devengar intereses, desde que se
argentino es claro y preciso, eliminando los incurriría en anatocismo" ( r ' > ) .
problemas emanados de las sutiles inter- c) Convención posterior. "La «obligación
pretaciones a que se presta el Código civil posterior» a que se refiere la norma, es la
francés. En efecto, el artículo 623 se declara convención realizada entre acreedor y deu-
francamente adverso al anatocismo, al ex- dor cuando el interés es ya exigible" (5 r> ).
presar: "No se deben intereses de los inte- d) Liquidación. Para que los intereses mo-
reses, sino por obligación posterior, conve- ratorias devenguen a su vez interesas, con-
nida entre el deudor y acreedor, que autori-
ce la acumulación de ellos al capital, o cuan- (52) Salvat. R. M., ob. cit.. Obligaciones en ge-
do liquidada la deuda judicialmente con los neral, t. 1. p;>g. 443, núm. 449.
intereses, el juez mandase pagar la suma (53) Fallo Cám. Ctv. !•> Cap. Feci., J. A., t. 60.
que resultare, y el deudor fuese moroso en pág. 850; Cám. Civ, 2? Cap. Fcci., J. A., t. 34. pá-
gina 1364 y Sup. Corte Bs. Aires, J. A., t. 48.
hacerlo". Por consiguiente, la capitalización pág. 281,
(54) Fallo Cám. Civ. 2* Cap. Ped., t. 38, pá-
(50) Fallón Bup. Corte Nac., t. 20, pág. 13»; gina 1092; Cám. Paz Letrada, t. 70, pág. 883. ambos
t. 21. pág. 616. en J. A.
(51) De Gasperi, L., ob. cit,, "Parte especial", (55) Fallo Cám. Civ. 1» Cap., Fed.. J. A., t. 3ü.
t. 2, pág. 300. pág. 1700.'
íorme a la última parte del artículo en es- percibidos por el acreedor para extinguir el
tudio, es menester que el deudor haya sido principal, no era anticresis, sino un con-
condenado al pago de aquellos, se los haya trato de prenda que no tenía nombre par-
liquidado judicialmente y se haya intimado ticular. Troplong y el juez Camuully, seña-
su pago (5|i); en otros fallos se capitalizan la el doctor Velez Sársfield, se empeñan en.
los devengados hasta la demanda ( 87 ); en demostrar que el anticresis no da un dere-
otros se ha resuelto que no es necesaria una cho real, porque no reposa en la cosa misma
nueva constitución en mora para que los sino en los frutos, los frutos y no el inmue-
intereses moratorios judicialmente58liquida- ble son el asiento de la prenda, etcétera".
dos devenguen a su vez intereses ( ). Pero, según lo ha señalado la doctrina, el
Dispone el articulo 624 del Código civil artículo resulta difícil para interpretar sin
argentino que "el recibo del capital por el el auxilio de los artículos 3646 y 3248. En
acreedor con reserva sobre los intereses, ex- efecto, el primero determina que el "acre-
tingue la obligación del dedudor respecto dor está autorizado a percibir los frutos
de ellos". La jurisprudencia tiene resuelto, del inmueble con el cargo de imputar su va-
respecto al alcance de este precepto que, lor sobre lo que es debido, y dar cuenta al
por "recibo del capital" no debe entender- deudor. Las partes pueden, sin embargo,
se solamente el resguardo escrito; tiene convenir en que los frutos se compensen
iguales efectos la recepción de la suma adeu- con los intereses, sea en su totalidad o hasta
dada en tal concepto devolviendo en ese determinada concurrencia". En el caso de
acto el documento de la obligación, o la im- la segunda parte del precepto, las obligacio-
putación al capital hecha por el deudor al nes y ios derechos de las partes varían com-
efectuar la remesa sin observación por par- pletamente. En primer lugar, cesa la obliga-
te del acreedor ( 5 9 ) ; igual efecto tiene la ción por parte del acreedor de dar cuenta
aceptación del depósito hecho por el deudor de los frutos percibidos, y en segundo, que
al allanarse a la demanda, sin que el acree- el deudor no está obligado a pagar intereses
dor hiciera en ese momento reserva alguna cuando se ha convenido que se compensa-
sobre los intereses que también había re- rían en su totalidad con los frutos, aunque
clamado ( eo ). el acreedor no haya podido percibir
5. Vinculaciones con otros contratos. Ya frutos algunos, por causas que no son im-
hemos dicho anteriormente que el tema de putables al deuüor, pues, este es un con-
los intereses, tanto en nuestro Derecho co- trato aleatorio que produce todas sus con-,
mo en el de los otros países, se vincula es- secuencias. Igual cosa sucede cuando se
trechamente con otros contratos, no sólo con conviene que los frutos extingan una can-
el mutuo o préstamo de consumo. Haremos tidad determinada de intereses; el deudor
un ligero análisis de las instituciones que no tendrá mas que pagar la cantidad res-
tienen relación con el tema motivo del es- tante, aunque el acreeaor no haya percibi-
tudio. do lo suficiente para el pago de la cantidad
A) Anticresís. En la definición de esta fi- sujeta a ser compensada con los frutos" (<> J ).
gura jurídica, dice nuestro Código civil: El subsiguiente ; ;iculo, que nos interesa,
"Aarts. 3239: El anlicresis es el derecho real 3248, dice: ''Si la aeuaa no lleva intereses,
concedido al acreedor por el deudor, o los frutos se tomarán en deducción üel capi-
un tercero por él, poniéndole en posesión tal". Esta dedución puede hacerse en pro-
de un inmueble, y autorizándolo a perci- porción al valor de ios frutos.
bir los frutos para imputarlos anualmente B) Cesión de créditos. Este contrato
sobre los intereses del crédito, si son debi- puede involucrar la presencia de intereses
dos; y e'n caso de exceder, sobre el capital, en los casos que preceptúa el Código civil.
o sobre el capital solamente si no se deben El artículo 1458 de la ley expresa: "La ce-
intereses". En la nota respectiva del codifi- sión comprende por si la fuerza ejecutiva
cador se lee que, en "el derecho romano, el del título que comprueba el crédito, si éste
fin característico del anticresis era la com- la tuviere, aunque la cesión estuviese bajo
pensación hasta la debida concurrencia de firma privada, y todos los derechos acceso-
los intereses y de los frutos. Toda vez que rios, como la fianza, hipoteca, prenda, los
el crédito no producía interés, y que el in- intereses vencidos y los privilegios del cré-
mueble empeñado producía frutos que eran dito que no fuesen meramente personales,
con la facultad de ejercer, que nace del cré-
(56) Fallo Cám. Apel. Mercedes, L. L., t. 58, dito que existía". La doctrina interpretó es-
pág. 805. te precepto expresando que la enumeración
(57) Pallo Cám. Civ. 1' Cap. Fed., J. A., t. 34,
pág. 790. que formula el artículo, de los accesorios del
(58) Cám. Nao. Com., J. A., 1952-IV, pág. 28. crédito que pasan en virtud de la cesión, no
(59) Pallo Sup. Corte Bs. Aires, J. A., 1942-1,
pág. 1962.
(60) Cám. Nac. Rosarlo, J. A.. 1953-IV. pág. 103. (61) Llerena, B., ob: cit.. t. 8, pág. 580.
es excluyente, los expuestos son meros ejem- que si "en el instrumento público se hubie-
plos de muchos otros que pueden existir y se estipulado una cláusula penal, o el con-
pasan también al cesionario. trato fuese hecho dándose arras, la indem-
. El artículo 1477 del mismo Código se nización de las pérdidas e intereses consis-
refiere "a la cesión de un crédito que no tirá en el pago de la pena, y en el segundo,
existía aún al tiempo de la cesión, deter- en la pérdida de la señal, o su restitución
minando que podrá el cesionario reclamar con otro tanto". Significa que tanto en las
la restitución del precio pagado, con in- arras como en la cláusula penal existe de
demnización de pérdidas e intereses, etcé- antemano fijada la indemniza.ción. En la
tera". El caso rige las situaciones de un ré- cláusula penal es una suma de dinero o una
dente de buena fe, pues si no lo fuera, se prestación determinada; en las arras es la
aplican los artículos 1478 y 1479. En el pri- pérdida del mismo para quien lo entregó o
mer supuesto, todos o Ja mayoría de los su devolución con otro tanto para el que lo
autores, concuerdan que la cesión queda sin recibió.
efecto, devolviendo el cedente lo que ha re- D) Compraventa. El artículo 1370, apar-
cibido, con más los intereses y pérdidas o tado último, del Código civil, refiriéndose a
gastos que haya ocasionado a la otra parte. la compraventa con la condición suspensiva
En el segundo caso, el pago de la diferencia determina: "31? si el comprador... hubiese
entre el valor del crédito y lo pagado por el pagado el precio, y la condición no se cum-
cesionario, entra como pena al cedente de pliese, se hará restitución recíproca de la
mala fe y como indemnización de daños y cosa y del precio compensándose los inte-
perjuicios al cesionario (arts. 1478 y 2162). reses de ésta con los frutos de aquella".
La jurisprudencia del país se ha expedido El derecho que esta disposición acuerda
en el sentido de oue: "condenado el cedente al comprador, comenta Salvat, a quien se
a restituir el precio recibido más sus inte- ha hecho entrega de la cosa no obstante la
reses, éstos representan la indemnización de condición suspensiva, existe, como resulta
los perjuicios sufridos por el cesionario, por de los propios términos de la ley, en el caso
lo que corresponde liauidarlcs desde la fe- en que él hubiese pagado el precio: la so-
cha en que debió percibir el crédito cedido, lución legal es en este caso perfectamente
no desde la notificación de la demanda"(62). equitativa, porque, como nos lo dice el pro-
C) Cláusula penal. De conformidad a lo pio texto, se opera una compensación entre
preceptuado por el Código civil argentino, los intereses del precio y ios frutos: la cosa
la cláusula penal "es aquella en que una y el precio se restituyen, pero el comprador
persona, para asegurar el cumplimiento de retiene los frutos y el vendedor los intere-
una obligación se sujeta a una pena o mul- ses (»<).
ta en caso de retardar o de no eiecutar la Segovia advierte la inconsecuencia exis-
obligación". Observa Héctor Lafaille, justi- tente entre la última parte del artículo 548
cieramente, que el Código de Vélez, en este y el inciso 3? del artículo 1370, llegando a
precepto, como en otros del mismo-capítulo, la conclusión que el acreedor puesto en po-
es bastante oscuro, debido a la mala redac- sesión de la cosa que es objeto de una obli-
ción. Según este autor, la lectura del texto gación bajo condición suspensiva sólo puede
que hemos transcripto parece significar, por conservar ios frutos percibidos pendiente la
la forma en que está concebido, que se re- condición en el caso de haber compensa-
quiere la constitución en mora como medi- ción de frutos, que es la hipótesis del ar-
da previa a la demanda por cláusula pe- tículo 1370, inciso 3?, de manera que si el
i.al... No obstante la mala redacción del comprador no ha pagado el precio, no puede
artículo 655, dice más adelante, y la inter- conservar aquéllos, pues faltarían Ips inte-
pretación a contrario del artículo 657, pa- reses con qué compensarlos. De la misma
rece que la verdadera doctrina del Código manera, si el comprador entregó el precio
fuera ésta: en la pena por el retardo se re- sin recibir la cosa, el vendedor debe resti-
quiere la constitución en mora, consistente tuirlo con sus intereses, desde que tuvo no-
en la interpelación al deudor, salvo ciertos ticia de la sentencia que al declarar la pro-
casos como el del artículo 657; pero cuando piedad de un tercero, hacía imposible el
se trata del incumplimiento, la mora ya se cumplimiento de la condición f 8 5 ).
presume, desde que va envuelta en este in- Un fallo de los Tribunales nacionales re-
cumplimiento (<»). suelve, igualmente, que en el caso del inciso
Prescribe el artículo 1189 del Código civil 3?, artículo 1370 (compensación de frutos
(62) Fallo Cám. Oír. 1» Cap. Fed., J. A.. 1943-11, (64) Salvat, B. M., Tratado de Derecho civil
pág. 96. argentino, "Puentes de las obligaciones", 2» ed.
(63) Lalaille, H.. Curso de obligaciones, t. 1, t. 1, pág. 3S, núm. 537, Ed. Tipográfica Editor?
págs. 155 y 156, núm. 290, Ed. Biblioteca Jurídica Argentina, Bs. Aires, 1952.
Argentina, Es. Aires, 1927. (65) Pallo Sup. Corte Nac., J. A., t. 14, pág. 372
con intereses), los frutos de la cosa se com- una y otra cosa: ve el artículo 1958, y la
pensan con los intereses del precio, aunque nota 29 al 2300. Además, el que después de
aquélla haya disminuido de valor (««). la negativa de su condómino ejecuta las re-
Otra prescripción relacionada con los in- paraciones de su peculio propio, o es un ges-
tereses en la compraventa es la que se con- tor de negocios, o un mandatario, y en uno
signa en el artículo 1383 del mismo Código. u otro carácter tiene perfecto derecho al
Expresa: "Recuperando el vendedor la cosa reembolso del capital con los intere-
vendida, los frutos de ésta serán compen- ses..."^*)
sados con los intereses del precio de la ven- F) Contratos en general. Dispone el ar-
ta". : ticulo 1180, siempre del Código en análisis,
A este precepto agrega Segovia: "Ningu- que la "forma de los contratos entre pre-
na duda respecto a los frutos percibidos: sentes será juzgada por las leyes y usos del
los que al hacerse la tradición estén pen- lugar en que se han concluido". Y el subsi-
dientes se regirán por el articulo 2428, se- guiente precepto expresa: "La forma de los
gún el doctor Vélez; pertenecen al propie- contratos entre presentes, si fueren hechos
tario, que abonará los gastos de producción por instrumento particular firmado por una
al poseedor. El comprador aquí es el pro- de las partes, será juzgado por las leyes del
pietario hasta el momeno de la tradición lugar indicado en la fecha del instrumen-
al vendedor (art. 1372, 2?), pues la condi- to. Si fuesen hechos por instrumentos par-
ción de retroventa es resolutoria... Los fru- ticulares firmados en varios lugares, o por
tos naturales pendientes en el momento de medio de agentes, o por correspondencia
la retroventa deben pues, pertenecer al ven- epistolar, su forma será juagada por las
dedor (arts. 583 y arg. arts. 2428 y 2866, inc. leyes que sean más favorables a la validez
1?); pero en adelante sé aplicaran las dis- del contrato". Por último, establece el ar-
posiciones relativas a los poseedores de ma- tículo 1184, inciso 11?), que nos interesa es-
la fe (arts. 2440 a 2443) .. .En cuanto a los pecialmente, que deben ser hechos en escri-
frutos civiles, creemos que el presente ar- tura pública, bajo pena de nulidad, con ex-
tículo autoriza a atribuir al comprador has- cepción de los que fueren celebrados en su-
ta el momento en que se ejercita la retro- basta pública: ".. .los pagos de obligaciones
venta aunque no los haya percibido (ver consignadas en escritura pública, con excep-
art. 2427, inc. 2"?): argumento del artícu- ción de los pagos parciales, de intereses, ca-
lo 2867" («'). non, o alquileres". Como se advierte, la ley
En el capítulo relativo a las obligaciones es suficientemente elástica para dejar lu-
ael vendedor, dispone el articulo 1429: "Si gar a determinadas excepciones en las que
el comprador no pagase el precio de la cosa la escritura pública no es requerida para la
mueble comprada a crédito, el vendedor só- validez del negocio jurídico: cuando se tra-
lo tendrá derecho para cobrar los intereses te de pago de intereses, canon o alquileres,
de la demora, y no para pedir la resolución se pueden hacer constar en instrumentos
de la venta", Debe aclararse que el texto privados, por tratarse de prestaciones perió-
debió expresar: "para cobrar el precio con dicas, que en sí.mismas no modifican la exis-
los intereses de la mora", para mayor cla- tencia de la obligación principal, consigna-
ridad. da en la escritura pública W.
E) Condominio. El tema, y muchas veces G) Contrato de depósito. Prescribe el Có-
el problema de los intereses, surge también digo civil, en el artículo 2209, acerca del de-
en otras instituciones legales. Por ejemplo, pósito: "Si el depositario usare la cosa de-
en el condominio. En efecto, el artículo 2686 positada sin consentimiento del depositan-
del Código civil establece: "No contribuyen- te, es responsable por el alquielr de ella des-
do el condómino o condóminos, pagarán los de el día del contrato como locatario, o pa-
intereses al copropietario que los hubiese gará los intereses de ley como mutuario a
hecho y éste tendrá derecho a retener la título oneroso, según fuese la cosa depo-
cosa hasta que se verifique el pago." Sego- sitada". El precepto corresponde al que lle-
via comenta este precepto, afirmando: "Pa- va el número 1933 del Código francés.
garán su cuota con los intereses, se entien- No se trata, por cierto, en cuanto a la se-
de, y es extraño que no se haya expresado gunda parte del precepto, de una transfor-
(en el articulo en estudio); porque si no mación del depósito en mutuo, sino de la
hay deuda de capital, no la puede haber de equiparación del depositario al mutuario.
intereses. La retención garantirá también Los intereses se deben desde el día del de-
pósito o desde la fecha en que se usó de és-
(66) Fallo Cam. Clv. 1< Cap. Fed., J. A., t. 34, te (art. 2222). La sanción tiene el carácter
pag. 1128.
(67) Segovia, L., El Código civil de la República (68) Segovia, L., ob. cit., t. 2, pág. 154, nota 33.
Argentina, t. 1, pág. 405, núm. 82, Ed. La Facul- (69) Salvat. R. M., ob. cit., "Fuentes de las
tad, Es. Aires, 1833. obligaciones, 2» ed., t. 1, pag. 129, núm. 148.
de una indemnización de daños y perjuicios. car que en caso de conocer el peligro de
En lugar de dejar librada su determina- evicción, el adquirente nada podría recla-
ción a las reglas ordinarias, afirma un co- mar y, por lo tanto perdería hasta el precio
mentador, la ley la hace consistir en el al- entregado. En cambio, el precepto que aho-
quiler o en el interés del depósito. Pero el ra comentamos deja a salvo ese derecho
depositario sería además responsable de la cuando no se hiciese renuncia expresa sobre
destrucción o deterioro de la cosa deposita- las sumas entregadas. Este concepto es el
da, producido a consecuencia del uso inde- que debe prevalecer —y así opina también
bido de ella, aún en la hipótesis de un caso Segovia— limitándose la falta de acción que
tortuiío o de fuerza mayor (arts. 2202 y 3263, consagra el otro articulo a los perjuicios
ciáus. 2). derivados de la evicción y no al precio mis-
Prescribe el artículo 2222, a su vez, que si mo." (•*»)
"el uso del depósito hubiese sido prohibido En punto al conocimiento del peligro de
y el depositario se constituyese en mora de evicción, la jurisprudencia tiene resuelto que
entregarlo, debe los intereses desde ej día la "circunstancia de que el comprador, en
del depósito". Si bien el depósito se trans- el momento de celebrar el contrato, haya
forma en regular, los daños y perjuicios de- conocido el peligro de la evicción, no le priva
rivados de la mora son, precisamente, los ael derecho a reclamar la devolución del
réditos, aunque los fondos no hubieran sido precio, si no renunció expresamente a la
utilizados. - _ : • • • • - garantía' ( 7 l ) .
H) Evicción. Algunos tópicos de la evic- Dispone el artículo 2118, vinculado con la
ción entroncan con el de los intereses. Así, evicción en la compraventa, que verificada
el 2100, establece: "La exclusión o renuncia "la evicción, el vendedor debe restituir al
de cualquiera responsabilidad por la evic- comprador el precio recibido por él, sin in-
ción y ei vencido tendrá derecho a repetir tereses, aunque la cosa haya disminuido de
el precio que pagó al enajenante aunque no valor, sufrido deterioros o pérdidas en par-
ios intereses". Objeta Lafaille que la redac- te, por caso fortuito o por culpa del com-
ción del artículo que reproducirnos no es prador". La doctrina tiene consagrado que,
clara, ya que comprende dos supuestos que cumpliéndose el caso previsto en el artícu-
no deben ser confundidos. En el primero que lo transcripto, los intereses se deben desde
la renuncia general de cualquier responsa- que el adquirente fue privado de la posesión,
bilidad no exime de la especial de la evic- porque desde entonces cae en mora el ven-
ción, a menos de existir una cláusula expre- dedor, de restituir el precio.
sa. El segundo consiste en que, como regla I) Fianza. También en esta figura con-
general y cualesquiera que sean las estipula- tractual aparece el rubro en estudio. En
ciones sobre la garantía, siempre se debe el efecto, de conformidad a lo dispuesto en el
precio que hubiese satisfecho el adquirente, articulo 1997, si ''la fianza fuese ael princi-
ya que de otro modo el enajenante se apro- pal o expresase la suma de la obligación
piaría de él, sin titulo alguno. Así resulta. principal, comprenderá no sólo ¡a obliga-
de los términos, tanto del Código francés ción principal, sino también los intereses,
(art. 1629) y de sus comentaristas, como de estén estipulados o no". Llcrena acota este
Freitas (arts. 3513 y 3514, inc. 1"?). Existen precepto diciendo que "cuando no se ha he-
sin embargo, las excepciones que indica el cho mención de los intereses devengados y
articulo inmediato (1201): "Exceptúanse de no pagados, el fiador solo responde de los
la disposición del articulo anterior los ca- intereses a devengar desde la época en que
sos siguientes: 1? Si el enajenante expresa- se contrajo la obligación..." Las palabras
mente excluyó su responsabilidad de resti- estén estipulados o no se refiere a cuando en
tuir el precio, o si el adquirente renunció ex- el contrato de fianza no se ha estipulado
presamente el derecho de repetirlo. 2° Si la intereses y en la obligación principal había
enajenación fue a riesgo del adquirente. 3? tal estipulación. De suerte que, aun cuando
Si cuando hizo la adquisición sabía el ad- el fiador se obligue por una suma fija, que-
quirente, o debía saber, el peligro de que su- da siempre obligado a pagar, a más de di-
cediese la evicción y, sin embargo, renun- cha suma, los intereses, aun cuando no se
ció a la responsabilidad del enajenante, o haya hecho mención de ellos.
consintió en que ella se excluyese". En ese "Por lo demás, es claro, apunta, no ha-
caso, aun cuando la exención de evicción biéndose estipulado intereses en la obliga*
sea lisa y llana, se entiende que se renun-
cia también al derecho de exigir la devolu- (70) Lafaille, H.. Curso de contratos, "Contra-
ción del precio. tos bilaterales", t. 2, págs. 47(5 y 477, núm. 707,
"Este inciso, sigue diciendo el nombrado Ed. Biblioteca Jurídica Argentina, Es. Aires, 1928.
(71) Pallo Cám. Fed. Cap. Fed., J. A., t. 31,
autor, debe ser armonizado con el artícu- pág. 775; Cám. Civ. 2* Cap. Fed., J. A., t. 25, pá-
lo 2106, cuyo texto riguroso pareciera indi- gina 1377.
cáón principal, el fiador tampoco está obli- dor tuvo realmente el propósito de hacer una
gado a pagarlos, puesto que no se puede liberalidad al deudor, exonerándole con re-
obligar a más de lo que el deudor principal lación al acreedor, el fiador carecería de
se ha obligado (art. 1995); pero el fiador recurso contra el deudor...
estará obligado a pagar los intereses mora- "Si el fiador se obligó por interés al acre-
les, hayase o no obligado a ello. La fianza edor y con la mira de garantirle el pago de
dada en términos generales, comprende to- un crédito dudoso, su situación, cuando ha
las las obligaciones accesorias del deu- pagado la deuda, es más bien la de un cesio-
dor ( 72 ). Pero tanto ese artículo (1992) co- nario. Su acción contra el deudor será pres-
mo el que estudiamos, si bien comprenden criptible, no tendrá derecho a daños y per-
los intereses moratorios, los convencionales, juicios, y el deudor podrá oponerle las ex-
los frutos percibidos y los daños y perjuicios, cepciones que podría invocar contra el
no comprenden las costas procesales causa- acreedor.
das por la ejecución al deudor principal, co- "Si, en fin, el fiador se obligó en su pío-
mo lo declara expresamente el codificador pío interés, y se hizo pagar por el deudor a
en la nota del artículo que estudiamos, se- quien afianzó, las relaciones entre ambos
parándose en esto de la mayor parte de los serían las que la locación de servicios esta-
Códigos" (~3). bJece, y no el mandato o la gestión de ne-
Encontramos otra referencia al mismo gocios.
título en el artículo 2030, relacionado con "El fiador tiene redecho a los intereses
los efectos de la fianza entre el deudor y de todo lo desembolsado, sea como mandata-
el acreedor, que expresa: "El fiador subro- rio o como gestor de negocios: artículos 1952,
gado en los derechos del acreedor, puede 2300 y nota 29 del artículo 623.
exigir todo lo que hubiese pagado por el "Nuestro artículo revela que el fiador es-
capital, intereses y costas, y los intereses tá obligado a pagar las costas causadas por
legales desde el día del pago, como también las gestiones del deudor contra lo estableci-
la indemnización de todo perjuicio que le do por la nota del doctor Vélez al articu-
hubiese sobrevenido por motivo de la fian- lo 1999.
za". Explica Salvat de qué modo se pone "Se refiere a capital e intereses, porque
en práctica el texto del artículo precedente, legisla el caso más frecuente de una deuda
en sus respectivos preceptos y expresa; pecuniaria: en el caso del artículo 1994 no
artículo 2030, 1* parte: Si el pago se ha he- se habrá abonado rnás que una suma úni-
cho judicialmente, la liquidación se acredi- ca, a título de daños y perjuicios... En la
tara con certificados o testimonios extraídos indemnización de todo perjuicio áe compren-
del respectivo expediente; artículo 2030, 2" de lo que haya pagado por los daños y per-
parte: Tenemos aquí una doble derogación juicios que originó el deudor." (")'
a las reglas generales; por un lado sabemos J) Gestión de negocios. También en es-
que los intereses corren desde la constitución ta figura jurídica aparece el tema de los
en mora del deudor (arts. 509 y 622, 1* p.); intereses, motivo de nuestro estudio. En efec-
aquí los intereses corren desde el día del to, el artículo 2298 del Código civil determi-
pago, por consiguiente, aún antes de la cons- na: "El gestor puede repetir del dueño del
titución en mora. Por otro, sabemos que en negocio todos los gastos que la gestión le
principio, la ley no autoriza el cobro de in- hubiese ocasionado, con los intereses desde
tereses de intereses (art. 623); aquí los in- el día que los hizo; y el dueño del negocio
tereses legales corren sobre la suma total pa- está obligado a librarle o indemnizarle de
gada por el fiador en concepto de capital, ias obligaciones personales que hubiese con-
intereses y costas. Artículo 2030: El legisla- traído". Prácticamente el derecho a la repe-
dor ha considerado que el fiador realiza un tición de todos los gastos rige solamente en
acto de amistad y de favor y que, en conse- el caso del precepto anterior: artículo 2297,
cuencia, seria injusto que él debiese sopor- que establece: "Toda persona, aunque sea
tar los perjuicios experimentados por esta incapaz de contratar, cuyos negocios hayan
causa. Segovia comenta este precepto di- sido atendidos, o administrados por un ter-
ciendo: "Cuando el fiador se obligó contra cero a quien ella no hubiese dado mandato
la expresa prohibición del deudor, no debie- al efecto, queda sometida a las obligaciones
ra tener más derecho que el acordado por que la ejecución del mandato impone al
el artículo 728, y tal situación exigía una le- mandante, con tal que el negocio haya sido
gislación idéntica a la del artículo 2305. útilmente conducido, aunque por circunstan-
"Por lo demás, si de las circunstancias u cias imprevistas no se haya realizado la
otras pruebas resulta demostrado que el fia- ventaja que debía resultar, o que ella hu-
biese cesado". Fuera de estos casos, afirma
(72) Dalloz, Dlct. 1893, I, pág. 259. (74) Segovia, L,., ob. cit., t. 1, págs. 677 y S7a>
(73) Llerena, B., ob. cit., t. 6, págs, 268 y 269. nota 79.
la doctrina juiciosamente, el dueño sólo de- se la hipoteca por un crédito anterior, los
be pagar los gastos cuyo resultado provecho- intereses atrasados, si los hubiere, deben li-
so exista al momento de recibir el dueño la quidarse y designarse en suma cierta. La in-
cosa que se le ha administrado. dicación fie que la hipoteca comprende los
K) Hechos ilícitos. En el capítulo del Có- intereses atrasados, sin designación de su
digo relativo a los delitos contra la propie- importancia, es sin efecto alguno". Obsér-
dad, afirma éste (art. 1093): "Si el delito vese que este artículo complementa al an-
fuere de usurpación de dinero, el delincuen- terior, el 3111. Conforme a la prescripción
te pagará los intereses de plaza desde el del artículo 3936, del Código civil, si el acree-
día del delito". Es claro, y no requiere ma- dor deja transcurrir más de un bienio sin
yores explayamientos, que el que hurta di- cobrar los intereses devengados, la troote-
nero, a más del interés, debe pagar los per- ca sólo garante dos años. Los demás76intere-
juicios que con su acción haya ocasionado ses, según la enseñanza de Dalloz ( ) en-
al dueño del dinero. Conforme el artícu- tran como todos los créditos quirografarios.
lo 1722, que expresa: "El socio que tomase Si ni en la obligación hipotecaria ni en la
dinero de la caja para usos propios, debe inscripción se han mencionado los intere-
los intereses a la sociedad desde el día en ses a pagar por el deudor, aunque realmente
que lo hizo, y más los intereses y pérdidas se hayan estipulado, no quec.an garanti-
que por ese acto viniesen a la sociedad". dos por la hipoteca en perjuicio de terce-
Conforme el comentario de Llerena, "como ros. En punto a las relaciones que la hipo-
el que comete el delito de hurto no pueda ser teca establece entre los acreedores hipoteca-
de mejor condición que el socio que usa in- rios y los terceros poseedores propietarios
debidamente de les dineros de la sociedad, tíe los inmuebles hipotecados, determina el
la responsabilidad del ladrón debe exten- artículo 3163 que en el caso de que el deu-
derse también a los perjuicios que a causa dor enajene, sea a título oneroso o lucrati-
del hecho pueda haber sufrido el dueño del vo, el todo o parte de la cosa, "antes de pe-
dinero hurtado" ( 73 ). dir el pago de la deuda al tercer poseedor, el
L) Hipoteca. En distintos pasajes de la acreedor debe hacer intimar al deudor el
hipoteca se hace referencia a los intereses pago del capital y de los intereses exiglbles
como uno de los más importantes elementos en el término de tercero día, y si éste no lo
accesorios de la suma de dinero en juego. verificare, cualquiera que fuese la excusa que
Así, el artículo 3111 precisa: "Los costos y alegare, podrá recurrir al tercer poseedor,
gastos, como los daños e intereses, a que el exigiéndole el pago de la deuda, o el aban-
deudor pueda ser condenado por causa de dono del inmueble que la reconoce".
la inejecución de una obligación partici- Desde luego, la intimación debe hacerse
pan, como accesorios del crédito principal, por vía judicial. La redacción de esta parte
de las seguridades hipotecarias constituidas del artículo, como la del 2167 del Código
por ese crédito". Un autor hace notar, con francés, dejan mucho que desear, como lo
referencia al texto del precedente artículo, ha hecho notar Laurent (t. 31, núm. 238);
que los daños e intereses son una obligación respecto de éste último. En efecto, para el
eventual, accesoria a la principal; pero no tercer poseedor no es una obligación el pa-
son propiamente accesorios del crédito (ar- go de la deuda hipotecaria, y por lo mismo
tículo 524, inc. 4<?), y nadie los denomina así. no se puede dictar contra él condenación
Cuando en la misma escritura hipotecaria personal, como lo establece el artículo 3165.
ha sido determinado el monto de los daños El pago de la deuda o el abandono del in-
e intereses, es evidente que esta suma goza- mueble, es sólo, un derecho por parte del
rá de la garantía de la hipoteca. Pero en el tercer poseedor y no una obligación que
caso contrario, la disposición de nuestro pueda exigirse a elección del acreedor... El
articulo no está exenta de reproche, y los tercer poseedor tiene la elección entre pa-
principios habrían requerido que esta can- gar la deuda o abandonar el inmueble; de
tidad fuese objeto de una hipoteca e inscrip- consiguiente, para el acreedor no es facul-
ción especial, que recién entonces pudiese tativo demandar una u otra cosa.
oponerse a terceros. Es esta la interpretación de la doctrina
En el artículo 3152 referente a la hipote- corriente, mereciendo traerse a colación,
ca encontramos una nueva referencia al te- asimismo, algunos fallos jurispruden-
ma en estudio. Determina dicho precepto: ciales.
"La hipoteca garantiza tanto el principal Así, en punto al carácter y funciones del
del crédito, como ios intereses que corren tercer poseedor, se tiene decidido: "Para re-
desde su constitución, como si estuvieran vestir la calidad de tercer poseedor, es me-
determinados en la obligación. Al constituir- nester ser propietario del inmueble hipote-

te) Llerena, B., ob. clt., t. 4, pág. 156 (76) Hypothéque, pág. 402, núm. 26.
cado" ( ™ ) ; por lo que lo es quien tiene a su estaba perjudicado por cualquier circuns-
favor una promesa de venta (7!i). tancia, se le transmite en esas mismas con-
"La circunstancia de que se haya omitido diciones; si se habían pagado sumas a cuen-
intimar el pago al tercer poseedor no vicia ta, también las debe reconocer (argt. del
el procedimiento si ei ejecutante ignoraba art. 3270). Para el heredero no existe res-
su existencia" ( 7 í >). "La omisión de tal dili- ponsabilidad, ya que él no cede crédito al-
gencia queda subsanada si el tercer posee- guno y se limita a cumplir la voluntad del
dor, en conocimiento cíe la ejecución promo- testador, único enajenante. Además el ar-
vida, se hace parte en eila" (**°). ticuio 1484 eximiría de toda garantía al cé-
"Las actuaciones posteriores a la senten- deme cuando el acto es a titulo gratuito.
cia de trance y remate deben seguirse con (Sucesiones, II, pág. 373, núm. 557.)
intervención del tercer poseedor; en caso M) Locación. En este contrato bilateral,
contrario, ellas son nulas." ( M ) refiriéndose al caso de incumplimiento de
Por último, la disposición del artícu- las obligaciones del locatario, se estipula que
lo 3170 del Código civil establece: "Sin em- si este deja "de hacer las mejoras prometi-
bargo del abandono hecho por el tercer po- das, sin haber por ello recibido cantidad
seedor, puede conservar e! inmueble, pagan- alguna del locadc/r u otra ventaja, éste po-
do los capitales y los intereses exigibles, dra demandar que las haga en un plazo tie-
aunque no sea sino una parte del inmueble signatio, con conminación de resolver el con-
hipotecado o aunque la suma debida sea trato; y si'hubiera recibido alguna canti-
más considerable que el va!or del inmue- dad para hacerlas, conminándolo a volver
ble". El precepto corresponde al articulo la suma recibida con les intereses, o el pa-
2173, inciso 2 del Código napoleónico. El ar- go del alquiler disminuido". La jurispruden-
ticulo describe cuáles son los pagos que debe cia nacional tiene resuello que cuando "por
hacer el poseedor para recuperar la cosa, de- e; contrato el locatario se ob.igo a introdu-
biendo añadirse, entonces, a los capitales y cir una mejora sin convenir.-ie el p*azo en
a los intereses, ios gastos judiciales de eje- que debía llevarse a cabo, el locador puede
cución. pedir que este se establezca judicialmente,
Respecto a los intereses exigibles, está cla- no pudiendo entenderse que el inqüiiino es-
ro que el articulo se refiere únicamente a ta facultado para determinar libremente la
los intereses devengados y no pagados por oportunidad en que la realizará dentro del
dos años tart. S932). Cuando el valor del in- termino de la locación" (*-).
muebles es menor que lo debido, el posee- N) Mandato. Respecto del capitulo de los
dor no se libra de la acción hipotecaria con mr.naai.os especiales, expresa el inciso 8V)
pngar solo el precio, pues, el inmueble res- del articulo 1881 del Código civil argentino:
ponde a toda la deuda. "Son necesarios poderes especiales: yv> pres-
Ll) Legados. También en esta materia se tar dinero o tomar prestado; a no ser que
debe tomar en consideración el tópico de los la administración consista en dar y tomar
intereses. El artículo 3786 establece, en dinero a intereses, o que los empréstitos sean
efecto: "El legado de un crédito a favor del una consecuencia de la administración, o
testador, comprende sólo la deuda subsisten- que sea enteramente necesario tomar dinero,
te y los intereses vencidos a la muerte del para conservar las cosas que se adminis-
testador. El heredero no es responsable de tran". Salvo las excepciones que menciona
Ja insolvencia dei deudor. El legatario tie- el inciso, se requiere un poder especial para
ne tedas las acciones que tendría el here- los actos enunciados y ambas se explican
dero". De acuerdo a los principios generales, sin esfuerzo, expresa un tratadista: ia una
sostiene Lal'aille, ia voluntad del causante como comprendida en los limites del manda-
subsiste hasta el momento de la muerte, es to normal y la otra como impensa que siem-
entonces cuando la disposición cobra efi- pre se reembolsa (arts. 589, 591, 2306, etc.).
cacia y se torna exigible. El legatario reci- El artículo 1913 precisa que el "mandata-
bo este bien tal cerno se hallaba en el ins- rio debe intereses de las cantidades que apli-
tante de fallecer el autor; si dicho crédito có a uso propio, desde el día en que lo hizo, y
de las que reste a deber desde que se hubiese
(77» Pallo Cura. Nac. CIv.. L. t., t. 75, pég. 382.
(78) Fallo Cám. Nac. Civ.. Sala D, J. A., 1955- constituiído en mora de entregarías". La
m. pág. 227; Cám. Civ. Nac., Sala C, L. L., t. 71, lógica del precepto es incuestionable: la mo-
pág. 526. ra hace correr los intereses para todo el
(79) Fallo Cám. Clv. l» Cap. Fed., O. del P.. mundo, lo mismo respecto del mandatario
t. 10. pág. 41.
(80) Fallo Cíim. Com. Cap. Fed., J. A., t. 55, como de cualquier otro contratante, artícu-
pág. 304; Cám. Civ. 2' Cap. Fed.. J. A., t. 10. pá- los 508 y 509, del Código civil.
gina 46.
(81) Fallo Cám. Civ. V Cap. Fed., J. A., t. 43.
pág. 705; Supr. Trib. Er.tre Ríos, t. 28-12-915, en (82) Pallo Cám. Clv. 1» Cap. Fed.i J. A., 1847-1.
Rcv. Lcgisl. Reg. Jur.. 8-714. pág. 103.
La jurisprudencia nacional contiene nu- tractual existe una interferencia de los in-
merosos pronunciamientos al respecto, al tereses. El artículo 2248 del Código civil de-
que podemos clasificar de este modo: 1°) termina: "No habiendo convención expresa
Aplicación a sus propios: "La mera reten- sobre intereses, el mutuo se supone gratui-
ción de fondos por parte del mandatario, to, y el mutuante sólo podrá exigir los in-
cuando no ha sido intimado para que los tereses moratorios, o las pérdidas e intere-
entregara, no haces:t presumir que los apli- ses tía la mora". Así, dice Salvat, la ley au-
có a sus propios" ( ); debiendo el mandan- toriza la convención de intereses, pero esta
te demostrar esa aplicación (*•<). 2°) Cons- convención debe ser expresa, es decir, es ne-
titución en mora: "es innecesaria la cons- cesaria una cláusula cuyo objeto directo e
titución en mora para que corran los inte- inmediato sea la estipulación de intereses.
reses sobre las cantidades que el mandata- Esta exigencia deriva de la naturaleza mis-
rio aplicó a sus propios, y aquéllos se deven- ma del préstamo de consumo, el cual, como
gan aunque el smandante le adeude honora- lo dicen los propios términos cíe la ley, se su-
rios y gastos" ( r > ). 3"?) Cantidades que res- pone gratuito: la convención de intereses
te a deber: "La parte final de la norma es modifica este carácter y debe, lógicamente,
inaplicable al caso en que el mandatario de- ser expresa... A falta de convención en es-
posita las cantidades percibidas pero supe- te sentido (sobre intereses), sigue diciendo
dita su extracción a lo que se resuelva con el mismo autor, el mutuante no tiene dere-
respecto a las cuestiones 'suscitadas con el cho alguno al cobro de intereses compensa-
mandante y que habían dado motivo a un torios, es decir, cíe los correspondientes al
.itiieio" ( M 1 >. uso y goce del capital prestado. Pero si el
En el mismo capítulo, relativo a las obli- mutuario no paga en el plazo convenido, el
gaciones del mandatario, prescribe el ar- mutuante tiene el derecho, como lo estable-
ticulo 1919 que si el mandatario "fuese en- ce expresamente el Código, a los intereses
cargado de tomar dinero prestado, podrá mordiónos (art. 2248), es decir, a los deri-
prestarlo é! mismo al interés corriente; pe- vados de la constitución en mora del deu-
ro facultado para dar dinero a interés no dor. .. El Código parecería, prima facie,
podrá tomarlo prestado para si, sin aproba- conferirle al mutuante un derecho de op-
ción del mandante". El artículo concuerda ción entre "los intereses moraiorios, o las
coa el artículo 2145 del Código chileno. Ca- pérdidas e intereses de la mora" (art. 2248,
be corregir el vocablo tornar para substituir- in f i n e ) : pensamos, sin embargo, que esta
lo por colocar, como dice el citado Código última cláusula no tiene este aicance, sino
extranjero, y es correcto. que el legislador ha- querido por medio de
Por último, dispone el articulo 1950: "El ella señalar el concepto de los intereses mo-
reembolso comprenderá los intereses de la ratorios como indemnización de las pérdi-
anticipación, desde el día en que fue he- das e intereses de la mora" (*'•').
cha". La jurisprudencia, acetando este pre- El subsiguiente articulo, 2249, dispone:
cepto, ha consagrado: "Se ha resuelto que "Si el mutuario hubiese pagado intereses que
era innecesaria la interpelación para que no estaban estipulados, no está obligado a
corrieran los intereses a favor del mandata- continuar pagándolos en adelante". El tra-
rio, que había pagado con dinero propio deu- tadista que acabamos de reproducir, afirma
das del mandante" (»"); lo contrario se ha- en punto a esle articulo: "Supongamos que,
bía resuelto en cuanto a los gastos del re- no obstante la falta de convención expresa
mate adelantados por el martiliero ( Sfi ). Para sobre intereses, el mutuario ha verificado el
determinar la tasa del interés que debe apli- pago de ellos, por ejemplo: se adeudan lü.OOO
carse al mandante por lo que debe al man- pesos a des años y el deudor, al final del
datario,, cabe atender a lo prescripto en el primero y segundo trimestre, ha pagado in-
artículo 622 y sus concordantes del mismo tereses no estipulados. El Código nos dice
Código. que el mutuario no está obligado a conti-
O) Mutuo. También en esta figura con- unar pagándolos en adelante lart. 2249), lo
cual constituye evidentemente una conse-
(83) Pallo Cám. Civ. 2* Cap. Fed., J. A., t. 58, cuencia del principio que toda convención
pág. 500. sobre intereses debe ser expresa: el pago de
(84) Pullo Cám. Civ. 1» Cap. Fed., J. A., t. 53,
pág. 74: Cám. Civ. 2» Cap. Fed.. J. A., t. 58, pa- intereses anteriores no puede considerarse
Sina 500. en este carácter ni crear, por consiguiente,
(85) Cám. Civ. 1* Cap. Fed., J. A., t. 21, pá- obligación alguna al mutuario para el fu-
gina 184.
(86) Cám. Civ. 2» Cap. Fed.. J. A., t. 58, pá- turo (•'»). Los principios legales hubieran
gina 500.
(87) Cñm. Civ. 1» Cap. Fed., J. A., t. 60. pá- (89) Salvat, B. M., ob. clt., "Fuentes de las
gina 117. obligaciones", 2* ed., <t. 3, págs. 551 y 552. nú-
(88) Cám. Civ. 2' Cap. Fed.. J. A., t. 7, pá- mero 2507.
gina 300. (90) Machado. O., Exposición y comentario del
bastado por sí solos para imponer esta so- ¿Cuál es la opinión de Luis De Gasperi? "Si
lución" (91). tuviésemos, dice, que remitirnos a la fuente
P) Nulidades. El capítulo de la nulidad de del articulo 1052, tendríamos que rechazar
los actos jurídicos entronca igualmente con la distinción que hace Segovia entre la bue-
el tema de los intereses. Así, el artículo 1053 na y la mala fe en la posesión... La doctri-
dice: "Si el acto fuere bilateral, y las obliga- na ha fluctuado. En un principio, cuando la
ciones correlativas consistiesen ambas en su- jurisprudencia era todavía menos rica y la
mas de dinero o en cosas productivas de fru- enseñanza menos firme en su orientación, se
tos, no habrá lugar a la restitución respec- prescindió del elemento subjetivo, o, si se
tiva tíe intereses y frutos, sino desde el día quiere, de los factores éticos que entran en
de la demanda de nulidad. Los intereses y función en la relación jurídica de las partes
los frutos percibidos hasta esa época se com- puestas en el caso de restituir lo que se han
pensan entre sí". Divídese la doctrina en dado en virtud de un acto anulado. Se bus-
la interpretación del artículo aue transcri- có parangón en la situación del comorador,
bimos. Segovia, seguido por Llerena, ense- que, antes de pagar el justo valor de la co-
ña que la compensación de frutos e inte- sa, prefiere devolverla y recobrar lo aue tra-
reses percibidos hasta el día de la deman- gó como precio, contemplada en el artícu-
da de nulidad, tendrá lugar exacta y rigu- lo 1682 del Código civil francés, el cual dis-
rosamente cuando la nulidad provenga, por pone que, en este evento, el adquirente debe
ejemplo, de un simple error, en que las par- devolver los frutos, desde el día en aue se le
tes no tienen culna del vicio y pueden ser demandó. El interés del precio aue haya pa-
justamente consideradas como poseedoras gado —agrega— se le computa desde el día
de buena fe: articulo 786 y su argumento. de la misma demanda, o desde el d'a del
"Pero si el acto jurídico fuese anulado por pago.
dolo, virlencia, simulación o fraude, el au- "La ra»ón es obvia, nrosisrue De Gasoeri.
tor de estos vicios debe, según los principios En la lesión del Derecho francés no entra
del derecho, ser considerado como un posee- en juego la buena o la mala fe del comnra-
dor de mala fe para todos los efectos lega- dor. El criterio aplicable al caso es más obie-
les, y como un poseedor de buena fe la par- tivo nne subieMvo, Pudo el comprador haber
te que los hubiere sufrido: artículo 788, 972 adauirido de buena fe un inmueble naean-
y su argumento, y argumento de los 2176, do ñor él un wecio inferior en siete duodé-
3426 y 3427. cimas partes del verdadero. La ley prescin-
"La restitución de frutos e inteteses — de de su buena fe y se remite a la diferen-
agrega— ñor parte del demandado que tie- cia.'de precios, o sea, a un factor obietivo,
ne mala fe en la posesión, debe, pues, ha- de orden puramente económico. Probada
cerse de'de que los percibió o pudo percibir ella, el adauirente es condenado a pasar el
(art. 2438) y deben serle aplicables los ar- justo valor de la cosa. En ello va una impor-
tículos ?434 a 244A sobre los poseedores de tante diferencia con el Códisro civil alemán,
msla fe" ("2> y (93). cuvó art'culo 138 declara nulo «todo acto
En contradicción con los autores clasicos jurídico contrario a las buenas costumbres,
citados, Machado, seguido aquí por Salvat, Y en particular aauel por el cual, explotando,
sostiene que, no distinguiendo la ley los ca- cualouiera, la desgracia, la ligereza o la in-
sos de buena o mala fe, la compensación de experiencia de otro, se haga prometer o dar
frutos e intereses se opera hasta el día de por él o por un tercero, en cambio de una
la demanda, por la sola circunstancia de ser prestación, ventajas patrimoniales que ex-
bilateral el acto y consistir las obligaciones cedan el valor de esta prestación, de tal mo-
recíprocas en sumas de dinero o cosas pro- do que, según las circunstancias, las venta-
ductivas de frutos. Se remite a la fuente jas están en enorme discordancia con ella».
del articulo: la otara de Aubry y Rau, pará- Aquí el legislador no hace abstracción del
grafo 336, número 29 (94). elemento moral, o sea de la mala o la buena
iafaille se limita a reproducir el artículo, íe con que procede una de las partes. La
sin hacer comentarios; Bibiloni proyecta la explotación de la desgracia ajena, supone
reproducción del artículo, sin analizarlo. intención maléfica de quien la intenta o la
lleva a cabo... En suma, la doctrina fran-
Código civil argentino, t. 6, págs. 103-104, Bs. Ai- cesa ha evolucionado en esta materia hacia
res, 1898-1903.
(91) Salvat, B. M., ob. cit., "Puentes de las la admisión de la buena o de la mala fe, co-
Obligaciones", t. 3, pág. 552, núm. 2508. mo elementos de apreciación de la responsa-
(92) Segovia, L., ob. cit., t. 1, pág. 287, nota 32.
(93) Llerena, B., ob. cit., t. 4, pág. 116. bilidad de las partes por la mutua restitu-
(94) Machado, O. J., ob. cit., t. 13. pág. 327; ción a que se ven obligadas en el caso de la
Salvat, B. M., Tratado de Derecho civil argentino, anulación de un contrato bilateral, en que
"Parte general", 10' ed., pág. 1092, núm. 2648, Ti-
pográfica Editora Argentina. las obligaciones a cargo de ellas consistie-
sen en la entrega de sumas de dinero o en ro —agrega— una diferencia tan poco sen-
cosas productivas de frutos. sible, como en cada grano de un montón de
"Los frutos siguen la suerte de la cosa, trigo, y las piezas de moneda tomadas ais-
pero este principio admite atenuaciones. Es- ladamente no son susceptibles de ser dis-
tos frutos e intereses percibidos hasta la tinguidas". De acuerdo con estas ideas, se
demanda de nulidad se compensan entre sí explica la disposición del artículo 616 del
cuando las dos partes han sido de buena fe. Código de Véiez Sársfield cuando dice: "Es
De lo contrario, no habrá compensación y aplicable a las obligaciones de dar sumas- de
se procederá según lo enseña Segovia, en la dinero, lo que se ha dispuesto sobre las obli-
nota transcripta más arriba. Tal es, por lo gaciones de cosas inciertas no fungibles (ar-
demás, la solución del Código dé Chile tículos 603 y 604), sólo determinadas por su
(art. 1687, 2* p.) y la del Código civil del especie y sobre las obligaciones de dar can-
Uruguay (art. 1540)" («-"O. tidades de cosas no individualizadas" (ar-
El subsiguiente artículo que nos interesa, tículos 607 y 609). La regla es general y
que lleva el número 1054, expresa: "Si de comprende, según De Gasperi, toda clase de
dos objetos que forman la materia del acto obligación cuya prestación se halla cifrada
bilateral, uno solo consiste en una suma de en dinero, concebido éste como signo mone-
dinero, o en una cosa productiva de frutos, tario, sea dinero amonedado o papel mone-
la restitución de los intereses o de los frutos da, sea el reconocido expresamente, como
debe hacerse desde el día en que la suma de tal, por el legislador, sea dinero extranjero
dinero fue pagada, o fue entregada la cosa o de curso legal en la República. El dinero
productiva de frutos". Constituye otra ate- es, según la definición de Hartmann, la ma-
nuación al principio consagrada por el 1052, teria que tiene jurídicamente por misión or-
también trasladado de Aubry y Bau. Ha- dinaria servir, en último'caso, de medio de
biendo mala fe en el obligado a la restitu- pago forzoso ( 9e ).
ción, según se previene en el artículo 788, no Después de lo dicho, resulta claro que a
podía ser otra la solución. Bien dice Sego- los efectos de los intereses, las obligaciones
via que el artículo 1054 es un argumento a de dar sumas de dinero son las más impor-
/ortiori a favor de su tesis; a esta conclu- tantes. Y hemos dedicado a ellas buena par-
sión llega también De Gasperi. te de nuestro estudio en sus orígenes.
En el articulo 1055 se consagran los mis- Digamos, entonces, solamente, que de este
mos principios • ya enunciados. Dispone el tema hablan los artículos 621 a 624 del Có-
precepto: "Si la obligación tiene por objeto digo civil; nos remitimos a la consideración
cosas fungibles, no habrá lugar a la resti- eventual que hemos hecho precedentemen-
tución de las que hubiesen sido consumidas te acerca de cada uno de estos artículos.
de buena fe". Este artículo no es sino una R) Obligaciones solidarias. En materia de
repetición del 738 del Código civil. Nuestro intereses prevé el artículo 714 del citado
Código —afirma un tratadista—, se inspira Código: "La demanda de intereses entabla-
aquí en el principio romano solvere est alie- da contra uno de los deudores solidarios, ha-
nare. Para pagar se requiere ser propietario. ce correr los intereses respecto de todos".
Así lo es, en efecto, porque antes de la tradi- El precepto repite el del artículo 1207 del
ción, el acreedor no adquiere ningún derecho Código civil francés, mencionando Marcadé,
real sobre la cosa (art. 577 del Cód. civ.). respecto de éste, que la razón se ubica en el
Hasta la tradición, el tradens conserva la principio de que cada uno de los deudores
propiedad de la cosa. Y el que por vía de pa- es mandatario de los otros, y si ha habido
go entrega su cosa, la transfiere en propie- mora en el cumplimiento de la obligación
dad. De aquí que consumida de buena fe la basta hacer la interpelación judicial a uno
suma de dinero recibida en pago, no puede de los deudores. Así se consigna en la res-
ser objeto de repetición en el caso de anula- pectiva nota del codificador argentino.
ción de la convención en virtud de la cual S) Pago. Varios preceptos del pago se
la entrega tuvo lugar. vinculan eon el tema en estudio. Así, el
Con lo que dejamos finiquitado el estu- artículo 744 expresa: "Si se debiese sumas
dio de las disposiciones relativas a las nu- de dinero con intereses, el pago no se esti-
lidades vinculadas con el pago de intereses. mará integro sino pagándose todos los inte-
Q) Obligaciones de dar sumas de dinero. reses con el capital". El precepto es análogo
Repitiendo a Savigny, dice el codificador, en al artículo 1581 del Código civil de Chile. El
la nota al artículo 616, que "el dinero per- recibo otorgado a cuenta de capital en obli-
tenece a las cantidades". "Hay entre cada gaciones que devengan intereses, tiene la
pieza de una determinada especie de dine- virtud de acreditar el pago de todas las su-
mas anteriores vencidas (art. 624).
(95) De Gasperi, ob. clt., "Parte general", val. 1, (96) Nusbaum, Teoría jurídica del dinero, pá-
págs. 691 y slgs. gina 30. en la edición española de Seral.
Los artículos 776 y 778 establecen las di- 2302 del de Chile. La jurisprudencia nacio-
versas imputaciones del pago. Así, el artícu- nal lo ha interpretado del modo que surge
lo 776 prescribe que si "el deudor debiese de los fallos que reproducimos: 19) Mala fe.
capital con intereses, no puede, sin consen- "La mala fe del accipiens resulta del cono-
timiento del acreedor, imputar el pago al cimiento que tuvo en el momento del pago
principal". Nuestro artículo, señala un tra- de la inexistencia de la obligación o de que
tadista, obedece únicamente al principio de ésta era de menor extensión98que la recla-
que el acreedor no está obligado a recibir mada en el juicio ejecutivo" ( ) ; 2?) Buena
pagos parciales; y si se le permitiese al je. "La situación del accipiens de buena fe
deudor hacer la imputación al principal sin se encuentra equiparada a la del poseedor de
pagar antes los intereses, habría un pago igual calidad, por lo que sólo debe intereses
parcial que el deudor tiene el derecho a desde la notificación de la demanda por
rehusar. repetición" (") .
El subsiguiente artículo declara que el T) Prenda civil. El tema se halla ligado
"pago por cuenta de capital e intereses, se con la prenda en algunas de las disposicio-
imputará primero a los intereses, a no ser nes que mencionaremos. En el artículo 3229
que el acreedor diese recibo por cuenta del del Código civil se dice: "El deudor no pue-
capital" (art. 777). Debe entenderse que'se de reclamar la devolución de la prenda,
trata de los "intereses vencidos", salvo el mientras no pague la deuda, los intereses y
caso de haberse estipulado, como suele ser las expensas hechas". Dispone la jurispru-
habitual, que se paguen los intereses por dencia a este respecto: "El acreedor pren-
anticipado. El recibo extendido por concepto dario está obligado a entregar la cosa pren-
de capital extingue los intereses. dada al síndico del concurso civil del
El articulo 778, expresa: "No expresándo- deudor, sin que éste deba satisfacer la deu-
se en el recibo del acreedor a qué deuda se da, pues la preferencia del acreedor pren-
hubiese hecho la imputación de pago, debe dario se mantiene sobre el precio que se
imputarse, entre las de plazo vencido, a la obtenga". (Cám. Civ. 2* Cap., 27-1189, J.
más onerosa del deudor, o porque llevara
intereses, o porque hubiera pena constitui- El artículo 3231 prescribe que. si "la pren-
da por falta de cumplimiento de la obliga- da produce frutos e intereses, el acreedor
ción, o por mediar prenda o hipoteca, o por los percibe de. cuenta del deudor, y los im-
otra razón semejante. Si las deudas fuesen putará a los intereses de la deuda, si se
de igual naturaleza, se imputará a todas a debieren, o al capital si no se debieren".
prorrata". Las situaciones previstas por el Respecto a los intereses, sostiene la .doctri-
artículo requieren algunas condiciones in- na corriente, que pueda producir lo dado en
dispensables: que las deudas sean de igual prenda, no puede presentarse ninguna difi-
naturaleza, es decir, de plazo vencido, líqui- cultad, pues para el deudor y el acreedor
das y exigibles civilmente. El prorrateo sólo tiene que resultar indiferente que el pri-
se hace cuando en el recibo no se ha hecho mero perciba los intereses de la deuda di-
imputación alguna, pues la imputación legal rectamente del deudor o reciba los que pro-
es sólo para suplir la falta de la expresa ( 97 ). duce la prenda. Respecto a los frutos o
Cuando ha habido imputación, se estará a productos naturales de la cosa, ellos siguen
ella, salvo el caso de dolo, violencia o sor- perteneciendo al deudor y no está obligado
presa. a vendérselos ni a dárselos en pago al acree-
Por último, determina el articulo 779: "El dor: son suyos y este último no puede apro-
pago queda hecho, cuando el acreedor reci- piárselos en compensación de los intereses.
be voluntariamente por pago de la deuda, Quedan en la misma categoría que la cosa
alguna cosa que no sea dinero en substitu- principal y el acreedor sólo tiene sobre esos
ción de lo que se le deb'a entregar, o del accesorios el derecho de retención que la
hecho que se le debía prestar". ley le acuerda sobre lo principal, o ejecu-
Bajo el acápite "De lo dado en pago de tarlos por el pago de los intereses.
lo que no se debe", prescribe el artículo 788: U) Prescripción. No podía menos que es-
"Si ha habido mala fe en el que recibió el tar relacionado nuestro tema con el de la
pago, debe restituir la cantidad o la cosa, prescripción y así en el artículo 3956, del
con los intereses o los frutos que hubiese Código civil, leemos: "La prescripción de las
producido o podido producir desde el día
del pago. Debe ser considerado como el po- (98) Fallo Cám. Clv. 2» Cap. Fed., 3. A., t. 51,
seedor de mala fe". El precepto es análogo pág. 556.
al del articulo 1378 del Código francés y (99) Fallos Sup. Corte Nao., t. 154. pág. 337, de
su Colección: Cám. Clv. 2» cap. Fed., J. A., t. 38,
pág. 1128.
(97) Fallos Sup. Corte Nac., t. 19, pág. 10, (te (100) Pallo Cám. Clv. 8» Cap. Fed., J. A, t. 27,
•U Colección. ' pág. 1189.
acciones personales, lleven ó no intereses, tículo 3924 del Código civil acerca del ven-
comienza a correr desde la fecha del título dedor: "El vendedor de un inmueble nc
de la obligación". Pero cuando la obligación pagado, aunque hubiese hecho tradición de
es a término cierto, puntualiza Llerena, la él, haya dado término para el pago o fiádose
prescripción no corre sino desde la fecha de otra manera en el comprador, tiene pri-
en que termina aquél (art. 3957),, porque vilegio por el precio que le es debido, y
recién se hace exigible la deuda (art. 4023). puede ejercerlo sobre el valor del inmueble,
Si el término es incierto, valdrá como con- mientras se halle en poder del deudqr; pero
dición, y en tal caso se suspende también los administradores de los bienes concursa-
durante la condición. La prescrinción corre dos están autorizados para retener el in-
desde que la deuda se hace exigible, y un mueble, pagando inmediatamente el precio
documento aunque no esté reconocido es de la venta y los intereses que se debiesen."
exigible desde el momento en que está ven- En la nota respectiva, el codificador ha-
cido. Desde entonces se dice que es deuda ce notar que el vendedor ha puesto el in-
exigible (arts. 3957 y 4023)101y corre en con- mueble en el patrimonio del comprador
secuencia la prescripción ( ). antes de recibir su valor. Si fuese preferido
El artículo 3958 relacionado con la mis- sobre el precio por otro acreedor, éste se
ma materia, expresa que en "las obligacio- enriquecería a su costa. Poco importa
nes con intereses o renta, la prescripción —agrega— que sea el vendedor mismo o un
del capital comienza desde el último pago tercero a quien el comprador esté obligado
de los intereses o de la renta". Segovia, glo- respecto a las prestaciones estipuladas. El
sando este precepto, anota: "Es decir, reco- tercero no puede, para obtener el pago,
mienza, pues queda establecido que la obli- ejercer el privilegio en su nombre personal;
gación y acción personal comienzan a pres- pero no se le priva obrar a nombre del ven-
cribirse desde que 'la obligación se formó; dedor, y usar del privilegio de éste.
y del mismo Goyena, de las citas puestas El subsiguiente precepto expresa: "El
al pie de este artículo y de la nota del Dr. privilegio comprende además del precio de
Vélez al artículo 3991, aparece que el pre- la venta, los intereses vencidos de un año,
sente es un caso de aplicación de dicho todas las cargas y prestaciones impuestas al
artículo (i«2). adquirente, a beneficio, personal del ven-
Por último el artículo 4027, apartado 3, dedor o de un tercero designado por éU pe-
determina la prescripción de cinco años ro no comprende los daños y perjuicios,
para la obligación de pagar los atrasos, de aunque por cláusula especial .del contrato
todo lo que debe pagarse por año, o plazos hubiesen sido fijados". Verbigracia: si se ha
periódicos más cortos". El mismo Segovia encargado entregar a un tercero parte del
aclara que no se trata de la Descripción del precio, aun cuando ese tercero haya acep-
capital, sino de sus accesorios o frutos ci- tado esto, el vendedor puede ejercer el pri-
viles o rentas, como sueldos, pensiones o ré- vilegio. La última parte del articulo se re-
ditos de cualquier naturaleza. fiere a la cláusula penal: no hay derecho a
V) Privilegios, a) En la hipoteca: De 'di- cobrarla con privilegio porque entra en lu-
versa manera opérase en punto a privile- gar a los daños y perjuicios, como lo es-
gios con relación a los intereses. En el caso tablece el artículo 655.
de la hipoteca, por ejemplo, tenemos la W) Sociedad. En varias disposiciones le-
prescripción del artículo que expresa: "La gales se alude a los intereses en esta forma
hipoteca garantiza a más del principal, los contractual. En efecto, conforme a lo dis-
intereses o rentas debidas de dos años, y los puesto en el artículo 1721, el "socio que no
que corran durante el juicio de ejecución aportase a la sociedad la suma de dinero
hasta el efectivo pago". Pero debe estable- que hubiese prometido, debe los intereses de
cerse que la garantía se extiende solamente ella, desde el día en que debió hacerlo, sin
a los intereses o rentas debidos de dos años, que sea preciso interpelación judicial. Si la
sólo cuando se han estipulado en la escri- prestación ofrecida consistiese en otro gé-
tura hipotecaria. Fuera de los intereses es- nero de cosas, debe satisfacer las pérdidas
tipulados y después de los dos años, el resto e intereses". La primera parte contiene una
de los intereses asume la "calidad de crédito derogación o excepción a la regla, señala
común. A fin de conservar el privilegio de Salvat, que exige la interpelación del deudor
los .intereses vencido el plazo incriminado, a los efectos de su constitución en mora
debe hacerse una nueva inscripción; b) (art. 509): ella se funda en que el socio
Oirás situaciones: En el terreno de los pri- tiene derecho a las utilidades desde la fecha
vilegios sobre los inmuebles, dispone el ar- de la constitución de la sociedad y, en con-
secuencia, es justo que quede igualmente
t" (101) Llerena, B., ob. cit., t. 10, págs. 437 y 438.
(102) Segovia, L., ob. oí*., t, 2, pág. 741, no- obligado a los intereses por la falta de en-
ta 40. trega del capital, sin necesidad de interpe-
lación previa. Pero nos parece que, de rúo, ni los intereses devengados por uno de
acuerdo a los principios generales y no los cónyuges, antes del matrimonio y pa-
habiendo el Código consagrado para este gados después". Los devengados desde la
caso la misma excepción que para la ex- celebración del matrimonio son gananciales,
tracción de fondos sociales (art. 1722), el como frutos civiles. El artículo desarrolla la
socio no estaría obligado a la indemniza- teoría de los bienes que pertenecen a la
ción de otros daños y perjuicios, -derivados sociedad conyugal y de los que, legalmente,
de la demora en el pago del aporte en di- están excluidos de ella.
nero. En cuanto a la segunda parte, la X) Sucesiones. En materia de deshereda-
obligación está regida por los principios del ción por 'causa de indignidad, prescribe el
derecho común: 1°) Se requiere la consti- artículo 3306: "Está obligado igualmente (el
tución en mora (art. 509); 2°) Las pérdidas indigno) a satisfacer intereses de todas las
e intereses comprenden la reparación de sumas de dinero que hubiere recibido, per-
todos los perjuicios causados a la sociedad, tenecientes a la herencia, aunque no haya
en la extensión que corresponda según que percibido de ellas intereses algunos". La-
haya habido culpa o dolo del socio (arts. faille señala frente al texto, que es también
520 y 521) (ios). la regla de la posesión de mala fe: están
Prescribe el artículo 1722 del mismo obligados a devolverse no solamente los
Código que el "socio que tomase dinero frutos percibidos y los que se hubieran po-
de la caja para usos propios, debe los inte- dido percibir, sino aquellos que por su ne-
reses a la sociedad desde el día en que lo gligencia hubiera dejado de percibir el ocu-
hizo, y además los intereses y pérdidas que pante (art. 2433). Hasta de las cosas no
por. ese acto viniesen a la sociedad", "Así, fructuarias debe renta, siempre que se pro-
dice el mismo autor anteriormente citado, bara que de ellas hubieran podido ser ob-
se deben los intereses desde el día en que tenidas por una explotación distinta (art.
se tomaron los fondos y hasta la fecha de 2439) (ios).
la restitución. Los intereses se deben de El artículo 3448 referente a la separación
pleno derecho, sin necesidad de constitución tíe patrimonios en la sucesión expresa: "No
en mora del deudor, lo mismo que en el porque el acreedor reciba del heredero los
caso de falta de cumplimiento de aportes en intereses vencidos de su crédito, se juzga
dinero: no puede haber duda algwna sobre que por esto ha aceptado al heredero por
este punto, porque el socio que utiliza en deudor". En materia civil, señala la doctri-
beneficio propio los fondos sociales, cornete na, esta conformidad ha de ser expresa, con
un abuso de confianza y se encuentra en arreglo a los textos citados o bien surgir del
mora de pleno derecho (art. 509). Pero a abandono de títulos a que alude el articu-
diferencia del caso anterior, se deben en lo 3447.
éste, no sólo los intereses, sino también, co- Y) Tutela. En relación con la adminis-
mo dice la ley, los demás intereses y pér- tración de los bienes del pupilo, expresa
didas experimentadas por la sociedad, por el artículo 424 del Código civil: "Si hubiera
ejemplo: los perjuicios causados a la socie- sobrante en las rentas del pupilo, el tutor
dad por no haber podido disponer en tiempo deberá colocarlo a interés en los bancos o
oportuno de los fondos extraídos de la caja en rentas púbiica.s o adquirir bienes raíces
social... La ley exige que el dinero de la con conocimiento y aprobación del juez de
caja se haya" tomado para uso propio. No la tutela". Entre nosotros se ha organizado
es necesario, por consiguiente, que se de- —historia un autor—, por medio de los de-
muestre que ha habido provecho para el pósitos en el Banco de la Nación, las llama-
socio; basta el solo hecho de la extracción das usuras pupilares, que devengan un in-
o apropiación para uso propio; pero, en terés del 4%. Es lo menos que puede ha-
principio, la prueba de este hecho es a cer el tutor cuando no encuentra una colo-
cargo de la sociedad. Tampoco se requiere cación más adecuada o el juez no la admi-
que la sociedad haya experimentado per- te: mandar los sobrantes a usuras pupila-
juicio" (i 04 ). res. Le está prohibido, en cambio, conser-
En la sociedad conyugal existe también var dichos saldos aun con cargo de restitu-
un precepto que la liga con la cuestión de ción, porque entonces aprovecharía en be-
los intereses. Así, el artículo 1270 prescribe: neficio propio, de los dineros pertenecientes
"Ni el derecho de usufructo, que se conso- al menor. Tan es así que en las rendiciones
lida con la propiedad durante el matrimo- de cuentas más de una vez los tribunales
han hecho cargo al representante de esos
(103) Salvat, B. M., ob. cit., "Puentes de las réditos, cuando se ha demostrado que tales
obligaciones", t. 2, págs. 459 y 460, núm. 1432.
(104) Salvat, B. M., ob. clt., "Puentes de las (105) Lafaille, H., Curso cLe Derecho civil, "Su-
obligaciones", t. 2, págs. 469 y slgs., núms. 1432, cesiones", t. 1, pág. 90, núm. 118, Ed. Biblioteca
1433, 1434 y 1436. Jurídica Argentina, Es. Aires, 1932.
fondos han permanecido en sus manos, aún dida del capital y el último de los intere-
de una manera inactiva (">«).• (Familia, pá- ses. .. Puede decirse que en nuestro caso,
gina 520-1, núm. 735.) .(«") el usufructo del dinero, mercadería u obje-
Dispone el artículo 466: "Los saldos de tos muebles, se trueca en una especie de
las cuentas del tutor producirán el interés usufructo de crédito; aunque realmente só-
legal". Es este un supuesto de mora ex lege, lo hay un mutuo hecho en beneficio del usu-
existente, pues, sin necesidad de intimación fructuario, y el llamado nudo propietario es
(art. 509). En estos réditos se deben desde simplemente un mutuante o acreedor per-
que las cuentas fueron cobradas y no desde sonal del crédito... Este párrafo (el 4?) de-
el día en que terminó la tutela (108). Tam- be entenderse, como lo establece Aubry, no
bién corren a favor del representante sobre con relación a todas las cosas comprendidas
los gastos reconocidos y pagados a partir de en el usufructo, sino únicamente de los mue-
la notificación de la demanda; pero no se bles que se deterioran por el uso; porque
incluyen les alimentos satisfechos sin reso- los tres primeros párrafos de este artículo
lución judicial (i»»).. están concebidos imperativamente (los in-
Z) Usufructo. Por último haremos un es- muebles serán arrendados; el dinero será
tudio esquemático de las relaciones existen- colocado a interés; las mercaderías serán
tes entre el usufructo y los intereses. El ar- vendidas) y porque si el nudo propietario
tículo 2853 del Código del- ramo, aparta- pudiese retener indefinidamente las cosas
dos 1 y 4 expresa: "Si el usufructuario no usufructuadas, dependería de su voluntad
diere la fianza en el término que le señale constituirse en su administrador y cuando
el juez, los bienes inmuebles serán dados en para la adquisición del usufructo se requiera
arrendamiento, o puestos en secuestro, bajo la tradición, la existencia o inexistencia
la garantía de un encargado de hacer las del usufructo mismo estaría a merced de
reparaciones y entregar el excedente de los aquél" i"»).
alquileres o arrendamiento al usufructua- Al reglamentar las obligaciones del usu-
rio. Si el usufructo consiste en dinero, será fructuario prescribe el artículo 2899: "El
colocado a interés, o empleado en compra usufructuario de un bien particular no es-
de rentas del Estado... El propietario pue- tá obligado a pagar los intereses de las deu-
de, sin embargo, conservar los objetos del das, ni aún de aquellas por las cuales se
usufructo hasta que el usufrutuario dé la encuentra la cosa hipotecada. Si se encon-
fianza, sin estar obligado a pagar el interés trase forzado para conservar su goce a pa-
por su valor estimativo". gar esas deudas, puede repetir lo que paga-
Comenta Segovia este proyecto diciendo: re contra el deudor por el capital e intere-
"La elección del arrendatario es hecha por ses, o contra el propietario no deudor por el
el usufructuario con aprobación del nudo capital solamente. En testador puede orde-
propietario. Mucho interesa a éste la sol- nar que el bien sea entregado al usufruc-
vencia del arrendatario, que reemplaza en tuario, libre de las hipotecas que lo gravan".
cierto modo la fianza, y debe ser directa- El subsiguiente artículo prescribe: "Si el le-
mente encargado de ejecutar las reparacio- gado del usufructo comprende todos los bie-
nes. Se recurre a un secuestro, encargado nes del testador, y el usufructuario univer-
de hacer las reparaciones, y entregar al sal quisiera anticipar las sumas necesarias
usufructuario el saldo de los arrendamien- para el pago de las deudas de la sucesión,
tos, sólo cuando a la apertura del usufruc- el capital debe serle restituido sin interés
to, ios inmuebles se hallan ya arrendados. alguno al fin del usufructo. Pero si el usu-
Esta es la única inteligencia recta del ar- fructuario no quisiera hacer la anticipación,
tículo... Si a pesar de las precauciones e.l heredero puede eligir, o pagar la deuda,
adoptadas por las partes en la colocación y en este caso el usufructuario debe los in-
del dinero, llegase el crédito a perderse por tereses durante el usufructo, o hacer vender
insolvencia tíel mutuario, insuficiencia de una porción de los bienes sujetos al usu-
las seguridades estipuladas o por cualquie- fructo".
la otra causa, pero sin culpa del usufruc- Haremos un breve análisis de ambos pre-
tuario o nudo propietario: en tales casos, ceptos. En el primer artículo, cuando se ha-
es muy justo que el primero soporte la pér- bla de un "bien particular" debe entenderse
que el usufructo se refiere a una o a varias
(108) Palio Cárn. Civ. 1» Cap, Fed., J. A., t. 3. cosas, ciertas y determinadas. Si se encuen-
pág. 363. .
(107) Lafaille, H., Curso de Derecho civil, "De- tra forzado, significa que el acreedor de-
recho de familia", págs. 520 y 521, núm. 735, Ed. manda su crédito y amenaza hacer vender
Biblioteca Jurídica Argentina, Bs. Aires, 1930. el bien para pagarse. El usufructuario de un
(108) .Pallo Cám. Civ. 1' Cap. Fed., J. A., t. 3,
pág. 363.
(109) Pallo Cám. Civ. 1», O. del F., t. 78, pá- (110) Segovia, L., ob. clt., t. 2, pág. 231, no-
gina 181. tas 88-90.
bien particular no está obligado a pagar in- pietario, dice, no son las de un deudor y un
tereses por las deudas particulares a que acreedor común, pues en el caso del usu-
esté afectada la cosa. El usufructario puede fructo se trata menos de pagar una suma de
reclamar el reembolso dentro de las tres dinero, que de restituir un capital usufruc-
hipótesis siguientes: 1<?) El caso en que no tuario, cuyo goce no puede extenderse más
siendo deudor el propietario, la acción se allá del usufructo.
dirige contra él; 2<?) El que siendo deudor, 6. Los intereses y los daños en general.
se dirige también contra el mismo; 3?) En No necesitamos encomiar la importancia de
caso, en que la acción se dirige contra el los intereses en materia de daño. Si éste
heredero deudor, o el deudor que no es pro- consiste, según define un tratadista, "en la
pietario. compensación a que tiene derecho el acree-
En el primer supuesto la acción por el dor por el desmedro sufrido en sus bienes
reembolso sólo puede entablarse —ésta es y por la utilidad dejada de percibir, a cau-
la opinión de los tratadistas franceses— des- sa del incumplimiento de la obligación por
pués de la conclusión del usufructo. el deudor" surge de esta misma definición
En los otros dos casos, puede entablar la la presencia de los siguientes elementos ca-
demanda inmediatamente porque obra en racterizantes del daño: a) el daño es un
virtud de una subrogación legal. medio indirecto de cumplimiento de la obli-
En cuanto al contenido del artículo 2900, gación; b) comprende a la vez el perjuicio
debe establecerse que el anticipo para el pa- sufrido por el patrimonio del acreedor (da-
go de las deudas de la sucesión, es absolu- ño emergente), y la utilidad que éste ha de-
tamente voluntario. Asimismo, el usufruc- jado de percibir por dicho incumplimiento
tuario no puede cobrar intereses por las su- (lucro cesante). No obstante que esta ma-
mas adelantadas; en cambio debe pagarlos teria ha sido extensamente tratada por los
por las sumas que abone el heredero. Si se autores desde Roma hasta nuestros días,
venden parte de los bienes, y con su pro- afirma Lafaille, existe, sin embargo, una
ducto se paga la deuda del testador, el confusión de lenguaje, por el empleo inade-
usufructuario no está obligado a pagar in- cuado de la palabra daño. El daño, propia-
tereses. Otros dos preceptos relacionados con mente dicho, consiste en la destrucción o
el usufructo tienen conexión con el rubro de deterioro de una cosa; pero por extensión
los intereses. En efecto, el artículo 2922 es- se designa por el mismo término la indem-
tablece: "Llegado el término del usufructo, nización que se abona por ese deterioro.
si el usufructuario continúa gozando de la Supongamos, dice más adelante, el caso
cosa, estará obligado a la restitución de los de un acto doloso, como seria, por ejemplo,
frutos percibidos, aunque ignore el venci- un incendio voluntario que hubiera reduci-
miento del término del usufructo. Si éste do a escombros una casa. El daño consis-
fuere de dinero, debe los intereses desde tiría en la destrucción de la vivienda, y a la
que concluye el usufructo". indemnización a que ese acto da lugar, sea
Esto es sólo así — glosa un escritor — que la pague una compañía de seguros o el
cuando el usufructo termina por la muerte autor del delito, se da el nombre de daños
del usufructuario, o por el vencimiento del y perjuicios, o daños e intereses. De modo
término puesto a su derecho; pero no cuan- que el vocablo daño se emplea para desig-
do el usufructo termina por el cumplimien- nar indistintamente la causa y el efecto...
to de la condición resolutoria impuesta en Nuestro Código (civil) se ocupa de definir
el título de constitución (arts. 2926 y 2927). el daño en varios pasajes, analizándolo se-
Respecto a los herederos del usufructuario gún la naturaleza de la obligación de que se
que continúan en posesión de la cosa des- trate. Así, en la referente a las obligaciones
pués de muerto éste, creyendo que era pro- que no tienen por objeto sumas de dinero,
pia del causante, deben aplicarse las reglas dice el 519: "Se llaman daños e intereses,
respectivas a la posesión» de buena fe. el valor de la pérdida que haya sufrido, y el
Por último, debemos mencionar la dispo- de la utilidad que haya dejado de percibir
sición del artículo 2944 que establece: "Si el acreedor de la obligación, por la ineje-
el usufructo consiste en dinero o hay dine- cución de ésta a su debido tiempo". Como
ro en el usufructo, el usufructuario debe en- se ve, este artículo traduce el concepto clá-
tregarlo inmediatamente después de la ce- sico de la indemnización... en su doble as-
sación del usufructo, y si no lo hiriere debe pecto del daño emergente-y del lucro cesan-
los intereses desde el día en que terminó el te. Cuando la obligación tiene por objeto dar
derecho". El codificador menciona, en la sumas de dinero, el hecho de no cumplirlas
nota respectiva, que el precepto transcripto a su debido tiempo o de dejar de cumplir-
no se opone al artículo que se ha estableci- las, se traduce en la indemnización pecunia-
do sobre los intereses moratorios. Las rela- ria- de los intereses, de que tratan los ar-
ciones del usufructuario con el nudo pro- tículos 621 y siguientes. El Código vuelve a
ocuparse del daño en la parte relativa a los tereses no estipulados, no puede repetirlos,
actos ilicitos, donde se da una noción gene- ni imputarlos al capital" (art. 566).
ral y se desenvuelve la tesis en una forma Prescribe el precepto siguiente: "El recibo
más amplia. Dice el artículo 1067: "No ha- de intereses, posteriormente vencidos, dados
brá acto ilícito punible para los efectos de sin condición ni reserva, hace presumir el
este Código, si no hubiese daño causado, u pago de los anteriores".
otro acto exterior que lo pueda causar, y En términos generales, para que en el De-
sin que a sus agentes se les pueda imputar iccho comercial pueda hablarse propiamen-
dolo, culpa o negligencia". Y el 1068 agrega: te de préstamo, se requiere la concurrencia
'•Habrá daño siempre que se causare a otro de los factores siguientes: 1?) que la cosa
algún perjuicio susceptible de apreciación prestada pueda ser considerada género co-
pecuniaria o directamente en las cosas de mercial, o destinada a uso comercial; 2"?)
su dominio o posesión, o indirectamente por que tenga lugar entre comerciantes o que
el mal hecho a su persona o a sus derechos al menos el deudor revista esa calidad. El
o facultades" ( > " ) . , préstamo impone al mutuario la obligación
La ley civil, plegándose a la teoría com- de restituir en la época convenida, otro tan-
pensatoria del dinero expuesta y triunfal- to de las cosas que recibe de la misma es-
mente sostenida por Ihering, acepta tam- pecie y condición (art. 559, Cód. de com.
bién la concepción del daño moral, confor- y 2240, del Cód. civil).... Pero la obligación
me al texto de los a-rtículos 519 —ya repro- del mutuario no siempre está limitada a la
ducido— y los artículos 1068, 1075, 1078 y devolución de la cosa o suma que constituyó
1109. el préstamo. Hay casos, en efecto, en que
además del capital prestado, está en el de-
Capítulo VI ber de pagar otra cantidad proporcional pe-
EL TEMA EN EL DERECHO COMERCIAL queña, que en el lenguaje ordinario, como
1. Generalidades. En numerosas institu- en el tecnicismo jurídico,' se conoce con el
ciones del Derecho comercial aparecen los nombre de interés. Los tratadista han di-
intereses como elemento primordial, en el vidido los intereses en varias especies: com-
concepto de "renta del capital". El Código pensatorios, punitorios, lucrativos, conven-
de comercio regla esta intervención y par- cionales y legales... Nuestro Código ha in-
ticipación en distintos pasajes que analiza- corporado a sus preceptos los dos últimos
remos sucesivamente. miembros de esta división, comprendiendo
A) Préstamo mercantil. En los préstamos además el relativo a los que se devengan
entre comerciantes, los intereses o réditos por la mora o tardanza del deudor en la
se estipularán siempre en dinero, aun cuan- satisfacción del crédito. El artículo 560, es,
do el préstamo consista en efectos o géne- en efecto, preciso sobre la materia ("").
i'os de comercio. Los réditos se pagarán en El artículo 560 establece que en los "casos
igual moneda que el capital o suma princi- en que la ley no hace correr expresamente
pal, expresa el articulo 563 del citado Có- los intereses, o cuando éstos no están esti-
digo. pulados en el contrato, la tardanza en el
Prescribe el subsiguiente artículo: "Los in- cumplimiento de la obligación, hace que co-
tereses moratorios, deben calcularse según rran los intereses desde el día de la deman-
el valor de la cosa prestada, al tiempo y en da, aunque esta excediera el importe del
el lugar en que la cosa debe ser devuelta. Si crédito, y aunque el acreedor no justifique
el tiempo y el lugar no se han determinado, pérdida o perjuicio alguno, y el obligado cre-
el pago debe hacerse al precio del tiempo y yese de buena fe no ser deudor". El párrafo
del lugar donde se hizo el préstamo (articu- significa varias cosas a la vez: 1<?) Que para
lo 564)". El artículo 565 expresa: "Median- que los intereses moratorios comiencen a co-
do estipulación de intereses, sin declaración rrer, se requiere, en primer lugar, que el pla-
de la cantidad a que éstos han de ascen- zo convenido, si es que se convino, haya
der, o del tiempo en que deben empezar a transcurrido; 29) Es necesario, en segundo
correr, se presume que las partes se han su- lugar, que el prestamista interpele judicial-
jetado a los intereses que cobren los ban- mente al prestatario. Desde entonces, es
cos públicos, y sólo por el tiempo que trans- decir, desde la fecha de la demanda está en
curra después de la mora. Siempre que en mora el deudor y empiezan a correr los inte-
la ley o en la convención se habla de inte- reses moratorios... Por otra parte, la de-
reses de plazo o intereses corrientes, se en- manda no seria necesaria cuando se hubie-
tiende los que cobre el Banco Nacional. El ra estipulado expresamente que bastaría un
deudor que espontáneamente ha pagado in- requerimiento extrajudicial o el vencimien-
(112) Obarrio, M., Curso de Derecho comercial,
(111) I-ufailIc. H., Curso de obligaciones, t* 1, t. 2. págs. 132. núms. 70 y 73. Ed. Clent. y I.itcr. Ar-
págs. 117-119, núms. 222-225. gentina, A. Murlme/, 1924.
to del plazo para constituir al prestatario artículo, sin embargo establece que dichos
en mora. Los intereses moratorios Se deben intereses se calcularán de acuerdo con el va-
sin que el acreedor tenga que probar que lor que lo prestado tenía el día en que debió
sufrió, por la mora, perjuicios, pues son in- ser devuelto, temperamento que Segovia, no
dispensablemente una compensación de la advertimos por qué, halla más prácti-
privación del capital más allá del término co" (i«).
explícita o implícitamente concedido por el En el subsiguiente artículo —565— se ex-
acreedor. Por lo mismo la buena o la mala presa prácticamente lo mismo que en el 560:
le del prestatario en nada influye en la que el préstamo comercial no se presume
existencia o inexistencia de esos inte- oneroso. Así, a falta de estipulación, no se
reses («3) . deben otros intereses que los moratorios.
Dispone el artículo 561 del mismo Código: Estos mismos intereses son, según el artícu-
"En las deudas ilíquidas los intereses co- lo, también los únicos que se declaran cuan-
rren desde la interpelación judicial, por la do, mediando estipulación de intereses, no
suma del crédito que resulte de la liquida- se haya declarado el tiempo en que han de
ción". empezar a correr. La jurisprudencia ha rei-
Un fallo de la Suprema Corte Nacional terado sus puntos de vista acerca de los al-
por el cual los "intereses desde la fecha de cances del precepto. "Cuando procede el pa-
la demanda sólo proceden si existe canti- go de los- intereses, estos deben liquidarse
dad líquida" (t. 9, pág. 339), ha sido reite- de acuerdo al tipo que cobra el Banco de
lado numerosas veces por los demás tribu- la Nación para los descuentos ordinarios y
nales del país. Así en varios pronunciamien- no al que devengan los títulos del Esta-
tos se tiene resuelto: "Si no existe cantidad do''^»). "La tasa de interés a observarse
liquida al tiempo del fallo no hay mora y no a los fines de la liquidación en ausencia de
corresponde imponer intereses" (114). convenio al respecto, es la que regia en las
La abundante jurisprudencia en el senti- distintas épocas de sus variantes y que em-
do que dejamos expresado, sé halla contra- pleara el Banco de la Nación en sus opera-
pesada por fallos de prestigiosos tribunales ciones de descuento" (119).
que dicen exactamente lo contrario. "En ma- El artículo 566 refiere el caso de un deudor
teria comercial, la circunstancia de que la que espontáneamente, "ha pagado intereses
obligación esté constituida por suma ilíqui- no estipulados", los cuales "ni puede repe-
da, no113es óbice para el curso de intere- tirlos, ni imputarlos al capital".
ses" ( ). "La circunstancia de tratarse de La explicación del precepto debe buscar-
una obligación por suma ilíquida, no obsta se en el concepto de la "remuneración por
a la condena del pago de intereses en mate- gratitud" que regía en el Código de comer-
ria comercial, como así tampoco el largo es- cio de 1829, pero el pago debe haberse he-
pacio de tiempo que ha demorado la tra- cho en virtud de una determinación libre y
mitación del juicio" ("«)'. espontánea del deudor. En consecuencia, si
Vayamos ahora ai artículo 564 reprodu- pagó por error, tiene derecho de repetir,
cido más adelante. "Si los intereses morato- conforme a la ley civil, pero en el caso del
rios, expresa Malagarriga no corren más precepto no podrá hacerlo "ni imputarlo
que desde el día de la demanda, lo lógico a capital".
hubiera sido que para su computación orde- El siguiente artículo —567— no es más
nara la ley acudir al valor de la cosa pres- que una simple aplicación de lo dispuesto
tada el día en que el deudor fue puesto en en general para toda deuda de tracto su-
mora, es decir, salvo convención en contra- cesivo por el artículo 746 del Código civil.
rio, el día de la demanda judicial. Nuestro L'a jurisprudencia tiene resuelto, en esta
situación: "Cuando se da recibo sin deter-
(113) Malagarriga, C., Código de comercio co- minarse a qué período corresponde y no hay
mentado, t. 3, págs. 290 y slgs., Ed, J. Lajouane,
Bs. Aires, 1824. obligación de pagar adelantado, se supone
(114) Pallo Sup. Corte Bs. Aires, SOBA, 17-7- que el plazo corresponde al período de la fe-
138; id. L. L., t. 33, pág. 539; Cám. 2' Apel. La cha de pago, salvo prueba en contra-
Plata, Sala 1', L. L., t. 35, pág. 280; Sup. Corte rio''^).
Bs. Aires, 18-10-305; Cám. 2? Apel. La Plata, Sa-
la 2?, D.J.B.A, 944-9-747; Supr. Trib. Entre Ríos, Se refiere el articulo 569 al "interés com-
JEB. 944; id. Cám. 2« Apel. La Plata, Sala 1» L. L.,
t. 49, pág. 54. (117) Malagarriga, C., ob. cit.. t. 3, pág. 295.
(115) Cám. Paz Letrada Cap. Fed., Sala 1», L. L,. (118) Fallo Cám. Civ. 2» Cap. Fed., L. L., t. 18.
t. 3, pág. 155; Cf.m. Civ. 2» Cap. Fed., J. A., 1944- pág. 787.
III, pág. 682; Sup. Corte Bs. Aires, L. L., t. 83, (119) Fallo Cám. Com. Cap. Fed., L. L., t. 12,
pág. 540; Cám. Com. Cap. Fed., O. del F., t. 171, pág. 1038; Cám. Civ. 2» Cap. Fed., L. L., t. 15,
pág. 864; Cám. Civ. 2? La Plata, Sala 1», L. L., pág. 936; Cám. Civ. 1» Cap. Fed., L. L., t. 11, pá-
t. 49, pág. 54. gina 338; t. 16, pág. 456.
(116) Cám. Com. Cap. Fed., L. L., t. 8, pág. 325; (120) Cám. Com. Cap. Fed., FolZos, t. 70, pá-
t. 12, pág, 173. gina 217.
puesto" o "anatocismo". Nuestro derecho, el momento actual un interés que exceda del
expresa Obarrio, ha consagrado disposicio- 10 % anual, resulta usurario. Procede, por
nes precisas sobre la materia. Los intereses lo tanto, ordenar de oficio sea reducido a
vencidos pueden producir intereses por de- esos límites, a los efectos de la liquida-
manda judicial o por una convención espe- ción" (126).
cial. En el caso de demanda, es necesario En un fallo de un tribunal especializado
que se adecúen a 10 menos por un año. Pro- se ha resuelto, por el contrario: "Si el in-
ducen igualmente intereses los saldos lí- terés punitorio convenido excede de cierto
quidos de las negociaciones concluidas al límite —en el caso asciende al 12 % anual—,
fin de cada año (art. 569). No se deben in- no procede su anulación total sino la reduc-
tereses de los intereses, ha dicho a su vez ción de la tasa al 10 %" («T).
el Código civil, sino por obligación posterior En otro pronunciamiento se lee: "Es ad-
convenida entre el deudor y acreedor, que misible la tasa del 12 % de interés del dinero
autorice la acumulación de ellos al capital, dado en mutuo, en atención a las actuales 12S
o cuando liquidada la deuda judicialmente circunstancias económicas y sociales" ( ).
con los intereses, el juez mandase pagar la '•El único interés que debe computarse a los
suma que resultare y el deudor fuese moro- efectos de juzgar si existe o no usura, es el
so en hacerlo. El anatocismo, como se ve, convencional, establecido como fruto del ca-
está prohibido por nuestro Derecho común pital y no el punitorio, ni la prima de resci-
para los intereses futuros, permitiéndose só- sión convenida para el caso de reintegro
lo resecto de los intereses devengados con anticipado del préstamo" ( 129 ).
anterioridad. La convención de las partes o Nos queda un tópico importante en mate-
la mora del deudor, pueden dar origen a los ria del préstamo: es el que se refiere al mo-
intereses en tal caso (121). mento desde el que se deben computar; es
Una cuantiosa jurisprudencia aclara y pre- decir, que corren los intereses. Y si es o no
cisa el alcance del artículo relativo al "ana- obligatorio, dentro del juego de la ley mer-
tocismo" en nuestro Derecho. "Dentro del cantil argentina, la necesidad de interpela-
concepto que informa el artículo 623 del Có- ción para constituir en mora. La jurispru-
digo civil, cabe la aplicación de intereses so- dencia se ha pronunciado en numerosas ve-
bre intereses, cuando se trata del apremio ces sobre este particular. "Los intereses de
para ejecutar una sentencia recaída en jui- las sumas indebidamente pagadas en con-
cio ordinario, pero no cuando se trata de la cepto de impuestos, sólo se adeudan desde la
acción ejecutiva común" Í 12 2). "No consti- fecha de la notificación de la demanda so-
tuye anatocismo la estipulación de intere- bre repetición" ("O). "Los intereses a falta
ses punitorios devengados por las cuotas de estipulación sólo se deben en caso de mo-
de intereses no satisfechos a tiempo" (123). ra, para los cual debe mediar requerimiento
Una interminable serie de fallos han dic- judicial o extra judicial" (isi). "NO basta el
tado los diversos tribunales acerca de los ex- vencimiento del término para que el deu-
cesos en el cobro y fijación de intereses. El dor incurra en mora: es necesario
2
que haya
criterio de la usura es muy elástico y está habido interpelación" (i» ). "Los intereses
condicionado a las circunstancias de tiem- .moratorios de los pagarés agregados que no
po y lugar. Según la tasa imperante de los se encontraban debidamente protestados, se
intereses, encontrándose por encima de es- adeudan desde la demanda iniciada al efec-
ta tasa, los jueces conceptúan que debe re- to" C133). "Los intereses se deben desde la
ducirse el interés al normal. "La tasa de in- interposición de la demanda, conforme a los
tereses que se cobra en todo concepto debe artículos 560 y 561 del Código de comer-
reducirse al 10 % anual", se dice en nume- cio" (W4) .
rosos pronunciamientos (i 24 ). "Los intere-
ses moratorios en cuanto exceden del 12 % (126) Cám. Civ. 1» Cap. Fed., L. L., t. 12, pá-
anual son contrarios a las buenas costum- gina 896.
(127) Fallo Cám. Com. Cap. Fed., G. del F.,
'
bres, por lo tanto, solamente hasta el lími- t. 174, pág. 521.
te pueden ser exigidos'al deudor" (123), (128) C. N. Civ., Sala A, G. del F., t. 207, pá-
gina 431; L. L., t. 82, pág. 548.
(129) Sup. Corte Bs. Aires, L. L., t. 22, pág. 77á.
(121) Malagarriga, C., ob. clt., t. 8, págs. 143 (130) Corte Sup. Nao., J. A., t. 72, pág. 655 y
y 144, nüm. 79. t. 71, pág. 316; Cám. Civ. 1» Cap. Fed., G. del F.,
(122) Fallo Cám. Apel. Rosario, Sala 3', J. A., t. 152, pág. 157; Cám. Fed. Cap. Fed., G. del P.,
1945-III, pág. 58. t. 154, pág. 181.
(123) Supr. Trib. Santa Fe, Sala 1», C, C., (131) Fallo Cám. 2* Apel. La Plata, Sala 1».
3. A., 1959-III, pág. 342. L. L., t. 69, pág. 962.
(124) Cám. Civ. li Cap. Fed., L. L,, t. 20, pá- (132) Sup. Corte Nac. L. L., t. 31, pág. 620.
gina 233; J. A., t. 69, pág. 431 J t. 74. pág. 112; (133) Cám. Com. Cap. Fed., L. L., t. 15, pá-
Cám. Civ. 2* Cap. Fed., G. del F., t. 151, pág. 147. gina 410; t 11, pág. 1163.
(125) Fallo Cám. Ape!. Rosarlo, Sala 3», L. L., (134) Cám. Com. Cap. Fed.. L. L., t. 32, pí-
' 18, pág. 213. ¡ gina 25.
B) Capitán de tuque. Prevé el artícu- graves inconvenientes, por el crecido inte-
lo 953 del Código de comercio relacionado rés que representa el premio que en los
con el Derecho marítimo: "No puede el ca- mismos se estipula a favor del dador, por
pitán (del buque) tomar dinero a la gruesa, razón de los riesgos a que este último se
ni hipotecar el buque para sus propias ne- expone. Es por esto que la ley de una ma-
gociaciones. Siendo copartícipe en el casco nera expresa ha conferido al capitán la atri-
y aparejos, puede empeñar su porción par- bución de que nos ocupamos. Pero, ¿podrá
ticular, siempre que no haya tomado antes éste gravar o hipotecar el buque por las su-
gruesa alguna sobre la totalidad del buque, mas que reclamen las operaciones o la com-
ni exista a cargo de éste otro género de em- pra de pertrechos, etcétera? El punto no está
peño. En la póliza del dinero que tomare el resuelto en las disposiciones recordadas: lo
capitán copartícipe en la forma referida, estaría, sin embargo, por el artículo 953 del
expresará necesariamente cuál es la porción Código, el cual establece que el capitán no
de su propiedad que afecta al pago de la puede tomar dinero a la gruesa, ni hipote-
deuda. En caso de contravención a este ar- car el buque para sus propias negociacio-
ticulo, será de cargo privativo del capitán nes, de donde se desprende tomando estas
el pago del principal, intereses y costas". palabras a contratrio sensu, que el capitán
Es esta la única disposición del transporte está habilitado para hacerlo, cuando se tra-
marítimo que en nuestra ley contiene una ta de negociaciones relativas al buque mis-
referencia a los intereses. Obarrio analiza el mo. Sin embargo, haremos notar que por
contenido de los artículos 946 y 947 del có- una de esas 1inconsecuencias inexplicables
digo de comercio y expresa: "El buque pue- de un Código, el artículo 1353 sólo confiere
de experimentar deterioros o averías que al capitán el derecho de hipotecar el bu-
exijan reparaciones inmediatas, o es posible que en el caso excepcional sobre que legisla
también que por una causa cualquiera, sea el artículo 932" (iso).
indispensable hacer compras de elementos C) Cartas de crédito. Son ampliamente
o pertrechos requeridas por la navegación. conocidas las cartas de crédito en el dere-
En tal caso, fácilmente se comprende, que si cho comercial y en el uso comercial. Dis-
los dueños del buque o de la carga se encuen- pone al respecto el artículo 486 del Código
tran, presen tes o hay posibilidad de esperar de comercio: "El dador de la carta de cré-
sus órdenes, el capitán debe solicitarlas, pa- dito queda obligado hacia la persona a cuyo
ra proceder de acuerdo con las que se le co- cargo la dio, por la cantidad que hubiese
muniquen. Pero, si por razón de la distan- pagado en virtud de ella, no excediendo de
cia, o encontrándose presentes aquéllos, sus la que se fijó en la misma carta, y por los
mandatarios o consignatarios, no le facili- intereses respectivos contados desde el des-
tasen los fondos necesarios para ejecutar los embolso". Y el 489, establece: "El portador
actos mencionados, podrá el capitán con- de una carta de crédito debe reembolsar sin
traer deudas, tomar dinero a la gruesa so- demora al dador la cantidad que hubiese
bre el casco, quilla y aparejos y hasta en percibido en virtud de ello, asi como los in-
falta absoluta de otro recurso, vender mer- tereses que se hubiese pagado si antes no
caderías de la carga, declarando en los do- la dejó en su poder. Si no lo hiciere, podrá
cumentos de las obligaciones que firmase, la el dador exigir el pago de la cantidad, el
causa de que proceden. Estas disposiciones de los intereses, y el cambio corriente de la
—prosigue— ofrecen ciertas particularidades plaza en que se hizo el pago sobre el lugar
que conviene tener presente. En primer lu- donde se haga el reembolso". En ambos ar-
gar, autorizan al capitán a contraer deu- tículos los intereses constituyen un pago
das aun contra la voluntad de los interesa- por el incumplimiento de la obligación y
dos en el buque o cargamento; autorización son accesorios del capital, o de la obligación
que se explica teniendo en cuenta que el principal. Recordemos que la carta de cré-
capitán desempeña a bordo diversos pape- dito es un mandato por escrito en virtud
les y está en el deber de hacer todo lo posi- del cual una persona ordena a otra que en-
ble porque la expedición del buque llegue a tregue una cantidad determinada, o hasta
buen término. En virtud de esta facultad, cierta suma. Cuando no contiene expresión
el capitán puede firmar letras o pagarés, ex- de cantidad constituye solamente una carta
presando en ellos la razón de su otorgamien- de .recomendación de crédito no pueden
to. En segundo lugar, puede asimismo, to- darse a la orden, porque se fundan, preci-
mar dinero a la gruesa sobre el casco, qui- samente en la confianza que inspira su ti-
lla y aparejos del buque. En la facultad de tular. Al utilizarlas el portador se halla
contraer deudas no podía hallarse, en efecto, obligado a acreditar su personería. Estas no
implícitamente comprendida la de tomar
dinero a la gruesa, porque esta clase de prés- (135) Obarrio, M., Ob. cit., t. 3, págs. 133 y 133,
tamos, si bien puede 'ofrecer ventajas, tiene núm. 80.
se consideran fianza sino cuando el dador bolsos verificados en el desempeño de la
declarase expresamente que responde del comisión, con los intereses respectivos por
crédito (art. 2207 del Cód. civ.). el tiempo que mediare entre el desembolso
D) Comerciantes. Prescribe el artículo 22 y el pago efectivo". Los artículos reproduci-
del Código de comercio, que están prohi- dos en punto a nuestro estudio no ofrecen
bidos de ejercer el comercio por incompati- dificultades. A objeto de favorecer la ma-
bilidad de estado: 1) Las corporaciones ecie- yor actividad mercantil se acuerda a los co-
siáticas. 2) Los clérigos de cualquier orden misionistas —comenta Castillo— un dere-
mientras vistan el traje clerical. 3) Los ma- cho de retención y privilegio sobre las mer-
gistrados civiles y jueces en el territorio caderías y efectos recibidos del comitente o
donde ejercen su autoridad y jurisdicción adquiridos por cuenta de éste —y por lo
con título permanente. En el subsiguiente tanto, sobre el precio de los recibidos, una
artículo, se dice: "En la prohibición del ar- vez realizada la enajenación—, por los an-
tículo precedente, no se comprende la fa- ticipos hechos al comitente para la adquisi-
cultad de dar dinero a interés, con tal que ción o remisión de tales mercaderías, por los
las personas en él mencionadas no hagan gastos (fletes, seguros, etc.) y por las co-
el ejercicio de esa facultad profesión habi- misiones e intereses (art. 279).
tual de comercio, ni tampoco la de ser ac- F) Compraventa. En esta importante fi-
cionistas en cualquier compañía mercantil, gura contractual, el interés juega un rol
desde que tomen parte en la gerencia ad- importante; así es que en el articulo 466,
ministrativa". El precedente articulo ha si- se dispone: "Mientras los efectos vendidos
do interpretado por ia doctrina como que estén en poder del vendedor, aunque sea por
el Código no ha pretendido involucrar la vía de depósito, tiene éste preferencia sobre
ejecución de actos eventuales de comercio ellos a cualquier otro acreedor del compra-
que no responden a un propósito de especu- dor, en la forma establecida en el artículo
lación. En consecuencia, las personas físi- 1500, número 2, por el importe del precio
cas y morales que se mencionan en el ar- e intereses de la demora".
ticulo 22 pueden dar dinero a interés sin Como se advierte, trátase del ejercicio del
desempeñar el oficio de prestamistas, y ser derecho de retención otorgado en circuns-
accionistas de empresas comerciales, siem- tancias en que el bien objeto de la compra-
pre que no tomen parte en la gerencia o venta se encuentra aún en poder del ven-
administración. dedor.
E) Contrato de comisión. Como es fácil- G) Cuenta corriente. Es característico de
mente comprensible, el presente contrato esta institución que todos los valores del
brinda oportunidades para que el rubro de débito y del crédito produzcan intereses. Es
intereses se haga presente. Veamos. El ar- punto de partida de los intereses, cabe de-
tículo 257 expresa: "El comisionista que sin cir, señala Malagarriga, que, en principio,
autorización de su comitente haga présta- éstos corren desde que el receptor tiene la
mos, anticipaciones o ventas al fiado, toma disposición de los v a l o r e s insertos en la
a su cargo todos los riesgos de la cobranza, cuenta. Nuestro Código regla las dos formas
cuyo importe podrá el comitente exigir al de cuenta corriente: la bancar-ia y la mer-
contado, cediendo al comisionista todos los cantil. La primera se relaciona con nuestro
intereses, ventajas o beneficios que resul- estudio en el articulo 795, que expresa: "En
taren del crédito acordado por éste y des- la cuenta corriente bancaria los intereses
aprobado por aquél". Según el mismo ar- se capitalizarán por trimestres, salvo esti-
ticulo, se presume que el comisionista está pulación expresa en contrario". Recuérdese
autorizado a conceder los plazos corrientes que en la cuenta corriente ordinaria las
en plaza, siempre que no tenga orden en partes pueden capitalizar los intereses en
contrario del remitente. períodos que no bajen de tres meses (art.
El artículo 269, ligado igualmente al te- 738); pero si no se estipula nada al respec-
ma de interés, dispone: "El comisionista to, dicha capitalización no se produce. En
que distrajere del destino ordenado los fon- la cuenta corriente bancaria, por el contra-
dos de su comitente, responderá por los in- rio aunque no se haya estipulado nada, los
tereses, desde el día que entraron en su intereses se capitalizan cada trimestre. Se
poder dichos fondos, y por los daños resul- trata —aclara el autor que acabamos de
tantes de la falta de cumplimiento de la nombrar— de una diferencia basada en los
orden; sin perjuicio de las acciones crimi- usos del comercio, en la presunta voluntad
nales a que pudiera haber lugar, en caso de de los correntistas de un Banco y en la
dolo o fraude". Y el articulo 276, expresa: conveniencia de establecer para éstos, dada
"El comitente está obligado a satisfacer al la importancia de su función económica,
contado, no mediando estipulación contra- ventajas espcciaic r i. En esta última consi-
ria, el importe de todos los gastos y desem- deración se funda también, sin duda, la sal-
vedad que el artículo hace de la estipula- extraños o indebidamente llevados al débi-
ción expresa en contrario, si se interpreta to o crédito, o duplicación de partidas, se
esta salvedad, como lo hace Segovia, en el prescribe por el término de cinco años. En
sentido de que importa permitir a los Ban- igual periodo se prescriben los intereses del
cos la capitalización por periodos inferiores saldo, siendo pagaderos por año o en pe-
a tres meses C 138 ). ríodos! más cortos". Respecto de la pres-
La Cámara Comercial de la Capital, in- cripción de los intereses, subraya Malaga-
terpretando los alcances del precepto ha rriga, es justa la observación de Segovia
establecido: "La capitalización de intereses (nota 2621) de que la disposición de nuestro
no es procedente después de la fecha en artículo o es del todo superflua si presu-
que, por fijación de un saldo líquido, se da pone un pacto relativo al saldo definitivo
por terminada la cuenta corriente" ( 137 ). El o no es jurídica si se refiere al saldo par-
subsiguiente artículo d e t e r m i n a que las cial, puesto que si no hay deuda exigible ni
"partes fijarán la tasa del interés, comisión deudor, mal puede139
haber derecho a cobrar
y todas las demás cláusulas que establezcan los intereses ( ). La jurisprudencia acer-
las relaciones jurídicas entre el cliente y el ca de la prescripción reproducida es abun-
Banco". El articulo constituye una repeti- dante y traemos aquí algunos de los fallos
ción inútil, según señalan los autores, del más importantes. "El término para la pres-
artículo 788 del Código de comercio. cripción en cuentas corrientes, empieza a
Veamos ahora las prescripciones relativas correr desde la fecha de la última partida"
a la cuenta corriente mercantil. <Cám. Com. Cap., t. 5, pág. 169, Fallos) (14°).
En primer término consideremos los al- "La prescripción de la acción que nace
cances del mencionado artículo 788, que es- del contrato de cuenta 141
corriente prescribe
tablece: "Las partes podrán capitalizar los a los cinco años" ( ).
intereses en períodos que no bajen de tres "La prescripción de los intereses del sal-
meses, determinar la época de los balances do de una cuenta 2
corriente, se opera a los
parciales, la tasa del interés y la comisión, cinco años" O* ).
y acordar todas las demás cláusulas acce- H) Cheques. Varias alusiones consigna la
sorias que no sean prohibidas por la ley". legislación sobre los cheques relacionados
Cabe mencionar aquí el precepto del Có- con los intereses. Así, el artículo 805 del Có-
digo civil (art. 623) que en lo relativo a la digo de comercio expresa: "Cuando un Ban-
capitalización de los intereses, lo prohibe co se niega a pagar un cheque en forma, sin
con excepción de "obligación posterior con- causa legítima, responderá al librador por
venida entre deudor y acreedor". La doc- los daños e intereses que cause su negativa;
trina nacional está orientada en el sentido pero el tenedor no puede compelerle al pa-
de afirmar que entre nosotros no cabe duda go, quedando los derechos de éste a salvo
de ningún género, acerca de la prohibición contra el librador".
del articulo mencionado de la ley civil, la La cuestión de si el tenedor legítimo del
cual no es de ninguna manera aplicable a cheque tiene acción directa contra el li-
la cuenta corriente. Asimismo los autores brador para compelerle al pago del docu-
coinciden en que la referencia del precepto mento, fue objeto de una de las preguntas
a los balances es en el sentido de que éstos del cuestionario que a raíz de la Conferencia
no podrán ser menos que trimestrales. Es- de 1910 envió el gobierno holandés, a los
casa es la jurisprudencia de los Tribunales diversos Estados. Contestaron en sentido
sobre el articulo. Apenas si recogemos un contrario a la existencia de dicha acción
fallo de la Cámara Comercial de la capital, directa, Alemania, Austria, Bulgaria, Espa-
que expresa: "En tanto no se justifique con- ña, países escandinavos, Inglaterra, Italia,
venio expreso, la cuenta corriente no obliga Luxemburgo, Rusia, Servia, Brasil, Uru-
a las partes a la conversión de las especies guay, y Japón; en sentido favorable, Fran-
en época determinada" (i^ 8 ). cia, Suiza, Turquía, Haití y El Salvador, y
Por fin mantiene vinculación con el tema en el sentido de que la ley uniforme no
en estudio, el artículo 790 del Código de debía ocuparse del asunto, Bélgica y Para-
comercio, que prescribe: "La acción para guay. La respuesta argentina fue en el sen-
solicitar el arreglo de la cuenta corriente, el tido de admitir la acción sólo en el caso de
pago del saldo, judicial o extrajudicialmen- que el cheque haya sido aceptado o certi-
te reconocido, o la rectificación de la cuenta ficado. De las secciones, tres se mostraron
por errores de cálculo, omisiones, artículos
(139) Malagarrlga, C., ob. clt., t. 6, pág. 175.
(136) Malagarrlga, C., ob. clt.. t. 5, pág. 190. (140) Fallo Cám. Com. Cap. Fed., t. 5, pág. 16
(137) Pallo Cám. Com. Cap. Fed., t. 68, pá- de sus Fallos.
gina 232, de su Colección. (141) Fallo Cám. Com. Cap. Fed., t. 4, pág. U
(138) Pallo Cám. Com. Cap. Fed.. t. 47, pá- de sus Fallos.
tina 309, de sus Fallos. (142) Fallo Cám. Fed. Paraná, t. 4, pág. 95.
cÉíntrarias a que se reconozca acción direc- y los gastes. Si no lo da, sólo puede recla-
ta al beneficiario del cheque y dos más bien mar el capital.
favorables al reconocimiento de dicha ac- Y en el siguiente precepto se presentan
ción. En definitiva se decidió dejar el pro- distintos supuestos en los que los Bancos se
blema fuera de la ley uniforme (14S). negarán a pagar, justificadamente, los che-
Sin acción directa, contra el Banco girado ques cuando tengan conocimiento de las
para compelerle al pago, el tenedor del che- circunstancias que allí se expresan. Por úl-
que tiene, sin embargo, todas las acciones timo, el artículo 30, que también se halla
y recursos que competen al tenedor legíti- ligado a la cuestión del pago de intereses
mo de un papel de comercio. La negativa establece: "El banquero que paga un che-
del Banco puede ser injustificada. En tal que cruzado, girado sobre su caja, o paga
caso responderá al librador de los daños y a quienes no sea banquero un cheque cru-
perjuicios, lo que es de derecho común y zado en general, o paga un cheque -cruzada
pudo —según opinión de algunos autores— especialmente a un banquero que no sea el
no establecerse expresamente en el precep- mismo a cuyo nombre fue cruzado, o que
to. El subsiguiente artículo del mismo Có- sea el banquero autorizado especialmente,
digo expresa: "El tenedor de un cheque re- para el cobro, responderá al librador por el
chazado por un Banco, debe avisar lo ocu- importe del cheque, daños e intereses".
rrido al librador, si es en el mismo punto, Malagarriga señala que hay en el artículo
o por el segundo correo si está en otro, y varios errores provenientes de la descuidada
podrá exigir de éste el pago del cheque é traducción de la ley inglesa. En primer lu-
intereses, en su caso. Entonces el pago de- gar, es absurdo decir como nuestro texto
berá tener lugar dentro de las veinticuatro dice que "el banquero que paga un cheque
horas siguientes al aviso, si es en el mismo librado contra su caja, responderá por el
punto, y dentro del segundo correo, si es importe del cheque, daños e intereses". La
en otro. El librador también por e! daño Comisión, como observa Segovia (nota
causado, y si vencidos los plazos anteriores 2726), suprimió del texto original la refe-
no pagase el cheque, el tenedor podrá pro- rencia al caso del artículo 829, esto es, al
testarlo". La jurisprudencia 'ha interpreta- caso en que el banquero paga un cheque
do reiteradas veces el alcance del precepto cruzado especialmente con el nombre de va-
que acabamos de reproducir, el que ha sido rios b a n q u e r o s sin haber exigido que le
sumamente discutido en la doctrina, por presentara al cobro un banquero debida-
referirse a un tema que pudo ser resuelto mente autorizado. Tampoco es exacto que
y agotado en la parte correspondiente a la no cumple con las indicaciones del cruza-
letra de cambio. Además, según observa un miento o en general, con las prescripciones
tratadista, tanto en este articulo como en legales al respecto, responda al librador por
e! anterior, el legislador parece haberse ol- el importe del cheque y por los daños y
vidado de que el cheque puede ser endosa- perjuicios. Es al verdadero propietario del
do. Siendo interesante al respecto men- cheque a quien responde, (t. 5, pág. 209).
cionar el resultado de un fallo en que se I) Debentures. La ley número 8875, san-
trataba de un Banco que, tenedor de un cionada el 13 de febrero de 1912 y que sus-
cheque depositado para el cobro, no cum- tituye a los artículos 365 a 368 del Código
plió con la obligación de dar aviso después de Comercio, de la emisión de obligaciones
de ser devuelto impago. La Cámara en su y deberes, expresa en su artículo 8: "La sa-
fallo estableció que si bien nuestro artículo rantía flotante sólo empezará a ejercer sus
sólo hace mención del librador, debe enten- efectos en les casos siguientes: a) Cuando
derse que la obligación existe también res- no se hubiesen pagado los intereses o amor-
pecto del endosante de quien el tenedor hu- tizaciones del préstamo en los plazos con-
biese recibido el cheque. venidos; b) Cuando la sociedad deudora
En el artículo 807 se establece que si "el hubiese perdido la cuarta parte o más del
tenedor del cheque no diere el aviso en la capital existente en el día de la emisión de
oportunidad establecida en el anterior, so- los debentures; c) Liquidación voluntaria o
lamente puede exigir del librador el pago forzosa o quiebra de la sociedad; d) Cuan-
del cheque, y responderá éste de los daños do cese el giro de los negocios sociales, etcé-
e intereses que le irrogue la falta de dicho tera". Dispone el artículo 18 de la citada
aviso". Está claro que el tenedor tiene la ley: "Aunque se omita en el contrato a que
obligación de dar aviso de la falta de pago se refiere el artículo 31? o se disponga lo
del cheque. Dándole, conserva el dere-cho de contrario, los fideicomisarios en los casos
reclamar el pago del capital, los intereses de debentures sin garantía o con garantía
flotante, tendrán siempre los siguientes fa-
(143) Deuxiéme Confér. Intern. de La Haye, cultades: I1?) Cuando no se hubiesen pa-
1912, Actes, t. 2, & "Documents". gado los intereses o amortizaciones del prés-
tamo en los plazos convenidos, después de tado en contra, deben sometérsela la ma-
vencidos los treinta días". Producida algu- yoría (lt4).
na de las situaciones previstas en el artículo El artículo 32 de la ley que comentamos,
18, el fideicomisario debe poner en movi- dispone las enunciaciones que deben con-
miento las acciones que la ley confiere a los tener los títulos de debentures, y como es
obligacionistas para ser ejercidas por su in- lógico, en el apartado 8"? expresa que de-
termedio. ben incluir "El interés de que gozan, y las
En el articulo 19, expresa: "En caso de de- épocas y lugar de pago".
bentures emitidos con garantía especial, las En el subsiguiente se expresa, que "los tí-
facultades del fideicomisario se limitarán a tulos de debentures, podrán ir acompañados
ejecutar la garantía especial en caso de de cupones para el cobro de los intereses.
mora en el pago de los intereses o de la Estos cupones serán al portador, aún en los
amortización". Es evidente que, de acuerdo títulos de debentures nominales. Para el co-
al precedente artículo, al fideicomisario no bro de los intereses, bastará presentar el
le queda otro camino a seguir, advierte Cas- cupón respectivo".
tillo, que el de la ejecución de la garantía, J) Depósito. Un precepto del Código de
salvo que los obligacionistas y la sociedad comercio se vincula de una manera expresa
hubieran celebrado algún convenio acordan- y concreta con el tema de los intereses. Nos
do cierta espera o facilidades para el pago referimos al contenido en el artículo 575,
de los cupones o de las mortizaciones" (t. que establece: "El depositario de una suma
3, pág. 312, núm. 572). de dinero no puede usar de ella. Si lo hi-
"Si los títulos emitidos" fuesen con ga- ciera son de su cargo todos los perjuicios
rantía flotante, los fideicomisarios procede- que ocurra en la cantidad depositada, aun-
rán, en caso de haber resuelto la liquida- que provenga de caso fortuito, y debe abo-
ción, a realizar los bienes que constituyen nar al depositante los intereses corrientes".
la garantía, repartiendo su producido entre El alcance del artículo es tan claro y lógico
¡os tenedores de las obligaciones para la que nos exime de formular su comentario.
amortización del capital adeudado e intere- También en una sola disposición relativa
f-.cs de acuerdo con el artículo 28, debiendo a los documentos de crédito, se hace una
pagar previamente los créditos con mejor referencia al pago de intereses. En efecto,
privilegio, de acuerdo con los artículos 10 en el articulo 577 del Código de comercio se
y 11 de esta ley. ha establecido: "Consistiendo el depósito en
"Una vez satisfecha la deuda por capital documentos de crédito que devengan inte-
e intereses relativa a los debentures garan- reses, estará a cargo del depositario su co-
tidos, deberán entregar el remanente de los branza y todas las demás diligencias nece-
bienes a la sociedad deudora y a falta de sarias para la conservación de su valor y
persona con personería suficiente para re- efectos legales, so pena de daños y perjui-
cibir la entrega, el juez designará a peti- cios".
ción de los fideicomisarios la persona a la Letra de cambio. Tres artículos de la ley
que deba hacerse. Si en cambio se hubiese mercantil referente a la letra de cambio, se
resuelto la continuación del giro de los ne- vinculan con el tema en estudio. Así, el ar-
gocios, los beneficios anuales se destinarán ticulo 726, ligado al recambio o resaca, de-
al pago de 'los créditos pendientes entregán- termina los medios por los cuales el porta-
dose el remanente a quien derecho corres- dor de una letra debidamente protestada,
ponda". Tratándose de debentures con ga- puede ser reembolsado de uno de los medios
rantía flotante, señala el autor reciente- siguientes: ".. .1?) Girando una nueva letra
mente citado, ejecutoriada la resolución que o resaca del lugar donde debía ser pagada
pone al fideicomisario en opsesión de los la primitiva, contra el librador o uno de los
bienes de la sociedad, los obligacionistas endosantes, por el capital, intereses, recam-
deben resolver o bien continuar los nego- bio y gastos legales; de manera que, dedu-
cios -de la sociedad para regularizar el pago cidos los gastos e intereses, venga a recibir
cíe los intereses y de la amortización, o bien en el lugar donde debió verificarse el pago,
ejecutar la garantía. En el primer caso, el exactamente lo mismo que hubiera recibido
fideicomisario asume la representación y si se hubiese pagado la letra, etcétera".
dirección de la sociedad para continuar el El artículo 729, 2? apartado, al precisar
giro de los negocios. Los obligacionistas que los requisitos de la resaca o letra de re-
han optado por este temperamento consien- cambio, establece que ésta debe venir acom-
ten en la demora en el pago de la amorti- pañada de: "2"?) De una cuenta de resaca
zación y del interés porque suponen que él que debe hacer mención del nombre de la
ha sido impuesto por las circunstancias co- (144) Castillo, R. S., Curso de Derecho comer-
mo la solución menos perjudicial, y los que cial, 2» ed..-t. 3, págs. 313 y 314, núms. 574 y 575,
no hubieran concurrido o los que han vo- Ed. Ariel, Bs. Aires, 1929.
persona sobre quien se gira la resaca, del refiriéndose a la celebración del concorda-
recambio con que haya sido negociada, 'y to preventivo, expresa, en su último apar-
del importe de la letra, intereses y costos". tado: "Si el concordato fuera puramente
Por fin, el artículo 736, expresa: "Todos los moratorio y por un plazo no mayor de un
que giran o dan orden para el giro, endo- año, con o sin intereses, bastará la mayo7
san o aceptan letra de cambio, o firman ría de acreedores presentes que represen-
aval, aunque no sean comerciantes, son soli- ten la mayoría del capital computable". Re-
dariamente garantes de las letras y quedan firiéndose a los efectos jurídicos de la quie-
obligados a su pago, con interés y recambios bra, expresan, respectivamente, los artícu-
si los hubiere, y todos los costos o gastos los 116 y 117 de la citada ley. Artículo 116.
legales, con derecho regresivo, desde el úl- "La declaración de quiebra hace exigibles
timo endosador al librador, con tal que la todas las deudas del fallido, aunque no se
letra haya sido presentada y debidamente hallen vencidas, ya sean comerciales o civi-
protestada". les, con descuento de los intereses corres-
K) Prescripción. El punto se halla vincu- pondientes al tiempo que faltase para el
lado con los intereses, expresando el artícu- vencimiento, etc". Y el siguiente determina:
lo 847, 2<? apartado, que se prescribe por "El auto declarativo de la quiebra suspende
cuatro años: "...Los intereses de capital sólo con relación a la masa, el curso de los
dado en mutuo, y todo lo que debe pagarse intereses de todo crédito, que no esté garan-
por años o plazos periódicos más cortos". tizado con privilegio, prenda o hipoteca,
El tema ha sido ya tratado al estudiar,los etc". Determinando las diversas categorías
efectos de la prescripción en la legislación de los créditos y de sus graduaciones, pre-
civil. cisa el articulo 128: "El depósito de géne-
L) Privilegios marítimos. En el capítulo ro sin designación de especie y el dinero que
relacionado con los privilegios dentro de la devenga intereses, no entran en la clase de
legislación sobre navegación, establece el ar- créditos de dominio. Tampoco son consi-
tículo 1373 del Código de comercio que, son derados tales los depósitos de dinero que no
"privilegiados sobre la carga embarcada, y existen en especie, ni las sumas entregadas
concurrirán sobre su precio en el orden en a los banqueros para ser sacadas a voluntad
que están enumerados en el presente artícu- del depositante, ya sea que devenguen o no
lo... 8?) Las sumas del capital y de los in- intereses". Por último, el artículo 130 es-
tereses debidos por las" obligaciones contrai- tablece que son "acreedores con privilegio
das por el capitán sobré la carga", en los especial aquellos cuyos créditos proceden de
casos previstos por el artículo 947 "con las alguna de las causas siguientes: .. .8?) El
solemnidades debidas". Refiriéndose a los comisionista sobre los efectos consignados
privilegios sobre el flete, establece el artícu- para el pago de las anticipaciones, gastos
lo 1375: "Son privilegiados sobré el flete, y de transporte y conservación, así como de
concurrirán sobre el importe de él en el las comisiones e intereses respectivos, en
orden en que están expuestos a continua- los términos y condiciones del artículo 279
ción, los créditos siguientes. 6<?) Las sumas del Código de comercio".
del capial y de los intereses debidos por las N) Sociedades. De distinta manera influ-
obligaciones contraídas por el capitán", en ye el tópico que estudiamos en materia de
los casos previstos en el mismo artículo 947 sociedades comerciales. Veamos. El artícu-
"con las solemnidades debidas". Por fin, al lo 283 del Código de comercio establece, refi-
mencionar los créditos privilegiados sobre el riéndose a las compañías o sociedades en
buque, determina el artículo 1377: "Son pri- general, que la "convención por la cual un
vilegiados sobre el buque y concurrirán sobre prestamista de dinero estipulase participa-
su precio, en el orden en que están enume- ción en las ganancias sin responder en las
rados en el presente artículo, los créditos pérdidas, es ilegal y nula... Es asimismo
siguientes. 9"?) Las sumas del capital e in-. nula la estipulación de que el prestamista
tereses debidos por las obligaciones contraí- sin responsabilidad en las pérdidas, tendrá
das por el capitán para las necesidades del parte en las ganancias, además de los inte-
buque", en los casos previstos en el mismo reses. .. Podrá sin embargo, establecerse
artículo 947. El inciso 13 del mismo precep- que, con las % utilidades líquidas se abone
to que reproducimos, incluye en la serie de previamente un interés fijo a un capital
los créditos privilegiados sobre el buque, el preferido por los demás". El artículo 405
"precio de la última adquisición del buque relacionado con los Derechos y obligaciones
con los intereses debidos desde los dos últi- de los socios señala que el "socio que por
mos años". cualquier causa no introdujera a la socie-
M) Quiebras. Diversos preceptos de la ley dad la parte a que se obligó, en los plazos
nacional sobre quiebras están vinculados a y en la forma estipulada en el contrato, o
los intereses. El artículo 35 de la ley 11.719, en defecto de estipulación, desde que se es-
tabléelo la caja, debe abonar el interés co- exceder más del 1 % de la tasa efectiva co-
rriente del dinero que se hubiese dejado de brada por los Bancos oficiales en operacio-
entregar. Si lo que debía entregar no con- nes semejantes y no podrá ser aumentado
sistía en dinero, responderá a la sociedad durante la vigencia del préstamo. Los prés-
por los daños y perjuicios resultantes de la tamos podrán ser cancelados en cualquier
mora". El precepto es igual que en la legis- momento por el prestatario sin recargo al-
lación civil. El artículo 414 expresa que cada guno de interés".
"uno de los socios tiene acción contra la El subsiguiente precepto de la misma ley
sociedad no sólo por las sumas que haya des- establece: "De las utilidades realizadas y
embolsado en utilidad de ella, con los inte- líquidas podrá pagarse sobre el capital em-
reses de plaza, sino también por las obliga- pleado en operaciones que no sean de cré-
ciones que haya contraído de buena fe, para dito un interés que no exceda del 1 % al que
los negocios de la sociedad... Si sufriere al- cobra el Banco de la Nación Argentina". La
guna pérdida, o recibiera algún daño, por lógica de ambas disposiciones es elemental;
tazón de sus actos como socio, debe ser in- por tratarse de entidades cooperativas, no
demnizado por todo, lo que inmediata o di- puede admitirse que se conviertan en meras
rectamente hubiere perdido, o del daño que instituciones de usura, cualquiera sea su de-
hubiere sufrido por razón de la sociedad". nominación.
En el capítulo relativo a la disolución de la En las sociedades de capital e industria,
sociedad, se prevé la situación que surge a expresa el artículo 396: "La sociedad en par-
raíz de la rescisión parcial del contrato de ticipación o accidental, puede ser relativa
sociedad: "El efecto de la rescisión parcial, a una o más operaciones comerciales, y tie-
es la ineficacia del contrato con respecto al ne lugar, acerca de los objetos, con las for-
socio culpable, que se considerará excluido, mas, bajo la proporción de intereses y con
exigiéndole la parte de pérdida que pueda las condiciones que estipulen los interesa-
corresponderle, y quedando autorizada la dos".
sociedad a negarle participación en las ga- O) Títulos. En el capítulo del contrato y
nancias y a retener los intereses que puedan letras de cambio, contiene el Código mer-
tocarle en la masa social, hasta que estén cantil algunas referencias al punto que lle-
liquidadas todas las operaciones que se ha- vamos estudiando. Así, el artículo 737, es-
llen pendientes al tiempo de la rescisión". tablece: "Los intereses de la letra protes-
Algunos preceptos vinculados a las socie- tada por falta de pago se deben desde el
dades anónimas tocan el punto de los in- día del protesto, y los intereses de las cos-
tereses. Así, el artículo 333 prescribe: "Po- tas, desde el día que se causaren". El artícu-
drá conferirse a los administradores la fa- lo 744, vinculado con los papeles de comer-
cultad de hacer vender extrajudicialmen- cio al portador, determina: "Los títulos
te, en remate público, las acciones de los sus- emitidos por cuenta o autorización de los
critores morosos, siendo de cuenta de éstos poderes públicos, sociedades o empresas par-
los gastos de remate y los intereses mora- ticulares, deberán estar redactados, numera-
torios en su caso". Y en el siguiente artícu- dos e impresos de acuerdo con las leyes, de-
lo se lee: "No es licito prometer ni pagar cretos, ordenanzas o estatutos que los auto-
interés alguno a los accionistas por el im- ricen. Las obligaciones y condiciones de pago
porte de sus acciones, salvo el caso de tra- establecidas por los emisores, serán clara-
tarse de acciones preferidas, con interés de- mente expresadas en ellos, con transcrip-
terminado, que deba pagarse preferentemen- ción al dorso de las partes de los textos le-
te con el importe de las utilidades realizadas gales, decretos, ordenanzas o reglamentos
y líquidas". que las hayan creado. La omisión de es-
En materia de sociedades cooperativas, or- tas circunstancias, obligan a los emisores al
ganizadas y regladas por la ley nacional pago de los daños e intereses que causaren".
número 11.388, que substituye a los artícu- El articulo 752, referente al valor de los
los 392 a 394 del Código de comercio, mere- títulos, establece que si éstas "tuvieran ma-
ciendo sanción del Congreso en el mes de yor valor que el fijado en el artículo 748,
diciembre de 1926, algunos preceptos men- el interesado, ocurrirá ante escribano pú-
cionan expresamente el punto de los inte- blico y formulará un acta que contenga
reses. Así, el artículo 2, inciso 15, expresa: «entre otros requisitos»... 3"?) La época en
"Cuando efectúen préstamos en dinero a que percibió el último dividendo o interés".
los socios no cobrarán a título de premio, A su vez, el artículo 755 expresa: "Desde
prima o con otro nombre, suma alguna que entonces los dividendos o intereses vencidos
reduzca la cantidad efectiva prestada a me- y no pagados, y los que venciesen en adelan-
nos del monto nominal del préstamo, salvo te, serán depositados en el Banco público
el descuento por el pago de intereses, si así respectivo, en las épocas fijadas para. «1
se hubiera establecido. El interés no podrá pago.
-'Vencidos dos años .sin que se haya pre- ilustrado Escriche da una acepción anticua-
sentado un nuevo tenedor de los títulos o da de esta voz en el sentido de aprobar,
cupones, el interesado reclamará del emi- ratificar o confirmar una cosa jurídicamen-
sor el pago de los dividendos e intereses te o por autoridad pública.
depositados y de los que vencieren en ade- La palabra "interinidad" derívase de la
lante y el capital mismo, si fuera a la sazón condición de provisional o interino. Dura-
exigible". Por fin, el artículo 769 determina ción del cargo desempeñado de modo inte-
que los "intereses devengados por los di- rino o en reemplazo de otra autoridad, fun-
videndos, intereses y capital que sea nece- cionario, empleado u obrero. No interesa la
sario depositar, de acuerdo con las dispo- naturaleza ni la jerarquía del cargo o pues-
siciones de este título, correrán por cuen- to cuyo titular se reemplaza por un tiempo
ta del verdadero propietario de los dere- más o menos largo. Sostiene la doctrina en
chos cuestionados". general que las interinidades o substitucio-
P) Warrants. Para ser precisos y minu- nes abarcan toda la escala social: desde la
ciosos, finalizaremos la enunciación del rol jefatura del Estado hasta la más modesta
que desempeñan los intereses en las diver- de las ocupaciones.
sas figuras e instituciones del Derecho -mer- En algunos países y debi'do a las circuns-
cantil, con las relaciones que guardan con tancias tensas que atraviesa el mundo, mien-
los Warrants. El tema se relaciona con la tras los titulares de las primeras magistra-
ley nacional número 928 que rige en materia turas se entregan a cierta suerte de turis-
de depósito de mercaderías en las aduanas y mo político internacional, requeridos por las
la complementaria número 9643. Esta últi- necesidades del equilibrio de los bloques,
ma, en su artículo 18 establece: "La venta gobiernan prácticamente los interinos. Una
de los efectos por falta de pago del «wa- simple hojeada a la prensa nos da la pauta
rrant» no se suspenderá por quiebra, inca- sobre la constante e ininterrumpida movi-
pacidad o muerte del deudor, ni por otra lización de los jefes de los Estados. Otra
causa que no sea orden judicial escrita, pre- evidencia de ésta se halla dada por las giras
via consignación del importe de la deuda, de los presidentes y de los jefes de gobierno
sus intereses y gastos calculados". que realizan frecuentes y casi habituales gi-
JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notas
ras hacia el exterior, en demanda de recur-
sos para solventar las necesidades estatales
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas. y enjugar los déficits de los presupuestos.
En algún país asiático se propende a que
INTERFECTO. La Academia de la len- el primer mandatario se mantenga lo más
gua da a esta expresión el sentido de "per- alejado posible de sus funciones, para con-
sona muerta violentamente". En el lengua- servar el orden y la paz internas que se ha-
je forense, dícese de quien muere como con- llan amenazados con la presencia del titu-
secuencia de un crimen y también del que lar de la presidencia.
fallece en el acto sin dar lugar a que se le Lo interesante es que las interinidades
pudiere tomar declaración. se van transformando en lo permanente y
lo estable. Señala un autor que pueden cons-
INTERFERENCIA INTERSUBJETIVA. tituir motivo de las interinidades todas las
(V. CONDUCTA HUMANA.) ausencias justificadas o no, y las de las va-
cantes, es decir, la muerte del titular, su
INTERFERENCIA SUBJETIVA. (V. CON- renuncia o destituición, su desaparición, en-
DUCTA HUMANA.) fermedad, vacaciones, comisión del servicio,
licencia sin goce de sueldo, el servicio mi-
INTERINIDAD. El vocablo "interinar" litar u otro obligatorio, entre otras muchas
es poco usado en la práctica aunque de fá- causas.
cil comprensión y de aplicación, especial- Es obvio que entre estas situaciones sur-
mente en los Derechos administrativos, po- gen, en el Derecho constitucional y político,
lítico y constitucional. Se usa más el de in- !as condiciones intituladas "Gobierno Pro-
terinato. Consiste, como la expresión lo in- visional", "Interregno", "Regencia", etcéte-
dica, en cumplir una función determinada ra. "Gobierno Provisional" significa, en De-
de una manera provisoria, temporaria, ge- recho público, el que surge como consecuen-
neralmente por acefalía o por ausencia del cia de un alzamiento, de un golpe de Esta-
titular. Para el caso no interesa la jerar- do o de una revolución. Generalmente éste
quía ni la autoridad que representa el car- aspira a ser legalizado por comicios popula-
go o puesto en sí; quien no lo representa res, a fin de adquirir un carácter de repu-
por designación directa .o por elección, sino blicano-democrático.
solamente en calidad de sustituto, puede Señálase que una de sus características
decirse que interina. Según Cabanellas, el es que revela un propósito de someterse
posteriormente de su advenimiento, a una es el campo de la juridicidad, el comporta-
decisión popular. Denomínase interregno al miento interior es el ámbito de la moralidad.
período de tiempo en que un Estado apare- No obstante dicha coincidencia, la distin-
ce como carente de soberano o de gobierno. ción entre la conducta exterior e interior e,
Uno de los casos más interesantes de la incluso su caracterización, ha sido enten-
historia constitucional se produjo al morir dida de diferente manera dentro de cada
el rey Alfonso XII de España, que dejaba tipo de pensamiento sistemático; adelante-
dos hijas y encinta a la viuda. Aunque la mos desde ya que lo distintivo de la Filoso-
Constitución y la tradición jurídica obliga- fía Moderna no escolástica, en este punto,
ban a proclamar inmediatamente sueesora radica en su sentido peculiar de la "interio-
a la mayor de las hijas, la eventualidad de ridad". Para enforcar con claridad el tema,
que adviniera un hijo varón (lo que en efec- conviene establecer algunas observaciones
to ocurrió) impuso una espera en proclamar previas a su exposición:
nuevo soberano, aun cuando existía legal- 1. Nuestro análisis empleará la teoría tri-
mente, una legítima sucesión. Otro caso se dimensional del Derecho que es, en la ac-
registró con el denominado "compromiso de tualidad, la posición más sólida lograda
Caspe", para llenar la corona vacante de de.ntro del campo tíe la Filosofía Jurídica.
Aragón. El tridimensionalismo no es una "escuela",
Conócese por interregno parlamentario el sino una dirección genérica y una actitud
intervalo que media entre un perído de se- del pensamiento jurídico actual, que en-
siones de un Congreso o Cámara y el otro. laza diversas corrientes teóricas en torno a
Para fiscalizar la obra de gobierno y autori- una tesis compartida por tedas ellas (el De-
zar algunas medidas urgentes se establecen recho es conducta real, valor y norma).
comisiones especiales emanados del Parla- Aceptada esta afirmación central, la conse-
mento con atribuciones constitucionales co- cuencia es obvia: el análisis de la juricidad
mo la diputación permanete emanada de la debe respetar su triple naturaleza. Diferen-
Constitución española de 1931. (M. G.) tes autores y escuelas comparten aquella
tesis. Se define el Derecho en tanto conduc-
INTERIORIDAD DE LA MORAL Y EX- ta humana real, en tanto valiosa, y en cuan-
TERIORIDAD DEL DERECHO.* STTMABIO: to norma; estos aspectos se convierten en
I. Introducción, n. Primera parte: Los con- objetos de disciplinas diferentes: Ciencias de
ceptos "exterioridad-interioridad" en el aná- la conducta real (sociología, psicología, an-
lisis de lf> primera dimensión de la conducta
real Jurídica y moral. III. Segunda parte: tropología, etc.) ciencia de la justicia (axio-
Los conceptos "exterlorldad-lnterlorldad" en logía jurídica [2]), dogmática jurídica (3).
el análisis de la dimensión axiológlca de la La unidad del objeto común, el Derecho,
conducta Jurídica y moral. IV. Tercera par- fundamenta4 la unidad interdisciplinaria
te: La función de dichos conceptos en el
análisis normativo de la conducta jurídica respectiva ( ).
y moral. 2. La teoría tridimensional debe elabo-
I. Introducción. los juristas y jusfilóso- rar un esquema de conceptos fundamenta-
fos emplean con frecuencia la dicotomía les utilizables para el análisis del material
conceptual "interioridad - exterioridad" co- empírico jurídico, y debe, asimismo, depu-
mo un criterio diferenciador de los campos rar la conceptuaíización de los temas tra-
de la Moral y del Derecho (*). Subraya enér- tados tradicionalmente en el ámbito de la
gicamente en la Edad Moderna, sobre todo filosofía jurídica. Empero, el tema de la ex-
a partir de las elaboraciones doctrinarias
de la línea Pufendorf-Tomasius-Kant, esa (2) La palabra "axiología" se toma aquí en sen-
distinción era, sin embargo, empleada por tido amplio, abarcando tanto el análisis de la es-
tructura como del contenido de los valores (la
el pensamiento antiguo-medieval para pro- distinción, en este sentido, entre Axiología y Axio-
pósitos análogos. La reflexión filosófica (an- sofía, ha sido formulada por Werner Goldschmidt
tigua, medieval o moderna), cuando se di- en su obra La ciencia de la Justicia, pág. 18,
Ed. Aguilar, Madrid, 1958). Aclaremos también
rige hacia la Moral y el Derecho, coincide que, la Axiología Jurídica no se reduce a una Teo-
en una tesis central: la conducta exterior ría de la Justicia, como podría creerse por lo di-
cho en el texto, sino que incluye todos los valores
Jurídicos entre los cuales, sin embargo, la Justicia
* Por el Dr. JUA^I CARLOS GAHDELLA. es el más significativo.
(3) La teoría de la norma jurídica es, en rigor,
(1) Utilizaremos la palabra "ética" en sentido Lógica del Derecho base de la Dogmática Jurídica.
amplio, que abarca el Derecho y la Moral, aquel (4) Sobre la teoría tridimensional, ver la obra
término, en sentido estricto, suele identificarse citada de Goldschmidt, pág. 177 y nota 142, y los
con la Moral. Entre los autores no hay acuerdo autores allí mencionados; del mismo autor, Intro-
sobre esta terminología, aunque si lo hay en cuan- ducción al Derecho, págs. 31 y 32, Ed. Aguilar. Bs.
to a los significados que deben distinguirse, para Aires, 1960; nuestra reseña de dicha obra en La
los cuales cada autor emplea términos que diver- Ley, 21-11-960, donde nos referimos extensamente
gen, a veces, de los que emplean los demás. a la teoría tridimensional.
terioridad-interioridad parece no suscepti- 4. Con esto no se pretende desplazar del
ble de tal tratamiento, a la luz de aquella ámbito de la filosofía problemas que ésta,
teoría, ya que enfoca la relación entre el tradicionalmente, ha tratado acerca del De-
campo de la juridicidad y un campo extra- recho y la Moral; se trata, simplemente, de
jurídico (moralidad). Es por este motivo utilizar los resultados de las investigacio-
que ampliaremos, para analizar el tema ex- nes de disciplinas empíricas actuales acerca
terioridad-interioridad, el campo de la teo- de la primera dimensión de la eticidad (ju-
ría tridimensional, convirtiéndola en cua- ridicidad y moralidad) a fin de hacer posi-
dro de referencia para el estudio de la con- ble un adecuado enfoque filosófico de aque-
ducta humana en toda su amplitud, tanto llos problemas; esto es relevante no sólo
jurídica como moral; en efecto, es fácil ad- para el análisis de la conducta humana
vertir que las tres dimensiones del Dere- real sino también para los aspectos norma-
cho pueden reconocerse, mutatis mutandis, tivo y axiológico. Una adecuada "filosofía,
también en la conducta moral, que es enfo- de la filosofía", enseña, en efecto, que las
cable como conducta real, como valor, y co- disciplinas filosóficas no eluden la exigen-
mo norma. La ampliación de la teoría tri- cia general para todo saber humano racio-
dimensional, desde el Derecho hacia la mo- nal, que es el de mostrar la base empírica
ralidad, resulta útil para la investigación, de sus afirmaciones ( 6 ). -
no sólo porque permite construir un cuadro 5. Entre los aportes de la ciencia de la
de referencia coherente aplicable a los fe- conducta humana, debemos destacar, para
nómenos morales, ni sólo porque una con- el estudio del tema de la exterioridad-inte-
ceptuación más adecuada de estos fenópie- rioridad, la distinción, muy difundida por
nos destaque con mayor claridad lo pecu- Ralph Linton ( 7 ), entre conducta manifies-
liar del Derecho, sino también porque hace ta y encubierta. La sintetizamos de la si-
posible la integración del enfoque de la mo- guiente manera:
ralidad real (extensamente analizable con a) El comportamiento humano tiene un
los aportes de la psicología, sociología an- aspecto manifiesto8 o exterior, y uno encu-
tropología y otras ciencias de la conducta bierto o interior ( ).
humana) con los enfoques normativo y axio- b) La conducta manifiesta presenta tres
lógico, en los cuales suele disolverse corrien- notas características: 1') Se desarrolla en
temente toda la especulación sobre la moral. e] marco tempo-espacial; 2») Presenta re-
3. La conducta humana real es la prime- gularidades, frecuencias, que permiten ha-
ra "dimensión" de la juricidad y moralidad. blar de "pautas" del comportamiento hu-
Para su análisis deben emplearse los esque- mano; 3*) Es accesible a la observación em-
mas de' referencia y teorías elaborados por pírica directa; este último es el rasgo prin-
las ciencias de la conducta. Se habla con cipal que puede utilizarse como criterio pa-
propiedad, en este nivel, de la ciencia que ra diferenciar lo manifiesto de lo encubier-
estudia "la dinámica de la conducta huma- to, y supone la existencia de un "observa-
na" ( 5 ), relativamente nueva, fruto de la dor" exterior al sujeto cuya conducta se ob-
colaboración interdisciplinaria entre psico- serva (un alter frente al ego) ( 8 ).
logía, sociología y antropología; cada una de c) La conducta encubierta se caracteriza
estas ciencias tiene un objeto propio, y, aun- por tres notas: 1') Se desarrolla en el tiem-
que nacidas históricamente sin mucha cone- po, pero no en el espacio; 2") Presenta re-
xión recíproca, actualmente cobran concien- gularidades o frecuencias, que permiten in-
cia de que abarcan un núcleo de problemas ferir "pautas de la personalidad"; 3') No es
comunes relativos al comportamiento'hu- accesible a la observación empírica direc-
mano; la comprensión de esta interdepen- ta, y sus datos son inferidos a partir de la
dencia las lleva a la construcción de esque- conducta manifiesta, por un observador (i«).
mas de referencia donde se unen conceptos d) La diferencia decisiva entre la conduc-
y teorías provenientes de todos esos campos ta manifiesta y encubierta reside en el tipo
de la investigación científica. Las teorías
desarrolladas en este nivel han hecho posi- (6) Véase en esta misma Enciclopedia el tema
ble analizar con gran precisión la conducta EPISTEMOLOGÍA JURÍDICA, en el t. 10, pág. 418, pas-
humana y, de esta manera, plantear y re- sim, sobre las relaciones entre Ciencias y Filosofía.
solver adecuadamente los problemas centra- (7) Op. cit., cap. 2, especialmente págs. 59
y slgs.
les del Derecho y la moral. (8) Ibid. Cír. también nuestra exposición en
esta misma Enciclopedia, t. 13, pág. 903, vocablo
(5) Linton, R., Cultura y personalidad, trad. HETERONOMÍA, § III.
del Inglés por J. Romero, pág. 12, Fondo de Cultura (9) Ibid.
E onómica. Comp. también Fromm Erich, Etica y (10) Ibid., pág. 109. También el mismo sujeto,
psicoanálisis, trad. del Inglés por H. P. Morck puede observarse a sí mismo;. éste es el caso de la
y revis. de R. de la Puente, Méjico, 1957, Fondo "introspección", tipo de conocimiento que debe-
de Cultura Económica, II, 3: "La ciencia del hom- mos admitir, no obstante las criticas del behavlo-
bre", págs. 32 y siga. rlsmo extremo.
de accesibilidad a la observación empírica: A la luz de estos ejemplos muy simples
en un caso es directa, en el otro indirecta; puede verse que, tomado como principio ab-
dentro de la conducta encubierta (interior) soluto, el criterio enunciado anteriormente
debe señalarse una gradación de mayor a (Derecho-exterioridad, Moral-interioridad),
menor interioridad, gradación que respon- resulta insostenible. Hace tiempo que los
de, entre otros, a los siguientes factores: juristas y jusfilósofos han emprendido la
19) el observador, cuya acción de observar tarea de matizar dicho criterio, terminando
está definida tanto por su capacidad cromo por afirmar, según la conocida fórmula de
per su interés en la observación y en el gra- Radbruch, que "lo que al principio aparecía
do de profundidad de la misma; 2°) los me- como una distinción entre moral y derecho
dios que se pueden emplear para inferir con- puede mantenerse como una distinción en
ducta encubierta a partir de la manifiesta. la dirección de sus intereses:, la conducta
II. Primera parte. La teoría tridimensio- externa interesa sólo a la moral, en cuanto
nal enfoca el primer aspecto de la juridici- es un testimonio de una conducta íntima;
dad y moralidad, conceptualizándolo como la conducta interna emerge sólo en el círcu-
conducta humana real. Nuestro análisis se lo del derecho, en cuanto de ella cabe espe-
referirá, pues, por separado, a la conducta rar una acción externa" ( 13 ). En este con-
jurídica y a la moral, ambas en su aspecto texto, la distinción entre forum externum y
real, prescindiendo en este momento de to- forum internum debida a Tomasius, se in-
da valoración, y enfocando tanto su lado ex- terpreta como una fórmula política más que
terior (manifiesto) como interior (encu- como un criterio sobre la naturaleza de la
bierto). juridicidad, como un intento de asegurar la
1. Resultaría sencillo afirmar que el De- libertad de conciencia frente al absolutismo
recho es la conducta humana exterior o ma- de los primeros siglos de la Época Moder-
nifiesta, y que la moralidad se refiere a la na ( 14 ). Como se ve, la rectificación del cri-
conducta interior o encubierta. Según esto, terio elaborado por la línea Pufendorf-To-
exterioridad e interioridad serian los cri- masius-Kant, modificación formulada hoy
terios definidores de ambos campos. Y, to- por muchos jusfilósofos y juristas, apunta
mando el ejemplo clásico del deudor que hacia una doble dirección: 1°) también la
paga su deuda, decir que al Derecho le bas- conducta exterior puede ser relevante para
ta la conducta exterior del pago, sin preocu- la Moral, 2°) también el comportamiento
parse de los motivos (conducta interior), en interior puede interesar al Derecho. Si los
tanto que a la Moral, en cambio, le preocu- juristas no admiten el criterio de la exterio-
pan los motivos que el deudor haya tenido ndad-interioridad sin relativizarlo de ia
para realizar su acción. Sin embargo, que manera explicada, los sociólogos deben ser
la cuestión no es tan sencilla lo testimonia aún más severos en su crítica. El criterio
la existencia de casos en los cuales tiene re- analizado experimenta muchas dificultades
levancia jurídica el análisis de ias motiva- para su manejo como herramienta de tra-
ciones de los seres humanos (culpa en el bajo de un sociólogo. En efecto, la Sociolo-
cumplimiento de las obligaciones, animus en gía estudia no sólo aquella conducta que los
la posesión, dolo y'culpa penal, valoración juristas actuales están, en general, de acuer-
de los motivos que llevaron a delinquir, "des- do en calificar como "jurídica", sino tam-
viación de poder", etc.) ("). Y, por otro la- bién otras formas tíel comportamiento que
do, muchos casos muestran que la exteriori- estos suelen considerar como a jurídicas. Se
dad tiene relevancia moral ya que, ni para trata de las1S llamadas "relaciones sociales
el pensamiento kantiano, cuya Etica insiste primarias" ( ), cuya juridicidad es inne-
en los motivos de la acción cuando define gable, ya que los sujetos de la interacción
la "moralidad", la exterioridad carece de primaria consideran que son pautas cuyo
total importancia (12). cumplimiento es exigible (aunque no ante
un "tribunal", por cierto) y que participan
(11) Cír. García Maynez, E., Introducción al es- de la índole de las reglas consideradas jurí-
tudio del Derecho, págs. 20 y 21, Ed. Porrúa, Mé-
xico, 1958; Altalión, E., Villanova. J., García Gla- dicas por la Ciencia del Derecho actual. En
no, F., Introducción al Derecho, 5' ed., págs. 152-
156, Ed. El Ateneo, Bs. Aires, 1956; Radbruch, G., material, trad. del alemán por F. González Vicen,
Filosofía del Derecho, trad. del alemán, págs. 53-55, Ed. Aguilar, Madrid, 1957). Según esta opinión,
Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1944, e que es absurda, si bien representa el desarrollo
Introducción a la filosofía del Derecho, trad. del coherente fie las premisas kantianas, no sería in-
alemán por W. Roces, págs. 53 y 54, Fondo de Cul- moral el crimea más monstruoso realizado "por
tura Económica, Méjico, 1955. deber".
(12) Debía esperarse hasta Paul Hensel para (13) Radbruch, Filosofía, pág. 54; comp. su In-
saber que sólo la conciencia es el terreno de la troducción cit., pág. 54.
moralidad hasta el punto de que cualquier con- (14) Cír., por ejemplo, Aítalión, cit., pág. 153.
ducta manifiesta, por inmoral que la juzguemos, (15) Por ejemplo: relaciones entre los miembros
es buena moralmente si se la realiza "por deber" de una familia, entre amigos, maestros y discípu-
(cit. por Wenzel, H., Derecho natural y justicia los, etc.
una familia, por ejemplo, además de (y a relaciones tiende, precisamente, a abstraer
veces en contra de) las relaciones defini- en lo posible el contenido encubierto o in-
das por -las leyes, se establece una serie de terior.
interrelaciones sociales, conducta humana c) La explicación de este hecho debe ver-
que responde a ciertas pautas, y que puede se, probablemente, en la circunstancia de
calificarse como "jurídica" en cuanto es que las relaciones secundarias son propias
exigible por los que interactúan y en cuan- de las sociedades donde domina una alta di-
to su incumplimiento está sancionado í 1 »). visión del trabajo. En sociedades de este ti-
Ahora bien: este tipo de juridicidad contie- po las personas desempeñan roles cuya per-
ne una dosis de interioridad, de conducta fecta coordinación recíproca resulta indis-
c ncubierta exigida por la. pauta, mucho ma- pensable a fin de que los sujetos se desempe-
yor que la juridicidad estricta, única que los ñen con eficacia; para esto se da una rigu-
juristas suelen reconocer como Derecho. Es- rosa definición de la conducta implicada en
te revela que el criterio de la exterioridad cada rol. La eficacia exige, asimismo, neu-
como rasgo distintivo del Derecho frente a tralidad afectiva, una insistencia de la so-
la Moral necesita mayores correcciones que ciedad en exigir un comportamiento exte-
Jas señaladas ya por .la Teoría del Dere- rior determinado con precisión, y una indi-
cho actual. Puede subsistir, sin embargo, ferencia grande hacia la conducta encubier-
en dicho carácter, si se tienen en cuenta las ta eomo tal. Ejemplo típico de sociedad don-
distinciones y precisiones que exponemos de predominan las relaciones secundarias
seguidamente. es nuestra sociedad industrial-urbana (21).
2. En este parágrafo analizaremos la con- En una sociedad así constituida los alter li-
ducta jurídica propia de relaciones secun- mitan sus exigencias respecto del ego y las
darias. restringen a su conducta manifiesta, ha-
a) Se debe a Cooley (17) la distinción en- ciendo abstracción de su lado encubier-
tre grupos "primarios" y "secundarios". to (22).
Este sociólogo llamaba primary groups a d) Profundicemos esta explicación, enfo-
los que se caracterizan por una relación so- cando el modo cómo los individuos se rela-
cial íntima y directa, face io face, cuyos cionan recíprocamente. El predominio de las
ejemplos más notables son la familia, el i elaciones "secundarias" implica que la re-
grupo de juegos de ;los niños y el vecinda- lación entre ego y alter se efectúa sólo en
rio ( 1S ). Por el contrario, los secundary función de las mutuas espeetativas, y que el
groups se definirían por relaciones indirecr contenido de éstas- se define por el "fin"
tas y no íntimas (gobiernos y sociedades co- que desean alcanzar. Ahora bien, dicho "fin"
merciales, entre otros) (i»). La teoría sobre en una sociedad donde impera el clima de
grupos primarios y secundarios ha sido des- las relaciones secundarias, y en la medida
arrollada, sobre todo, en el sentido de una en que él impera, está constituido por algo
distinción entre "relaciones" o "contactos" que. en si mismo, es exterior: el aumento de
20
primarios y secundarios í ). Aquellos se ca- la potencia del hombre en cuanto a su posi-
racterizan como directos, íntimos, más bien ' bilidad de desplazamiento en el espacio (mo-
afectivos, compartidores de valores comu- vilidad ecológica), la producción masiva de
nes de manera íntima, en tanto éstos se de- bienes económicos, y la capacidad para de-
finen como indirectos, faltos de intimidad, terminar ¡a conducta de otros en función
más bien neutros afectivamente, impersona- de los dos aspectos anteriores. Nuestra rela-
les, anónimos. ción de pasajeros de una aeronave con el
b) En las relaciones o contactos de tipo comandante de la misma es un ejemplo sen-
secundario predomina la conducta jurídica cillo de relación "secundaria", ¿qué "espe-
manifiesta; el carácter secundario de dichas ramos" de él?: solamente que nos transpor-
te con eficiencia al lugar de destino, porque
(16) La coerción no es la única forma de san- éste es nuestro "fin", el cual determina el
ción; existen muchas otras sanciones para las pau- contenido de nuestra "espectativa"; dado
tas jurídicas, diferentes de la sanción propia de la que esa conducta, en cuanto contenido de
Moral.
(17) Cfr. para la exposición que sigue, Cooley,
Ch. H., Social organization y Human natwe and (21) Es abundante ¡a literatura sociológica que
the social arder, publicadas bajo el titulo The two describe tíos tipos ideales, llamados a veces "so-
major works of Charles H. Cooley, The Free Press, ciedad pre - industrial - rural - industrial - urbana",
Glecoe, Illinois, 1956. otras "secular eccesibie-sagrada aislada", otras "so-
(18) Cooley, Social organiaation cit., cap. 3. eiedad-comunldad", otras "sociedad orgánica-so-
(19) Biesanz, J. and Biesanz, M., Modera So- cledad mecánica", etc. Recientemente, Parsons ca-
ciety, cap. 7, pág. 107, Prentioe-HalI, Nueva Jer- racteriza la sociedad industrial moderna por una
sey, 1959. "pauta universal de desempeño".
(20) Cfr. Biesanz y Biesans cít.; Bernard, L. L., (22) Los términos alter, ego, "espeetativas".
Principales formas de integración social, Instituto "íin", se toman en el sentido definido por la Teo-
de Investigaciones Sociales de la Universidad Na- ría de la Acción Social d« Parsons y sus colabora-
cional Autónoma de Méjico, passim. dores.
nuestra espectativa, sólo es el medio para ridica tienen elementos como "la voluntad
un "fin" que, a su vez, es exterior (despla- del legislador", "el espíritu de la ley", "¡a
zamiento ecológico), se sigue como conse- intención de los contratantes", etcétera?,
cuencia que nos interesará únicamente lo muestran que la dicotomía exterioridad-in-
exterior del comportamiento y que nos des- terioridad abarca también el tenia de la "in-
preocuparemos de lo encubierto, excepto terpretación". No es nuestro propósito, des-
en la medida requerida para la producción de luego, exponer, ahora la Teoría de la In-
de una conducta manifiesta ajustada a terpretación del Derecho; no podemos, sin
nuestro propósito de pasajeros; se sigue cié embargo, dejar de señalar aquel nexo, y for-
aquí que los reglamentos se limitarán a exi- mular una sola observación sobre un aspec-
gir ciertas acciones exteriores y a sancionar to íntimamente ligado al tema de la exterio-
la negligencia en este aspecto, prescindien- ridad. Se trata del hecho de que, en relacio-
do de la conducta interior del comandante nes sociales predominantemente secunda-
de la aeronave, excepto en cuanto ésta es rias, la ordenanza y el acuerdo son tenidos
im supuesto de aquellas; por eso los regla- en cuenta por el Derecho en la medida en
mentos sancionarán, por ejemplo, una falta que son "exteriores", quedando enérgica-
realizada con "buena intención", si el acto mente limitado el acceso a la "interioridad".
era en sí mismo ineficaz. A través de un Los "repartidores" autoritarios y autóno-
sencillo ejemplo, como el mencionado, pue- mos no pretenden que su ordenanza o acuer-
de verificarse la fuerte exterioridad del De- do se obedezca o cumpla sino en la medida
recho en las relaciones secundarias, en que la voluntad está exteriorizada. La
e) La juridicidad propia de relaciones se- interpretación tiende a enfocar, en este con-
cundarias puede asumir tanto la forma "au- texto, aquellas formas de manifestación de
toritaria" como la "autónoma": puede con- la voluntad que son más exteriores, en u.i
cretarse tanto en leyes, reglamentos, senten- tsfuer/o por despojarse en !o posible de la
cias, etcétera, como en contratos, testamen- "interioridad", y por eso se atiende, como a
tos y otras modalidades del "acuerdo". En demento más seguro a la palabra escrita.
una y otra forma predomina la exteriori- Notemos que entre los cuatro modos de ma-
dad <- : <). nifestarse la voluntad (escrito, sonido, ges-
f ) Este predominio de la exterioridad tíebs to, hecho simple), los tres últimos son "con
ser referido a los dos momentos de toda juci- duela humana dinámica" y el primero es
dicidad: 1°> establecimiento de la pauta; "resultado de la conducta" ('-'•">); la prefe-
2°) cumplimiento de la misma. La teoría ju- 2 encía por la escritura como el medio más
rídica corriente, en cambio, limita de mane- seguro para establecer la voluntad, mues-
la extraña, el tema de la exterioridad, al tra que no solamente se insiste en la exte-
segundo momento. Creemos que el proble- rioridad sino que se vuelca la atención so-
ma de la exterioridad del Derecho no se bre algo exterior a la misma conducta ma-
plantea sólo con respecto a la conducta de nifiesta. Esta actitud de preferencia hacia
obediencia-desobediencia (forma autorita- la exterioridad, en la hermenéutica del De-
ria» y cumplimiento-incumplimiento (for- recho cié ias relaciones secundarias, se ex-
ma autónoma); problema análogo aparece plica por la exigencia de certeza implicada
cuando se enfoca la conducta de ordenan- en ese tipo de relaciones sociales.
za (forma autoritaria) y de acuerdo (forma g) Así llegamos a un rasgo peculiar de la
autónoma i desde la perspectiva de la Teo- juridicidad analizada: la certeza exigida. Lo
ría de la Interpretación del Dereeho (-'•'*. que se ha de considerar "ordenanza" y
Interrogantes como ¿debe el intérprete limi- "acuerdo", y, por otra parte, lo que debe con-
tarse a las manifestaciones exteriores de siderarse "obediencia" y "cumplimiento", re-
fenómenos que, como la ordenanza y el quiere, cuando se trata de relaciones secun-
acuerdo, son interiores?, ¿qué relevancia ju- darias, certe/a. Se había, en este orden de
ideas, de "seguridad jurídica" en los si-
(23) Seguimos la analítica propuesta por la
guientes sentidos: 1°) Que el proceso de
"Teoría del Reparto" de GoHlschmidt, quien dife- creación del derecho positivo, proceso que
rencia entx-c "repartos autónomos", basados sobre es, desdñ luego, "encubierto", se realice con-
la cooperación, y "autoritarios", cuyo soporte es el trolado, en el grado máximo posible, por
"poder"; aquéllos siguen el esquema "aciicrdo- reglas manifiestas o exteriores; en este con-
cumplimiento". y éstos siguen e! cartabón "ordc-
nanza-obediencta": los primeros abarcan todo tipo texto, la lucha contra el jusnaturalismo sig-
de acuerdo (contrato,testamento, etc.), y ÍÍ«K se-
gundos pueden ser generales (por ejemplo, ley. re- ( 2 4 ) En rigor, la Teoría sobre la Interpretador
glamento, etc.) o individuales (sentencia, resolu- del Derecho debe, a nuestro juicio, referirse a 12
ción administrativa concreta, etc.). Cfr Gohl- conducta jurídica en todu su amplitud, y no sólc
schrnidt, W., obras citadas en notas 2 y 3 supra. al momento do creación de la pauta ("Interpreta-
especialmente Introducción al Derecho, passtm; ción üe la ley", p. ej.)
véase también nuestro comentarlo a dicha obra en (25) Liatón, op, ctt., págs. 54 y 59, sobre "re-
La Ley. t. 100, pags, J003-3017. sultados de la conducta" y "conducta cinética"
niñeó (y significa) oponerse a que los órga- averigua ia "buena o mala fe", etcétera. Es-
nos del poder establezcan reglas fundadas en tos ejemplos son citados a menudo por quie-
otras reglas que, por el hecho de no ser "vi- nes se han ocupada del tema de la exterio-
sibles" (manifiestas), por el hecho de ser ridad del Derecho, otorgándolos, sin embar-
encubiertas ("mandatos de la razón natu- go, un alcance indebido. La interpretación
ral"), podrían introducir un factor de in- adecuada de estos casos es diferente de la
certidumbre y arbitrariedad; la exigencia usual, y ya Pufendorf la explicó certeramen-
ce "positividad" representa, en este punto, te: cuando se trata de actos de obediencia,
un esfuerzo para dotar de exterioridad tam- el Derecho se despreocupa de los motivos y
bién al proceso de creación del Derecho ( 2 «). se atiene sólo a la exterioridad; en cambio,
29) Que la conducta de los destinatarios de cuando se traía de actos de desobediencia, el
las ordenanzas < los ciudadanos y los órganos aplicador del Derecho no se limita a la ex-
del Poder) esté definida, en cuanto obedien- terioridad sino que analiza las motivacio-
cia-desobediencia, según términos de com- nes (-'").
portamiento exterior, limitando en el ma- 4°) Hay pautas jurídicas que, si bien só-
yor grado posible el empleo de conceptos lo ordenan conducía exterior a sus destina;-
que impliquen conducta interior. 3?) Que tarios, tiene una función, y un propósito de-
les "acuerdos" y el "cumplimiento" de los clarado, de provocar determinada influen-
mismos respondan también a las exigencias cia sobre la personalidad, es decir, sobre la
señaladas en los puntos 1 y 2. conducta encubierta. En este sentido los
g> En la Juridicidad de las relaciones se- ejemplos son obvios; nos referimos a las
cundarias no predomina la exterioridad has- pautas que se proponen: a) transformar la
ta el punto de que se excluya por completo personalidad anormal (demente) en normal,
la interioridad. El papel que juega la inte- b) cambiar la personalidad delincuente en
rioridad en estas relaciones puede ser con- adaptada, c) modificar la personalidad de
ceptnaüzado de la siguiente manera: la niñez y juventud desamparada (y, en ge-
1"?) Cuando una pauta jurídica exige con- neral, podemos incluir aquí todo el Derecho
ducta exterior, también exige indirectamen- llamado "asistencia!"). Por ese motivo, es-
te la dosis de conducta encubierta que nor- ta zona del Derecho suele ponerse a cargo
malmente acompaña aquella, (como destinatarios de laü ordenanzas res-
2°) Como consecuencia del comporta- pectivas) de quienes poseen conocimientos
miento exterior exigido por las pautas jurí- científico-técnicos sobre la materia respecti-
dicas se produce una cierta conformación de va y que, en consecuencia, serán capaces pa-
la conducta encubierta. ra lograr aquella meta (influir sobre los sis-
S? i El Derecho autoriza, muchas veces, al temas de la personalidad).
que ha de dictar una regla jurídica, para en- 5°; Las pautas jurídicas deben conside-
trar al análisis de la conducta encubierta de rarse como un factor en la formación de la
ouien desobedeció exteriormente una orde- "personalidad básica" de los individuos (->•).
nanza. En materia penal, el juez averigua La teoría de la personalidad básica enseña,
los motivos que impulsaron a delinquir y, como hipótesis más .verosímil, que ella se
según sean éstos, queda autorizado para forma durante la primera infancia y que
graduar la responsabilidad (dolo, culpa, difícilmente se transforma posteriormente.
"homicidio preterintencional", "incapaci- No obstante, si bien la gravitación principal
dad en el momento del acto para compren- en este sentido la ejerce la familia y los
der la criminalidad de su acción o dirigir- grupos de juego de los niños, no es menos
la", etc.). En materia civil, el juez conside- cierto que otro grupo, la escuela, entra a
ra la culpa en el incumplimiento de las obli- desempeñar su pape] en una etapa relati-
gaciones, estima la intención que pueda ha- vamente primaria de la vida humana. Aho-
ber tenido un cónyuge para agraviar al otro, ra bien, el Derecho que regula ¡a acción edu-
cacional contribuye, de cierta manera, a la
(26) No corresponde aquí examinar el acierto formación de la personalidad básica de los
o desacierto de la interpretación que del jusuatu- individuos y, por consiguiente, penetra has-
ralismo hizo y nace esta actitud que exige "positi- ta cierto punto dentro de la interioridad.
vidad". En cuanto a la exigencia cH seguridad ju-
rídica en el momento en que nacía nuestra socie- 3. En este parágrafo analizaremos ia con-
dad industrial, cír. Moore, W. E., Las relaciones ducía jurídica propia de las relaciones pri-
industríales y el orden social, trad. del inglés por marias.
M. Monteforte Toledo, págs. 52, Fondo de Cultura
Económica, Méjico, 1954: (se consideraba como
condición esencial para el funcionamiento de un (27) Pufendorf, citado por Wcnzel, pág. 208.
"mercado libre") que "la estructura Jurídica debe (28) Sobre esta importantísima teoría, cír. 'a
ser una condición constante, de forma que el cono- exposición que hemos hecnu en esta misma Enci-
cimiento de su aplicación basta para calcular ra- clopedia, en el tema HETSBONOMÍA, í. 13, páíí 905
cionalmente los medios que llevan a finalidades y ja bibliografía allí citada, especialmente los tra-
«le mlerr.s personal". bajes de Kardisier, Dufrcnne y Promm.
a) Las relaciones sociales primarias (en- íntima de las relaciones primarias permite
tre cónyuges, padres e hijos, amigos, etc.) a los sujetos de la interacción captar el la-
tienen su propia juridicidad, caracterizada do encubierto con mayor seguridad que en
por el tipo de. contacto personal, directo, el caso de interacciones secundarias (33).
face to face, íntimo, concreto. Las pautas e) La manera cómo se definen los "roles"
que regulan la vida de una familia, por en los dos tipos de interacción puede aclarar
ejemplo, son, en pane, jurídicas ( w ) ; ellas el diferente pape! que juega la interioridad
exigen más que la sola conformidad exte- en uno y otro. En las relaciones secunda-
rior; el padre no se contenía con la obedien- rias los roles se definen de manera "segmen-
cia exterior de sus órdenes, exige de su hijo taria" ( 34 ); la interacción primaria presen-
cierta conformidad interior (actitudes, mo- ta, en cambio, roles "inclusivos", es decir,
tivaciones, sentimientos, etc.); éste, a su que tienden a abarcar la personalidad mis-
vez, no se satisface con la conducta mani- ma del individuo, sin limitarse a sectores de
fiesta del padre que cumple sus deberes de su comportamiento exterior.
asistencia, exige mucho más, relativo a la f) Más adelante definiremos la morali-
interioridad del comportamiento í 30 ); el dad real como aquella parte de la conducta
grupo familiar se considera capacitado para donde hallamos pautas internalizadas (*$).
controlar, hasta cierto punto, la intimidad La internalizacion3 es intensa en las interac-
de la conducta de sus miembros, y sus san- ciones primarias ( «), y por esto es explicable
ciones pueden, en efecto, garantizar el ajus- la tentación de limitar lo jurídico al terre-
te perseguido por sus pautas. Si la exterio- no de las relaciones secundarias, relegando
ridad es el rasgo peculiar ¿Je relaciones "se- las pautas de la interacción primaria, en
cundarias", la mayor proporción de interio- bloque, al campo de la moralidad. A esta
ridad es la nota característica de las rela- tentación ha cedido, en general, la teoría
ciones "primarias". Sería superfluo multipli- jurídica contemporánea ("). Es erróneo, sin
car los ejemplos que avalan esta afirma- embargo, reducir la juridicidad a la inter-
ción, acción secundaria; desde luego, la cuestión
b) Los contactos "primarios" existen en que estamos tratando no reside en el nom-
toda sociedad. Los "secundarios" se desen- bre que se aplique a una u otra zona del
vuelven progresivamente en la historia de comportamiento humano, sino la del reco-
los grupos humanos, hasta alcanzar un al- nocimiento e desconocimiento de la natura-
to grado de desarrollo en nuestra sociedad leza común que presentan. Hn efecto, pres-
industrial-urbana, donde coexisten ambos cindiendo tíe la insistencia sobre la exterio-
tipos de relaciones. La juridicidad sigue una ridad o interioridad, ya señalada, ambos ti-
evolución paralela (»*), pos de interacción presentan pautas con ras-
c) La juridicidad primarla puede concre- gos comunes (bilateralidad, existencia de
tarse a 2en formas autoritarias o autóno- sanción, etc.) que permiten hablar de una
mas ( ). La orden que el padre dicta al hi- juridicidad análoga. Lo jurídico se realiza
jo es un ejemplo de deraeho autoritario; un ds manera distinta en los dos niveles, man-
préstamo entre amigos es un ejemplo de de- teniedo, sin einbarj,f=, un núcleo común de
recho autónomo. En uno y otro caso tanto significaciones. La Teoría del Reparto, des-
la orden y acuerdo como la obediencia y arrollada por Goldschmidt, conceptualizaría
cumplimiento sobrepasan ampliamente el este fenómeno afirmando que en ambos ca-
lado exterior de la conducta. sos existen "repartos" (atribuciones tíe po-
d) La interioridad de las pautas jurídi- tencia e impotencia de alguien respecto de
cas primarias abarca los dos momentos del í'.iguien), que pueden asumir las dos formas
Derecho: I"?), establecimiento de la regia, fundamentales (autónomos y autoritarios),
2°) ajuste de la conducta a la regla. La in-
terpretación de ordenanzas y acuerdos, de (33) Véase supra. I, 5, d, la explicación de este
fenómeno en función del interés, capacidad y me-
actos de obediencia y cumplimiento, rebasa dios del "observador",
la exterioridad, porque la índole personal e (34) Cfr. Biesanz y Biesanz, op. eit., cap. 7.
(35) Véase infra núm. 4.
(29) Nos referimos al Derecho propio del grupo (36) Oír. Bernard, op. eit., pág. 240: "Los con-
familiar, no al Derecho que sobre la íamüla puede tactos con símbolos verbales no tienen, cuando los
establecer el Estado y que puede alejarse más o demás puntos permanecen iguales, el efecto dra-
menos de aquél. mático que da la acción de contacto cara a cara.
(30) La famosa frase del psicoanalista Féreítczi Es en el grupo de contacto directo, como ya indi-
"Los niños sin cariño se mueren", set relaciona con camos anteriormente, en donde se desarrollan la
la Importancia de la Interioridad dentro de la ía- mayoría de las actitudes y valores morales y emo-
milla. cionales de la personalidad humana".
(31) Otro es ei problema acerca del grado en (37) Asi, por ejemplo, dice Radbruch que "el
que lo secundario pueda desplazar a lo primarlo, derecho se retira ante la amistad, pues la con-
aun en su ámbito Inicial, ducta externa en ésta es cosa secundaria sin pro-
(32) Seguimos la terminología de Goldsctunldt, pia significación, sólo en cuanto tra'duce un estado
ya explicada; ver nota 23, supra. de conciencia" (Filosofía del Derecho cít., pág. 54).
y que pueden también organizarse según el lizaremos con algún detalle, en los pará-
esquema modelc-seguimie.nto (3S). La rela- grafos que siguen.
ción entre los dos conceptos de juridicidad b) Se llama pauta la respuesta de un ser
primaria y secundaria no es unívoca ni equí- humano a una situación total que funciona
voca: es análoga. Si se niega esto, se tien- como estímulo (*°). Este concepto ha sido
de fatalmente a despojar el Derecho de las fijado por el uso terminológico de sociólo-
relaciones primarias de toda ccnceptualí- gos, psicólogos y antropólogos contemporá-
zación precisa; en efecto, ¿cómo se lo defi- neos, y puede ser aceptado como punto de
nirá?, ¿como moralidad?; en este caso hay partida para nuestro análisis. No podemos
que definir ese término, y, si se emplea ei hacerlo, sin embargo, sin hacer algunas
concepto kantiano de "moralidad", el mis- observaciones acerca, del modo cómo los
mo resalta inaplicable a estos feíiómenc.s, científicos .de la conducta humana han
ya que la interacción primaria no se con- tratado el tema. En primer lugar, señale-
forma con la manera de la motivación ( 3S ), mos que es frecuente entre ellos la actitud,
exige contenidos de la misma; la definición a veces subconcieníe, de tomar la pauta
tradicional de la "moralidad" como el "há- como algo ya establecido y cuya función
bito" de. efectuar ciertos contenidos de la dentro de les restantes hechos de la con-
voluntad, contenidos que pueden ser exte- ducta se trata de averiguar; es -cierto que
riores o interiores, tampoco'es aplicable, ya ia teoría más admitida en el cuerpo de
Que la interacción primaria puede confor- aquellas ciencias destaca la diferencia entre
marse con ese contenido y prescindir del pauta "habitual" y "emergente" («) enten-
"hábito" o "virtud". diendo por la primera palabra la respuesta
Puede, pues, afirmarse que existe un De- ya establecida y por la segunda ia respuesta
recho propio de la interacción primaria, de frente a una situación nueva que plantea
índole análoga al de las relaciones secun- la necesidad de crear pautas diferentes de
darias, y que el criterio para distinguirlos las que. existen o bien crearlas sin el ante-
reside en la proporción de interioridad exi- cedente de otra anterior; es cierto, tam-
gida o tenida en cuenta. bién, que la teoría sobre la dinámica socio-
4. Hasta aquí hemos analizado la conduc- cultural de las pautas registra, como sus
ta jurídica. Si nos preguntamos ahora por dos momentos esenciales, el de la "inven-
la conducta moral, por ¡a moralidad real, ción" y "difusión", entendiendo por "inven-
parece no haber lugar, dentro del esquema ción" el punto de partida creador que apa-
de referencia seguido, para ubicar esos fe- rece en el individuo, y por "difusión" la
nómenos. Sin embargo, ¡a internalización aceptación (alternativa del rechazo) de
de las pautas, proceso que lleva a éstas a dicho cambio. Pero también es cierto, no
convertirse en m&tivos "internos" de la con- obstante lo dicho, que no se otorga la sig-
ducta porque el individuo las ha hecho su- nificación debida a estos fenómenos de
yas, nos señala cuál es ei campo de la "mo- creación, y que se tiende más bien a enfocar
ralidad". Llamaremos "moralidad real" el las pautas dentro de la etapa de difusión y
aspecto internalizado de la conducta huma- como respuesta habitual, dejando en se-
na; de la misma manera co-mo hemos proce- gundo plano su origen; especialmente, suele
dido en el campo del Derecho, aquí también dejarse de lado la explicación del mecanis-
debemos enfocar la exterioridad e interio- mo creador de las pautas. En segundo lugar,
ridad de este sector del comportamiento hu- el análisis de la" dinámica de las pautas,
mano. tomada en toda su amplitud, puede ser
a) La teoría sobre el "proceso de ínterna- abordado con mucha precisión empleando
llzación" tiene especial relevancia para el el instrumento analítico hasta la fecha más
tema de la moralidad real, y por eso la ana- completo y refinado de que disponemos
dentro de las Ciencias del Hombre: la Teo-
(38) Sobre el esquema modelo-seguimiento
ría de la Acción Social (*2).
("ejemplaridad"), que se refiere a la posibilidad c) El proceso de creación de pautas, tal
de generalizar un reparto y las razones que lo
fundamentan, lo cual conduce a que el reparto, (40) Véase Untos, oj>. cit., pág. 4.
fundado a Juicio de futuros repartidores, sirva de (41) Ibid., pág. 158.
modelo, cfr. Goldscfamidt, Introducción cit.. pa- (42) Elaborada por Talcoít y Parean*, E. A.
gina 70. Shlis, y otros colaboradores; véase de Parsons,
(39) El sistema de la Etica kantiana diferencia The Social Sgtíem, Ths Free Press, rjllnois, 1851;
tntre "legalidad", que es la conformidad o discon- Parsons y sus colaboradores, "Categorías funda-
formidad de una acción con la regla prescindiendo mentales de la teoría de la acción. Declaración g«-
de los motivos, 7 "moralidad", que es la conformi- ncral". trad. a! castellano de E. Verón, en Cuader-
dad del motivo de la acción con la idea del deber. nos del Inutituto de Sociología, de la Universidad
Cfr., por ejemplo, Kant, Principios metafisicos del {* Buenos Aires, 1957; ver también Sprott, W. J. H,.
Derecho, trad. castellana publicada por Ed. Arné- "Principia Sociológica", publicado en el British
rlcalee. con nota preliminar de F. Ayala, pág. 31, Journal of Socíology y reproducido en el mismo
Bs. Aires, 1943. Cuaderno citado.
como podemos conceptualizarlo a la luz del riencia del sujeto respecto de la situación
esquema de referencia de la Teoría de la que enfrenta, de la situación futura vista
Acción Social, puede ser explicado de la como "ajustada" por él, de los medios y
siguiente manera: la respuesta es la "ac- condiciones que pueden intervenir en el
ción" de un "actor" en una "situación" paso de una a otra. Todo esto lo aportan,
dada, persiguiendo "fines" determinados; el como elemento de experiencia que es, los
concepto "acción" se define como una "con- sentidos externos, la sensibilidad interna,
ducta orientada hacia la consecución de memoria, imaginación, etcétera. Puesto que
fines en situaciones determinadas, mediante este elemento es experiencial, tiene índole
gastos de energía regulados normativamen- a posteriori; abarca todo aquello que puede
te" ( 4 3 ). El "actor" es, en nuestro caso (mo- ser objeto de orientación "cognitiva" y "ca-
mento de la invención), un individuo hu- téctica" de la conducta encubierta del ac-
mano. La "situación" se define como tor ( < « ) . Por otra parte, la respuesta tiene
"aquello a que el actor hace frente" y abar- algo más. que lo anteriormente señalado, lo
ca objetos sociales (de los que se puede empírico; contiene la estructuración teleo-
obtener respuesta) y no sociales, incluyen- lógica de la conducta en función de "me-
do, asimismo, al actor. El hecho de incluir dios" y "fines", posible al ser humano por-
los fines del actor dentro de la noción de que éste, manejando símbolos, rasgo distin-
'•acción", implica, por parte de Parsons, el tivo respecto del animal, puede desarrollar
rechazo del behaviorismo extremo, y la in- una actitud "evaluativa"; el elemento que
troducción en su cuadro analítico de un no es de experiencia, que es a priori, está
actor que se orienta de triple manera: "cog- dado por la capacidad racional del ser hu-
nitiva", en cuanto aprehende internamente mano. La respuesta aparece como el resul-
la situación, "catécüca", en cuanto reac- tado de la actividad encubierta del ser hu-
ciona emocionalmente hacia la misma, y mano en sus dos partes: a posteriori y a
"evaluativa" en la medida en que se pro- •priori. La unión de ambos elementos en la
pone fines y dispone mentalmente los me- respuesta configura una pauta emergente
dios para lograrlos. La "respuesta" así ana- innovadora. El primer elemento da el "con-
lizada, aparece, pues, como ¿a conducta que tenido" de la respuesta (su "materia"), es
un actor realiza, en cierta situación que decir "lo que se hace"; y el segundo da la
enfrenta, como medio para obtener deter- "forma" (su estructura), es decir el "para
minado "fin" propuesto, que considera qué se hace". El segundo elemento, a priori,
'ajustado" (•"). puesto que reposa sobre la capacidad del
d) La respuesta que desarrolla el "actor" ser humano para estructurar teleológica-
'puede convertirse en habitual" para él, o mente su conducta, capacidad común a
rio, y también puede aceptarse por otros todo ser humano como tal, tiene la carac-
actores que enfrenten la misma situación terística de la "universalidad", en el sentido
(difusión) o rechazarse. Encontramos aquí de que todo ser humano, colocado en la
la distinción entre pauta "habitual" y misma situación, obraría de la misma ma-
"emergente" a que ya hemos hecho refe- nera, si se propusiera eí mismo "fin".
rencia. Digamos ahora que el campo de las f) De esta manera puede explicarse el
pautas emergentes y de la invención es ge- mecanismo de creación de una "pauta
neralmente el terreno de la conciencia por emergente". Ella puede ser repetida por su
oposición a la subconciencia o ínconciencia, autor, o por otros cuando la aceptan, di-
propias de la pauta habitual y de la difun- fundiéndose dentro de su grupo o, aún den-
dida ('•"•). El primero es, asimismo, el ám- tro de otros grupos. En cualquier caso, pa-
bito de la reflexión, en tanto que el segundo sado el momento de la "emergencia" de la
lo es del automatismo. pauta, ella se ubica en el nivel de la "ha-
e) En lo que sigue explicaremos el pro- bitualidad". Sea en su autor, sea en los que
ceso de creación de la pauta emergente. la aceptan, la pauta, entonces, se "interna-
Encontramos dos elementos. Por una parte, liza" más o menos (grados de internaliza-
la respuesta se realiza en virtud de la expe- ción).
g) Las Ciencias de la conducta humana
(43) Parsons y Shils. Toteará a General Thcory
han establecido actualmente, de manera
o/ Action. citado por Sprott, pág. 9; «••11 lo que si- clara, 7el mecanismo de la internaliza-
Rue empleamos la terminología de dicha Teoría, eión C ). Se traía de una teoría indispen-
tal como la expone Sprott.
(44) La palabra "ajuste" la tornamos en sen- (46) Estos términos se toman aquí en el sen-
tido amplio, abarcando tanto el "ajaste" definido tido que les ha impreso la Teoría de Parsons. '
en esta misma Enciclopedia, tema HETEHONOMÍI, (47) Scbrc todo la Psicología contemporánea.
como cualquier otra forma del mismo. La Antropología emplea el concepto paralelo de I»
(45) Paula difundida, que no es lo mismo que "endoculturación". 8obre la teoría de la interna-
"difusión". Aquella »-s el producto de este pro- lizaclón, que resumimos en el texto, lóase: Btif-
ceso. rif, M. nnd Shcrif, C,, An outline o/ social psyeho
sable para comprender el proceso que sigue leal, no corresponde aquí enjuiciarla como
la pauta desde su creación hasta su conver- ^aliosa o desvaliosa, ni establecer los tipos
sión en "interior". normales y anormales de internalización.
La internalización puede definirse como Este enfoque corresponde a la segunda par-
el proceso psíquico en virtud del cual la tí del presente trabajo, donde nos referimos
pauta entra a formar parte del sistema de a la conducta humana en cuanto relevante
motivaciones y actitudes del individuo, ad- desde el punto de vista axiológico.
quiriendo para48él el carácter de "motiva- i) La interiorización de las pautas se
ción interna" ( K Las pautas presentan di- produce con mayor intensidad dentro del
ferentes grados de internalización, desde un tipo de relaciones sociales que hemos lla-
estadio en el cual son percibidas como "ob- mado "primarias". En este sentido resulta
jetivas" (en el sentido de exteriores al in- muy cierta la caracterización que de los
dividuo y como ejerciendo presión exterior gi upos primarios hiciera Cooley (4!)) cuando
para su cumplimiento) hasta un estadio en ios llamaba nursery of human nature.
el cual son percibidas como "interiores" y 5. Podemos ahora resumir la diferencia,
como ejerciendo presión interna para su desde ei punto de vista de la exterioridad-
cumplimiento; los estadios intermedios son interioridad, entre conducta jurídica y mo-
vanados y numerosos. Cuando están inter- ral. La juridicidad de relaciones secunda-
nalizadas, las pautas se transforman en rias es predominantemente exterior; la de
'•motivos" para la, acción y tienden a inte- relaciones primarias contiene una dosis
grar un sistema (el sistema de la persona- mucho mayor de conducta interior. La
idad). moralidad es el terreno de las pautas in-
Lo importante, aquí, es notar cómo, en e! ternalizadas, asumidas como motivaciones
momento polar de la interiorización, la propias por ei sujeto. Debe quedar claro
pauta "emergente" tiende a perder, casi que aquí nos estamos refiriendo sólo a una
por completo, el vínculo qué se mantenía parte de la conducta moral: la realtiva a
or-tre la "respuesta" y el "fin". Esta ruptura relaciones de "alteridad" (es decir: aqué-
te produce en el grado extremo de la inter- llas que implican sujetos humanos diferen-
nnlización, cuando el sujeto adopta dicha tes del que actúa).
conducta como propia y formando parte de
'.«u motivación". En ese caso, es natural III. Segunda Parte
cjuo el individuo no hace depender la fuerza La conducta humana en cuanto valiosa o
obligatoria de la relación verificable entre desvaliosa es el segundo aspecto que enfoca
la acción y el fin que se propone lograr, la teoria tridimensional. También desde es-
{••¡no de la conexión entre dicha conducta y te segundo punto de vista analizaremos el
el mandato de la propia voluntad. La pauta comportamiento humano a la luz de la di-
"no matarás a tu prójimo'1 se encuentra tan cotomía exterioridad-interioridad.
internalizada, en personalidades normales, 1. Justicia objetiva y subjetiva. El con-
que no nos detenemos a establecer en cada
caso el fundamento sobre el cual reposa; cepto clásico sobre la justicia, tal como fue
nos basta verificar la situación en que esa legada por la antigüedad, ia definió como
pauta es aplicable, e. inmediatamente, el "constante y perpetua voluntad de dar a
mandato fluye dentro de nuestra conciencia. cada uno lo suyo"; la escolástica medieval
retomó esta fórmula desdoblándola en sus
h) En síntesis, el terreno de la moralidad dos elementos: a) justicia como "acto" de
real es e] de las motivaciones que aparecen ¡a voluntad consistente en dar a cada uno
romo pautas internalizadas, es decir, como lo suyo (suum) (50) ;b) justicia como "ob-
pautas que el sujeto asume como motiva- jeto" de dicho hábito, es decir el dar a cada
ciones propias. Puesto que este análisis en uno lo suyo. El'primer elemento constituye-
la primera dimensión de la conducta hu- la "virtud", y el segundo refiere al objeto
mana enfoca a ésta como comportamiento de la virtud, a ia justicia en sentido obje-
tivo. Claro está que ambos elementos no son
logy, págs. 174 y 175, 246 y sigs.. Ed. Harper & Bro-
thers, Nueva York, 1956; Newcomb. T. M., Social separables en ia virtud de justicia, ya que
Psychology, págs. 223 y sigs., Nueva York, 1958; ésta exige el elemento objetivo (objecta sunt
Young, K., Personalitu and problema of adjuste- priora virtutibus) ( » ' ) ; no obstante, la justi-
ment, págs. 109 y sigs., Ed. Routledge & Kegan cia en sentido objetivo,-el dar a cada uno
Paul, Londres, 1952. Hasta cierto punto, el con-
cepto proviene del Psicoanálisis, y fue denominado
"introyección" por Freud. (49) Cooley, op. cit., loe, oit.
(48) Además de la bibliografía citada en ñuta (50) Cfr. Ulpíano, en el Digesto, 1, 1, 10, pr.:
anterior, cfr. sobre este punto la definición que *e Iiistitia cst constaras perpetua voluntas tus suum
da sobre el proceso de internalizaron, en "Algun- cuique tribuendí.
nas definiciones de términos sociológicos", publi- (51) Cfr. Cathrein, V.. Filosofía del Derecho,
cación inimeografiada del Instituto de Sociología, trad. del alemán por A, Jardon y C. Sarja, pág. 41,
b'niversidad Nacional de Buenos Aires. Eci. Keus. Madrid. 1950.
lo suyo, es relativamente separable de la ye de su campo la interioridad, es decir, la
virtud, pues puede realizarse conducta justa virtud de la justicia (lo justo subjetivo).
en sentido objetivo sin poseer la virtud de d) La justicia objetiva representa el cri-
la justicia. El pensamiento tomista insiste terio axiológico relativo a la juridicidad,
precisamente en señalar que la justicia di- especialmente, de las relaciones sociales se-
fiere de "las restantes virtudes en el hecho cundarias ( 3ti ).
de que posee un objeto cuya rectitud puede e) El Derecho de las relaciones prima-
establecerse conforme a referencias obje- rias en cuanto tales, no fue olvidado por la
tivas (62) . Escolástica, cuando elaboró su teoría sobre
a) Para explicar esta extraña caracterís- los criterios de justicia. En efecto, ni lado
tica objetiva de la justicia, los escolásticos de la justicia stricto sensu, los escolásticos
señalaban que, en tanto las demás, virtudes reconocieron la existencia de otras formas
tienen un objeto que se toma en relación de justicia, de virtudes tales como las que
con el agente, la justicia, por el contrario, rigen la comunidad doméstica (secundum
tiene un objeto que es secundum se porque quid) y virtudes anexas a la justicia (d¿fi-
implica necesariamente la relación de al- ciant a perfecta ratione justitías). Dentro
teridad. del pensamiento tomista, por ejemplo, di-
b) Observemos que la justicia objetiva era chas virtudes no son justicia ',ímpliciter,
identificada con el Derecho, es decir con pero sí tienen en cierto sentido (secundum
el suum cuigue de la fórmula clásica ( 5S ). quid) razón de justicia; el objeto de'estas
La juridicidad así inferida a partir de la virtudes, la. correlativa justicia objetiva, tie-
virtud, es, naturalmente, sólo juridicidad ne, de manera análoga, razón de Derecho.
"recta", y no refiere necesariamente a una Los ejemplos que se citaban sobre esta ciase
posible juridicidad "injusta". Mas arriba(**) tíe justicia son significativos: relaciones
analizamos la conducta humana real llama- paterno-íiliales, entre esposos, la amistad,
da derecho, y vimos cómo ella puede asu- etcétera. Ellos nos señalan claramente que,
mir tanto ia forma justa como la injusta; edemas de una justicia objetiva en sentido
esta actitud es la que corresponde dentro estricto, hay una en sentido "análogo"; en
de un análisis del derecho según su primera ésta crece la proporción de interioridad exi-
dimensión, es decir en tanto conducta real gida. Las dos formas de justicia objetiva
Aquí, por el contrario analizamos ¡a con- pueden correlacionarse, como se ve, con los
ducta humana en tanto justa o injusta, y tíos tipos de juridicidad real que hemos
dentro de esta segunda dimensión puede diferenciado más arriba: la juridicidad se-
emplearse sin contradicciones el criterio cundaria y primaria ( 5 ?).
elaborado por la Escolástica acerca de la f ) . Un desarrollo reciente de la teoría clá-
justicia objetiva (el Derecho "rt-cto"), por- sica de la justicia i38) debe ser tenido muy
que se trata de describir no ya cualquier en cuenta en este momento de nuestro aná-
tipo de juridicidad sino sólo la axiológica- lisis. Según ese desarrollo teórico, la justi-
mente positiva. La justicia objetiva no pre- cia implica "pantonomía" (justicia absolu-
tende ser un concepto sobre la conducta ta) y su realización entraña "fracciona-
humana jurídica tal como es, sino tal como miento" ("cortes" que se operan a fin de
debe ser. realizar justicia relativa). Uno de esos "cor-
tes", es decir una de las aplicaciones del
c) En esta dimensión axiológiea, el De- método del fraccionamiento, es significati-
recho aparece, nuevamente, caracterizado vo para el tema que tratamos: "aislamiento
por" la exterioridad. Decía Santo Tomás, en de la justicia en su totalidad contra la éti-
este sentido, que "los hombres están orde- ca o, a fin de decirlo de modo más correcto,
nados entre ellos por sus actos exteriores, de la justicia en sentido objetivo contra la
por medio de los cuales se comunican" y virtud de la justicia. He aquí una autoapll-
tal "comunicación es del resorte de la jus- cación del método del fraccionamiento: la
ticia, la que es propiamente, la virtud direc- justicia se aisla a sí misma contra su mo-
tora de la comunidad humana" (»»). Si el tivación. El acto de justicia es, pues, justo
Derecho, en cuanto justo, objetivamente, o injusto con independencia del hábito que
exige exterioridad, claro está que se exclu- le engendra. Un hombre puede llevar a cabo
un acto justo sin que la virtud de la jus-
(52) Cfr. Lachance, L., £1 concepto de Derecho ticia le haya movido a llevarlo a cabo" (50).
según Aristóteles y Santo Tomás, trad. del francés
por F. N. A, Cuevlllas, págs. 242 y slgs., 3s. Ai- (58) Véase supra n, 2.
res, 1953. (57) Sobre esta doctrina escolástica, cfr. espe-
(53) Santo Tomas, Sum. theol., II, U, q. 58, cialmente Lachange, op. cit., cap. 8. y paasim.
Brt. 1. (58) Cfr. Ooldschmidt, La Ciencia áe la Justi-
(54) Véase supra n. cia, cit., cap. 2, sec. 1».
(55) Cfr. Lachange, op. cít., págs. 212 y 213, el (59) Ibid., pág. 93. Cfr. págs. 93 y 94(/ y notas,
texto de Santo Tomás y su comentario. donde este autor señala la diferencia entre erte
Si la justicia, dentro de este orden de ideas, la moralidad real que hemos analizado más
se autofracciona diferenciando justicia en arriba C 52 ). Dentro del comportamiento hu-
sentido objetivo y subjetivo (virtud), se in- mano, la motivación es el campo de la mo-
dica también la posibilidad de que el des- ralidad, y, en consecuencia, ella es la que
fraccionamiento se produzca con intensidad debe ser enjuiciada como valiosa, o desva-
diferente, y entonces, el grado menor de liosa por la Moral; para este enjuiciamien-
desfraccionamiento coincidiría con la jus- to, el criterio utilizabie es el de la justicia
ticia objetiva de las relaciones secundarias, en sentido subjetivo. ¿Cuándo puede decirse
y el grado mayor coincidiría con la justicia de una motivación que ella es axíológiea-
objetiva de las relaciones primarias. mente positiva? Brevemente, digamos que,
g) Este fraccionamiento efectúa un corte para configurarse como motivación "justa"
entre la motivación y su contenido, que (virtud de justicia), ella debe reunir las
puede ser interno o externo ( 60 ). Pero hay siguientes características: 1*) ajustarse a sí
otro fraccionamiento posible: el que se rea- misma (espontaneidad); 2*) ajustarse a un
liza entre el contenido externo y el interior, contenido (exterior o interior) que, a su
que no debe ser confundido con aquél. En vez, se ajuste a las3necesidades de la "natu-
este sentido, la juridicidad primaria se ca- raleza humana" (« ).
racteriza por un desfraccionamiento intenso i) La primera característica (la esponta-
(ia vida familiar, la amistad, etc., exigen neidad) no está contrariada, en sí misma,
una fuerte dosis de comportamiento inte- por el hecho de que exista el mecanismo
rior, sobre todo de tipo emocional); la ju- real de la "internalización" ya analizadoí64).
ridicidad secundaria, en cambio, se carac- Sólo es incompatible con cierto tipo de in-
teriza por un fraccionamiento enérgico í*1). ternalización, aquel que impide al sujeto
Obsérvese que, en ambos casos, no se trata asumir las pautas respectivas como suyas
de exigencia respecto de la motivación, sino, áe manera espontánea.
directamente, de contenidos de la misma, j) La justicia subjetiva y objetiva son
que pueden ser interiores o exteriores. diferentes entre sí, pero no extrañas. Esta
h) La justicia en sentido subjetivo, es debe hacer posible aquella. La conducta
jurídica, enfocada desde la perspectiva
decir la virtud, es el correlato axiológico de axiológica, se conceptualiza como promotora
de motivaciones virtuosas. Dice Radbruch,
"corte" de justicia objetiva y virtud y el que se en este orden de ideas, que "Es claro que el
hace entre conducta exterior y motivación: "aten-
gámonos a la responsabilidad meramente objetiva, Derecho no puede imponerse la misión de
como en tiempos primitivos en el Derecho penal servir directamente al cumplimiento de los
y en tiempos modernos en el Derecho civil, o ex- deberes éticos: el cumplimiento de los debe-
tendamos el examen de la justicia a la motiva- res de la Etica es, por la fuerza del mismo
ción de las personas, siempre nos movemos dentro
de la órbita de la justicia, puesto que el examen concepto, obra de la libertad, que no es po-
de la motivación se para en las capas suíerficlales sible, por tanto, imponer mediante la co-
del dolo o de la culpa y no penetra en las honduras acción jurídica. Ahora bien, si el Derecho
de la virtud. Los conceptos jurídicos de culpabili- no puede imponer el cumplimiento de los
dad, mala y buen» fe, deliberación, a sabiendas,
etcétera, no contemplan el aspecto ético de la mo- deberes éticos, sí puede hacerlos posibles:
tivación sino su faceta psicológico-juridica". Cree- el Derecho es la posibilidad del cumplimien-
mos que el aspecto ético ("moral" según la termi- to de los deberes morales o, dicho en otros
nología que hemos seguido) se concreta en ciertas términos, la medida de la libertad exterior
características, analizables psicológicamente, rela-
tivas a la motivación que es, al fin y al cabo, algo sin la que no podría existir la libertad in-
psíquico; ya veremos, más adelante, que la. virtud terior necesaria para las decisiones éticas.
es un tipo de motivación; en cuanto a los ejemplos La garantía de aquella libertad externa
citados (examen de la motivación) por este autor,
han sido estudiados en este mismo trabajo, supra constituye la esencia y la medida de los
II. 2, g, y aquí sólo agregamos que, desde el punto Derechos del Hombre"(65). Recientemente,
de vista axiológico, el examen de las motivaciones se ha señalado que el principio supremo de
permitido a veces por el Derecho, no carece de re- la justicia, en sentido objetivo, "estatuye la
levancia respecto de la "virtud".
(60) El contenido de la motivación (el "qué")
puede ser exterior (por ejemplo: pagar una deu- para actuar como engranaje de una especie de
da) o interior (por ej. el afecto entre amigos), máquina, de un aparato técnico erigido con arre-
(61) Por ejemplo, la burocracia; se ha dicho, glo al principio de racionadidad funcional" (Aya-
acerca del surgimiento del Estado moderno y su la, P., Introducción a las ciencias sociales, pág. 211,
burocracia, que "todas las instancias políticas ad- Ed. Aguilar, Madrid, 1955).
quieren ese carácter impersonal que es propio de (62) Oír. supra II, 4.
las organizaciones burocráticas. El Estado es un (63) Véase sobre este tema nuestra exposición
ente abstracto, representado por funcionarios que en esta misma Enciclopedia, vocablo HETEBONO.MÍA,
tratan de colocarse ellos mismos en la actitud del J3OSSHfl>.
ente al que sirven, prescindiendo de su voluntad (64) Cfr. supra XI, 4.
propia, de su Interés propio, de sus gustos, de (65) Radbruch. Introducción a la filosofía del
todo lo que constituye la Humanidad viviente, Derecho cit.. pag, 88. '
libertad tíel desarrollo ác la, personali- de todas según una ley universal, es en
dad"^»). verdad, una ley que me impone una obli-
k) La segunda característica de la j-usti- gación; pero que no exige de mí el que a
r:a en sentido subjetivo, el ajuste de la causa de esta obligación deba yo sujetar mi
motivación a un contenido, a su vez, ajus- libertad a estas condiciones mismas; úni-
tado a las necesidades de la naturaleza hu- camente la razón dice que éste es el limite
mana, nos lleva al problema de si la virtud asignado a la libertad por su idea, y que
implica un contenido. Este punto, central de hecho puede ser contenida en él por
para toda especulación ética, ha sido objeto otro" ( ( i s ). Lo peculiar de la doctrina kan-
de discusión dentro de la Etica kantiana, y tiana reside en el tipo de interioridad atri?
lo examinaremos, con referencia a esa doc- buido a la moral. Se refiere, en efecto, al
trina, en el parágrafo siguiente. tipo de "motivo" que ha de ser considerado
2. La Teoría del Derecho y de la virtud axiológicamente positivo.
tu- Manuel Kant, imprimió a la dicotomía c) ¿Qué es "deber"? Para el filósofo de
oxterioridad-interioridad, y, especialmente Kóenigsberg "deber es la acción a que una
al término "interioridad", un sentido pecu- persona se encuentra obligada. Es, pues, la
liar, con el objeto de diferenciar netamente materia de la obligación, y puede ser idén-
los campos del Derecho y la Moral. tico (en cuanto a la acción), aunque po-
a) La doctrina del filósofo de Kóenigsberg íamos venir obligados a él de diferentes
T.I> puede ser ubicada como un análisis de maneras" ("'•').
la primera dimensión de la conducta hu- d) En el texto mencionado ya Kant es-
mana, es decir como un enfoque del com- tablece que el contenido de dos pautas de
portamiento real. Por el contrario, refirién- naturaleza diferente (Derecho y Moral)
dose al Derecho o a la Moral, él pretendía puede ser idéntico, si bien el motivo que
establecer criterios de valor sobre ambos lleva a realizar ese contenido puede dife-
(ampos de la Etica; esto resulta notorio en rir. Así se comprende que el filósofo esta-
cuanto a su teoría de la virtud; pero tam- blezca en otro lugar que "una legislación
bién debe ser recalcado en cuanto a su puede, pues, diferir de otra por sus motivos
teoría del Derecho; en este sentido decía (asemejándosele respecto de la acción que
Kant que "la cuestión de saber si lo que convierte en deber; por ejemplo, las accio-
prescriben estas leyes es justo, la de dar por nes pueden ser siempre externas)" (™). La
si el criterio general por cuyo medio pue- pauta moral o jurídica puede tener el mis-
dan reconocerse lo justo y lo injusto (;«s- mo contenido ("deber"); su diferencia sur-
tnm et injustum), nunca podrá resolverla ge cuando se establece que la pauta moral
a menos de dejar aparte estos principios ordena cierto motivo (la representación de
empíricos y de buscar el origen de estos jui- dicho deber por sí mismo), en tanto que la
cios en la sola razón (aun cuando estas le- pauta jurídica permite cualquier motivo, sea
jos puedan muy bien dirigirle en esta inves- el de la representación pura del deber o no;
tigación) , para establecer ¡os fundamentos de aquí que "la legislación que de una ac-
de una legislación positiva posible. La cien- ción hace un deber, y que al mismo tiempo
cia puramente empírica del Derecho es da este deber por motivo, es la legislación
(corno la cabeza de las fábulas de Pedro) moral. Pero la que no hace entrar el motivo
una cabeza que podrá ser bella, pero tiene en la ley, que por consiguiente permite otro
un defecto y es que carece de seso" («"). motivo que la Idea del deber mismo, es la
b) Enfocada la cuestión de esta manera legislación jurídica" (").
debe notarse que para Kant la diferencia e) El filósofo de Kóenigsberg llamaba
entre Moral y Derecho no estriba principal- '•motivo interno" a la representación del
mente en la exterioridad del primero y en deber por sí misma, y "motivo externo" n
l-i interioridad de la segunda. Para él la los motivos "interesados del arbitrio" o ¿o
juridicidad es, ciertamente, exterior, de una que es lo mismo "las inclinaciones y aver-
manera aproximadamente igual a como es- siones". Moral y Derecho se diferencian por
to se entendía tradicionalmente. "Por con- la interioridad y exterioridad no de los de-
.si«uiente, la ley universal de Derecho: obra beres, sino de los motivos; el cumplimiento
oxteriormente de modo que el libre uso de de la promesa hecha en un contrato, para
su arbitrio pueda conciliarse con la libertad tomar el ejemplo de Kaní, cae bajo una
pauta jurídica y una moral; el deber es ex-
(66) Goldstíhmidt, Ciencia de la Justicia Clt., terno, pero mientras la pauta jurídica ad-,
púgs. 189 y siga.
(67) Kant, M., Principios metafísicas del Dere- mite en el sujeto cualquier motivo y su'
rho, pág. 36, Ed. Américalee, Bs. ASr¿s, 1943; en un
Kentido, ciertamente, el principio kantiano del De- (68) íbid., pág. 47.
recho era novedoso, en cuanto restringía la juri- (69) ÍWtí., pág. 36.
dicidad justa a la mera coexistencia exterior de los (70) ¡bid., pág. 31.
seros humanos. (71) íbid., pág. 31.
conforma con legalidad, y por eso se dice admiten varios tipos de hipótesis (condi-
que el Derecho es exterior (hace abstracción ción) que expresan los diversos fines de la
de los motivos), la pauta moral en cambio conducta humana.
ordena efectuar dicha acción externa por- g) El imperativo categórico es "a priort":
que es un deber, es decir que e) motivo debe "es una proporción sintético-práctíca a
ser ia simple representación de la conducta priora" ("").
debida con extensión de todo otro motivo, o h) La moralidad es, para Kant, formal
sea exige moralidad y, siendo interior, en el en el sentido de que su obligatoriedad no
sentido de que cierto motivo es el ordenado, depende del contenido de la acción (del
"no cae bajo el poder de ningún legislador "qué") sino del "cómo" de la motivación;
externo" ( 7 -). cuando ésta consiste en obrar de tal ma-
Es por eso que el contenido de la pauta nera que el sujeto pueda querer que la má-
es, en principio, indiferente para distinguir xima de su acción se convierta en ley uni-
Derecho y Moral y en este orden de ideas versal, nos encontramos, según el filósofo,
decía Kant que la Moral tiene también "sus ante "moralidad".
deberes propios (por ejemplo los deberes i) A fin de estimar criticamente la doc-
respecto de sí mismo); pero esto no !e im- trina del filósofa de Koenigsberg, debe re-
pide tener otros comunes con el Derecho, cordarse la explicación sobre el proceso de
independientemente del modo propio de internalización de pautas expuestas más
obligación" y entonces es 'claro que existen arriba < T S ) . Habíamos llegado a la conclu-
"un gran número de deberes directamente sión de que la moralidad es el terreno de
morales; pero la legislación interna consi- las motivaciones internalizadas, es decir de
dera también todos los demás como deberes las pautas que el sujeto asume como pro-
morales indirectos" ( 7;í ), El filósofo quiere pias. También habíamos establecido que en
decir, en suma, que al Derecho interesa el el momento de la "emergencia de la pauta",
"que" de la acción y no el "como", y que la situación futura a la cual el sujeto se
la Moral se interesa por el "como" antes propone llegar mediante su "respuesta" es
oue por el "que" (contenido). aprehe'ndida y sentida por él como "ajus-
f) La exterioridad es el dominio del im- tada" (el "fin" es ¡a situación futura pro-
perativo hipotético y la interioridad el cam- puesta, y la conducta desarrollada el "me-
po del imperativo categórico. dio" para arribar a esa meta). Y que al
¿Qué es un imperativo? Para Kant, "la producirse la internalización de tina pauta
representación de un principio objetivo, en primitivamente "emergente", la respuesta
tanto que es constrictivo para una voluntad, conducta! se independiza de la situación
Mámase mandato (de la razón), y la fór- íutura "propuesta" y adquiere una obliga-
mula del mandato llámase imperativo ( 7 4 ). toriedad adicional que deriva del hecho de
Los imperativos incluyen siempre, dentro encontrarse formando parte del sistema de
de su fórmula, un "deber ser" ( 7íi ), y admi- motivaciones del sujeto; siendo fácil, en es-
ten la forma hipotética (necesidad práctica ta dinámica, pasar a la afirmación, por
de una acción como medio de obtener otra) parte del sujeto que ha interiorizado la pau-
o la categórica (necesidad de una acción ta, de que la obligatoriedad de la misma no
por si misma sin referencia a otro fin) ('«). se refiere a la acción en sí, sino que reposa
La interioridad, hemos visto, es el campo sobre la motivación interna. Antes de inter-
de la moral. Kant atribuye a ésta el impe- nalizarse, la pauta es obligatoria, por su-
rativo de forma categórica. La interioridad puesto, con relación al sujeto, pero se funda
es el dominio del imperativo categórico: t-n la verificación o hipótesis de que la con-
"obra sólo según una máxima tal que puedas ducta ordenada está unida (como causa-
querer al mismo tiempo que se torne ley efecto) con la situación futura (fin), y sólo
universal"; este imperativo es el que, según en tanto que pueda verificarse dicha rela-
Kant, otorga "moralidad" a una acción, la ción, la pauta será obligatoria. Después de
cual sería, por dicho motivo, "interior". internalizarse, la obligatoriedad ha dejado
La exterioridad, hemos visto, es el do- de pertenecer a la acción misma y se des-
minio del Derecho. Según Kant, ¡a exterio- plaza hacia la motivación, quedando una
ridad sería el campo de acción dominado obligatoriedad derivada para la acción mo-
por los imperativos hipotéticos, los cuales, tivada; el "qué" es desplazado por el "cómo",,
Ahora bien, de aquí deriva una consecuen-
(72) »>id., pág. 33. cia importante, que sirve para comprender
(73) ¡biá., págs, 33 y 8». la teoría kantiana sobre la moralidad: cuan-
(74) Kant, M., Fundamentación de la metafí- tío el sujeto reflexiona sobre la obligatorie-
sica de tas costumbres, trad. del alemán por
M. García Morente, pág. 58, Espasa-Caipe, Bs. Ai- dad de «na pauta internalizada, por ejem-
res. 1946.
(75) JWd., pág. 60. (77) Ibid., pág. 70.
(76) Ibtd.. pá». 81. (78) ;Véase supra II, 4; possim.
pío en la reflexión filosófica que no tenga la pauta señala una respuesta que cual-
en cuenta el proceso de la intemalizasión, quier ser humano daría en la misma situa-
que es el caso de Kant, es muy fácil que el ción, y que también se apoya en aquella ca-
pensamiento se deslice hacia la admisión pacidad simbolizante del hombre; Kaní, que
de dos tipos de pautas: 1°) de estructura había eliminado el primer elemento aprio-
hipotética ícuyo esquema "si quieres A de- rístico por el hecho de aceptar sin examen
bes hacer B" es el de la pauta no internali- la división entre pauta hipotética y categó-
zada) , y 29} de estructura categórica (cuyo rica, se apoya en el segundo aspecto aprio-
esquema "debes hacer B sin condiciones", rístico, y, de esta manera, se explica su idea
es el de la pauta internalizada). Para el del carácter "a priori" que tendrían los im-
sujeto que ha internalizado unas pautas y perativos de la moralidad (obrar de tal ma-
otras no, las primeras aparecen con estruc- nera que la máxima 'acción pueda conver-
tura categórica y como "absolutas" (sin con- tirse en principio de legislación universal}.
diciones), en tanto las segundas aparecen Sabemos ya que este principio de universa-
ante él como hipotéticas y "relativas" (con lidad es Innegable, pero que él es sólo con-
condición de que se desee lograr cierto fin). secuencia del carácter teieológico del pro-
No obstante, éste es el modo como apare- ceso creador de pautas, y no puede adoptar-
cen al sujeto las pautas, y no puede servir se como punto de partida para explicar la
para efectuar un distingo esencial entre obligatoriedad de las mismas.
unas y otras, a menos q«e se ignore el me- j) La exagerada proyección áb interio-
canismo de adquisición de las pautas. Esto re hamini del pensamiento kantiano, repre-
es lo que, en el fondo, sucedió dentro de la senta, por el hecho de apoyarse sobre puntos
doctrina kantiana sobre la moralidad y el de partida tan frágiles y artificiales, un
Derecho. Kant desconocía, naturalmente, bloqueo de la teoría ética, en cuanto impide
el mecanismo de internalización, hoy exten- su acceso al verdadero soporte de la obliga-
samente analizado por las ciencias de la toriedad de toda pauta: su contenido empí-
conducta humana; era lógico que convir- rico estructurado teleológlcamente. Se trata
tiera, en consecuencia, una división empí- en suma, como lo hemos mostrado más arri-
rica entre grados de internalización, en cri- ba (<») de un problema de "ajuste", en va-
terio para diferenciar las reglas morales de rios sentidos: 1°) ajuste del contenido de
cualquier otro tipo de reglas; aquellas se- las motivaciones aS1las necesidades de la na-
rían las que nosotros hemos llamado "inte- turaleza humana ( ), 2°) ajuste de las mo-
riorizadas", y cuya obligatoriedad era fácil, tivaciones a dicho contenido, 3°) ajuste de
entonces, hacer reposar sobre sí mismas, la motivación a sí misma (espontaneidad).
Prosiguiendo en el curso de su teoría, Kant El primer tipo de ajuste delimita el campo
trataba de establecer una fórmula que ex- de la justicia objetiva (Derecho justo), en
presara lo común a toda "norma moral", tanto los dos últimos trazan la órbita de la
¿cuál podía ser?, ¿cuál podía ser la carac- justicia subjetiva (virtud) o "moralidad". .Y
terística de la obligatoriedad de pautas que si existen pautas (las jurídicas) que de-
están internalizadas hasta el punto de que ben limitarse a lo primero, exigiendo pre-
el sujeto las considera "suyas"?; era lógico ponderaníemente contenidos "manifiestos"
inferir que io común de normas interna- del obrar, hay pautas (las morales) que exi-
lizadas consiste en que deben ser cumplidas gen internalizarse como motivos propios del
"por ellas mismas", es decir que su obliga- sujeto. Esto último, empero, no debe hacer-
toriedad no depende de la acción estimada se sin perder de vista el 82coatenido de la
como "medio" para un "fin", sino del hecho motivación internalizada ( ).
de que la acción está "así ordenada". He k) Cabe subrayar que, para el filósofo de
aquí el origen del "imperativo categórico". Koenigsberg, la juridicidad se caracterizaría
Por otra parte, ya hemos señalado, y es evi- por el carácter hipotético de sus pautas; la
dente respecto de normas corno por ejem- hipótesis es dentro de su doctrina, de ín-
plo "no matarás", que ellas tienen un doble dole especial, es interesada (seria el esque-
elemento apriorístico: 1) la estructura te- ma !isi quieres evitar la sanción, debes hacer
leológiea derivada de la capacidad del ser A en la situación x"); así lo demostrarla
humano para manejar simbólicamente la
realidad y estructurar su conducta según el (80) Véase supra. ni, I, h. Cír. también nuestro
esquema xnedio-fin ('»), y 2} la nota de uni- trabajo HsírEsoiroMÍA cit. passim,
versalidad, consistente en el hecho de qae (81) Véase en HETEEONOMÍA cit. qué entende-
mos por "naturaleza humana" analizada emptel-
camente a tiavéa de les ciencias fie la conducta
(78) Sobre el manejo simbólico de Ja realidad humana.
por el ser humano, como base para 1& acción, cír. (82) Consideramos muy valiosos desde «se pun-
Dewey, J., Lógica; teoría de la investigación, trad. to de vista, para la teoría ética, ¡as aa&lisis da
eSei inglés por E, Xraaz, passim, Fondo íte Cultura Fromm, E,, Etica, y psicoanálisis, Z* ed., Pondo d«
Económica, Méjico, 1950. Cultura Económica, Méjico, 1967,
el siguiente texto: "Considerada esta últi- actitud objetiva. Se trata, precisamente, del
ma legislación (jurídica) se observa fácil- carácter exterior (««) de la conducta jurídi-
mente que sus motivos, diferentes de la idea ca descripta por la norma que, al eludir en
del deber, deben buscarse entre los moti- gran medida la conducta encubierta o inte-
vos interesados del arbitrio, es decir, entre rior, elimina en la misma proporción todo
las inclinaciones y aversiones, pero especial- factor subjetivo de la tarea descriptiva. En
mente entre las aversiones, porque una legis- efecto, la descripción de un objeto conduc-
lación debe ser coactiva, y no como un ce- tal manifiesto o exterior es más fácil, aten-
bo que atraiga" (8S). to al carácter empíricamente verificable de
TV. Tercera parte. La tercera dimensión la descripción. •
de la teoría tridimensional sobre la conduc- 2. El Derecho de las relaciones sociales
ta humana enfoca a ésta en cuanto descri- primarias y el problema de la descripción
ta normativamente. Puede definirse la "nor- normativa.
ma" (84) como la descripción lógica (obra, a) Los protagonistas de la interacción pri-
pues, del pensamiento) de la conducta por maria, de la misma manera que los de las
un tercero neutral. relaciones secundarias, también captan el
1. El Derecho de la interacción secunda- Derecho bajo la forma imperativa. En esto,
ria- puede ser descrito normativamente. en nada se distingue aquella situación y la
a) Los protagonistas de la interacción aquí analizada. En otro aspecto, en cambio,
captan lógicamente (con el pensamiento) existe una profunda diferencia. Se trata de¡
las ordenanzas y los acuerdos (83) median- hecho que, predominando la exterioridad
te "imperativos". Ahora bien; los imperati- dentro de las relaciones secundarias, la "hi-
vos pueden encontrarse eji estado conciente pótesis" (que indica un "fin"), es o puede
o subconcieníe. En tanto permanecen en el ser definida con exactitud, de manera pre-
subconciente, en tanto no se reflexiona so- via. Por el contrario, en la interacción pri-
bre ellos, aparecen como "simples impera- maria, predominando la interioridad, la hi-
tivos", que no son categóricos ni hipotéti- pótesis incluye una situación que sólo es
cos; su estructura responde al siguiente es- Euceptible de definirse con exactitud, para
quema: "En la situación A debo hacer B". los protagonistas, en el curso mismo de la
Cuando se ejerce la reflexión racional so- interacción.
bre los imperativos, o cuando éstos se crean, b) E] observador neutral que pretenda,
aparecen, siempre para los protagonistas, definir con actitud de tercero la conducta
con la estructura hipotética, en cuanto pre- jurídica de relaciones primarias mediante
sentan una hipótesis como condición para "normas",, tropieza con la dificultad básica
que sea obligatoria, cierta conducta; la hi- del alto grado de interioridad que las ca-
pótesis señala un "fin" y la conducta con- racteriza, lo que constituye un obstáculo pa-
dicionada señala un "medio" ("para obtener ra su descripción en términos verifieables
A debo hacer B"). empíricamente.
b) Si ahora enfocamos la descripción que 3. Descripción normativa de la moralidad
hace un tercero neutral, nos encontramos real.
con una ."norma". Se trata de una situa- a) Cuando una pauta (nacida dentro de
ción muy diferente de la anterior, donde se relaciones secundarias o primarias) se in-
hablaoa de ''protagonistas" y del modo có- ternaliza, integrando el sistema de motiva-
mo captan ellos las pautas de la interacción ciones del sujeto, la captación lógica de di-
jurídica. En la situación ahora señalada, el eiía pauta por los protagonistas se efectúa
pensamiento présenla una estructura hipo- bajo la forma de "imperativo" que, en tan-
tética, donde la hipótesis indica la situa- to no se reflexiona sobre él, en tanto perma-
ción condicionante de cierta conducta ("Si nece en e! sr.bcünciente, no adopta la estruc-
es A, debe ser B", o bien "Dado A debe ser tura hipotética ni categórica: es un "sim^
B") de una manera neutral, lo que indica pie Imperativo", que sigue el esquema. "En
!a aótitud de tercero del que describe. La la situación A debo hacer B". Cuando los
posibilidad de que un tercero neutral des- imperativos son objeto de reflexión racio-
criba la conducta jurídica (ordenanza o nal, cuantío aparecen en e] nivel de la con-
acuerdo) de manera objetiva, está ya indi- ciencia, ellos adoptan la forma hipotética,
cando, con evidencia, que hay algo, en el donde la hipótesis señala un "fin" que se
objeto mismo descrípto, que posibilita esa estima "ajustado" y que aparece como la
condición para efectuar cierta conducta
(83) Kací, Principios metafísicas del Derecho ("Para obtener A, que implica un ajuste, de-
cit., pág, 31. bo hacer B");
(84í Seguimos la Teoría tte la Norma, expuesta
por GoWsehaiidt. Cfr. las obras citadas en las no- b) Cuando un tercero, en actitud neu-
tas 2 y 4, passim, tral, enfoca las pautas internalizadas con
(85) Recuérdese el significado preciso que atri-
buimos a estos términos, xupra nota 23. (86) Predominantemente exterior.
el objeto de describirlas, lo hace mediante por los medios generales que el Derecho es-
una "norma". Esta presenta una estructura tablece para probar las obligaciones.
hipotética, en donde la hipótesis señala neu- "Otra diferencia de importancia existe en
tralmente el "fin" y la consecuencia indica, la responsabilidad contraída con motivo de
también neu I raimen te, el "medio" (la con- la operación concertada con la mediación,
ducta que se considera llevará a la realiza- y es la de que los intermediarios privados no
ción del "fin"). Conceptuali'jar las pautas vienen obligados a responder de la identi-
internalizadas de otra manera, subsumién- dad y de la capacidad legal de los contra-
dolas bajo la estructura "categórica", como tantes, ni. en su caso, de la legitimidad cíe
lo hizo Kant, implicaría desconocer un as- sus firmas, al paso que los colegiados han de
pecto decisivo de la eticldad: el carácter responder legalniente de unas y otras en los
racional de la decisión humana («« oís). negocios en que intervengan por una y otra
pc.rte contratante.
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas.
"El intermediario privado o libre, por su
INTERLOCUTORIO. (V. SENTENCIA IN- intervención, tan sumamente extendida, en
.TERLOCUTORIA.)
la actualidad, en las operaciones mercanti-
les del pequeño comercio, debiera ser obje-
INTÉRLOPE. Dícese —según el Dicciona- to de reglamentación para garantizar al
rio de la Academia— del comercio fraudu- vendedor y al comprador la buena fe de su
lento de una nación en las colonias de otra intermediación, la lealtad en la venta, la
o de la usurpación de privilegios concedi- calidad, entrega del género vendido y la
dos a una compañía para las colonias, y se solvencia del comprador para seguridad del
aplica también a los buques dedicados a es- pago al vencimiento del plazo estipula*
te tráfico sin autorización. do" O).
Según Cabanellas, intermediario es aquél
INTERMEDIARIO.* En una nota de Jo- c4ue "hace o sirve de enlace o mediador en-,
sé Buxade, encontramos la acepción correc- iré dos o más personas; y más especialmen-
ta tíe este vocablo, en el Derecho español te entra productores y consumidores. Debi-
moderno. "El que media entre dos o más per- do a ellos, el nombre de intermediarios se la
sonas para arreglar un negocio. El agente n plica a los comisionistas y representantes,
mediador entre vendedores y compradores a los comerciantes, proveedores, acaparado-
para ajustar los contratos, especialmente res, etcétera. La voz no tiene sentido social
mercantiles. encomiástico, por verse en ella una causa,
"El intermediario puede ser oficial y pri- quizá suprimible, del encarecimiento de los
vado; pertenecen a la primera categoría les productos y del costo de la vida" (-').
agentes de cambio y bolsa, los corredores Hemos definido esquemáticamente, la fun-
colegiados de comercio y los corredores in- ción del intermediario en la vida moderna.
térpretes de buques. El Código de comercio Todo cuanto signifique una aproximación
español reconoce dos clases de intermedia- tnt;e dos o más factores económicos que de
rios: los colegiados y los libres,, con la nota- otra manera podrían permanecer ajenos in-
ble distinción entre unos y otros, cíe que a definidamente, le está encomendado. Des-
los colegiados se les equipara a los notarios empeñan, por éste motivo, una trascenden-
públicos, en asuntes de comercio, puesto que tal misión en todos los pueblos, tanto más
sus libros y pólizas hacen fe en juicso sin importante cuanto más intensa es la vida
necesidad de ninguna otra prueba, mien- cíe relación entro personas e instituciones.
tras que a los libres o privados se ¡es tiene Algunos aspectos <¡c su actividad se hallan
como simples mediadores particulares en ¡as enfocados por sistemas de leyes especiali-
operaciones mercantiles en que han inter- zadas; otros están sometidos a las reglas
venido, debiendo, en consecuencia, justificar de la costumbre y del hábito.
los actos y contratos en que han mediado Pero es indudable que no constituyen el
{actor constructivo propiamente dicho, en
(36 bis) Claro que la Intención cié Kaist eva ninguna parte, y no sin fundamento se les
fundamentar una Etica racional. Pero la lógica do califica de parásitos sociales, pues se pudo
su sistema, al tomar como punto de partida la haber prescindido de su intervención. Por !o
existencia de "imperativos categóricos" que, como
tales, no requieren justificación tek-oiogk.a (¡u> demás, constituyen un estadio, una pausa,
requieren que la acción ordenada se justifique co- en el camino circulatorio, que marca !a ri-
mo medio para un f i n ) , le llevaba fatalmente a queza antes de llegar a manos de quien la
limitar la capacidad de caria ser humano para ha de consumir; por lo que surge indudable
adoptar decisiones racionales Contra su voluntad,
Kant definía, asi. una posición ética de tipo auto-
ritario. (1) Enciclopedia Jurídica Española. Barcelona,
nota de José Bujcade, t, 19, pág. 12.
(2) Cabanellas. G.. Diccionario de Di-rcchp usual,
' Por el Dr. MATKO QOLDGTEIN. t. 1, E-O, páií. 'H6, Ed. Viracocha, DK Aires.
que encarecen los productos y los colocan en gados por la convención ya como titulares
distintas condiciones que el consumidor las ce los derechos que se ponen en juego en
obtendría de su manufacturados En tiem- ella, ya como representantes de los verda-
pos tíe crisis económica, la grita comienza deros titulares; quien representa a otro en
en seguida centra el intermediario que, al un contrato no actúa por sí sino en nombre
gravar los productos eon una nueva ganan-. tíel representado.
cia ios entregará mucho más onerosos al Sin embargo, el Derecho del trabajo se
consumidor. encuentra frente a una realidad que no pue-
Generalmente los gobiernos tienden a eli- de desconocer ni mucho menos ignorar y la
minarlos mandando que la fábrica entregue cual, si logra escapar a su tratamiento, po-
directamente los productos elaborados al dría atentar contra los fines que persigue
consumidor, pero éste no siempre se halla este ordenamiento. El intermediario existe
£n condiciones para actuar como un ven- y se mueve en el ámbito de las relaciones de
dedor, especialmente al menudeo. Y al verse trabajo y cobra validez en cuanto presta un
forzado a crear establecimiento para la ven- servicio inestimable a los contratantes, aun
ta al público, y tomar personal especializa- cuando en muchas ocasiones se utiliza como
do, igualmente se ve obligado a encarecer un medio para evitar la responsabilidad pa-
los productos. tronal, con la secuela de directos y eviden*-
Por ello no deja de cuestionarse la utili- tes perjuicios que recaen sobre el trabaja-
dad del intermediario, y mientras la doc- dor.
trina discute y los consumidores se lamen- Esa realidad es la que viene a ser enfoca-
tan, es lo cierto que este factor entre facto- da por el Derecho del trabajo, que la topa a
res, fructifica y en vez de desaparecer tiende su paso1 como un hecho tangible e inevita-
r. consolidarse. ble, y ya desde sus primeros albores le hace
Nada digamos del comisionista, del corre- plantear su existencia, como una figura in-
dar, del agente de bolsa y de cambio que, dividualizada y distinta de los sujetos tra-
en el correr del tiempo y en los intensos dicionales del contrato de trabajo: el patro-
ajetreos económico - financieros modernos, no y el trabajador.
debido a la complejidad de los negocios, a! II. Históricamente el precedente más re-
comercio internacional, a la aparición del moto respecto a¡ intermediario lo encon-
factor de ¡a distancia que separa a los diver- tramos en Francia, en donde se prohibió la
sos elementos de la producción y del consu- intermediación (marchandage) por los de-
mo, se torna indispensable. cretos de 2 y 21 de marzo de 1848.
En el terreno de la banca y del comercio
cambiario, se hace necesario para su ejer- Situado el intermediario entre el patrono
cicio, la posesión de una serie de conoci- y el trabajador, el beneficio real de su activi-
mientos técnicos, de agilidad y presteza, que dad derivaba sólo de la diferencia de sala-
los particulares no so hallan en condiciones rios existentes entre el convenido por él con
tíe presentar. En estos casos no es dable ha- los trabajadores y el que obtenía del pa-
blar, entonces, de "parásitos" sino de ele- trono. En consecuencia, además de los in-
mentos que integran necesariamente el jue- convenientes que sobrevenían para el tra-
go de los intervinientes en ciertas muy com- bajador en los casos comunes de la insol-
plicadas e importantes actividades comer- vencia del intermediario, sufrían éstos da-
ciales. . ños inmediatos como eran los bajos salarios
recibidos del intermediario, quien por ca-
INTERMEDIARIO (en el Derecho labo- recer de alguna otra fuente de utilidad en
ral).* I. El intermediario es una figura este sentido, ejercía verdadera expoliación
del Derecho del trabajo enmarcada dentro sobre sus contratados,
de la fase inicial de celebración del contrato El intermediario así considerado era
de trabajo y Como tal se tiene, en términos arrendatario de la fuerza de trabajo prove-
generales; a quien contrata los servicios de niente de los trabajadores y subarrendador
un trabajador en beneficio de un tercero, de esta energía al patrono, quien la utilizaba
que se considerará, en este caso, el patrono y se servía de ella en sus actividades indus-
de aquél. triales o comerciales. No tenía la natura-
Desde el punto de vista del Derecho común leza que en nuestros días lo caracteriza,
no es posible concebir al intermediario co- pues fue sólo a partir del Tratado de Ver-
mo un ser autónomo y característico en la talles cuando se consagró el principio de que
relación de trabajo, sin que se fuerce toda no se podía considerar al trabajo como un
la teoria de las obligaciones. En efecto, son articulo de comercio, tal como lo establece
sujetes de un contrato quienes vienen obli- £l artículo 427 de la parte XII de ese instru-
mento; ni tampoco su intervención en la
* Por el Dr. ALEEÜTO ARRIA SAIUAS. relación tíe trabajo se originaba en ningu-
na acción similar a la desarrollada por las rejamente a la necesidad de explicar su na-
bolsas de trabajo. turaleza jurídica. Así vemos que la doctri-
La existencia del intermediario tenía una na lanza algunas teorías sustentadas en su
razón de ser indiscutible; por una parte po- mayor parte en las disposiciones del Código
seía un conocimiento exacto del mercado civil, matriz de la legislación del trabajo y-
de trabajo y sabía las exigencias de la ofer- supletorio de ella.
ta y la demanda de mano de obra y por la Algunos consideran que el intermediario
otra, auxiliaba al trabajador, que ignorante es un gestor de negocios. Es decir, quien
de las fuentes de demanda de trabajo, día a realiza una acción espontáneamente en in-
día se encontraba más acosado por la nece- terés y por cuenta de otro, sin haber sido ro-
sidad. La explotación de esas circunstancias gado para ello. Puede darse, en efecto, el caso
dio origen al nacimiento de este mercado de un intermediario que actúe como un ges-
del trabajo y el auge obtenido paulatina- tor de negocios en las relaciones de traba-
mente al solucionar los problemas de empleo jo, pero esta hipótesos no es frecuente y
de patronos y trabajadores, hipertrofió su al amparo de muchas legislaciones, tampo-
fuerza al punto de hacer necesaria la inter- co posible. En realidad, el intermediario co-
vención del Estado mediante la promulga- mo gestor de negocios debería contratar al
ción de los decretos citados más arriba. trabajador para el patrono, sin que éste
Por ellos se prohibía la intermediación tenga conocimiento; sin embargo, tal como
(Marchandage), y se penaba con multas su se presenta la relación de trabajo, el patro-
ejercicio y con prisión los casos de reinci- no recibe conscientemente la realización
dencia. Estos decretos, sin embargo, se con- del trabajo efectuado, de donde pierde la
sideraron abrogados por desuetudo pues no gestión de negocios una de sus caracterís-
se aplicaron. Cincuenta años más tarde la ticas principales, es decir, la de que el due-
Corte de Casación fijó jurisprudencia, se- ño desconoce la intervención del gestor. Por
gún la cual no había sido prohibido el acta otra parte, muchas legislaciones enmarcan
de la intermediación, sino el abuso al cual la actividad del tatermeriario a los requisi-
dio lugar esta práctica, es decir, la explota- tos de que haya sido autorizado, previamen-
ción del obrero por el subempresario. El Có- te, por el patrono o de que éste reciba la
digo de trabajo francés de 1910 incorporó cbra ejecutada, de donde se deduce que un
el espíritu de aquellos decretos y reglamen- intermediario así condicionado, no podrá
tó la intermediación en las relaciones de ser considerado como un gestor de negocios.
trabajo entre patronos y trabajadores. Otros ven en el intermediario a un man-
III. El intermediario, modernamente con- datario, pues al contratar a un trabajador
siderado, ha dejado de tener la naturaleza no lo hacen en su nombre sino en el de un
que fue su característica precedente. De aquí tercero, que es el patrono. No obstante que
que el enfoque que de esta figura traen las en ocasiones puede comportarse como tal,
legislaciones especiales, presenten al inter- nos encontramos otras en que no se eviden-
mediario identificado en forma diferente. cia la característica de este contrato, como
La ley federal del trabajo, de México, con- en el caso de la contratación de un traba-
sidera como intermediario "a toda persona jador en desconocimiento de la identidad
que contrate los servicios de otra para eje- del patrono a quien prestará el servicio.
cutar algún trabajo en beneficio de un pa- Otros, en fin, piensan que la acción del
trón". El Código del trabajo de la Repúbli- intermediario puede asimilarse a los efec-
ca Dominicana dice que es intermediario tos que produce la estipulación a favor de
"toda persona que, sin ser representante co- terceros, en el sentido de que el contrato
nocido del patrono, interviene por cuenta celebrado con el trabajador, aun cuando a
de este último en la contratación da los nombre del intermediario, es en provecho
servicios de uno o varios trabajadores". El del patrono; usufructuario final de la ener-
Código sustantivo del trabajo de Colombia, gía que empleará el hombre en la labor en-
en este sentido considera como intermedia- comendada. Tampoco cubre esta figura to-
rio a "las personas que contraten servicios dos los casos de intermediación, en muchos
de otras para ejecutar trabajos en benefi- de los cuales nos hallamos ante contratos
cio y por cuenta exclusiva de un patrono". celebrados por el mismo patrono, con auxi-
Finalmente, 3a ley del trabajo de Venezuela lio de intermediarios que son sus represen-
estima como intermediario a "toda persona tantes o mandatarios. Por otra parte, no
que contrate los servicios de otras u otras siempre encontramos en el intermediario al-
para ejecutar algún trabajo en beneficio de gún interés personal, material o moral, en
un patrono". su intervención, que es lo que justifica la
Ese tratamiento que las Legislaciones dan estipulación a favor de terceros.
al intermediario, como se desprende de la Para explicar la figura del intermediario
ciia de alguna de ellas, ha dado lugar, pa- desde un punto de vista jurídico es necesa-
rio no apartarse de las características que jetos que intervienen en la relación de tra-
son de la esencia del contrato de trabajo, bajo. Tales caracteres los podemos enfocar
es decir, que cuando una persona presta ser- desde tres puntos de vista distintos, a sa-
vicios a otra bajo su dependencia, nace en- ber: a) Como persona diferente a los suje-
tre ellas un contrato de trabajo, indepen- tos del contrato de trabajo; b) en su rela-
dientemente de que un tercero, en represen- ción con el patrono; y c) en su relación con
tación del patrono o carente de ella, lo ha- el trabajador.
ya celebrado. Dos hipótesis, solamente, pue- La doctrina señala que debe ser tenido co-
den plantearse en el campo de la interme- mo intermediario, a quien al contratar un
diación, que son como acabamos de indi- trabajador lo hace en beneficio de un terce-
car, las siguientes: a) que el intermediario ro, cuando no posea elementos propios de
actúe en representación del patrono; y b) trabajo. La primera condición es de la esen-
que el intermediario actúe en su propio cia misma de la cualidad del intermedia-
nombre y sin representación del patrono. rio, pues su posición al contratar los servi-
El primer caso se explica por sí mismo; la cios de un trabajador es la de que tal víncu-
representación que tiene conferida el inter- lo jurídico nazca en favor de una persona
mediario lo hace actuar en nombre del re- quien, no sólo recibe el servicio sino que, por
presentante, quien será finalmente respon- tal causa, asumirá obligaciones y se hará ti-
sable del contrato celebrado y uno de sus tular de derechos específicos. El contrato
sujetos. de trabajo que celebra el intermediario no
En el segundo caso, cuando el intermedia- puede tener sino dos propósitos: uno el de
rio contrata a un trabajador, por sí mismo y utilizar en propio provecho al trabajador
en su propio nombre, si el beneficiario del contratado, y el otro el de pasar en usufruc-
servicio es el patrono, de quien también de- to de un tercero las obligaciones contraidas
pende el trabajador, el contrato de trabajo por el trabajador. En el primer caso esta-
real y verdadero es el último; relación jurí- mos en presencia de un verdadero patrono
dica que es la que contiene todos los ele- y, por consiguiente, no nos detenemos en su
mentos que le son propios para ser tenida consideración. En el segundo ríos enfrenta-
como tal. El supuesto contrato de trabajo mos al intermediario en sentido estricto,
celebrado entre el intermediario y el traba- siempre que reúna en su acción el otro re-
jador carece de existencia pues en él no con- quisito señalado por la doctrina y acogido
curren las características propias de este en muchas legislaciones, que es el de no po-
contrato, puesto que, aun cuando hubiese seer elementos propios de trabajo. En esce
sujetos celebrantes, ninguno de ellos efec- sentido si el trabajador contratado por el
tuó las obligaciones que nacen por dicho intermediario, realiza su trabajo con ele-
vínculo. Si el intermediario actúa con inde- mentos que son propiedad de éste, aebe ser
pendencia del patrono, ya sea como bolsa considerado como contratista en lugar üe
de trabajo ya como un comerciante de la intermediario. i¡l nomüre mismo con que
Intermediación, hay una relación jurídica se lo conoce da luces acerca de sus carac-
distinta entre él y el trabajador o el patro- terísticas, es decir, la de persona en medio
no, como lo veremos más detenidamente con de determinados contratantes; su actividad
posterioridad. no tiene ni persigue ningún otro proposito
Si Se trata del intermediario como testa- que el de reunir las necesidades de oierta
ferro del patrono, nos hallamos frente a una y demanda de trabajo y hacer posible por
figura jurídica diferente, que es la del con- tanto la ejecución del contrato de trabajo,
tratista y que tiene también en muchas le- entre quienes efectivamente son sujetos na-
gislaciones del trabajo un tratamiento es- tos. Cualquier acto del intermediario que
pecífico y cuidadoso, especialmente en lo margine o anule esa finalidad lo condena
que se refiere a la responsabilidad patronal a perder su condición y a que se lo conside-
frente al cumplimiento de las obligaciones re en forma distinta, es decir, como un ver-
que se originan en favor de los trabajado- dadero patrono.
res por virtud de la aplicación de la Ley o El intermediario, para el patrono, es la
ce la del contenido de sus propios contra- persona que le permite satisfacer su necesi-
tos. Este contratista no es un intermediario dad de mano de obra, ya actúe con su auto-
y, por tanto, las consecuencias y efectos rización y en su representación, ora cele-
jurídicos de su comportamiento son distin- bre el contrato sin poder suficiente del pa-
tos a las de aquél. trono. Asimismo puede encontrarse la cua-
IV. Los párrafos anteriores nos permiten, lidad del intermediario, tanto entre quien
más o menos, tener una idea acerca de la presta a su vez servicios al patrono como
naturaleza del intermediario y, por consi- entre quienes se encuentran desvinculados
guiente, de las características que lo indi- de toda relación laboral personal con la em-
vidualizan e independizan de los otros su- presa. Se cumple, además, en la acción del
intermediario, la característica del contra- ta que vincula a estos intermediarios como
to de trabajo de ser intuitu personac con esencia de su cualidad de tales, no necesa-
respecto al trabajador, pues como ya lo he- riamente expela, como acabamos de ver, la
mos visto el patrono admite la actividad hallamos no só!o en algunos autores acredi-
del intermedrírio tanto cuando le confirma tados, sino también como producto de la
su representación como cuando acepta la jurisprudencia del Derecho Americano del
labor del trabajador; hipótesis, esta última, Trabajo; por ejemplo, en una sentencia de
que se conforma con la celebración tácita 1943 del Tribunal Superior de Bogotá, se di-
del contrato de trabajo, aceptada en doctri- jo: "Configúrase asi el intermediario como
na y homologada por muchas legislaciones. la persona natural o jurídica que en su re-
Por otra parte el intermediario es para lación con el dueño del establecimiento, em-
el trabajador la persona que la hará posible presa o negocio, celebra en el fondo el con-
cumplir su demanda de trabajo. Si las con- trato de trabajo en beneficio económico de
diciones de empleo ofrecidas son aceptadas éste, y en relación con el empleado consi-
por el trabajador, poco le importará a quién, dera la dirección y mando, traducida en la
en definitiva, prestará el servicio. En últi- autoridad que el empleado reconoce median-
mo extremo podríamos establecer que la te subordinación personal, técnica y eco-
voluntad de celebrar un contrato de traba- nómica"; criterio que, en cierto modo, que-
jo está sometida a una condición resoluto- dó rectificado con las disposiciones que so-
ria, en el sentido de que tal contrato nace- bre la materia contiene el Código Sustanti-
rá con quien reciba la labor del trabajador vo de Trabajo de Colombia.
y cumpla con las obligaciones recíprocas Otros ven con ese mismo carácter de in-
que tal hecho origina. Si el intermediario termediarios a los trabajadores que con-
recibe y se beneficia del trabajo, el contra- ciertan contratos de equipo, a quienes se
to de trabajo lo celebró el trabajador con atribuye ese poder de mando inmediato so-
tal persona, quien no será tenido como in- bre los otros trabajadores que constituyen
termediario sino como patrono de aquél. Si el respectivo grupo. Quizá en este caso si
por otra parte el servicio es prestado a un podemos encontrar con más exactitud tal
tercero, éste será el patrono y con éste fue circunstancia dadas las características que
que el trabajador celebró el contrato. Aquí distinguen al contrato de trabajo por equi-
están descriptas las situaciones que pueden po. '• - ' • • '
originarse. En primer lugar es posible que b) Otra clase la configuran los interme-
el trabrijador conozca al patrono, a quien diarios que no tienen nexos laborales pro-
prestará el servicio, y además las condicio- pios con el patrono a quien le facilitan los
nes de trabajo que le ofrece y, por otra par- servicios del trabajador que contratan. En
le, puede ocurrir que no conozca al patro- esta clasificación se encuentran varios tipos
no y que las condiciones del contrato sólo que podemos enumerar en la siguiente for-
las sepa por boca del intermediario. ma:
V. Principalmente podemos examinar la 1 Intermediarios que actúan-en relación
figura del .intermediario desde des puntos directa con el patrono, a titulo de represen-
de vista y así nos lopamos con el interme- tantes del mismo o corno gestores de nego-
diario que, a su vez, es trabajador del pa- cios.
trono y con el intermediario que no tiene 2 Intermediarios que no actúan en rela-
ningún nexo laboral con el patrono. ción con el patrono.
a) En la primera de las clases anotadas, Entre los primeros encontramos muchos
notamos uu aspecto muy interesante. Jun- ejemplos. En realidad la acción del inter-
to con la dualidad que tiene el intermedia- mediario está convalidada en la represen*
rio, pues os patrono dol trabajador y a su tación que tiene del patrono o en la acep-
vez trabajador de la misma empresa, el tra- tación posterior del palrono de la labor
bajador contratado por el intermediario, efectuada por el trabajador, que convierte,
puede encontrarse bajo la dependencia in- según la doctrina, la gestión de negocios en
mediata de éste y bajo la dependencia me- un mandato, aun cuando hubiese nacido
diata del patrono que lo es también del pro- con aquella característica.
pio intermediario. No necesariamente el Entre los segundos encontramos los inter-
trabajador, en estos casos, se halla subordi- mediarios conocidos con la denominación
nado inmediatamente al intermediario^por- de pscudo empresas y las bolsas de traba-
que pueden darse otros en que el trabaja- jo, públicas o privadas. Esta clase de inter-
dor es contratado por una persona de quien mediación, por lo menos en lo que se refie-
no dependerá directamente, y ello se expli- re a quienes actúan en la esfera privada, se
ca en virtud de la representación del patro- asemeja mucho al marchandcge del cual se
no con la cual puede ser investido para ese ocupó la legislación francesa a mediados
objeto. La tesis de la dependencia inmedia- del siglo pasado.
Las bolsas de trabajo cumplen, en los paí- das de colocación con fines de lucro, en el
ses donde funcionan, un cometido cuyas artículo 10 de la ley número 13.591 de 28
ventajas son indiscutibles; constituyen or- de setiembre de 1949.
ganizaciones que tienen como función so- La relación jurídica que se origina cuan-
cial la de poner en contacto las dermndas do el intermediario actúa como acabamos
que aparecen en el mercado de triibajo. de ver podría ser identificada con un con-
Normalmente las bolsas de trabajo están or- trato de obras por el cual el intermediario
panizadas y dirigidas por el Estado, aun mediante una retribución convenida se obli-
cuando también existen países que permiten ga a obtener empleo a una persona, o a po-
su funcionamiento bajo la dirección de per- ner a disposición de una empresa los servi-
sonas naturales o jur'dicas privadas: como cios de un trabajador.
precedentes remotos, pedemos citar el com- c) Por último, existe en el campo de las
•pagnannacíe que existió subrepticiamente en relaciones de trabnjo algunas figuras que,
Francia antes de la Revolución. La gratui- aun cuando se distinguen de los intermedia-
dad de los servicios que prestan las bolsas rios, a veces ?e los confunde con éstos.
de trabajo está en relación con los propósi- La principal es la de los contratistas, que
tos mismos que persiguen estos institutos. son una ennecie de emnresarios que utilizan
Esta materia de singular importancia fue los servicios del trabajador pero en benefi-
connp.'da por la Primera Reimión de la Orga- cio de un patrono distinto. Los contratistas
fibación International del Trabajo, efec- son verdaderos patronos del trabajador con-
tii^da en Washington en 1919, 'a rúa) apro- tratado y su posición ctinr.do celebran un
bó un Convenio sobre ella, oue entró en vi- contrato de trabajo está muy alejada dr
gor el 14 dp iulio de 1921. En términos ge- aonella que configura la intermediación.
nerales se halla libada, a los graves proble- La relación jurídica entre el contratista
mas de emnleo y desemnleo one han tenido y su contratante es la de un contrato de
cuidirtnsn estudio y examen de dicha ofici- obras, tal como viene previsto en el Derecho
na. También miede verse lo'que sobre este civil. Son contratistas, también, los que .se
particular fue dicho en esta misma Enciclo- conocen con los nombres de destajistas y
pedia cuando «-e estudió el vocablo AGENCIAS lallrristnü. Aun cuando fuente de expío! r-
DE COLOCACIONES. ción de los trabajadores, la actividad de es-
El otro tipo de intermediarios, llamados tos contratistas ha sido regulada por la le-
por algunos nitores, nseudo empresas está gislación del trabajo, especialmente en lo
formado nnr niiienos rieren un comercio de relativo a la solidaridad que se crea entre el
la actividad de intermedinclón. Estos inter- contratante y el contratista por el cumpli-
mediprins pob^n por su intervención, srenc- miento de las obligaciones que este ultime
ra'mpn f e al trabajador, de aquí que hayan tc-n??. con sus trabajadores.
nes one rrp-Mcbrn su existencia o No obstante, en la diferencia que existí
te la prohiben. Tal es el caso entre los intermediarios y los contratistas
del Códiím de trabnio de ¡a PomnJía italia- vemcs que hay confusiones en tal sentido
na en prvo nrtíeu'o 120 se prohibe la inter- como la establecida en el articulo 7? 'del
mediic'ón y el'previsto ñor el artículo 21? de Código de trabajo de Honduras, reciente-
la ley número ?39. de 2 de abril de 1958, de mente promulgado, en el cual se dice lo si-
la Pont'ibüpn i t n i i n n n fobre Ins relaciones guiente: "Intermediario es toda persona na-
do! trabajo doméstico, nue establece lo si- tural o jurídica, particular o de derecho pú-
puiente: "quedan completamente prohibi- blico, que contrata en nombre propio los
das las a r f i v i d n d r s de! intermediario, sean servicios de uno o más trabajadores para
cuales fueren, incluso en el caso de estar que ejecuten algún trabajo en beneficio de
nutonVndns en In fechn de publicación de un patrono. Este último queda obligado por
la presente ley", disposiciones que se funda- lo gestión de aquél para con él o los traba-
mentan en el carácter público que tiene la jadores, en cuanto se refiere a los efectos
colocación para la, legislación italiana. En el legales que se deriven de la Constitución,
otro Fenfido encontramos disposiciones co- tíe! presente Código, de sus reglamentos y
mo la de la ley Arnreníina número 12.789, de las disposiciones de previsión social".
por la cual se establece ¡a obligación de dar VI. Según como sea la forma jurídica
fianza como gnrant : a riel cumplimiento del adoptada por el intermediario en sus rela-
contrato de trabajo que celebren con terce- ciones, asi también variará la responsabili-
ros para las labores agrícolas, ganaderas y dad en que puede incurrir. Esta responsabi-
otras semejantes, cuando éstos, por dicha lidad puede ser estudiada desde dos puntos
causa, deban abandonar su lugar de resi- de vista, a saber: en relación con el Derecho
dencia; igualmente la misma legislación ar- c'el trabajo y como aplicación de ¡as normas
gentina nos trae la prohibición terminante relativas a la responsabilidad por lincho
del funcionamiento de las agencias priva- ilícito contenidas en el Derecho común.
€on respecto a la responsabilidad labo- mismo. 3. El que celebrare contrato de tra-
ral, si asi pudiésemos llamar a la derivada bajo obrando como simple intermediario de-
de la aplicación de la legislación del traba- be declarar esa cualidad y manifestar el
jo, vemos que el intermediario, cuando ac- nombre del patrono, si no lo hiciere así, res-
túa en representación del patrono o en el ponde solidariamente con el patrono de las
caso, menos frecuente, de gestor de nego- obligaciones respectivas".
cios que finalmente se vuelve mandato, co- La responsabilidad civil del intermediario
mo lo examinamos arriba, no es responsa- puede ser causada por un hecho ilícito, tan-
ble laboralmente frente al trabajador, por to cuando actúe como representante del
el cumplimiento de las obligaciones que con- patrono como cuando el impulso de su ac-
trajo para con él en nombre del patrono. La tividad tenga su origen en una gestión de
responsabilidad es única del patrono y con- negocios, o en un contrato de obras por ser-
tra éste deberá dirigirse la reclamación del vicios prestados al patrono o al trabajador,
trabajador. Así lo vemos en disposiciones según el caso. (V, ACCIDENTES DE TRABAJO.
como la del artículo 3<? de ¡a ley del traba- AGENCIAS DE COLOCACIONES. CONTRATO DE CON-
jo venezolana, que dice: "Intermediario es CHABO. TALLERISTA. TRABAJO A DESTAJO. TRA-
toda persona que contrate los servicios de BAJO A DOMICILIO.)
otra u otras para ejecutar algún trabajo en
beneficio de un patrono, quien quedará obli- INTERNACIÓN.* El principal deber del
gado por la gestión de aquél, siempre que lo Estado neutral, es guardar una imparciali-
hubiere autorizado expresamente para ello dad total y absoluta respecto a los actos de
o recibiere la obra ejecutada", o, como la los beligerantes, por lo cual no debe tomar
numeral 2<? del artículo 15 del Código del parte, ni directa, ni indirectamente, en las
trabajo de Jordania, de 1960, que dice: "Si hostilidades; así lo ha declarado el Institu-
el contrato de trabajo fuera concluido por to de Derecho Internacional de La Haya, en
una tercera persona autorizada para actuar su sesión del año 1875. Por consiguiente, un
en nombre de un empleado, éste último que- Estado neutral no puede autorizar el paso
dará obligado por dicho contrato". En estas por su territorio de tropas beligerantes, sea
circunstancias no hay, normalmente, res- cual fuere su situación, ni la presencia as
ponsabilidad colateral ni solidaria del in- fugitivos o el arribo de buques de guerra.
termediario con relación al trabajor, aun ¿Qué es lo que entonces pod'rá hacer, dado
cuando tenga una .responsabilidad de tipo que las fronteras tampoco pueden cerrarse?
civil por el ejercicio de la representación pa- El Estado neutral, solamente en virtud de
tronal, la gestión de negocios o el manda- un principio de humanidad, podrá recibir
to según sea el caso, tal como lo analizare- heridos, enfermos y náufragos, asi corno
mos más adelante. A pesar de que la norma también buques de guerra, pero procederá,
es la de la ausencia de responsabilidad la- a su inmediata internación. No debemos
boral del intermediario, nos encontramos pues, entender este hecho, como una pena,
con legislaciones que hacen nacer para éste sino más bien, como una medida de segu-
Mía responsabilidad solidaria con la del pa- ridad, cuya finalidad es evitar que aquellos
trono en determinadas condiciones; así, el elementos, -intervengan nuevamente en las
Código sustantivo del trabajo de Colombia hostilidades.
dice al respecto lo siguiente: "Artículo 22. — Durante la gaerra franco-prusiana de
Son representantes del patrono y como ta- 1870, Suisa, prestó amable hospitalidad a
les lo obligan frente a sus trabajadores,,ade- las maltrechas tropas del general Clinchant,
más de quienes tienen ese carácter según la y por una Convención posterior, firmada
Ley o los reglamentos de trabajo, las si- entre el general francés, y el general suizo
guientes personas: b) los simples interme- Hérzog, el 1<? de febrero de 1871, se permi-
diarios"; el artículo 35, complementa ese tieron pasar por el territorio neutral per-
precepto así: "1. Son simples intermedia- sonas y mercaderías, pero con la condición,
rios las personas que contratan servicios de de que todo el elemento bélico, quedara en
otras para ejecutar trabajos en beneficio y poder del gobierno de Suiza, hasta la fina-
por cuenta exclusiva de un patrono. 2. Se lización de la guerra. Bélgica, adoptó para
consideran como simples intermediarios, aun esta época igual procedimiento, y hasta los
cuando aparezcan como empresarios inde- soldados fugitivos que penetraron en su
pendientes las personas que agrupan o co- territorio fueron acogidos e internados.
ordinan los servicios de determinados tra- El problema previo de importancia que
bajadores para la ejecución de trabajos en se plantea, es saber qué se hace coa el ma-
los cuales utilicen locales, equipos, maquina- terial de guerra que viene con los inter-
rias, herramientas u otros elementos de un nados. La Convención de La Haya de 1899 y
patrono para beneficio úe éste y sus activi-
dades ordinarias inherentes o conexas -del » Por te Dra. HARTHS NORMA OLIVEROS.
la de 1907, no lo soluciona en forma satis- carácter de tal, al buscar refugio en un
factoria; pero la lógica y la práctica, opina Estado neutral (se trata evidentemente de
Paul Fauchille, nos dicen, que lo más con- fugitivos). Pero si dicho Estado neutral, les
veniente es que permanezca en manos del permite permanecer en su territorio, ellos
poder neutral, hasta finalizadas las hosti- deberán ser internados, de la misma forma
lidades. que los heridos, enfermos y náufragos. El
Durante la guerra de 1914, Holanda aplica Dr. Luis A. Podestá Costa, dice que "no se
a los internados la reglamentación pres- explica que el prisionero deba ser internado
cripta por la Convención V, del Tratado de solamente cuando se le permita permanecer
La Haya de 1907, y exige a los oficiales que en el país". Nosotros pensamos que tal vez,
recibe en su territorio, que presten jura- lo más conveniente, sea devolver el prisio-
mento, bajo palabra de honor, tíe acatar la nero, en su calidad de fugitivo, a las auto-
autoridad del gobierno holandés. Pero ha- ridades que lo habían apresado, y que evi-
biendo, ios Estados beligerantes, prohibido dentemente es a ellas, a quien pertenece;
ese tipo de juramento a sus oficiales, el media en este último caso, un orden legal,
gobierno de los Países Bajos procedió a su que se interpone entre el Estado neutral y
internación en pleno estado de libertad, el prisionero-fugitivo, impidiendo su recibi-
pudiendo trasladarse de un punto a otro del miento liso y llano. Por esa razón, nosotros
país, e inclusive mantener correspondencia diríamos, disintiendo con el Dr. Podestá
con sus familiares (Livre Orange Néerlan- Costa, que el ex prisionero no debería ser
dais, sep. 1916, ps. 175 y siguientes). internado sino devuelto; y disintiendo tam-
Podemos dividir en tres, los tipos de in- bién con lo dispuesto por la Convención de
fernados, a saber: La Haya, que el Estado neutral, no debe
I. Aquellos que son internados como una • "permitir" que permanezca en calidad de
consecuencia de la declaración de guerra; refugiada, y que se ampare al cómodo ré-
II. Los heridos, enfermos y náufragos; y gimen de los internados un prisionero de
ni. Los prisioneros. guerra, por que de esa forma, indirectamen-
El primer caso, es aquel de loa extranje- te, está beneficiando a uno de los belige-
ros residentes en un país beligerante. Al rantes, ya que, en su nueva calidad de "in-
iniciarse las hostilidades, por lo general, al ternado" el ex prisionero, debe ser devuelto
natural del país enemigo, se lo somete a un a la firma de la paz, sea cual sea el resul-
régimen de vigilancia, que puede ser tam- tado de la guerra.
bién, debido a ¡a gravedad de las circuns- Queda así expresado, qué se entiende por
tancias un régimen de internación en luga- internación, haciendo la salvedad que en
res alejados del posible teatro de Jas ope- los casos de buques, ésta consiste solamente,
raciones. en su mantenimiento en el puerto, con la
El segundo caso, es el más común, el más estricta prohibición de levar anclas con la
humanitario, y por lo tanto, el que menos misma bandera. (V. ANGAHÍA) .
inconvenientes acarrea. Por otra parte se BIBLIOGRAFÍA, — Ministerio de Relaciones Exterio-
encuentra muy extensamente contemplado, res y Culto, "Convenio de Ginebra", 12 de agosto
en la Convención de Ginebra de 1949, y en de 1949 {División Tratados). — Podestá Costa,
í. A., Derecho internacional público, Bs. Aires,
la de La Haya de 1907. 1955. —- Pauchille, P., Traite He Droit intentatío-
El Estado neutral, internará en su terri- nal public, París.
torio, a los heridos, enfermos y náufragos,
y correrá con los gastos consiguientes a su INTERNACIÓN EN PERTENENCIAS AJE-
tratamiento y estadía, hasta la finaliza- NAS. (V. PROPIEDAD MINERA.)
ción de la guerra. Tan solo, está obligado a
devolver, el personal y material sanitario y INTERNACIONALES OBRERAS. (V.
religioso, que acompañe a dichas personas. CUARTA INTERNACIONAL. 'PRIMERA INTERNACIO-
En la Argentina, tenemos un ejemplo muy NAL. SEGUNDA INTERNACIONAL. TERCERA INTER-
conocido de esto; en diciembre de 1939, des- NACIONAL.)
pués de haber sido hundido el acorazado
alemán "Graf von Spee", en aguas del Río INTERNACIONALISMO.» SUMARIO: 1. con.
de la Plata, su tripulación arribé a Buenos cepto. 2. La teoría del cosmopolitismo y el
internacionalismo. 3. El Internacionalismo
Aires, y el gobierno argentino, dispuso su y 'a influencia de ¡as ideas del cosmopoli-
inmediata Internación, corriendo con todos tismo en el Derecto internacional, en las
los gastos. Ciencias Políticas y en las Ciencias Sociales.
El tercer caso, es el único que presenta,
«n sierto inconveniente, derivado tal<7ez da 1. Concepto. En general, se denomina in-
una maía redacción del artículo 13, de la V ternacionalismo a ¡a doctrina que aspira a
Convención de La Haya de 1807, Por él se
establece que los prisioneros, pierden su • Por el Dr. OWEÜT G. ÜSINGER,
la unidad del mundo, mediante la organi- glo xviii, como una necesidad de encauzar
zación de la comunidad internacional sobre Jurídicamente las relaciones internacionales
las bases de un derecho aplicable a todos losy la teoría del co$7nopúiUismo; considerada
Estados. Sobre esta idea fundamental, de como uno de sus principales antecedentes
perfiles substancialmente jurídicos, se con- originarios.
cretan las realizaciones contemporáneas del Kn general, el cosmopolitismo se fue per-
internacionalismo promovidas por las co- filando desüe su sigmtic.ado inicial expre-
rrientes políticas, que en oposición al indi-sado por un sentimiento de hermanuad
vidualismo internacional, sostienen la ne- humana sin distingos de razas, .iroiueías
cesidad de ciertas limitaciones internacio- ni creencias; hasta deíinirse en la teoría
nales sobre la soberanía de los Estados. que tiende a la constitución de un solo gru-
Existen caracteres definidos que permiten po social integrado por toaa la humanidad
destacar y precisar con exactitud, el conte- y organizado en un utópico Estado univer-
nido de esta teoría política y que al mismo sal y bajo un umcu poder. Jbste Ultimo cuti-
tiempo sirven para distinguirla de las ideo- cepto antepone a los postuiauos aei inter-
logías que propugnan soluciones que no nacionalismo una idea de comunidad inter-
concuerdan con la finalidad de la tesis nacional unitaria, que exige la Desaparición
jurídico-politica del internacionalismo. de las soberanías estatales y por consiguiente
En primer lugar, el internacionalismo es de la pluraiiuaa ae poue¿es, que en ia doc-
universalista. En este sentido, algunos au- trina ael internacionalismo subsistí1 a sin
tores sostienen que se lo diferenciaría me- otras limitaciones que tas lijaaas por ese
jor con la denominación de universalismo. aerecho que todos los Estados reconocen.
Este carácter esencial del internacionalismo La concepción originariamente (¿riega de-
se fundamenta en los principios del jus rivada de la raíz euiuoiogica /cusittvs: mun-
naturale según los cuales, las relaciones de do y jjoíttfcs: ciuuaaaiio, se plasmo acaoaua-
sociedad son una consecuencia de la iden- mente en el bstoicismo, cuya uuca guiso de
tidad de naturaleza de todos los hombres gran predicamento en. la íüosoiía anagua,
integrantes de los grupos sociales que for- cristiana y moderna.
man la sociedad humana. En virtud de la Los filósofos estoicos de la segunda y
naturaleza humana coexisten los grupos tercera atoa, superando el rígido principio
familiares en armonía con los grupos na- de sus predecesores ae una ética mumuua-
cionales, que en conjunto forman las socie- lista basada en el egoísmo, concibieron al
dades humanas particulares o Estados, que kosmos como la cciiiumuad universal or-
a su vez por el mismo principio de comu- ganizada desde el instante del caos, repre-
nidad de naturaleza pasan a ser los inte- sen laaa por un conjunto ae cosas ordenadas
grantes de un grupo supranacional, deno- en forma armónica. Pero como esta iaea se
minado comunidad o sociedad universal. El relacionaba con su máxima religiosa ma-
reconocimiento de la coexistencia de tales teriaiistico-momsta, cleuujeron la existen-
grupos sociales, particulares y universal, y cia ae una intima relación entre la vida,
'a coordinación efectiva de sus recíprocas la Naturaleza que peraoniíica la ley univer-
relaciones, contribuyen a señalar su uni- sal y la Kaiáon como fuente suprema del
versalismo. derecho o aerecno natural. Consecuente-
En segundo término, el internacionalismo mente, la conjunción armónica de la Na-
es fundamentalmente jurídico en su fina- turaleza con la nazon humana aetermina-
lidad. Sobre la base de los grupos naciona- ba el carácter aivino del universo, la pri-
les autónomos, naciones o Estados, propug- macía de la ley natural por lo tanto eterna
na la institución de la comunidad univer- e inmutable y la iguaiaaa y hermanaaaa de
sal o sociedad de naciones, regidas por las toaos los riomuies por ser par oes aei único
mismas normas jurídicas en el desenvolvi- ser universal, uonae radica su luí supremo
miento de sus relaciones sociales. De este > asmn sometíaos a la misma ley natural.
modo, cada Estado conserva su personali- Los estoicos citaban eii su apoyo, ei pen-
dad jurídica y su soberanía e independen- samiento atribuido a bocrates de la coor-
cia, pero acepta las limitaciones o restric- dinación del orden ético-social con el cós-
ciones que emanan de un derecho igualmen- mico, centro a su vez ae toao principio de
te obligatorio para todos los Estados que crden humano, que sintetizaban en la ex-
pasan a integrar la comunidad internacio- presión "ios hombres son ciudadanos del
nal jurídicamente organizada. mundo". Y los epicúreos completaron la
2. La teoría del cosmopolitismo y el in- doctrina impugnando al Estado, por ser
ternacionalismo. Los caracteres precedentes fruto del egoísmo individual. De este modo,
facilitan la comprensión de la diferencia los postulados del cosmopolitismo alcanza-
existente entre la moderna doctrina inter- ron hasta proclamar más feliz la vida del
nacionalista que surge desde fines del si- hombre despojado de todos sus derechos y
deberes políticos, que la del ciudadano en- y el Estado universales; principios que tras-
cerrado en los límites de su patria. cienden hasta el Renacimiento y la Re-
Hasta aquí se advierte que este funda- forma.
mento filosófico entronca con las escuelas En los siglos xv y xvi, momento de los
índicas y con ciertos preceptos religiosos Estados nacionales, preceptos del interna-
del Antiguo y Nuevo Testamento y del Bu- cionalismo fundados en teorías del cosmo-
dismo, bajo la sustitución del fatalismo politismo deciden la solución de la anar-
cósmico por el Supremo Señor. Luego apa- quía de las relaciones internacionales, en
lece su influencia en Espinosa y en el rigo- doctrinas y normas cuyas prescripciones
rismo de Kant. constituyeron un valioso aporte al progreso
Los principios del cosmopolitismo asi for- del internacionalismo, que en los siglos
mulados trascendieron a través del Hele- posteriores adquiere su moderna fisonomía.
nismo, del Cristianismo y del Humanismo Finalmente en los siglos <xrx y xx el fin
enciclopedista, hasta informar el movimien- de llegar a la sociedad humana universal,
to tendiente a la organización de la comu- se traduce en ensayos de organización po-
nidad humana universal. Con la difusión lítica internacional por uniones administra-
del Helenismo se materializa la concepción tivas mundiales, conferencias y tribunales
cosmopolita del oikoumene, en la finalidad Internacionales, sistemas y pactos continen-
de arribar a la tierra habitada como una tales, federaciones regionales y organismos
sola civilización opuesta al estrecho nacio- mundiales como la Sociedad de Naciones y
nalismo de la ciudad-estado. Pero con el las Naciones Unidas. Estas últimas eviden-
Cristianismo y el Humanismo enciclopedis- cian los propósitos más sanos del interna-
ta, la doctrina toma los cauces de su actual cionalismo para llegar a la convivencia uni-
formulación al transmitir la idea de la fra- versal armónica, por la organización polí-
ternidad universal, diversamente acusada en tica de la comunidad de naciones, mediante
numerosas teorías políticas, jurídicas, so- el Derecho internacional y el respeto de las
ciales y económicas del mundo moderno. soberanías nacionales.
En este sentido el Cristianismo diferen- Actualmente acompaña a este movimien-
ciando el mundo terrenal del divino, ratifica to la corriente doctrinaria de la unidad del
la primacía de la persona humana, la vi- Derecho público, cuya tendencia extrema es
gencia del Derecho natural y el sentimiento la tesis universalista que objeta la existen-
de amor a los semejantes, por sobre toda cia de principios jurídicos regionales y con-
valoración nacional. El Humanitarismo en- tinentales.
ciclopedista a su vez, con una nueva filo- Dicha corriente afirma la existencia de
sofía de la vida y del mundo, coincide ea la una correlación entre los Derechos univer-
reafirmación de la libertad, igualdad y her- sales, continental y particular, conducente
mandad entre los hombres. a la organización mundial de la paz, por el
3. El internacionalismo y la influencia de ordenamiento jurídico de las relaciones in-
las ideas del cosmopolitismo, en el Derecho ternacionales con las reglas constituciona-
internacional, en las Ciencias políticas y en les de cada Estado. En suma, se pronuncia
las Ciencias sociales. En el Derecho inter- por el imperio de un Derecho constitucional
nacional la influencia del cosmopolitismo internacional, donde caben las normas del
en los planteos de la moderna doctrina del "Derecho universal" partidario de la apli-
internacionalismo, aparece en su enunciado cación de los principios generales del De-
más general acerca de la finalidad de llegar recho internacional a todas las naciones,
a la. sociedad universal mediante la orga- del "Derecho continental" vigente para un
nización de la comunidad de naciones fun- grupo de ellas y del "Derecho particular"
dada en el Derecho natural. que obliga a los Estados y personas inter-
Históricamente la tendencia comienza a nacionales individualmente.
notarse con la influencia de la idea armó- En este sentido la "Teoría monista abso-
nica de la unidad del mundo, en las rela- luta" propugna principalmente a través de
ciones de Grecia con las naciones extran- Scelle, la unidad del Derecho interno con
jeras, que paulatinamente se traduce en el el internacional por preexistir la unidad
reconocimiento de obligaciones internacio- fundamental del orden jurídico universal.
nales regidas por "leyes de la humanidad", Y la "Teoría normativa trascendental", con
en la excelencia de la ley natural en el or- las variantes propuestas por Kelsen, sos-
den de las relaciones entre los Estados y tiene la subordinación y coordinación de los
por último, en la concepción intemaciona- órdenes institucionales estatales a la norma
lista del oikoumene. En el Imperio romano fundamental del Derecho internacional, que
el anhelo de unión internacional cobra vi-- es la fuente suprema de todo orden jurí-
gor mediante la fuerza y el derecho y en la dico positivo.
Edad media, la divinidad inspira la Iglesia Por último la legislación interna e Ínter-
nacional ahora vigente, también acusa la errónea interpretación de la fraternidad
influencia de la doctrina del internaciona- humana universal. Por su parte el nacio-
lismo y detenta ciertos elementos de coor- nalismo extremando la conciencia nacional,
dinación propuestos por el Derecho consti- pretende el poder ilimitado y el avasalla-
tucional internacional. En la primera van miento de soberanías para acrecentar sus
particularmente reíeridos en los preceptos dominios a expensas de otros Estados. Den-
constitucionales favorables a la situación tro de este marco extremista coronado por
del extranjero, basados en el reconocimiento el totalitarismo, ambas corrientes sirven de
igualitario de la persona humana, y en las impulso a sistemas políticos y movimientos
normas rectoras aplicables a la vinculación sociales, cuya reprobación está en propor-
y cooperación efectiva entre les Estados en ción directa con la virulencia de sus prin-
el orden político, jurídico, social y econó- cipios.
mico. El artículo 20 de la Constitución ar- Pero en la sana doctrina, el concepto mo-
gentina trasunta un espíritu cosmopolita, derno del internacionalismo no plantea su
otorgando al extranjero los derechos civi- incompatibilidad con el patriotismo. Así lo
les con la misma amplitud que a los ciuda- prueban sus manifestaciones en el Derecho
danos nativos y con requisitos factibles para internacional y en el Derecho constitucio-
adquirir los derechos políticos; ascendiente nal expuestas precedentemente. Además la
también notorio en los artículos atíngentes oposición con el nacionalismo, no va más
al desenvolvimiento de sus relaciones con allá del límite fijado por el Derecho para
los demás 'Estados. lo internacional y lo nacional. La correcta
En cuanto al Derecho internacional se interpretación depende del recíproco res-
ponen de relieve en las soluciones de los peto, de la coordinación que existe entre el
problemas de la nacionalidad, del extran- anhelo de convivencia universal pacífica del
jero, las minorías y las migraciones; en la moderno internacionalismo con un nacio-
organización internacional, el regionalismo nalismo que sea expresión exacta de la
y los panismos y por último, en las reglas conciencia nacional medida por la idea de
para la prevención de la guerra. patria, la primacía de Ir, persona humana,
Con respecto a las Ciencias Políticas, la el sentimiento del hombre libre de toda
doctrina del internacionalismo contribuye contradicción en el amor a sus semejantes,
a definir la división y los puntos de contac- y el respeto de las soberanías de los Estados.
to, entre las tendencias políticas en el cam- Por último, en las Ciencias Sociales, par-
po de lo internacional y lo nacional. ticularmente la Sociología, la doctrina del
Retomando su planteo originario del cos- cosmopolitismo aparece restringida en su
mopolitismo de la ciudadanía universal concepción universal, para calificar a la
meta de la felicidad del hombre, opuesta comunidad social que reúne distintas na-
a la nación considerada producto de la hos- cionalidades pero bajo un común y armó-
tilidad, del egoísmo individual y de la ca- nico género de vida.
rencia de vocación de hermandad y frater- De este concepto ha derivado la defini-
nidad humana: resulta su tesis de extender ción de cosmopolita para la persona cuyos
la idea de patria al ámbito mundial. El hábitos se adaptan a la sociedad donde cir-
hombre per consiguiente asimila su senti- cunstancialmente residen; al pueblo o co-
miento patriótico a la humanidad entera, lectividad cuya área de difusión ha alcan-
con exclusión de todo valor nacional. zado diversos grados en los estadios socia-
Esta interpretación influye diversamente les; y finalmente para señalar la afinidad
desde el imperio de Alejandro, donde desa- de ciertos grupos sociales. Inclusive se ex-
parecen las diferencias civiles y sociales de . tiende a las comunidades religiosas que
griegos y bárbaros, que pasan a integrar trascienden los límites nacionales y a las
un solo sistema político. Pero a partir de ideas de justicia, ciencia y arte, que son
las postrimerías de la Edad Media la apa- comunes y universales.
rición de la idea de "Conciencia nacional", Además desde el siglo xnc con los ade-
paralela a la formación de los Estados na- lantos de las comunicaciones y el acentuado
cionales, cimenta la corriente del Naciona- fenómeno de las migraciones, el cosmopoli-
lismo que se contrapone al Internaciona- tismo ha adquirido relevancia como género
lismo. de vida en la comunidad social.
Desde entonces la pugna se hace más BIBLIOGRAFÍA. — Llszt, F. von, Derecho interna-
evidente, cuanto mayor es el grado de rigi- cional público, 1928. — Diena, G., Derecho inter-
dez que asumen ambas tendencias, sobre nacional público, 1946. — Nussbaun, A., Historia
todo en los siglos xrx y xx. El internacio- del Derecho internacional, 1949. — Legón, F., Sen-
nalismo, basándose en la primitiva doctrina tido político y alcances jurídicos de la estructura-
ción superestadual, 1937. — Fischbach, O., Derecho
cosmopolita
lr
más absoluta, llega a ignorar político general y constitucional comparado, 1928.
>s valoies nacionales en beneficio de una Kelsen, H., Derecho y paz en las relaciones ínter-
nacionales, 1943. — Mirkine-Guetezvitch, B., Dere- alemanes. Desde 1919 a 1939 Dantzig no
cha constitucional internacional, 1936. — Posa- constituyó un Estado propiamente dicho
da, A., La Sociedad, de las Naciones y el Derecho
•política, 1925. — Scelle, Q., Cours de Droit inter- sino un territorio dotado de vida política
national'public, 1948. — Délos. R. P., Sacíete in- autónoma protegido por la Sociedad de
temationale, 1928. — Strupp, K., Documenta pour Naciones y unido a Polonia con la que cons-
servir á l'Mstoire du Droit de ffens, 1623. — Poli- tituía un sólo territorio aduanero y estaba
tls, N., Les nouvelles tendences du Droit interna-
tional, 1927. — Wilches, E. M., Le nouveau Droit obligada a conceder a los buques polacos el
dei gent, 1948. — Potter, P. B., Introductiva, to the mismo trato que a los suyos. Diplomática-
stuáy of the international organization, 1922. — mente la ciudad libre de Dantzig no poseía
Muir, B., Nationalism and internatianalism, 1916. el derecho activo de legación y recibía un
representante de Polonia calificado de co-
INTERNACIONALIZACION.» I. El verbo misario general. La dirección de los asun-
"internacionalizar" es definido por el Dic- tos, exteriores correspondía a Polonia, previa
cionario de la Academia de la siguiente consulta a la Ciudad libre, por lo cual sólo
manera: "Someter a la autoridad conjunta habrá en el exterior el servicio diplomático
de varias naciones, o dé un organismo que y consular polaco, si bien en los consulados
lo represente, territorios o asuntos que de- tenia que haber ciudadanos de Dantzig. La
pendían de la autoridad de un sólo Estado". Ciudad libre no era miembro de la Sociedad
Cabanellas (i) dice al respecto: "Some- de Naciones ni de la Oficina Internacional
ter, reservar a la autoridad de varias na- del Trabajo. No obstante podía acudir a la
ciones como ejecutoras, y de la generalidad organización de Ginebra en los términos
como interesadas en la paz o justicia mun- previstos en el artículo 10 del Pacto (*). La
diales, un territorio o un asunto. Unas veces Sociedad de Naciones tenía además en
se prepara así la independencia de un país; Dantzig un alto comisario que resolvía en
en otras se le administra, hasta que él mis-, primera instancia los diferendos entre la
mo decide su suerte; asimismo constituye Ciudad libre y Polonia, siendo apelables sus
interinidad durante la resolución de un con- decisiones ante el Consejo de la Sociedad
flicto; también se establece con carácter de Naciones. Por un convenio del año 1934
permanente, como el de la ciudad de Tán- se estableció un procedimiento de arbitraje
ger, contra su inequívoca pertenencia a entre Polonia y Dantzig, bajo reserva de las
España, y a su protectorado en Marruecos". competencias del alto comisario.
Rousseau ( 2 ) al referirse a los territorios La fuerte influencia del nacionalsocialis-
Internacionalizados, se expresa de la si- mo hitleriano en Dantzig, dio ocasión a que
guiente manera: "Entre las colectividades en el año 1932 el Tribunal Permanente de
no estatales hay que reservar un lugar, es- Justicia- Internacional condenase las medi-
pecial a aquellas colectividades que habitan das discriminatorias que contra los polacos
territorios sujetos a un régimen de admi- había adoptado la Ciudad libre. Las elec-
nistración internacional, fundado en trata- ciones de 7 de abril de 1935 dieron en Dant-
dos plurilaterales. Al terminar la primera zig la mayoría al partido nacionalsocialista,
guerra mundial, este régimen fue aplicado y a fines de eSe mismo año el precitado
a Dantzig, al Sarre y a Tánger, pero actual- Tribunal internacional declaró la incompa-
mente sólo subsiste en esta última zona. Al tibilidad con la Constitución de la Ciudad
terminar la segunda guerra mundial ha sido libre, de algunos decretos de orden penal y
introducido en Trieste, aunque no haya re- de -características hitlerianas, dictados por
cibido hasta ahora (3) una aplicación efec- el Senado. Por un decreto de 23 de agosto
tiva". de 1939, Dantzig fue incorporada a Alema-
En la explicación del régimen estatutario nia y pocos días después las tropas del
de las precitadas zonas internacionalizadas Reich invadían Polonia. Tal fue el princi-
(Dantzig, Sarre y Tánger) seguimos íun-?
damentalmente la explicación del propio pio de la segunda guerra mundial. -A la
Rousseau. terminación de ésta, la Ciudad libre fue
a) En él año 1919 la posesión de Dantzig
era reclamada por Polonia y por Alemania, (4) Kl articulo mencionado expresa que los
alegando, la primera su derecho a tener una miembros- de la Sociedad se comprometen a res-
salida al mar; y la segunda la circunstancia petar y a mantener contra toda agresión exterior,
la Integridad territorial y la independencia política
de que aquella ciudad estaba poblada por presento de todos los miembros de la Sociedad, de-
biendo el Consejo, en caso de agresión, de amenaza
• Por el Dr. MANUEL OSSORIO Y FLOBIT. o de peligro de agresión, determinar los medios
para asegurar el cumplimiento de esta obligación.
(1) Diccionario de Derecho uaval. Este articulo fue, por cierto, muy discutido y
(2) Derecho internacional público. atacado doctrlnalmente, y constituyó una de las
(3) La primera edición francesa de esta obra causas fundamentales de la oposición de Estado*
es de finales del año 1952 y la traducción espa- Unidos a ingresar en aquella organización inter-
ñola, de 1957. nacional.
anexionada a Polonia con el nombre de tación de las minas. Este territorio fue
(ídansk. admitido el año 1950 en el consejo de Eu-
b) Como consecuencia del tratado de ropa, el cual presentó en 1954 un proyecto
Versalles, el territorio del Sarre fue some- de europerización del Sarre, cuya población
tido el año 1919 a un régimen especial, con- en un referendum que tuvo lugar el año
cediéndose a Francia por un periodo de 1955 se pronunció en favor de su reintegra-
quince años la propiedad y explotación de ción a la soberanía alemana, rechazando el
las minas, como medio de compensarla de proyecto de europerización.
las pérdidas que había sufrido en las minas c) Tánger, que constituye otra de las
de carbón del norte del país. Al terminar zonas internacionalizadas, vio establecido su
el plazo de los quince años se realizaría un régimen jurídico por un convenio del año
plebiscito a efectos de determinar la rein- 1923 celebrado entre España, Francia y
corporación del territorio a Alemania, o su Gran Bretaña. El estatuto que allí se de-
anexión a Francia, o el mantenimiento del terminó fue completado por el protocolo de
régimen internacional establecido. Para la 1928, cuya principal finalidad fue asegurar
efectividad de la internacionalización, Ale- la participación de Italia en dicho régimen.
mania renunciaba por esos quince años al El convenio se estableció por un periodo de
gobierno del territorio, ejerciéndolo la So- doce años contados a partir de 1924, reno-
ciedad de las naciones en concepto de fidei- vable, por tácita reconducción por periodos
comisaria. No se constituyó un nuevo Estado iguales. Prorrogado de esa forma en 1936 y
puesto que ni había cesión de soberanía ni en 1948 su vigencia se extendió hasta 1960.
se modificaba la nacionalidad de sus habi- Tánger no es un protectorado, por cuanto
tantes. El gobierno era ejercido por una no existe un tratado entre las partes fir-
Comisión de cinco miembros uno de ellos mantes del estatuto y el sultán; no es tam-
francés, otro ciudadano del Sarre y tres poco un condominio, porque el reparto de
extranjeros neutrales, cuyo mandato dura- competencias no se ha efectuado en pie de
ba un año renovable y nombrados por el igualdad; ni es un territorio internacionali-
Consejo de la Sociedad de las Naciones. zado propiamente -dicho, porque no está so-
Posteriormente (año 1922) se crearon un metido al control de una organización in-
Consejo consultivo compuesto de treinta ternacional permanente (la S. de N. o la
miembros elegidos por sufragio universal y O. N. U.). Tánger es una ciudad marroquí
sistema proporcional, entre todos los ha- administrada internacionalmenie. El sobe-
bitantes del territorio, y un Comité de es- rano de derecho es el suitán quien posee
tudios integrado por subditos del Sarre. En respecto de los indígenas, poderes de mando
enero de 1935 se celebró el plebiscito pre- administrativo y jurisdiccional, les que ejer-
visto por el tratado de Versalles que dio ce por mediación de un representante titu-
una enorme mayoría en pro de la reincor- lado mendub y los poderes que corresponden
poración a Alemania,.ía que se efectuó dos a los organismos internacionales son ejer-
meses después. cidos por delegación del sultán. La intenia-
cionaiización se manifiesta al través de los
La segunda guerra mundial modificó la siguientes órganos: una asamblea legisiati-
situación del territorio del Sarre, que en el va internacional compuesta de 17 represen-
año 1946 fue aumentado con la agregación tantes de las comunidades extranjeras, tí de
de 79 ayuntamientos rurales adyacentes a las indígenas y ei mendub que actúa de
la Prusia renana, pues en 1948 fue separado presidente de derecho, pero que no inter-
políticamente de Alemania y unido econó- viene en las deliberaciones; un administra-
micamente a Francia, poniéndose así fin al dor nombrado por la asamblea que ejerce
estatuto internacional por que se rigió has- el Poder Ejecutivo y se halla asistido por
ta el año 1935. Actualmente su organiza- tres adjuntos, teniendo a sus óraenes fuer-
ción está basada en la Constitución de 15 zas internacionales de policía; un comité de
de diciembre de 1947, encontrándose admi- control compuesto por los cónsules de las
nistrado el territorio por un Ministerio y potencias signatarias del acta de Aljeciras
una Asamblea legislativa, determinándose del año 190o; y un tribunal mixto, oe juris-
su régimen administrativo, judicial, econó- dicción internacional encargado ae adminis-
mico y social por una serie de convenciones trar justicia a los ciudadanos extranjeros y
firmadas entre Francia y el Sarre en los que ejercen magistrados españoles, irance-
años 1950 y 1953. Según uno de esos docu-
mentos el Sarre es autónomo en aquellas ses e ingleses. Este tribunal fue substituido
materias, existiendo la nacionalidad sa- mediante convenio de 10 de noviembre de
rresa. Francia está representada por un 1952, por una Jurisdicción Internacional
alto comisario y asegura la defensa del te- compuesta por dos jueces españoles, dos
rritorio y la dirección de sus relaciones ex- franceses, un belga, un británico, un nor-
teriores habiéndole sido confiada la explo- teamericano, un italiano, un marroquí, un
holandés, un portugués y un sueco. Cuenta cido al amparo de circunstancias que creyó
eon dos fiscales, uno español y otro fran- favorables. En 1952 el gobierno español
cés. Esta situación se vio afectada por la solicitó de las* potencias representadas en el
ocupación que hicieron las tropas españo- Comité de control la abrogación del estatu-
las el 14 de julio de 1940, incorporando, de to provisional, así como que se convocase
hecho, Tánger a la zona española de Ma- una conferencia para la reorganización de-
rruecos (s). Dentro de ese mismo año el finitiva del régimen tangerino. La solicitud
administrador francés fue substituido por no fue atendida, pero el régimen de 1945
un administrador español, suprimiéndose el fue parcialmente modificado por el proto-
Comité de control y la Asamblea legislativa colo de 10 de noviembre de 1952 a efectos
cuyas atribuciones se transfirieron al alto de reintegrar a España y a Italia a la si-
comisario español en Marruecos y se expulsó tuación que tenían en 1928.
al mendub substituyéndole por un bajá II. En términos jurídicos la internacio-
nombrado por el jalifa de Tetuán. Por pe- nalización se refiere también al régimen
tición de Gran Bretaña se mantuvo el tri- aplicable a los ríos navegables que separan
bunal mixto pero compuesto únicamente o atraviesan territorios de diferentes Es-
por magistrados españoles. Todo esto originó tados. Con respecto a ellos expresa Rous-
las satúrales protestas de los demás Esta- seau (?) que cabe distinguirlos en contiguos
dos, especialmente de los gobiernos britá- o fronterizos, (como el Rhin entre Alemania
nico y norteamericano, el primero de los y Suiza y entre Alemania y Francia) y su-
cuales maniíestó el año 1943 que no reco- cesivos (como el Danubio que atraviesa
nocía la incorporación de Tánger a la zona Alemania, Austria, Hungría, Yugoslavia,
española. Como es de presumir, la victoria Bulgaria y Rumania), pudiendo un mismo
de las Naciones Unidas que el año 1914 no rio reunir ambos caracteres. "En la actua-
era ci remotamente sospechada por el go- lidad —dice el autor— se reconoce que,
bierno de ¡acto español, tuvo como conse- cuando los ríos responden a la definición
cuencia el restablecimiento del estatuto in- expresada, han de ser sometidos a un ré-
ternacional anterior. En el acta final de gimen jurídico especial (régimen de inter-
París de 31 de agosto de 1945, suscrita por nactonaiización), ya que si bien forman
Francia, Gran Bretaña, los EE. UU. y la parte del territorio estatal, son, al propio
UÜ.S.S., (participantes los dos primeros en tiempo, un instrumento de la vida económi-
«1 estatuto de 1923, pero no asi los dos se- ca internacional". Y agrega luego: "La ca-
gundos) , se sentó el principio de la vuelta a racterística esencial del Derecho fluvial, in-
la legalidad y en la Conferencia de Postdam ternacional en el siglo xix es la tendencia
de 1948 se acordó que la zona de Tánger a una creciente internacionalización, que se
permaneciera internacionalizada. Un acuer- manifiesta en dos direcciones: a) igualdad
do franco-británico estableció la forma en de trato en el ejercicio de la navegación
que se habría de hacer el restablecimiento entre Estados ribereños y no ribereños; y
hasta tanto se elaborase un régimen defi- b) gobierno del rio navegable por un orga-
nitivo. El estatuto de 1923 y el protocolo de nismo internacional: la Comisión fluvial".
1928 fueron objeto de algunas modificacio- Verdross Ia) afirma que la internaciona-
nes: atribución a los EE. UU. y a la ÜJ1.S.S. lización prevista en los tratados, "no signi-
de una representación en el Comité de con- fica que los ríos en cuestión escapen a la
trol; aumento de los representantes extran- supremacía territorial de los Estados ribe-
jeros en la Asamblea legislativa, que pasa- reños o que, como ocurre con el Danubio
ron de 17 a 21, y eliminación de algunas marítimo se coloquen bajo la administra-
ventajas que se habrían reconocido a Italia ción directa de una comisión internacional",
en 1928. La interaacionalización se notificó sino que "las regias citadas prescriben tan
al gobierno español el 5 de septiembre de sólo que en estas aguas los subditos, bienes
1945 y al siguiente día 6 las tropas españo- y buques mercantes de iodos los Estados
las evacuaron Tánger {«), aceptando el día serán tratados en pie de igualdad, que los
13 del mismo mes el restablecimiento de la derechos y tasas de la navegación deberán
situación legal anterior que había descono- destinarse exclusivamente a cubrir los gas-
tos que origine el mantenimiento de la na-
vegación o la mejora de las condiciones del
(6) Esto fue sin duda posible porque, como es río y, por último, que cada Estado ribereño
sabido y notorio, en aquella época tí. gobierno,
también de hecho, español actuaba de la mano da está obligado a realizar cuantas obras sean
los gobiernos alemán e italiano, cuyo» regímenes indispensables para mantener la navegabi-
políticos imitaba abiertamente y sigue mante- lidad". Párrafos más adelante, Verdross se-
niendo. Esta explicación es conveniente porque
explica la forma en que se terminó la ocupación ñala que en el aspecto jurídico hay que
de Tánger por España.
(6) De ahí el comentario que hemos hecho en (7) Op. dt.
1» nota precedente. (8) • Derecho internacional público.
establecer la siguiente clasificación de las miento. Dejando aparte ciertos casos de
vías fluviales: internamiento que no guardan relación con
A) Ríos no navegables y ríos que en su el Derecho penal (como los de enfermos
curso navegable sólo atraviesan un Estado contagiosos o sometidos a cuarentena en un
(ríos nacionales). A estos se asimilan los lazareto) encontraremos un caso típico en
ríos que separan o atraviesan Estados que el Código penal español de 1944, cuando al
no hayan ratificado ni el Convenio de Bar- reproducir lo establecido en el Código de
celona ni otro tratado fluvial. 1932, expresa que "cuando el enajenado hu-
B) Ríos de interés internacional que se- biese cometido un hecho que la ley sancio-
paran o atraviesan Estados que han ratifi- nare como delito, el tribunal decretará su
cado el Convenio de Barcelona u otro tra- internamiento en ixno de los hospitales des-
tado fluvial pero están substraídos a la tinados a los enfermos de aquella cíase, del
fiscalización de una comisión fluvial. cual no podrán salir sin previa autorización
C) Ríos de interés internacional bajo la del mismo tribunal".
fiscalización de una comisión internacional, En la Argentina este concepto de interna-
compuesta únicamente de representantes miento ha adquirido más amplio desarrollo,
de los Estados ribereños (internacionaliza- ya que con arreglo a lo dispuesto en li ley
ción de primer gratío). 14.394, cuando un menor de 16 años incu-
D) Ríos de interés internacional bajo la. rriere en' un hecho calificado como delito,
fiscalización de una comisión internacional, la autoridad judicial competente procederá
en la que están representados también Es- a comprobar e! mismo, a tomar conocimien-
tados no ribereños (internacionalización de to personal y directo del menor, sus padres
segundo grado). y guardadores y a ordensr los informes y
E) R;os internacionales sometidos a la peritajes conducentes al estudie de la per-
administración directa de una comisión flu- sonalidad de aquél, sus condiciones fami-
vial (internacionalización de tercer grado). lisres y el ambiente en que viviere, pudiendo
El tema de los ríos en sus aspectos nacio- disponer en caso necesario la internación del
nal, internacional e internacionalizado, ha menor en un establecimiento adecuado. Esta
sido ampliamente desarrollado en otra voz medida sólo durará el tiempo indispensable
de esta Enciclopedia y a ella remitimos al para un mejor examen que fpcilite la ulte-
lector. (V. DOMINIO FLUVIAL) .
rior adopción del régimen que correspon-
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas. die^a aplicar (art. 1?).
Si de dichas averiguaciones resultare que
INTERNAMIENTO. Este vocablo tiene el menor no presenta graves problemas de
dos contenidos, uno que se refiere oí Derecho conducta o ambiéntale,?, el juez podrá de-
internacional y otro al Derecho penal. Veá- jarlo con sus padres o tutor libremente c
moslos por separado: bajo el régimen de libertad vigilada, o bien
.a) En el Derecho internacional. Cuando dejarlo con sus guardadores o con otras
un grupo de trepas pertenecientes a nacio- personas idóneas bajo el régimen de liber-
nes que están en guerra entraren en el te- tad vigilada. Si el menor presentare graves
rritorio de un país neutral, el gobierno de problemas de conducta el juez podrá tam-
ese país está en !a obligación de desarmar- bién proceder a su internación en un tas"
las a efectos de que pierdan su condición ututo adecuado (art. 2"?).
militar, internándolas en un punto conve- Según el artículo 5"? la sanción privativa
nientemente alejado de las fronteras, evi- de libertad que el jue-¿ impusiere se hará
tando su evasión. Los gastos que ocasión? efectiva en institutos especiales.
al país neutral, el mantenimiento de las tro- El menor de 18 a 22 años que infrinja las
pas internadas, son de cuenta de éste du- disposiciones de la ley penal, quedará so-
rante todo el tiempo en que aquellas nacio- metido a ella. Si antes de cumplir los 22
nes estén en guerra; pero una vez terminada debiera ser privado de su libertad, sea du-
la misma, la nación a que dichas tropas rante el proceso o a efectos de cumplir la
pertenecían está obligada a resarcir a la sanción será internado en institutos espe-
nación internante de todos los desembolsos ciales y hasta tanto sean debidamente or-
que con ese motivo hubiese efectuado. (V. ganizados los mismos, en secciones especia-
INTERNACIÓN.) les de establecimientos para mayores. Cum-
b) En el Derecho penal. En el orden pe- plidos los 22 años se le trasladará a estable-
nalístico se acostumbra a llamar interna- cimientos comunes para adultos (art. 8').
miento de seguridad al ingreso forzoso que Otros artículos de la ley 14.384 determi-
se hace de personas que padecen enferme- nan más al detalle la forma de hacer efec-
dades peligrosas para terceros a efectos de tivas estas medidas de internamiento (M. O
que queden sometidas a vigilancia y trata- yF.).
INTERNATIONAL LAW ASSOCIATION.* mitar a establecer un paralelo entre éste y
SUMAKIO: 1, una institución benemérita. la International Law Association. Ambas
2. Estruct-ora y organización. 3. Las sesio- instituciones asumen un carácter científico
nes celebradas y sus resultados.
y privado contándose entre las más impor-
1. Una institución benemérita. Al ocupar- tantes que están dedicadas a la codificación
nos, en otras voces de esta Enciclopedia, del Derecho Internacional. La Association
especialmente al historiar la labor cumplida ha "sido fundada en Bruselas, en 1873, con
por el "Instituto de Derecho Internacional" el título de Association for the Reform and
y el "Instituto de Derecho Americano", he- Codification of the Law of Nations, cuya
mos destacado cuánto le adeudan, la Cien- denominación conservó hasta 1885. Actual-
cia del Derecho internacional y la aplica- mente tiene su sede en Londres. En sus co-
ción práctica de los principios a las rela- mienzos, la Association tuvo por objeto la
ciones entre los Estados, a una serie de preparación de un Código internacional
instituciones de carácter semioíicial o pri- desuñado a servir de base para un convenía
vado, meramente científicas, que a través general de arbitraje. Más tarde y como la
de los años se dedican no sólo a codificar experiencia demostrara que la falta de co-
las normas ya establecidas sino a promover dificación no es un obstáculo para el pro-
nuevas y a consolidar los principios. Nin- greso del arbitraje, la Association cambió
guna duda cabe acerca del hecho de que de título y, sin abandonar sus propósitos
entre estos institutos o centros de estudios, pacificadores, se dedicó al Derecho inter-
de alcance y carácter internacional y en nacional en sus múltiples aspectos. Anto-
una medida no menor probablemente que ko^etz establece un paralelo entre la Asso-
el ya célebre "Instituí de Droit Internatio- ciation y el Instituto de Derecho Interna-
nal", debe ubicarse a la llamada Interna- cional, afirmando que ambas se diferencian
tional Law Association. Esta benemérita no sólo por su objeto, sino también por su
Asociación háse caracterizado a través de composición. El Instituto es una corpora-
los noventa años de su fecunda existencia, ción, dice, eminentemente científica, que se
por una severa contracción al cumplimien- compone de peritos en la ciencia interna-
to de su programa básico y se ha señalado cional, mientras que la Asociación admite
por una activa participación en los debates indistintamente en su seno a intemaciona-
y el esclarecimiento de engorrosos proble- listas, estadistas, comerciantes, industria-
mas del Derecho internacional relacionados les, navegantes y a toda persona que se
con la guerra y con la paz; con la ciudada- interese por la vida internacional. El Ins-
nía y la extradición; con las presas maríti- tituto estudia los fundamentos científicos
mas y la esclavitud, etcétera, es decir, con del Derecho internacional; la Asociación se
las más diversas cuestiones atinentes a la ocupa de la faz jurídica, política y social de
conservación de las normas de la conviven- las relaciones internacionales, busca los
cia entre las naciones y el respeto por in- medios de poseer en práctica la enseñanza
tereses dignos de consideración y de cuidado. de los juristas y de los filántropos, trata de
En las numerosas conferencias celebra- influir sobre los hombres de Estado, y aus-
das, al igual que las del Instituí en diversas culta la opinión pública. El Instituto se
ciudades del mundo, la International Law mantiene en las regiones elevadas y serenas
Association ha venido elaborando el Dere- ce la ciencia internacional; la Asociación se
cho internacional público y privado para desenvuelve dentro de las necesidades prác-
que sirviera de base inconmovible a las re- ticas del momento histórico. El Instituto
laciones internacionales y no hay duda es cerrado, la Asociación es abierta. Ambos
acerca de la influencia de sus resoluciones carecen de carácter oficial" ( 2 ) .
y elaboraciones sobre los Tratados entre 3. Las sesiones celebradas. Numerosas y
las naciones y las codificaciones parciales muy fecundas reuniones ha celebrado la
que se han venido emprendiendo. entidad desde su fundación, como liemos
Pero cabe establecer que la misión de la dicho, en distintas ciudades de la tierra.
International Law Association y la* del Ins- Una simple relación de las sesiones y de
tituto de Derecho Internacional no son las
mismas, según podrá deducirse del cotejo los temas abarcados en cada una de ellas,
que formularemos a continuación. nos darán la pauta sobre la importancia de
2. Estructura y organización. En otra la labor realizada por una de las más im-
parte hemos analizado la estructura básica portantes instituciones científicas, de carác-
y la organización del Instituto de Derecho ter privado, que participan en la creación
Internacional (»); ahora nos hemos de li- del Derecho internacional.
En la Sesión de Milán (1883) tratóse y
• Por tí Dr. MATEO GOLJ>STEIN.
(2) Antokoletz, D., Tratado de Derecho inter-
(1) V. e! vocablo IKSTTTDTO DE DESECHO INTER- nacional público, 5! ed., págs. 104 y IOS, Ed. I<&
NACIONAL, por el mismo autor, en esta Enciclopedia. Facultad, Bs. Aires, 1951.
aprobóse una resolución sobre trata de es- INTERNUNCIO.* El Romano Pontifico
clrvcs y colisión:s en el mor. En la sesión tiene derecho, independiente de la potestad
tío Bruselas (18D5). aprobóse una serie de civil, de enviar legados, con jurisdicción
veglas cié procedimiento para el arbitraje in- eclesiástica o sin ella, a cualquier parte de!
ternacional; realas de jurisdicción en aguas mundo (canon 205). De resultas de ello, y
territoriales y resoluciones sobre colisiones con mayor razón después de la celebración
mai-Uimas. En la sesión de Berlín (1896), del Tratado de Letrán, la Santa Sede posee
se trataron re?!as para el reconocimiento representación diplomática, tanto en las na-
internacional cíe comniñias extranjeras. En ciones católicas como en muchas que no lo
la sesión de Rouen (1000), se encaró el pro- son. Y, a su vez, tiene acreditados, ante ella,
bier^a de la inmunidad de captura de la pro- a los representantes diplomáticos de dichos
piedad privrda en el mar. En la sesión de Estados.
Cristinnín (1905). se trataron: una ley de Este derecho del papado, emana de la so-
beligerancia y de neutra'idad y la Corte in- beranía que er> el orden espiritual, y aun en
ternacional de presos. Fn la sesión de Ber- el temporal, tiene el Sumo Pontífice, y de
lín (1.900) enfocóse la inmunidad de captu- la obligación que le incumbre de velar por
ra de In nropiee>d privaría en el mnr y su grey, esparcida por los cuatro confines
neutralidad y naturalización. En la sesión del Universo. Por oirá parte, este derecho de
de Portland (1307), tratóse del contraban- legación, fue ejercido, desde los primeros si-
do de cn'OTn, tratados intervención en nom- glos de la vida de la Iglesia.
bre de personas míe residen o míe contra- En orden gradativo descendente, los lega-
tan con Fsf,fidns extranjeros. En la sesión dos del Romano Pontífice pueden ser: leí
de Budapest, (1908) re t,r!»*A aceren de la ex- gados a latere, nuncios, internuncios y de-
tradición, aguas territoriales y blonueo. En legados apostólicos. Los legados a latere de-
la sesión de Londre? '1912). SP consideró ben ser cardenales y su misión suele ser
la ley del ñire y nuevamente la extradi- transitoria. Los nuncios e internuncios tie-
ción. Fn la sesión de Madrid (1913), se tra- nen encomendada, principalmente, una mi-
tó de ]«. lev de aviación, efectos de la gue- sión diplomática. Los delegados apostólicos,
rra, contrabando con el enemigo, extradi- en cambio, carecen de carácter diplomá-
ción. En la sesión de Portsmouth (1920) se tico.
trató: Boei»dar< de las Naciones, visita ñor Los internuncios son elegidos por el Santo
rubmarinos, puerra marítima, tratamiento Padre, dependen de la Secretaria de Estado
de los nr'sí fin pros de truerra. cooperación in- del Vaticano, y son arzobispos titulares (pa-
ternación ni boio la Sociedad de las Nacio- ra una explicación de esta última acepción,
nes, aviación en tiempo de paz. En la se- véase la voz IN PARTIBUS INFIDELIUM) .
sión de Buenos Airos (1922) se volvió a en- Mientras los nuncios son ministros de pri-
carar el rsroblema de la Sociedad de las Na- mera clase, correspondiendo su jerarquía a
ciones, Corte permanente de Justica Inter- la de ios embajadores, los internuncios son
nacional, desarme. Corte penal internacio- ministros de segunda clase, correspondien-
nal, reconocimiento de gobiernos de Jacto, do la de ellos a la de los ministros plenipo-
responsabí'idnd intarnacional del Estado por tenciarios. De la misma manera en que, por
perjuicios sufridos por extranjeros en lu- acuerdo internacional, los nuncios son de-
rhas civiles, reorganización jurídica de la canos del cuerpo diplomático del país ante
humanidad, prohibición de usar aparatos el cual están acreditados, teniendo derecho
de locomoción cuyos equipajes no tengan de precedencia sobre todos los embajadores,
medios materiales de salvamento, protección los internuncios poseen igual derecho de
prioridad entre los diplomáticos de su mis-
de lar, minoras, empleo de submarinos en ino rango.
tiempos de guerra, navegación aérea e^i la Conforme al Código de Derecho canónico
guerra, mar'territorial, gases asfixiantes. En (canon 267). son obligaciones de Sos inter-
la sesión de Londres (1923), se encararon nuncios (al igual que de los nuncios), el fo-
los temas de la nacionalidad y la naturali- mentar, según las normas recibidas de la
zación. En la sesión de Estocolmo (1924), Santa Sede, las relaciones entre la Sede
volvióse a discutir el problema de la nacio- Apostólica y ios gobiernos civiles ante los
nalidad. Corte penal internacional, aviación, t-uales desempeñan su legación de mane-
codificación, arbitraje comercial, quiebra, ra estable; el vigilar, en el territorio que
Sociedad de las Naciones, averias comunes, ¡es fuere asignado, el estado de las diócesis,
protección de las minorías. Posteriormente informando al Romano Pontífice; y ejercer
se realizaron más reuniones. las demás facultades que les fueron dele-
gadas.
INTERNOS (Impuestos). (V. IMPUESTOS
INTERNOS.) * Por «1 Dr. ALFREDO NOCETTI FASOUNO.
El cargo de internuncio no expira al que- nente sobre el gobierno, según lo enseña
dar vacante la Sede Apostólica, a menos Duguit(i).
que otra cosa se hubiere determinado en las En el Derecho constitucional británico,
letras pontificias. Cesa, sin embargo, en el cuyo gobierno es el gabinete, éste ejerce la
mismo, cumplido el mandato, por revocación dirección política del país y está compues-
intimada y por renuncia aceptada por el to por ministros nombrados por el premier,
Papá. que es generalmente la figura central del
Deben dejar libre a los ordinarios locales partido mayoritario dentro del Parlamento.
el ejercicio de su jurisdicción; preceden, en Cabe pues a este gabinete la responsabili-
el país ante el cual están acreditados, a to- dad de la tarea gubernativa y de conduc-
dos los arzobispos y obispos del mismo, siem- ción política respondiendo ante la Cámara
pre que éstos no se hallen investidos de la de los Comunes de su gestión en general o
dignidad cardenalicia; y pueden, sin licen- la de cada ministerio en particular, la cual
cia de los ordinarios, en todas sus iglesias, por medio de sus votos de confianza o de
con excepción de la catedral, bendecir al censura aprueba o no aquella, gestión. En
pueblo y celebrar los divinos oficios, aun el primer supuesto el gabinete continúa en
de pontifical, usando también trono y bal- la función política de gobierno, en el se-
daquino. gundo debe renunciar o aconsejar al rey o
Solamente pueden ser juzgados por el Ro- presidente el llamamiento a nuevas eleccio-
mano Pontífice (canon 1557, parágrafo 1', nes, y si el electorado aprueba la política
inciso 39). Quien pusiere manos violentas censurada por la Cámara eligiendo a ese
sobre ellos, incurre en excomunión latae partido, también continúa en el gobierno;
sententiae, reservada de un modo especial lo contrario ocurre si triunfa el partido que
a la Sede Apostólica; es por el mismo de- dio el voto de censura. Es decir que la des-
recho, infame; y debe privársele de los be- . aprobación dé la.gestión política puede ter-
neficios, oficios, dignidades, pensiones y minar con la caída del gabinete, o bien con-
cualesquiera cargos que pueda tener en la tinuar éste hasta el llamado a elecciones,
Iglesia (canon 2343, § 2?). Quien los inju- siendo el electorado en tíefintiva quien re-
rie de palabra o por escrito, debe ser san- suelve la situación.
cionado, con penas adecuadas, por el ordi- Cabe distinguir que el voto de censura
nario propio (canon 2344). de la Cámara de los Lores no produce la
El primer internuncio, acreditado en la dimisión del gabinete. El procedimiento via-
República Argentina, fue monseñor Antonio ble para conocer los lineamientos generales
Sabatucci, arzobispo titular de Antinoe, de la política del gabinete o interiorizarse
quien llegó a nuestro país en el año 1900. de algunos aspectos de las distintas ramas
En 1907, fue reemplazado por monseñor ministeriales, es la interpelación, que puede
•Aquiles Locatelli, arzobispo titular de Tesa- versar, lógicamente, sobre todos los actos
lónica, elevado años más tarde al cardena- políticos y administrativos del gabinete.
lato. Y a éste le sucedió monseñor Alberto Aceptada la interpelación y evacuadas las
Vassallo di Torregrosa quien, a poco de su cuestiones sometidas al interpelante, se
arribo, en el año 1916, al elevarse la repre- produce un verdadero debate sobre los te-
sentación diplomática del Vaticano, con mas tratados que finaliza con el voto de
motivo del año centenario de la Indepen- confianza o de censura.
dencia, a la categoría de nunciatura, fue Es evidente que en Jos sistemas constitu-
también el primer nuncio. (V. LEGADOS [DE- cionales de tipo presidencialista, la inter-
RECHO CANÓNICO].) pelación no puede darse con los mismos
alcances ya que es distinta su naturaleza
INTERPELACIÓN.* Diversas acepciones jurídica-constitucional. Fundamentalmente
tiene en el léxico jurídico el vocablo inter- en el régimen parlamentario el rey o presi-
pelación, sea que sé trate en Derecho pú- dente es irresponsable políticamente y toda
blico o privado. la tarea de gobierno reposa en el gabinete'
En Derecho público. La interpelación es que es en defintiva quien responde ante el
una institución propia del Derecho parla- Parlamento ya que de su seno emana su
mentario. Es la facultad que tienen las Cá- poder. Son pues sus ministros los que de-
maras de requerir de un ministro para que ben afrontar el peso y la responsabilidad
informe o explique ciertos asuntos de go- de su gestión política en cuyo nombramien-
bierno, o aclare'algunos aspectos de la po- to no participa el rey o presidente.
lítica en general. Es el medio más eficaz y En nuestro sistema constitucional argen-
el generalmente adoptado por las Cámaras tino ocurre lo contrario. El presidente elige
para ejercer su derecho de control perma-
(1) Duguit, L., Manual de Derecho eonatitit-
• Por el Dr. CARLOS MARÍA VAHGAS GÓMEZ. cional, pág. 425.
por sí mismo a sus ministros (art. 88, inci- pelación a los ministros son interpelaciones
so 10) y puede removerlos sin que en ambos al presidente, toda vez que se discute la po-
casos intervenga ningún otro poder, de ma- lítica de éste, y el ministro debe defenderla
nera entonces que es siempre el presidente o renunciar. Agrega que no existe un dere-
el responsable de toda la gestión política. cho de interpelación en nuestro sistema
El artículo 63 de la Constitución al dispo- constitucional, toda vez que el presidente
ner que ambas Cámaras tienen la íacultad es responsable políticamente ante el Con-
de hacer venir a su seno a los ministros greso y además los ministros son simples
del Poder Ejecutivo para recibir "las expli- secretarios administrativos que la Consti-
caciones e informes que estime convenien- tución ha puesto para asesorarlo. Sólo le
tes", no significa tíe modo alguno que ha- resta al Congreso destituirlo por medio del
ya incorporado un remedo de interpelación juicio político (arts. 45 y 51 de la Const.
parlamentaria. Su razón de ser está dada Nac.), ya que la "interpelación"3 no afecta
por la interdependencia que existe entre los su estabilidad. Montes de Oca ( ) 4arriba a
poderes legislativo y ejecutivo en la sanción idénticas conclusiones y González ( ) mani-
de las leyes o en la dirección política de de- fiesta que sin este recurso le habría sido
terminadas atribuciones que ejerce aquél difícil al Congreso informarse de la situa-
y que debe estar completada por una eficaz ción tíe los negocios públicos.
acción conjunta con éste. En la principal La norma del artículo 63 incluye en con-
facultad del Congreso de legislar, se hace secuencia un privilegio del Congreso y es
imprescindible el conocimienito de ciertos él solamente quien decide en qué circuns-
datos o materia, específica de algunos mi- tancias y sobre qué aspectos versará la in-
nisterios, tíe ahí- entonces la necesidad de vitación al ministro en las informaciones o
que sean los ministros los encargados de explicaciones que se le pidan, y el P. E. tie-
explicar o informar sobre ellos a quienes ne la obligación de acceder a e]lo sin oponer
tienen la potestad tíe dictar las leyes; o bien, pretextos o evasivas. Se trata de una compe-
en las relaciones internacionales o de polí- tencia exclusiva tíe cada Cámara que se ope-
tica interior en que el Congreso actúa en ra cuantío ella lo considera conveniente. Los
delicadas funciones de asesoramiento o dic- respectivos reglamentos de las Cámaras dis-
tando leyes de emergencia, es de innegable ponen el procedimiento a seguir en estos
comprensión que son los ministros los que casos, puntualizando las distintas situacio-
deben ilustrar con datos precisos y técnicos nes que puedan ocurrir y el trámite parla-
un sin fin de situaciones que hacen a la mentario que cada caso merezca.
mejor elaboración legislativa y a una ar- En los antecedentes constitucionales ar-
mónica obra, de gobierno. De tal manera gentinos, este privilegio de las Cámaras apa-
que la presencia del ministro al seno de las rece ya en la Constitución de 1819. En el
Cámaras se realiza con un fin de coparti- capítulo III, artículo 30 que trata de las
cipación legislativa, de colaboración de po- "atribuciones de ambas cámaras". Más ade-
deres en la obra común de gobierno o de lante en la Constitución de 1826, en su ar-
información ilustrativa sobre delicados y tículo 39 se repite el mismo principio que
complejos asuntos que necesariamente deben la anterior expresando: "Cada Cámara pue-
conocerse con el legítimo fin de cumplir de hacer venir a su sala a los ministros del
auténticamente con la obra constitucional poder ejecutivo para recibir los informes que
encomendada. No obstante estas realidades estime conveniente" ( B ).
que surgen claramente del sistema adoptado En el Derecho público provincial se ha re-
por la Constitución, la práctica parlamen- cepcionado este artículo y todas las constitu-
taria ha desnaturalizado esta común y ar- ciones provinicales lo establecen, variando
mónica acción de gobierno, y las llamadas en el quorum requerido para la invitación
interpelaciones se han convertido en acalo- al ministro y en la forma de expedir las in-
radas discusiones que no trasuntan un es- formaciones según los casos.
tado de previa obra legislativa sino que con- En Derecho privado. Es un requerimiento
cluyen con resultados infructuosos. La pre- dirigido por el acreedor a su deudor para el
sencia del ministro se convierte entonces pago de una deuda o el cumplimiento de una
en una oportunidad de critica a la acción obligación. Generalmente la interpelación
política del presidente, pero que no cambia constituye en mora al deudor. El Código ci-
en absoluto la estabilidad de los ministros, vil al sistematizar el contrato de compra-
pues su permanencia depende exclusiva-
mente de la voluntad presidencial. González (3) Montes de Oca, A. M., Derecho constitucio-
Calderón ( 2 ) enseña que la llamada inter- nal, t. 2, pág. 170.
(4) González, J. V., Manual de la Constitución
argentina, pág. 423.
(2) González Calderón, J. A., Derecho consti- (5) Bavígnani, E., Asambleas Canstitayentti
tucional, t. 2, pág. 520. argentinas t. 6, 2" parte, págs. 714 y 765.
venta dispone en el artículo 1375, inciso 2° INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL.*
BUMJUUO: I. Particularidades de la interpre-
que en la venta con pacto comisorio si no tación constitucional. II. Reglas de la in-
existe plazo, el comprador no quedará cons- terpretación constitucional.
tituido en mora sino después de la interpe-
lación judicial. En el artículo 1721 que tra- I. Particularidades de la interpretación
ta de los derechos y obligaciones de los so- constitucional
cios entre sí, expresa que "el socio que no No debe confundirse la interpretación con
aportare a la sociedad la suma de dinero la hermenéutica. Hermenéutica jurídica es
que hubiere prometido, debe los intereses de la disciplina científica cuyo objeto es el es-
ella, desde el día en que debió hacerlo, sin tudio y la sistematización de los principios
que sea preciso interpelación judicial". En y métodos interpretativos. La interpretación
el régimen de las sucesiones establece el ar- es aplicación de la hermenéutica; ésta des-
tículo 3493 que "la interpelación hecha por cubre y fija los principios que rigen a aqué-
los acreedores de la sucesión a uno de los lla; la hermenéutica es la teoría científica
herederos por el pago de la deuda, no inte- del arte de interpretar. Interpretar es des-
rrumpe la prescripción respecto a los otros". entrañar el sentido de la expresión, por io
En el Derecho comercial la interpelación que no se equivoca quien usa como equiva-
tiene semejantes alcances. En la compra- lentes ios términos interpretar y compren-
venta mercantil el artículo 455 del Código der ( i ) , -
de comercio dispone que "en todas las com- En la ciencia del Derecho constitucional,
pras que se hacen de efectos que no se tie- la interpretación adquiere importancia de-
nen a la vista, ,nl pueden clasificarse por cisiva, hasta el extremo de que la Constitu-
una calidad determinada y conocida en «1 ción más perfecta ha de fracasar lamenta-
comercio, se presume en el comprador la re- blemente a través de una defectuosa o
serva de examinarlos y de rescindir libre- errónea interpretación. Bryce afirmaba que
mente el contrato, si los géneros no le con- "la interpretación de la Constitución ha ad-
vinieren. La misma facultad tendrá, si por quirido en ciertas épocas una importancia
cláusula expresa, se hubiese reservado pro- tal (en los Estados unidos de Norteaméri-
bar el género contratado. Así en uno como ca) , que ha servido de base a la formación
en otro caso, retardándose por el compra- de los partidos políticos. Más aún, la exis-
dor el examen o la prueba, más de tres días tencia de partidos divididos sobre cuestio-
después de la interpelación hecha por el nes .de esa naturaleza ha estimulado, eso
vendedor, se considerará en el acto sin efec- sí, el sistema con el cual han sido estudia-
to". En las fianzas, el articulo 480 expresa dos y discutidos los puntos de interpretación
que el fiador o fiadores responden solidaria- legal" (2).
mente como el deudor principal sin poder Debe distinguirse la interpretación de la
invocar el beneficio de división o exclusión integración. Interpretar, como se ha dicho,
que no es admitido en materia comercial es desentrañar el sentido del texto; inte-
"pueden solamente exigir que el acreedor grar es algo más: es determinar su exten-
justifique que ha interpelado judicialmente sión y su significado dentro del ámbito
al deudor". En el título VII que trata del plenario del Derecho. En el Derecho anglo-
préstamo y de los réditos o intereses, dice americano se diferencia la interpretación
el artículo 561: "En las deudas líquidas los de la construcción, conceptos ambos que en
intereses corren desde la interpelación judi- el Derecho latino aparecen involucrados
cial, por la suma del crédito que resulte bajo el rótulo genérico de interpretación.
<ie la liquidación". Al hablar de los protes- Según Black, la interpretación es ei arte o
tos estableciendo los requisitos esenciales
que debe tener el acto correspondiente, el * Por el Dr. SECUNDO V. LINARZS QUINTANA.
artículo 717, inciso & establece: "la inter-
pelación para que el protestado firmase el (1) Uñares Quintana, 8. V., Tratado de la cien-
acta, y los motivos por qué se negó & veri- cia del Derecho constitucional, t. 2, pags. 245 y siga.
ficarlo". También el artículo 277 dispone Bs. Aires, 1953-1960,Mazlmülano. C,, Hermenéutica
e aplicafa.ii do Direito, pég. VII, Río de Janeiro,
que el comisionista está obligado a rendir 1947; García Maynez,, E., Introducción al estudio
al comitente cuenta detallada de todas las del Derecha, pag. 313, México, 1944; Af teutón, E. B..
operaciones y cantidades entregadas o per- "Acerca del método. jurídico", en La Ley. t. 57,
cibidas, reintegrando al comitente el sobran- pag. 018, y "La interpretación en la ciencia del De-
recho", en La Ley, t. 6?; Rotondi, M., "Legge: la-
te que resulte a su favor "en caso de mora, terpretazione deíla", en fiuovo Digesto Italiano,
responde por los intereses desde la fecha de Turin, 1938, t. 7, pag. 737; Orgaz, A., Lecciones de
la interpelación". introducción el Derecho y a las ciencia» social*»,
pag. 149, Córdoba, I&45,
(2) Bryce, J., La. República Norteamericana,
INTERPOSITA PERSONA. (V. PERSONA versión castellana de Á, Buylla 7 A. Posada, t, 3,
pág. 227, Madrid, s/í.
procedimiento de descubrir y explicar el sig- y a los siglos por venir; que ella dio cuerpo
nificado atribuido al lenguaje usado, esto y espiritu a nuestra patria hasta entonces
es, el sentido que los autores de la ley qui- informe, y que como se ama la tierra nativa
sieron que tuviera para los demás; mientras y el hogar de las virtudes tradicionales,
que la construcción es el arte o procedi- debe amarse la Carta que nos engrandece
miento de descubrir explicar el sentido y la y nos convierte en fortaleza inaccesible
6
a
intención de los autores de ¡a ley con res- la anarquía y al despotismo" ( ).
pecto a su aplicación en un caso dado, El carácter fundamental y supremo que
cuando dicha intención resulta dudosa: sea reviste el derecho de la Constitución se tra-
por razón de disposiciones o criterios apa- duce técnicamente en normas de gran es-
rentemente contradictorios, o por razón de tabilidad a la vez que flexibilidad, redacta-
que el car>o dado no está explícitamente pre- das en un estilo diferente al de las leyes
visto en la ley (»). •ordinarias, como que se trata de preceptos
La sistemática de la hermenéutica general destinados a regir durante largo tiempo, de
es aplicable en el ámbito del Derecho cons- reforma difícil, y cuya generalidad les per-
titucional, de la misma manera míe en los mite comprender, en el curso de! tiempo, si-
respectivos campos de- las demás ramas de tuaciones muchas veces no contempladas
la ciencia jurídica. Sin embargo, la natura- por el constituyente. En ninguna otra rama
leza especia] del Derecho constitueioKai im- de la.ciencia jurídica tiene ma,yor aplicación
pone ciertas rnodalidad.es particulares a su que en el Derecho constitucional, la afir-
hermenéutica, que distinguen a ésta de la mación de Wigmore, de que "¡as palabras
tí? las restantes disciplinas jurídicas. Y esta están lejos de ser cosas fijas:
7
son las cosas
circunstancia debe ser muy tenida en cuen- más flúida-s e indefinidas" ( ) , o el concepto
ta en atención a que la teoría de la inter- que expusiera el juez Holmes de que "una
pretación de ías-ieyes-ha. sido generalmente palabra no es un cristal, trasparente e in-
elaborada por jusprivotistas y, como lógica mutable; es la piel de un pensamiento vivo
consecuencia, con exclusiva o preferente y puede mudar grandemente de color y con-
referencia al Derecho privado. Se bace no- tenido según las circunstancias y el momen-
tar (me fti menor grado de desarrollo y evo- to en que es utilizado" (»), Por otra parte,
lución eme ofrece la elaboración científica el contenido teleológico de la norma cons-
del Derecho público, la amplitud de su con- titucional ha de ejercer siempre decisiva In-
tenido, ftue se presta menos que el del Dere- fluencia en su interpretación, que siempre
cho privado a ser encerrado en un texto, y ha de inclinarse en favor de la protección
la gran inestabilidad de los elementos de y el amparo de la libertad del individuo, así
que se compone, dan lugar a una técnica como de la efectividad de valores éticos que
especial en la formulación de sus normas, juegan dominantemente en el Derecho cons-
que impone ciertas modalidades singulares titucional, como la justicia, la igualdad, el
a su interpretación. Como dijera el famoso bienestar general, etcétera.
Chiei ¿iistice John Marshali, en el recorda- II. Reglas de la interpretación constítu-
do caso McCulloch v. Mo.ryla.nd, "nunca de- cional.
bemos olvidar que lo que estamos interpre- 1) En la interpretación constitucional de-
tando es una Constitución" '<}, Aplicando be siempre prevalecer el contenido teleoló-
a nuestra materia las palabras que el juez gico de la Constitución, que sí es instrumen-
norteamericano Holmes refiere al comrnon to de gobierno, también y principalmente
law, puede decirse que la Constitución "en- es restricción da poderes en amparo de la
carna la historia del desenvolvimiento de libertad individual. La finalidad suprema y
una nación a través de muchos siglos, y última de la norma constitucional es la pro-
no puede ser tratada como si solamente tección y la garantía de la libertad y la
contuviera los axiomas y los corolarios de dignidad del hombre, frente al Estado y a
un libro de matemáticas" (••). los demás habitan tas. Por consecuencia, la
Y con respecto s. nuestra ley de las leyes, interpretación de la Constitución debe orien-
ha de traerse siempre presente que, como tarse siempre hacia aquella meta suprema.
dijera Joaquín V. Gonzalo?;, "es la Constitu- Y en caso de aparente conflicto entre la
ción un legado de, sacrificios y de glorias, libertad y el *interés del gobierno, aquélla
consagrado por nuestros mayores a nosotros debe privar siempre sobre éste último, por-

(3) Campbell Black. H,, Wandóoofc or- the cons- (6) Genuales, 3 V, Manual ée la Constitución
tructitm ana interprctatton o/ the latus, págs, 1 y 3, argentina, pág. 13, Bs. Aires, s/f.
St, Pa,u!, MiniK-ssota, 1611. (7) Wigmore. 3. H,, "Tlic Judicial fonctlon".
(4) 4 Wheat 316, *07. en Science of legal method; select esiays, The mo-
(6* Wtniiell Holraes, O., The common law, pá- tíerii legal philogophy serles, t, 9, pág, XXV.
gina 1, Boston, 1881. (8) ~Towne v. Stsner (1917), 245 U.S. 485.
que no se concibe que la acción estatal ma- teamiento del problema. 3 y 4- Restricciones
y limitaciones al empleo en la esfera del De-
nifestada a través de los cauces constitu- recho penal, del método para el conocimien-
cionales pueda resaltar incompatible con la to y la aplicación del Derecho en general.
libertad, que es el fin último del Estado, de II. Improcedencia de la integración "per ana-
la misma manera que resulta absurdo ad- logiam" de las leyes penales: 5. Concepto de
la analogía como método de integración Ju-
mitir que el interés cíei mandatario pueda rídica. 6. La analogia en el Derecho histó-
hallarse en pugna con el interés del man- rico 7. La analogia ante el Derecho penal
dante, en tanto aquél ejecute el mandato de hoy. £1 caso de los regímenes totalitarios.
dentro de sus verdaderos límites. 8. La analogia en «I JII Reich hitleriano y
en la U.R.S.S. 9. La actitud legislativa del
2) La Constitución debe ser interpreta- Derecho penal español y de loa pueblos his-
da con un criterio amplio, liberal y práctico panoamericanos. 10. Id. en el Derecho y la
y nunca estrecho, limitado y técnico, en for- Jurisprudencia argentinos. 11, La cuestión
, en el pensamiento científico individual y co-
ma que, en la aplicación práctica de sus lectivo. 12. El problema de la analogía in
disposiciones, se cumplan cabalmente los bonain partem. 13. La "interpretación ana-
fines que la informan. lógica". Distinción de ¡a simple analogía y
3) Las palabras que emplea la Constitu- admisibilidad por imperio legal, in. El pro-
blema de las interpretaciones rectrictiva y ejf-
ción deben ser entendidas en su sentido ge- tensiva de la ley penal: 14. La interpretación
neral y común, a menos que resulte clara- restrictiva y el principio in dubío pro reo.
mente de su texto que el constituyente quiso en la historia, la legislación y la jurispru-
dencia universal. 15. Las leyes y la jurispru-
referirse a su sentido legal técnico; y en dencia argénticas. 16. El enfoque correcto
ningún caso ha .de suponerse que un térmi- de la cuestión. 17. Las condiciones y los lí-
no constitucional es supérfluo o está de más, mites del empleo del principio in dubio pro
sino que su utilización obedeció a un desig- reo en el Derecho penal material. IV. La ad-
misibilidad de la interpretación progresiva o
nio preconcebido de los autores de la ley evolutiva de las leyes penales: 18. Concepto
suprema. ? justificación de tal método interpretativo
4) La Constitución debe interpretarse dej Derecho. 19. Jurisprudencia extranjera
como un conjunto armónico, en e! cual eJ y nacional, 20, Precauciones a adoptar ce.
e! manejo de la interpretación progresiva.
significado de cada parte debe determinar- V. Conclusiones finales: 81. Resumen arti-
se en armonía con el de las partes restan- culado del contenido <J« la investigación rea.
tes; ninguna disposición debe ser conside- Usada.
rada aisladamente, y siempre debe preferir- I. Principios generales. 1, El que como
se la interpretación que armonice y no la complemento del estudio relativo a la inter-
que coloque en pugna a las distintas cláu- pretación de la ley en general, deba hacerse
sulas de la ley suprema. el presente, contraído a la Interpretación de
5) La Constitución, en 'cuanto instrumen- la ley penal en particular, se Justifica por
to de gobierno permanente, cuya flexibili- el hecho de que si bien en principio el mé-
dad y generalidad le permite adaptarse a todo de conocimiento científico y aplica-
todos los tiempos y circunstancias, ha de ción del Derecho penal se identifica con el
ser interpretada teniendo en cuenta, no so- propio del Derecho positivo ira genere (i) su
lamente las condiciones y las necesidades empleo está sujeto por imperativo del prin-
existentes al momento de su sanción, sino cipio legalista (mullum crimen nulla poena
también las condiciones sociales, económi- sine lege) que ampara los más sagrados
cas y políticas que existen al tiempo de su atributos de la libertad y dignidad del jus-
interpretación, de manera q'ue siempre sea ticiable en cuanto persons. hajrín-jja. a • li-
posible el cabal cumplimiento de Jos gran- mitaciones y restricciones de máxima tras-
des fines que informan a la ley suprema del cendencia que le son peculiares y que, en
país. cambio, TÍO llenen cabida, no juegan, cuan-
6) Las excepciones y privilegios deben de se trata de conocer (comprender) o de
interpretarse con criterio restrictivo.
7) Los actos públicos se presumen cons- (1) Hablamos en eingular de "método de cono-
cimiento y aplicación del Derecho", porque enten-
titucionales, en tanto mediante una inter- demos que uno y el mismo es «1 método jurídico
pretación razonable de la Constitución pue- aplicable a ambas funciones ea r«iacíóu a las acti-
dan ser armonizados con ésta. vidades que despliegan «1 cianúrico del Dej-ecbo, e!
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas, juez, el e bogado.,. y aun <?¡ legislador. Bn eBa es-
tamos totalmente de acuerdo con Et.riau« R Aíís-
lión (Aítalíórs-García Olano-Vllanom Introducción
INTERPRETACIÓN DE LA LEY. (V. IN- al Derecho, 5? ed., t. 1, págs. 444 y slgs,, Bs. AJ
TERPRETACIÓN DEL DERECHO.) res, 19S8). en cuyos argumentos, para íucdanveft-
tarlo, hay mucho —ya que no tosió— qu* podemos
compartir, Tanto, que para fundamentar a nuestra
INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL.* vez la actitud adoptada, bastaríamos reproducir-
SUMAHIO: I. principios generales: 1 y a. PJan- los, acomodándolos a nuestra concepción norow-
tivistst (Taíoratívo-irripcrativo-ílnalísta como 1» lis
• Por el Dr. F. Bwsco Vjoatímez BE MOOSDA. Becasé;» Sichésí del Derecho.
aplicar, o de ambas cosas, las normas esta- que he llamado otras veces empírico-racio-
tuidas por otras ramas del Derecho. nal; método que tal cual queda explicado,
2, Lo que acaba de decirse permite afirmar entiendo se aproxima mucho en su formula-
que, cuantas críticas se han hecho contra la ción teórica y su puesta en obra práctica
insuficiencia de la lógica formal y abstrac- —si es que con él no coincide por entero—
ta para llegar a la comprensión de las nor- al que, como una especie del de la razón vi-
mas legales, son válidas en lo que al proble- tal e histórica propugnado por Ortega y
ma de la interpretación de las leyes pena- Gasset(3), postula Recaséns Biches con el
les se refiere ( 2 ). Estas, como cualesquiera título4 de logas de lo humano, de lo razona-
otras normas jurídicas, se forjan en base ble ( ). Pero sin olvidar que, en su aplica-
a juicios valorativos de actos humanos, in- ción le constriñe- y limita —no pudiendo Ir
formados por los dictados culturales vigen- más allá de lo que le autoriza o consienten
tes en un grupo social, un tiempo y unas los conceptos de la ley para desentrañar su
circunstancias históricas en caml>*«í cons- sentido- ei dogma de la estricta legalidad
tante: a la pretensión de encau/ai »a con- del ordenamiento punitivo.
ducta de los hombres sometidos al ordena- 3. Secuela obligada de lo supuesto, es que,
miento de que se trate en una dirección de- para la interpretación de las normas pena-
terminada —tendiente a la realización de les, se han de descartar los principios que
los valores jurídicos y la protección de cier- mantienen aquellas escuelas o autores que
tos bienes o intereses tutelados por el De- atribuyen a la labor creadora del juez, una
recho (en que finca'el telar o razón de ser autoridad igual o por sobre la ley; escuelas
de la ley); y a la atribución de los actos cuya manifestación extrema se halla en la
de mérito de determinadas consecuencias del Derecho libre, que propiciada por Franz
jurídicas, entre las que se presenta, con Adickes y Eugenio Ehrlich, alcanza la clara
rango singular, la sanción punitiva. Pues formulación de sus postulados en el mani-
bien, tal valoración de actos humanos, irre- fiesto Der Kampf um die Rechtswissenschaft
ductibles en su singularidad a toda genera- (La lucha por la ciencia del Derecho) (1906)
lización absoluta, y sometida por otra parte de Gnaeus Flavius (Hermann Kantorowicz),
a dictados culturales comunitarios cambian- el entrañable amigo de Gustavo Rad-
tes con la evolución cultural y las circuns- bruch (5).
tancias en que la vida histórica del grupo 4. Pero, aún hay más. Ni aun siquiera
social se desenvuelve; tal pretensión de nor- las reglas interpretativas definidas por aque-
mar, de dirigir conductas de hombres —no llas escuelas que se destacan 'por el culto
menos irreductibles que esas conductas en a la ley como fuente primordial del Dere-
su radical individualidad a patrones gené- cho, son en su totalidad aplicables en el
ricos— y, por ende, la atribución a aquellos campo del Derecho penal. La más poderosa
actos de las consecuencias jurídicas perti- de las razones que a ello se oponen es que
nentes —para lo que, especialmente en la las aludidas escuelas ( 8 ) admiten la exis-
esfera del Derecho penal no se toman por tencia de lagunas en la ley —aunque nieguen
lo común tan sólo en cuenta los actos en sí, el que existan ni v< edan existir en el De-
sino la personalidad del autor como sujeto recho concebido en su totalidad, dado el
en mayor o menor grado volente y conscien- principio ontológico esencial, que condicio-
te— que fundamentan las prescripciones na la posibilidad'de todo Derecho positivo,
legales, no pueden comprenderse en su recto de la plenitud hermética del orden jurídico
sentido, ni tampoco esas prescripciones apli- vigente (i) — y centran su tarea .principal
carse adecuadamente para el buen logro
de los fines a que tienden, sub specie aeter- (3) Ortega y Gasset, J., Meditaciones del <?trf-
jote, Madrid, 1914: "Verdad y perspectiva", t. 1 d«
nltatis, conforme a los cánones de la lógica El Espectador, Madrid, 1916; El tema de nuestro
formal tradicional, sino de acuerdo con una tiempo, Madrid, 1923; "Ni vitalismo ni raclonall*
lógica material (normativa) que, atenta a mo", en Revista de Occidente, núm, 16, Madrid,
las particularidades de todo posible supuesto 1924; ¿Qué es filosofía?, Madrid, 1958; etc.
(4) Récaséns Sienes, L., Nueva filosofía de I»
concreto, apoya sus construcciones raciona- interpretación del Derecho, México,- 1956; el mif-
les sobre datos de experiencia social, histó- mo, Tratado general de filosafía del Derecho dt,
rica, bio-psíquica, pragmático-finalista, et- págs. 627 y sigs., especialmente 660 y slgs.
(5) Sobre Franz Adickes, vid. Belenes, H., U
cétera. ley y la sentencia, trad. española, 1921, págs. M
Por ello, en suma, el método de conoci- y sigs.; De Ehrlich, vid. Lilcken in recht, 1888, J
miento y aplicación —de interpretación— Freís Rechtsfindung und freí» RechtsviiiieiuclMli
1903.
de las normas penales, no es otro que el (6) Ya sean las de la exégesis, la histórica o 1»
dogmática o sistemática.
(2) Véase una «numeración de las mas conoci- (7) Cfr. Becaséns Biches, Tratado clt., págs. tu
das en Recaséns Biches, L., Tratado general de fi- y slgs. Véase asimismo Kelsen, H., La teoría pm
losofía del Derecho, págs. 632 y sigs, México, 1959. del Derecho, págs. 138 y slgs., Bs. Aires, 1941; Cof
en el descubrimiento tíe las reglas que de- II. Improcedencia de la integración "per
ben observarse para colmarlas, vitalizando analogiam" de las leyes penales. 5. En el
el mencionado principio. Pues bien: en las área teórica concerniente al conocimiento
leyes penales, por !o que hace a la previsión y la aplicación del Derecho, la analogía apa-
de los actos incriminables a título de deli- rece, como se acaba de decir, cual un me-
tos y a la atribución de las penas u otras dio lógico para la integración jurídica, o
medidas, que proceda imponer a sus autores sea para llenar las lagunas de la ley, en aras
y a quienes con ellos cooperasen a la perpe- del principio que consagra la plenitud her-
tración de tales actos, no hay ni puede ha- mética del orden jurídico. Consiste —como
ber lagunas, siempre en acatamiento al dog- también se sugirió— en la aplicación de la
ma millum crimen milla poena sine lege, ley a los casos en ella no previstos, pero se-
que todo jurista que vea en el Derecho no mejantes a los previstos ( » ) . O como con
sólo su faz normativo-imperativa, stricio mayor precisión analítica escribe el maestro
sensu sino, al par su misión de establecer y Jiménez de Asúa, en la decisión de un caso
garantizar los derechos subjetivos y ampa- penal no contenido en la ley, argumentan-
rar las libertades fundamentales y la digni- do con el espíritu latente de ésta, a base de
dad humanas, debe tener presente en todo la semejanza del caso planteado con otro
instante y no cansarse de invocarlo en que la ley ha definido o enunciado en su
cuantas ocasiones fuere menester. Lo que en texto y, en los casos más extremos, acudien-
la ley penal no está previsto, descrito típi- do a los fundamentos del orden jurídico,
camente como delito, podrá ser antijurídico tomados en conjunto. Mediante el procedi-
—por violar normas de otras ramas del De- miento analógico se trata de determinar una
recho positivo— antisocial, inmoral, contra- voluntad no expresa de las leyes que el pro-
rio a los dictados culturales de la comuni- pio legislador hubiere manifestado si hu-
dad. .. pero no será delito, ni susceptible de biera podido tener en cuenta la situación
pena. Los ocios típicos delictivos no están que el juez debe juzgar; es decir, que se con-
ligados entre si, de modo que puedan conce- sidera "latente" en aquellas ( 9 ).
birse integrando una unidad material ni La generalidad de los autores admite dos
lógica, un todo herméticamente pleno. Son especies de !a misma que Grolmann fue el
íipos aislados de conducta que la ley ha es- primero en distinguir: la analogía legis, por
cogido entre la heterogénea multitud de los la que el caso no previsto se resuelve acu-
actos antijurídicos, para sancionarles más diendo a un precepto Jegal que regula un
gravemente, en atención a la gravedad de caso afín, y la analogía juris, en que la re-
los daños materiales o morales que apare- gla para el caso omitido se deduce del es-
jan, y, o a la perversidad y peligrosidad que píritu y el sistema del ordenamiento jurí-
en sus ejecutores suponen. La descripción dico considerado en su conjunto («>); pero
legal no puede extenderse forzando los con- ya Biriding ( ] ) ) demostró que tal distinción
ceptos con que se formula para englobar en es de nula importancia práctica, por lo que
ella tipos de conducta distintos, aunque se- bien puede prescindirse de tenerla en cuenta
mejantes o análogos. ai tratar del tema que se estudia.
Queda asi descubierta y fundamentada, la 6. El antiguo Derecho, la admitió en la
primera y la más importante de las reglas aplicación de la justicia criminal. Hallárnos-
que en el área del Derecho penal introducen la en el Derecho romano, donde se usara
limitación o excepción al empleo de los mé- ad exemplum legis, y, en mayor medida, en
todos interpretativos usuales del Derecho en el Derecho canónico. Luego, durante la Edad
general: la que proscribe la analogía —me- Media y la Moderna, hasta la época del
dio lógico para la integración jurídica tan Iluminismo, el arbitrio de los jueces imperó
caro a los exégetas— en la de la legislación soberrno para definir los actos delictuosos
punitiva. y graduar y escoger las penas que estimaren
pertinentes en el catálogo cruento, de las
slo, C., La plenitud del ordenamiento jurídico,
2' ed., Bs. Aires, 1947; Aítalión, E. B., "Los princi- previstas por las leyes o sancionadas por el
pios generales de! Derecho y la reforma del Código uso ( 12 ), aunque no faltaron intentos de li-
civil", en La L'ej?, t. 15, sec. d.ect., págs. 19 y sigs.;
el mismo en Introducción al Derecho cit.. t. 1, pá- (8) Puig Pcfiü, Dfretíío penal, t. 1, "Parte ge-
ginas 257 y sigs.; Labórele, S., "El problema de las neral", 4» ed., pág. 222, Madrid, 1955.
lagunas úe la ley y el principio de la plenitud her- (9) Jiménez de Asúa, L., Tratado y t. clts,, pá-
mética", en Rev. de la Escuela Nacional de Juris- gina 481.
prudencia, México, Julio-diciembre 1947, págs. 23 (10) luid., pág. 483.
y sigs.; Bonati, H problema áelle lamine dell'ordi- (11) Bindíng. K., Handuch des Strafrechts, t. 1.
namento giuridico, Milán, 1910; Bmnetti, II dogma págs. 216 y sígs., Leipzig. 1885.
áella ccmpletezza delVordinamento giuridico, Flo- (12) Vid. F. Blasco Fernández de Moreda, "Las
rencia, 1924; Hafter, E., "Lticken in Straírecht", nuevas orientaciones del Derecho penal", pág. 21..
en Schweizerische Zeitscrijt für Strafrechts tcis- Corrientes, 3930 (separata de la Revista de la Fa-
tenschaft, ve!. 65, 1950, págs. 358 y sigs. cultad de Derecho de Ja Universidad Nacional del
mitar tal arbitrio, como nos lo muestran la tica represiva, basada en el terror y la eli-
Carta Magna leonesa otorgada por Don Al- minación del oponente, a quien (despose-
fonso, rey de León y de Galicia, en las Cor- yéndole del romántico nimbo de patriotis-
tes de León del año 1188 («), la Magna mo, altruismo e hidalgía con que el noble
Charta de Juan Sin Tierra a los Barones de pensamiento del siglo xix encuadró la fi-
Bretaña de 1215 (art. 38), y el artículo 105 gura del rebelde al Poder) presentóse cual
de la Constitutio Imperialis Carolina, sancio- «1 más abominable,de los delincuentes; las
nada por Carlos I de España y 7 de Alema- condignas reformas de las legislaciones, para
nia, donde el método analógico fue estric- legalizar, despojándola de garantías libera-
tamente regulado (14). Su proscripción de- les en favor del justiciable, la política re-
finitiva en el Derecho penal, bajo el influ- presiva a que se aludió... todo ello, puso
jo del pensamiento de Beccaria, arranca, en otra vez sobre el tapete, con dramatismo
verdad, de la Declaración de los Derechos tanto o más hondo que a fines del siglo xvm,
del Hombre y del Ciudadano, proclamada el conflicto entre los intereses reales o su-
por la Asamblea Constituyente ¿e la Revo- puestos —más supuestos que reales— del
lución francesa el 26 de agosto de 1789 cuyo "Estado Moloch" de nuevo cuño y los dere-
articulo 8 sentó el dogma de la legalidad chos del individuo ante la justicia del cri-
de la incriminación y del castigo {'"). men. Órganos policiacos la ejercen, al mar-
7. Hoy, la generalidad de las legislaciones gen de los tribunales ordinarios (»>), Como
positivas, se inspiran en ese dogma. Las en centurias pretéritas, el fin que se les atri-
Constituciones o los Códigos penales, suelen buye, en especial frente al "reo de Estado",
establecer el principio nuUum crimen nuüa es, substancialmente, el de prevención ge-
poena sine lege, cuyo contenido jurídico y neral por la intimidación despiadada... Si
político excluye la analogía, sin que falten se habla de la expiación por medio de la
leyes que expresamente la repudien (**). pena, es tan solo para fundamentar el ca-
Excepciones a la regla común, constitu- rácter de castigo vindicatorio que se dice
yentes los países anglosajones de common tiene por naturaleza, y las vejaciones y su-
law, donde los jueces tienen facultades crea- frimientos resucitados con que se acompaña
doras de Derecho, Dinamarca ( 1T ), Sue- su aplicación a los que caen bajo su peso,
cia(>8> y Finlandia («i. con plena ignorancia o desdén de la más
En la Europa de entre las dos guerras leve exigencia retribucionista o de propor-
mundiales (la de 1914-1918 y la de 1939- cionalidad entre el delito y la medida puni-
1945,) el hecho de. la difusión por el mundo tiva. Como en centurias pretéritas, se des-
y el triunfo en parte de él de las ideas y conocen —en el caso resulta más cierto
regímenes estatales autoritarios y totalita- afirmar que se rechazan— las normas de la
rios; la instauración por éstos de una polí- legalidad de la incriminación y la legalidad
de la pena, promoviéndose, como secuela
Nord«»te, núm. 2); Anchel, R., Crines et chati- lógica, el amplio arbitrio del juez —señala-
tnents au XVIle. siécle, 2* ed.. París, 1833; Jimé- damente del' policiaco o extraordinario—
nez de Asúa, L., Tratado clt., t. 1. Zi ed., págs. 241
y slgs., Bs. Airee, 1957. para incriminar y penar.
(13) "Decretos que Don Alfonso, Bey de León Asaz demostrativas al respecte son las le-
y Galicia, dictó en las Cortes de León con e! Ar- gislaciones de la Alemania nacional-socia-
zobispo compostelano con todos los Obispos, Mag-
nates y ciudadanos de BU Reino, elegidos por 'ai lista y de la U.R.S.8. antes de las bases de
ciudades", en Cuadernos de Historia de España, reforma de ésta última, acordadas en 1958.
pufo, de la Universidad de Buenos Aires dirigida 8. En el Reich hitleriano, maestros, es-
por Claudio Sánchez Albornoz, cuaderno 3, 1948, critores y profesionales del Derecho, inten-
págs. 150 y alga., con nota preliminar de la tra-
ductora Irene A. Arlas (págs. 14? y slgs.). taron, agrupados en torno a las denomina-
(14) Jiménez de Asúa, L.., Tratada y t. 1 cita.,
págs. 491 y sigs. do) De policiacos, más que de jurisdicciona-
(1E) Blasco Fernández de Moreda, P., trato, cit., les, han de-reputarse los tribunales "especiales",
págs. 22 y slgs. de excepción, verdaderos apéndices de la Gestapo,
(16) Jiménez de Asúa, L., Tratado y t. 2 clts., la Checa, etc., estatuidos en los países de signo
pág. 492. totalitario para reprimir Ideologías y actividades
(17) Cód. penal danés de 1930, art. W: "Sólo calificadas, asaz gratuitamente, con frecuencia de
cae bajo la ley el acto cuyo carácter punible está contrariar a la "seguridad del Estado". La forma
previsto por la legislación danesa o una acción en- de proceder de tales tribunales significó la resu-
teramente asimilable a ese acto". (Cír. Jiménez de rrección en nuestra Época, que blasona de alta-
Asúa, L., fbíd., pág. 503.) mente civilizada —como antes blasonaron dé ello
(18) La Jurisprudencia sueca rechaza ía ana- todas las épocas da la historia— de métodos que
logía /tíris, mas admite la analogía Jegis (Schinne- se hablan creído propios de la barbarle de tiempos
*er. E., "Analogle und RechsscJi&pfuag", en Zeií- pretéritos. En la Francia de Petain, vimos Incluso,
tnhrift für die gesante Strafsrechtwissenscfiaft, como, en ocasiones, los "jueces" 'ante quienes se
•yol. 85, 1936, págs. 776 y slgs. Cfr, Jiménez de ventilaban causas "graves" contra patriotas resis-
Asúa, L.. OriO.., pág, 504). tentes, ocultaban sus rostros con capuchas, par»
(1») ScMVíerer, ap. cit, pág. 773. no ser identificados
das Escuelas de Riel y de Marburgo —que bernantes de la hora (desde que, según lo
tuvieron por máximos exponentes a Geor- admitido por los definidores doctrinarios
ges Dahm y Friedrich Schafstein la una, y del nacional-socialisrno, ese "sano senti-
a Leopold Zimmerl y Erich Swinge la otra— miento del pueblo" tenía un único intérpre-
sentar las bases filosóficas y científicas de te auténtico; el Füfarer) (22).
un Derecho penal nacional-socialista, pri- A su vez, ea la U.R.S.S., el artículo 18 del
mordialmente encaminado a la defensa de Código penal de 1926, abrió brecha en el
la "salud" y los "altos intereses" de la raaa dogma nullum crimen,.. al aceptar la incri-
gerreana; Derecho penal de autor, volunta- minación por analogía —entendida ésta de
rista, que enraizase la responsabilidad, no manera amplísima— de los actos estimados
en el acto, sino en la intención del agente, antisociales, Krylenko, comisario del pueblo
módulo <1e su peligrosidad social, para anu- de Justicia, quiso ir más lejos al elaborar un
lar la cual, los instrumentos represivos del proyecto de Código penal sin Parte Espe-
Estado quedarían facultados a imponer a cial —comprensiva de preceptos descriptivos
los reos las penas y las medidas de se- de las diversas figuras de delito— y "sin do-
guridad que juzgasen apropiadas (*i). Va- simetrías" o determinación23 de 2las penas en
rias disposiciones tienden en la época a ir cada supuesto aplicables í ) ( 4 ). Pero, en
dando estado legal a las expuestas doctri- diciembre de 1958, el Soviet Supremo, al pro-
nas, en espera de la reforma penal general mulgar los principios federales a los que las
anunciada por Memoria del Ministro de Jus- quince Repúblicas integrantes de la U.R.S.S.
ticia de Prusia, publicada en 1933. La más habrían de someterse al reformar sus Có-
característica fue la Novela del 28 de junio digos penales de fondo y de forma, renegan-
de 1935, modificando el ! "¿ del Código penal do de la actitud que adoptara el Código de
alemán en el sentido de derogar la norma 1926, se pronunció por el clásico y liberal
legalista que encerraba, para flotar al Jues apotegma de reserva o de la legalidad de
de atribuciones creadoras del Derecho con los delitos y de las penas ( 2 5 ).
arbitrio casi ilimitado er. teoría (desde e! 9. El Derecho penal común español, se
momento en que únicamente se le sujetaba pronuncia categóricamente contra la ana-
a observar algo tan impreciso como "ei sano logía en ia aplicación de sus disposiciones
sentimiento del pueblo alemán"), sí bien es- relativas a incriminar actos delictivos y re-
trechamente supeditado en la práctica a las gular las penas imponibles. El artículo 1'
órdenes e instrucciones concretas de los go- del Código de 1848, dijo textualmente: "Es
delito o falta toda acción u omisión volun-
(Jl) Vid. Catón, K.. El Derecho penal de las taria penada por la ley". En el artículo 29,
dictaduras. Rusia, Italia, Alemania, Barcelona, el mismo cuerpo legal, subrayó el alcance le-
1934; Mltteraiaioif, W.."Renovación Sel Derecho pe- galista de la incriminación delictual, al dis-
nal alemán", en CrimínaKa, México, año 2, 1935.
cuaderno 9, paga. 122 y siga.: Schelegeiberget, F,. poner: "No serán castigados otros actos que
Kl Derecho penal en el Tercer Reich, Bs. Aires, los qus la ley con anterioridad haya califi-
1938; Blasco Fernandez de Moreda, F., "Las Escue-
las de Klel ; de Marburgo y el Derecho penal na- cas) Vid. Biasco Fernández de Moreda, P., Las
cional-socialista", en Criminalia, México, diciem- Escuelas penales de Kie.l y de Marburgo, etc. cit.
bre 1943, págs. 236 y sigs,; Jiménez de Asúa. t,. (23) Vid. ademas de las r.braa de Sebastién So-
"El Derecho penal totalitario en Alemania y el .De- ler y Henri Donnedleu de Vabres ya citadas, Ruiss
recho voluntártela", en SI Criminalista, t. 7, pá- Funes, M., El Derecho penal de los soviets, Bs. Ai-
ginas 63 y slgs., Bs. Airee, 1847; Soler, 3.. Derecho res., 1928; Jlraéoea de Asúa, L., Grodsinskl, tií. Pl-
pcntH liberal, soviético y luteioniü socialista, Bs. Ai- gueroa Román, M. y Rodríguez Hunos, J. A., Lo,
res, 1947; Grisplgni, P. y M-?zger. E.. La riforma pé- vida pewai en ¡Rusia, Madrid. 1931; Jimence d«
nale nacional-socialista, Milán, 1942; Donnedieu de Asúa. L., Derecho penal soviético, Bs. Aires. 19»7;
Tabres, H., La politique crim.inf.lle des Etats autori- Cuello Calón, E., El Derecho penal en Rusia so-
- taires, París, 1938; Dehm, O. y Schafstein, f.. Libéra- viética, Barcelona, 1931; Ceniceros, J. A., El Dere-
le» Oder autoritares Stra/recht, Hamburgo, 1933; cho penal en Rttsia bolchevique, México, 193S;
Schafstein, F., Polilische Strafrechtswissenschaft, Krylenko, N.. La politique des Soviets en matiers
Hamburgo. 19S4; Gallas, W.. Dle Krisse des Stra- criminóle, trad, del ruso, París, 1927; Napolita-
frecht una íhre Uberwinduny im Straatsgedanken, no, T., La politios criminal soviética, 2» ed., Pa~
Berlín. 1933; Frelher von Gemmingen, H, D., Stra- dua, 1938; Mauracn, &„ System des russisehen
trecht im Geiste Adolf Hítlera. Heidelberg. 1933; Strafrechts, Bertín-Bre&Iau. 1928; Pascrt*-Osoíakc,
Wolí, E., Krisse und Neubau der Strafrechtsrefarm, Strafet und Strafzollzng in der Sosiet-Unifm, tratí
Tublnga, 1933; HinhUber, Nenes Stra/recht, Leip- del ruso, Berlín, 1929; etc.
zig, 1934; Henkel, Strüfrichter und Gesetf im enuen (24) Blasco Fernández de Moreda, P., La.» nue-
Staat, 1934; Frelsler, B., Führertum in Aer Recht- vas orientaciones del Derecho penal cit., p&gs. ¡M
soflege, 1935; OUrtner y Preisler, Dos nene Stra- y sigs.
/recJU. Berlín, 1936; Mayer, H., Da» strafrecht des: (25) Véase "Supreme Soviet: The New Crimi-
deutschen Volkers, Stuttgart, 1936; Sieger, K., nal Law Principies (Traslatlon frotn the Russiao
Griindzuge des Strafrechts in neuen Stttat, Tu- oí Law oí 25 December 1958)", en Current Dtgest
blnga 1934; Prank, H., Nanional sozlitlísttche Stra- of the Soviet Press, Nueva York, vol. 11, núm, 4,
Irechtipolttik, Munich, 1938; el mismo, Rechti- págs. 3 y slgs.; Schelessinger, B., "The diocussiort
yn.ndie.guny de» Nazional socztaíiíiícíien Führer- on crlm.uai ¡aw and procedure", en Soviet Studies
ttaates, Munich, 1939; etc. , • Glasgow, 1959, vol, 10, págB. 293 y alga.
cado de delitos o faltas". "En el caso de que rritorios Federales que "no podrá aplicar-
un tribunal tenga conocimiento de algún se ni por analogía otra ley que la que exigs
hecho que estime digno de represión, y no el caso, ni interpretarse ésta extensivamen-
se halle penado por la ley, se abstendrá de te en centra del procesado" (art. 12); nor-
todo procedimiento sobre él, y expondrá al ma que, con el indicado o aún mayor al-
Gobierno las razones que le asistan para cance, pasó a los Códigos procesales de Co-
creer que- debiera ser objeto de sanción pe- rrientes (art. 12), Entre Ríos (ari. 3°), Jujuy
nal". "Del mismo modo acudirá al Gobierno (arts. 12 y 13), La Ricja (art. 3°), Salta (ar-
exponiendo lo conveniente, sin parjuicio de tículos 12 y 13), San Juan (arts. 10 y 11),
ejecutar desde luego la sentencia, cuando de San Luis (art. 1°), Santa Fe (art. 6?) y
la rigurosa aplicación de las disposiciones del Santigado del Estero (arts. 3? y 4°). Por lo
Código, resultare notablemente excesiva la que hace a Tucumán, baste rebordar que en
pena, atendidos el grado de malicia y el da- esa provincia rige la administración de la
ño causado por el delito" í 2 6 ), Tales precep- justicia del crimen, el Código procesal fe-
tos, con ligeras modificaciones en su redac- deral.
ción, mantuviéronse en los Códigos de 1870, Los falles de los tribunales argentinos,
1S32 y 1944. Y, con apoyo en dicchos textos, proclamando el principio que se considera,
la jurisprudencia ha rechazado reiterada- son numerosos. Entre los tíe mayor interés,
mente el empleo de la analogía en numero- cabe citar uno de la Suprema Corte regis-
sos fallos (Sentencias del T. E. 2-XII-1889, trado con elogio por Eusebio Gómez (29) y
28-11-1899, 20-IV-1911, 7-XI-191, 3-V-1922, los de la misma superior jurisdicción, reco-
22-VI-1934, etc.). gidos en la colección de sus Fallos, tomos
Los Códigos de Iberoamérica, tal cual lo 8, página 113 y siguientes. 184, páginas 116 y
anota Jiménez de Asúa ( 27 ) "están consti- siguientes y 204, pagina 359 y siguientes, así
tuidos sobre el principio legalista y, por en- como las sentencias de la Cámara Criminal
de, repugnar, la aplicación analógica". Los y Correccional de Ja Cap., ll-XII-931, Fallos,
de Cuba (art, 2°, D), El Salvador (ari. 2°). tomo II, página 327 y siguientes y 26-W-940,
y Guatemala (art. 3°), reproducen lo esta- Rev. La Ley, tomo 18, páginas 684 y siguien-
tuido en el artículo 2<? del español. El de tes; Cámara de Apelaciones de Mendoza.
Costa Rica (art. 1°), la excluye taxativa- 22-V-941. Revista La Ley, tomo 22, página
mente, en un precepto carente de toda co- 859; Cámara 3' tíe Apelaciones de La Plata,
rrección literaria í 28 ). En México. la Cons- Sala 2», 23~III-1S43, Revista La Ley, tomo
titución Federal ordena que "en los juicios 30, página 110 y siguientes; Trib. Supr. de
del orden criminal queda prohibido impo- Córdoba, 7-V-1943, Revista La Ley, tomo 32,
ner, por simple analogía y aún por mayoría página 410 y siguientes; Cámara Criminal ("e
de razón, pena alguna que no esté decreta- Río Cuarto, 5-V-1943, en la misma revista
da por una ley exactamente aplicable al de- y tomo, página 417 y siguientes; Cámara
lito de que se trata" (art. 14, inc. 3^'), Los de Apelaciones de Mar del Plata, 18-IX-
tribunales de los países aludidos, se han ate- 1958, Revista La Ley, tomo 93, página 523
nido en sus decisiones, al sentido claro de y siguientes, etcétera.
ia ley. La excepción, se registra en el Có- 11. La adhesión al principio de la lega-
digo portorriqueño ($ 17). lidad y la cansíamente repulsa de la analo-
10. En la Argentina, la prohibición de gía en lo contraído a la incriminación y rs-
aplicar la ley penal analógicamente, se des- presión punitiva de los actos delictivos, san-
prende, en primer término, del artículo 19 cionada por las legislaciones y la jurispru-
de la Constitución .de 1853, que consagra el dencia universal, halla fiel reflejo en el
principio de reserva. En forma expresa, es- pensamiento científico dominante. Los pe-
tatuye por su parte el Código de procedi- nalistas que han postulado su admisión cual
mientos en lo criminal para la Justicia Fe- forma de integrar las leyes punitivas (co-
dera!, les tribunales de la Capital y los Te- mo Massari y Maggiore en Italia, Exner
en Austria, Tavierne y Verkauteren en Ho-
(26) Cfr. Pacheco, J. F., SI Código penal con- landa, Silva Melero en España..., prescin-
cordado y comentado, Zi ed., t. 1, págs. 67 y 83, diendo de los alemanes sumisos al hitleris- j
Impr. de la Viuda de Perinat y Compañía, Ma-
drid, 1856. mo y los de la URSS hasta 1958) no cuen-
(27) Jiménez de Asúa, L., Tratado y t. 2 cita., tan más que como excepciones confirmato-
pag. 494. rias de la actitud general adversa. El Con-
(28) Cód. penal de Costa Rica, art, 19: "La ley
penal se aplicará solamente a las delincuencias greso de la Asociación Internacional de De-
que la misma haya calificado con anterioridad co- recho penal, reunido en París en 1937; el
mo tales. Por consiguiente, las penas se infligirán
en razón de los hechos previstos por la ley y no (29) Gómez, E., Tratado de Derecho penal, i
podrán imponerse ni por motivo de analogía, ni t. 5, págs. 262 y sigs.; cfr. Jiménez de Asúa, 1, I
por paridad o mayoría de razón..." Tratado y t. 2 cits., págs. 465 y sigs.
tercero de Derecho comparado de La Haya pensamiento de la ley la aplicación de sus
en el mismo año, el primero de los latino- preceptos, beneficiosos o -perjudiciales, no se
americanos de Criminología (Buenos Aires, trata de propia y verdadera analogía, sino
1948), etcétera, mantuvieron la Intangibi- de interpretación analógica, que lejos de
lidad del dogma nullum crimen milla poena. estar prohibida está aceptada (expresamen-
sine lege. Iníangibilídad contra la que se te) ( 37 > por la ley misma" («sj.
estrellan, en el ámbito doctrinario del Dere- Ejemplos de 'interpretación analógica
cho penal de signo continental europeo, los proscripta por las leyes, los ofrecen, ¡os ar-
ataques, descarados o encubiertos, del -fun- tículos 9 número 10, 10, número 3°, 131, 534,
dador de la denominada Escuela de la. De.. 554, del Código penal español de 1944; ar-
fensa Social, hoy en pleno auge, conde Feli- tículos 12, números 3<? y 10, 323, 439, 440 nú-
pe Gramática y sus más extremistas y en su mero 2°, 442, número 2°, 445, 468, 480, 485
casi totalidad "semidesconocidos" secua- número 1*?, etcétera del chileno; artículos
ces (30) . ' ' . , 74 número 49, 77 número 3*?, 174, 204 y 358
12. Ahora bien; si la proscripción de la del venezolano; artículos 30 números 1° y
analogía ad malam partem es casi unánime, 2°, 192, 295, etcétera del ecuatoriano; ar-
cual acaba de indicarse, no ocurre lo mis- tículos 46 número 12, 47 números 3<? y 49, 280,
mo en lo que a la in bonam partern hace etcétera del uruguayo; artículos 5 fracción
mérito. La propugnó2 Carrara'( 8i ); S3luciéron- V. 388 fracciones II y IV, etcétera del mexi-
lo luego Binding í? ) y Manzini ( ), segui- cano. .. La fórmula genérica de atenuación
dos por Schmidt (**), Hafter (*>), Delita- por analogía, heredada del Código español de
la ( 30 ) y otros autores. 1870, se encuentra además de en Jos ya ci-
13. No se ha de confundir la analogía,, tados Códigos de Venezuela y Uruguay, en
rechazada por las Constituciones, los Có- los de Cuba '(art. 47), El Salvador (art. 9,
digos, ¡os tribunales y Jos hombres de Dere- 11»), Honduras (arí. 8, párrafo último*, Pa-
cho en la aplicación de la justicia penal, con raguay (art. 30. 17*), Colombia (art. 401,
la interpretación analógica propiamente di- Guatemala
ticulo 30)
(art. 22, 11') y Costa Rica (ar-
i»),
cha. Esta ha sido delimitada coneeptuai-
mente, del modo más correcto, por el maes- El Código penal argentino en vigor, orde-
tro Jiménez de Asúa, en estos términos: na la interpretación analógica en ¡os artícu-
".. .En la analogía se trata de sancionar una los 119, número 2°, 126, 138, 138, número 2°,
conducta humana, de aplicar una pena o de 140, 142, número 2?, 169, número 2? y 3°, 187,
actuar una institución que no está en la etcétera. En el Proyecto del P. E. de 1960,
voluntad y pensamiento ele la ley. Por eso no faltan ejemplos al respecto, en los ar-
la repudiamos. Pero, a veces, como ocurre tículos 2 in fine, 111 inciso 5°, 196, etcétera.
en ¡os Códigos penales..., la propia IRIJ III. El problema de las interpretaciones
quiere que se completen sus preceptos por restrictiva y extensiva de la ley penal.
analogía. El legislador ha comprendido que 14. Reñidamente se discute en la doctrina y
la fórmula casuística empleada no ha podi- la jurisprudencia sobre &í las leyes penales
do prever iodos los casos, y agrega que po- han de interpretarse restrictivamente en
drán ser aplicadas otras atenuantes análo- principio, y tamblcn sobre sí es q no lícito
gas a las expuestas, o que deben constituir valerse de la interpretación extensiva para
estragos oíros medio*, a más de los enuncia- aplicarlas.
dos ñor el texto legislativo, o que hay más Para resolver la cuestión, buscóse guía,
fraudes constitutivos de estafa que los que desde antiguo, en el aforismo favor '.büia
el propio Código establece, etcétera. Enton- sunt ampliando odiosa sunt restringinda,
ces está en la voluntad de la ley que ésta se completado por la máxima in dubw pro reo,
aplique a situaciones análogas a las pre- conforme a la cua!, la Jey debe siempre in-
vistas; pero, precisamente por estar en el terpretarse en caso de duda, en e] sentido
más favorable al acusado. Consiguientemen-
(30) Sobre la cuestión, véase Blasco Fernández te, el principio restrictivo en la interpreta-
de Moreda, P., Las nuevas orientaciones... cit.. ción de lo odioso tíe la ley penal, se tuvo por
págs. 36 y sigs. norma obligatoria (*") en la acción de los
(31) Carrara, Progranma, fj 890, nota.
(32) Binding, Handbuch y t. cits., pág. 214.
(33) Manzini, Traítato di Dirítto pénale, 2-¡ ed., (37) "El "expresamente" se añade al texto ori-
1.1, págs. 216 y sigs. . ginal, por c! autor de estas líneas, para evitar
(34) Liszt-Schmidt, Leñrlntch des deutschen equívocos en la justa interpretación del texto del
Stnfrechts, t. 1, pftg. 110, BerHn-Lelpzlg. 1932, eminente penalista español, hoy profesor de la
(35) Hafter, E., Lehrbuch des schweteerischen Universidad de Buenos Aires. . >
Strafrechts, págs. 12 y sigs., Berna, 1946. (38) Jiménez de Asúa, L., Tratacto y t- 2 cits.,
(36) Delltaía. O., "Analogía in bonata partem", pág, 528. ... "
en Scriííi gluriáice in memoria .di Eduardo Massa- (39) Ibid., págs. 530 y sigs.
rl, pigs. 511 y sigs.. Ñapóles, 1938. (40) Vid. Dígesío, lib. 50, tít. 17, ir. 155; id.,
jaeces, contradicha, sin embargo, en la prác- 15. En la Argentina el artículo 12 del
tica medieval por el total arbitrio con que Código de procedimientos en lo criminal pa-
los mismos actuaran. Resucitado, procláme- ra la Justicia
1
federal, los Tribunales de la
sele en forma expresa por muchas legisla- Capitp y los Territorios nacionales, reza:
ciones, las más de las veces en otros Códi- "No podrá aplicarse ni por analogía otra ley
gos que los penales (Códigos civiles, de pro- que la que rige el caso, ni interpretarse esta
cedimi atos criminales, etc.). De entre los extensivamente en contra del procesado". Y
raros Códigos punitivos que preceptúan la el articulo 13 del mismo ordenamiento, dis-
interpretación restrictiva, puédense recordar pone: "En caso de duda deberá estarse siem-
los boliviano (art. 45 y 46), costarricense pre a lo que sea más favorable al acusado".
(art. 1?), ecuatoriano (art. 4?) y nicara- Preceptos semejantes, se contienen en las
güense (art. 16). leyes procesales penales de Corrientes (ar-
La jurisprudencia presenta en ¡os diver- tículo 12), Entre Eíos (art. 3), Jujuy (ar-
sos países, criterios contradictorios al co- tículos 12 y 13), La Rioja (art. 3), Salta
rrer del tiempo. Así, la francesa, que aban- (arts. 12 y 13), San Juan (arts. 10 y 11), San
donando cada vez más todo criterio de res- Luis (art. 1), Santa Fe (art. 6), Santiago
tricción ha llegado a interpretar las leyes, del Estero (arts. 3 y 4) y Tucumán (donde,
por vías abusiva y peligrosamente ampliato- como ya se dijo, está en vigor el Código fe-
rias de su sentido, censuradas por Roux y deral) .
Coste Ploret («). Opuestamente, ei Tribunal Ahora bien; estas disposiciones, de rango
Supremo español, ha propugnado, siempre, procesal, ¿son aplicables en la esfera del
la interpretación restrictiva de las normas Derecho penal material? Eusebio Gómez
penales (Sentencias de 8-VI-1874, 1°-VII- mantuvo la tesis afirmativa («). Luis Jimé-
1875; 12-XI-1877; 1°-V-1878, 28-1-1884; 7- nez de Asúa, lo niega, sobre todo si se tie-
XI-1919; 28-XII-1942, etc.), ne en cuenta que los Códigos procesales que
Doctrinalmente sostiénese que, en todo ca- pertenecen a una rama Jurídica cuya con-
so, lo que ha de buscar el intérprete es la creción legislativa corresponde —al margen
voluntad de la ley, saltando por sobre reglas de la justicia federal— a las provincias ar-
que más que prestar ayuda, pueden sembrar gentinas, no pueden establecer normas de
de obstáculos e! camino para esa búsque- Derecho penal material, reservado constitu-
da («). El principio pro reo tiene primor- ciónalmente al Congreso de la Nación («).
dialmehte carácter procesal, y se refiere a Los tribunales se han pronunciado, en
la prueba del hecho, en el sentido de que, múltiples ocasiones, en pro del criterio res-
cuando la culpabilidad del acusado no apa- trictivo, conjugándole con el de la perti-
rezca probada en forma tal que excluya toda nencia de la interpretación más favorable
Juda respecto a ella, esa duda debe resol- al reo y la prohibición de la analogía y la
verse en favor de aquel («) absolviéndole aplicación extensiva de las normas penales
del cargo no probado (**). (vid. en tal sentido una sentencia de la
Suprema Corte, citada por Eusebio Gó-
lito. 48, tit. 19, fr. 42 y I, 5; Sest. Deeret, U b , , 5», mez t4T3 y otras de la Cámara Federal ca-
tlt. 12, reg. 49. donde el -principio se formula res- pital de 11-5-1936, Rev. La Ley, t. 3, pág. 916
pectivamente asi: in poenalibus benignivs intrr- v sigs.; Cám. de Apelaciones Mendoza, de
•pretandum est; in dubto mitins, in dubio pro rrt>. 22-5-1941, Diario La Ley, 12 de Julio de 1941;
¡nterpretatione legum poenae mallier.dae aund po-
ttu», quam asperandae; in poen-ts benignior est Cám. 3« Apel. La Plata, Sala II, 23-3-1943,
interpretarte faciendo. Cfr. Jiménez de Asúa, L., Rev. La Ley, t. 30, pág. 110 y sigs., etc.).
op. y t. 2 cita., pág. 461. 16. Llegados a este momento de la ex-
(41) Véase el documentado estudio que de esa posición, resulta oportuno tíomenzar a es-
jurisprudencia se hace por L, Jiménez de Asúa, en
la obra y t. 2 cits.. págs. 463 y sigs. tablecer conclusiones para la correcta solu-
(42) Vid. Grispigni, P., Corso di DMtto pénale, ción del problema planteado. Y la primera
vol. 1 ,pag. 405, Padua, 1932. de ellas ha de ser, la de reafirmar que la
(43) Ibid., pág. 404; Hlppel, B. von, Deutsches tarea del intérprete de la ley es la de escla-
Strafrecht, t. 2, pág. -44, Berlín, 1830; Bettiel, G.,
"La regola in dubio pro-reo nel Diritto processuale recer la voluntad de la misma frente al
pénale", en Riv. Ital. di Diritto Genérale, 1937-1,
págs. 241 y slgs.; Saraceno, La decisione su faite enim esse, ímpunitum relinquit facinus nocenflt
incerto nel proceaso pénale, Padua, 1940; Soler, S., quam inocentem damnare.
op. cít., t. 1, págs. 156 y slgs.. G Sabatini sigue (Tampoco ha de ser condenado alguno por sos-
adscrito, de adverso, a la corriente doctrinaria que pechas, como respondió el mismo emperador Tra-
sostiene el valor general del principio (vid. Saba- jaiio a Asiduo Severo; porque es mejor dejar sin
tlnl, G., "Del favor ral come principio genérale del castigo el delito del culpado que condenar al que
Diritto", en Giustizia Pénale, vol. 60, fase. I, 'ene- es inocente.) (Pr. 5, D., lib. 68, tit. 19.)
ro 1S55, 3* parte, cois, 1 y sigs.). (45) Gómez, E., op. cit., t. 1, pág. 144.
(44) Tal fue la regla mentada por triplano: Sed (46) Jiménez de Asúa, L., op. y t. 2 cits., pá-
neo de suspicionibus deberé aiiquem damncn Di- gina 462.
vtís Traianus Adsiduo Severo resdripsit; satina (47) Gómez, 3, op. cit,, t. 5, págs. 292 y «igi.
hecho concreto ai que ha de aplicarse, "sal- doso (en un primer momento) (s*) para que
tando por sobre reglas que más que prestar se la deba aplicar en favor del acusado... Sólo
ayuda pueden sembrar de obstáculos el ca- cuando ei juez ha consultado'los usos de 1*
mino" (sapra, núni. 14) para ese esclare- lengua y escrutado los motivos de la ley,
cimiento, reconociendo coa Manzíní, Co- cuando ha empleado todos los medios in-
viello, Qrisplgni, Jiménez de Asáa y muchos terpretativos que tenía a su disposición, sin
más, que la interpretación puede ser verda- poder fijar por esos medios el sentido de la
dera o falsa, habiéndose de excluir, para al- ley, de manera que ésta resulta aún dudo-
canzar la primera, tanto una interpreta- sa, debe dar preferencia a 51la interpretación
ción benigna, como una interpretación rigu- más favorable al acusado" ( ). O sea, en su-
rosa, putíiendo el juez extender o restrin- ma, que: cuando la investigación sobre te
gir si significado literal de los términos le- voluntad y el pensamiento de la ley penal,
gales hasta el sentido que verdaderamen- aun llevada a cabo exhaustivamente, no pro-
te tienen, asi sea más extenso que el natu- porciona la certidumbre, persistiendo la du-
ral sin distinguir las varias especies de nor- da sobre tales voluntad y pensamiento en el
mas, ya que la voluntad legal debe ser res- caso concreto, entonces y sólo entonces la.
petada en su integridad aun dentro de las , ley debe interpretarse en forma restrictiva
normas excepcionales (« trf»). NO es admi- en cuanto perjudique al reo y extensiva en
sible, en verdad, trasponer los limites de cnanto le favorezca (**).
aquella voluntad, mas es lícito y correcto Y así se ve cómo el principio pro reo no
llegar hasta ellos. Y esto es lo que hace, pre- queda absolutamente relegado al campo pro-
cisamente, la denominada interpretación ex- cesal, y cuáles son las condiciones y los li-
tensiva,, correctamente concebida (4S). mites con que es dado hacer uso de él en el
La cuestión no deja lugar a dudas si se Derecho penal material.
plantea bien. No se puede proclamar « prio- IV. La admisibilidad en la interpretación
ri, este u otro resultado de la interpretación. progresiva o evolutiva de las leyes penales.
Hablar de que ésta-ha de ser restrictiva o 18. Distinta de la anaiogía —medio de in-
extensiva, en principio, es tanto como negar tegración y no de interpretación del Derecho
el que la misión del intérprete o del juez, positivo— y de la interpretación extensiva
sea la de averiguar la verdadera voluntad en la que se califica de interpretación pro-
de la ley. 61 ello es así, obvio es también que gresiva o evolutiva de las normas jurídicas.
si se llega a decidir que la voluntad legal es Juila tiende a adaptar la ley a las necesida-
restrictiva, restrictivo será el resultado al des y concepciones del presente (**), justifi-
que se llegue al interpretarla, mientras que cándola las condiciones que crea el proceso
si es extensiva, extensivo ha de ser el constante del ordea jurídico y la necesidad
efecto que se dé a las normas interpre- de unificar continuamente el Derecho de
tadas (*»). ana determinada situación histórica (<«). El
17. Pero muy bien puede ocurrir, que juez —enseña Jiménez de Asúa— no puede
aun puestos en acción los más adecuados mostrarse ajeno a las transformaciones so-
métodos para conocer el pensamiento y la ciales, jurídicas y científicas. Por eso la vo-
voluntad de la ley, ni el uno ni la otra se luntad de la ley no ha de ser investigada só-
nos revelen con seguridad que disipe toda lo en relación a la época en que nació el
duda. precepto, sino teniendo en cuenta el mo-
Frente a esa hipótesis, bien posible, ei (50) Lo .«subrayado entre paréntesis es del autor
carácter de las normas penales, que ponen de este trabajo.
en juego los más caros derechos humanos, (81) Haus, Oroit penal ttelge, 1869 pág 82'
cír. Jiiúéaeg de Asúa, I,., Tratado y t 2 ciís" cé-
demanda que la duda se resuelva en favor güía 471, nota SO. " ^
del reo. Díjolo ya Haus, el eminente pena- (52) En tal sentido véase Crivellari. // Códice
lista belga, al escribir estas palabras: "No pénale, 1890, t. l, pág. 24. Y entre nosotros, Nu-
basta que el sentido de la ley penal sea du- nca, B. C., "In dubto pro reo. Duda sobre la ilici-
tud del hecho", e» La. Ley, t. 48. pág. i; Silvel-
r&. A., "El principio in dubio pro reo en la inter-
(47 W») En tal sentido la Corte Suprema de 1» pretación de la ley penal" (trad. por nosotros), en
Nación ha declarado en sentencia de 24-3-958 que La Ley, t. 93,- págs. 899 y sigs.; Jiménez de
el principio por ei cual iaa leyes excepcionales son Asúa, i,.. Tratado y t. 2 cits., págs. 471 y 474. Asi-
de Interpretación estricta, veda la aplicación ana- mismo, Puig Peña, P., op. y t. 1 cíts., pág. 320,
lógica mas no la inteligencia exacta de la norma En Italia, Battagllni, O., Qirttío pénale, "Parte ge-
más alia de sus términos literales (Fallos, t. 240. neral", 3» ed., pág. 61, Padua, 1949,' citado por
págs. 174 y eigs.; O. del P., t. 323, paga.-130 y slgs.). . A. Sllveira en La Ley, t. 93, pág. 892.
(48) Véanse: Manaáni, Trattato di Dlritta pé- (63) Mezger, E., Strafredit, Sin Lehrbueh,,
nale italiano, I, págs. 276 y slgs,, Turin, 1933; Grís- 3' ed., pág. 85, Munich y Leipzig, 1933; el mis-
plgnl, op. y loo. ctts.; Jiménez de Asúa, L,, Tro- mo. Tratado de Derecho penal, trad. del anterior,
tado y t. 2 cita,, págs. 471 y siga. 2» ed., t. 1, pág. 153, Madrid, 1946.
(49) Jiménez de Asúa, loe, cit. (54) Soler, S., op. cit., t. 1, pág. 154.
mentó en que se aplica. El magistrado adap- Más recientemente, !a Cámara Nacional
ta el-texto de la ley a las evoluciones sufri- civil de la Capital argentina, Sala A, tuvo
das por la vida, de la cual, en último análi- ocasión de resolver, el 23-5-1958. en litis
f 5r>
sis, el Derecho es una orma ( >. O, como Largin de Garau, Desaliña y otros v/Admon.
dice Nelson Hungría: "El juez puede y de- Gral. de Vialidad y otro, que ni el Código
be interpretar la ley dentro de los princi- civil, ni la legislación de su tiempo fueron
pios científicos y prácticos de modo de adap- hechos para ¡as necesidades suscitadas por
tarla a la evolución social, pues va no se e! progreso del maquinismo y. especialmen-
busca la mena legis en el pensamiento del te, de la tracción mecánica; por eso es de-
legislador, en el tiempo más o menos remo- ber de los jueces adecuar las viejas arma-
to en que fue elaborada la ley, sino en el zones legales a los nuevos problemas jurí-
espíritu evolucionado de la sociedad y en dicos («i).
el sentimiento jurídico inmanente, que se De acuerdo con todo ello, subraya Jiménez
transforma con el avance de la civiliza- de Asúa —aue tan agudamente ha estudiado
ción" (»«) . ios problemas interpretativos—. que así. por
19. De hecho la interpretación progresi- ejemplo, vemos cómo el concento de "ena-
va, se ha abierto naso, por eí'emtm.'e de la jenado" y el de cosa mueble "en el robo y
necesidad, en la jurisprudencia de los dis- en el hurto", se han interpretado según
tintos pueblos. En la de Francia constituye los ürogresos de la psiquiatría y de las in-
claro ej emolo, el referido a la sustracción dustrias (el fluido eléctrico se reputa cosa
de fluido eléctrico, en aue, a falta de una por los civilistas). Y acota oue er Kspnña,
disposición incriminándola específicamente, consideróse siempre hurto el apoderamien-
los tribunales la incluyeron en el precepto to de gas o de aouel fluido (Sentencias T. S,
del Códieo nenal que reprime el hurto de de 39-1-1887. 30-1-1891, 1-4-1897, 27-5-1908,
"cosa mueble". 24-4-1909, 20-10-1909, 16-4-1912. 16-4-1916,
Tina sentencia de la Cour de Dlion, de 8 etc.). («2).
de enero de 1938, proclamó por último cer- En lo oue a 3a Argentina se contrae, a la
teramente, estatuyendo la resla general, que jurisprudencia citada ñor Eusebio Gó-
los textos legales han de aplicarse incluso a mez í83) se ha de añadir como de interés
situaciones resultantes de descubrimientos la aue s'entan una sentencia de la Sirorema
científicos posteriores, cuando 5T son suscep- Corte de Tucumán. del 32 de -abril de 1P39
tibles de caer bajo su imperio ( ). y otra de Is Cámara de sDelación en lo Co-
En la doctrina francesa se inspiró el fallo mercial y Criminal de Mendoza, del 16 de
del luez de l» instancia en lo civil d* Mon- marzo de 1940 ( 6 «).
tevideo (Uruguay), Dr. Enrioue Annand 20. Ahora bien: si la admisión de la in-
TJeón, dictado el 31 de mareo de 1936 en M- terpretación nroeresiva de las leyes, sin ex-
tts Guido Poggio y otros v/Insti* uto Nascim- ceptuar las penales, se impone de modo ne-
bene, en el que se declarara, con apoyo en cesario porque las mismas son algo vivien-
la opinión de Radbruch (5S) aue "la volun- te y por ello en constante cambio: poraue
tad del legislador, tal 5como está incluida en la principal tarea de la interpretación con-
el texto (de la ley) ( 9 ), no es un principio siste en poner de acuerdo la ley del pasado
inmutable: ella evoluciona corno la sociedad con las necesidades y concepciones del pre-
míe rige encontrando soluciones nuevas a sente, estableciendo de este modo la co-
la* dificultades nuevas aue se nresentan y nexión del ayer con el hoy. y así resulta
adaptándose a las transformaciones socia- que los conceptos y preceptos aue hemos
les" (««). obtenido de la ley cambian en el curso de
los años, sin que la ley misma necesite cam-
(55) Jiménez de Asúa, L.. El Criminalista, t. 3, biar su texto i 6 » ) ; poraue en fin sólo de
Bs. Aires, 1942, pág. 88; t. 5, Bs. Aires, 1945, pá-
gina 101. esta manera "las leyes penales pueden per-
(56) Nelson Hungría, apud Roberto Lira, Dí- durar y hacer justicia que reclaman las
reito penal, "Parte general", vol. 1, 1936, págs. 485 normas de cultura en 66
cada país y en la ho-
y Sigs. ra que se aplican" ( ), no menos se ha de
(57) Vid. Blasco Fernández de Moreda. ?„ en
esta Enciclopedia, t. 14, voz HURTO, aúm. 38 y no- tener por cierto que el método progresivo
ta 200, con la indicación de fallos y bibliografía
francesa y bejgs; Jiménez de Asúa, L., Tratado (61) Vid. li. !•., del 28 de diciembre de 1858.
y t. 2 cits.. pág. 475. (62) Jiménez de Asúa, L., Tratado y t. 3 cita.,
(58) Recuea Gény, t. 2, pág. 213. Vid. también pág. 476.
de Radbruch, Filosofía del Derecho, trad. espa- (63) Gómez, E., Tratado cit., t. 4, pág. "41.
ñola, 3* ed., p&gs. 148 y sigs., Madrid, 1952. (64) Cír. Jiménez de Asúa, L., loe. cít.
(59) Lo subrayado entre paréntesis es del au- (65) Mszger, E., Tratado y t. 1 cits. «21 la ver-
tor de este trabajo. sión española de J. A. Rodríguez Muñoz, págs. 154
(60) Véase L. L., t. 7, págs. 1 y sigs., sec., jurisp. y sigs.
eztr., espec. pág. 9. (66) Jiménez d* Asúa, L, loe» cit.
de aplicación de la ley punitiva, ha de ma- Tersidad y peligrosidad que en sus ejecuto-
nejarse con el mayor cuidado, con la más res suponen. En este aspecto la ley penal no
extremada prudencia, atentos a mantenerse tiene ni puede ofrecer lagunas. La descrip-
siempre fieles a la "voluntas legis", aún más don legal de las figuras deliciivas no pue-
allá de sus términos literales, y sin dar en- de extenderse forzando los conceptos con
trada, a través del empleo de dicho método que se formula, para englobar en ellas ti-
y subrepticiamente, a la analogía; confun- pos de conducta distintos aunque semejan-
diéndolo con esta que (ha de repetirse una tes o análogos;
vez más) no es uno. forma de interpreta- 4) Que, en consecuencia, la analogía, en
ción, sino de "integración" del Derecho -po- cualquiera üe sus especies, está proscrita co-
sitivo encaminada a llenar sus lagunas, lo mo medio de integrar el ordenamiento jurí-
que, en el área de lo penal, no puede hacer dico penal;
nunca el juzgador, sino, tan sólo, una o 5) Cabe, en cambio, hacer uso de la lla-
más nuevas leyes. mada interpretación analógica, cuando su
Por eso, entendiendo que en caso contrario, empleo resulte querido y premio por la pro-
violarían la regla que acaba de enunciar- pia ley;
se; han rechazado la interpretación pro- 6) Que la misión del intérprete de la ley
gresiva que aplica los conceptos legales del penal, como de cualesquiera otras leyes, es
hurto, del robo o de ía estaía al apodera- la de averiguar la verdadera voluntad, el
miento del fluido eléctrico u otra "energía", genuino pensamiento üe ella, rehuyendo,
autores como Gómez, en la Argentinat y en principio, el adherir a reglas carentes
Mezger en Alemania, citando este último en de validez lógica como las de que el Dere-
respaldo de su parecer, un fallo del Tribu- cho penal debe interpretarse siempre res-
nal del Keich, -recogido en el tomo 32, pá- trictivamente, o sólo cuando ello -perjudica
gina 165 y siguientes, de la colección de sus al reo, y que en ningún caso se ha de acep-
sentencias (<"). tar su interpretación extensiva, o única-
V. Conclusiones finales. 21. Resumiendo mente cuando beneficie a aquel;
lo expuesto en el curso del presente estudio, 7) Que, no obstante lo que acaba de
puede afirmarse en definitiva: enunciarse, si la investigación sobre la vo-
1) Que si bien en principio, el método de luntad y el pensamiento de la ley penal, una
conocimiento científico y aplicación del De- vez agotada, dejare en la duda cuáles-sean
recho penal se identifica con el propio del •verdaderamente tales pensamientos y vo-
Derecho positivo in genere, su empleo está luniad, reieridos al caso concreto ai que la
sujeto por imperio del principio legalista ley ha de aplicarse, habrá de hacerse lu-
(nvllum crimen nulla poená sine lege) & gar al principio in dubio pro reo, interpre-
limitaciones y restricciones que le son pecu- tándose la misma en forma restrictiva .en
¡tam; cuanto fuere en perjuicio del acusado, y ex-
2) Que, en razón de ello, para tal conoci- tensivamente en lo que le favoreciese;
miento y aplicación tienen que descartarse, 8) Que, nada ha de oponerse a la aplica-
total y absolutamente, las tesis de aquellas ción en materia penal de la llamada inter-
escuelas o autores que atribuyen, a la la- pretación progresiva o evolutiva, inexora-
bor creadora üel juez una autoridad pare- blemente impuesta por la necesidad de ade-
ja o superior a la de la ley; cuar los conceptos legales a las necesidades
3) Que el ordenamiento jurídico penal, y concepciones del momento presente, fru-
esencialmente en lo que hace a la incrimi- tó de los constantes cambios sociales, jurí-
nación de ciertos actos como delitos y pre- dicos y científicos, que caracterizan la evo-
visión de sanciones para ¡os mismos, se pre- lución histérica, la vida de la humanidad
senta como un ordenamiento discontinuo. en visión integral; pero ello ha de realizar-
Los actos típicamente delictivos no están se con. precaución máxima, manteniéndose
ligados entre sí, de modo que puedan con- el intérprete fiel a la voluntas legis, aún
cebirse integrando una unidad material
ni lógica, un todo herméticamente cerrado. más allá de sus términos literales, y sin de-
Son tipos aislados de conducta que la ley jar paso a ninguna forma de analogía, des-
ha escogido entre la heterogénea multitud cubierta, ni embozada,
de los actos antijurídicos o contrarios al JURISPRUDENCIA.— La citada en el texto y notas
Derecho para reprimirlos más severamente, BIBIJOGE&FÍ*. — Además de la Indicada en laa
en atención a la gravedad de los daños ma- notes de pie de página, puede consultarse como
teriales o morales que aparejan, o a la per- bibliografía específica sottre el tema: Jiménez de
Asúa, L., Lo ¡ey píwal y stt interpretación, La Ha-
(67) Gómez, E., Tratado y t. 4, slts., págs. 34 bafia, 1949. — Silva, Melero, Algunos problema
f slgs.; Mezger, E., Trateáo ci¿, t. 1 (Se la trstí. es- modernos sobre la anslog-ís. en Derecho penal,
pafiola, págs. 130 y tígs. Oviedo, 19*3, — E-sbtoio, I'analogía nella Icgien áel
Mrttto. Turín. 1938, — Vnssalll. G., Limiít úel di- cesal { - ) . Sin embargo, Rocco asienta que,
r'fíto d'analogia ín materia pénale, Milán, 1942. — no obstante haberse ocupado del tema en
Roncngll, G., Analogía, a consvetudine en genérale
<• ncl Diritto pénale, Milán, 1949 — Wachter. "Dcl- Austria, Alemania e Italia, procesalistas de
r.-ma logia légale e gluridica ncl Diritto pénale", en gran valer, por io que seria lógico inferir
Kccritli gcrmanlci. trad. por Morí. t. 1, pags. 182 que no existe la teoría especial sobre inter-
y SÍRS., Ñapóles. 1952 —- Mosscr, K.. ¡n duoio pro pretación de las leyes procesales, está con-
reo. Dir gcsctlitliclle Entwicklung dieses Satzes imd
.vine Bcdcntnng im heutigen deutschen Strafrecht vencido de la existencia de dichas nor-
(tesis), Munich. 1933. — Ackermann. B.. Des ana- mas ( :l ). En cambio, Couture, (•') basado en
loqicverbat im gettrnden una zukunftigen Stn- la consideración de que el Derecho es uno
frecht, Brcslau, 1934 — Kramer, T)ie analogie im
StrafrecM nach bishcripen unil netieren Rectit, Er- sólo y sus distintas ramas no son sino cla-
iane;en, 1936. — Sax. TV.. Das strafrechtliche Ana- sificaciones de carácter docente, tendientes
lorjieverbot Eine mrthodische Untcrsuchung über a su mejor comprensión, cree que la lev
die Grenzc dcr Auslcgnng im gcttenden deutschen procesal no constituye un sector indepen-
Strafrccht, Gotlnga, 1953.
diente del Derecho y al efecto, asienta que
INTERPRETACIÓN DE LA NORMA FIS- es simplemente una partícula del mismo ca-
CAL. (V. INTERPRETACIÓN EN EL DERECHO FI- racterizada por ciertas notas propias que
NANCIERO.) permiten su individualización. De allí, que
en su concepto, la ley procesal se interpre-
INTERPRETACIÓN DE LAS LEYES LA- ta como cualquiera otra. Para el indicado
BORALES. (V. INTERPRETACIÓN DE LAS NOR- procesalista, lo que sucede en la materia
MAS LABORALES.) procesal al igual de los otros Derechos, es
que, en la interpretación de los preceptos
INTERPRETACIÓN DE LAS LEYES PRO- del procedimiento, se aplican aquellos cri-
CESALES.* En el lenguaje ordinario, in- terios idóneos a los caracteres propios de la
terpretar es explicar o declarar el sentido o especialidad, deducidos de la teoría general
la significación de alguna cosa, por lo que de la interpretación. El problema, pues, se
ríe aplicar esta definición a las leyes, inter- reduciría a valerse de las reglas de !a in-
pretar vendría a ser la explicación o d.e- terpretación de las normas jurídicas en ge-
Haración de su contenido; pero, en el len- neral, p?ra aplicarlas al Derecho procesal.
guaje jurídico hay que agregar también
como interpretación, la declaración o expli-
rneión en el caso de silencio de la ley. Asi, (2) Se ha ocupado de la tnterpretaeión en for-
la interpretación de las leyes procesales equi- ma especial Meneer, . . . . pero Mcnger sólo trata
de la Interpretación de ¡as leyes de procedimiento
vale a la expresión del mandato o prescrip- a propósito del párrafo 437 del Reglamento Ge-
ción aue contiene, e igualmente, la indica- neral Jxidicial Austríaco de 1871. que pretendía
ción de aouello que debe considerarse como restringir el uso d» la analogía en materia proce-
voluntad legal, en el caso practico presen- sa!. Wash. a su vez. se limita a tomar del Dere-
cho procesal civil un número considerable e Inte-
tado y en el cual silenció la ley su disposi- resante de ejemplos como ilustración de los prin-
ción pertinente. cipios generales sobre interpretación de las leyes:
La doctrina jurídica no es conforme en en tal virtud, mas que una teoría de la Interpre-
tación de las leyes procesales, nos ofrece una teo-
cuanto a la existencia de reglas especiales ría de la interpretación de las leyes, pura ilustrar
de hermenéutica respecto a la materia pro- la cual le sirven d« Ruía las leyes procesales. Sin
cesal. Ya Rocco O) se preguntaba cual rs erabarpro, en Wash hay indicios df norma de inter-
la razón de ser de una investigación espe- pretación propias de Ins leyes procesales civiles...
También SimoncelH, en su Corso di Diritto giit-
cial sobre interpretación de las leyes de pro- tliziarlo civil?, sustentado en 1» universidad de
cedimiento y si realmente existe una teoría Roma, suele estudiar ín extenso y de manera exce-
particular de la interpretaran Í!P estas le- lente la Interpretación; pero también expone la
teoría de la interpretación de las leyes en sene-
yes, o debe confederarse el problema solo ral, no de la Interpretación de las ¡eyes de proce-
desde un punto de vista general sin aten- dimiento. .. Enctientvar.se. en cambio, breves pero
der a la naturaleza particular de las nor- interesantes alusiones a una teoría especial para
la interpretación-de Jas leyes de procedimiento en
mas a qun ss aplica. Asienta el procesalista Chiovenda, Principii,,. Nota de Rocco, ob. cit,.
italiano, qua de los trabajos de los que has- pág. 252.
*a ahora se han ocupado del teína, no pa- (3) Para un estudio profundo sobre las razones
rece que haya surgido una teoría autóno- en que Rocco fundamenta su convencimiento,
ma de la interpretación del Derecho pro- véase su obra La sentencia civil. La interpretación
de las leyes procesales, ya citada, y su Derecho
procesal civil, trad. de Licenciado Felipe de J. Te-
* Por e¡ Dr. ÁNGEL FRANCISCO BRICE. na, México, 1939.
(4) Couture. E. J.. Estudios tf« Derecho proce-
(1) Rocco. A., La sentencia irítil. La interpre- sal civil, t. 3. Ed..Soc. Anón. Editores. Bs. Aires.
tación de Jas leyes -procesales, tratí. de Mariano 1950; "La eiiseftania flc Chiovenda sobre interpre-
Ov< joro. Manuel Romero Sánchez y Julio López de tación de las leyes procesales", en Revista de Dr-
i ; t Cerda, pñg. 251. Ed, Stylo. México. reelio Procesal, Bs. Aires, 1947. ano 5. núms. 3 y 4
La mayoría de la doctrina es partidaria de ciarla de las otras ciencias jurídicas o ra-
s
la negativa ( ). c mas del Derecho; si como afirma Couture
Según Rocco ( ) ¡a solución del problema y es un hecho indiscutible, tiene "ciertas
está en deducir los caracteres comunes a notas propias que nos permiten su indivi-
todas las normas de la parte del Derecho dualización", no debe extrañar que se ne-
de que se trate, de la naturaleza de las re- cesiten reglas especiales para la interpre-
laciones reguladas para obtener así crite- tación de la ley procesal, por lo que se
rios más determinados de interpretación, y requiere metodizar los principios que cons-
en proceder, además, en el seno de cada tituyen la hermenéutica que le es propia,
gran categoría cíe normas, a determinar a fin de poder aplicar con fruto dicha ley,
otras categorías más reducidas con nuevos entenderla y, poder en fin, conocer su ra-
elementos comunes y características capa- dio de acción a objeto de efectuar la debida
ces de proporcionar criterios interpretativos subsunción del caso concreto en su conteni-
más determinados. !
'• do con toda seguridad ( 7 ).
Por consiguiente, si como lo expresa el En la interpretación de las leyes procesa-
procesalista italiano, el problema está en les,-el interesado puede utilizar los cuatro
deducir las reglas especiales aplicables a la métodos indicados por Savigny: el grama-
interpretación de los preceptos correspon- tical, el lógico, el histórico y el sistemático,
dientes a la rama del Derecho de que se pero dándole !a preferencia en cada caso
trate, es decir, que la teoría está formada a los principios que informan el Derecho
por normas o principios, autónomos y di- procesal y !e son característicos. La inter-
ferentes a les de las leyes en general, ello pretación es el resultado de operaciones
demuestra, sin duda, la formación de un mentales, desde luego eme la labor esencial
sistema determinado y exclusivo para el de! intérprete es raciocinar para poder co-
Derecho procesal, lo que equivale a una teo- nocer el significado y el alcance del pre-
ría especial de interpretación para ías leyes cepto en estudio; de allí, la imprescindible
procesales. Y esto es una realidad. necesidad de la ayuda especial de ¡a lógica
La disparidad de opiniones se fundamen- y a este fin el verdadero significado de las
ta, por tanto, en el supuesto de que el De- palabras, el conocimiento histórico de la
recho procesal, por ser parte del Derecho institución regida por la disposición legal,
en general, no amerita reglas autónomas o objeto de la interpretación y sus relaciones
especiales fuera de la necesidad de adaptar con el ordenamiento jurídico correspondien-
éstas a la modalidad que requiere dicha te, son elementos eme vienen a facilitar el
rama del Derecho, Pero este fundamento, verdadero contenido y alcance del precepto
carece de firmeza jurídica, si se toma en que se pretende interpretar.
cuenta que hoy, dado el avance que ha El método de interpretación gramatical,
tenido el estudio de esta parte del Derecho, cuenta ya no sólo con el apoyo de cierta
ha venido a constituir una ciencia inde- doctrina; también ha sido acogida expresa-
pendiente, con sus reglas, objeto y fines es- mente por algunas legislaciones. Ei Código
peciales y características. Si el Derecho pro- de procedimiento civil de Venezuela, tiene
cesal, es una ciencia autónoma, porque tie- preceptos dedicados a establecer reglas es-
ic reglas y principios que la distinguen de peciales de interpretación de las disposicio-
nanera precisa hasta el punto de diferen- nes procesales: el Título sobre "Disposicio-
nes Fundamentales" comprende algunas en-
• ' • • (5) El procesalista español Jaime OKiasp (Co- caminadas al fin indicado. A manera de
mentarías a la Ley de Enjuiciamiento español, ejemplo citamos el artículo 13, que define
t. 1, pág. 67, Madrid, 1948) es adverso a la teoría,
pues al referirse a la materia de la interpretación el significado de la inflexión verbal "puede
de las leyes procesales, dice: "No existen en este
punto discrepancias fundamentales entre los pro- (7) Arturo Valenzuela, profesor en 1» Facultad
blemas planteados por el ordenamiento Jurídico de Jurisprudencia de la. Universidad Mlcboacana
procesal y tos del ordenamiento jurídico general; de San Nicolás de Hidalgo, en su Derecho procesal
por tanto, no es necesario construir aquí una teo- civil, Ed. José M. Cajlca, Jr B. A., México, p&g. 210,
ría general de la interpretación d«l derecho proce- núm. 168, dice: "Interpretación especial de tas le-
sal, sino recoger simplemente las principales con- yes procesales. Ha sido un tema novedoso en ma-
clusiones formuladas en este punto por la teoría teria procesal civil resolver si existen principios
general del derecho..." También son de opinión de interpretación aplicables exclusivamente al pro-
contraria los proeesalístas José Castillo Larrafiaga ceso civil. La solución se ha dado afirmativamen-
j Rafael de Pina (Instituciones de Derecho procesal te". Ver Chiovenda, Principios de Derecho proce-
?iüi¡, 2» ed., pág. 23v México). Estos autores expre- sal, vol. l, trad. de ¡a 3» ed. Italiana, Madrid,
san: "¿Existen normas especificas para la inter- núm. VI; Instituciones de"Derecho procesal civil,
preación del Derecho?" 7 después de compendiar trad. de Gómez Orbaneja, 2» «d., núm, 39, Ma-
la opinión de Boceo, agregan que "¡a prueba de la drid, 1948; De la Plaza. M., Derecho procesal civil
afirmación del procesalista italiano no es convin- español, 3* ed., vol 1, pág. 84. in-A-5, Madrid;
cente". Álsamora Valdea, M., Derecho procesal crfwí, pá-
(6) La sentencia civil, ot>. cíí., pega. 238 y 26S. gina 23,-Lima, S963.
o podrá", y al efecto expresa que al usar tancia, porque no siempre el legislador le da
la ley esas palabras, se deben entender como a las palabras su real significado: muchas
autorización al intérprete para obrar según veces el precepto legal usa palabras en su
su • prudente arbitrio, consultando lo más significado corriente y no en el técnico, o,
equitativo o racional, en obsequio de la jus- en un sentido que no tienen, y aún contrario
ticia, y de la imparcialidad. El artículo 16 al que le da el diccionario. El elemento gra-
define la palabra "parte" para darle el sig- matical, como recurso hermenéutico, nos
nificado, tanto de litigante como de sus enseña, pues, el contenido de la norma, de
representantes o apoderados en el juicio, acuerdo con el significado de las palabras;
salvo que,,por la naturaleza del acto a que pero este procedimiento tan sencillo en apa-
se contraiga la ley, o por otra circunstancia riencia, puesto que se reduce a atenerse al
derivada de ésta, deba entenderse que sólo significado que tienen del texto, según el
se refiere a los mismos litigantes. El 28, diccionario, frecuentemente es f u e n t e de
considera "pobres", a quienes sean decla- intensa contradicción, en vista no sólo de
rados tales por los tribunales. El 710, que la impropiedad en el empleo de ellas por
define lo que se entiende por negligencia o parte del legislador, sino también, porque,
ignorancia inexcusable en el juez contra las palabras cambian de significado con las
quien se haya intentado el recurso de queja. épocas y con los lugares; no se les da el
Este elemento, que ha merecido sus cri- mismo significado ni en el uso social ni en
ticas en cuanto a la denominación gramati- el campo jurídico (»). Por eso, cada ves es
cal, pues se piensa que es mejor llamarlo más necesario imitar el celo por la pureza
léxico o literal, no tiene en el Derecho pro- en el uso de las palabras de que dio mues-
cesal venezolano, al igual de otras legisla- tras Italia al escoger a Sehiafiani, académi-
ciones, una regla expresa sobre la materia co y profesor de filología, para someterle
para servirle de guía al intérprete; sin -em- la revisión lingüística del Código de proce-
bargo, es aplicable en el caso lo dispuesto dimiento italiano vigente, así como el" inte-
por el Código civil en cuanto ordena atri- rés de Couture de solicitar para su renom-
buirle a la ley el sentido que aparece evi- brado Proyecto,-antes de darle forma de-
dente del significado propio de las palabras, finitiva, la colaboración de especialistas en
según la conexión de ellas entre si y la in- idioma castellano, con el propósito de lograr
tención del legislador; de allí eme, de pre- la más estricta aplicación del lenguaje (i«).
ferencia, habrá de darle el intérprete a las Diversidad terminológica, expresiones
palabras, el significado técnico. En las le- equívocas y aún de errado sentimiento y en
gislaciones sustantivas se encuentra precep- general, uso inapropiado de palabras, son
to igual al referido del Código civil vene- obstáculos que a menudo se le presentan al
zolano, y s caso esta sea !a razón de no figu- intérprete en materia procesal en la búsque-
rar en el Derecho procesal, evitando así una da del verdadero contenido de la norma.
inútil repetición; pero, de todos modos, es Chiovenda dio como solución a este respec-
regla que ha sido incorporada en el Derecho to y al mismo tiempo como la mejor garan-
procesal, por la doctrina universal. Sobre tía contra las libertades de las interpreta-
este e l e m e n t o de interpretación nos dice ciones subjetivas, la regla de que, en general,
Carneluttl (») la necesidad de entender, en ante el conflicto simple entre la letra y el
primer término, que la interpretación debe espíritu de la ley, debe prevalecer aque-
servirse, ante todo, de cualquier regla de lla (ii); pero no nos parece aconsejable la
experiencia destinada a -establecer la rela- regia dada por el ilustre procesalista italia-
ción o correpondencia entre los signos grá- no, pues se le podría aplicar el dicho de
ficos, y ¡a palabra y entre la palabra y la Scholíen, citado por de Castro y Bravo, de
idea, porque iodo este complejo de reglas que, con razón se ha expresado, "que el peor
de experiencia constituye el bagaje del in-
térprete, y por consiguiente, del jurista. Así, (9) L. Prieto Castro, en su Tratado &e procedi-
pues, el problema consiste en descubrir el miento civil, I, "Derecho procesal civil", pág. 244,
observa: "Antiguamente, una fase Importante en
verdadero significado de las palabras, es- la creación de las leyes era la artística, de correc-
pecialmente, cuando la palabra es suscepti- ción o depuración, del «stilo, con lo-que, al meco»,
ble de varias acepciones; de allí que el in- se tenia ¡a certeza de que gramaticalmente eran
térprete deba verificar la correspondencia correctas, aimque el tecnicismo jurídico especiali-
zado pudiera resentirse. Después, ni la- pureza Un-
entre el significado y el signo. La interpre.r güística ni el tecnicismo se observan en la redac-
tación gramatical, es de verdadera impor- ción de las leyes. El intérprete debe tener presenta
el hecho en su labor de investigación de los tex-
(8) Carneluttl, F., Lezioni al Diñtto proces- tos".
suali clmle, vol. 1. núzn. 65, pág. 246: Sistema áe (10) Couture, E. J., Proyecto de Código de pro-
Derecho •procesal civil, trad. de Nleeto Alcelá-Za- cedimiento civil, pág. 24.
mora y Castillo y Santiago Fentís Melando, vol. 1. (11) Chiovenda, Principios, í, pág. 169.
sabotaje a que se puede someter una12ley es a veces mal, pues más bien que abusar del
itenerse estrictamente a su letra" ( ). Sin elemento lógico, lo que se ha hecho es uti-
embargo; la máxima chiovendiana, podría lizar solamente como base de la deducción
aceptarse en el sentido que le da Escri- el texto de la ley, olvidando los demás ele-
che (i«) de ser esto así cuando la ley está mentos que una buena interpretación ha
concebida con palabras tan claras que in- de tener necesariamente en cuenta..."
dican expresa y terminantemente la volun- Luis Recaséns Biches (1B) observa que el
tad del legislador o de la ley; aún cuando funcionamiento del Derecho no consiste en
la ley sea dura ha de seguirse literalmente. una operación de lógica deductiva o que por
Por manera que, como dice Escriche, cuando lo menos, no consiste solamente en eso y
consta la mente, intención y voluntad del así eminentes juristas de Europa y América,
legislador, debe basarse la interpretación han sostepido que la vida del Derecho no
más bien según ella que conforme a las pa- es un mero asunto de lógica, ni debe serlo.
labras de la ley; porque, en realidad si las Así, pues la ofensiva contra la lógica, en el
palabras legales no bastan para deducir el campo de la interpretación jurídica es un
sentido del precepto, será necesario valerse hecho indiscutible. El notable filósofo y ju-
de los otros elementos de interpretación. rista español asienta que esta ofensiva
La interpretación literal, como es fácil contra la lógica, ha puesto de presente que
comprenderlo, frecuentemente no es sufi- el acto de dictar una sentencia no consiste
ciente para una interpretación provechosa ni exclusiva ni sustancialmente en una ope-
y de allí que el exégeta deba valerse de la ración deductiva de lógica tradicional. Para
enseñanza que le den los trabajos prepa- este autor, la lógica tradicional, la de la
ratorios, incluyendo en este concepto las razón pura no sirve para tratar ni resolver
discusiones o labores correspondientes a la los problemas del proceso de interpretación
formación del Proyecto y la exposición de de las normas jurídicas, pues "se necesita
motivos, así como las discusiones parlamen- otro tipo de lógica, la cual es también lógi-
tarias, no obstante que esos medios no tie- ca, pero diferente de la lógica tradicional:
nen un valor absoluto, desde luego que no necesitamos, dice, la lógica de lo humano,
son una interpretación auténtica,. la lógica de lo razonable, a diferencia de la
Pero debe tenerse presente, como lo dijera lógica de lo racional" (16).
Roc'co, que el estudio de la terminología La supuesta ineficacia de la lógica tradi-
legislativa constituye, de todas maneras, uno cional, según este importante tratadista, se
de los instrumentos más delicados, pero debe a la necesidad de contemplar la nor-
también útiles, de la interpretación literal, ma jurídica desde dos puntos de vista, ra-
pues, en más de una ocasión aporta una dicalmente d i f e r e n t e s ; el punto de vista
contribución apreciable a la resolución de histórico y el punto de vista práctico o de
una controversia. aplicación del orden jurídico vigente. Y,
La. interpretación por medio de la lógica, para fundamentar su aserto, se vale del co-
es la más socorrida y apropiada, porque la nocido ejemplo que trae Gustavo Radbruch,
interpretación es el resultado de operacio- que supone tomado por éste de Petrasyky,
nes mentales en razón de que la labor prin- referente al letrero existente en el andén dé
cipal del intérprete es raciocinar para poder «na estación ferroviaria de Polonia, que de-
conseguir el sentido y alcance de la norma, cía: "Se prohibe el paso al andén con pe-
y de allí que, sin la ayuda de la lógica no rros", conforme al texto del Reglamento de
podría obtener la realización de su propó- Ferrocarriles. La cuestión se fundamentaba
sito. Aún en eí caso de una ley clara y en que el interesado pretendía entrar con,
precisa, y contra el principio que considera un oso, alegando que no era un can.. Para
Innecesario la interpretación de las leyes Recaséns Siches, la argumentación a base
de esta clase, siempre se requiere de algún de la lógica tradicional sería coneluyerite en
razonamiento para poder conocer su con- cuanto a permitir la entrada a los otros ani-
tenido. Sin embargo, ya ¡o dijo Demonio De males, a causa de la imposibilidad de darle
Buen (»), se ha hablado y censurado mu- a la palabra "perro" un significado diferen-
cho el abuso del elemento lógico en materia te del que tiene. , , ,.,; . ,:/
de interpretación, aunque el civilista espa- No obstante, cualquiera que sea «1 razo-
ñol aclara, que tal crítica "se ha enfocado namiento aducido, racional o razonable,
siempre habrá que poner en jnégo el razo-
(12) Castro y Bravo, F. de, Derecha civil 0.6 Es- namiento y tener como norte lo qtte esté
paña, i. 1, pág. 521, Madrid, 1955.
(13) Escriche, Diccionario razonado de Zejrístó- (15) Nueva filosofía de la interpretarían del
cíón. Derecho, págs. 31 y sigs., Fondo de Cultura Eco-
(14) Introducción al estudio del Derecho civil, nómica, México.
pág. 432, núm, 325, Madrid. (16) Keeaséns Sleiifis, ob. cít.. oásr. 14.0.
más de acuerdo con lo justo, desde luego terpretación lógica la dirigida a buscar el
que lo justó es lo racional o razonable. ftn o el motivo de la ley", mientras que en
Ahora; no debe olvidarse que, la lógica "los autores más modernos, por el influjo
en su sentido filosófico de usar del racioci- del positivismo jurídico, reducen el llamado
nio para buscar la aplicación de la norma elemento lógico a la relación abstracta, for-
al caso concreto, no es siempre suficiente mal, de las distintas partes de la norma y
a tal fin; muchas veces hay que buscar la a las conclusiones que puedan obtenerse en
solución con la ayuda de los otros elemen- el mero razonar lógico".
tos conocidos. Sin embargo, de acuerdo con un conocido
El desconocimiento de la importancia de adagio jurídico, que nos enseña, que por
la lógica en esta misma materia no es nue- ser la palabra un medio debe estar subordi-
vo; como dice el abogado de-Minnesota nado al fin, que es el pensamiento; la lógica
Loevinger, (") el reto más importante ha nos Indicará el pensamiento del legislador,
sido lanzado, según el decir de Holmes en o sea la soberana voluntad de la ley, por
1881, de que la vida del Derecho n.o ha con- medio del razonamiento utilizado conforme
sistido en lógica sino en experiencia. Holmes a sus principios.
ha explicado su pensamiento al expresar en Toda interpretación, a la postre, descan-
qué consistía lo que él llamó "falacia de for- sa sobre la duda, y por eso se debe tener
ma lógica", lo cual equivale al tenor de sus presente en el proceso de la interpretación,
propias palabras, "en creer que en el des- aquel adagio j u r í d i c o : aequitas in dubio
arrollo del Derecho la lógica es la única prevalet, que ordena ocurrir a la equidad en
fuerza decisiva". Para este autor, "La edu- caso de duda. Por eso, habría que tener
cación de los abogados está fundada en la siempre a la vista, en la interpretación ló-
lógica. Los procesos de analogía, diferencia- gica, la recomendación de Stammler, para
ción y deducción les son completamente fa- cuando no aparece muy clara e inequívoca
miliares. La decisión judicial está primor- la voluntad que se interpreta, de que el in-
dialmente concebida en un lenguaje fun- térprete se decida por el resultado que re-
dado en la lógica". fleje la solución fundamentalmente justa
Schreirer, citado por De Buen (i«) afirmó del caso litigioso (21).
que era tarea inútil "sublevarse contra la El elemento histórico como medio de in-
lógica; pues hasta los ataques contra la ló- terpretación es también de marcada impor-
gica en la lógica han de' apoyarse. Las le- tancia en la hermenéutica jurídica, dado
yes de la lógica señorean todo el pensamien- el hecho de que las normas legales, general-
to Iraniano; imposible huir de ellas. El pen- mente provienen de un derecho anterior
samiento racional es pensamiento lógico, más o menos remoto. Este elemento consis-
consecuente, y ni el legislador ni el juez ni te en un estudio comparativo del principio
la ciencia quieren pensar de otro modo". vigente con los anteriores, especialmente
Por eso es necesario concluir con Aftalión, respecto a su desarrollo o evolución. Rocco
García Olano y Vilanova: "Ahora bien; si considera digno de mención en materia pro-
la interpretación implica un acto de valo- cesal, este medio de interpretación, pues cree
rización, ello significa "que no hay por qué que en ningún otro campo del derecho es
excluir a priori ninguno de los viejos mé- tan necesario y fructífero, en razón de la
todos de interpretación, puesto que no se naturaleza particular y la función, que le
puede descontar la probabilidad de que la es propia al Derecho procesal ( 2 =). Tara
valoración correcta, objetiva, dotada de Rocco elemento histórico propiamente dicho,
fuerza de convicción, pueda obtenerse por es el estudio de toda la evolución jurídica
el juego del más vetusto de ellos" (is Ws). que precedió a la formación de la ley. Forma
Como hemos dicho en otra ocasión < ' » ) ,
tal vez el problema está en lo que dice De (21) Stammler, E., Tratado de filosofía del De-
Castro (20), cuando al referirse a la inter- recho, trad. de Boceo, lo ed., núm 129 pág 329
pretación lógica, expresa: "La doctrina an- Madrid. -
(22) Boceo, La sentencia civil, ob. cit., pig. 315.
tigua, y con ella Savigny, entendía por in- Agrega este autor que "es un fenómeno general
en la evolución del Derecho el aprovechamiento de
(17) lioevinger, L. J., Vna introducción a la ló- las formas y de las instituciones existentes para
gica jurídica, trad. de José Pulg Brutaü, págs 30 proveer a las exigencias creadas por el desenvol-
y 31. Barcelona. vimiento de la vida social". Chiovenda, citado por
(18) Ob. cit., pág. 433. Boceo, a la misma página concuerda con esto al
(18 bis) Introducción al Derecho, -I, pág. 476, decir que es un fenómeno común a todos los de-
Bs. Aires, 1956. '. rechos, porque es constante el hecho de que 1»
(19) "Interpretación de la ley procesal", en Bo- forma se desenvuelve más lentamente que «1 De-
letín de la Academia de Ciencias Políticas y Socia- recho y las instituciones nuevas pasan bajo las
les, Caracas, noviembre 1958, núm. 12. fórmulas judiciales antiguas, como el agua lie ~
(20) Ob, y t. cits., pág. 522 b). pre nueva de un rio bo/o un viejo puente.
parte, pues, de este estudio el de los trabajos si no se acompaña del examen de los prin-
preparatorios, los que a pesar de estar hoy cipios que informan el Derecho procesal al
muy desacreditados, siempre son gula con- cual corresponda el precepto aplicable; por-
veniente para descubrir el pensamiento de que, en verdad, como lo dice Rocco, ninguna
la ley. otra rama del Derecho está quizás tan do-
Pero no debe olvidarse lo asentado por el minada por principios generalísimos como
mismo Rocco, como, para descargar al De- la del Derecho procesal.
recho procesal de la imputación de derecho Sin buscar y estudiar en sus relaciones
estático, pues, se apresura a decir, que en correspondientes, el principio de Derecho
modo alguno debe creerse que el Derecho procesal que rija la materia a interpretar
procesal civil, sea completamente insensible serian inútiles en Derecho procesal, las re-
al desenvolvimiento de la vida social, por- glas de hermenéutica propias de la interpre-
que, al contrarío, también siente su influjo, tación del Derecho, en general. Por consi-
aunque bajo otro aspecto y con límites dis- guiente; labor esencial del intérprete es
tintos que el derecho privado material. desentrañar de la legislación procesal el
Por lo que toca al elemento sistemático principio jurídico también de carácter pro-
de 2S
interpretación, considerado por Roc- cesal, que haya sido acogido por el legisla-
co ( ) como medio importante de interpre- dor y en el cual se desenvuelve la institu-
tación del Derecho procesal, lo es, sin du- ción que venga a reglar el precepto materia
da, porque su fundamento está en la rela- de la aplicación.
ción que tienen entre sí todas las ramas del El legislador, no procedió al azar en la
Derecho y por ello, constituyen una conexión elección de los preceptos que componen la
tan íntima de las instituciones y normas ju- ley procesal; su labor está dirigida y domi-
rídicas, que forman un conjunto, una uni- nada por los principios jurídicos que inte-
dad. De allí, que, para poder interpretar gran esta importante rama del Derecho. Son
las disposiciones legales, sea necesario tam- principios rectores como dice Valcarce (»).
bién buscar la relación entre el precepto, Por otra parte; en el Procedimiento cWl
objeto de la interpretación y el sistema en hay leyes Imperativas y facultativas, por-
su conjunto, pues asi podría fácilmente co- que la voluntas legis, esto es, el pensamien-
nocerse el pensamiento del legislador o el to de la ley o del legislador, se impone de
sentido de "la ley. Así, Rocco (S4) asienta en manera impositiva sin que pueda eludirse
cuanto al Derecho procesal, que no sólo su cumplimiento o, bien, puede la parte In-
tiene zonas enteras que por sus conexiones teresada o ambas partes de común acuerdo,
con las otras ramas del Derecho, requieren liberarse del acatamiento del precepto. Sien-
para la recta aplicación de la ley de proce- do, como lo es la ley procesal, parte del De-
dimiento, el conocimiento de las normas y recho público (»i) debe tomarse en cuenta
de los principios de aquéllas, sino que la esta circunstancia de manera muy especial,
concepción misma del Derecho procesal co-
mo Derecho público y de las relaciones pro- (25) "No menos se elaboró la ciencia de esta
cesales como de Derecho público, ofrece con- disciplina jurídica a la lúa de ciertos principio*
tribuciones valiosas para la interpretación rectores, de su contenido, preordenados a la tu-
de normas particulares de Derecho procesal tela jurídica que en vano los hallaríamos inerte-
mente organizados en el campo del Derecho pri-
civil. ' vado, pues toda rama del saber presidida por prin-
Se requiere, pues, como guia el estudio cipios que explican y sirven de norte ordenador
comparativo del sistema jurídico, en con- a la materia que le es propia, adviene en conocí,
miento científico, sin que le resten valor otras ra-
junto; pero habría que completarlo. Como mas afines y auxiliares" .("Breves reflexiones so-
es sabido, el Derecho procesal tiene como fi- bre temas procesales", en Revista de Derecho Pro-
nalidad procurar la realización del Dere- eesal, Madrid, ano 6, núm. 1, pág. 41; De la Pla-
cho; es decir, facilitarle al Estado la efecti- za, M., Derecho procesal civil, vol. l, pág. 310).
(28) Conforme lo expresa el procesalista Fran-
vidad de la fundón jurisdiccional, por lo cisco B. Valcarce, estudio citado, "fue en tiempos
que, no bastaría el conocimiento de las ins- modernos (principios de la segunda mitad del si-
tituciones y normas jurídicas en general, glo pasado, 1856), con la depuración de los estu-
dios metodológicos 7 su aplicación a la ciencia
general del Derecho como, una de tantas discipli-
(23) La interpretación, ob. clt., pág. 822. nas científicas, cuando el Derecho procesal recla-
(34) La interpretación, ob. 7 pág. clts. Prieto mó su autonomía y no quiso el procesalista dar
Castro, Trotado, ob. cit., pág. 246, expresa al res- continuos aldabonazos a la puerta del civilista pi-
pecto: "El factor sistemático impera en la Inter- diéndole ayudí* en caso de necesidad para sos
pretación como elemento a considerar dentro de construcciones sistemáticas y dogmáticas". Chío-
un tatemo cuerpo legal, respecto de la integra or- vendft. Instituciones, ob. y t. clts., núm. 24, pá-
denación jurídica y con relación a los diversos gina 78, dice: "La ley procesal civil pertenece al
momentos historíeos de las diferentes leyes que Derecho público .... P«ro tien» una posición es-
compongan ese ordenamiento, • por donde el ele- pecial que deriva del interés general y d«l Interés
mento histórico y el sistemático van juntos". individual en el proceso civil".
cuando se trate de la interpretación de sus El Código de procedimiento civil venezo-
cánones y, asimismo, el carácter impositi- lano contiene de modo expreso algunos de
vo o dispositivo de sus preceptos, porque asi estos principios básicos, pero en otras legis-
se irá más directamente hacia el pensa- laciones, como dice Couture (si), surgen
miento de la ley (2?). muqhas veces impensada e imprevisible-
Los principios básicos o fundamentales mente, de las disposiciones de la ley.
del Derecho procesal, son de imprescindible Tomado, probablemente del Derecho
conocimiento para el intérprete, a íin de constitucional, que prescribe como dogma
tenerlos presentes en el proceso de herme- la igualdad, nuestro Código establece este
néutica, pues de lo contrario, le sería muy principio, ordenando a los jueces mantener
difícil, por no decir imposible, descubrir el a las partes en los derechos y facultades
pensamiento de la ley, la finalidad de ésta comunes, sin preferencia ni desigualdades;
para aplicarla al caso concreto. Estos prin- de allí que el intérprete de nuestro Derecho
cipios son relativos al proceso, que es objeto procesal para aplicar el principio tiene que
principal del Derecho procesal, o bien a los fijarse que esa igualdad es relativa única-
jueces y sus auxiliares, y especialmente a mente a los derechos y facultades comunes,
las partes, que si no son hoy los dueños del por lo que en cuanto a los privativos, la
proceso, al menos son uno de los elementos misma disposición lo preceptúa, habrá de
esenciales más importantes. De allí que el mantener a las partes respectivamente, con-
intérprete debe, principalmente, buscar la forme lo acuerde la Jey a la diversa condi-
relación del caso concreto, con el principio ción que tengan en el juicio. Así, pues, el
básico procesal aplicable, sin olvidar que principio de igualdad inspira el proceso ci-
estos principios no están cortados como mo- vil, y el juzgador o intérprete, tiene necesa-
delos que sirven de muestra, pues, ellos va- riamente que conformar a ese principio su
rían según las legislaciones; y en general, razonamiento para descubrir la intención
como dice de La Plaza ( 28 ), que "a la hora legal. El estudio diferencial de las legisla-
de determinar los principios rectores del ciones es imprescindible y de verdadera im-
proceso como institución al servicio de la portancia, porque así tendrá que ser la con-
justicia, hemos de separar cuidadosamente clusión. Aplicación de este principio es la
lo que en su ordenación es intangible, por obligación de comunicar la prueba al ad-
responder a principios eternos de los que las versario para que pueda tener conocimien-
normas positivas reciben su inspiración; lo to de ella oportunamente; -sin embargo, es-
que hay en él de garantía política, y en úl- ta comunicación está sujeta a lo que par-
timo término, lo que técnicamente se requie- ticularmente disponga cada legislación, por-
re para que la situación responda al funda- que donde así lo ordene la ley, ello se hará
mental propósito que debe guiar la ordena- por medio de traslado, mas en otras, co-
ción legislativa". mo la nuestra, donde- las partes están a
Hay que tener en cuenta también lo dicho derecho, la ley da un plazo para que el In-
por Podetti, que los principios básicos pro- teresado se imponga de ella. Esto indica,
cesales, vinculan cada institución procesal pues, que los principios fundamentales dei
a la realidad social en la cual actúan o de- proceso deberán aplicarse según el modo
ben actuar, ampliando o restringiendo la especial como sean acogidos por la respec-
esfera o el criterio de aplicación ( 29 ). tiva legislación.
La doctrina procesal se ha Empeñado en Lo dicho deja ver, conforme lo asienta
indicar el número de estos principios, pero Couture, que el principio en referencia, no
la tarea no parece inútil, porque la enume- comprende necesariamente una igualdaí
ración depende no sólo de la ordenación aritmética; lo que este principio demanda
legal; sino también del querer del legisla- es una razonable igualdad de posibilidades
dor de acuerdo con la historia de las Insti- en el ejercicio de la acción y de la defensa.
tuciones propias del país, y de allí que to- A pesar de la tendencia de nuestros tiem-
das las legislaciones no puedan tener igual pos de ampliar en lo posible las facultades
número de estos principios (*»). de} juez, conforme al carácter de Derecho
público que tiene el procesal, no hay duda
(27) Para un estudio más completo sobre la
graduación de la importancia de las normas dis- Estudios de Derecho procesal, por Víctor Wifa
positivas, véase Chiovenda, Instituciones, t. cit., Guillen, Ed. Revista tíe Derecho privado, cap. 5,
núm. 24, pág. 77. pág. 263; Couture, E. J,, Fundamentos del Derecllo
(28) Ob., t. y pág. cits. procesal civil, ed. postuma, 2» parte, cap. 1, § i
(29) Podetti, R., Teoría y técnica del proceso pág. 181, Bs. Aires, 1958: Wynes Millar, R., la
civil, pái/,. 68. principios formativos del Derecho civil, tred. d« 1«
(30) Para un estudio de los principios, básicos doctora Catalina Grossmarm,
procesales, ver Ricardo Relmuridin, ofc, y t. cits., (31) Fundamentos del Derecho procesal sal BC^_
3ap. O, pág. 117; Podetti, ob. citada en esta vista, ob. clt., pág. 182.
S i g u i e n t e P á g i n a

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