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* Por la Dra. SARA MERCEDES MOLAS Qm- (2) Giovanni Nicolini, La simvlaziont del rapporto
ROGA. di lavoro rubordingto, ed, Giulíré, Milano, 1969, p, 112.
Muchos autores utilizan los términos in- SUMARIO: 1. Valor d« las palabras. - 2. Rt-
terposición e intermediación como sinóni- gla y excepciones. - 3. Interpretación ex-
mos, por este motivo consideramos de la tensiva. - 4. Los delitos de omisión. - 5.
mayor importancia diferenciarlos. Conclusión.
Existe sin duda un elemento común en- 1. Valor de lax palabras: En todo sistema
tre ambos conceptos, esto es, un sujeto que de derecho escrito, las palabras de que s«
desarrolla su actividad ubicándose entre sirve el legislador tienen una importancia
dos esferas jurídicas, pero aquí termina fundamental, ciertamente: sólo por medio
toda similitud. de palabras expresa él su voluntad.
El criterio fundamental, que diferencia La ley no es solamente su letra, desde
al intermediario del interpuesto, radica en luego, pero tampoco es ésta una mera en-
la naturaleza de la actividad que desarro- voltura de aquélla —como una caja de car-
llan. La del segundo es una actividad jurí- tón u otro envase cualquiera— que se debe
dica substancial, ya que concluye el negocio abrir y dejar después a un lado, para exa-
jurídico manifestando su propia voluntad, minar su contenido: estrictamente, acerca
por más que los efectos, en realidad, se rea- de la ley, no cabe hablar de una "forma"
lizan en la esfera jurídica de otro, que es f i a letra) y de un "contenido" (el precep-
el real interesado. to o la norma), aunque estas expresiones
En tanto que el intermediario permane- suelen usarse con tolerable inexactitud. La
ce afuera de la relación, cumpliendo sola- verdad es que la letra y el espíritu —para
mente una función de carácter material. emplear la terminología del art. 16 del
(Ver más detalle en INTERMEDIACIÓN). Cód. Civil— o la letra y el precepto consti-
Enrique Fernández Gianotti ( 3 ) afirma: tuyen una unidad "orgánica", de suerte que
"En la interposición fraudulenta, que nos las palabras son la ley con idéntico título
interesa aquí considerar, el sujeto inter- que el espíritu. Con una imagen, pero con
puesto —generalmente insolvente— es re- total rigor, podría decirse que la letra y el
putado empleador exclusivo de los trabaja- precepto (o la norma) se hallan en la mis-
dores que, en definitiva, trabajan en pro- ma relación que la piel y el cuerpo humano,
vecho del principal, quien deriva su res- del cual aquélla es solamente —pero tam-
ponsabilidad en el interpuesto. El sujeto bién nada menos— el contorno y el límite
interpuesto suele ser un contratista, sub- natural. Y así como desgarrar la piel im-
contratista. cesionario o concesionario que porta simultáneamente desgarrar el cuerpo,
aparece en nombre propio, contratando al alterar la letra, cuando no se trata de mera
personal, y efectivamente así lo hace, pues corrección de errores materiales, significa
no es un testaferro. Las relaciones jurídicas alterar el sentido mismo del precepto o de
laborales quedan trabadas entre él y los la norma.
trabajadores siendo el concedente, cedente, Desde el punto de vista del método para
contratista o principal un tercero. Por la interpretación de la ley, ésta debe co-
aplicación de los principios generales del menzar por las palabras, pero no quedarse,
fraude puede llegar a descubrirse la manio- sin más, en ellas, pues "toda norma, por
bra, atendiendo a las circunstancias parti- clara que sea o parezca ser en sí misma, esto
culares de la operación intermedia: ámbito es, aislada, y desconectada del sistema ge-
coincidente con el de la actividad del prin- neral de la ley, se dilata o se contrae o
cipal, empleo de instrumentos y demás ele- cambia de color cuando se la relaciona con
mentos de la empresa de éste, insolvencia las demás" í" 1 ). La interpretación que, so
del interpuesto, limitación de la cesión a la capa de claridad, no va más allá de la letra,
mano de obra, etc. Todos estos datos han se llama en doctrina "puramente literal" y
sido captados por nuestra jurisprudencia, es además de peligrosa, desdeñable. Esta
quedando así en evidencia el fraude. (Ac- era la interpretación de la Escuela de la
tualización de jurisprudencia / Contrato Exégesis, ya muerta, pero cuyo fantasma
de Trabajo, La Ley, t. 7, N? 492/511.) suele hacer "apariciones" en alguna que
otra página de jurisprudencia o de doc-
INTERPRETACIÓN DE LA LEY.» (En- trina.
cidopedid, T. XVI, pág. 483.) En pareja ilegitimidad, en el otro extre-
mo, se encuentra la interpretación que, con
el fundamento de dar plena satisfacción al
(3) Enrique Fernández Gianotti. "incorporación de espíritu, prescinde buenamente de la letra
los principios del fraude laboral a la Ley de Contrato
de Trabajo", Dtrechó del Trabaja, año XXXV, pp. 257/
268, abril 1976.
(1) Esta cita pertenece a nuestro articulo "El dsfio
moral y el contrato de transporte", publicado en El De-
recho, t. 1, p. 1045, a propósito de una urnterjcia pura-
Por el Dr. ALFREDO ORGAZ. mente literal.
y la contraría franca o sibilinamente arbitraria. En principio, por tanto, cabe
veces con afán "progresista"—, de suerte afirmar que el sentido literal del texto,
que la ley acaba significando algo muy cuando es de sintaxis clara y correcta y no
distinto de lo expresado por ella y aun, en presenta "erratas", expresa lo realmente
ocasiones, exactamente lo contrario. Esta querido por el legislador ( 4 ). Si el examen
consideración unilateral al espíritu, singu- lógico y sistemático confirma ese sentido
lariza, en mayor o menor medida, a las literal, se tieríe el supuesto normal de in-
diversas corrientes de la Escuela del Dere- terpretación, denominada "declarativa" o
cho Libre, así como a los cultores del inge- "estricta".
nuo empirismo. Sólo excepcionalmente, el sentido literal
El método llamado acertadamente dog- debe ser rectificado por el intérprete. Pres-
mático ( 2 ), atiende por igual a la letra y cindiendo del supuesto de simples defectos
al espíritu de la ley, es decir, a las pala- materiales, que no ofrece ninguna dificul-
bras y a los elementos lógicos de los pre- tad, el texto de una disposición, confron-
ceptos, que esclarece y sistematiza en un tado con los de otros no discutidos, puede
ordenamiento general. El significado de revelar que la voluntad del legislador está
cada norma no se logra por ella sola sino expresada incorrectamente, con exceso o
por todas las otras que pueden ser armóni- con defecto: la letra ha ido más allá o se
camente enlazadas con aquélla. Según este ha quedado más acá de esa voluntad. Son
método, la interpretación comienza por la las hipótesis de la interpretación restricti-
letra de la ley, que considera con muchísi- va y extensiva respectivamente. Es obvio,
mo respeto ( 3 ), y prosigue indagando las sin embargo, que el juicio sobre la discon-
conexiones lógicas de la norma particular formidad entre la voluntad y su expresión,
con otras y con la totalidad sistemática del no depende de las "preferencias" persona-
derecho vigente, concebido éste como una les del intérprete con respecto a la solución
unidad. Si el resultado final de este proce- teóricamente "deseable", sino de la com-
so confirma el sentido que surge inmedia- probación objetiva resultante de los propios
tamente de la letra, esta interpretación po- elementos del sistema legal. Por ejemplo:
drá llamarse, sin error, literal, mas no pu- a) El art. 1079 del Cód. Civil concede
ramente tal, como la de la Exégesis. Esta la acción de indemnización, en caso de de-
observación no siempre es advertida. lito, no solamente al damnificado directo,
Por otra parte, es asimismo esencial en sino a "toda persona que por él (el delito)
este método que el intérprete no se encie- hubiese sufrido, aunque sea de una manera
rre en el sentido meramente "histórico" de indirecta". Literalmente, el texto es de suma
la ley —el que tenía en el tiempo y en el amplitud, sin restricción alguna.
•medio en que nació— sino que favorezca el Pero la aplicación lisa y llana de ese tex-
desarrollo de ese sentido de acuerdo con to conduciría a resultados insensatos, que
las nuevas exigencias sociales, pero con el no han podido estar en la mente del legis-
límite infranqueable de que este resultado lador: en caso de muerte ilícita y culpable
no sea incompatible con el texto legal. de una persona, además de los miembros
2. Regla y excepciones: Como regla ge- inmediatos de su familia (padres, cónyu-
neral, ha de admitirse que el significado ge, hijos) ¿tienen también acción los so-
que se desprende inmediatamente de la le- cios del muerto, sus proveedores, los pa-
tra de la ley traduce correctamente la vo- rientes sin derecho a alimentos, etc.?
luntad del legislador: lo contrario sería Semejante "cascada de responsabilidades"
presumir que éste, de ordinario, redacta de- (Josserand) sería aniquiladora para el res-
fectuosamente sus mandatos y sus prohibi- ponsable, a veces autor de la muerte por
ciones, presunción que sería, por sí misma, simple culpa o negligencia. La jurispruden-
cia y la doctrina, después de vacilaciones
y contradicciones, llegaron a establecer una
(2) "La misión estricta de la jurisprudencia es, distinción fundamental, derivada de elemen-
pues, como explica con precisión y amplitud Rodolfo tos del propio sistema general: la distin-
Stammler, meramente reproductiva? reproductiva de los
dogmas suministrados por el legislador, que recons- ción entre quienes han sufrido un daño
truye, sistematiza, interpreta y expone conforme a un
especial aparato lógico, pero sin discutir su conteni-
d o . . . Lo que urge tener presente, es que la estricta
labor de la jurisprudencia se apoya exclusivamente en (4) "En la aplicación de la ley no se puede atri-
los datos que le suministra la ley, los cuales somete a buir a ella otro sentido que el significado propio de las
una estructura lógica, a una armazón sistemática": G, palabras según la conexión de ellas y por la intención
del Vecchio, Filosofía, del Derecho, Barcelona, 1929, t. del legislador": Código Civil italiano, Disposiciones so-
1, pp. 29 y sigts., nota de Luis Recaséns Sienes. bre la ley en genera!, art. 12.
(3) "La interpretación parte naturalmente del texto "Si la expresión es clara, el intérprete avisado no Be
legaiL, que debe ponerse en claro teniendo en cuenta las dejará fácilmente desviar por dudas artificiosas, ni in-
reglas gramaticales y sobre todo el uso del lenguaje": tercalar en la ley pensamientos, y sobre todo distincio-
Enneccerus-Nipperdey, Tratado — Parte General, t. 1-1», nes, para lo que no hay motivo en el texto literal":
ti. Enneccerus-Nipperdey, ob. y vol. cita., parfig. 52, I.
jurídico, esto es, consecuencia de la lesión hecho sufrir a la persona, molestándola en
de un derecho o de un interés jurídicamen- su seguridad personal, o en el goce de sus
te protegido, y aquellos otros que sólo se bienes, o hiriendo sus afecciones legíti-
han perjudicado de hecho, por simple "re- mas".
percusión" del acto ilícito en sus patrimo- El texto no era, indudablemente, ni equí-
nios. Es la misma distinción que el dere- voco ni oscuro, sino de entera claridad: las
cho establece entre "partes" y "terceros" primeras palabras establecían, para la in-
en punto a los efectos de los contratos y de demnización del agravio moral, la condición
la cosa juzgada de las sentencias judicia- de que "el hecho fuese un delito del dere-
les (5). cho criminal". Tampoco se pretendía ni in-
b) Un otro ejemplo, más sencillo, es el sinuaba que la letra del artículo contuviese
que ofrece el art. 144 del Código, al esta- defecto material alguno.
blecer que pueden pedir la declaración de Un sector importante de la doctrina y de
demencia de una persona, entre otros, "los los tribunales —en minoría, sin embargo—
parientes del demente" (inc. 2?). Pero en sostenía una interpretación amplia, o seai,
ninguna parte el Código reconoce al paren- que la indemnización procedía en todos los
tesco, sin limitación alguna, significación actos ilícitos y no únicamente en los delitos
jurídica: al contrario, los colaterales des- criminales. Se invocaba lo dispuesto por
pués del cuarto, grado carecen de vocación dos artículos muy próximos, 1068 y 1075,
hereditaria (art. 3585) y, por otro lado, su que se referían a aspectos diferentes, en
vinculación parental con el difunto es muy nada oponibles al art. 1078. En todo caso,
lejana. La interpretación ha restringido es manifiesto que aquellos artículos no
acertadamente la expresión literal del in- autorizaban ninguna inequívoca ampliación
ciso, con exclusión de tales parientes. Esta a un texto —este sí, inequívoco— sino, a lo
solución es unánimemente aceptada por la sumo, una sugestión para una complacien-
jurisprudencia y la doctrina. te interpretación amplia ( s ).
3. Interpretación extensiva: La hipótesis En definitiva, los intérpretes en minoría
contraria, de interpretación extensiva, su- interpretaban el art. 1078 como si dijese:
ministra fáciles ejemplos en las leyes es- "Si el hecho fuese o no fuese un delito del
peciales que tienen fines de asistencia so- derecho criminal. . .", modificación tan gra-
cial o de protección a la familia: así, la ve al texto que no podía, por sí mismo,
Corte Suprema de la Nación ha extendido justificarse como legítima interpretación:
el beneficio de pensión en favor de hijas "El resultado de la interpretación. . . no,
divorciadas que se encontraban a cargo del debe sentar un significado inconciliable con
titular de la jubilación, equiparándolas a la expresión literal; el significado grama-
las hijas viudas o solteras del art. 17, ley tical de las palabras, cuando no deja lugar
14.370 (•) ; y en materia de excepciones al a dudas, es su límite extremo" ( 9 ).
servicio militar, las ha autorizado con res- La reforma de este artículo por el de-
pecto a hermanos de crianza y del hijo úni- creto-ley antes aludido, ha eliminado la
co sostén de padre impedido ( 7 ), además cuestión que se planteaba sobre el texto
de otras situaciones no comprendidas lite- originario.
ralmente en la ley. 4. Los delitos de omisión: El art. 1074
En otros sectores, menos pacíficos, la dispone: "Toda persona que por cualquiera
interpretación que va más allá de la letra omisión hubiese ocasionado un perjuicio a
de la ley, suele suscitar serias controver- otro, será responsable solamente cuando
sias. A continuación examinamos dos casos una disposición de la ley impusiese la obli-
interesantes sobre responsabilidad civil por gación de cumplir el hecho omitido".
actos ilícitos. El precepto legisla sobre la responsabili-
El art. 1078, antes de su reforma por la dad resultante de los hechos ilícitos nega-
ley 17.711, disponía: "Si el hecho fuese un tivos o de pura omisión.
delito del derecho criminal, la obligación El artículo precedente declara que "El
que de él nace no sólo comprende la indem- delito puede ser un hecho negativo o de
nización de pérdidas e intereses, sino tam- omisión, o un hecho positivo", y según él
bién del agravio moral que el delito hubiese parecería que son dos las especies de actos,
positivos y negativos (concuerda, art. 945).
Es así, en efecto, pero los positivos o de
(5) Sobre el tema, con mayor detenimiento, véase comisión se subdividen en actos de pura
nuestro volumen El daño resarcible, Buenos Aires, 1967,
3? ed., parág. 6.
( 6 ) Fallos de la Corte Suprema, t. 265, p. 354
(Rev. La Ley, t. 124, p. 533), entre otros. (8) Hemos examinado este problema en la mono-
( 7 ) Palios, t. 248, p. 353 (Rep. La Ley, XXII, p. grafía citada en nota 5.
1153, sum. 11); t. 249, p. 617 (Bey. La Ley, i. 108, (9) Andreas v. Tuhr, "Derecho Civil", Buenos
•p 454), etcétera. Aires, 1946), t. 1. p. 55.
comisión y actos de comisión por omisión. que son actos lícitos "las acciones volunta-
Esta subdivisión ha sido bien iluminada rias no prohibidas por la ley";
por la doctrina penal y es de fundamental c) Correlativamente a esa norma, el 1066
importancia para la debida inteligencia del caracteriza el acto ilícito por el rasgo de
art. 1074: éste se refiere exclusivamente a estar "expresamente prohibido por las le-
los actos de pura omisión (de que son ejem- yes", etcétera;
plos típicos los descriptos por el art. 108 d) El art. 911 dispone que "nadie puede
del Cód. Penal) (10), no, por consiguiente, obligar a otro a abstenerse de un hecho
a los de comisión por omisión, en que el porque éste pueda ser perjudicial al que lo
agente obra positivamente, pero omitiendo ejecute, sino en el caso de que una persona
alguna de las "diligencias" necesarias para obre contra el deber prescripto por las le-
impedir que ocurra un daño: verbigracia, el yes", etcétera.
caso del conductor de un camión que lo deja Estas diversas disposiciones categóricas
detenido, de noche, en un camino público, demuestran, acabadamente, que el art.
mal estacionado y sin luces reglamentarias, 1074, al exigir que la obligación de cumplir
lo que ocasiona un accidente; o el muy el hecho omitido resulte de la ley, armoni-
citado de la enfermera que, con omisión de za plenamente con el sistema general del
las debidas precauciones, coloca una inyec- ordenamiento jurídico.
ción distinta a la prescripta por el médi-
co, y el paciente muere o se agrava en su 5. En conclusión, según el método dog-
enfermedad ("). mático de interpretación, que es el preva-
Hasta hace pocos años, la doctrina y la leciente en la jurisprudencia y la doctrina
jurisprudencia, con pocas excepciones in- de los diversos países, las palabras emplea-
terpretaban ampliamente el art. 1074 —sin das por el legislador, cuando son claras y
la reserva de la última parte—, en la inte- no se hallan en contradicción con otros pre-
ligencia de que la regla legal se refería a ceptos, constituyen un límite infranqueable
los actos de comisión por omisión, que no se que el intérprete debe respetar y no desco-
distinguían de los de pura omisión. nocer en la aplicación de la ley.
Salvada esa confusión, el sentido de aque-
lla disposición aparece, ahora, nítido e in- INTERVENCIÓN DE TERCEROS.*
controvertible: ésta concierne únicamente (Apéndice I, pág. 3fi9.) 1. INTRODUCCIÓN.
a los actos de pura omisión. Antes de entrar en el tema objeto de aná-
Sintetizando sus fundamentos y ordenán- lisis, permítasenos, a los solos efectos de
dolos de acuerdo con.el esquema del méto- precisar la terminología a emplear, revis-
do dogmático, enunciado al comienzo de tar algunos conceptos relacionados con la
este ensayo, se tiene: estructura procesal, con el régimen de las
partes, con la acumulación de pretensiones
A) En cuanto a la letra: el texto es per- y de autos y con la relación litisconsorcial,
fectamente claro y no suscita sospecha al- que son, en nuestro entender, pilares fun-
guna de errores materiales (erratas). A damentales de la "intervención de terceros"
mayor abundamiento, él guarda estricta como instituto procesal.
fidelidad con la fuente declarada por el
codificador, el parág. 444 de la obra de a) Tradicionalmente, el derecho de de-
Aubry y Rau. fensa ha sido contemplado, en el campo
del proceso civil, como existente sólo en
B) En cuanto a las conexiones lógico-sis- cabeza del demandado, olvidando que —tal
temáticas : como resulta de las modernas teorías— el
a) En primer lugar, debe citarse el art. derecho de acción (en definitiva, uno de
19 de la Constitución Nacional, en la parte los equivalentes procesales del derecho cí-
que dice: "Ningún habitante de la Nación vico de petición), también encuadra dentro
será obligado a hacer lo que no manda la del concepto de "derecho de defenpa" ga-
ley, ni privado de lo que ella no prohibe". rantizado constitucionalmente a todos los
b) El art. 898 del Cód. Civil establece habitantes del país f1).
De allí que, según quien ejercite el de-
recho de defensa así concebido, podremos
(10) Art. 108: "Será reprimido con multa de cien
a quinientos pesos, el que encontrando perdido o de-
samparado a un menor de diez afios o a una persona
herida o inválida o amenazada de un peligro cualquiera, ( 1 ) De aquí que no emplearemos el término "de-
omitiere prestarle el auxilio necesario, cuando pudiere fensa" para eludir a una de las posiciones que los liti-
hacerlo" sin riesgo personal o no diere aviso inmediata- gantes puedan tener en el pleito, sino que lo utiliiamo«
mente a la autoridad". en un sentido más amplio, comprensivo del "derecho da
( 1 1 ) Sohre la clasificación de estos actos y su re- acción" y dfl "derecho de contradicción".
lación con el art. 1704, véanse nuestro articulo "Los
actos ilícitos de omisión", en Rav. La Ley, í. 138, pp.
1055 y ss. y nuestro libro La. culpa, Buenos Aires,
1970, parag. 6. * Por el Dr. ADOLFO ALTARADO VELLOSO.
hablar como integrantes de éste, del "dere- avanzar un paso más y sostener, a riesgo
cho de acción" y del "derecho de contradic- de ser acusados de "audaces" o "simplis-
ción", los cuales, lejos de contraponerse, tas", que es parte todo aquel que participa,
se complementan a los efectos de lograr la en un proceso, por el solo hecho de "peticio-
estructura antagónica que requiere el pro- nar" ante el órgano jurisdiccional ( 7 ),
ceso civil ( 2 ), magistralmente esquemati- cualquiera sea el carácter que para ello in-
zada en el ya clásico triángulo chiovendano, voque y cualquiera sea, en definitiva, la
que ubica al juez en el vértice y en los "participación" efectiva que se le otorgue,
extremos inferiores, equidistantes de aquél, en orden a la real vinculación que el parti-
a actor y demandado ( :í ). cipante tenga respecto de la relación sus-
b) Centrando nuestra atención precisa- tancial debatida.
mente en las "partes", trataremos aquí de c) Adscriptos entonces al concepto es-
dar nuestro concepto acerca de ellas —que trictamente procesal de parte, admitimos
no eg coincidente con la opinión generali- que —dentro de la clasificación convencio-
zada— por las profundas derivaciones que nal que a su respecto hace la doctrina—
él tiene en el régimen de los "terceros". debe distinguirse entre "partes origina-
Durante años se identificó la "parte" en rias" y "partes sucesivas", entendiendo por
sentido procesal, con la "parte" de la rela- las primeras a todo sujeto que, desde la
ción sustancial; pero este concepto tuvo que promoción de la demanda se encuentra re-
caer inexorablemente a poco que avanzara vistando en la calidad de "actor" o "de-
la idea de la "abstracción" de la acción y mandado"; y por las segundas, aquéllas
la diferencia entre "conflicto" y "liti- que siendo "terceros" ( s ) en la relación
gio" ( 4 ). procesal nacida a raíz de la demanda, no lo
De allí que, coherente con su pensamien- son en la relación sustancial que se en-
to, Chiovenda afirme que "es parte el que cuentra litigosa y que, por tal razón, tie-
demanda en nombre propio (o en cuyo nom- nen la posibilidad de convertirse en "par-
bre es demandada) una actuación de la ley, tes", voluntaria o forzosamente, en algún
y aquél frente al cual ésta es demanda- momento de la vida del proceso.
da" ( 5 ). Avanzando todavía un poco más, En otras palabras —y a riesgo de ser
Rocco dice que "es parte quien se afirma ti- repetitivos—, una cosa es ser "parte proco
6
tular activo de una relación sustancial" ( ). sal" (calidad que se adquiere por el simple
Sin embargo, creemos que, maguer la
autoridad de tales opiniones y su confesa- hecho de "participar" en un proceso, peti-
cionando algo), y otra, bien distinta, es ser
do propósito de desvincular el concepto de "parte legitimada" ("calidad que se adquie-
toda connotación sustancial, es menester re una vez acreditado el interés que se tie-
ne en la relación litigiosa que se debate en
(2) En ese orden de ideas, del "derecho de de- el proceso) ( f l ).
fensa", derivamos, por un. lado al "derecho de acción"
(de naturaleza abstracta, subjetiva, pública y autónoma) d) La posibilidad de existencia de una
que se concreta en una "pretensión' (el intento de "parte sucesiva" nos lleva a tratar necesa-
someter la voluntad ajena a la propia voluntad) la riamente e! tema relacionado con la multi-
cual, a su turno, se exterioriza en la "demanda". Por
otro lado, y en forma paralela, del "derecho de defen-
sa", derivamos el "derecho de contradicción" (con las
mismas características que el derecho de acción, salvo
en cuanto a la aníonomía, pues su ejercicio depende ( 7 ) Adviértase que esto significa, de «cnerdo a lo
de la voluntad del actor que crea en el demandado 1* expuesto, ejercitar el "derecho de acción", o pl "derecho
carga de contradecir), que puede ejercitarse de muy di- de contradicción".
versas maneras, de las cuales una es la "oposición" (8) Muy compleja, por deficiencia terminológica,
—en sentido genérico—, otra es la "excepción" —en resulta la tarea de conceptuar al tercero. Por propia
sentido restringido—, las que se exteriorizarán a tra- definición, tercero es el juez, con su deber de adminis-
vés de la "contestación de la demanda". trar justicia vmparcialmente; por extensión también son
(8) Sabido es que entre estos sujetos, se crea una terceros los funcionarios del proceso (secretario, ofi-
multiplicidad de relaciones traducidas procesalmente en cial de justicia, empleado notificador, perito, etc.) ; en
deberes, obligaciones y cargas. Acotemos, al pasar, que otro orden de ideas, también lo son los sujetos de algu-
frente a la "concepción concéntrica" del proceso soste- nos medios de prueba (testigos) ; por último, también
nida brillantemente por Dante Barrios de Augelis, so- son terceros todos los miembros de la sociedad para
mos partidarios, en cambio, de hablar de Tina "con- quienes resulta absolutamente indiferente un proceso de-
cepción dimensional", con distintos planos: el horizon- terminado. A ninguno de filos nos estamos refiriendo
tal (de las partes entre sí) y el vertical (de las partes en el texto.
hacia el juez). Esta distinción, sobre la cual no ahon- (9) Adviértase que PS común en la práctica foren-
daremos por no ser el lugar oportuno, tiene enorme se, que alguien se presente en un proceso para interve-
importancia, respecto de la diaponibitidad del proceso. nir de algún modo en él y que —ante determinadas
(4) Con todo, a pesar de este avance, no hay uni- circunstancias— el juez provea "a lo peticionado no ha
formidad de criterios sobre esta diferencia. Pura noso- lugar, por no ser parte". Esta providencia, más que
tros, "Zittflrío" es la "mera" afirmación, en sede jurit- habitual en los estrados judiciales, encierra en sí misma
diccional. de la existencia de un conflicto (que, natu- una honda contradicción: quien así actuó fue parte en
ralmente, se da sólo en el campo sociológico). su propia petición: tanto lo fue, que el JUPZ se vio
(5) Chiovenda, Qiusseppe, Principios dr Dfrecíto constreñido a denegarle la solicitud; en otras palabras,
Procetal, CÍVÜ, ed. Reus, Madrid, 1925, t. 2?, p. 6. el "derecho de acción" en ejercicio hi*o nacer el "deber
(6) Oír. Rocco, Ugo, Tratado de Derecho Procesal de jurisdicción". Lo que ocurre eg que esa partr proce-
Civil, Parte General II, ed. Depalma, Bs. As., 1970, tal, a la cual hipotéticamente aludimos, no está legiti-
pp. 10» y sigts. mada para intervenir en el proceso de otros.
plicidad de sujetos en un mismo litigio (sin configuran una sola parte), entre las que
dejar de advertir que tales "sujetos múlti- no existe relación litisconsorcial ( 12 ).
ples" pueden existir desde la promoción de e) Todavía es menester, antes de entrar
la demanda) y la relación que puede tra- en la materia objeto de análisis, referir,
barse entre ellos, a los efectos de caracte- aunque más no sea someramente a la inter-
rizar con la mayor claridad y precisión po- conexión de las diversas pretensiones que
sibles, el complejo instituto del "litiscon- se esgrimen en un proceso determinado.
aorcio". A ese propósito, adviértase que no es ha-
En primer lugar, es necesario advertir bitual que las relaciones jurídicas que de-
que no compartimos el criterio que, desde rivan de la vida diaria, se presenten aisla-
antiguo, acepta la doctrina para establecer das, a manera' de prolijas ínsulas. Por el
la existencia del litisconsorcio ( 10 ). contrario, las más de las veces están con-
Por lo contrario, aceptando inicialmente catenadas de tal manera que cuando una
el carácter puramente procesal del concep- de ellas se torna conflictiya por incumpli-
to de parte, que nace sólo y exclusivamente miento de la respectiva prestación, inme-
de la relación que origina el proceso y que diatamente entran en conflicto —actual o
es por completo ajeno a la relación jurídico potencial— una serie de otras relaciones
material que allí se afirma, entendemos que jurídicas coexistentes que, aparentemente,
cabe distinguir entre dos situaciones que, a y para el observador no avisado, nada ten-
simple vista, se presentan claramente dife- drían en común con aquélla.
renciadas, pues la observación atenta de la De allí que al jurista le resulte impres-
realidad jurídica nos enseña que puede ha- cindible hallar pautas interpretativas para
ber: a) una parte con sujetos múltiples; y comparar esas diversas relaciones, en or-
b) multiplicidad de partes. den a conocer el grado de afectación que el
En otras palabras, cuando colitigan va- incumplimiento de una pueda ocasionar so-
rios sujetos en un mismo bando procesal, bre otra u otras.
pueden configurar una sola, parte entre to- Para efectuar tal tarea, recurrimos a los
dos ellos o, por lo contrario, tantas partes elementos clásicos de toda relación ( 1S ):
como sujetos se hallen colitigando. sujetos, objeto y causa fuente.
d.l.) En el primer caso, varios sujetos e.l.) Un primer nivel de análisis entre
poseen idéntico interés sustancial respecto dos relaciones que carecen por completo de
del derecho litigioso en determinado pro- elementos comunes, nos enseña que entre
ceso, y actúan en él —consecuencia de tal ellas puede existir total indiferencia: nada
identidad— con una precisa coordinación intresa a Pedro, demandando a Juan por
de pretensiones y en absoluto plano de igual- restitución de cosa dada en comodato, que
dad procesal. Luis demande a José por cobro de arrenda-
Aquí hablamos de la existencia de una mientos de un inmueble del que es locador.
parte con sujetos múltiples que, entre sí, e.2.) Un segundo nivel de estudio, de-
actúan en relación litisconsorcial ("). muestra que entre las diversas relaciones
d.2.) En el segundo caso, varios sujetos puede existir mayor o menor grado de afec-
no tienen un idéntico interés sustancial res- tación: si Pedro es fiador simple de Juan,
pecto del derecho litigioso en determinado se encuentra interesado en que éste triunfe
proceso; sin embargo, tienen entre ellos en el pleito que le incoara Luis por cobro
una relación de afinidad, pues la suerte fi- de una suma de dinero por la cual, even-
nal del litigio podrá depender de la inter- tualmente, habrá de responder por efecto
pretación que el juez emita respecto de un de la fianza otorgada. Y si Pedro se obligó,
punto de hecho o de derecho. Tal afinidad no como simple fiador sino como codeudor
no engendra coordinación de pretensiones, solidario, mayor será su grado de afecta-
las que se mantienen independientes res- ción frente al proceso incoado por Luis,
pecto de cada sujeto que, individualmente, toda vez que aquí podrá ser originariamen-
toma el carácter de parte: coherente con te demandado.
ello, hablamos aquí de multiplicidad de par- Estos simples ejemplos de afectación, nos
tes (y no de multiplicidad de sujetos que llevan a determinar pautas generales de
comparación entre las diversas relaciones,
con el objeto siempre presente, de estable-
(10) Es corriente leer en cualquier obra sobre la
materia, que tal instituto se configura cuando existen
varias • partes en el lado actor (Htisconsorcio activo)
o en el lado demandado (litisconsorcio pasivo) o en (12) La doctrina clásica denomina a esto, "litis-
ambos a la vez (litisconsorcio mixto). consorcio impropio".
(11) La doctrina clásica denomina a esto "litis- (13) Llamados "de la acción" en el Código Civil
consorcio propio". El litisconsorcio necesario integra Trances, art. 1351, denominación recogida por la doc-
siempre este rubro, proque la relación que une entre trina clásica y que, modernamente se conocen como "ele-
ellos a los colitigantes es de naturaleza inescindible. mentos de la pretensión".
cer luego la procedencia de log distintos dados podrán pedir que se simultaneen las
tipos de intervención de un tercero en el causas, siempre que ellas se encuentren en
proceso, tema de este estudio. la misma instancia, pertenezcan a la misma
e.2.1.) Se dice que dos relaciones son competencia territorial y por valor y deban
absolutamente idénticas cuando coinciden sustanciarse por los mismos trámites.
exactamente en la totalidad de sus elemen- La conexidad mixta puede originar, prp-
tos (idénticos sujetos, objetos y causas). cesalmente, tanto una acumulación de pre-
Ellas se presentan siempre en sede judi- tensiones como de autos. El primer caso
cial, a través de la interposición de sucesi- se presenta cuando son varios los actores
vas demandas por un mismo sujeto contra y uno o varios los demandados, siempre que
otro pretendiendo el mismo objeto a base la pretensión se funde en el mismo título
de la misma causa. o nazca del mismo hecho y tenga por obje-
Como en ambos casos se pretende una to la misma cosa.
declaración judicial que debe ser única, El segundo caso se presenta como dere-
pues de lo contrario, al permitir la coexis- cho de ambas partes, ya visto al tratar la
tencia de distintos pronunciamientos, se conexidad objetiva.
posibilita que ellos sean contradictorios, e.4.) Por último, se dice que dos relacio-
fin no querido por el Derecho (pues oca- nes son afines cuando, no teniendo ningún
siona caos), una de las relaciones litigio- elemento idéntico o común, presentan la
sas debe ceder ante la otra. Esto es lo que conveniencia de un solo acto de juzgamien-
ocasiona el estado de litispendencia que to, pues en ambas el meollo litigioso lo
puede ser denunciado por las partes (14) o constituye un mismo punto de hecho o de
por el juez, que necesariamente derivará en derecho.
el archivo de una de las actuacions incoadas. e.5.) En cualesquiera de los casos de
acumulación de autos (conexidad subjeti-
e.2.2.) La identidad precedentemente vis- va) presentados, siempre que la sentencia
ta, puede presentarse también por conti- que deba dictarse en uno de los pleitos haya
nencia (figura intermedia entre la identi- de producir efectos de cosa juzgada sobre
dad absoluta y la conexidad). Ocasiona el otro, aunque las partes no lo hayan soli-
también el estado de litispendencia, pudien- citado, es facultad (en rigor, deber proce-
do derivar en el archivo de una de las ac- sal) del juez ordenar tal acumulación a fin
tuaciones o en la acumulación de una sobre de evitar la posibilidad de coexistencia de
la otra. sentencias contradictorias.
e.3.) Se dice que dos relaciones son co- 2. LA INTERVENCIÓN DE TERCEROS. Cuan-
nexas cuando poseen uno o dos elementos do un tercero en la relación litigiosa se
comunes (nunca los tres), quedando fuera encuentra afectado actual o potencialmente
de la identidad el o los otros. por ella, puede introducirse en el pleito
A su turno, la conexidad puede ser sub- pendiente —en el que no es parte origina-
jetiva (es común el elemento "sujetos") ria—, por su propia voluntad (intervención
objetiva (es común el objeto y/o la causa) voluntaria o espontánea) o por llamado de
o mixta (son comunes el sujeto y el objeto alguna de las partes o del juez (interven-
o la causa). ción forzosa).
La conexidad subjetiva origina, procesal - La afectación del tercero dentro de los
mente, una acumulación objetiva o de 'pre- grados ya expresados en el capítulo intro-
tensiones (acumulación de objetos en una ductorio, puede ser:
misma demanda). a) indirecta: las pretensiones de las par-
Configura un derecho facultativo del tes pueden producir al tercero un gravamen
actor, que puede ejercer siempre que sus de hecho (acreedor quirografario respecto
pretensiones no se excluyan entre sí, que de su deudor ejecutado por otro acreedor).
pertenezcan a una misma competencia ma- b) directa: ello ocurre cuando media una
terial y que deban sustanciarse por los relación de:
mismos trámites. b.l.) conexidoíd entre su interés sustan-
La conexidad objetiva origina, procesal- cial y el que se halla discutido en el litigio
mente, una acumulación subjetiva o de au- (una relación condiciona la otra: deudor y
tos (acumulación de sujetos demandados fiador).
por un mismo objeto o a base de una misma
causa). Configura un derecho facultativo b.2.) identidad en la relación causal (va-
de ambas partes: si el actor, pudiendo ha- rios titulares contemporáneos de un dere-
cerlo, ño acumuló pretensiones, los deman- cho —por ejemplo, servidumbre predial—
que es desconocido).
(14) Con diferentes matices de opotrunidades en los
b.3.) incompatibilidad entre las diversas
diversos códigos procesales. relaciones sustanciales (surgen contempo-
ráneamente de relaciones que pueden co- discutida sea común al tercero (o. por lo
existir —propiedad y usufructo— o no menos, conexa por identidad de título o de
—dos personas se pretenden titulares de sujeto —o ambas— con otra relación en
un mismo derecho: por ejemplo, propiedad). que el tercero se encuentre con el actor o
En cualquier caso que exista afectación, con el demandado.
el tercero puede intervenir en el proceso 4.2. Ejemplos. 4.2.1. Denuncia de litis.
pendiente entre las partes originarias, y Tiene lugar cuando la parte estima que, en
su intervención puede adoptar las siguien- caso de ser vencida en el pleito ya incoado,
tes formas: se encuentra legitimada para intentar ac-
a) voluntaria (para el tercero) : su pre- ción de regreso o de repetición contra el
sencia en el proceso pendiente depende, ex- tercero.
clusivamente, de su propia voluntad. Facilita un medio de intervención y evi-
b) facultativa, de la parte (forzosa para ta la excepción de "negligente defensa" en
el tercero) : la presencia del tercero depen- el juicio posterior de revalimiento.
de de la voluntad de la parte.
c) forzosa: (para las partes y para el Es el caso, v. gr.: que se desprende de
tercero) : la presencia del tercero depende los artículos 1113 y 1123 del Código Civil:
de la voluntad de la ley. en la demanda por daños y perjuicios in-
En cualesquiera de los tres casos enun- tentada contra el principal, éste puede lla-
ciados precedentemente, según cómo se en- mar al dependiente causante del daño.
cuentre afectado el tercero por la relación El tercero actúa en el proceso en forma
litigiosa, su intervención puede adoptar adhesiva autónoma.
una de las siguientes formas procesales: 4.2.2. Llamada al tercer poseedor o posee-
a) simplemente adhesiva (actuación co- dor inmediato. (LaMdatio o nominatin auc-
ordinada). toris). Tiene lugar cuando el tenedor de
b) autónomamente adhesiva (actuación una cosa (demandado en calidad de posee-
litisconsorcial). dor) denuncia el nombre de aquél por quien
c) excluyente (actuación independiente). posee, en la acción de reivindicación inicia-
da en su contra, o en la relativa al ejerci-
3. INTERVENCIÓN VOLUNTARIA. 3.1. Proce- cio de una servidumbre.
dencia. Tiene lugar cuando el tercero con- Es el caso, v. gr., que se desprende del
curre espontáneamente a un proceso pen- artículo 2782 del Código Civil.
diente, introduciéndose en él o incoando un El tercero actúa en el proceso como parte
nuevo proceso (si su grado de afectación que sustituye a la originaria. Si ésta deci-
así se lo permite), a fin de defender allí su de permanecer en el proceso actúa en forma
interés o derecho que, eventualmente pue- simplemente adhesiva.
de verse perjudicado por el pronunciamiento 4.2.3. Llamada al tercero pretendiente.
que recaiga en la relación litigiosa. Tiene lugar cuando la parte que debe efec-
3.2. Ejemplo. La intervención del fiador tuar una prestación a su acreedor, encuen-
simple--en el proceso promovido contra el tra que existe un tercero que también se
fiado con'motivo de la obligación afianza- considera acreedor y reclama la misma e
da (Código Civil, art. 2023). idéntica prestación.
3.3. Forma de la actuación. Según, sea el Es el caso, v. gr., que se desprende del
grado de afectación de la relación del ter- artículo 757 inciso 4? del Código Civil: el
cero respecto de la relación litigiosa, éste demandado por la entrega de una cosa o el
puede actuar adhesiva (simple o autónoma- pago de una deuda puede llamar al tercero
mente) o excluyentemente. que también pretende ser propietario o
acreedor.
4. INTERVENCIÓN DEL TERCERO POR LLA- El tercero actúa en el proceso en forma
MADO (FACULTATIVO) VE LA PARTE. 4.1. Pro- excluyente.
cedencia. Tiene lugar cuando, en un proce-
so pendiente, una de las partes solicita del 4.2.4. Llamada, en garantía. Tiene lugar
juez que ordene la citación de un tercero cuando la parte (llamante) considera que
por considerar que la controversia es "co- se encuentra en el pleito por una obligación
mún" para oponerle —eventualmente— los de la que es deudor el tercero (llamado).
efectos de la sentencia a dictarse (supone Es el caso, v. gr., del fiador principal
la existencia de un interés jurídico que sea pagador que, demandado por su acreedor,
necesario proteger). El pleito puede resol- llama al deudor afianzado.
verse sin la citación del tercero. El tercero actúa en el proceso en forma
El requisito "común" no consiste en un adhesiva autónoma.
mero interés del que llama o es llamado 4.2.5. Llamada, de eviccián. Tiene lugar
sino en que la relación jurídica material cuando el adquirente llama al enajenante
para que lo defienda en caso de haber sido b) El tercero actúa como una verdadera
demandada la propiedad o posesión de la parte, porque lo es.
cosa enajenada. c) Su demanda implica la coexistencia
Es el caso, v. gr., que se desprende del de tres relaciones litigiosas: la ya pen-
artículo 2108 del Código Civil. diente (entre las partes originarias) ; la
El tercero actúa en el proceso en forma del tercero contra el actor del pleito origi-
adhesiva autónoma. nario; la del tercero contra el demandado
del pleito originario.
5. INTERVENCIÓN FORZOSA DEL TERCERO. d) Las partes del litigio originario se si-
5.1. Procedencia. Tiene lugar cuando, en un túan, frente al tercero, en relación ¡itiscon-
proceso pendiente, no han sido citados to- sorcial.
dos quienes —por voluntad de la ley— de- e) Todas las relaciones litigiosas deben
ben demandar o ser demandados. resolverse, necesariamente, en sentencia
La citación debe efectuarse de oficio a única, a fin de que la cosa juzgada no sea
fin de que la sentencia no resulte inútil y caótica y logre alcanzar con sus efectos a
de cumplimiento imposible. De tal forma, todos los contradictores.
el pleito no puede sustanciarse ni resolver-
se sin la citación de los terceros. 6.2. Intervención adhesiva simple. ":_
5.2. Ejemplos. 5.2.1. Casos de inescindi- 6.2.1. Concepto. Es el modo de interven-
bilidad legal. Tienen lugar cuando es la ción que le cabe al tercero cuando, en razón
propia ley la que ordena la presencia en el de tener un interés jurídico propio (dere-
litigio de todos los intervinientes en la re- cho conexo o dependiente), decide partici-
lación litigiosa. par en un proceso pendiente en apoyo de
Es el caso, v. gr.: de la pretensión de fi- una de las partes, por encontrarse respecto
liación matrimonial: debe promoverse con- de ellas en una relación jurídica tal que la
tra padre y madre conjuntamente (art. 260 pérdida del pleito por la parte a quien co-
dej Código Civil). adyuva, aun cuando no tenga para el ter-
cero los efectos de la cosa juzgada, haría
5.2.2. Casos de inescindibilidad por la na- después difícil la defensa de sus derechos.
turaleza jurídica de la pretensión susten-
tada. Tiene lugar cuando —aunque la ley 6.2.2. Ejemplo. La intervención del fia-
no lo ordene expresamente— se desprende dor simple en el proceso promovido contra
de ella que debe requerirse la presencia en el fiado con motivo de la obligación afian-
el proceso de todos los intervinientes en la zada (art. 2023 del Código Civil).
relación material litigiosa. 6.2.3. Características procesales de este
Es el caso, v. gr., de la pretensión de di- modo de intervención, a) El interviniente
visión de condominio: debe promoverse se introduce en el pleito pendiente.
contra todos los condóminos, pues todos ellos b) El tercero no tiene actuación autóno-
tienen la legitimación pasiva. ma, sino subordinada a la parte a la cual
El tercero actúa en el proceso como una coadyuva. Se limita así, a la exclusiva de-
parte originaria, en relación litisconsorcial. fensa de su interés, a través del derecho
controvertido en la relación litigiosa, por
6. MODOS DE ACTUACIÓN EN EL PROCESO DEL
medio de la subrogación procesal de la par-
TERCERO QUE SE CONVIERTE EN PARTE. 6.1. In- te coadyuvada que obrare negligente, ine-
tervención principal, agresiva o excluyente. ficaz o dolosamente en su perjuicio.
6.1.1. Concepto. Es el modo de intervención
que le cabe al tercero cuando pretende to- c) Su demanda no origina una nueva
tal o parcialmente la cosa o derecho sobre relación litigiosa, sino que permanece sólo
que versa el litigio ya pendiente entre la originaria.
otras dos partes. d) No existe relación litisconsorcial en-
6.1.2. Ejemplo. La pretensión de reivin- tre coadyuvante y coadyuvado.
dicación de una cosa, cuya propiedad se en- e) La intervención del tercero no retro-
cuentra en litigio entre otras dos personas grada el proceso ni suspende su curso, pues
ajenas al reivindicante (tercero). lo toma en el estado en que lo encuentra.
6.1.3. Características procesales de este f) La sentencia no lo condena ni lo ab-
modo de intervención, a) El interviniente suelve.
no se introduce en el pleito pendiente, sino 7.3. INTERVENCIÓN ADHESIVA AUTÓNOMA.
que incoa su demanda ante el juez compe- 7.3.1. Concepto. Es el modo de intervención
tente en turno, sin perjuicio de la posible que le cabe al tercero cuando hace valer un
acumulación posterior y del necesario e derecho propio frente a alguna de las par-
inevitable dictado de un pronunciamiento tes originarias, adhiriendo simultáneamen-
único. te a la calidad asumida por la otra, pues se
encuentra vinculado con cualesquiera de SUMARIO: I. La Metodología Jurídica en
ellas por una relación de naturaleza tal, la Metodología General. $ 1. Metodología
que el proceso tendrá influencia en su y Lógica. § 2. Nociones metodológicas ele-
propia relación aun en el caso de no in- mentales. § 3. La metódica de la Juris-
tervenir en el pleito pendiente, ya sea prudencia. - II. La repercusión del método
comparado sobre la Jurisprudencia. § 4. La
porque se le extenderá los efectos de la delimitación tradicional del objeto de la
cosa juzgada, o porque se llevará la eje- Jurisprudencia. $ B. La nueva delimitación
cución en su contra. De acuerdo con ello, del objeto de la Jurisprudencia. § 6. La
el tercero por ser sujeto de una rela- comparación jurídica. § 7. Efectos de la
ción conexa por e! objeto o por la causa comparación jurídica sobre la clasificación
o por el título, g-oza de legitimación sus- de las Ciencias del Derecho. § 8. Efectos
tancial para demandar o ser demandado ab de la comparación jurídica sobre la metó-
dica de la Ciencia del Derecho. - III. La
initio en el proceso originario a título in- repercusión del método comparado sobre la
dividual o juntamente con la parte a que Metodología de Derecho. § 9. Algunas dis-
adhiere. tinciones para definir mejor el campo con-
7.3.2. Ejemplo, a) Conexidad por el ob- creto de la comparación jurídica. § 10. El
jeto: Se presenta en los casos de legitima- objeto de la comparación jurídica. Conse-
ción pública (el Ministerio Público puede cuencias para la Metodología del Derecho.
intervenir en las causas que hubiera podi-
do promover) y por categorías (quien ge I. LA METODOLOGÍA JURÍDICA
encuentra en la categoría jurídica de des- EN LA METODOLOGÍA GENERAL
cendiente, puede intervenir en el pleito re-
lativo a la legitimidad del matrimonio de
sus ascendientes). § 1. METODOLOGÍA Y LÓGICA. l.Dos termi-
b) Conexidad por el título (o causa) : Es nologías sobre la relación entre Metodolo-
el caso, v. gr.: del codeudor solidario no de- gía y Lógica.
mandado, quien puede intervenir en pleito Por una parte, se puede incluir la Meto-
incoado contra su codeudor. dología dentro de la Lógica, como en su
7.3.3. Características procesales de este momento lo hizo W. Wundt o como lo hace
•modo de intervención, a) El interviniente en la actualidad I. M'. Bochenski O). Aun-
se introduce en el pleito pendiente. que no se lo diga, es evidente que este uso
b) El tercero se convierte en parte con lingüístico se apoya sobre una distinción
actuación autónoma. entre Lógica en sentido amplio y estricto.
c) Su demanda implica la existencia de La Metodología pertenece, según esto, a la
dos relaciones litigiosas: la ya pendiente y primera, y se contrapone a la segunda.
la del tercero contra la parte contraria de Por otra parte, se puede trazar una dis-
aquél a quien coadyuva.
d) El tercero se sitúa en relación litis,- tinción terminológicamente más clara. Así
consorcial con la parte coadyuvada. Como lo hizo, por ejemplo, H. Scholz ( - ) , que
consecuencia de ello tiene plena autonomía partía de un concepto más amplio, el de
sobre su pretensión y libertad probatoria. Teoría de la Ciencia, y distinguía dentro
Su actuación aprovecha pero no perjudica de él entre la Lógica y la Teoría no-formal
al coadyuvado. de la Ciencia. Incluyamos la Metodología
dentro de esta ultima. Podemos llegar, en-
tonces, al siguiente esquema:
INTRODUCCIÓN A LA METODOLOGÍA
COMPARADA DEL DERECHO.*
(1) Wundt, Wilhelm, ÍUgemeine Loglk und Erlcennt-
El presente trabajo es la traducción caste- nistheorie, 5. Aufl., Stuttgart, 1924, Einleitung, 4, p. 12.
llana del texto, ampliado en varios puntos, de Bochenskí, I. M., Die zeitffenossischen Denkmethoden, 7.
Aufl., Miinchen, 1975, pp. 15-16. En el esquema de
la primera lección del curso Rechtsvergleichen- Bochenski, lo que llamamos Lógica en sentido estricto
de Methodenlehre, expuesto por el autor en el se denomina Lógica Formal, y lo que llamamos Lógica
semestre de invierno 1977-1978 en la Facultad en sentido amplio se denomina simplemente Lógica. Para
este autor, la Lógica, además de la Lógica Formal y
de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Co- de la Metodología, incluye una Filosofía de la Lógica,
lonia. El autor agradece en esta oportunidad que en alemán se denomina a veces también con el tér-
a la Alexander von Humboldt Stiftung de la mino Metaioffie (cfr. Bochenski, I. M. - Menne, Albert,
Grtindríb der Logistilc, 4. Aufl., Paderborn, 1973, p.
República Federal Alemana y a la Heinrich 41). Téngase en cuenta que buena parte de los desa-
Hertz Stiftung del Estado de Nord-Rhein- rrollos que formulamos en la parte I de este trabajo
Westfalen, el apoyo dado a sus investigaciones, representan análisis de Filosofía de la Lógica, especial-
mente de Fiosofía de la Lógica Jurídica.
parte de las cuales se resumen en este trabajo. (2) Scholz, H., Abrib der Geschichte der LoTcia, 2.
Aufl., Wien-New York, 1959, pp. 2-16. En el mismo
sentido, en cuanto al concepto de Lógica, Klug Ulrich,
Juristische Loffik, 3. Aufl., Berlin-Heidelberg.New York,
* Por el Dr. JUAN CARLOS GARDELLA. 1966, pp. 1-2.
Teoría formal de la grupo de disciplinas, y la Lógica Aplicada
Teoría Ciencia (Lógica) resultante se relaciona con la Metodología
de la propia de las mismas.
Ciencia Teoría no-formal c) Una ciencia. En este caso, la inter-
de la Ciencia Metodología pretación de la Lógica Pura permite dar
cuenta de los métodos que tienen validez
Desde el punto de vista -conceptual, este en ese campo específico del conocimiento
segundo uso lingüístico no se diferencia científico. La Lógica Aplicada que de aquí
esencialmente del primero. Y, en lo que se resulta se relaciona con la respectiva Me-
refiere a la noción de Lógica, coincide con todología.
la manera como R. Carnap caracterizó esta De donde se sigue que una Lógica Espe-
disciplina en un conocido texto, en forma cial debe ser entendida, de algún modo,
breve y tajante: "una Lógica especial del como una Lógica Metodológica, es decir,
sentido (Sinnlogik) es superflua; la ex- como el análisis del valor lógico de ciertos
presión 'Lógica no formal' constituye una métodos. De ahí el valor estratégico que
contradictio in adjecto" ( 3 ). estas disciplinas tienen en el sistema del
De por sí, las dos terminologías que aca- conocimiento, ya que con ellas se traza el
ban de mencionarse son independientes de puente entre la Lógica, instrumento de todo
la diferencia entre Lógica clásica y moder- saber científico, y cada ciencia.
na ( 4 ), en el sentido de que representantes Recordemos las dos terminologías men-
de esta última, como I. M. Bochenski, si- cionadas en el N9 1 de este parágrafo. Si se
guen el primer uso lingüístico. Sin embar- aclaran como es debido las respectivas de-
go, puede sí decirse que, de hecho, la Ló- finiciones nominales, es obvio que resulta
gica clásica tiende hacia la primera ter- indiferente emplear una u otra. En ambos
minología y la Lógica moderna hacia la se- casos se llega a la conclusión de que la Ló-
gunda. gica (o la Lógica Formal) es distinta de
2. El problema de la Lógica Aplicada, y la Metodología. Es que, en este contexto, se
las maneras de entender las relaciones en- entiende por Lógica (o Lógica Formal) la
tre Metodología y Lógica. Lógica Pura. Distintas son las cosas cuan-
La Lógica, sea que se la llame simple- do se plantea el problema de la relación
mente así, sea que se la denomine Lógica entre la Metodología y la Lógica Aplicada.
Formal, permite la contrucción de una se- En este punto, todo depende del concepto
rie de disciplinas que reciben el nombre 5de que se tenga sobre la Lógica Pura emplea-
Lógicas aplicadas, especiales o prácticas ( ). da en la construcción de la Lógica Aplica-
Una Lógica de esta índole es la aplicación da. Aquí nos interesa solamente (a) desta-
de la Lógica Pura a distintos sectores del car, de manera muy esquematizada, dos
conocimiento, caracterizables como aquéllos conceptos de Lógica que aparecen polar-
donde tienen validez determinados méto- mente contrapuestos en la praxis de la in-
dos. Dicho de otra manera: la construcción vestigación metodológica y lógico-aplicada, y
de una Lógica Aplicada tiene lugar cuan- f b ) notar las consecuencias que uno y otro
do la Lógica Pura, que es una sintaxis no concepto de Lógica Pura tienen para la
interpretada, se interpreta en términos de noción de Lógica Aplicada y para el pro-
una sintaxis válida para: blema de las relaciones entre ésta y la res-
a) Cualquier campo científico. En este pectiva Metodología.
caso, la interpretación de la Lógica Pura a) Dos conceptos de Lógica Pura.
permite dar cuenta de los métodos comu- Desde luego, y esto es el núcleo común a
nes a toda ciencia. La Lógica Aplicada re- las dos alternativas que más abajo señala-
sultante se relaciona con la Metodología mos como A y B, la Lógica Pura es una
General de las ciencias. sintaxis no interpretada, que se desenvuel-
b) Un grupo de ciencias. Aquí, la Lógica ve deductivamente, y donde rige, desde
Pura se interpreta para fundamentar los 1920, la multivalencia lógica ('). A partir
métodos que tienen validez dentro de ese de esta idea, patrimonio común de la Ló-
gica moderna, la Lógica Pura, cuando con
ella se construye una Lógica Especial, es
(3) Carnap, Hnidolí, Logische Syntax der Sprache, entendida en la práctica de la investíga-
2. Aufl., Wien-New York, 1968, p. 202. Comp. Klug,
Juriftische Itogik, p. 2, que coordina estas ideas de
Carnap con las ya mencionadas de Scholz.
(4) Para la distinción entre Lógica clásica y mo- t e ) La bivalencia (verdad-íalsedad) es tanto la de
derna remitimos a los criterios propuestos por Bochenski, la Lógica clásica como la de la etapa dé la Lógica mo-
Die zeitgenotiiachen Denkmethoden, pp. 75-76. Véase derna que culmina con los Principia Mathematica de
también Bochenski - Menne, Grwndrib der LogistiJi, 0.1. Whitehead-Russell. Como se sabe, a partir de 1920 se
( 5 ) Por ejemplo, Klug, Juristische Logik, p. 7, don- desarrollaron los sistemas "heterodoxos" dentro de la
de la Lógica Jurídica es considerada como un caso de Lógica moderna, entre ellos los que suponen más de dos
la "Lógica Práctica". valores lógicos.
ción metodológica y lógico-aplicada, de dos La Lógica Jurídica, por ejemplo, según
maneras diferentes: la idea que criticamos, analizaría los méto-
A) Como una sintaxis no interpretada en dos de aplicación y sistematización, mien-
la cual: 1) el momento de la interpretación tras que los restantes métodos, como la in-
resulta contingente; 2-) el carácter deduc- terpretación, la integración o la determina-
tivo significa referirse exclusiva, o casi ción de la validez de normas, quedarían
exclusivamente, al pensamiento deductivo; reservados a ¡a Metodología del Derecho ( 8 ).
3) la bivalencia lógica (o verdad o falsedad) Cuando, por el contrario, a la Lógica
sigue rigiendo de hecho como la posibilidad Pura utilizada en la Lógica Especial se le
más fecunda. atribuyen los rasgos señalados en la carac-
B) Como una sintaxis no interpretada terización B, la Lógica Especial resultante
en la cual: 1) el momento de la interpreta- resulta apta para el análisis de la respec-
ción resulta necesario, ya que, se piensa, tiva metódica en toda su extensión. De
la construcción de sistemas puramente for- donde puede resultar un beneficio mutuo
males no reduce la Lógica a una actividad para los dos tipos de investigaciones que
lúdica, sino que trata de hacer que ella con frecuencia, bajo el nombre de Lógica
cumpla de manera más perfecta su papel Especial y Metodología, se han desarrolla-
de instrumento de la ciencia; 2) la deduc- do, hasta ahora, en forma separada.
tibilidad de los sistemas lógicos en sí mis- 3. Desaparición de las fronteras entre
mos no desconoce el hecho de que ellos pue- Lógica Especial y Metodología.
den, en principio, ser referibles tanto al La convergencia de las investigaciones
pensamiento deductivo como al no-deducti- lógico especiales y metodológicas plantea
vo; 3) la multivalencia lógica cumple un un interrogante: ¿desaparecen las fronte-
papel efectivo. ras que se había creído posible trazar en-
b) Consecuencias de esos conceptos. tre las mismas?
Cuando la Lógica Pura utilizada en la Por un lado, con un enfoque pretendida-
construcción de la Lógica Especial se le mente "sistemático", puede responderse in-
atribuyen los rasgos señalados en la carac- sistiendo en la necesidad de distinguir, en
terización A, la Lógica Especial resultante dicho contexto, diferentes disciplinas. Se
tiende a eliminar de su óptica todo aquello distinguiría, en primer lugar, entre el exa-
que, en la metódica del campo respectivo, men de los procedimientos técnicos de un
sea no-deductivo ( 7 ), no-sintáctico, y no área determinada, que recibiría el nombre
comprensible en términos de bivalencia de Metodología técnica, y el examen de los
lógica. métodos de dicha área. En segundo lugar,
Este enfoque sobre la Lógica Especial dentro del análisis de los métodos se dis-
lleva a entender sus relaciones con la Me- tinguiría entre dos disciplinas, apelando
todología respectiva de la siguiente mane- para ello a un supuesto punto de vista espe-
ra: una parte de los métodos, aquéllos que cífico de cada una: el enfoque formal de los
en el respectivo campo científico aparecen métodos definiría el campo de la Lógica
como los más obvios, son analizados por la Especial, el enfoque no-formal de los mis-
Lógica Especial, y el resto de la metódica mos delimitaría el ámbito de la Metodolo-
se deriva a la Metodología, argumentando gía básica respectiva.
que se trata de procedimientos sin estricto Por otro lado, con un enfoque verdadera-
valor lógico. mente sistemático, es decir, más respetuo-
En nuestra opinión, este deslinde entre so de la manera como esos desarrollos cien-
Lógica Especial y Metodología perjudica tíficos tienen lugar en la praxis de la
ambas líneas de investigación, la lógico-es- investigación, nos parece que sólo puede
pecial, porque empobrece su temática y le admitirse, hasta cierto punto ( 9 ), la dife-
priva de las enseñanzas y renovaciones que rencia entre una Metodología orientada
puede lograr mediante el análisis del nivel
metódico tomado en toda su extensión, y la
metodológica, porque una parte de la me- (8) Klug, Jwñstwchr Logik, trata fundamentalmen-
te la aplicación del derecho y parte de la integraeióu
tódica resulta cuestionada como procedi- (argumentos de analogía), mientras que la interpreta-
miento demostrativo. ción queda fuera del campo de la Lógica Jurídica
1
(cfr.
parág. 14 y passim). Wagner, Heinz y Haag , Karl,
Die moderne Logik in der Kechtswisttenschaft, Berliu-
Tairich, 1970, 7-8, señalan que no existe una Lógica Ju-
( 7 ) En lugar de "no-deductivo" puede decirse, de rídica y que lo que suele indicarse como especifico de 1»
acuerdo con la terminología propuesta por Bochenski, mifma es en su mayor parte Metodología; pero no
"reductivo" (véase, de este autor, Di e zeitijfnossiscfieii renuncian a la aplicabilidad de. la Lógica moderna a
Denkmfthoden, V). Sobre el papel de la reducción en la la Ciencia Jurídica, posibilidad ésta que ven en el
metodología del Derecho ha llamado la atención Vieh- campo de la sistematización.
wejr, Theodor, Rechttphiosophie ais Gwidla,genjorschwiy, (9) Ya que la metódica básica y la técnica de
en: Archiv für Reclitt-und ftozialphilosophie (publica- u n a disciplina están estrechamente unidas entre s5. es
ción que en adelante se cita ARSP), t. XLVII (1961), claro que la diferencia entre Metodología básica y lí«-
pp. 519-53tí, cfr. p. 528. todología técnica sólo puede ser relativa.
más bien hacia el examen de las técnicas, Para comprender estas distinciones, tén-
y una orientada preferentemente hacia el gase en cuenta que se trata de Jos tres
análisis de los métodos básicos del campo aspectos que puede ofrecer un lenguaje
respectivo. En cambio, la pretendida dife- cualquiera. Los signos que lo componen pre-
rencia entre Metodología básica y Lógica sentan, en efecto, tres tipos de relaciones:
Especial resulta insostenible si se toma en de los signos entre sí (sintaxis), de los
cuenta que los aspectos formales y no-for- signos con aquello que los signos designan
males de un método son inescindibles. (semántica), y de los signos con los suje-
De la Lógica Especial puede decirse, en tos que emplean dicho lenguaje (pragmá-
conclusión, que ella representa un sector tica) .
de la correspondiente Metodología. Dicho Aquí nos interesa ejemplificar especial-
con más precisión: es la parte fundamental mente con el lenguaje jurídico. Éste se
de la misma. compone de secuencias de signos como las
que aparecen, verbigracia, en el conocido
4. Una redefinición del formalismo y de ejemplo escolar siguiente: 1. Si alguien co-
los conceptos de Lógica y Metodología, con metió asesinato debe ser penado con pri-
especial referencia al campo jurídico. sión de 8 a 25 años. 2. A cometió asesina-
Con un método que se atiene más bien to. 3. A debe ser penado con prisión de 8
al punto de vista clásico, el concepto de for- a 25 años. En este ejemplo, los signos se
malismo se construye apelando a la dife- conectan entre sí de cierta manera (aspec-
rencia entre contenido y estructura. Lo to sintáctico). Además, ellos mencionan
formal se identifica con lo estructural. Un distintas situaciones objetivas: la secuen-
enfoque es formal cuando apunta a la es- cia 1 se refiere a una ley, la 2 a un asesi-
tructura de un objeto o, dicho de otra ma- nato, la 3 a la decisión de un tribunal ju-
nera, cuando prescinde del contenido o dicial (aspecto semántico). Finalmente, no-
"materia" del mismo. temos cómo esas secuencias de signos se
Este concepto de forma resulta suficien- pueden formular por parte de diferentes
temente inequívoco, -y» por eso, lo hemos sujetos: tribunal judicial, abogado, juris-
empleado en los desarrollos anteriores para ta, etc. (aspecto pragmático).
alcanzar un enfoque claro sobre las inte-
rrelaciones de la Lógica y la Metodología. nesPor sumarias que sean, estas distincio-
sugieren ya con claridad dónde se en-
Pero la moderna Teoría General de los
Signos permite caracterizar de modo toda- cuentran los campos de la Metodología y
vía más inequívoco la noción de formalis- entre sí: de la Lógica, y cómo se relacionan ellos
mo y, de esta manera, redefinir con mayor
claridad los conceptos de Lógica y Meto- Las técnicas y métodos básicos de una
dología. En este orden de ideas, el concep- disciplina se expresan en un lenguaje. Los
to de formalismo se construye sobre la base aspectos sintácticos, semánticos y pragmá-
de la distinción entre lo sintáctico y lo ticos de dicho lenguaje, en su conjunto, se-
no-sintáctico, identificando lo primero con ñalan el ámbito de la Metodología de esa
lo formal y lo segundo con lo no-formal (10). disciplina. El aspecto sintáctico señala el
En lugar de "no-sintáctico" puede también ámbito de la Lógica Especial respectiva.
decirse, en forma afirmativa, "semántico" En este orden de ideas, puede ensayarse
y "pragmático" ( ). n una redefinición más precisa de los prin-
cipales conceptos hasta ahora examinados,
con especial referencia al caso de las dis-
(10) Klng, Jurietische Lógik, p. 145, a propósito ciplinas jurídicas:
de los paralogismos en el derecho, rechaza la identifi-
cación total entre lo sintáctico, por un lado, y lo formal La Lógica Pura es una sintaxis de los
en sentido cásico, por el otro. Esto puede ser histórica- demás lenguajes. Se trata de una sintaxis
mente exacto. Pero nos parece que el núcleo rescata- no-interpretada, es decir, donde se hace
ble de lo que la Lógica clásica denominó "formal"
sólo puede redefinirse en términos de la moderna Sin- abstracción de todo aspecto semántico o
taxis.
(11) Sobre las distinciones entre sintaxis, semántica pragmático ( 12 ). La Lógica Jurídica, una
y pragmática, la bibliografía desborda ya las posibili- de las Lógicas Especiales o Aplicadas, es
dades de una cita medianamente bien informada. Como la sintaxis del lenguaje del derecho. Se
primera aproximación al estudio de ese tema, visto sobre
todo deade el punto de vista de su aplicación al campo trata, en este caso, de una sintaxis inter-
jurídico, véase, entre otros, Kalinowski, Georges, Intro- pretada, donde, en consecuencia, los aspec-
ducSion, á la Logique Juridique, Paris, 1965, cap. II;
idem, Einführung in die Normerdogik, Frankfurt, 1973, tos no sintácticos entran necesariamente en
cap. 1; Klug, Juristische Logik, pp. 144-145; Menne,
Albert, Einige Aspekte zum Thema "Sprache und Logik"
in: A.R8P XLVIII (1962), pp. 507-524. Oír. además
G«rd«lla, Juan C., Fichas de filosofía jurídica, Rosario, (12) En realidad, aún los sistemas más formali-
1970-1972, edición de la Facultad de Derecho, espe- zados parecen contener un elemento semántico (la regía
cialmente Picha N» 8. El concepto d« derecho, que se de que pueden referirse a "cualquier" objeto) y uno
apoya en parte sobre los análisis de Morris, Charles, pragmático (la regla de que pueden ser empleados por
Signt, Language and Behaviour, New York, 1946. "cualquier sujeto").
consideración. La existencia de una sin- manera de proceder en un campo cualquie-
taxis jurídica puede ser presentada de dos ra de actividades. Dicho con más exactitud:
maneras: decir que la sintaxis pura "se el método es el procedimiento que indica
aplica" en la jurídica, o bien que ésta "se cómo alcanzar un objetivo presupuesto (14).
interpreta" en términos de aquélla. Como No resulta muy importante lograr mayor
una sintaxis especial es, por definición, claridad sobre el concepto de método. Sí
una sintaxis provista de reglas semánticas tiene importancia, en cambio, distinguir
y pragmáticas que permiten referirla a un cuidadosamente entre método y metódica,
campo determinado, puede parafrasearse la por un lado, y metodología por el otro.
célebre fórmula de Carnap (13) sobre la Denominaremos "metódica" el sistema de
Lógica Pura, y decir: Una Lógica Especial métodos. En cada campo de actividades exis-
que pretenda ser formal representa una te normalmente una metódica, es decir, una
contradictio in adjecto. serie de métodos que se organizan de ma-
La Metodología General es la sintaxis, nera más o menos sistemática. Metódica y
semántica y pragmática de un lenguaje, en Metodología no deben ser identificadas, ya
la medida en que esos aspectos se combinan que ellas están entre sí en la relación de
entre sí en dicho lenguaje para formar lenguaje a metalenguaje. La Metodología es
ciertos procedimientos que se denominan una teoría sobre ("con respecto a") la me-
"métodos" y "técnicas". La Metodología tódica, y esta fórmula muestra ya, por sí
Jurídica es, entonces, la sintaxis, semánti- misma, cómo la Metodología y la metódica
ca y pragmática del lenguaje del derecho, ocupan diferentes niveles del lenguaje ( 15 ).
en cuanto que en éste se combinan de tal
manera dichos aspectos, que la combina- 2. Niveles fundamental y técnico de una
ción resultante permite a ese lenguaje al- metódica. La metódica de cualquier ciencia,
canzar ciertos objetivos, tales como la in- por ejemplo la de la Jurisprudencia ( ie ),
terpretación y aplicación de normas, la ofrece dos niveles. Por una parte, un nivel
integración de las mismas, etc. fundamental, donde surgen cuestiones que
De donde se desprende, de manera toda- presentan un carácter predominantemente
vía más inequívoca, la validez de la tesis "de fundamento", es decir, referidas a la
ya expuesta sobre la relación entre Lógica justificación de los procedimientos metó-
Especial y Metodología del campo respec- dicos. Por otra parte, un nivel técnico, don-
tivo: referida al ámbito del derecho, dicha de se plantean problemas que apuntan a
tesis señala que la Lógica Jurídica es una aspectos detallados y concretos del trabajo
parte de la Metodología Jurídica, es la de la ciencia.
parte fundamental de la misma. Así, por ejemplo, dentro de lo que la Ju-
risprudencia denomina "subsunción", pue-
§ 2. NOCIONES METODOLÓGICAS ELEMEN- den diferenciarse dos tipos de cuestiones.
TALES. 1. Método y metódica. De una ma- Por una parte, aparecen problemas que se
nera muy general y, por cierto, algo im- refieren a la subsunción como forma de
precisa, el método suele definirse como la pensamiento y a su justificación como mé-
todo, si ella configura una operación deduc-
tiva o reductiva, como se relacionan a su
(13) Citada supra nota 3. En cuanto al formalismo respecto los elementos empíricos y no em-
de la Lógica Pura, hay que tener en cuenta dos as-
pectos. Por un lado, un sistema formal, es decir, una píricos del conocimiento, etc. Por otro lado,
sintaxis no interpretada, puede ser inaplicable en un» se plantean cuestiones sobre la técnica de
etapa de la ciencia pero devenir aplicable en otra; vale,
pues, el "principio de tolerancia" de R. Carnap, según la prueba, cómo hay que proceder cuando
el cual "cada uno puede construir como quiera su Ló- se maneja dicha técnica, si existe un catá-
gica, es decir, EU forma de lenguaje" (Carnap, Logische
Syntax der Sprache, p. 45). Por otro lado, sin embargo, logo cerrado o abierto de tales procedimien-
los sistemas totalmente formales, si bien representan "un
rebasarse de la Lógica a sí misma" (Kalinowski, In
tos probatorios, si algunos de ellos tienen
trckiuation & la Logique JurMüejM-e, cap. I, parág. 2, c), fuerza de convicción con respecto a ciertos
siguen teniendo la finalidad (objetiva) que la Lógica
tuvo desde sus comienzos, es decir, la de ser un ins-
hechos y no con respecto a otros, etc.
trumento para la ciencia; esta necesidad impide que el La Metodología se ocupa con cuestiones
formalismo se reduzca a una actividad puramente ludí-
ca. Nos parece que del balanceo entre aquel principio
carnapiano y esta necesidad que acaba de señalarse
(y que, por lo demás, el mismo Carnap en la reedi- (14) Cfr. por ejemplo Bochenski, Die Zfitgenotsis-
ción de la Logische Syntax der Sprache, Los Angeles, chett De-nkmtthoden-, pp. 16-17.
1968, parece haber reconocido —(cfr. p. VII del pro (15) Cfr. Klaus, Georg - Buhr, Manfred, Philoso-
logo a dicha reedición—) se desprende una consecuen- 1>Mucheit Worterbuch, 8. Aufl., Berlin, 1972, t. II, p. 721,
cia que alcanza especial relevancia para el caso de la vocablos Methodik y Methodologie.
Lógica Jurídica: las Lógicas Especiales representan P! (16) Tomamos el vocablo "Jurisprudencia" siempre
nivel donde se verifica la validez científica (la validez t-n el sentido de Ciencia del Derecho, y no como deci-
para el estado actual de la ciencia) de los sistemas de siones concordantes de tribunales u otros órganos jurí-
la Lógica Pura que, de por B!, sólo tienen validez sin dicos. Por otra parte, suponemos re.welta en sentido
táctica. La Lógica Jurídica, por ejemplo, no se puede afirmativo 1» vieja discusión (que no comienza sólo con
pues desarrollar de manera formal ni separada de 1» el conocido escrito de .1. von Kirchmann) sobre «1
Metodología del Derecho. carácter científico de la Jurisprudencia.
de uno y otro tipo, pero, naturalmente, Así, por ejemplo, en la Jurisprudencia hay
otorga mayor importancia al nivel funda- que distinguir dos tipos de conocimiento,18el
mental, donde ella converge con las inves- de "protagonista" y el de "espectador" ( ),
tigaciones que suelen denominarse "lógico- lo que lleva, en cada uno de esos casos, a
especiales". En este caso puede hablarse de un uso diferente de la metódica jurídica.
una Metodología Básica, cuya diferencia e) Un método supone, asimismo, una
con una Metodología Técnica, orientada cierta dirección del procedimiento, de tal
hacia la metódica básica más bien como manera que se pueda alcanzar en concreto
medio que permite articular y dotar de la finalidad que el sujeto del método' se ha
fuerza probatoria el con junto de las técni- propuesto. Por ejemplo, el jurista tiene que
cas, es, desde luego, relativa. En efecto, los dirigir en concreto (frente a cada "caso")
niveles fundamental y técnico representan, la metódica de su ciencia, organizando los
en el trabajo científico efectivo, dos caras diferentes pasos que hay que dar (verbi-
de una misma actividad, imposibles de dis- gracia, interpretar primero una norma u
tinguir entre sí de manera tajante. otra, sistematizar primero un campo nor-
3. Elementos de un método científico. En mativo u otro, etc.).
el método de una ciencia cualquiera pue- El elemento mencionado en (a) repre-
den distinguirse, entre otros, los cinco ele- senta el aspecto semántico de la metódica.
mentos siguientes ("): El (c) es sintáctico. Los (b), (d) y (e)
a) Un objeto al cual apunta el respectivo dirigen la atención hacia el aspecto prag-
método. mático.
b) Un objetivo o finalidad que el méto- 4. El concepto de ciencia y la teoría de
do se propone alcanzar, es decir, o la mo- los niveles del lenguaje.
dificación del objeto, o su conocimiento, o Las nociones de ciencia y de método es-
ambas cosas. En realidad, no tiene sentido tán estrechamente unidas entre sí, ya que
una separación tajante entre esos objeti- una ciencia se compone tanto de los respec-
vos, ya que, en efecto, todo cambio del ob- tivos resultados como también de la metó-
jeto supone conocimientos sobre el mismo dica que ha permitido establecerlos. Un
y, a su vez, todo cambio trae consigo nue- concepto de ciencia es, pues, indispensable
vos conocimientos, de tal manera que siem- para la Metodología. Por otro lado, una
pre nos encontramos ante un círculo que ciencia, como asimismo la Lógica y la Me-
se mueve entre la modificación y el cono- todología, es un lenguaje, de modo que su
cimiento del objeto. Lo que sí tiene sentido ubicación en los respectivos niveles lin-
es preguntar a cuál de esos dos objetivos güísticos permite precisar las interrelacio-
(conocimiento o transformación de la rea- nes de estas disciplinas.
lidad) sirve primariamente un método. Así a) Concepto de ciencia.
formulada, esta pregunta permite distin- Por lo menos (1!)) los cinco rasgos si-
guir dos tipos de metódicas y, correlativa- guientes son característicos de una ciencia:
mente, de ciencias, es decir, las teóricas y A. Se trata de una secuencia de propo-
las prácticas, según que predomine uno u siciones sistemáticamente ordenada.
otro objetivo. La Jurisprudencia, por ejem- B. Dicha secuencia se compone sólo de
plo, posee una metódica práctica, y es, pues, proposiciones efectivamente formadas, y no
una ciencia práctica, ya que sus conoci- de proposiciones posibles. Por ejemplo, la
mientos nunca sirven a la mera captación Jurisprudencia francesa de comienzos del
de su objeto sino al cambio del mismo, lo siglo xix se compone de las proposiciones
que se desprende del hecho de que ella es efectivamente formadas en esa época, y no,
una disciplina que se ocupa con las solu- aunque eran teóricamente posibles, ds las
ciones de los casos. Para lograr tales solu- que componen la Jurisprudencia actual de
ciones, la Jurisprudencia tiene que inter- Francia. Toda ciencia tiene, en efecto, en
pretar normas, integrarlas, etc. forma necesaria, un desarrollo histórico.
c) Un método contiene una secuencia de C. Dicha secuencia de proposiciones re-
-proposiciones, relacionadas entre sí con presenta un proceso social, es decir un tipo
coherencia.
d) Un método se usa por determinados
sujetos, en ciertas situaciones, y el análi- (18) Sobre esta distinción, cír. Gardella, Juan Car-
sis de este uso de los métodos no puede es- los, Fichas de filosofía, jurídica, Ficha N' 13, passim.
tar ausente de la respectiva Metodología. (19) Se pueden agregar, desde luego, más caracte-
res. Cír. para una caracterización más extensa: Bunge,
Mario, La ciencia, su método y su filosofía, Bs. Aires,
1969, cap. 1. Para exponer el concepto de ciencia en
función de los problemas de la Jurisprudencia es sufi-
(17) Por supuesto, es posible agregar más elemen- ciente la caracterización que indicamos en el texto, to-
ÍOB. L» caracterización que sigue responde, sobre todo, mada en parte de Bochenski, Die zeilgenoeaischen Derik-
a las necesidades de la Metodología Jurídica. methoden, pp. 17-19.
de relación entre los seres humanos, donde D. Aquella secuencia de proposiciones
se dan ciertos valores, actitudes, normas, representa un saber metódicamente obteni-
finalidades, etc. Esta caracterización no do. De donde se sigue la importancia que
niega el valor objetivo del conocimiento. tiene la enunciación explícita y clara de la
Lleva, sí, en los distintos campos científi- metódica para toda disciplina que preten-
cos, a definir cada vez más las verdades da poseer valor científico. Ya que, en efec-
como intersubjetivas antes que como obje- to, esa enunciación permite controlar la
tivas. Pero no hay que perder de vista que validez de los resultados y acceder a pro-
también en este caso la objetividad sigue posiciones intersubjetivamente válidas.
siendo el valor rector para juzgar sobre la
E. Las proposiciones científicas constitu-
justificación de las proposiciones científi-
yen siempre un saber crítico, en el sentido
cas. Sólo que, sobre todo a través de la
de un saber que reflexiona sobre sí mismo
experiencia histórica que llamamos "cien- para dar razón de cada una de sus afirma-
cia moderna" ( 2 0 ), la humanidad ha apren- ciones o negaciones. Tal reflexión crítica
dido que el mejor medio para el logro de no se refiere sólo a los resultados del tra-
proposiciones objetivamente verdaderas es, bajo científico, sino también a los procedi-
precisamente, la fuerza de convicción in- mientos que emplea, la cieacia, entre ellos,
tersubjetiva que ellas puedan mostrar. Esto ante todo, a los procedimientos que cons-
supone la elección compartida de una me- tituyen la metódica básica respectiva.
tódica, y aquí puede observarse otro rasgo
social de la ciencia. Una consecuencia de b) Lenguaje y metalenguaje.
la caracterización de la ciencia en términos Se pueden organizar los principales con-
sociales es el valor creciente que hoy en día ceptos hasta aquí mencionados (ciencia,
se otorga al examen del lenguaje científi- lógica, metodología, teoría de la ciencia),
co, ya que, en efecto, como obra comparti- en un esquema que se basa en la teoría so-
da, una ciencia supone un sistema de co- bre los niveles del lenguaje, que tisne, en-
municación que ha de ser tan inequívoco tre otras, la ventaja de mostrar con clari-
y preciso como sea posible (21). dad las interrelaciones de esas disciplinas:
Los límites que este esquema traza en- en los desarrollos de Lógica y Metodología
tre diferentes campos científicos han de in- del Derecho, pueden también llegar a for-
terpretarse como fronteras fluidas. Así, mar disciplinas relativamente autónomas
como ya se observó supra § 1 N9 3, la dife- dentro de la Teoría de la Ciencia Jurídica.
rencia entre Metodología básica y técnica
es relativa. Asimismo, la distinción entre § 3. LA METÓDICA DE LA JURISPRUDENCIA.
el derecho y la Jurisprudencia tiene que
ser relativizada, ya que el primero no con- 1. Clasificación de los métodos jurídicos
tiene sólo conocimiento "de protagonista" básicos.
sino también "de espectador" ( 22 ). Por otra a) De la Jurisprudencia de cada país.
parte, la Teoría de la Ciencia Jurídica no Cada Jurisprudencia nacional es una dis-
se agota en Metodología (y Lógica Jurídi- ciplina vertebrada por varios métodos cuya
ca) : las problemáticas gnoseológico, onto- enumeración difiere según el autor y la
lógico y axiológico-jurídicas, que, por su- escuela. Nosotros utilizaremos aquí la si-
puesto, están de alguna manera presentes guiente lista: determinación de la validez,
interpretación, integración, aplicación, sis-
tematización. La fórmula simplificadora
(20) Algunos de sus postulados esenciales apunta- método jurídico, empleada con frecuencia,
ban, por cierto, ya antes de la edad moderna.
(21) La necesidad, de un lenguaje preciso y unívoco oculta, como se ve, el hecho de que la me-
debe ser planteada en la actualidad sobre todo con res- tódica de la Jurisprudencia posee una es-
pecto a las Ciencias Humanas. Pero ella no significa
necesariamente el uso de un lenguaje artificial idéntico tructura interna rica y complicada.
al de las matemáticas. Puede exponerse esa secuencia de méto-
( 2 2 ) Sobre esta distinción cfr. supra, parág. 2,
N9 3, d, y nota 18. dos mostrando en la misma la existencia
de un cierto orden interno. En efecto, la parativo, es decir utilizándolos sólo en la
metódica de la Jurisprudencia se desen- medida necesaria para establecer el mate-
vuelve según una serie, cuyo punto de par- rial de la comparación.
tida es la noción de caso y la exigencia de Como método constitutivo de esa disci-
una solución, de la siguiente manera: plina, la comparación jurídica se desen-
Cuando se encuentra ante un caso que vuelve, en efecto, en dos fases:
exige una solución, el jurista debe ante A. Establecimiento del material que se
todo examinar las normas que parecen te- ha de comparar, es decir, las soluciones que
ner relevancia para ese caso, a fin de de- a partir de dos o más sistemas jurídicos
terminar si las mismas son o no válidas pueden darse a los casos. Para lo cual la
(método para la determinación de la vali- comparación jurídica emplea los métodos
dez). Seguidamente, él debe investigar el básicos propios de la Jurisprudencia de
sentido de la o las normas (método de in- cada país. El punto de vista específico de
terpretación). Puede suceder que en las la Jurisprudencia Comparada, su tendencia
normas no se halle solución alguna para el a la totalidad ( 2 6 ), repercute ya ahí, en la
caso, situación que se suele denominar como selección del material, y la distingue de la
"existencia de lagunas" y, entonces, por Jurisprudencia de cada paiís, de donde re-
medio de la analogía o los principios gene- sulta un uso diferente de aquellos métodos
rales del derecho, el jurista ha de construir básicos en una y otra disciplina.
una solución (método llamado "integra- B. Análisis comparativo del material, es
ción") ( 23 ). Luego, los hechos que integran decir, constatación y explicación de las di-
el caso han de ser subsumidos bajo el su- ferencias y semejanzas que se dan: 1) en-
puesto normativo, y se han de deducir las tre las soluciones que a partir de dos o más
respectivas consecuencias jurídicas (méto- sistemas pueden darse a un mismo caso ( 2 7 ),
do de aplicación). Finalmente, el jurista y 2) entre los tipos de soluciones que a
ha de construir un sistema coherente para partir de dos o más conjuntos de sistemas
representar Ja totalidad de las normas (mé- pueden darse a tipos de casos. Es en esta
todo de sistematización). fase donde se desenvuelve el método com-
b) De la Jurisprudencia Comparada parado como procedimiento básico, verte-
("Universal"). brador de la Jurisprudencia Comparada.
Cada uno de los métodos básicos mencio- 2. Dimensiones de la metódica jurídica.
nados en (a) se compone de diversos "pro- La constatación de la estructura trialis-
cedimientos metódicos" ( 2 4 ), uno de los ta del derecho ( 28 ) lleva a la idea de una
cuales es la comparación jurídica. ( Esta triple índole del conocimiento jurídico, que,
interviene, al lado de otros procedimientos, en este orden de ideas, se compondría de
para proporcionar más seguridad a las juicios de tipo enunciativo, de valor, y nor-
conclusiones de cada método básico. Así, mativos.
por ejemplo, la fuerza de convicción que un De aquí parecen seguirse dos consecuen-
determinado modo de interpretar una nor- cias epistemológicas:
ma tenga en la Jurisprudencia de un país a) Puede hablarse de tres metódicas di-
se refuerza si se comparan esos resultados ferentes, y, por lo tanto, de tres disciplinas
hermenéuticos con los logrados a partir de
una norma semejante en la Jurisprudencia
de otro país. (26) La tendencia a la totalidad que registra la
En cada Jurisprudencia nacional, la com- Jurisprudencia Comparada no es lina utopía, sino un
ideal histórico. En su estado actual, dicha disciplina se
paración juega, pues, un papel que es, por conforma en gran parte con "microeomparaciones" y
cierto, importante, pero que funciona siem- con los primeros ensayos de "maerocomparación" (sobre
estos dos términos véase infra nota 2 7 ) .
pre de manera subordinada dentro de cada (27) Los niveles 1 y 2 representan lo que puede
método básico. En cambio, en el nivel de denominarse respectivamente "micro" y "macrocompara-
ción". en el sentido que a estos términos da Rheinstein,
la Jurisprudencia Comparada ("Univer- Max, Eiriführitnfr in dif, Rechttvergleichunp. Manchen,
sal") ( 25 ) la situación metódica es exacta- 1974. parág. 4. El nivel 2. fss decir, la macrocornpara-
ción. trata de construir los llamados "círculos jurídicos"
mente la inversa: También en este caso o "familias jurídicas" (romano-germánico, angloamerica-
se emplean los métodos mencionados en (a), no, etc.), que, a veces, suelen denominarse también "sis-
temas de derecho", tomando en este caso el término
subordinándolos, empero, al método com- "sistema" en sentido amplio.
(28) Cfr. Goldschmidt, Werner, Introducción filosó-
fica aA derecho, 4* edición. Buenos Aires, 1973; tam-
bién, del mismo: Der Aufbau der juristischen W?,U, Wies-
(23) Terminología corriente en los idiomas neolati- badén, 1963. Algunas consecuencias epistemológicas de
nos. La dftnomin&ción alemán» mate b ttiettos equivalehté la ontología trialista hemos extraído, por nuestra parte,
es Rtchlsforfíríldung (así, por ejemplo, en Larení, Karl, en "Normativismo", en Enciclopedia Jurídica Omebn,
Vethodenlehre der KFchtswi«^fnecf>aft, Berlín, 1975, Bufenos Aires. 1965, t. XX, pp. 376-390; en Fichas
passim). te Filosofía Jurídica, Picha N? 13, y, específicamente
(24) Sobre la diferencia entre método básico y pro- sobre el método de interpretación, en "La interpreta-
cedimiento metódico, cfr. infra, parág. 3, N? 3. c.ión del derecho. Ru lógica, en Rol. drl Inst. <ffe Der,
('25) Sobre las posibilidades de una "Jurispruden- Civ., Universidad N. del Litoral (Acantina), 1962,
tia Universalis", cfr. mira II. pp. 7-64.
distintas: la Sociología del Derecho, ca- esta disciplina. Para tal análisis es posible
racterizada por el empleo de juicios enun- emplear diferentes puntos de vista, entre
ciativos; la Política Jurídica, que usa jui- los cuales; aquí, elegiremos uno de ellos, el
cios enunciativos y de valor; la Jurispru- que se refiere al ámbito espacial del objeto
dencia, caracterizada por la utilización de de la Jurisprudencia. Dicho de otra mane-
juicios de las tres categorías mencionadas. ra: analizaremos cómo los límites del ob-
b) En cuanto a la Jurisprudencia en sí jeto de esta disciplina se establecen de ma-
misma, sería erróneo hablar de tres metó- nera diferente en la etapa tradicional y
dicas, ya que, en tal caso, no se trataría en la innovadora, y cómo el rol del método
de una misma disciplina, sino de tres. El comparado en dicha delimitación ha sido
principio epistemológico (y de sentido co- decisivo.
mún), según el cual una ciencia se especi- De .acuerdo con el criterio tradicional, la
fica en función de una metódica, resulta, Jurisprudencia se concibe como el conoci-
claro está, ineludible. No sería, pues, co- miento que se ocupa solamente con el de-
rrecto distinguir, dentro de la metódica de recho de cada país. Vistas las cosas desde
la Jurisprudencia, entre métodos normati- afuera de cada Jurisprudencia, hay tantas
vos, enunciativos, y estimativos. Ciencias Jurídicas, separadas entre sí, como
Pero, lo que sí puede hacerse, es distin- sistemas de derecho positivo. Un enfoque
guir dentro de la metódica de la Jurispru- interno, es decir, desde el punto de vista de
dencia, que representa una estructura uni- cada Jurisprudencia, reconoce sólo la vali-
taria, métodos donde predomina uno u otro dez de la propia Ciencia Jurídica. En tal
tipo de conocimiento. Así, por ejemplo, la situación, el método comparado juega un
interpretación registra el papel decisivo de rol muy pequeño o, incluso, nulo ( 29 ).
juicios enunciativos, la integración el de La concepción tradicional sólo puede ser
los juicios de valor, la sistematización el entendida cuando se toma en cuenta el de-
de los normativos, etc. sarrollo del derecho europeo, de cuya his-
3. Método básico y procedimiento metó- toria, considerada a grandes rasgos, nos
dico. interesa aquí destacar dos de sus etapas:
Cada método jurídico básico posee una la del jus commiine y la de la unificación
cierta unidad. Observado de cerca, mues- jurídica en cada país ( 30 ).
tra, sin embargo, una estructura interna 1. El jus commune en el continente.
rica y complicada: diversos procedimientos Después de la caída del Imperio Roma-
se enlazan entre sí para otorgar fuerza no, la situación jurídica europea se carac-
probatoria al respectivo método básico. teriza, entre otros rasgos, por la subsis-
Un error muy común en la Metodología tencia de los restos del derecho romano, el
consiste en definir cada método básico agregado de derechos germánicos consue-
atendiendo solamente a la última etapa del tudinarios, y el paulatino desenvolvimien-
mismo. Así, por ejemplo, suele decirse que to del derecho canónico. En el siglo XI se
la aplicación es la deducción de la conse- recupera el conocimiento del Corpus luris.
cuencia jurídica prevista por una norma Éste se convierte en Bologna, y posterior-
para un caso concreto. En realidad, esta mente en otras universidades de Europa,
fórmula señala solamente uno de los proce- en la base de los estudios de derecho. A
dimientos metódicos de la aplicación, si- partir de este fenómeno histórico, el dere-
tuado en la fase final del método. Habría cho romano enseñado por glosadores y
que decir, en efecto, que la aplicación es: postglosadores extiende su influencia en
1) la comprobación de hechos, 2) la sub- toda Europa, con excepción de Gran Bre-
sunción de los mismos bajo un supuesto taña (31). En el Sacro Imperio Romano
normativo, 3) la deducción de las conse- Germánico, el derecho romano se convierte
cuencia jurídicas, y 4) la determinación de en derecho del Emperador, y llega a ser
las mismas. El método básico denominado
"aplicación" se compone, pues, por lo me-
nos, de cuatro procedimientos metódicos. (29) Cfr. Rheinstein, Max, Einfuhrung in á¡«
Rechtsvergleichwnff, pp. 39-40.
(30) Para esta exposición seguimos, en lo lunda-
II. LA REPERCUSIÓN DEL MÉTODO mental, a Rheinstein, cit., parftg. 5; a David, Rene, Lttt
gmnds systdmes de droit contemporaine, 59 ed., París,
COMPARADO SOBRE LA JURISPRUDENCIA 1973, N? 29 ss.; a David, Rene y Grasmann, Gttnther,
Einführung in die ffroben Reditssyste'me der Geffenwart,
§ 4. La delimitación tradicional del ob- München und Berlín, 1966, N? 23 ss.; a Schmtzer,
Adolf F., Veryleichende Rechtslehre, 2. Aufl., Base],
jeto de la Jurisprudencia. 1961; a Fikontscher, Wolfgang, Method&n des Rechte, in
Para comprender buena parte de los verffleichender Dar&steUunff, Tübingen, 1975-77 (5 to-
mos), t. I.
problemas de la Jurisprudencia sigue sien- (31) Desde el siglo xi comenzó a desarrollarse el
do útil el examen de la contraposición common tato como sistema propio, distinto del continen-
tal, y donde los elementos romanistas iban a jugar un
entre los tipos tradicional e innovador de papel limitado.
derecho común en buena parte del Imperio, En resumen, en la etapa del jus commu-
si bien a título subsidiario ( 32 ). En Fran- ne, se registraba en la situación jurídica
cia, el derecho romano carece de validez y científico-jurídica la existencia de nu-
como tal, pero, ello no obstante, influye merosos elementos que tendían hacia el
enérgicamente sobre la Jurisprudencia fran- ideal de una posible unidad europea ( 36 ).
cesa (33). Cuando aparecieron los Estados nacionales,
Este jus commune desenvuelto en el con- la lucha de éstos para lograr la hegemonía
tinente era, fundamental pero no exclusi- dentro de Europa y asegurarse el contralor
vamente, derecho elaborado por los juris- sobre los territorios extraeuropeos median-
tas, sobre todo por los profesores de las te la colonización (37) condujo a la disolu-
universidades. El derecho aplicado por los ción de aquella incipiente unidad jurídica.
tribunales de entonces representaba un sis- Este proceso de disolución se desenvolvió
tema diferente, que la mayor parte de las durante varios siglos, de manera que la in-
veces quedaba al margen del interés di- fluencia del yus commune alcanzó a perdu-
recto de los juristas. Sin embargo, «1 jus rar hasta principios del siglo XIX.
commune, sobre todo por la vía de la Juris- 2. La unificación jurídica de cada país.
prudencia ( 34 ), ejerció paulatinamente su
influjo sobre el derecho aplicado por los La segunda etapa del derecho europeo se
jueces. Este fenómeno histórico puede ser caracteriza por la unificación jurídica pro-
considerado como uno de los factores que ducida dentro de cada Estado. Generaliza-
explica la tradicional confianza europeo- da a partir del siglo XIX, esa unificación se
continental con respecto a la Jurispruden- apoyó por una parte sobre los movimientos
cia, así como, por su parte, el fenómeno in- codificadores que se desenvolvían en Euro-
verso que se producía en Gran Bretaña, pa desde dos siglos antes. Mencionemos
donde el common Iww surgía esencialmente aquí solamente los más importantes: Dina-
por la vía de la práctica judicial, explica marca en 1683, Noruega 1687, Suecia y
el prestigio que entre los anglosajones ad- Finlandia en 1734, Prusia en 1791-1794,
quiría la Ciencia Jurídica desenvuelta a Austria < en 1811, y, desde 1804, Fran-
través de la actividad misma de los jueces. cia (3S). Destaquemos, desde luego, la im-
En el continente europeo existían, pues, portancia de la codificación francesa, que
un derecho y una Jurisprudencia relativa- fue adoptada en numerosos países y que
mente unitarios, en el sentido de un dere- ejerció en otros un poderoso influjo sobre
cho como conjunto de exigencias conside- las propias codificaciones. El proceso codi-
radas justas y con validez universal, y en ficador siguió su marcha, principalmente
el sentido de una Jurisprudencia a la cual a través de los códigos civiles de Alemania
se atribuía validez científica general. Para (1900) y Suiza (1912).
el desarrollo de esta relativa vocación uni- Por otra parte, la unificación jurídica de
versalista que apuntaba en la época, la Ju- cada país se apoyó también sobre los movi-
risprudencia contó con el auxilio de las teo- mientos constitucionalistas que se desen-
rías del Derecho Natural que, si bien se volvieron desde el siglo xvni. Una consti-
desenvolvían con profundas contradicciones tución, en efecto, sistematiza de manera más
internas, mantenían, sin embargo, una cier- o menos coherente el derecho público y los
ta unidad temática y terminológica (35). puntos esenciales del derecho privado de
un país.
Ni la codificación ni el constitucionalis-
(32) Stadtrecht bricht Landrecht, Landrecht bricht mo tenían por qué llevar al "nacionalismo"
fiemeine* Jteeht, cfr. David-Grasmann, Einführung, p. 54. y al "normativismo" (en el sentido nega-
Sobre las relaciones entre "derecho imperial" y roma- tivo de estas dos palabras) en los cuales
no, además de las obras citadas en nota 30, véase Moli-
tor, Erich - .Sehlossetr, Hans, Grundzüge der Neueren cayó la Jurisprudencia europea desde me-
Privatrechtsgeschichte, Karlsruhe, 1975, pp. 20-21. Sobre diados del siglo xix. Por el contrario, esos
el papel del derecho romano en cada país europeo, véase
Mieinstein, Einführung, pp. 84-85. dos movimientos, más allá de su aspecto
(33) Reinstein, Einführung, p. 84, y David, Le»
grita* «ystímes de droit contemporaine, pp. 53-54. Véase
*n este autor, pp. 54-55, las indicaciones sobre la si-
tuación jurídica en Escandinavia y Suiza, relativamente (36) Rheinstein, Einführung, p. 84. Pero no se
marginal en cuanto a 1a romanización del derecho, lo olvide que el desarrollo científico-jurídico, y el jurídico
que no impidió, sin embargo, una romanización de la mismo, tuvo una cierta independencia con respecto al
Ciencia Jurídica. factor político; sobre esto cfr. David-Grasmann, p. 40.
(34) En el sentido de Ciencia del Derecho (cfr. (37) Rheinstein, Einführung, p. 85, señala la lu-
supra nota 16). Sobre la manera persuasiva como in- cha por la hegemonía intraeuropea. Por nuestra parte,
fluyó la Jurisprudencia en la evolución del derecho en agregamos el papel desempeñado por las luchas para
el ámbito europeo-continental, cfr. David, Les granas lograr el contralor de ámbitos no europeos mediante las
fyxtémes, pp. 51-52, y David-Grasmann, pp. 51 y 53. colonizaciones.
(35) Sobre este carácter relativamente unitario de (38) David-Grasmann, pp. 63-73; David, parágs.
la teoría del Derecho Natural, cfr. sobre todo Welzel, 47-50; R'heinstein, pp. 85-88. Los trabajos preparatorios
Hsns, Naturrecht und materiaíe Gerechtig'ktit, Gottin- del código civil austríaco habían ya comenzado, como se
gen, 1960, pp. 7-8 y passim. sabe, en el siglo xvm (cfr. Rheinstein, p. 85).
metodológico C 3 9 ), registran la presencia Pero, cualquiera sea el modo como se in-
enérgica de los ideales cosmopolitas y eti- terpreten los hechos que acaban dé mencio-
cistas de tipo liberal-democrático, que se narse, sobre los vínculos históricos de los
habían abierto camino en una parte del movimientos codificadores y constituciona-
jus commune y en una parte de las teorías listas con la Jurisprudencia tradicional, y
del jus naturae. sobre las diferencias entre esta última y la
Si el derecho y su conocimiento cientí- "clásica", puede coincidirse en la caracte-
fico, a partir de mediados del siglo XIX, se rización de la Jurisprudencia tradicional
"nacionalizaron", es decir, cayeron en una como una disciplina cuyos rasgos dominan-
situación de aislamiento nacional y de re- tes son el aislamiento nacional y la exage-
cíproca ignorancia y hostilidad, y si ellos ración del punto de vista dogmático. En
se definieron en forma crecientemente nor- efecto:
mativista, es decir, olvidaron las dimen- De un lado, como toda Jurisprudencia,
siones social y política de lo jurídico, estos también la tradicional consideró tarea cen-
fenómenos negativos no pueden atribuirse tral la exposición del contenido de un sis-
ni a la codificación ni al constitucionalis- tema de derecho, es decir, la exposición del
mo, sino a los factores económicos, sociales producto de un determinado sistema de
y políticos que se traducían en la ya men- fuentes jurídicas. Pero, a diferencia del
cionada lucha por la hegemonía en Europa modelo clásico, el tradicional tendió a re-
y en los procesos de colonización. ducir la Jurisprudencia, lo más posible, a la
exposición normativa, excluyendo el elemen-
3. La Jurisprudencia de tipo tradicional. to real del derecho y toda tarea crítica.
Mencionemos en la etapa de unificación De otro lado, la Jurisprudencia tradicio-
jurídica nacional la existencia de dos mo- nal definió las fuentes del derecho restrin-
delos de Jurisprudencia: giéndolas a las fuentes oficiales de cada
Una, la "tradicional", cuyos rasgos se país.
pusieron de manifiesto con toda claridad La tarea de exponer de la manera más
desde mediados del siglo XIX, interpretaba exhaustiva posible el contenido del propio
las consecuencias científicas de los proce- derecho nacional orientó, entonces, todo el
sos codificadores y del constitucionalismo trabajo de los juristas hacia el desenvolvi-
en un sentido normativista y estrechamen- miento de una Ciencia Jurídica "propia".
te "nacional". El saldo de este proceso histórico ha sido
Otra, la "clásica", le había precedido, negativo, aunque, desde luego, no dejó de
manteniendo su influencia hasta princi- tener un aspecto positivo. Por una parte,
pios del siglo xix. Apoyada en el "jus com- en cada país, la Jurisprudencia se propuso
mune", había tratado de orientar las con- dar cuenta del propio sistema de derecho,
secuencias científicas de la codificación y desenvolviéndose con un alto nivel de refi-
constitucionalismo en un sentido diferen- namiento técnico y metódico. Esto fue, sin
te. Sin embargo, dentro de ella se habían duda, positivo. Por otra parte, sin embar-
diseñado fuertes corrientes contrapuestas, go, además de la ya señalada tendencia ha-
de índole formalista y de orientación fina- cia el normativismo y el predomnio de la
lista ( 4 ( l ) , más inclinadas las primeras, no Dogmática, entre las Ciencias Jurídicas de
así las segundas, al normativ;smo y "nacio- cada país se trazaron fronteras .demasiado
nalismo". Por lo cual no es de extrañar profundas, lo que llevó a un creciente de-
que, consideradas las cosas solamente des- sarrollo de las actitudes "provincialistas"
de el punto de vista de la historia de las en el seno de estas disciplinas ( 41 ).
ideas, pueda decirse que las corrientes for- De esta manera, en la etapa de la uni-
malistas de la Jurisprudencia clásica, vo- ficación jurídica, la Jurisprudencia desem-
luntaria o involuntariamente, abrieron el boca, desde mediados del siglo Xix, en una
camino a la Jurisprudencia tradicional. situación científica singular, caracterizada
por la distribución de su, trabajo en dos
niveles: uno, el de la serie de las diferentes
(39) Codificación y constitucionalización tienen tan-
to un aspecto axiológieo cuanto uno metodológico. Desde Ciencias Jurídicas Nacionales. Otro, el de
«rte último punto de vista, representan el métode jor el las eventuales coincidencias que, alrededor
cual el derecho se autosistematiza. Sobre los métodos de
autosistematización, cfr, Qardella, Fichas de filosofía de ciertos problemas, pueden producirse en-
jurídica, Ficha N? 13, IV, B. 4, e.
(40) Cfr. ibidem, Picha N» 4, passim, sobre las
diferencias entre Jurisprudencia cl&sica y tradicional, 7
entre corrientes formalistas y finalistas de aquélla, si- (41) Rheínstein, Einführunff, p. 38, sobre el aisla-
guiendo, para esto último, una idea de H. Kantorowicz. miento de la Jnrisrpudencia de cada país Aclaremos,
La ausencia de estas distinciones lleva por ejemplo, a por nuestra parte, que ese fenómeno se producía en los
M. Rheinstein, Einf&lirung, p. 39, a sostener que "tan- países "centrales", que es donde se tendía a desenvolver
to en la época del derecho común como también en la Ciencias Jurídicas "propias". En los paísrs "periféricos",
de las grandes codificaciones los juristas estaban inte- por ejemplo los latinoamericano*, so producía el corres-
resados ante todo en la Dogmática Jurídica". pondiente fenómeno inverso.
tre esas disciplinas, coincidencias que se dar que a mediados de ese siglo varios
ensaya organizar bajo la forma de "tenden- autores llamaron la atención, de una u otra
cias generales" del pensamiento jurídico. manera, sobre los peligros-del nuevo rumbo
Sin desconocer el valor de algunos de estos que tomaba la Jurisprudencia. Mencione-
ensayos, corresponde señalar, sin embargo, mos aquí solamente dos de ellos. /. von
que en la concepción tradicional el centro Kirchmann señaló en 1848 la "falta de valor
de gravedad recae sobre el primero de los de la Jurisprudencia como ciencia", con lo
niveles mencionados, de tal manera que, si- cual aludía, seguramente, a la disciplina
guiendo a L. J. Constantinesco, puede cali- que empezaba a formarse con claridad hacia
ficarse al mundo jurídico tradicional como esa época. Poco después, escribía Jhering
"ptolomeico" ( 4 2 ). Para Ptolomeo la tierra lo siguiente: "La ciencia se ha degradado
es el centro, y el sol gira alrededor de ella; en la forma de Jurisprudencia provinciana,
de manera análoga, para la Jurisprudencia las fronteras científicas coinciden en la
de esa época el propio sistema de derecho Jurisprudencia con las fronteras políticas.
se convierte en el centro, en torno al cual ¡Una forma indigna, humillante, para una
giran tos demás sistemas jurídicos. Ciencia!" f 4 3 ) . La reacción contra el ante-
rior tipo de Jurisprudencia había posibili-
4. Comparación entre la etapa del jus tado a la nueva forma de esta disciplina
commune y la de la unificación jurídica escapar de r.n extremo, para caer sin embar-
en cada país. go en el otro. Una Jurisprudencia univer-
Comparemos los resultados de ambas eta- salista pero abstracta, era sustituida por
pas, en la medida en que ellas desemboca- una disciplina más concreta, pero nacional-
ron en la concepción "tradicional" sobre el mente estrecha.
derecho y la Jurisprudencia: Tanto la primera como la segunda etapa
En la fase del jus commune existían va- de la Jurisprudencia, pero por distintos
rios factores de unidad de la Jurispruden- motivos, no habían estado en condiciones
cia, entre ellos el "derecho común" elabo- de hacer sitio a la comparación jurídica. Y,
rado por los juristas en un proceso secular precisamente, es desde la actitud compara-
fuertemente influido por el derecho roma- tiva donde va a surgir uno de los impulsos
no, las teorías del Derecho Natural y el más fuertes para las direcciones "innovado-
derecho canónico. Representaban, quizás, ras". Estas, apoyándose en buena parte
puntos de apoyo débiles. Pero, de cualquier sobre los resultados de la comparación jurí-
modo, el jurista de esa época podía dar del dica, van a proponer una nueva manera de
objeto de su disciplina una definición con delimitar el objeto de la Jurisprudencia.
cierta validez general. Desde luego, esta uni-
versalidad se había logrado a costa de la § 5. La nueva delimitación del objeto de
concretitud del objeto, ya que la Jurispru- la Jurisprudencia.
dencia de entonces tendía a dejar de lado lo Desde hace un siglo comenzó una nueva
más posible los aspectos empíricos, tempo- forma de Jurisprudencia. Por cierto, la
espacialmente determinados, de los fenó- forma tradicional permaneció y permanece
menos jurídicos. aún, de manera que en la situación teoré-
En la segunda etapa, el surgimiento de tica de esta disciplina se hace necesario
loe Estados nacionales y el correlativo pro- distinguir, todavía hoy, continuamente, dos
ceso de paulatina unificación jurídica por direcciones principales opuestas entre sí,
países desencadenó a la larga una reacción aunque, por supuesto, imposibles de dife-
contra aquel tipo de Jurisprudencia. Los renciar con total claridad en numerosos
juristas aprendieron a conocer paso a paso, punto?. Uno de los temas donde resalta ní-
en la práctica, los límites espaciales y tem- tidamente la contraposición entre las di-
porales del objeto de su disciplina. La recciones tradicionales e innovadoras es la
influencia del jus commune, de las teorías delimitación del objeto de la Jurispruden-
del Derecho Natural, y del derecho canóni- cia: en lugar del derecho limitado por las
co, desaparecieron en forma lenta pero fronteras nacionales, aparece, como objeto
continua. El desarrollo de la unificación ju- de esta disciplina, la serie de todos los sis-
rídica nacional, que había comenzado ya an- temas jurídicos del mundo.
tes, se hizo sentir cada vez con mayor fuerza Por supuesto, la existencia de ordena-
en el curso del siglo xix. Originó, finalmen- mientos jurídicos distintos del propio nun-
te, el tipo de Jurisprudencia que hoy se ca estuvo ausente de la óptica de los juris-
designa como "tradicional". Conviene recor- tas. No es, pues, ese hecho trivial el que
quiere darse a entender cuando se dice que
(42) Constantinesco, Léontin - Jean, Rechtsve.rglei-
chung, Münch(>n, 1971, t. I: Einführung m die Reehts-
verglñchung, passim. (43) Cfr. Rheinstein, Einfiihrune, p. 39, nota 6.
la nueva forma de la Jurisprudencia apun- § 6. La comparación jurídica.
ta a la serie de todos los sistemas jurídicos El punto de partida de la investigación
del mundo. Se trata de algo muy diferente: sistemática en derecho comparado puede
es el hecho de que, hasta hace un siglo, la ubicarse en el decenio del 60 'del siglo 'xix.
conciencia de los juristas con respecto a Le precedieron ensayos asistemáticós y
¡a diversidad del derecho había consistido, esporádicos, que chocaban con fuertes obs-
o bien en una constatación sólo teórica, sin táculos provenientes, ora de una Jurispru-
relevancia para el trabajo efectivo de la dencia orientada hacia el jus commnne ( 4e ),
Ciencia Jurídica, o bien, en los casos en ora de una Jursprudencia cuyos intereses
que el reconocimiento de esa diversidad apuntaban ante todo al respectivo sistema
jugaba un papel real, consistía en un senti- nacional de derecho. Esto no obstante, no es
miento de superioridad frente a los otros inoportuno recordar aquí la existencia de
sistemas de derecho, desvalorizados como numerosos juristas y filósofos que fueron
fenómenos jurídicos "inferiores". De una u verdaderos 'precursores de la comparación
otra manera, el derecho ajeno, como tal, re- jurídica ( 47 ).
sultaba ignorado. Las direcciones "innova- Siguiendo la opinión de M. Rheins-
doras" ven las cosas de manera distinta: tein ( 4S ), se puede considerar a Ernst Ra-
Por una parte, consciente o inconsciente- bel y Eduard Lambert como los verdaderos
mente, de buen o mal grado, la nueva Ju- fundadores de la comparación jurídica en
risprudencia tiende a reconocer el derecho el siglo xx.
ajeno. Y, lo que es más importante, ese re- En 1869 se había fundado la Sacíete de
conocimiento adquiere relevancia para el Législation Comparée, y en la segunda mi-
trabajo efectivo de los juristas. tad del siglo xix y comienzos del XX había
Por otra parte, las direcciones innovado- crecido el número de los institutos, socie-
ras tienden hacia la total disolución de los dades, congresos y autores dedicados a la
prejuicios recíprocos que existen entre las comparación del derecho.
diferentes Ciencias Jurídicas nacionales. Fue entonces cuando se fundó, en 1916,
Lo primero trajo cambios en la Juris- en la Unversidad de Munich, el primer ins-
prudencia con respecto a su objeto y me- tituto universitario alemán dedicado a la
tódica. Lo segundo impulsó una nueva comparación, el Instituí für Rechtsverglei-
orientación en la Política del Derecho: el chung, cuyo director fue Erns Rabel. En
ideal del pluralismo jurídico ( 44 ). 1926 se fundó en Berlin el Kaiser-Wilhelm-
Los cambios de la Jurisprudencia y de la Instüut, dedicado al estudio del derecho
Política Jurídica sólo pudieron producirse privado internacional y extranjero. Rabel
cuando la Sociología del Derecho comenzó fue su director hasta 1933, cuando, debido
a desarrollarse con seriedad ( 4r> ). El influ- a su ascendencia judía, fue dejado cesante
jo de la Sociología fomentó el método jurí- por el régimen nazi. El Instituto de Berlín
dico comparado, gracias al cual, a su turno, se había convertido, gracias especialmente
pudo imponerse la ampliación del objeto de a la dirección impresa por Rabel, en uno de
la Jurisprudencia y los cambios de su me- los centros mundiales más célebres para la
tódica, y, asimismo, pudo precederse a la investigación jurídico-comparativa ( 49 ).
revisión crítica de los ideales político-ju- El primer instituto para derecho compa-
rídicos. Desde luego, la base real de estas rado en una universidad francesa se fundó
transformaciones producidas a nivel teóri- en 1920 en la Universidad de Lyon, y diri-
co ha de buscarse en la ampliación y com- gido por Eduard Lambert, llegó a ser en
plicación que desde hace un siglo experi- poco tiempo otro centro mundial para la
mentan tanto los intereses en juego en el investigación jurídico-comparativa.
interior de cada país, como así también en
las relaciones recíprocas entre los diferen- (46) La incompatibilidad del jus commune y la
tes Estados. comparación jurídica ha sido señalada por Hheinstein,
Einführung, p. 38.
(47) íbideni, pp. 40 ss. donde, entre otros, se men-
ción a: Aristóteles, quien comparó diferentes constitu-
ciones de Grecia; Teofrasto, de quien ha quedado un
(44) Noft referimos a.1 pluralismo en sentido demo- enfoque comparativo sobre la ' compraventa; algunos ca-
ftatico. Esta noción puede desinterpretarse en sentido nonistas y legistas de la Edad Media; algunos juristas
autoritario. Sobre «sto, cfr. Gardella, Fichas de FUato de comienzos de la Edad Moderna, que se ocuparon con.
fía jurídica, Ficha N? 11. las reglas del tráfico marítimo y comercial; Vico y Mon-
(45) . En lo que se refiere a su utilidad para la tesquieu en el siglo "XTTii; J. P. A. Feuerbach, H. Maine
comprensión de los problemas jurídicos, el estado actual y, sobre todo, R. Jhering, en el siglo xrx.
de la Sociología es todavía precario. En Rev. Jurld. La (48) Sobre esto, y para la exposición que sigue, cfr. ,
Liy (Buenos Aires, 1960), t. 100, pp. 1003 ss., co- Rheinstein, Einführunff, pp. 44 y 45-51.
mentando una obra de W. Goldschmidt, ensayamos un (49) En 1939 B. Rabel emigró a los Estados Uni-
balance de conjunto respecto, sobre todo, a los resulta- dos de Norteamérica. Sobre E. Rabel vid. especialmente
dos de la Sociología. En Pichas de filosofía jurídica, Rheinstein, parag. 7. El Institut de Berlín se prolongó,
N? 4, 5 y 13 (Rosario, 1972). ensayamos un examen después dé la guerra, en el actual Max-Pla.nrk-lni!titut
de la metódica de 1» Sociología del Derecho. de Hamburgo.
Con Rabel y Lambert, y numerosos otros dos como puntos de apoyo para el logro de
autores, en los mencionados institutos y en "soluciones" a "problemas". En este senti-
muchos otros más, se desenvolvió la etapa do, el objeto de dicha Jurisprudencia Uni-
fundadora de la comparación jurídica. Des- versal, corno el de cualquer Ciencia Jurí-
pués de la segunda guerra mundial, esta dica, es doble. Por un lado, consiste en una
disciplina amplió y profundizó notablemen- serie de' problemas, ejemplificares en "ca-
te su trabajo, y pudo ejercer de manera sos", y, por otro lado, en una serio de so-
cada vez más enérgica la influencia que ya luciones a los mismos, que se obtienen to-
había comenzado a operar sobre la menta- mando en cuenta de alguna manera los
lidad del jurista, impulsado, por su propia diversos sistemas jurídicos.
naturaleza, una Jurisprudencia más abier- Los problemas de que aquí se habla no
ta. Este carácter abierto es, precisamente, son, por sí mismos, "jurídicos", ellos son
uno de los rasgos más significativos de las ante todo económicos, familiares, políticos,
corrientes innovadoras de la Jurispruden- etc. Llegan a ser "jurídicos" en la medida
cia. en que se los expresa, de alguna manera,
Por el hecho de que una de sus tareas en el lenguaje de los diversos sistemas de
consiste en abrir las Jurisprudencias na- derecho.
cionales unas a las otras, la comparación Como toda Ciencia Jurídica, la Juris-
jurídica sólo puede desenvolverse en el ni- prudencia Universal ha de partir del "pro-
vel de la cooperación científica internacio- blema" ( 52 ). Gracias a su punto de vista
nal. Pueden mencionarse numerosas inicia- orientado hacia el conjunto, ella está en
tivas que sirven a este propósito, y agre- condiciones de poder seleccionar aquellos
gar, como resumen, que con ellas se acelera problemas que alcanzan mayor relevancia
el desarrollo de la Ciencia Jurídica en di- en la evolución del derecho, es decir, aque-
rección hacia una "Jurisprudencia Univer- llos interrogantes que las etapas y coyun-
sal" ( 50 ). Por cierto, este proceso se en- turas decisivas del desarrollo de las estruc-
cuentra todavía en sus comienzos, y hay turas económicas, sociales, políticas, etc.,
que valorar con mucha cautela las posibi- plantean al derecho. En la medida en que
lidades de su influjo sobre el derecho y la organiza esos interrogantes en un marco de
Jurisprudencia. De todos modos, ofrece ya referencia coherente, y en la medida en
puntos de apoyo suficientes para poder es- que enfoca los sistemas jurídicos como pun-
tablecer el doble orden de efectos que la tos de apoyo para el logro de respuestas
comparación jurídica está ejerciendo sobre alternativas a tales interrogantes, el de-
la Jurisprudencia: con respecto a la clasi- recho comparado genera progresivamente
ficación de las Ciencias Jurídicas (§ 7) y una "Jurisprudencia Universal". Hay que
con respecto a la metódica de las mis- repetir, aquí, que esta disciplina recién ha
mas (§ 8). abandonado su situación de "proyecto", y
que la producción jurídico-comparativa se-
§ 7. Efectos de la comparación jurídica ria avanza, todavía de manera muy lenta,
sobre la clasificación de las Ciencias del en los dos niveles fundamentales antes se-
Derecho. ñalados de la "micro" y "macrocompara-
Un esquema simplificado sobre la mane- ción" i58).
ra como se organizan las Ciencias Jurídicas 2. Una serie de Ciencias Jurídicas nacio-
de la actualidad podría ser el siguiente: nales.
1. Una Jurisprudencia Universal, que es El objeto de cada una de estas discipli-
el producto del método comparativo cuan- nas es el sistema jurídico que rige en un
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do éste funciona como método básico ( ). país determinado. Se trata, también aquí,
Se trata de una disciplina que recién ha de una esfera de problemas, formulados
comenzado su desenvolvimiento y cuyas di- como "jurídicos", y que se dan en el res-
ficultades no deben ser disimuladas. pectivo país, y de las soluciones que pue-
Su objeto, en efecto, es el conjunto de den darse a los mismos a partir del corres-
los sistemas jurídicos del mundo, entendi- pondiente sistema.
(50) Rheinstein, Evnfu'h.rung, pp. 49-50. Se trata (52) En este sentido ella es "tópica", para era1-
de la vieja idea sobre una posible Jurispruítentia TJnivfr- plear la expresión que, gracias a las investigaciones de
stilis, con respecto a la cual llamó 3a atención Ijeibniz, Th. Viehweg (Tojñk und Juríepnulem, 5. Aufl., Mün-
y que J. P. A. FeuerTbach renovó de manera brillante. chen, 1974) se han hecho .ya clásicas en la Teoría del
(51) Vid. supra parág. 3, 1 sobre la diferencia Derecho actual.
entre el funcionamiento del método comparativo jurí- (53) Vid. supra parág. 3, 1, b. Esos dos niveles se-
dico como básico y como subordinado. Agreguemos que, ñalan solamente los dos polos entre los cuales se ubica
en este orden de ideas, la vieja controversia sobre si la el trabajo concreto de la comparación jurídica. Hay, pues,
comparación es sólo un método o también una discipli- en realidad, numerosos niveles intermedios, como, por
na, parece no tener sentido. David, Les grnds systémus ejemplo, la investigación que enfoca partes de un círculo
de droit contemporain8f N9 9 y 13, se' refiere a dicha jurídico (verbigracia, el sector de influencia francesa
controversia, y parece inclinarse a una solución ecléctica. dentro del círculo romano-germánico).
Desde luego, la relación de cada Juris- de la Ciencia Jurídica, fecundada por el
prudencia con el derecho de un país deter- comparatismo, sobre la Sociología.
minado no excluye la necesidad de que ella
considere también los otros derechos nacio- 1. El surgimiento del enfoque funcional
nales. Como ya se indicó más arriba (§3, en la Jurisprudencia, y el papel del compa-
l,b), hay procedimientos metódicos compa- ratismo jurídico.
rativos que integran cada método básico de El contacto con la Sociología favoreció
la Jurisprudencia. Pero tales enfoques com- en la Jurisprudencia un enfoque de tipo
parativos no representan el interés central funcional. El pensamiento funcional, pro-
de esta disciplina, sino sólo uno de sus pio de las corrientes innovadoras, se con-
instrumentos para el logro de una com- trapone al "analítico", propio de las direc-
prensión más profunda del derecho del pro- ciones tradicionales, pero no se identifica
pio país. necesariamente con el funcionalismo repre-
sentado por varias escuelas de la Sociolo-
Obsérvese la estrecha interdependencia gía General ( 55 ). Como se lo entendió en
que existe entre los dos niveles (1 y 2) que la Jurisprudencia, un enfoque es "funcio-
acabamos de señalar; cada Jurisprudencia nal" cuando relaciona las normas con algo
nacional necesita la ayuda de la Jurispru- que, exterior a las mismas, permite com-
dencia Universal, y, recíprocamente, esta prenderlas mejor. El "sentido" de una nor-
última sólo puede construirse sobre la base ma (o, por lo menos, el "verdadero sentido"
de las Ciencias Jurídicas de cada país. de ella) sólo podría entenderse, de acuerdo
Obsérvese también, finalmente, que, en con esta idea, cuando se entienden los ele-
cuanto al papel que la comparación cumple mentos "no normativos". La tendencia a
en el cambio interno de la Ciencia del De- entender la norma "en función de" tales
recho, su situación se asemeja a la de otras elementos extranormativos, uno de los ras-
disciplinas, tales como, por ejemplo, la gos más típicos de las corrientes antitra-
Lingüística y la Teología. Este paralelismo dicionales, representó una evidente conquis-
ha llamado la atención de varios auto- ta para el pensamiento jurídico desde fines
res ( 54 ) : en efecto, tradicionalmente había del siglo XIX. Su filiación, en el plano de la
tantas Filologías como lenguajes, y tantas historia de las ideas, puede buscarse, entre
Teologías como religiones, pero en la actua- otros, en R. Jhering, con su teorización so-
lidad, como consecuencia de la aplicación bre el papel que cumple "el fin" en el de-
del método comparativo, existen la Lingüís- recho, y con su concepto del derecho sub-
tica y Teología comparadas, donde la res- jetivo como protección jurídica de intere-
pectiva problemática puede recibir un tra- ses.
tamiento más coherente y profundo. Ahora bien, nótese cómo esa tendencia
§ 8. Efectos de la comparación jurídica surgió y se afirmó paralelamente con el
sobre la metódica de la Ciencia del De- surgimiento y afirmación del enfoque com-
paratiata. En la etapa en la cual la Juris-
recho. prudencia delimitaba su objeto ateniéndose
La historia de la Ciencia Jurídica desde en forma exclusiva al criterio de las fron-
fines del siglo XIX se caracteriza por la teras nacionales, tenía que imperar un en-
existencia de una serie de fenómenos es- foque de tipo "analítico", que en la prácti-
trechamente unidos entre sí: desarrollo del ca desemboca en la visión normativista del
comparatismo, surgimiento de corrientes derecho; en efecto, cuando un sistema ju-
innovadoras dentro de la Jurisprudencia, rídico se aisla de los demás, esta actitud
contacto creciente de esta disciplina con la estimula, ad intra, una consideración del
Sociología, revisión crítica de las posibili- sistema "en sí mismo", donde los elementos
dades de la Política Jurídica. Examinare- no normativos pasan pronto a ocupar un
mos aquí uno de ellos, el que se refiere a la lugar secundario. En cambio, cuando se
influencia de la Sociología sobre la Juris- desarrolla la comparación de los sistemas
prudencia, especialmente en cuanto este nacionales, constatando sus coincidencias y
contacto activó las tendencias comparatis- divergencias, este comparatismo estimula,
tas dentro de esta disciplina, fenómeno que ad intra, un enfoque del sistema en fun-
se vincula con la aparición del "enfoque fun- ción de los elementos extranormativos. És-
cional" en la misma. No sin antes aclarar tos, a su vez, permiten explicar aquellas
que dicha influencia no ha sido unilineal: diferencias y semejanzas entre los siste-
también se registra la influencia inversa, mas nacionales, de tal manera que la trans-
(54) Cfr. Rheinstein, Eintührung, pp. 39-40: tam- (55) Sobre el funcionalismo, véase, entre otros,
bién Hernández Gil, Antonio, Metodología, de ta Ciencia Rchmid, Güenter, Pwnktionanahfse una Polítifich? Theorie,
del Derecho, Madrid, 1973, t. III, p. 384. Dusseldorf, 1974.
formación de la metódica de la Jurispru- c. Las valoraciones con las cuales los ac-
dencia de cada país en un sentido funcional tores mismos de la situación histórica va-
refluye sobre la metódica de la Jurispru- loraban a ésta, y que pueden haber sido
dencia Universal. En resumen: desde fines aceptadas, rechazadas o ignoradas por el
del siglo XIX, comparatismo y enfoque fun- autor de la norma.
cional, interdependientes ( 5(i ), ponen en d. Las valoraciones con las cuales el au-
marcha un proceso circular, donde los cam- tor de la norma ha estimado la situación
bios en la metódica de las Jurisprudencias históricamente existente, y que han prece-
nacionales influye sobre los cambios en la dido y fundado la solución proyectada para
metódica de la Jurisprudencia Universal, y la misma.
éstos, a su turno, vuelven a repercutir so- e. La situación presente, que de alguna
bre aquéllos. manera continúa a la situación pasada que
señaló en "a", o que puede contener elemen-
2. índole del enfoque funcional. tos nuevos.
El enfoque funcional arrastró consigo f. La solución que a dicha situación da
cierta equivocidad en el concepto central o daría "el actual poder del Estado" (ex-
("función"), lo que puede atribuirse tanto presión de H. Kantorowicz) ( 57 ), y que
al hecho de que ese concepto provenía en puede coincidir o no con la ideada por el
parte de la Sociología, donde su uso ha autor de la norma.
sido con frecuencia poco claro o, incluso, g. Las valoraciones mediante las cuales
criticable, como asimismo al hecho de que los actores de la situación en el presente
en la Jurisprudencia, tal como el problema valoran a la misma.
de la norma quedó planteado en esta disci- h. Las valoraciones propias del "actual
plina a partir del enfoque tradicional, el poder del Estado" con respecto a la situa-
significado de lo "extranormativo" podía ción.
adquirir connotaciones muy diversas. Acá Nótese cómo la construcción del esquema
interesa establecer en forma clara esa mul- precedente toma en cuenta varios crite-
tivocidad semántica de la expresión "extra- rios: Primero, la diferencia entre situación
normativo". Se la puede entender, por lo y solución. Segundo, la diferencia entre
menos, de las siguientes maneras: situación pasada o histórica y presente.
a. Situación a la cual se ha referido el Tercero, la diferencia entre la situación
autor de la norma. No se trata, necesaria- en sí y su valoración por parte de los acto-
mente, de la "situación normada", que, des- res de la misma. Cuarto, la diferencia entre
de luego, representa siempre un elemento la solución querida por alguien (elemento
normativo, sino de la situación en sí misma volitivo) y las valoraciones que preceden y
a la cual el autor de la norma ha querido fundamentan la misma (elemento emotivo).
referirse, y que puede haber sido correcta Casi no hace falta subrayar que en todos
o incorrectamente captada en el "supuesto los casos se constata una interdependencia
jurídico". Este primer sentido de la fór- entre los elementos que se han distinguido;
mula "elementos extranormativos" apunta, en efecto, no se trata de separaciones entre
pues, a la situación tal como ella se daba los mismos, sino de distinciones que acen-
históricamente, y para la cual el autor de túan el aspecto principal.
la norma entendía establecer la solución Nótese, por otra parte que al esquema
que aparece en la segunda parte de ésta, es supone la posibilidad de divergencias en-
decir, en la "consecuencia jurídica". tre la lectura normativa de situaciones y
b. La solución que el autor de la norma soluciones, y éstas en sí mismas ( 5S ).
ha querido. No se trata necesariamente de Como se puede fácilmente observar a
la "consecuencia jurídica", que representa, través del análisis anterior, la fórmula
también ella, un elemento normativo, sino "elementos extranormativos" y la correla-
de la voluntad real del autor, correcta o in- tiva fórmula "enfoque funcional de la nor-
correctamente captada en la norma. Este ma" recubren una amplia gama de signifi-
segundo sentido de la expresión "elementos
extranormativos" se refiere, pues, a la vo-
luntad histórica del autor de la norma, que (57) Kantorowicz, Hermán, Der Eampf um die
quería solucionar de determinada mane- Recktswissen^chaft, Heidelberg, 1906, en: H. Kantoro-
wicz, Rechtswissenschaft und Soeioloffie. Ausgeviáhlte
ra la situación señalada en "a". Schfiften zur fVitsenschaftslehre, Karlsruhe, 1962, p. 34:
die zur Zeit der Entscheiduny bestehende Staatsffewalt
("el podjer estatal existente en el momento de la deci-
sión"). Véase en castellano: "La lucha por la Ciencia
(56) Es t*n legítimo decir que el comparatismo es- del Derecho", en: La Ciencia del Derecho, Buenos Aires,
timuló el enfoque funcional, como, a la inversa, decir 1949, p. 363.
que éste estimuló a qvél. Aquí, coma en, el caso antes (S.S) La definición de norma en el trialismo (vid.
señ»l»d« de las influencias recíproc»», entre Sociología y supra, parág, 3, 2 y nota 28), entendida como "cap-
Jurisprudencia, deben evitarse cvúdadoscunente las con- tación lógica", explica la posibilidad de tales diver-
cepciones unilinealee. gencias.
cados, no necesariamente incompatibles en- colaboración entre Sociología (e2) y Juris-
tre sí. Se los puede coordinar mediante prudencia se planteó en el contexto de la
otro de los conceptos desenvueltos en las pregunta sobre la función que una norma
corrientes innovadoras de la Jurispruden- (o conjunto de normas) cumple con respec-
cia, el de "conflicto xde intereses" (5í)), re- to a determinado conflicto de intereses. La
formulando entonces la expresión "enfoque respuesta a este interrogante exige inves-
funcional de la norma*' de la siguiente ma- tigar, en cada caso específico, y mediante
nera: los conocimientos de las Ciencias Humanas
a. Que una norma cumple una función empíricas, la función que una análoga nor-
significa: ella es la solución de un con- ma (o complejo normativo) cumple en otro
flicto de intereses. sistema de derecho ( 63 ). De aquí el papel
b. El conflicto de intereses a tomar en decisivo que la comparación jurídica cum-
cuenta es el que existe tanto en la situa- ple tanto con respecto a la Jurisprudencia
ción pasada, a la que se refirió el autor de Universal como a la nacional.
la norma, cuanto en la situación presente, b. Por otra parte, y también bajo la in-
y, en uno y otro caso, abarca tanto las va- fluencia del enfoque funcional, la Jurispru-
loraciones de los actores como las del autor dencia, que en la cocepción tradicional ten-
de la norma. día a presentarse como separada de la
c. La solución a tomar en cuenta puede Ciencia Política, comenzó a acercarse a ésta,
ser (60) tanto la que el autor de la norma reconociendo sus vínculos con la misma.
ha querido en el pasado, como también la En efecto, los conceptos "conflicto de inte-
que el "actual poder del Estado" quiere dar- reses." y "solución de conflictos" no impli-
le en el presente. Tanto una como otra re- can solamente cuestiones relativas a juicios
presentan elementos extranormativos, y, de realidad (enunciativos) sino también a
en consecuencia, sea que se elija la solución juicios de valor. Así pudo desarrollarse el
del pasado, sea que se opte por la del pre- lado político-jurídico de la Jurispruden-
sente, se trata en ambos casos de un enfo- cia' ( M ). La zona de colaboración entre Po-
que funcional ( ei ). lítica Jurídica y Jurisprudencia puede se-
3. Resultados del enfoque funcional en el ñalarse con la pregunta sobre si una nor-
proceso de innovación de la Ciencia Jurí- ma (o complejo de normas) cumple ade-
dica. cuadamente la función que el análisis pre-
La innovación producida en la Jurispru- vio sociológico ha permitido establecer, o
dencia desde hace un siglo parece haber si quizás otra norma (o complejo normati-
apuntado en dos direcciones, en cada una vo) puede servir mejor a dicha función, es
de las cuales el enfoque funcional y la ten- decir, si puede solucionar de manera más
dencia comparatista han jugado un rol satisfactoria el respectivo conflicto de in-
significativo: tereses ( es ). La comparación jurídica cum-
a. Por una parte, la Jurisprudencia, que ple, también acá, un rol decisivo, ya que,
en la concepción tradicional tendía a redu- para poder responder a ese interrogante,
cirse fundamentalmente a sus aspectos nor- hay que apoyarse sobre una comparación
mativos ("dogmáticos"), comenzó, bajo la entre dicha norma (o complejo normativo)
influencia del enfoque funcional, una apro- y la norma (o complejo normativo) que per-
ximación a la Sociología, tratando de con- tenece a otro sistema pero que cumple la
ceptualizar la norma "en función de" los misma función.
conflictos de intereses y de las soluciones 4. Balance crítico del enfoque funcional
a los mismos. De esta manera se comenzó a en Ja Jurisprudencia.
destacar el lado sociológico o real de la Ju- A primera vista, el desplazamiento de
risprudencia, o, lo que es lo mismo, el pa- la concepción tradicional, el surgimiento de
pel que desempeñan los juicios enunciati- las corrientes innovadoras, la introducción
vos en la estructura de esta disciplina. La