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ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

Elaborado por: Lina María Monroy Mongua


Corporación: Corte Constitucional
Número de sentencia o radicación: T – 131 de 2021
Fecha: Siete (07) de mayo de dos mil veintiuno (2021)
Magistrada Ponente: CRISTINA PARDO SCHLESINGER
Accionante: Refinería de Cartagena SAS (REFICAR)
Accionado: Tribunal de Arbitramento del Centro de Arbitraje y Conciliación
de la Cámara de Comercio de Bogotá
Tema:
Acción de tutela contra laudo arbitral, con ocasión a que presuntamente este
vulneró los derechos fundamentales al debido proceso y acceso a la
administración de justicia de la entidad accionante.

Problema jurídico:
La tarea que se planteó desarrollar la sala fue la de constatar si el medio de
amparo constitucional invocado cumple o no con los requisitos de
procedencia general de la acción de tutela contra laudos arbitrales.

Ratio decidendi:
Se tuvo en cuenta que el efecto sustancial que trae acudir al arbitraje como
mecanismo alternativo de solución de conflictos es el desprendimiento y
renuncia de la justica tradicional estatal para que dirima el asunto objeto del
proceso. En razón a que las partes en ejercicio de su voluntad y autonomía
de someter previamente, por medio de cláusula compromisoria, sus
controversias a un tercero neutral e imparcial, en este caso a un tribunal de
arbitramento, y de confiar que la decisión que este tome sea definitiva,
vinculante y tanto cumplida, lleva a que se torne la cosa juzgada y por tanto
no se pueda buscar su reforma por los mecanismos ordinariamente
abandonados, más que por vías específicamente establecidas. En
consecuencia, la tutela reduce considerablemente su campo de acción como
herramienta propicia para atacar la estabilidad jurídica de un laudo dictado,
por lo que se vuelve más estricta, en tanto que no les es dable entrar al fondo
del asunto porque de ello mismo se encargó el arbitraje.

Sin embrago, conscientes de que el tribunal arbitral también puede ser


agente vulnerador de derechos fundamentales dentro de la causa que se le
confía, se permitió excepcionalmente la visita de la tutela, siempre y cuando
se comprimiera con los requisitos generales y específicos, con un estudio más
estricto por parte del juez que comprende: “i) la naturaleza excepcional de la
justicia arbitral, ii) el respeto por el principio de voluntariedad, iii) la estabilidad
jurídica de los laudos arbitrales, iv) el respeto por el margen de decisión autónoma de
los árbitros, y v) la procedencia restrictiva de los mecanismos judiciales para controlar
las decisiones arbitrales.” 1

Aparte de ello, frente al cumplimiento de los requisitos generales de


procedibilidad de relevancia constitucional, subsidiariedad e inmediatez, el
caso en concreto no cumplió con los dos primeros. No se cumplió con lo de la
relevancia constitucional, en tanto que se observó que el inconformismo que
deprecaba el accionante era netamente económico, porque su disgusto no
dejaba ver que se le hubieran vulnerado garantías iusfundamentales o bienes
jurídicamente tutelables, sino que oscilaba alrededor de haber sido
condenado al pago de intereses moratorios al consorcio ICG-ICSAS por no
haber concurrido a la liquidación del contrato de consultoría suscrito.

Al haber relacionado la supuesta vulneración al debido proceso con


presupuestos netamente interpretativos del contrato como las obligaciones
sometidas a plazo suspensivo, resolutorio, condiciones suspensivas, el
incumplimiento en partes del mismo y la mora en su pago, se alejó de la
naturaleza constitucional requerida. Verdaderamente se trataba era en una
controversia legal, y de eso ya se había encargado el Tribunal de arbitraje.

Aunado, el accionante trató de usar la tutela como una instancia más,


porque con ella buscó reabrir el proceso que ya se había decidido, mas aun
cuando agotó las herramientas procesales internas de las que podía disponer
1 Corte Constitucional, sentencia T-131 de 2021, M. P. CRISTINA PARDO SCHLESINGER.
y allí nunca se opuso a la pretensión del consorcio cuando solicitó que se le
pagaran los referidos intereses moratorios, sino que vino a quejarse y a la
postre oponerse, a través de la tutela, cuando le fue ordenado a hacerlo.

Frente a la subsidiariedad, entre otras para la protección del patrimonio


público, el accionante no agotó el recurso extraordinario de anulación que
tenía a su alcance para controvertir la parte o la integridad del laudo que le
causaba inconformismo, en tanto que el mismo era idóneo y eficaz. Alegado
que al haberse proferido el laudo en consciencia o equidad cuando debió ser
en derecho, esa era una circunstancias que configuraba la invocación de la
causal séptima del recurso extraordinario de anulación.

Decisión:
Se confirmó la decisión del a quo como del ad quem de declarar la
improcedencia de la tutela.

Posición frente a la decisión adoptada


No se puede tomar otra posición frente a la sentencia proferida mas que decir
estar de acuerdo en su integridad. La decisión aplica coherentemente los
postulados de procedencia de la tutela que ha establecido la jurisprudencia
de la Corte Constitucional. Se evidencia que en este caso el accionante dentro
de su inconformismo que le trajo el laudo arbitral proferido por el accionado,
trató de adaptar los presupuestos fácticos con los requisitos de la acción de
amparo para que esta entrara a abordar de fondo el asunto que ya había
decidido el Tribunal de arbitramento, y pescar o revivir con ella, alguna etapa
o actuación que dejara fenecer. Es evidente que se trató de tergiversar la
esencia del ejercicio de la tutela, en tanto que, como en otros casos, se
intentó utilizarla como un salvavidas frente al naufragio litigioso de una de
las partes, habitualmente, como en este caso, por las que resultan vencidas o
afectadas en franco derecho.
Es plausible que la Corte frustrara la intención evasora de que la entidad
accionante cumpla con lo decidido por el Tribunal. Así contribuyó a que la
institución no se utilizara como medio alternativo o evasivo frente al proceso
arbitral adoptado, ni tampoco para que se relegara lo decidido por los
árbitros frente al ejercicio de las funciones inherentes a la materia respecto al
litigio que se les encomendó dirimir. Así que en el asunto se proscribió su
ejercicio abusivo con el fin de obtener provecho de su procedimiento
preferente y sumario para eludir caprichosamente lo resuelto por la
autoridad interpartes.

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