Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
proceso arbitral para esto se debe clarificar que la ley admite que las partes
sometan la decisión de sus diferencias a uno o mas jueces privados, a los cuales
se denomina árbitros o amigables componedores según que, respectivamente,
deban o no sujetar su actuación a formas determinadas y fallar con arreglo a las
normas jurídicas, por esto mismo se deben traer a colación algunas normas como
las siguientes:
Ley 1563 de 2012 Artículo 3: El pacto arbitral es un negocio jurídico por virtud del
cual las partes someten o se obligan a someter a arbitraje controversias que
hayan surgido o puedan surgir entre ellas.
El pacto arbitral implica la renuncia de las partes a hacer valer sus pretensiones
ante los jueces. El pacto arbitral puede consistir en un compromiso o en una
cláusula compromisoria….
Citadas estas normas, se puede decir que la constitución le otorgan el poder para
dirimir conflictos a los árbitros y que quienes intervienen en el proceso optan de
forma libre el escoger la manera en cómo solucionarán sus conflictos, escogiendo
en algunos de los casos los árbitros que darán solución a la controversia, siendo
estas personas merecedoras de la confianza de las partes, para dirimir las
diferencias y lograr una solución acorde con lo esperado, por lo tanto vemos como
la acción de tutela, así como el recurso de anulación en el arbitraje, se ha visto
deformada en cuanto a su aplicación, debido a que poco a poco ha sido usada con
una serie de argumentos y diversos pretextos que lo único que han logrado es
desvirtuar su ánimo de protección de derechos fundamentales y lo han llevado a
ser considerado como la mejor manera de arremeter contra sentencias y laudos
arbitrales, considerándose así como una segunda instancia cuando es recurso de
anulación no logra los resultados queridos por la parte convocante.
Es por esto que surge una pregunta la cual es ¿si es procedente la tutela contra
laudos arbitrales? La corte Constitucional se ha pronunciado sobre esto ha
señalado reiteradamente que, por regla general, la acción de tutela no procede ni
contra los laudos arbitrales, ni contra el procedimiento que se adelanta ante los
tribunales de arbitramento, ni contra las decisiones judiciales que resuelven los
recursos de anulación, salvo que se incurra en dichas actuaciones en una vía de
hecho que implique una vulneración directa de un derecho fundamental, cabe
recordar que la definición de las vías de hecho, en general, ha sido restrictiva
para evitar que la acción de tutela se transforme en un recurso ordinario contra las
providencias judiciales. Desde 1994 la Corte definió las cuatro vías de hecho las
cuales voy a explicar sobre que se fundan y en qué sentido afectan al laudo de la
siguiente forma:
●La vía de hecho por defecto sustantivo: esta surge cuando el laudo, al fundarse
en una norma clara y evidentemente inaplicable al caso concreto, ha vulnerado de
manera directa un derecho fundamental. Las discrepancias interpretativas o los
errores argumentativos no tienen la entidad suficiente para que se configure una
vía de hecho. En efecto, las interpretaciones de la ley y del contrato efectuadas
por los árbitros gozan, como pudo verse, de una sólida protección constitucional,
debido a que como lo había mencionado antes, las partes de forma voluntaria les
han confiado la resolución de sus controversias a pesar de haber podido acudir a
la justicia estatal. En esa medida, únicamente se configura una vía de hecho por
defecto sustantivo cuando con el fundamento esencial del sentido del laudo se
vulnera de manera directa un derecho fundamental.
●La vía de hecho por defecto orgánico: esta tiene requisitos particularmente
exigentes para su configuración, ya que guarda estrecha relación con el principio
de kompetenz-kompetenz, en el cual los tribunales arbitrales tienen un margen
autónomo de interpretación para determinar el alcance de su propia competencia.
En consecuencia, para que se presente este tipo de vía de hecho es necesario
que los árbitros hayan obrado por fuera del ámbito definido por las partes, o
excediendo las limitaciones establecidas en el pacto arbitral que le dio origen, o en
la Constitución y la ley, al pronunciarse sobre materias que no están en su
competencia.
●La vía de hecho por defecto factico: Se da cuando, en eventos en los cuales los
árbitros han dejado de valorar una prueba determinante para la resolución del
caso, cometiendo errores que se incurren cuando no se valoran inadecuadamente
las pruebas o cuando los árbitros no vieron una prueba que era decisiva para el
laudo o simplemente vieron la prueba pero la interpretaron de una forma errónea y
que por supuesto vulnera así derechos fundamentales.
La segunda hipótesis es cuando la tutela no tiene absolutamente nada que ver con
los argumentos de la anulación, y es cuando se debaten aspectos distintos al del
recurso de anulación, y es que contra la tutela no se puede interponer nada más,
por eso se pregunta si la tutela debería poderlo todo contra el arbitraje, es por esto
que está inmerso la voluntariedad de las partes como característica del arbitraje,
que los árbitros me fallen el pelito y no los jueces estatales lo hagan por lo tanto
como ese es el deseo de las partes no se debe permitir que un superior me revise
el caso como si fuera un recurso de apelación, sino que por esto se instauro el
recurso de anulación es así que se debe respetar esas reglas básicas de juego,
pero eso claramente en la sociedad no se respeta ya que si el laudo es adverso se
busca de todas las formas tumbarlo para favorecer a la parte derrotada.
Es así, que si n se configura vías de hecho que vulneran derecho los jueces de
tutela no pueden tumbar el laudo arbitral ya que los árbitros son los llamados por
la parte a resolver el conflicto y tienen toda la competencia para fallar de una
forma equitativa sin que los efectos de sus decisiones sean revocadas.
https://www.youtube.com/watch?v=uy-G0OuEVG0
http://tangara.uis.edu.co/biblioweb/tesis/2010/136210.pdf