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PROCESO DE CONOCIMIENTO
1.1. INTRODUCCIÓN
El proceso, ha sido objeto de grandes transformaciones a partir de la vigencia del Código Procesal Civil,
predominando la actividad oral.
Esta clase de procesos, denominados de cognición o declaración, son los mas importantes en materia
civil y comercial, caracterizados por la complejidad de los monitorios, que fueron incorporados a este
grupo de litigios.
El procesos de conocimiento o de cognición, es aquel que tiene como objeto una pretensión tendiente a
lograr que el órgano judicial (o arbitral) dilucide y declare, mediante la aplicación de las normas
pertinentes a los hechos planteados y (eventualmente) discutidos, el contenido y alcance de la situación
jurídica existente entre las partes.
La cognición, es un principio universal, y puede definirse como el grado de conocimiento que asume el
juez frente a las situaciones jurídicas que se plantea en los procesos para emitir una declaración de la
voluntad de la ley.
Los hechos narrados por las partes y probados durante la sustanciación del proceso, generan la
formación de conocimientos en la autoridad judicial, algunos con mayor amplitud que otros: Si se
permitiese un proceso sin conocimiento, estaríamos en presencia de una declaración abstracta de
voluntad de la ley.
El Código Procesal Civil en su Libro Segundo, Título IV, Capítulos I, II y III, clasifica los procesos de
conocimiento en :
• Proceso ordinario
• Proceso extraordinario
• Proceso monitorio
Los ordinarios (Arts. 362 y ss. NCPC), soportan dos audiencias (preliminar Y complementaria); los
extraordinarios (Art. 369 NCPC) son resueltos en una sola audiencia; y los monitorios (Art. 375 NCPC),
cuyo principal ejemplar es el proceso ejecutivo, acogen sentencia inicial, postergando la contradicción
del demandado para un momento posterior.
Los procesos ordinarios y extraordinarios, toleran pretensiones de declaración (mera declarativa,
constitutiva o de condena), por las que el juez, adquiere conocimiento de un mayor número de hechos
para declarar el derecho y dar solución al conflicto.
En los monitorios, los hechos se encuentran declarados y acreditados en un título o documento de forma
anticipada, persiguiendo la ejecución de una obligación específica.
La mayoría de los conflictos en materia civil y comercial son planteados siguiendo el proceso ordinario,
ofreciendo mayor seguridad jurídica para el ejercicio de los derechos de los contendientes; en él, los
hechos, medios de prueba, plazos e impugnaciones son más extensos, permitiendo un mayor debate
entre las partes.
1.2.1. Concepto
El proceso ordinario, es aquel previsto para dar solución a controversias que no estén sujetas a un
procedimiento especial; compuesto por una serie de actos debidamente ordenados que finalizan con
una declaración sobre hechos dudosos y derechos contrapuestos.
Su importancia, se refleja en la naturaleza de sus pretensiones, que contienen una gran complejidad y
estimación patrimonial, ventilándose derechos trascendentales que merecen un examen integral e
intenso por parte del órgano judicial, buscando una resolución que alcance valor de cosa juzgada.
El proceso ordinario llamado también de declaración o plenario para algunos autores, es aquel que
busca la solución de un conflicto, basado en hechos, cuya demostración debe producirse para que el
juez cuente con la información histórica y los subsuma en la norma jurídica.
El proceso ordinario, conlleva trámites más extensos, solemnes y formales, otorgando a las. Partes
mejores oportunidades y garantías para la defensa de sus derechos.
Los procesos de cognición, así como el ejecutivo lo es de los procesos de ejecución, y con mayor
amplitud opera el conocimiento judicial, aunque en detrimento de la celeridad y economía en la
tramitación de las causas.
Si bien el juez despliega su actividad durante todo el desarrollo del proceso, será recién en la sentencia
definitiva donde procederá a evaluarla, momento en el que dictará: "La decisión expresa positiva y
precisa, de conformidad con las pretensiones deducidas en el juicio, calificadas según correspondiere por
ley, declarando el derecho de los litigantes y condenando o absolviendo de la demanda y reconvención,
en su caso, en todo o en parte".
1.2.2. Procedencia
El proceso ordinario en su primera instancia, se encuentra estructurado por dos etapas fijas y estables: la
introductiva o propositiva, con actos escritos (demanda, contestación, reconvención y excepciones); y la
oral, mediante las audiencias (preliminar y complementaria).
De todos modos, soporta también otras dos posibles fases posteriores de revisión, desarrolladas a
consecuencia de los recursos de apelación y casación; y la de ejecución, cuando la sentencia impone una
condena de dar, hacer o no hacer, prestación no cumplida por el obligado.
Su estructura ha sido diseñada para dar solución a reclamos de carácter real, personal o sucesorio;
describimos como ejemplos: el mejor derecho propietario; uso nocivo de propiedad; molestias de la
vecindad (construcciones, distancias, excavaciones, plantaciones, luces y vistas); usufructo (extinción,
modificación); servidumbre; evicción y saneamiento; accesión; ocupación; usucapión; reivindicación;
acciones: pauliana, negatoria y oblicua; reconocimiento de obligaciones; daños y perjuicios
(contractuales o extracontractuales); enriquecimiento ilícito; rescisión de contrato; gestión de
negocios ajenos; nulidad y anulabilidad de actos jurídicos; simulación de contrato; nulidad de
testamento; reducción y reintegro de la legítima; declaratoria de indignidad; división y partición (no
voluntaria); colación; nulidad, anulabilidad y rescisión de la división, etc.
El nuevo proceso ordinario, ha filtrado algunas instituciones que se resolvían por esta vía, reubicándolas
en el proceso con estructura monitoria, entre ellas observamos: el cumplimiento de la obligación de dar
bienes (que no sea suma de dinero), la entrega de la herencia, la resolución de contrato por
incumplimiento de la obligación de pago y el cese de la copropiedad (Art. 376 NCPC).
1.2.3. Procedimiento.-
La normativa adjetiva, exige que para acceder a la vía ordinaria, previamente debe ejercitarse tentativa
de conciliación, situación que se constituye en un presupuesto legal y obligatorio bajo pena de nulidad
(Art. 362 par. II NCPC).
Si la conciliación prospera en su totalidad, no habrá litigio, solucionando las partes su conflicto de forma
amigable.
Si la conciliación es parcial, el proceso ordinario dará solución a los puntos no acordados. La omisión de
tentativa de conciliación, faculta al juez a rechazar la demanda y tenerla por no presentada (Arts. 292 y
362 par. II NCPC)
Si, las partes no arribaron a una solución o se concilió parcialmente el conflicto, el. Proceso ordinario se
origina con la presentación de la demanda que estará acompañada del acta y la resolución de tentativa
de conciliación.
La proposición, es dirigida al juez público competente, cumpliendo los requisitos de ley (Art. 110 NCPC);
anexándose también, toda la prueba documental que se encuentre en poder del actor (documentos
procesales y materiales), y proponerse los demás medios de prueba. Presentada la demanda en las
plataformas judiciales.
Es sorteada al juzgado público de turno; los servidores judiciales, reciben y registran el acto en el libro de
causas nuevas y diario, para su posterior ingreso al despacho del juez, quien examina las exigencias de la
demanda y los presupuestos del proceso (existencia y validez).
Si estos fueron cumplidos, admitirá la demanda pronunciando providencia, disponiendo las medidas
cautelares peticionadas, más la orden de citación y emplazamiento al demandado. Por el contrario, si el
juez observa alguna omisión prevista en la ley, concederá al actor un plazo de tres días para que subsane
la demanda; si no es corregida, se la tendrá por no presentada (Art. 113 par. I NCPC). La autoridad
judicial, rechazará la demanda de manera inmediata (in limine), cuando esta fuese manifiestamente
improponible, emitiendo auto definitivo motivado; en este caso, el actor podrá apelar dicha resolución,
la que será concedida en efecto suspensivo (Art. 113 par. II NCPC). Admitido el acto de proposición, el
demandado será citado en el plazo máximo de diez días, siempre y cuando el domicilio real se encuentre
en la jurisdicción del órgano judicial; de lo contrario, el actor solicitará la citación mediante comisión; o
por edictos, si se desconoce el mismo.
Diligenciada la citación bajo las formas de ley, a la parte demandada se le concede el plazo de treinta
días para contestar, reconvenir y oponer excepciones contra la demanda; actos que son interpuestos en
un solo memorial, acompañando los documentos y proponiendo los demás medios de prueba
conducentes a demostrar la oposición y/o su pretensión jurídica (Art. 363 pars. III, IV y V NCPC).
Al analizar los actos de proposición,'' manifestamos que el demandado puede asumir diferentes
conductas, entre ellas:
De igual manera se procede, para la contestación a las excepciones opuestas contra la demanda
reconvencional (Art. 363 par. V NCPC).
Cumplidos los plazos legales, consolidados los actos de proposición y trabada la relación procesal, sin
más trámite, el juez público señala día y hora de audiencia preliminar, la que se realiza en un plazo no
mayor de cinco días (Art. 363 par. VI NCPC).
11.2.4. Rebeldía
Esta institución, es confundida con la omisión de algún acto de las partes; sin embargo, implica la no
presencia del demandado en el proceso.
Comprende la ausencia de la parte demandada en el proceso, ya sea al inicio del mismo o durante el
desarrollo de ciertos actos procesales imprescindibles para el litigio.
Significa entonces, la ausencia del demandado para ejercitar su defensa, al inicio del Proceso o durante
las audiencias, no debiendo discernirse por la falta de algún acto procesal.
La legislación boliviana, no utiliza la figura de la contumacia, aunque muchas veces los jueces emplean
las palabras 'rebelde y contumaz", sin distinguir el espíritu de estas dos instituciones. El apersonamiento
del demandado, puede realizarse sin contestar la demanda, antes de fenecer el plazo (dies ad quem) de
la contestación, evitando en este caso la contumacia; la sanción al emplazamiento, es la rebeldía, por no
asumir la parte demandada la carga de su defensa.
11.2.4.2. Procedimiento.-
Si la parte demandada citada legalmente, no se apersona ante el órgano judicial ni contesta la demanda
en el plazo de treinta días, de oficio o a petición de parte, el juez pronuncia auto de declaratoria de
rebeldía, resolución que es comunicada en su domicilio real, dejando en única vez la cédula
correspondiente. Los demás actos procesales, serán notificados al rebelde en estrados judiciales,
depositando los cedulones en los tableros del juzgado; con excepción de la sentencia, que volverá a
comunicarse en su domicilio real (Art. 364 pars. I y II NCPC).
En consecuencia, el proceso ordinario se desenvuelve sin la presencia del demandado, situación que no
impide el desarrollo de la audiencia preliminar ni complementaria; en las que la parte actora, realizará
sus respectivas actividades, incluida la del desahogo de sus medios de prueba. Pese a su ausencia, se
disponer la ejecución de medidas cautelares hasta la conclusión del litigio (Art. 364 par. IV NCPC).
La no presencia de la parte demandada, genera una presunción simple (iuris tantum) con relación a los
hechos sustentados por el actor, facultando a la parte rebelde apersonarse en cualquier momento de la
instancia y desvirtuar dichas circunstancias (Árt. 364 par. III NCPC). Por el principio de contradicción y
bilateralidad, la parte declarada rebelde puede presentarse al proceso en cualquier estado del mismo, en
audiencia (preliminar o complementaria), apelando la sentencia o en ejecución de la misma, asumiendo
la preclusión de los actos procesales.
La promulgación y vigencia del Código Procesal Civil (Ley 439), permite la solución de conflictos bajo un
sistema ecléctico, es decir, un régimen mixto en el que se ejercitan actos de forma escrita y oral, pero
con predominio de estos últimos, donde la audiencia preliminar absorbe la concentración de una gran
cantidad de actos. Los antecedentes de la oralidad, provienen de legislaciones europeas: en nuestro
continente, el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal Civil ha venido Promocionando el Código
Procesal Civil Modelo para Iberoamérica Con relación a la audiencia preliminar, en la exposición de
motivos del Código Procesal Civil Modelo para Iberoamérica, señalan los autores que la misma es
primera audiencia, dentro del proceso a la que deben comparecer ambas partes y que será presidida por
el tribunal, con un complejo contenido, pero con el fin primordial de evitar el litigio, o limitar su objeto y
depurar el procedimiento
Los principios procesales que sustentan al proceso civil, son la base del ordenamiento jurídico procesal,
distinguiéndose entre principios del proceso y del procedimiento. Los que inculcan la audiencia
preliminar, constituyen un medio eficaz para su desarrollo, y son los que incumben al procedimiento en
particular. El hecho de que la actividad de la audiencia preliminar se sintetice y recopile en actas
suscritas por la o el secretario del juzgado, hace que se constituya en un elemento apreciable para los
controles del órgano judicial, litigantes, abogados y pueblo en general.
Los principios que inspiran la audiencia preliminar, son de carácter procedimental, entre los que se
observa, el de: inmediación, concentración, publicidad y saneamiento.
11.3.1.1. Inmediación
Este principio, es el que acapara la atención para lograr los frutos que se espera de la da preliminar;
promueve el contacto directo y personal entre el órgano judicial audiencia (juez), las partes y las fuentes
de prueba, con objeto de acercarse histórica de los hechos suscitados entre los contendientes.
La audiencia preliminar, precisa ineludiblemente la presencia del juez, quien tiene el deber de dirigirla y
pronunciar resoluciones durante su desarrollo, asumiendo imparcialidad.
El contacto directo (vivencial), Permite a la autoridad judicial escuchar los problemas de las partes; su
primer acercamiento lo realiza atendiendo las ratificaciones de los actos de proposición pudiendo
solicitar el esclarecimiento de situaciones contradictorias o imprecisas.
El juez se entera más sobre ellas, en la nueva tentativa de conciliación, accediendo a percibir cuál es la
posición de cada una de las partes en la sociedad, sus ideas, aspiraciones, etc.
El contacto directo, permite que las partes fundamenten sus posiciones frente al adversario y en
presencia de testigos, peritos y en general ante la sociedad presente en la sala de audiencia, sin reserva
de hechos o procedimientos ocultos.
El juez, durante la audiencia, observará detenidamente rostros, movimientos, tonos de voz, maneras de
expresarse, reacciones y en general todos los gestos de las partes, testigos, peritos y otros sujetos que
intervienen en ella; pautas importantes para delatar al mentiroso o para comprobar la verdad de las
aseveraciones.
Por tanto, la inmediación, se encuentra ligada a los principios de moralidad, lealtad y buena fe procesal,
evitando inconductas procesales (dilaciones de actos, engañosas, fraudes procesales, etc.),
11.3.1.2. Concentración.-
El principio de concentración, accede a que la audiencia preliminar soporte varios actos fundamentales
del procedimiento, aunque tenga que prolongarse por más de una jornada, congregando: ratificación de
actos de proposición, exposición de hechos nuevos (siempre y cuando no modifiquen las pretensiones);
nueva tentativa de conciliación; desahogo de pruebas relacionadas a excepciones o incidentes;
saneamiento; fijación del objeto del proceso; y orden de diligenciamiento de medios de prueba (Art. 366
par. I NCPC).
La concentración, no sólo aglomera los actos procesales en la audiencia preliminar, sino que los
aproxima entre unos y otros en el más breve espacio de tiempo.
11.3.1.3. Publicidad
El principio de publicidad, no se refiere a que las partes conozcan los actos originados por su adversario
o los del juez, sino al conocimiento del público que presencia directa o indirectamente la actividad de la
audiencia preliminar; constituyéndose la sociedad, en un verdadero fiscalizador popular.
El sistema oral, para lograr sus frutos, viene adecuándose a una serie de requerimientos, entre ellos, la
infraestructura en la que deben desarrollarse las audiencias (salas), donde el público (la sociedad en
general y especialmente los estudiantes de la carrera de derecho de la UNSXX ) observarán la actuación
procesal de jueces, litigantes, abogados y otros sujetos coadyuvantes a la administración de justicia.
Solucionados los obstáculos procesales, a partir de ese momento, las partes se abocarán de forma
directa a debatir y a producir los medios de prueba vinculados con las pretensiones planteadas en la
demanda o reconvención, dando paso a la fijación del objeto del proceso.
El proceso por audiencia, ejercita un régimen mixto, ciertos actos se practican de forma escrita pero
predominan los orales, requiriendo para estos últimos la presencia de ambas partes litigantes, con la
finalidad de ser escuchadas y examinadas de acuerdo a su proceder.
La asistencia (de las partes) a la audiencia preliminar, constituye una carga procesal, con secuelas
perjudiciales en el supuesto de la no presencia injustificada; resulta imprescindible el contacto directo
entre las partes, por ser ellas las principales interesadas para la solución del conflicto.
Pueden comparecer a través de representantes, sea por voluntad o por imperio de la ley.
Indudablemente, que las personas colectivas y los incapaces de obrar, ejercerán presencia a través de
sus representantes legales. Las partes en disputa, asistirán a la audiencia preliminar acompañadas de sus
abogados, la no presencia de alguno de ellos, no da lugar a la suspensión de la misma.
Si no justificó su ausencia o no se presentó a la audiencia la parte actora, el juez sin otra actividad
procesal, pronunciará auto definitivo, dando por concluido el proceso sancionado el desistimiento de la
pretensión con todos sus efectos.
Si la inasistencia es de la parte demandada y reconviniente, se tendrá por desistida la pretensión de la
contrademanda, prosiguiendo la audiencia en su ausencia hasta dictarse sentencia; presumiendo por
ciertos los hechos vertidos en la demanda, a no ser que alguno de ellos, haya sido desvirtuado mediante
prueba documental a tiempo del acto de la contestación; o cuando la parte demandada se allanó a los
fundamentos de hecho y de derecho sobre la pretensión del actor (Art. 365 par. III NCPC).
Tema # 1 parte 2
PROCESO EXTRAORDINARIO
Procedencia y procedimiento
La sentencia del proceso extraordinario, sólo alcanza la calidad de cosa juzgada formal
y no material, la parte perdidosa, tiene el señorío de interponer proceso ordinario
posterior para la defensa de su derecho material (Art. 373 par. I NCPC). El proceso
ordinario posterior, no se acumulará al extraordinario.
Interdictos en particular
Fundamentalmente, persiguen evitar que los conflictos se diriman por mano propia,
regulando a tal fin un procedimiento rápido que protege tanto al poseedor como al
detentador. Mediante esta clase de procesos, la ley protege el hecho de la posesión,
independientemente al derecho de propiedad, porque la posesión tiene importancia
desde el punto de vista de la tranquilidad social y por sus efectos prácticos, ya que la
posesión hace adquirir la propiedad de los inmuebles por el transcurso del tiempo, y
otorga la presunción de propiedad de las cosas muebles.
De conservar la posesión
El interdicto de conservar, busca mantener la posesión o tenencia de bienes muebles o
inmuebles, cuando un sujeto intenta mediante ciertos actos usurpar la misma. Para
admitirse la demanda de conservación, deben cumplirse las siguientes características:
✔ La parte actora, tiene que encontrarse en actual posesión o tenencia del bien
inmueble o mueble.
✔ Que una o varias personas suscitaron amenazas o perturbaciones que ponen en
riego la posesión.
✔ Los actos que turban la posesión, deben ser de magnitud.
✔ La pretensión es dirigida contra la persona que injirió las amenazas o
perturbaciones, pudiendo ampliarse a sus sucesores y/o copartícipes de los
actos.
✔ La sentencia estimatoria, ampara y resguarda la posesión del actor, condenando
en costas y multas al o los demandados.
De recuperar la posesión
De daño temido
El interdicto de daño temido, conocido también como daño de obra o cosas viejas, está
destinado a evitar riesgos por el mal estado de un inmueble colindante con el afectado
(casa, edificio, etc.) u otras cosas como (árboles, columnas, letreros publicitarios,
postes eléctricos, etc.). Sus exigencias son:
Al admitirse la demanda, el juez de oficio, dispone inspección del bien o de la cosa con
el fin de asumir medidas que eviten los peligros. Si la urgencia no es manifiesta, se
podrá solicitar la participación de un perito. La sentencia estimatoria, dispone de
acuerdo al peligro, la demolición o reparación del inmueble, columna, pared, etc., o el
retiro de árboles, carteles o postes eléctricos; concediendo al demandado un plazo
judicial para dicho acto.
Desalojo de vivienda
El desalojo previsto en el proceso extraordinario, tiene el propósito de que un
propietario recupere el uso y goce de un inmueble otorgado en condición de
arrendamiento (contrato escrito o verbal) para uso de vivienda (Art. 392 par. III NCPC);
ya que los llamados arriendos por libre contratación (locales de comercio, industrias,
oficinas y otros) adoptan la vía monitoria (Art. 392 pars. I y III NCPC). La pretensión de
desalojo, es interpuesta contra el locatario que usa el inmueble exclusivamente para
vivienda familiar, con el fin de proceder a su desocupación.
Presumimos que el legislador, ha optado por validar las causales que regían en la
anterior normativa, como por ejemplo: la falta de pago de alquileres durante tres meses
vencidos; cuando el propietario necesite el inmueble para vivir, demoler, construir,
reconstruir; cuando el inquilino tuviese casa propia, subalquile, subrogue o diese al
inmueble un uso distinto para el que hubiera sido alquilado; etc. (Art. 623 ACPC).
La llegada del proceso monitorio a la legislación civil adjetiva, invierte aquel orden de
los actos del proceso; es decir, que interpuesta la demanda y sin escuchar al
demandado, el juez pronuncia directamente sentencia (inicial), condenando al obligado
a cumplir su prestación, para que de forma posterior, recién la parte demandada tenga
la posibilidad de oponerse a la pretensión y a la sentencia inicial, permitiéndose
exclusivamente la práctica de excepciones, sin tolerar contestación a la demanda.
En Bolivia, se observa que existieron ciertos procesos con estructura monitoria, como
ser: el proceso coactivo administrativo (1928); el coactivo bancario consagrado por Ley
General de Bancos (1928) y el coactivo fiscal (1977).
El proceso con estructura monitoria, ha sido creado con el objeto de hacer cumplir
obligaciones de dar (sumas de dinero o bienes ciertos y determinados), generados por
actos jurídicos (contratos o títulos), para que de manera rápida y eficaz, el demandante
obtenga un título ejecutorio.
El término monitorio según el Diccionario de la Real Academia Española, deriva del
latín monitorius, y es un adjetivo que significa “que sirve para avisar o amonestar".
Con esta clase de proceso, se persigue el ejercicio del principio de economía procesal,
imprimiendo mayor celeridad en su tramitación y el cumplimiento de la obligación,
evitando procesos declarativos, contradictorios y con amplio debate.
a) que a iniciativa del actor pueda éste obtener en su favor, con la mayor
celeridad posible, un "título ejecutorio"
b) que para lograr ese fin se desplaza la iniciativa del contradictorio del actor al
demandado.
Clases
Documental
Requisitos
Trámite y procedencia
Tampoco la norma, especifica el tipo de resolución judicial que se emite para resolver la
excepción, asumiendo lo dispuesto para el proceso ejecutivo con estructura monitoria
(Art. 383 par. I NCPC); es decir, mediante otra sentencia, designada como definitiva. En
consecuencia, el proceso monitorio es el único que soporta dos sentencias en la
instancia: una inicial y otra definitiva (Arts. 375 par. I y 383 par. I NCPC).
Sólo los procesos ejecutivos, tienen la posibilidad de ser revisados mediante proceso
ordinario posterior (Art. 386 NCPC), pero no los demás monitorios. La sentencia
definitiva que desestime la excepción, podrá ser impugnada de apelación, recurso
concedido en efecto devolutivo; en cambio, si la estima, la apelación adoptará
concesión suspensiva.
⮚ Ejecutivo.
⮚ Entrega del bien.
⮚ Entrega de la herencia.
⮚ Resolución de contrato por incumplimiento de la obligación de pago.
⮚ Cese de la copropiedad.
⮚ Desalojo en régimen de libre contratación.
No concurren otros casos expresamente señalados por ley, debido a que no existe otra
norma que regule al proceso monitorio; con excepción de los previstos en el Art. 388 y
siguientes del Código Procesal Civil.
Tema # 1 parte 4
Concepto
El conocimiento del juez, se reduce al examen del título y de ciertas excepciones que
pudiera oponer el supuesto deudor;
Títulos ejecutivos
Los títulos que traen aparejada ejecución, son en su mayoría extrajudiciales
(convencionales), sólo dos de ellos provienen de actividad judicial: las cuentas
aprobadas y reconocidas por resolución judicial y la confesión de deuda líquida y
exigible ante juez civil público (Art. 379 nums. 4 y 7 NCPC).
Los títulos ejecutivos son hábiles para iniciar la acción que nace de ellos por las
personas que aparecen como acreedores en contra de quienes figuran como
obligados, por la suma que consta en ellos. La existencia del vínculo entre las partes es
un presupuesto básico del título ejecutivo. Por tanto, para que éste sea hábil y traiga
aparejada ejecución debe acreditar por sí mismo que el ejecutante es titular del crédito
que trata de hacer efectivo y que el ejecutado es el obligado al pago.
Debe contener también, la exigibilidad de la obligación; significa, que tenga una fecha
vencida para el cumplimiento de la prestación; con excepción, de la letra de cambio
pagadera a días o meses vista (Art. 544 num. 1 y 545 C.Com).
Procedimiento
Sea cual fuera la suma reclamada, la demanda será dirigida al juez público, quien
verifica con ponderación los requisitos del título ejecutivo, realizando un examen sobre
la liquidez, exigibilidad, lugar de suscripción y cumplimiento de la obligación; los
últimos, con la finalidad de comprobar la competencia territorial con relación a la
prestación (Art. 12 num. 2, lits. b y c NCPC).
Citado el ejecutado de forma legal, dispone de diez dias para oponer en un mismo acto
todas las excepciones conducentes a enervar el titulo y la pretensión, adjuntando los
documentos y proponiendo cierto medio de prueba que respalde el hecho de la
excepción.
Si el ejecutado no opuso excepción, la sentencia inicial adquiere calidad de cosa
juzgada formal, dando lugar a la ejecución forzosa y las medidas previas al remate (Art.
416 NCPC).
A partir del día siguiente de la ejecución de la sentencia inicial o definitiva (en el caso
de excepciones), o del auto de vista en caso de apelación; corre a las partes un plazo
de seis meses para interponer proceso ordinario posterior, siempre que se promueva la
discusión sobre derechos materiales, y no aspectos relativos al proceso ejecutivo.
Excepciones
Las excepciones típicas del proceso ejecutivo que se examinan a continuación, son:
falta de fuerza ejecutiva, falsedad del titulo, inhabilidad en el título, prescripción y
caducidad, pago documentado, compensación de crédito, remisión, novación y el
beneficio de excusión.
Para ser estimada la excepción, la falsedad debe ser visible, clara y material en el
documento (no ideológica), percibiéndose: raspaduras, agregados, sobre lineados,
cambios de: sumas, nombres, fechas, firmas, etc.
a) La negación de la deuda.
b) Cuando el ejecutante, no es el verdadero titular de la obligación.
c) Cuando el ejecutado, no es el legitimo deudor.
d) En caso de que el titulo recae sobre obligaciones de no hacer o de dar cosas
inciertas.
La excepción de inhabilidad es inviable si no se desconoce la deuda. La negativa de
una deuda debe estar seguida de la enunciación precisa y categórica de las
circunstancias de hecho que la motivan, de modo tal de generar en el ánimo del juez la
certeza de que, sin perjuicio de la admisibilidad o no de la excepción de inhabilidad de
título, existan hechos objetivos y ponderables que justifican el desconocimiento como
recaudo habilitante de la defensa interpuesta.
Prescripción y caducidad
Son prescripciones breves, los créditos de maestros, docentes que ejercen enseñanza
por meses; los que tienen internados o establecimientos educativos; de los dueños de
hoteles, hospedajes o alojamientos por conceptos de albergue y alimentos; los
comerciantes de la mercadería vendida; los farmacéuticos por el precio de las
medicinas vendidas y otras obligaciones previstas en la ley, prescriben en un año (Art.
1511 CC). En cambio, los montos de arrendamientos vencidos, las expensas comunes,
los intereses de las cantidades devengadas, de los profesionales por sus servicios y
todo canon que debe pagarse periódicamente por un año o plazos más cortos,
prescribe en el plazo de dos años (Art. 1509 y 1510 CC).
Las acciones para cobro de bonos y de cédulas hipotecarias, prescriben en diez años,
computable desde la fecha de su exigibilidad (Arts. 681 y 688 C.Com). Con relación a
la caducidad, esta se opera sobre derechos generalmente potestativos es decir, que el
acreedor no interpuso la acción ejecutiva en el tiempo estipulado' entre ambas partes, y
no el establecido por imperio de la ley.
Castán y Scaevola citados por Morales Guillen, distinguen la prescripción de la
caducidad; la primera extingue un derecho que se supone abandonado por el titular, su
tiempo de reclamo se encuentra determinado por ley y únicamente puede se; invocado
por el demandado; en cambio, la caducidad, procede de la estipulación voluntaria
prefijada por las partes de la relación material, en derechos determinados llamados
potestativos. El plazo de caducidad ha de tomarse en cuenta por el juez, así su
transcurso se desprende de la exposición del actor o acreedor, su efecto extintivo es
radical y automático. La excepción de caducidad, se plantea cuando se ha previsto
anticipadamente la forma de extinción de la obligación (en la relación material); la
caducidad no puede suspenderse o interrumpirse como la prescripción. Puede ser
observada incluso de oficio, por la sola narración del ejecutante y la respectiva
verificación del documento; esta no implica el abandono del derecho por el titular, sino
la simple falta de ejercicio dentro del término de caducidad fijado por las partes.
Pago documentado
El pago, es la forma más común que extingue las obligaciones, puede ser total o
parcial, teniendo que hallarse documentado para su procedencia.
Debe acompañarse a tal fin el documento original, no pudiendo ser suplido por
fotocopias de éste, por constancias de los libros de comercio, por la invocación de la
entrega de cheques al ejecutante, etc. Tampoco es fundamento suficiente de esta
excepción la existencia de un juicio de consignación promovido por el ejecutado, pues
el pago por consignación sólo puede ser eficazmente invocado cuando ha sido
aceptado por el acreedor o declarado válido por sentencia firme; ni la existencia de un
depósito judicial hecho en calidad de embargo.
Compensación de crédito
Remisión
El fiador simple, puede oponer cualquiera de las excepciones previstas para el proceso
ejecutivo: empero, la excepción propia de este aval, es la de beneficio de excusión.
Este derecho, se justifica, dando a conocer al acreedor los bienes que posee el deudor,
para satisfacer su crédito, pero sin separar definitivamente al fiador simple de su
obligación.
Al ejercitarse la excepción, el fiador debe probar que el deudor principal tiene bienes y
cual es su valor.
Por testamento, la persona dispone que a su muerte, uno de los herederos o el albacea
entregue un bien a favor de un tercero que ha sido beneficiado con un acto de
liberalidad. Por mandato de la ley, están obligados a cumplir la obligación de dar, los
funcionarios públicos que tenían ciertos bienes a su cargo (ejemplo, cuando un notario
es sustituido en sus funciones, tiene la obligación de entregar los libros al designado en
su reemplazo).
Si la obligación nace de una relación jurídica sinalagmática, el actor a tiempo de
interponer la demanda, demostrará que ha cumplido la prestación que le correspondía.
El caso común, se opera en el contrato de compra venta, en el que cada una de las
partes asume una obligación respecto a la otra (obligaciones sinalagmáticas
interdependientes), el comprador asume la obligación de pagar el precio, y el vendedor
el de entregar el bien (al margen de transferir la propiedad). Se da el caso, de que el
comprador haya abonado el precio convenido, y no obstante, el vendedor no hizo
entrega del bien transferido.
Entrega de la herencia
Al fallecer una persona, se origina la apertura de la sucesión (Art. 1000 CC),
provocando la transmisión del patrimonio del causante en favor de los herederos, con
todos sus elementos constitutivos (activo y pasivo), salvo el caso de la aceptación de
herencia con beneficio de inventario (Art. 1031 CC), o la renuncia a la herencia (Art.
1016 CC); supuestos en los que no existe transmisión directa de la herencia.
En los casos corrientes, la sucesión se transmite a favor de los herederos. '' embargo,
cuando uno o varios terceros de forma arbitraria e injusta (sin acreditar derecho alguno)
se encuentran detentando el bien y se oponen a que los herederos ingresen en
posesión efectiva de los bienes sucesorios; entonces, corresponde reclamar vía
monitoria la entrega de la herencia (Art. 389 NCPC).
Vale decir, que si un tercero se encuentra en posesión de un bien que pertenece a los
herederos; el juez, previa demanda monitoria, pronuncia sentencia inicial, obligando al
o los usurpadores a que entreguen el bien. El demandado, citado legalmente, puede
oponer la excepción pertinente, la que será resuelta en audiencia. Si el demandado
exhibe título que demuestra la adquisición legal de la propiedad, acudirá a la vía
ordinaria, ya que ninguna excepción (Art. 394 par. II NCPC) permite oponerse
acreditando derecho propietario.
La resolución de contrato por falta de pago, es una institución regulada por el Código
Civil, procede cuando una de las partes incumple la obligación de pago proveniente de
algún acto jurídico. La parte que ha cumplido su prestación, tiene dos posibilidades de
reclamo: la primera, solicitar la resolución del contrato (con resarcimiento de daño), y la
segunda, pedir el cumplimiento de la obligación dentro de un plazo razonable (Art. 568
CC).
La demanda monitoria, estará precedida de una intimación previa solicitada por la parte
actora, concediendo la autoridad judicial la posibilidad de cumplir con la obligación de
pago en el plazo de diez días (Art. 377 par. II NCPC). No precisará intimación judicial, si
el acreedor solicitó el cumplimiento previo, mediante carta notariada (Art. 570 CC).
Cese de la copropiedad
La copropiedad, puede ser de dos clases: sin indivisión forzosa y con indivisión forzosa
(Arts.167 y 168 CC). La primera, llamada común, en la que dos o más personas
ejercitan derechos de propiedad conjuntamente sobre un bien, que materialmente
puede ser dividido (ejemplo, un lote de terreno de 600 m2.); la segunda (con indivisión
forzosa), dos o más personas ejercitan derechos de propiedad sobre un bien,
impidiéndose su división material (ejemplo, un automóvil), su división hace que pierda
utilidad y valor económico. Otra modalidad de copropiedad, se genera en la propiedad
horizontal, en la que los propietarios de un departamento, piso o unidad funcional, son
al mismo tiempo copropietarios de las áreas comunes del edificio o condominio (Art.
184 y ss. CC).