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Carrera: ABOGACIA
AÑO 2022
Consignas de la actividad:
Respuestas
Cabe destacar que si el juez resuelve más allá de lo peticionado por las partes
dentro de un sistema dispositivo iría en contra del principio de congruencia,
produciéndose así una incongruencia, como por ejemplo resulta configurada
cuando, habiéndose reclamado una suma determinada, la sentencia fija una
menor sin enunciar las razones que justifiquen la reducción (incongruencia infra
petita). Asimismo, transgrede el principio de congruencia el fallo que excede las
peticiones contenidas en la pretensión o la oposición (incongruencia ultra
petita), porque concede más de lo reclamado por las partes. Finalmente, se
halla afectado de incongruencia el fallo que se pronuncia sobre una materia
extraña a la que fue objeto de la pretensión y de la oposición (incongruencia
extra petita), porque concede o niega lo que ninguna de las partes reclamó.
Igualmente, el fallo es incongruente cuando omite decidir sobre alguna
pretensión u oposición (incongruencia citra petita). Para no incurrir en la
incongruencia, el fallo debe adecuarse tanto a la concreta situación de hecho
invocada por las partes como a la imputación jurídica realizada.
Tal es la importancia del principio en cuestión que hasta la Corte Suprema de
Justicia de la Nación ha reconocido la raigambre constitucional del mismo, en
este sentido ha dicho: “El carácter constitucional del principio de congruencia,
como expresión de la defensa en juicio y del derecho de propiedad, obedece a
que el sistema de garantías constitucionales del proceso está orientado a
proteger los derechos y a no perjudicarlos, vedando no sólo el pronunciamiento
sobre peticiones o defensas no postuladas por las partes, sino también la
desviada consideración de hechos conducentes, contenidos en las alegaciones
formuladas por aquéllas en los escritos constitutivos del proceso.”
3- El caso planteado nos dice que: “el actor presenta los alegatos, el
demandado estando notificado deja vencer el plazo sin hacerlo”.
En este caso el demandado deja vencer el plazo para presentar alegatos por lo
que caduca su derecho a presentación en la instancia. La caducidad de
instancia es un modo de extinción de ciertos derechos en razón de la omisión
de su ejercicio durante el plazo prefijado por la ley o la voluntad de los
particulares. La caducidad se diferencia con la perención, ya que esta última es
el aniquilamiento o muerte de la instancia por la inacción en el proceso durante
el tiempo establecido por la ley, de la parte que tenía la carga procesal de
impulsarlo y su declaración se produce por solicitud de la parte. La
prescripción liberatoria es una excepción para repeler una acción por el solo
hecho de que quien la entable ha dejado durante un lapso (de tiempo) de
intentarla o de ejercer el derecho al cual ella se refiere (art. 3949). Transcurrido
el plazo legal de inactividad, prescribe la acción para reclamar, pero queda
subsistente el derecho bajo la forma de una obligación natural. Se puede
concluir diciendo que “las acciones prescriben, los derechos caducan y las
instancias perimen”.
4- Sí, la sentencia representa un título ejecutivo, toda vez que cuando queda
firme, si el demandado no cumple con lo dispuesto por el juez, da lugar a la
ejecución de sentencia, que se hace a través de un juicio de tipo Ejecutivo
Especial, que se encuentra legislado especialmente en el Código, (art. 801 y
sgtes); como tal la misma tiene efecto de cosa juzgada formal, (art 557 del
CPCCN) no causa estado, es decir que quedará siempre a salvo cualquiera
fuese la sentencia, tanto para el actor como para el ejecutado, el derecho de
promover el juicio declarativo que corresponda, sin que puedan volver a
discutirse las defensas sobre las que recayó el pronunciamiento, salvo que se
funden en pruebas que no se pudieron ofrecer en el ejecutivo (art. 557). Por
cierto, con respecto a las defensas no articuladas, estas deben tratarse de
oposiciones que no sean las previstas para el ejecutivo o, si existió una
limitación en la prueba, de tal manera que la negligencia no habilite a utilizar la
vía ordinaria.
Aquí podemos citar como ejemplo, para explicar lo que acabamos de describir,
el caso de un título ejecutivo que podría ser un cheque o un pagaré, el cual fue
firmado por una profesora, en un contexto de enseñanza en la educación
secundaria, más precisamente en una clase de Contabilidad, y que llegó a
manos de alguna persona que valiéndose de ese título ejecutivo, con notoria
mala fe, lo ejecuta (mediante juicio ejecutivo); pero, abriéndose un juicio
declarativo, que es justamente lo que permite conocer la causa válida que da
nacimiento a esa obligación, a través de esa vía se puede probar que si bien
ese documento puede ejecutarse, no se corresponde con una causa válida. No
hace falta esperar la sentencia, si se trabaron medidas cautelares, puede
reabrirse un proceso declarativo, o mejor llamado de conocimiento.