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Universidad Monteávila. Caracas – Venezuela.

Programa de Estudios Avanzados en Arbitraje

Taller: El Acuerdo Arbitral y los Presupuestos Arbitrales

Profesor: Ramón Escovar Alvarado

Ref. Ensayo Final

¿Es posible renunciar al arbitraje si no tengo la capacidad económica para


costearlo?

Actualmente en Venezuela el arbitraje cada día toma más fuerza y es utilizado como el
medio alternativo de resolución de conflictos más idóneo para resolver las controversias que
surgen de las relaciones comerciales entre particulares. Un ejemplo claro de la fuerza que el
arbitraje está tomando en Venezuela es el caso de la pasada sentencia de la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia del 18 de octubre de 2018 que desaplico por control difuso el
artículo 41, literal “j” de la Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso
Comercial, la cual prohibía expresamente el arbitraje privado para resolver los conflictos
surgidos entre arrendador y arrendatario con motivo de la relación arrendaticia.1

Esta decisión del Máximo Tribunal de Venezuela no solo desaplico la norma en cuestión,
sino que la interpretación que se utilizó para llegar a esa decisión fue emanada de un Tribunal
Arbitral mediante un Laudo Arbitral. Con esto queda más que demostrado que el arbitraje en
Venezuela cada vez tiene más peso y es una alternativa para no acudir a la jurisdicción ordinaria.

Ahora bien, teniendo en cuenta que la naturaleza jurídica del arbitraje es un contrato, ya
que las partes se someten a un acuerdo por medio del cual someten el arreglo de sus diferencias a
un árbitro,2 es importante saber que los costos y gastos de un procedimiento arbitral pueden
llegar a ser onerosos, y que al momento de contratar o acordar el arbitraje las partes en muchas

1
Artículo 41, Literaj J. Decreto Con Rango, Valor Y Fuerza De Ley De Regulación Del Arrendamiento Inmobiliario
Para El Uso Comercial
2
Serie Estudios 88, Derecho Procesal Civil Internacional, Pags.698, ss.,Academia de Ciencias Políticas y Sociales
2010, Caracas
oportunidades no tienen el conocimiento de cuanto pueda ser el valor real en caso de llegar a
someter la controversia al arbitraje. Por tal razón, al estar sometidos a un acuerdo arbitral, bien
sea mediante una clausula u otro acuerdo independiente, las partes sustraen la posibilidad de
someterse a la “justicia gratuita” en la jurisdicción ordinaria, limitando los derechos de los
particulares de hacer valer sus pretensiones mediante esta vía.

La Ley de Arbitraje Comercial publicada en el año 1999, en su artículo 5 establece la


definición del acuerdo de arbitraje y a su vez hace referencia que en virtud del mismo, las partes
se obligan a someter sus controversias a la decisión de árbitros y no de jueces, sumándole que
dicho acuerdo es exclusivo y excluyente de la jurisdicción ordinaria. También es necesario hacer
mención que el acuerdo arbitral o acuerdo de arbitraje debe constar por escrito y ser expresión
indubitable de la voluntad de someterse al arbitraje3.

Por lo tanto, queda demostrado legalmente que no puedes renunciar a la jurisdicción


arbitral si tienes un acuerdo o cláusula arbitral, siempre y cuando cumpla con todos los requisitos
o características mínimas para que sea válido. Ahora bien para ir dando respuesta a la
interrogante planteada al principio de este ensayo, haré referencia a dos puntos en particular:

A. De las Instituciones Arbitrales o Centros de Arbitraje

La Ley de Arbitraje Comercial al entrar en vigencia consagró el derecho de las Cámaras


de comercio o cualquier otra asociación internacional, industriales, universidades y demás, a
organizar sus propios centros de arbitraje4, quedando los particulares y privados autorizados
constitucionalmente realizar una actividad en pro de la actividad jurisdiccional.

Actualmente en Venezuela existen los dos principales centros de arbitraje como los son
el Centro Empresarial de Conciliación y Arbitraje (CEDCA) y el Centro de Arbitraje de la
Cámara de Caracas (CACC), los cuales llevan las principales causas arbitrales en la actualidad
y que prestan un servicio a la comunidad para llevar a cabo la función jurisdiccional emanada de
la Constitución Nacional en sus artículos 253 y 258, a través de los árbitros.

3
CONEJERO, Cristian, HERNANDEZ Antonio, MACCHIA Valeria. El Arbitraje Comercial Internacional en
Iberoamerica. Cuatrecasas Goncalvez Pereira. La Ley, España.2009.
4
SAGHY, Pedro. El arbitraje institucional en Venezuela. Editorial Jurídica Venezolana, Caracas.2017.
Los centros de arbitrajes antes mencionados establecen tarifas por los servicios que
prestan dependiendo del valor de la disputa. Estos servicios van desde la utilización de las
instalaciones como proveer la lista de árbitros para tu caso en concreto. Por ejemplo, en el
CEDCA se deberá pagar una Tarifa administrativa por introducción de la demanda y si es
necesario la solicitud de medidas cautelares, se deberá pagar otra tarifa. Todo esto dependerá del
monto total de la controversia.

Ahora bien, la dificultad surge cuando una de las partes al estar sometida a un acuerdo
arbitral debe de forma obligatoria someterse a la jurisdicción arbitral, por lo tanto teniendo que
cancelar los costos o gastos para el inicio y proceso ante la institución o el centro por el cual se
va a llevar a cabo el arbitraje. En muchas ocasiones existen partes agraviadas en las relaciones
contractuales que no poseen el capital o patrimonio suficiente para costear un arbitraje
institucional, y se ven perjudicados a la hora de hacer valer sus pretensiones ya que no pueden
asistir ni a la jurisdicción arbitral por los altos costos ni a la jurisdicción ordinaria debido que
están atados a un acuerdo arbitral exclusivo y excluyente de la misma.

B. Renuncia Tácita al Arbitraje. (Caso: Safec Santander Vs Shell Venezuela


Productos, C.A)

Mediante sentencia de Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, el


26 julio del 2007, estableció que si una de las partes que haya suscrito un acuerdo arbitral o de
arbitraje opta por plantear su controversia ante un Tribunal ordinario competente, y si la otra
parte realizase alguna actuación antes de oponer la cuestión previa de falta de jurisdicción
arbitral (Excepción del arbitraje) se entendería que ha renunciado tácitamente a la jurisdicción
arbitral. 5
Específicamente la sentencia establece dos supuestos de renuncia tacita al arbitraje:

1) “…Se refiere al caso en el cual el demandado, una vez


apersonado en juicio, no haya opuesto la cuestión previa
de falta de jurisdicción, sino que por el contrario haya

5
CONEJERO, Cristian, HERNANDEZ Antonio, MACCHIA Valeria. El Arbitraje Comercial Internacional en
Iberoamerica. Cuatrecasas Goncalvez Pereira. La Ley, 2009. Pags.727.
ejercido defensas de fondo, bien contestando la
demanda, bien reconviniendo.
2) El caso en que el demandado apersonado en juicio haya
opuesto la existencia de la cláusula de arbitraje, pero no
mediante el mecanismo procesal idóneo, el cual es el
ejercicio de la cuestión previa relativa a la falta de
jurisdicción...”

Esta decisión más allá de querer cuestionar el alcance del acuerdo arbitral, lo cual
no interesa, permite la posibilidad que una de las partes o incluso ambas, de alguna manera
pueda acudir a la jurisdicción ordinaria y hacer valer sus pretensiones. En muchas
ocasiones una de las partes no poseen el poder monetario para iniciar un arbitraje o porque
una de las partes simplemente al firmar un contrato con una clausula arbitral desconocía su
alcance y la renuncia a la jurisdicción ordinaria.

Por consiguiente, teniendo en cuenta los argumentos antes expresados a raíz de la


interrogante planteada, considero que debería ser posible renunciar al arbitraje en caso de
que no se posean los medios económicos suficientes e incluso por voluntad de las partes.
En algunas oportunidades las disputas conllevan grandes montos en bolívares o divisas, que
en principio para el cliente pueden llegar a ser un problema debido a que no poseen la
capacidad económica inicial para un arbitraje, ya que deben pagar árbitros, honorarios
profesionales, provisiones de costos, avances de costos dependiendo de la institución
arbitral la cual regirá el arbitraje.

Sumado a lo anterior, el Tribunal Supremo de Justicia expresó que existe una


renuncia tácita a la jurisdicción arbitral, si se realizan actuaciones ante los tribunales
competentes, pero más allá de este planteamiento, el juez que tenga conocimiento de la
causa deberá de estudiar el caso en concreto y tomar en consideración los argumentos de
las partes o una de ellas y decidir al respecto del porque renunciar a la jurisdicción arbitral.

Deninso Márquez
CI.19.671.295

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