Está en la página 1de 10

Tolerancia inmunitaria

La tolerancia inmunológica se define como la incapacidad de producir una respuesta

específica frente a un antígeno, ya sea propio o extraño, inducida por el contacto previo con

dicho antígeno.

Los antígenos que inducen este estado de tolerancia se denominan tolerógenos,

diferenciándolos de los que producen la respuesta inmune (inmunógenos). La tolerancia se

desarrolla de modo natural. Cuando el sistema de autotolerancia falla, (incapacidad para

responder ante las propias células) se produce la aparición de las enfermedades autoinmunes.

La tolerancia se puede desarrollar de un modo no natural, como cuando un animal en

desarrollo deja de responder a sus propias moléculas (autototolerancia). Cuando este sistema

falla, se producen patologías por autoinmunidad. La tolerancia inducida experimentalmente es un

estado de ausencia de respuesta a un antígeno que normalmente sería inmunogénico. Para ello, el

antígeno ha de ser administrado bajo ciertas condiciones.

La tolerancia es un estado adquirido ("aprendido"), no innato, que se induce más

fácilmente en linfocitos inmaduros, que se induce cuando no hay señal coestimulatoria, y que

requiere que el antígeno persista para que dicho estado permanezca.

Esta tolerancia se puede adquirir por una exposición prolongada a una determinada

cantidad de virus o bacterias, y puede mantenerse en el tiempo, incluso tras la desaparición del

patógeno.

La tolerancia inmunológica no es innata, es adquirida. Se induce en las siguientes

condiciones:
 Se da en la época fetal y primeros días de vida.

 Mediante administración de antígenos muy inmunógenos en grandes

cantidades o por medio del tratamiento inmunosupresor.

 Por fallo del sistema de presentación del antígeno por parte de las células

del SFM a los linfocitos T CD4, por la neutralización o ausencia del ligando CD28 (actúa

como receptor celular presente sobre la membrana de los linfocitos T), por fallo de la

segunda señal, o por anomalías de la interacción de CD4 y las moléculas de clase II del

CMH.

 Por supresión periférica clonal de linfocitos T CD4. Los linfocitos B se

vuelven arreactivos cuando se ponen en contacto con el antígeno en una fase de

inmadurez de los receptores.

 Por eliminación de los receptores o las células capaces de reaccionar con

los antígenos propios, en los procesos de maduración de los linfocitos T en el timo o de

los linfocitos B en la médula ósea.

Tolerancia del linfocito T

La tolerancia en los linfocitos T CD4+ cooperadores es una forma eficaz de evitar las

respuestas inmunitarias a los antígenos proteínicos, porque los linfocitos T cooperadores son

inductores necesarios de las respuestas inmunitarias celulares y humorales frente a las

proteínas. Este conocimiento ha impulsado una gran cantidad de trabajos sobre los

mecanismos de tolerancia en los linfocitos T CD4+.


Durante su maduración en el timo, muchos linfocitos T inmaduros que reconocen

antígenos con avidez alta son eliminados y algunas de las células supervivientes de la línea

CD4* evolucionan a linfocitos T reguladores. Este proceso afecta a los linfocitos T

restringidos por las clases I y II del MHC y es, por tanto, importante para la tolerancia en los

linfocitos CD8+ y CD4+. La selección negativa de los timocitos es responsable del hecho de

que el repertorio de linfocitos T maduros que abandona el timo y puebla los tejidos linfáticos

periféricos no responda a los antígenos propios presentes en el timo. Los dos hechos

principales que determinan si un antígeno propio particular inducirá la selección negativa de

los timocitos autorreactivos son la presencia de ese antígeno en el timo, por su expresión

local o por su llegada a través de la sangre, y la afinidad de los receptores del linfocito T

(TCR) del timocito que reconocen al antígeno. De este modo, las cuestiones importantes

relevantes en la selección negativa son qué antígenos propios están presentes en el timo y

cómo son eliminados los linfocitos T inmaduros que los reconocen.

Tolerancia del Linfocito B

La tolerancia en los linfoctos B es necesaria para mantener la falta de respuesta a

antígenos propios independientes del timo, como los polisacáridos y los lípidos. La tolerancia

del linfocito B también interviene en la evitación de respuestas de anticuerpos a antígenos

proteínicos. Los linfocitos B inmaduros que reconocen antígenos propios en la médula ósea

con afinidad alta cambian su especificidad o son eliminados. Los mecanismos de la

tolerancia central del linfocito B consta de 3 procesos:

Edición del receptor.


Si los linfocitos B inmaduros reconocen antígenos propios que están presentes en una

concentración alta en la médula ósea, y especialmente si el antígeno se muestra de una forma

multivalente (p. ej., en superficies celulares), se entrecruzan muchos receptores para el

antígeno en cada linfocito B, lo que envía señales intensas a las células.

Eliminación.

Si la edición fracasa, los linfocitos B inmaduros pueden ser eliminados (es decir,

mueren por apoptosis). Los mecanismos de eliminación no están bien definidos.

Anergia.

Si los linfocitos B en desarrollo reconocen antígenos propios débilmente (p. ej., si el

antígeno es soluble y no entrecruza muchos receptores para el antígeno o si los receptores del

linfocito B reconocen antígeno con baja afinidad), las células pierden su capacidad de

respuesta funcional (anérgica) y salen de la médula ósea en este estado refractario. La anergia

se debe a una reducción de la expresión del receptor para el antígeno, así como a un bloqueo

de las señales producidas por el receptor para el antígeno.

Alergias

Las alergias aparecen cuando el sistema inmunitario reacciona ante una sustancia

extraña (como el polen, el veneno de abejas o la caspa de las mascotas) o un alimento que no

provoca una reacción en la mayoría de las personas.

Tu sistema inmunitario produce sustancias conocidas como «anticuerpos». Cuando

tienes alergias, tu sistema inmunitario produce anticuerpos que identifican a un alérgeno en

particular como dañino, incluso si no lo es. Cuando entras en contacto con el alérgeno, la
reacción de tu sistema inmunitario puede hacer que la piel, los senos paranasales, las vías

respiratorias o el aparato digestivo se inflamen.

La gravedad de las alergias varía según la persona y puede ir desde una irritación

menor hasta anafilaxis (una situación de emergencia potencialmente mortal). Si bien la

mayoría de las alergias no tienen cura, los tratamientos pueden ayudarte a aliviar los

síntomas de alergia.

Causas

Una alergia comienza cuando tu sistema inmunitario confunde una sustancia

normalmente inofensiva con un invasor peligroso. El sistema inmunitario produce

anticuerpos que permanecen alertas con respecto a ese alérgeno en particular. Cuando

vuelves a estar expuesto al alérgeno, estos anticuerpos pueden liberar una cantidad de

químicos del sistema inmunitario, como la histamina, que causan síntomas de alergia.

Algunos de los causantes más frecuentes de alergia son:

Alérgenos aéreos, como el polen, la caspa de mascotas, los ácaros del polvo y el

moho

Ciertos alimentos, en especial el maní, frutos secos, trigo, soja, pescado, mariscos,

huevos y leche

Picaduras de insectos, como las de abeja o de avispa

Medicamentos, en especial la penicilina o antibióticos basados en la penicilina

Látex u otras sustancias que toques, que pueden causar reacciones alérgicas en la piel

Factores de riesgo
Es más probable tengas una alergia si ocurre lo siguiente:

• Tienes antecedentes familiares de asma o alergias, como rinitis alérgica (fiebre del

heno), urticaria o eccema

• Eres un niño

• Tienes asma u otra afección alérgica

Complicaciones

Tener alergia aumenta el riesgo de padecer otros problemas médicos como los

siguientes:

• Anafilaxia. Si tienes alergias graves, tienes un riesgo mayor de tener esta reacción

grave inducida por la alergia. Los alimentos, los medicamentos y las picaduras de insectos

son los detonantes más comunes de la anafilaxia.

• Asma. Si tienes alergia, tienes mayor probabilidad de tener asma, una reacción del

sistema inmunitario que afecta las vías respiratorias y la respiración. En muchos casos, el

asma se desencadena por la exposición a un alérgeno en el entorno (asma inducido por la

alergia).

• Sinusitis e infecciones de los oídos o pulmones. El riesgo de contraer estas

afecciones es mayor si tienes fiebre del heno o asma.

Los síntomas de la alergia, que dependen de la sustancia involucrada, pueden afectar

las vías respiratorias, los senos y fosas nasales, la piel y el aparato digestivo. Las reacciones

alérgicas pueden ir de leves a graves. En algunos casos graves, las alergias pueden
desencadenar una reacción que puede poner en riesgo la vida, la cual se conoce como

«anafilaxia».

Anafilaxia

Algunos tipos de alergias, como las alergias a alimentos y a picaduras de insectos,

pueden desencadenar una reacción grave conocida como «anafilaxia». La anafilaxia, una

emergencia médica que pone en riesgo la vida, puede hacer que entres en estado de choque.

Algunos de los signos y síntomas de la anafilaxia son los siguientes:

• Pérdida del conocimiento

• Caída de la presión arterial

• Grave dificultad para respirar

• Erupción cutánea

• Aturdimiento

• Pulso rápido y débil

• Náuseas y vómitos

La fiebre del heno, también llamada «rinitis alérgica», puede provocar:

• Estornudos

• Picazón en la nariz, en los ojos o el paladar

• Mocos, nariz congestionada

• Ojos llorosos, irritados o hinchados (conjuntivitis)


Una alergia alimentaria puede causar:

• Hormigueo en la boca

• Hinchazón en los labios, lengua, rostro o garganta

• Urticaria

• Anafilaxia

Una alergia por una picadura de insecto puede causar:

• Una zona de una gran hinchazón (edema) en el lugar de la picadura

• Picazón o urticaria en todo el cuerpo

• Tos, opresión en el pecho, sibilancia o falta de aire

• Anafilaxia

Una alergia a un medicamento puede causar:

• Urticaria

• Picazón en la piel

• Erupción cutánea

• Hinchazón en la cara

• Sibilancia

• Anafilaxia

La dermatitis atópica, trastorno alérgico de la piel también llamado «eccema», puede

provocar:
• Picazón

• Enrojecimiento

• Hojuelas o escamas
Referencias

Alergias (Agosto 04 2020) mayoclinic.org Recuperado de: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-


conditions/allergies/symptoms-causes/syc-20351497
Tolerancia inmunitaria. (23 de septiembre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Recuperado

de: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Tolerancia_inmunitaria&oldid=129491320

Tolerancia Inmunologica. (23 may 2018) eusalud.uninet.edu. Recuperado de:

http://eusalud.uninet.edu/misapuntes/index.php/Tolerancia_Inmunologica

También podría gustarte