Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL

ESTADO DE HIDALGO.
Instituto de Ciencias Básicas e Ingenierías.

Licenciatura en Arquitectura

¿ESTOY PELEANDO CONTRA MI CEREBRO?

Presenta: Junueth Isamara Rodríguez Rodríguez


ro476756@uaeh.edu.mx
¿ESTOY PELEANDO CONTRA MI CEREBRO?

El cerebro es como un segundo corazón para el ser humano ya que regula muchísimos de
nuestros comportamientos, nos ayuda a retener información, además de nuestras emociones,
por ello mismo es de suma importancia aprender a explotar la capacidad de uso que le podemos
dar, al igual que estimularlo de manera correcta para obtener resultados positivos.

Como parte fundamental del encéfalo y del SNC (Sistema Nervioso Central), las funciones del
cerebro podrían resumirse en controlar y regular la mayoría de funciones del cuerpo y de la
mente. Este se encarga de funciones vitales, como respirar o regular el pulso cardíaco, pasando
por el sueño, el hambre o la sed, hasta funciones superiores como el razonamiento, la memoria
y la atención.

El cerebro funciona gracias a la transmisión de información entre las neuronas (u otras células
receptoras o efectoras) mediante impulsos eléctrico-químicos. Está transmisión de información
se produce durante la sinapsis. En la sinapsis neuronas y células se ponen en contacto y
mediante descargas químicas e impulsos eléctricos se intercambian neurotransmisores que son
los encargados de excitar o inhibir la acción de otra célula. A través de los botones terminales de
los axones, una primera neurona establece comunicación con las dendritas, el soma o incluso
otro axón de una segunda neurona. Toda esta transmisión de información mediante las neuronas
se hace en cuestión de milisegundos. De manera paralela y coordinada se producen cientos de
conexiones que nos permiten percibir, entender y responder al mundo de forma adecuada.
Recibimos miles de "inputs" (o entradas de información) y generamos miles de "outputs" (o envío
de información) en cuestión de segundos. A pesar de la gran velocidad a la que se suceden todos
estos procesos, las neuronas los llevan a cabo con una gran precisión.
¿Qué es es la neuroplasticidad?
La neuroplasticidad se define de manera general como la capacidad del cerebro para reorganizar
sus patrones de conectividad neuronal, reajustando su funcionalidad. La plasticidad cerebral es
una propiedad del sistema nervioso que persiste a lo largo de la vida y está presente en el
envejecimiento normal, también en el daño cerebral adquirido e incluso en las demencias. El
proceso de neuroplasticidad provoca conexiones neuronales en respuesta a información
proveniente tanto de experiencias ambientales, como de estimulación sensorial o como
consecuencia del normal desarrollo.

La neuroplasticidad de divide en PLP (Potencialización a Largo Plazo) y DLP (Depresión a Largo


Plazo). La primera dando a entender que si una red neuronal se usa continuamente se irá
fortaleciendo, sin embargo la segunda es todo lo contrario, entre menos uso tenga, su
fortalecimiento será muchísimo menor.

Algunos de los principales efectos positivos que tiene la neuroplasticidad en nosotros es el poder
adquirir nuevas capacidades, desarrollo humano, procesos de aprendizaje, mejora en las
capacidades cognitivas y comunicaciones más eficientes entre redes sensoriales motoras, otra
es su ayuda a mejorar su capacidad funcional, detener procesos patológicos, promover la
recuperación de pérdidas sensoriales y mejorar el control motor, la cognición y la memoria del
cerebro adulto y por último la plasticidad cerebral juega un papel relevante en la recuperación
funcional tras una lesión cerebral.

¿Qué son los neurotransmisores?


Los neurotransmisores son sustancias usadas por las neuronas para comunicarse con otras y
con los tejidos sobre los que actuarán (denominados tejidos diana o tejidos blanco) en el proceso
de la transmisión sináptica (neurotransmisión). Los neurotransmisores son sintetizados y
liberados en las terminaciones nerviosas a nivel de la hendidura sináptica. Luego de liberados,
los neurotransmisores se ligan a proteínas receptoras en la membrana celular del tejido diana. El
tejido diana puede entonces excitarse, inhibirse, o modificarse funcionalmente.

De los principales neurotransmisores que producimos son la dopamina cuya función es intervenir
en la motivación y el entusiasmo, garantiza la memorización y el prestar atención. La serotonina
que es la que nos otorga la seguridad, normalmente es conocida como la hormona de la felicidad
y nos provoca además de lo mencionado anteriormente la satisfacción, relajación y eleva los
niveles de concentración y autoestima. La noradrenalina ayuda a que nos comprometamos con
el hacer y poner atención, además de aumentar los niveles de energía y memoria. La acetilcolina
es la responsable del buen funcionamiento de los impulsos nerviosos en el cerebro, mejora el
aprendizaje, la atención y la memoria. La producción de todos estos neurotransmisores se ve
afectada cuando se lleva una mala alimentación, hay una constante exposición a estrés, no una
hueva calidad de sueño y descanso, además del consumo de alcohol, estupefacientes y
fármacos.
Inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la habilidad de percibir, entender, comprender y controlar los estados
emocionales propios y de los demás. En otras palabras se puede decir que existen dos tipos de
inteligencia emocional, la inteligencia intrapersonal e interpersonal, la primera se caracteriza por
la capacidad de entenderse a uno mismo, de apreciar los sentimientos, temores y motivaciones
propias, mientras que la segunda es la capacidad de comprender las intenciones, deseos y
motivaciones de otras personas.

Algunas de las principales características de las personas que tienen inteligencia emocional son:

 Son capaces de reconocer sus sentimientos y los de los demás.


 Expresan correctamente sus emociones y sus pensamientos.
 Son fuertes y no se ofenden con facilidad.
 Reconocen cuando se equivocan y rectifican.
 No buscan la perfección.
 Mantienen una vida saludable
 Logran enfocarse en lo positivo aún en la adversidad.
 Conocen sus fortalezas y debilidades.
 No les asustan los cambios.

La autoconciencia es el escalón de donde parte toda la estructura de la inteligencia emocional, se


trata de la habilidad de reconocer y comprender nuestras propias emociones y cómo estas impactan
a otros. Es el primer paso para generar una introspección de auto evaluación para identificar
aspectos de conducta o emoción en nuestro perfil psicológico que sería positivo cambiar, ya sea
para estar más en paz con nosotros mismos o para adaptarnos a determinada situación. La
autoconciencia también cubre la necesidad de reconocer lo que nos motiva y nos provee de
realización.

Una emoción por sí sola no es algo negativo, lo que pudiera ser disruptivo o detrimental es un mal
manejo de la emoción, para evitar esto existe la autorregulación. Esta se centra en el desarrollo de
la capacidad para manejar sentimientos adversos y adaptarse a cambios. Las personas que dominan
la autorregulación son buenas para la resolución de conflictos, la rapidez de reacción y la gestión de
responsabilidad o liderazgo.

La motivación es una pieza clave para alcanzar nuestras metas. La inteligencia emocional nos da
las herramientas para automotivarnos, con un enfoque a la realización y satisfacción personal,
moviendo a un segundo plano la necesidad de reconocimiento o recompensa externa. Bajo este
contexto, el compromiso que se asume por y para uno mismo es más fuerte que el que depende de
las reacciones y perspectivas de otras personas.

La capacidad de reconocer y entender cómo se sienten otras personas y tomar en cuenta estas
emociones antes de continuar una interacción se conoce como empatía. Esta nos permite
comprender las dinámicas que influencian las relaciones que gestionamos tanto en la esfera familiar,
como la escolar y la profesional.

Para que la empatía cumpla su propósito de relacionarnos mejor, es esencial que vaya de la mano
con un autoconcepto sólido, bien construido y positivo. El autoconcepto es a grandes rasgos la
imagen que tenemos de nosotros mismos. Una percepción individual, generada por la
autoconciencia, de nuestras capacidades, particularidades y demás aspectos que nos hace la
persona que somos.
Las habilidades sociales son la última pieza del rompecabezas, se conforma de los mecanismos
necesarios para entender las emociones de otros, establecer una distancia entre estas y las nuestras
al mismo tiempo que construimos un canal de comunicación para conectar con la gente con la que
interactuamos. En el ejercicio de estas facultades se obtienen habilidades como la escucha activa y
la comunicación asertiva verbal y no verbal.

Conclusión
Después de todo lo dicho anteriormente, sigo en la misma postura, el cerebro es como un segundo
corazón del ser humano, por ello mismo es de suma importancia aprender a cuidar de él y saber
cómo estimularlo para sacarle el mayor provecho. Así mismo tomar en cuenta como muchos de
nuestros hábitos aunque parezca que son correctos o nos benefician en algo es todo lo contrario,
por lo anterior es relevante el hecho de investigar qué hábitos adquirir, que alimentos nos benefician
en algunos aspectos y/o cómo aprender a regular nuestras emociones.
Referencias
 Torres, A., & Laguna, M. (2022, 8 agosto). Neurotransmisores. Kenhub. Recuperado 2018,
de https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/neurotransmisores

 de Medeiros, A. (2018, 4 septiembre). ¿Qué es la neuroplasticidad? - Academia Neurona.


Academia Neurona - Tratamiento de alzheimer y prevención. Recuperado 8 de agosto de
2022, de https://academianeurona.com/neuroplasticidad/
 García-Bullé, S. (2021, 16 julio). ¿Qué es la inteligencia emocional? Observatorio | Instituto
para el Futuro de la Educación. Recuperado 8 de agosto de 2022, de
https://observatorio.tec.mx/edu-news/inteligencia-emocional

También podría gustarte