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Neurociencias y Emociones:

Comprendiendo y Aplicando el
Conocimiento en la Vida Diaria

Nombre estudiante: Sonia Ortiz


Docente: Mario Castro Guerra
Curso: CFG “Neurociencias y Emociones”
Fecha de entrega: 07 de julio
Las emociones desempeñan un papel fundamental en nuestra vida diaria, ya que influyen
en nuestra forma de percibir, experimentar y responder a diferentes situaciones, por lo
que representan una parte intrínseca de nuestra experiencia como seres sociales. Pueden
determinar la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos y con quienes nos
rodean, moldeando muchos aspectos de nuestra percepción y decisiones, por lo que su
impacto dentro de nuestras vidas es más alto de lo que muchos se imaginan. Saber
gestionarlas y reconocerlas nos puede ayudar a cultivar relaciones más sanas y auténticas,
puesto que serán un punto clave en las decisiones que tomemos, de este modo el objeto
de este ensayo es poder vincularlas con las neurociencias, para comprender la razón de la
importancia de estas en nuestra vida cotidiana.

Desde la mirada científica, son muchos los estudios que avalan los beneficios para nuestro
bienestar que aprendamos a gestionar de manera efectiva las emociones que
experimentamos. Tal como mencionamos anteriormente, las neurociencias nos entregan
información valiosa respecto a la neurofisiología de nuestro sistema nervioso, algo
fundamental para que podamos comprender cómo funciona y se desarrolla nuestro
cerebro. Siendo uno de los aspectos más importantes a considerar, la neuroplasticidad, la
cual corresponde a la capacidad o potencial que tiene el sistema nervioso de modificar
tanto sus estructuras como sus conexiones sinápticas, en respuesta tanto a la información
nueva, la estimulación sensorial, el daño o mal funcionamiento de estas. De esta forma,
todos aquellos cambios organizacionales que obedecen a cambios internos y externos
pueden alterar la percepción y la cognición. “La neuroplasticidad es inherente al sistema
nervioso y está en comunión con las visiones localizacionistas y conexionistas de la
comprensión moderna del funcionamiento cerebral” (Neuroplasticidad: aspectos
bioquímicos y neurofisiológicos, 2014)

Si pensamos en nuestras emociones y su origen en nuestros cerebros, no podemos dejar


de pensar en cómo estas pueden afectar en su neuroplasticidad, tenemos que saber que
la influencia del sistema límbico sobre las emociones y motivaciones ocurre parcialmente
por medio de su control sobre las hormonas del cuerpo. Porque ambas cosas tiene una
relación fisiológica que explica el origen de estas. Este es el encargado de poder regular
gran parte de nuestra emocionalidad, siendo el enojo y el temor emociones controladas
por la amígdala, una estructura que pertenece al sistema límbico y encargada de la
percepción de tales emociones y el procesamiento de las memorias emocionales.

Según lo anterior, las neurociencias proporcionan una comprensión científica de cómo


funciona el cerebro y cómo se relaciona con nuestras emociones. Por lo que, si aplicamos
los principios de estas, podemos gestionar nuestras emociones de manera efectiva.
Algunas estrategias basadas en la neurociencia que pueden ser útiles son la
autoconciencia emocional, fundamental para gestionar nuestras emociones. A través de la
atención plena o la práctica de la conciencia del momento presente, podemos desarrollar
la capacidad de observar nuestras emociones sin juzgarlas. Esto implica prestar atención a
las sensaciones físicas y los pensamientos asociados con nuestras emociones. La
neurociencia ha demostrado que, al dirigir nuestra atención a nuestras emociones,
podemos regular mejor nuestras respuestas emocionales, la respiración y la relajación,
que tienen un impacto directo en nuestro sistema nervioso, especialmente en el sistema
nervioso autónomo, que regula nuestras respuestas emocionales. La práctica regular de
técnicas de respiración y relajación, como la respiración abdominal o la relajación
progresiva, puede ayudar a regular nuestras emociones y reducir el estrés. Otra estrategia
es la reestructuración cognitiva, que implica examinar y cambiar los patrones de
pensamiento negativos o distorsionados que pueden contribuir a las emociones negativas.
Al desafiar y reemplazar pensamientos negativos por pensamientos más realistas y
positivos, podemos influir en nuestras respuestas emocionales y promover emociones
más saludables. Las conexiones sociales y el apoyo emocional, también son muy
relevantes a la hora de pensar en nuestro bienestar. Las neurociencias han destacado la
importancia de las conexiones sociales en la regulación emocional. Nuestro cerebro está
diseñado para buscar y mantener relaciones sociales significativas, por lo que el apoyo
emocional de los demás puede tener un impacto positivo en nuestra capacidad para
manejar las emociones. Es fundamental que aprendamos que buscar el apoyo de amigos,
familiares o profesionales de la salud mental, puede brindarnos una perspectiva externa,
validar nuestras emociones y proporcionar estrategias adicionales para la gestión
emocional cuando nos encontramos en dificultades.

Debido a todo lo anterior es sumamente importante recordar que cada persona es única,
por lo que las estrategias de gestión emocional pueden variar en su efectividad
dependiendo de cada individuo. La aplicación de los principios de las neurociencias es un
proceso personalizado y requiere tiempo, paciencia y práctica continua. La búsqueda de
orientación profesional también puede ser beneficiosa para comprender mejor cómo la
neurociencia puede aplicarse de manera individualizada para gestionar las emociones de
manera efectiva.

Para finalizar debemos recalcar que la empatía y la inteligencia emocional son habilidades
fundamentales en nuestras interacciones diarias y en el desarrollo de relaciones
saludables y significativas. Por lo que la importancia de estas habilidades y cómo podemos
cultivarlas nos llevarán a desarrollarnos de mejor manera en todos los ámbitos de nuestra
vida. La primera es la capacidad de comprender y compartir las emociones y experiencias
de los demás, desarrollarla nos permite mejorar nuestras relaciones, ya que fortalece las
conexiones interpersonales, muestra a los demás que nos preocupamos y entendemos sus
sentimientos. Lo que fomenta una comunicación más efectiva y una mayor sensación de
conexión y apoyo mutuo, además fomenta la colaboración, ayudándonos a comprender
las perspectivas y necesidades de los demás, facilitando así la resolución de conflictos y la
colaboración en equipos de trabajo o en cualquier ámbito de la vida.
Terminando, no podemos dejar de recalcar también la importancia de la inteligencia
emocional, que es la capacidad de reconocer, comprender y manejar nuestras propias
emociones, así como las emociones de los demás. Al desarrollar la inteligencia emocional,
podemos autogestionar nuestras emociones, mejorar las relaciones interpersonales al
comprender nuestras emociones y las de los demás, con lo que podemos comunicarnos
de manera más efectiva, resolver conflictos de manera constructiva y construir relaciones
basadas en la empatía y la comprensión mutua.
En resumen, la empatía y la inteligencia emocional son habilidades esenciales para
nuestras interacciones diarias. Al desarrollar estas habilidades, podemos mejorar nuestras
relaciones, promover la comprensión y el respeto mutuo, y cultivar un mayor bienestar
personal y social.

Referencias bibliográficas:
Garcés-Vieira MV, Suárez-Escudero JC. Neuroplasticidad: aspectos bioquímicos y
neurofisiológicos.
- http://www.facmed.unam.mx/Libro-NeuroFisio/06-SistemaNervioso/CNS-
Overview/SistNervioso.html
- https://www.cognifit.com/cl/plasticidad-cerebral

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