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INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS

SUPERIORES DE TAMAULIPAS, A.C.

ESPECIALIDAD:

ENFERMERIA QUIRÚRGICA

MATERIA:

TÉCNICAS QUIRÚRGICAS EN TRAUMATOLOGÍA Y


ORTOPEDIA

DOCENTE:

L.E.E. DANARETZY LEDEZMA

ALUMNA:

L.E. MARÍA DE LOS ÁNGELES PÉREZ GUERRERO

FECHA: 06 de Agosto del 2022


Definición
Una fractura es la solución de continuidad del tejido óseo en cualquier hueso del
cuerpo se produce como consecuencia de un esfuerzo excesivo que supera la
resistencia del hueso, es decir es la consecuencia de una sobrecarga única o
múltiple y se produce en milisegundos. (García Vera & Gópez Palomo, 2014)

Clasificación
En el caso de las fracturas, las clases se hacen atendiendo a diferentes criterios
como la energía disipada en el traumatismo, el mecanismo de producción, el
estado de las partes blandas, la extensión del trazo, la estabilidad de la fractura, la
localización anatómica, etc . El objetivo suele ser definir mejor la fractura de cara a
su tratamiento. Se pueden clasificar las fracturas según:

 SEGÚN LA ENERGÍA DISIPADA EN EL TRAUMATISMO


o Fractura de alta energía: Se refiere a la gran energía cinética del
traumatismo que se va a trasmitir una a la extremidad y por ende al
hueso, por lo que nos vamos a encontrar con importantes lesiones
del hueso y de las partes blandas.
o Fractura de baja energía: No se necesita un gran traumatismo para
producirla. Dos ejemplos: a) Fracturas por estrés o por fatiga: Son
las resultantes de aplicar una fuerza de poca intensidad y
repetidamente ocíclicamente sobre un hueso normal o patológico
o Fracturas patológicas o por insuficiencia: Son las que se producen
sobre un hueso anormalmente débil por una enfermedad
constitucional o adquirida, sin que requiera una fuerza anormal para
producirla.
 SEGÚN LA EXTENSIÓN DEL TRAZO
o
Fractura completa: Es aquella en la que el trazo afecta a todo el
espesor del hueso y periostio.
o Fractura incompleta: Es aquella en la que el trazo no afecta a todo el
espesor del hueso
a) Fisuras: afecta a parte del espesor.
b) Fracturas en tallo verde: típica en los niños, suceden por
flexión en huesos flexibles. Hay solución de continuidad en la
superficie de tensión pero no progresa en la de compresión.
c) Fracturas en rodete: típica de los niños en las zonas de unión
metafiso-diafisarias. El hueso cortical metafisario es insuflado
por compresión del eje vertical.
 SEGÚN EL MECANISMO DE PRODUCCIÓN
o Fracturas por mecanismo directo: Son las producidas en el lugar del
impacto de la fuerza responsable, pueden ser multifragmentarias.
o Fracturas por mecanismo indirecto: Se producen a distancia del lugar
del traumatismo. Las podemos clasificar de la siguiente forma:
o Fracturas por tensión o tracción: debidas a dos fuerzas que actúan
en la misma dirección pero en sentido opuesto, divergentes desde el
hueso. Ejemplos: arrancamientos maleolares, avulsión tuberosidad
tibial anterior
b) Fracturas por compresión: debidas a dos fuerzas que actúan en la
misma dirección pero en sentido opuesto, convergentes hacia el
hueso. Suelen ocurrir en hueso esponjoso como el cuerpo vertebral,
el hundimiento de meseta tibial, etc. Cuando sucede en un hueso
diafisario, el trazo de fractura suele ser oblicuo.
c) Fracturas por torsión: Debidas a una fuerza que ocasiona un
movimiento de rotación del hueso sobre su eje. El trazo suele ser
espiroideo.
d) Fracturas por flexión: Debidas a dos fuerzas de direcciones
paralelas que actúan en el mismo sentido, pero cada una en un
extremo del hueso. El trazo suele ser trasverso o ligeramente oblicuo
y puede existir un tercer fragmento en ala de mariposa.
e) Fracturas por cizallamiento: Son debidas a dos fuerzas paralelas
en sentido opuesto, convergentes hacia el hueso. El trazo suele ser
transversal.
 SEGÚN LA LESIÓN TISULAR
o Fracturas cerradas: No existe comunicación del foco de fractura con
el exterior. Pueden a su vez clasificarse según la intensidad de la
lesión de las partes blandas asociada mediante la clasificación de
Tscherne y Oestern y también la clasificación de la AO.
o Fracturas abiertas: Existe una solución de continuidad en la piel que
comunica el foco de fractura con el exterior. La clasificación más
usada es la de Gustilo y Anderson distingue tres tipos.
 SEGÚN LA LOCALIZACIÓN En los huesos largos distinguimos fracturas
diafisarias, metafisarias y epifisarias. Aquellas fracturas en las que el trazo
afecta o se extiende hasta la superficie articular se denominan fracturas
articulares. En los que están en crecimiento, además, puede haber fracturas
fisarias o epifisiolisis, donde la clasificación de Salter y Harris es la más
extendida (2) y se distinguen 6 tipos de fracturas:
o Tipo I: Consiste en una separación completa epifisometafisaria, pero
sin fractura ósea.
o Tipo II: Es el tipo más común de lesión fisaria. En ella el trazo de
fractura se extiende a lo largo de la placa epifisaria para luego
discurrir hacia la metáfisis originando un fragmento metafisario
triangular.
o Tipo III: El trazo de fractura discurre desde la superficie articular a la
placa de crecimiento para luego avanzar a lo largo de las mismas
hasta la periferia.
o Tipo IV: El trazo se extiende desde la superficie articular a través de
la epífisis, cruza todo el espesor de la placa fisaria y una porción
metafisaria, para acabar finalmente en esta zona.
o Tipo V: Es consecuencia de una fuerza de compresión que produce
un aplastamiento de la fisis.
o Tipo VI: Es una lesión del anillo pericondral de la placa de
crecimiento descrito por Rang.
 SEGÚN LA ESTABILIDAD DE LA FRACTURA
o Fracturas estables: No tienen tendencia a desplazarse una vez se
consigue una reducción adecuada. Por lo general son fracturas
simples con un trazo transversal o con una oblicuidad inferior a 45º.
o Fracturas inestables: Son aquellas que tienen tendencia a
desplazarse una vez se consigue una reducción adecuada o son
plurifragmentarias. Por lo general son fracturas con una oblicuidad
superior a 45º (excepto las espiroideas).

Clasificación de fracturas Gustilo y Anderson

Tipo Tamaño de herida Grado de Daño de las partes Conminución ósea


contaminación blandas
I < 1 cm Mínimo Mínimo Ausente
II 1-10 cm moderado Moderado Moderada
III >10 cm Intenso Intenso Intensa
IIIA Es posible la
cobertura ósea
con partes blandas
IIIB Para cubrir hueso
se necesitan
procesos de
reconstrucción
IIIC Lesión vascular
asociada
Técnica de tratamiento de fracturas

Conseguir que la consolidación ósea se desarrolle correctamente. Lo importante


es la recuperación de la forma y función del segmento fracturado: (las 3 R)
1. Reducción de la fractura: afrontando los extremos fracturados, debemos
mantener la reducción estable
2. Retención, inmovilización o contención de la fractura
3. Recuperación funcional del segmento afectado cuando esta es estable

1. REDUCCIÓN DE LA FRACTURA
El tono muscular lleva siempre el acortamiento de las fracturas, tenemos que
luchar contra el tono muscular para corregirlo. Por lo tanto se trata de corregir los
desplazamientos en:
o Acortamiento: tracción en el eje. En estos casos lo primero que tenemos
que hacer es tirar del fragmento distal sujetando el proximal.
o Traslación lateral: por presión lateral. Para corregirlo debemos empujar
(generalmente sobre el fragmento distal) para afrontar los dos fragmentos.
o Angulación
o Desplazamiento rotatorio: es el más difícil de corregir, sobre todo en el
brazo. Las mal rotaciones son muy mal toleradas y no se corrigen con el
crecimiento. Son visibles por referencias proximales y distales. Es lo último
que se corrige. Todo esto se produce por el tono muscular que tratara de
mantener los fragmentos en la posición previa a la reducción, por lo que
debemos mantener la reducción.
La reducción puede ser:
 Estable: los fragmentos se han enervado y se han corregido las
deformidades hasta unos grados que son tolerables para la consolidación
de la fractura y variables para cada hueso. Si una vez que dejamos de
hacer fuerza se queda enganchada la fractura es estable, si se vuelve a
desmontar (inestable)
 Inestable: en cuanto se dejan las maniobras de reducción la fractura vuelve
a desplazarse (las tracciones musculares sobre los fragmentos por ejemplo,
la diáfisis femoral).
 Imposible: interposición de partes blandas. Necesitará tratamiento
quirúrgico (como la inestable).
2. RETENCIÓN, CONTENCIÓN
 Inmovilización con vendaje blando (con vendas con almohadillado que
mantienen la fractura): clavícula, hombro.
 Yeso circular que inmoviliza la diáfisis fracturada y las 2 articulaciones
vecinas. Usado para antebrazo y tibia. En estos casos hay que sujetar las
dos articulaciones. Por ejemplo en casos de fractura de tibia hay que
inmovilizar también el tobillo. Nunca hay que ponerlo cerrado en las
primeras 48 horas si hay inflamación porque se comprimen las celdas
aponeuróticas y se puede producir un síndrome compartimental.
 La tracción continua, consiste en una tracción del miembro hasta que
consolide la fractura. Busca vencer el tono muscular y reducir los
desplazamientos en el eje: acortamiento, así como las angulaciones y la
rotación. Se puede mantener hasta la consolidación de la fractura. Se pasa
una aguja metálica o de Kirschner por los huesos y se sujetan con un
estribo que es un elemento metálico que tiene forma de herradura donde se
colara el peso. Muy usado en fracturas de fémur en niños (en ellos se hace
sobre partes blandas y sobre los dos miembros) en adultos sobre hueso.

3. REDUCCIÓN
1. Fijación externa Indicada para la inmovilización inicial de las fracturas
abiertas y de las fracturas diafisarias en los politraumatizados muy graves.
La estabilidad depende del montaje del fijador. Las cargas pasan del hueso
al fijador y saltan la fractura volviendo al hueso. El foco de fractura queda
inmovilizado y descargado y permite consolidar fácilmente por la estabilidad
del montaje. Los clavos y la movilización externa tienen que estar cerca de
la fractura La estabilidad depende del montaje del fijador. Pueden ser: 
Fijadores amilanares: en un plano  Fijadores bip lanares: en dos planos 
fijadores trepanares: en tres planos
2. Osteosíntesis:
 Clavos endomedulares: dentro de esto destaca el enclavado
endomedular de G.Küntcher: Es el tratamiento de elección en las
fracturas diafisarias de húmero, fémur y tibia. Se realiza mediante
fresado y bloqueado: se fresa el canal medular para dar un cilindro
uniforme y que haya mayor superficie de apoyo al clavo, ya que solo
sujetan en un punto. Después de esto introduciremos un clavo
endomedular que ocupa el canal medular, será introducido desde
uno de los extremos óseos. Al ocupar el eje mecánico del hueso, el
clavo tiene un menor trabajo mecánico y resiste bien las cargas en
flexión y compresión. El fresado de la cavidad medular sobre una
aguja guía aumenta el área de contacto entre la cortical y el clavo y
así su área de trabajo.
 Placas: Indicadas en las fracturas epifiso-metafisarias y en las
diáfisis de humero, cubito y radio. La compresión que provocan las
placas permite reducir de forma completa la fractura y da la
estabilidad necesaria para la consolidación per primam. Sin
embargo, primero hay que hacer una reducción anatómica para
evitar que aparezca una artrosis posterior, nunca debe quedar un
escalón superior a 2 mm porque provocaría una artrosis precoz. Hay
dos tipos de placas: de compresión y placas bloqueadas.
 Obenques: En fracturas con un componente de tracción divergente
sobre los fragmentos, por ejemplo: rótula, olécranon. El obenque
transforma la tracción en compresión interfragmentaria. (Universidad
Complutense de Madrid, 2014)

Bibliografía
García Vera , J. J., & Gópez Palomo, J. M. (2014). CLASIFICACIÓN FRACTURAS. PRINCIPIOS
GENERALES. Recuperado el 06 de Agosto de 2022, de Sociedad Española de Cirugía
Ortopedica y Traumatología: https://unitia.secot.es/web/manual_residente/CAPITULO
%2047.pdf

Universidad Complutense de Madrid. (18 de Febrero de 2014). Recuperado el 06 de Agosto de


2022, de https://www.ucm.es/data/cont/docs/420-2014-02-18-03%20Tratamiento%20de
%20Fracturas.pdf

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