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DEFINICION: La podemos definir como la interrupción de la continuidad ósea

y/o cartilaginosa, que conlleva a menudo la pérdida de alineación del hueso y


la consiguiente pérdida funcional del mismo.
En el caso de las fracturas, se han clasificado atendiendo a diferentes
criterios como la energía disipada en el traumatismo, el mecanismo de
producción, el estado de las partes blandas, la extensión del trazo, la
estabilidad de la fractura, la localización anatómica, etc .
SEGÚN LA ENERGÍA DISIPADA EN EL TRAUMATISMO
• Fractura de alta energía: Se refiere a la gran energía cinética del
traumatismo que se va a trasmitir generalmente, es momentánea. Y se
acompaña con lesión de partes blandas. Como por ejemplo en un accidente
de tráfico en coche o en moto, caídas de gran altura.
• Fractura de baja energía: No se necesita un gran traumatismo para
producirla.
Dos ejemplos:
a) Fracturas por estrés o por fatiga: Son las resultantes de aplicar una
fuerza de poca intensidad y repetidamente, también por condiciones
excesivas de carga, que con el tiempo van provocando microtraumas y
microfracturas hasta formar en conjunto una fractura por estrés.
De las zonas mas afectadas en este tipo de fracturas es el cuello de los
metatarsianos medios por marchas prolongadas. Estas son típicas en
jóvenes soldados, a quienes la armada les exige caminatas
prolongadas, a las que no estan acostumbrados.
O también fracturas por estres en los deportistas luego de un sobre
entrenamiento como ocurre en las bailarinas o en corredores.
b) Fracturas patológicas o por insuficiencia: Son las que se producen
sobre un hueso anormalmente débil por una patología preexistente,
sin que requiera una fuerza anormal para producirla. Como por
ejemplo debido a tumores primarios o secundarios o por osteoporosis.
SEGÚN EL MECANISMO DE PRODUCCIÓN
• Fracturas por mecanismo directo: Son las producidas en el lugar del
impacto de la fuerza responsable.
• Fracturas por mecanismo indirecto: Se producen a distancia del lugar del
traumatismo. Las podemos clasificar de la siguiente forma:
a) Fracturas por tensión o tracción: Se producen debido a dos fuerzas
que actúan en la misma dirección pero en sentido opuesto divergentes
desde el hueso. Este mecanismo es poco frecuente. Son los
arrancamientos y avulsiones. Por ejemplo: arrancamientos óseos por la
musculatura, en deportistas en los que una contracción muscular
produce un arrancamiento o avulsión de la inserción muscular,
arrancando consigo un trozo de hueso.
b) Fracturas por compresión: Debidas a dos fuerzas que actúan en la
misma dirección pero en sentido opuesto, convergentes hacia el
hueso. Suelen ocurrir en hueso esponjoso como el cuerpo vertebral,
meseta tibial y calcaneo, etc. Cuando sucede en un hueso diafisario, el
trazo de fractura suele ser oblicuo.

c) Fracturas por torsión: Se producen por la aplicación de dos fuerzas de


tracción en sentido inverso en torno al eje longitudinal de la diáfisis
(por ejemplo: cuando el pie está sujeto en el suelo y hay un giro brusco
del cuerpo). El trazo suele ser espiroideo.

d) Fracturas por flexión: En este tipo de fracturas, la fuerza actúa en


dirección perpendicular al eje mayor del hueso y en uno de sus
extremos, estando el otro fijo. El trazo suele ser trasverso o
ligeramente oblicuo y puede existir un tercer fragmento en ala de
mariposa .

e) Fracturas por cizallamiento: Aquí el hueso es sometido a una fuerza de


dirección paralela y de sentido opuesto, originándose una fractura
horizontal o transversal.
SEGÚN LA LESIÓN TISULAR
• Fracturas cerradas: No existe comunicación del foco de fractura con el
exterior y ocurre con integridad de las partes blandas vecinas.
Una clasificación sistemática de fracturas, útil para orientar las posibilidades
terapéuticas y el pronóstico de la fractura y permita la evaluación y
comparación de los resultados de tratamiento en la actualidad es la
Clasificación AO de Müller:
La clasificación se expresa con 5 elementos de un código alfanumérico, como
sigue: Hueso y segmento – tipo y grupo . subgrupo

Los números de los dos primeros cuadros indican la localización (hueso): Los
huesos largos se numeran: • 1 = Húmero • 2 = Cúbito y radio • 3 = Fémur • 4
= Tibia y Peroné.
Por ejemplo si es una fractura del antebrazo del radio, seria 2R
En el siguiente recuadro va el segmento, seguidos por otro recuadro con una
letra que indica el tipo de la fractura:
Cada hueso largo tiene tres segmentos : • 1 = Segmento proximal • 2 = medio
(diafisario) • 3 = distal
Tanto en el segmento proximal como en el distal, distinguiremos 3 tipos de
fracturas: A B C
Si es simple es A
Si es Multifragmentaria es B o C
Si la fx si es multifragmentaria, se tiene que distinguir si es un fragmento en
cuña simple, que seria Tipo B o si es mas compleja seria Tipo C.
Si el tipo de fractura es metafisaria o epifisaria
Se dividen en extra e intraarticulares: A es fractura extraarticular. B es
fractura parcialmente articular O C articular completa.
Por ejemplo en una fractura distal del radio iría quedando
2R3 A que seria extraarticular
Y ya los ultimos 2 recuadros son los grupos y subgrupos que van en orden de
gravedad creciente y que definiran sus características morfológicas y las
dificultades a su tratamiento o pronóstico.
Por ejemplo si es diafisaria multifragmentaria en cuña seria tipo B3
O si es metafisaria extraarticular, simple seria A1, en cuña A2, compleja A3
• Fracturas abiertas: Constituyen una lesión de las partes blandas alrededor
de la fractura y esta a su vez contacta con el exterior. Como estas comunican
con el exterior son un gran factor de contaminación con microorganismos; Es
por esto que constituyen una urgencia absoluta en cirugía ortopédica, ya que
las probabilidades de infección aumentan con el paso del tiempo y también
su alto riesgo de complicaciones. Y pues generalmente ocurren por
traumatismos de alta energía.
La clasificación mas usada para las fracturas expuestas es la de Gustillo y
Anderson:
Grado I: Lesión cutánea de 1 cm o menos, muy limpia. Mínima contusión
muscular. Fracturas transversas simples u oblicuas cortas.
Grado II: Laceración de más de 1 cm de largo con lesión extensa de los
téjidos blandos, colgajos o avulsión. Componente de aplastamiento de
mínimo a moderado. Fracturas transversas simples u oblicuas cortas con
mínima conminución.
Grado IIIA: Herida cutánea de más de 10 cm. Extensa laceración de tejidos
blandos, adecuada cobertura ósea.
Grado IIIB: Extensa lesión de tejidos blandos, exposición ósea. Suele
asociarse con contaminación masiva. Requiere cobertura con colgajo.
Grado IIIC: Es igual a la 3B sumándole una lesión vascular que requiere
reparación.
SEGÚN EL TIPO DE DAÑO
 Fracturas articulares: Aquellas en las que el trazo afecta o se extiende
hasta la superficie articular
 Fracturas incompletas: La línea de fractura no abarca todo el espesor
del hueso, podemos encontrar:
- Fisuras. Que afecta a parte del espesor
- Fracturas en tallo verde: El hueso se fractura pero no llega a separarse en
dos partes. Es típica de los niños.
- Fracturas en caña de bambú: Son fracturas infantiles, aparecen en zonas de
unión entre la metáfisis y la diáfisis. Producidas por una compresión, que por
su mayor elasticidad se deforma y se agrieta y pero no se divide el hueso de
tal forma que en la radiografía adopta el aspecto de una caña de bambú.
 Fracturas completas: Existe solución de continuidad y afecta todo el
espesor del hueso y periostio.
Se pueden dividir:
- Fracturas completas simples: Tienen un trazo único y no hay
desplazamiento
- Fractura completa con desplazamiento. Son las que pierden la alineación
de los fragmentos
Según el eje longitudinal: Diástasis en Rotación ó decalaje, Acabalgamiento
(imagen diafisis femoral)
Según el eje transversal: Desviación lateral, Desviación angular
- Fractura conminuta. El hueso se fractura en dos o mas fragmentos.
CLASIFICACIÓN SEGÚN SU ESTABILIDAD (ESTO NO)
 Estables: Son las que no tienen tendencia a desplazarse tras conseguir
la reducción. son fracturas de trazo transversal u oblicuo, menor de
45º.
 Inestables: Son las que tienden a desplazarse tras la reducción. Son
fracturas con un trazo oblicuo mayor de 45º, excepto las espiroideas.
No hay que olvidar que la estabilidad depende más de las partes
blandas que del plano de fractura.
CLINICA DE LAS FRACTURAS
Los signos y síntomas que se pueden presentar en una fractura serian
 Lesión local por el impacto: hematomas, equimosis
 Dolor intenso
 Inflamación
 Impotencia funcional
 Deformidad
 Movilidad anormal, crepitaciones
 Lesión significativa de tejidos blandos como colgajos, perdida
tegumentaria, etc.
 Actitud de defensa
 Circulación distal disminuida
 Respuesta sensorial distal disminuida
 Hemorragias
ESTUDIOS DE IMAGEN
Es imprescindible para la evaluación de la fractura una exploración
radiológica. Para confirmar el diagnostico y establecer las características de la
fractura. Deben pedirse dos proyecciones, anteroposterior y lateral e incluir
las dos articulaciones adyacentes, para descartar lesiones asociadas. En caso
de dudas puede ser necesario el uso de otras proyecciones o radiografías de
los dos miembros para comparación.
También se realizan tomografías, ya que estas nos permiten identificar
fragmentos intraarticulares que en las radiografías no es posible observar, o
en caso de fracturas conminutas o desplazadas para ayudar en la
planificación del tratamiento quirúrgico.
La indicación para usar la RM es cuando existe la sospecha de lesiones
asociadas en las partes blandas asi como también arteriografías en caso de
lesión vascular.
CONSOLIDACION OSEA
El objetivo del tratamiento de la fractura es la consolidación de la misma, de
forma que se restaure la función mecánica del hueso, es decir, su capacidad
para soportar cargas y mantener la función articular.
La consolidación o reparación ósea primaria ocurre cuando existe un
contacto directo entre los fragmentos de la fractura. Con este tipo de
reparación, no hay evidencia radiográfica de callo óseo. Suele ocurrir
aproximadamente a la segunda semana del traumatismo. Se trata del único
método de reparación cuando hay una fijación con compresión rígida de la
fractura. Esta fijación rígida requiere de un contacto directo de la cortical y
de una vascularización intramedular intacta.
La consolidación ósea secundaria ocurre en el caso de que la fractura sea
inmovilizada pero que quede con cierta libertad de movimiento, como es en
el caso de la inmovilización con férula o yeso, en la fijación externa, asi como
en el enclavado intramedular. Con la formación de un callo óseo que si se
muestra en la radiografía. Cuanto más movilidad tenga el foco de fractura,
mayor cantidad de callo de fractura. Este va a formar un puente externo que
estabiliza la fractura al incrementar el grosor óseo. Se trata del tipo más
frecuente de reparación ósea.
Existen 3 estadios de la consolidación ósea
(a) la fase inflamatoria (10%), (b) la fase de reparación (40%) y (c) la fase de
remodelación (70%).
La fase inflamatoria dura aproximadamente entre una y dos semanas.
Inicialmente, una fractura produce una reacción inflamatoria. El incremento
de vascularización que acompaña a la fractura provoca la formación de un
hematoma, que pronto será invadido por células inflamatorias. Estas células,
incluyendo los osteoclastos, limpian el tejido necrótico y preparan el terreno
para la fase de reparación.
La fase de reparación normalmente dura varios meses. El hematoma de la
fractura es invadido por condroblastos y fibroblastos, que forman la matriz
del callo. Inicialmente, se forma un callo blando. Los osteoblastos son
entonces los responsables de la mineralización de este callo blando,
convirtiéndolo en un callo duro de tejido esponjoso e incrementando la
estabilidad de la fractura. Este tipo de hueso es inmaduro y frágil a la torsión,
por lo que no puede ser sometido a estrés. Radiográficamente, la línea de
fractura comienza a desaparecer.
La fase de remodelación, que requiere de meses hasta años para
completarse, consiste en una actividad osteoblástica y osteoclástica que
provoca el reemplazamiento de un hueso esponjoso inmaduro y
desorganizado, por un hueso lamelar organizado que añade más estabilidad
al foco de fractura.
El hueso responde a sus características de carga de acuerdo a la ley de Wolf
durante la fase de remodelación. Esta fase tiene una relación con la demanda
funcional a la que el tejido óseo es sometido. Por ejemplo en una persona
que realiza actividad física constante, la remodelación ósea estará más
centrada en la formación ósea, en comparación con una persona sedentaria,
el balance de la RO estará cargada mas hacia la resorción de hueso, lo que
significara que tendrá menor densidad ósea.
Esto lo explica la ley de Wolff
Que dice que la forma y la estructura interna de un hueso se adapta a la
función y a las necesidades mecánicas a las que estos se sometan:
Julius Wolff (1836 – 1902) decía que la orientación en que se encuentran las
trabéculas del tejido esponjoso de los huesos no es arbitraria sino que se
encuentra ordenada de cierta manera en que las líneas vectoriales puedan
soportar cargas y si éstas son lesionadas se producen alteraciones
funcionales.
Osea que la estructura interna y la densidad del tejido óseo se regulan para
controlar el peso del cuerpo y las solicitaciones mecánicas, manteniendo la
rigidez adecuada que evite su fractura.
Así, se produce la remodelación osea según las tensiones percibidas por los
osteocitos, modificando su densidad y su porosidad, por eso las áreas que
soportan mayores tensiones o cargas presentan mayor densidad ósea o una
cortical más gruesa. La remodelación elimina el hueso que está
insuficientemente solicitado y repara al hueso sobrecargado que sufre
microfracturas. Es por esto que con la edad, como se disminuye la actividad
física y la contracción muscular, va a ir disminuyendo la densidad ósea.
En fisioterapia en px que tuvieron una fractura, colocar la tensión especifica
en dirección específica puede ayudar a ese hueso a que se remodele y pueda
volver a ser un hueso sano mediante ejercicios adecuados que agreguen
estrés y cargas específicas de forma gradual y progresiva al hueso lesionado
para ayudarlo a adaptarse a que pueda tolerar cargas y tensiones a largo
plazo, respetando claro el tiempo de inmovilización y reparación del tejido
óseo.
COMPLICACIONES DE LAS FRACTURAS
Hay un gran número de complicaciones asociadas a las fracturas, muchas de
las complicaciones generales están relacionadas entre sí, pudiendo conducir
unas a otras.
1: COMPLICACIONES GENERALES:
ƒ Shock postraumático ( hipovolémico, cardiogénico, neurogénico o séptico)
ƒ Trombosis venosa profunda y sus complicaciones, especialmente la embolia
pulmonar
ƒ Coagulación intravascular diseminada
ƒ Síndrome de embolia grasa
ƒ Síndrome de dificultad respiratoria del adulto
ƒ Fracasos multiorgánicos y multisistémico
ƒ Tétanos
ƒ Complicaciones psiquiátricas
2. COMPLICACIONES LOCORREGIONALES
ƒ Lesiones vasculares, nerviosas y musculotendinosas
ƒ Síndrome compartimental
ƒ Infección de partes blandas, osteomielitis y artritis sépticas
ƒ Alteración del proceso de consolidación
ƒ Consolidación en mala posición
ƒ Alteración del crecimiento en longitud de los huesos por lesión fisaria
ƒ Necrosis avascular
ƒ Rigidez articular
ƒ Artrosis postraumática
ƒ Osificación periarticular postraumática (miosistis osificante)

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