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FRACTURA)
INTRODUCCIÓN
CONCEPTO
Los extremos fracturados producen una lesión de las partes blandas lo que se aumenta por el
proceso de implosión de la fractura.
Cada una de estas partes está formada por un tipo diferente de hueso en función de las fuerzas
que debe soportar (fig 1):
Periostio: Es una membrana de tejido conectivo que envuelve la zona diafisiaria. Su grosos
va disminuyendo con la edad y es el responsable del crecimiento en diámetro de la diáfisis
del hueso. Se encuentra muy vascularizado y posee una gran cantidad de células
multipotenciales ca paces de diferenciarse en osteoclastos, según sea necesario.
Hueso esponjoso
Este tipo de hueso se encuentra sitúa principalmente en las epífisis de los huesos largos así como
en el interior de los huesos planos aparentemente se encuentran desorganizado con una
estructura similar a la de una esponja fig1 sin embargo, las trabéculas óseas se disponen creando
arcos de fuerza, semejantes a las estructuras arquitectónicas existentes en catedrales y ojos de
puentes, con el fin de resistir más eficientemente las cargas que deben soportar las epífisis, a
diferencia de las diáfisis en las que las cargas son casi siempre paralelas al eje longitudinal del
hueso, en el caso de las epífisis las cargas pueden cambiar.
La dirección de las fuerzas que soportan los cóndilos de una articulación varía según la extremidad
se encuentre en flexión o extensión por lo cual la estructura del hueso se ha modificado para
poder amortiguar esta variación de cargas. Fig 2
El hueso esponjoso sirve también como zona de protección para las células hematopoyéticas.
El hueso esponjoso y el hueso cortical están sometidos a cargas durante toda la vida, durante toda
la vida tienen que sufrir un esfuerzo mecánico.
FRACTURA CERRADA
Es la fractura en la cual los fragmentos están rodeados de músculos y piel, no hay heridas, y no
comunica con el medio exterior.
Esta “cerrada” a la contaminación potencial microbiana externa por la presencia de una piel
intacta. Siendo otros factores iguales, una fractura cerrada es mucho menos probable que se
infecte que una que se encuentra abierta a la atmosfera.
FRACTURA ABIERTA
Una fractura abierta es aquella que se ha fracturado a través de la piel y, por ello, se asume como
potencialmente infectada; la mayoría contienen gas (Fig 2-65, A, B)
Es la fractura con comunicación con el medio exterior, no importando el tamaño de la herida. Si hay
comunicación con el exterior, se considera fractura expuesta, existiendo un gran potencial de
contaminación.
COMPLETA
Son aquellas en las que hay una pérdida de continuidad completa del hueso y se pueden clasificar
según la forma o la dirección que muestre la línea de la fractura.
Transversa: La línea de fractura es transversa al eje longitudinal del hueso. Pueden ser
rugosas o lisas o pueden ser dentadas en la superficie de la fractura. Son causadas por
fuerzas de doblamiento. Las rugosidades simplifican el alineamiento anatómico y aumenta
la seguridad de la estabilidad rotacional una vez que se ha reducido. Una vez reducidos los
fragmentos, el cabalgamiento no vuelve a producirse.
El ángulo de la línea de la fractura es transversa con respecto al eje del hueso, la superficie
de la línea puede ser línea, rugosa o denta. Estas fracturas son caudadas por las fuerzas de
doblamiento
El angulo es igual o mayor a 30 grados con respecto al eje del hueso este tipo de fracturas
son resultado de fuerzas de doblamiento y compresión axial.
La línea de fractura es espiral, a lo largo del eje longitudinal del hueso tienden a tener salientes
óseas por lo que se acompaña con frecuencia de trauma en tejido blando o exposición al medio
ambiente este tipo de fractura es resultado de una torsión.
Una fractura espiroidea es aquella que gira a lo largo del eje largo del hueso, escribiendo una
espiral completa o parcial (Fig 2-70)
Fractura conminuta: Implica almenos tres fragmentos; la línea de fractura en cada
fragmento puede ser transversa, oblicua o en espiral. Estas fracturas son causadas por
traumatismos graves como accidentes automovilísticos.
Se compone de tres o más fragmentos y a menudo se asocia con mal alineamiento y desaposicion
(Fig 2-43)
Esta fractura implica a lo menos tres fragmentos de fractura, uno de los cuales esta
completamente separado. Las líneas de fractura se interconectan y pueden ser transversas,
oblicuas o espirales. Son causadas por alta energía, típicas de accidentes automovilísticos. Son
difíciles de reducir y fijar porque no tienen estabilidad inherente. Se requiere de una constante
tracción y alineación
Fractura en cuña. Es una fractura multifragmentaria con algún contacto entre los
fragmentos principales después de la reducción.
Fractura múltiple o segmental: Esta es una fractura con tres o más fragmentos en un
hueso y no hay conexión entre la línea de la fractura el termino de fractura múltiple se una
cuando hay dos fracturas independientes que afectan al mismo hueso. Como ejemplo
puede ser una fractura en la parte proximal del hueso y otra en la parte distal.
La presencia de dos o más secciones completas en un mismo hueso es lo que se denomina fractura
segmental o menos comúnmente fractura múltiple (Fig 2-67)
INCOMPLETA
Implica que el hueso no ha perdido completamente su continuidad, alguna porción del hueso
permanece intacta.
Se caracteriza por una línea de fractura parcialmente visible, pero sin desplazamiento claro de los
fragmentos. (Fig 2-60)
Fractura en tallo verde. Usualmente vista en animales jóvenes. Por lo general el lado que
recibe la fuerza permanece intacto y el lado contrario se fractura. El hueso no se acorta,
pero puede sufrir deformación en su eje en el punto de la fractura.
Las fisuras se forman en una corteza del hueso y la fractura está rodeada por periostio intacto el
hueso puede tener línea de fisura simple o múltiples de cualquier configuración (transversa,
oblicua, espiral, longitudinal o radial desde un punto central). La fractura en rama verde presenta
como característica que el hueso mantiene su forma normal)
Se dan en huesos largos inmaduros y se caracteriza por una línea de fractura indistinguible o casi
indistinguible y la separación de una sola cortical (Fig 2-49).
Fractura depresión. Fracturas depresión representan áreas en las cuales varias líneas de
fisuras interceptan. Si la fuerza que las causó es suficiente, el área puede deprimirse en
dirección de las fuerzas. Ocurre generalmente en el maxilar o áreas de los huesos frontales
de la cabeza.
La fractura por depresión comprende zona en donde múltiples fisuras se intersecan. Si se imprime
suficiente fuerza pueden causar depresión del hueso. Estas fracturas ocurren principalmente en
calvarium, en el maxilar y en el hueso frontal.
Ocurre cuando una porción del perímetro óseo se dirige hacia una cavidad adyacente las fracturas
de cráneo y facial a menudo son de este tipo, con porciones de maxilar que se dirigen hacia la
cavidad nasal o hueso frontal desplazándolo hacia el seno subyacente (Fig 2-47)
Fractura fisura. Generalmente la fisura se forma en una cortical y el periostio que la cubre
está intacto. Pueden ser simples o múltiples líneas de fisuras de cualquier configuración. El
hueso debe mantener su forma normal.
Se puede clasificar una fractura según su localización con relación a un hueso específico. Esta no
indica sí la fractura es abierta o cerrada, tampoco indica el tipo de fractura: transversa, oblicua,
espiral u otras. Los sistemas de clasificación ya sea por Tipo o Localización son compatibles y
deben ser usados juntos.
Fisaria (epifisial) o de salter- Harris: Este tipo de fracturas se presenta en pacientes cuyo
esqueleto esta inmaduro.
Esta fractura ocurre en animales inmaduros durante el tiempo en que la placa epifisial permanece
abierta y cartilaginosa. Ocurre a través de la zona de células cartilaginosas hipertrofiadas. Se debe
mencionar si es una fractura de placa epifisial proximal o distal. La mejor manera de clasificar una
fractura de placa epifisial incluye la forma y severidad de ella, utilizándose para la descripción el
método de Salter-Harris, que se utiliza para todas las especies.
En los animales maduros cuando las placas de crecimiento se encuentran cerradas, esta fractura
se denomina fractura de físis.
Fracturas epifisiarias: En el animal maduro con las placas de crecimiento cerradas, las
fracturas de la epífisis son nominadas fracturas epifisiales. Se debe incluir si ellas son
proximales o distales.
La placa de crecimiento puede tener varios tamaños y formas algunas como las de fémur distal
están compuestas de un agregado de cuatro laminas y huecos individuales alineadas bastamente
en un cuadro (Fig 2-50 A). En cambio, la placa de crecimiento del radio distal se compone de un
único elemento grande en forma de nube (Fig 2-50 B), mientras que la del cubito distal es
característicamente cónica (Fig 2- 50 C).
Las fracturas de la placa de crecimiento no deben confundirse con centros de crecimiento
accesorio que pueden ser muy variables especialmente en cachorros jóvenes y en los que la placa
de crecimiento está creciendo cambiando de forma, asumiendo nuevas posiciones y fundiéndose
con los huesos adyacentes (Fig 2-51 A-C). Estructuralmente más débil que el hueso formado la
placa cartilaginosa de crecimiento es susceptible a las lesiones. Tradicionalmente la lesión en la
placa de crecimiento ha sido radiológicamente descrita empleando una clasificación quirúrgica
desarrollada por el traumatólogo de pediatría (Salter y Harris); esta clasificación se centra en el
pronóstico relativo al tipo específico de fractura. En radiología en cambio la focalización es
completamente anatómica.
Tipo II: Se fractura una esquina del hueso metafisirario, con desplazamiento de la epífisis
respecto de la metafisis en la placa de crecimiento.
Son fracturas a través de la placa de crecimiento y una pequeña porción o esquina de la metáfisis
se fractura y se desplaza junto con el desplazamiento de la epífisis.
Como la tipo I pero también incluye un pequeño fragmento metafisisiario de forma triangular fija.
Tipo III: La fractura se localiza a través de la epífisis y parte de la placa de crecimiento, pero
la metafisis está intacta.
Son fracturas a través de la placa de crecimiento, y a través de la epífisis, pero la metáfisis no está
afectada. Generalmente comprometen la articulación.
Fractura de orientación vertical que deriva en la separación parcial de la palca de crecimiento y la
epífisis subyacente separada de la metafisis adyacente.
Tipo IV: Esta fractura se localiza a través de la epífisis, placa de crecimiento y metafisis,
pueden observarse varias líneas de fractura.
Son fracturas a través de la epífisis, cruzan la placa de crecimiento y comprometen la metáfisis,
también son fracturas articulares.
Como la tipo III peor también incluye un fragmento metafisiario grande.
Fractura metafisiaria: En este grupo se incluyen cual quiera de las fracturas en la metafisis
de los huesos largos.
Cualquier fractura dentro de la metáfisis anatómica de un hueso largo se refiere como una
fractura metafiseal. Para clarificar más la clasificación, esta debe incluir el término proximal o
distal.
Fracturas condilares: Son fracturas que se localizan en los extremos distales del humero o
el fémur o en la tibia proximal. Dependiendo del cóndilo afectado, pueden ser mediales o
laterales, y el caso que se involucren ambos cóndilos, se denominan supracondilares o
intercondilares, con líneas de fractura en V, Y o T (Figura 3-4)
Las fracturas condilares ocurren en animales adultos y afectan las terminaciones distales del
húmero o fémur o la tibia proximal. Ya que el cóndilo esta anatómicamente compuesto de
metáfisis, físis y epífisis, este sistema de clasificación descriptivo es usado a cambio de los otros
tres. Las fracturas condilares son mejor definidas como mediales o laterales. Si ambos cóndilos
están fracturados y separan el hueso como unidad, la fractura es denominada supracondilar.
Ambos cóndilos pueden fracturarse desde la caña y desde el otro. Esta es una fractura
supracondilar/ intercondilar y puede ser clasificada como una fractura V, Y o T para describir mejor
la forma de la línea de la fractura. Si compromete las superficies articulares, cualquier fractura
reflejará un potencial problema.
Fracturas de letras: Reciben este nombre por similitud con ciertas letras del alfabeto,
específicamente, la T, la Y y la V. Generalmente se observan el humero distal de los
animales inmaduros y pueden afectar a la placa de crecimiento. Es incluso mas importante
que estas fracturas se extienden al interior de una o ambas articulaciones del codo (Fig 2-
62)
Una fractura articular es aquella que afecta a una o más articulaciones (Fig 2-36), estas lesiones
pueden llevar a osteoartritis si la superficie articular afectada no se repara. Esto es especialmente
cierto si existe esguince concurrente, lo cual compromete aún más la armonía articular. En perros
y gatos inmaduros la fracturas articulares se observan más frecuentemente en el humero y en el
fémur distales (Fig 2-37 a 2-39). Los animales maduros por otro lado, son más propensos a sufrir
fracturas articulares en el carpo y en el tarso.
Se encuentras dos tipos:
Fractura por avulsión: Son fracturas causadas por contracción muscular y que tienden a
desplazarse en dirección del musculo que causo el daño.
La avulsión se refiere a una fractura de etiología intrínseca, generalmente causada por contracción
muscular. Las prominencias que se fracturan son usualmente centros separados de osificación.
Esta fractura se clasifica según la prominencia que se fractura, como por ejemplo avulsión del gran
trocánter. Se tienden a desplazar en dirección del músculo que la tracciona. La reducción es difícil
y requiere de una constante tracción o fijación interna.
Las fracturas avulsión del ligamento cruzado anterior suelen ser bastante pequeñas y en algunos
casos casi invisibles aun así ocasionalmente las fracturas por avulsión de la tibia (con ligamento
cruzado fijado) son lo suficientemente grandes como para ser reducidas quirúrgicamente. Los
sesamoideos normales algunas veces se confunden con fracturas por avulsión u otros tipos de
enfermedades articulares. Este tipo de error diagnostico puede evitarse conociendo donde se
suelen localizar estos sesamoideos (Tabla 2-3)
Fractura – dislocación: Son fracturas que provocan inestabilidad articular ya sea por
subluxación o por luxación de la zona afectada.
La fractura – dislocación describe una fractura articular que produce inestabilidad articular
suficiente para que resulte en una sub luxación o luxación simultánea de la articulación afectada.
Se debe describir bien que hueso esta fracturado y que hueso esta dislocado.
Fracturas patológicas
Las fracturas patológicas son las consecuencias de una enfermedad ósea o sistémica y con
frecuencia con solo el peso del paciente se provoca la lesión. Los tipos de patologías osea son:
Neoplasias
Quiste óseos
Hueso osteoporico secundario depresión mineral extensa como resultado de
hiperparatioidismo nutricional.
Osteomielitis bacteriana o fungica
Debilitamiento del hueso por fijación externa prolongada o remoción de implante internos
rígidos
(Fig 3-5)
Cualquier hueso puede estar afectado y se deben tomas las medidas necesarias para tratar la
enfermedad primaria para después poder atender la fractura.
(Fig 2-61)
Es aquella en la que el hueso es obligado a doblegarse hacia sí mismo, haciendo que este parezca
más pequeño de lo normal. Las fracturas por compresión son más comunes en las regiones
espinales toracolumbar y lumbar de perros y gatos (Fig 2-44)
Fractura por aplastamiento: Suelen verse en series por ejemplo dos o más de los huesos
metacarpianos o metatarsianos la mayoría son resultados de la caída de objetos pesados
encima de la parte distal de las extremidades o por quedarse enganchada una extremidad
en una puerta. Los perros ocasionalmente pueden quedarse con una de sus extremidades
atrapadas en cepos de casa, en cuyo caso la fila entera de metacarpianos o metatarsianos
se rompen por el mismo lugar (Fig 2-46 A, B)
Fracturas por Stress
Las fracturas por estress (también denominada fracturas de marcha, como en soldados en marcha)
son lesiones raras en perros que parten de un hueso estresado de forma repetida, generalmente
en el contexto de sobre entrenamiento o exceso de trabajo. Como en personas las fracturas de
estrés son más probables en perros jóvenes. Se han descrito fracturas bilaterales por estrés en el
cubito distal de un cachorro gran danés.
Como su nombre lo indica esta fractura está provocada por balas, en el caso de las
articulaciones es importante determinar si existen fragmentos articulares que pueden
provocar lesiones aparte de la capacidad lesiva obvia de estos sujetos las (Fig 2-53 a 2-57)
muestran varios ejemplos por arma de fuego en perros y gatos.
CASO CLINICO
Historia clínica
RESEÑA
Nombre: Lucky
Sexo: Macho entero
Edad: 8 meses
Raza: Beagle
Peso: 11,9 kg
Color: Tricolor
Vacunas: Al día
Desparasitaciones: Al día
SIGNOS CLINICOS:
Paciente no apoya miembro pelviano izquierdo.
inflamación severa del miembro.
Dolor en la zona
Rx:
Ya cerro placas de crecimiento.
Zonas enfisematosas, si puede llegar a ser abierta por el hecho de que tiene zonas
enfisematosas que pueden sugerir que hay un trauma abierto.
Vista ventrodorsal
Vista craneocausal
PLAN TERAPEUTICO:
El paciente sigue con dolor por lo que se valora a través de escala Glasgow: tipos de respuesta
motora y su puntuación, por lo que continua con bastante dolor, completándose las dosis de
morfina a 1,5 mg/kg y manejo de metamizol o dipirona como coadyuvante analgésico central.
Se le deben hacer paños de sulfato de magnesio, paños de agua tibia, paños de agua fría para
desinflamar ya que el miembro se encuentra severamente inflamado, pudiendo generar un
síndrome compartimental del miembro.
Qx: Abordaje quirúrgico con una placa bloqueada, placa norma o de fijación externa
dependiendo lo que determine el propietario (No se realizó debido a que el propietario
decide llevarlo a otra clínica)
La inflamatoria. En la cual se forma un coágulo que junto con el material lesionado desencadena
una respuesta inflamatoria con exudación, vasodilatación, presencia de leucocitos
polimorfonucleares y macrófagos.
Es el daño de los tejidos adyacentes al hueso concurrente con la fractura (Fig 3-2). Consiste en la
formación de un hematoma intramedular. Esta lesión vascular priva a los osteocitos de su vía de
nutrición, lo que les provoca la muerte y deja los extremos de la fractura sin presencia de células
vivas. Las células muertas o lesionadas pasan a forman parte del material necrótico localizado en
el foco fracturaría, El hematoma y la lesión de los osteofitos desencadenan una reacción
inflamatoria q y libera mediadores de la inflamación, (Estos mediadores son pequeñas
moléculas que consisten en lípidos (prostaglandinas, leucotrienos y tromboxano), aminoácidos
modificados (histamina, serotonina) y pequeñas proteínas (citoquinas, factores de crecimiento,
interleuquinas...) que representan información específica destinada a las células capaces de
utilizar esta información gracias a la presencia de receptores específicos en su membrana
plasmática. Los mediadores de la inflamación son de origen plasmático (sintetizados por el
hígado) o celular)
Histamina y serotonina son las dos principales aminas vasoactivas, llamadas así por su
importante acción sobre los vasos. Se almacenan ya preformados en gránulos, dentro de las
células que los producen, por lo que son mediadores precoces de la inflamación. El principal
productor de histamina son los mastocitos, aunque también se produce por los basófilos y las
plaquetas. En el caso de los mastocitos, la histamina se libera cuando estas células producen
desgranulación, en respuesta a diferentes tipos de estímulos:
los cuales provocan la dilatación de los vasos sanguíneos, la aparición de un exudado plasmático y
la consecuente formación de un edema agudo fácilmente observable en el foco de cualquier
fractura reciente. En un principio, las células que predominan en la zona de la fractura son los
leucocitos polimorfonucleares, los macrófagos y los linfocitos. A medida que se reduce la
respuesta inflamatoria, el tejido necrótico y los exudados se reabsorben, y son los fibrolastos de
las células encargadas de producir una nueva matriz.
En la fase reparadora. se observa división celular en la capa osteogénica del periostio y endostio, y
los extremos muertos de la fractura se reabsorben y comienza la formación de callo óseo, el cual
forma uniones entre los fragmentos de la fractura que en un plazo de alrededor de dos semanas
se
conectan. El callo se convierte en nuevo tejido óseo.
Comienza con la organización del hematoma de fractura. En las fracturas resueltas a cielo abierto
el hematoma se elimina, pero la colocación del tejido blando sobre el foco y la propia cirugía
formaran un nuevo hematoma (Fig 3-3). Este proporciona una fuente de fibrina que facilita la
migración de las células encargadas de la reparación. En las primeras fases, el microambiente
permanece a un Ph acido, que variara a neutro o ligeramente alcalino a media que progresa la
reparación. En este momento, la fosfatasa alcalina tiene su máxima efectividad y favorece la
mineralización del callo de fractura.
Aunque un volumen vascular de un miembro aumenta tras producirse una fractura, la actividad
osteogenica se ve limitada a zonas que se encuentran cerca del foco. Los vasos periosticos son los
que aportan la mayor parte de la vascularización en las primeras fases de reparación, mientras que
la arteria medular es que más tarde se encargara de nutrir la zona fracturada. Cuando el cirujano
interfiere en la vascularización del callo, ya sea eliminando parte del periostio o lesionando el
sistema medular al utilizar clavos intramedulares, el proceso de reparación continua gracias a los
vasos que todavía persisten. Los extremos fracturarios no reciben ningún tipo de aporte vascular y
son reabsorbidos por los osteoclatos. Todavía no se conoce el mecanismo exacto que promueve la
resorción ósea, pero se han identificado en el callo de fractura cantidades importantes de
prostaglandina, las cuales pueden incrementar la actividad osteoclastica y favorecer la aparición
de nuevos osteoclastos.
Las células mesenquimaticas pluripotenciales que proceden de un origen común son las que
forman el tejido fibroso, el cartílago y el hueso en el foco de fractura. Algunas de estas células se
originan del tejido lesionado, mientras que otras migran al foco de fractura. Algunas de estas
células se originan del tejido lesionado, mientras que otras migran al foco fracturario desde el
torrente sanguíneo.
Las células periosticas son muy importantes en la resolución de las fracturas animales jóvenes, ya
que en estos el periostio aparece engrosado con un mayor número de células. Con la edad su
espesor disminuye y, con ello, su participación en la reparación.
La proliferación y la diferenciación de las células mesenquimaticas del foco fracturario dan lugar a
un tejido conocido como callo de fractura, que consiste en tejido fibroso, cartílago y hueso
inmaduro. El hueso formado en la periferia de la reacción inflamatoria mediante osificación
intermembranosa se conoce como callo duro. No se observa la formación de dicho callo externo
cuando se aplica una inmovilización rígida, ni cuando se permite una función mecánica temprana,
lo que reduce la posibilidad de actuación de la fase inductiva. El nuevo tejido que aparece en las
zonas de baja tensión de oxígeno, es decir en el centro de la zona de inflamación, es cartílago y se
denomina callo blando. Gradualmente, el hueso desplaza al cartílago mediante la osificación
endocondral, agrandando el callo duro y aumentando la estabilidad de los fragmentos.
La fase final del proceso es la fase de remodelación. Se remodela la cortical y el canal medular,
desapareciendo los callos interno y externo, la cavidad medular se abre nuevamente y la arteria
medular se reconstruye (Díaz & Durall, 1999; Pretell et a|,2009).
En esta última fase, juegan un papel fundamental un grupo de células osteoprogenitoras llamadas
osteoblastos, osteocitos y osteoclastos, responsables del remodelado dinámico del tejido óseo, el
cual se encuentra en permanente actividad (Hernández -Gil et al., 2006).
Los osteoblastos se encargan de producir la matriz ósea. Depositan hueso nuevo ya sea durante el
proceso osificación o durante el rellenado de los túneles excavados por los osteoclastos. Los
osteoblastos son rodeados gradualmente por la matriz y, por último, quedan encerradas dentro
del hueso, punto en el cual detienen su producción, pero continúan existiendo dentro de
cavidades en el hueso.
En ese estado de latencia se denominan osteocitos @ozal, 2006). Apesar de la gran cantidad de
matriz que existe entre ellos, los osteocitos permanecen en contacto entre sí a través de largas
prolongaciones celulares que coffen por pequeños canales en el hueso.
La comunicación entre los osteocitos es importante para controlar la actiüdad de las células que se
hallan depositando nueva matriz ósea o bien erosioniándola. Las células que erosionan o, en otras
palabras, reabsorben hueso, son los osteoclastos que derivan del mismo linaje celular que produce
los glóbulos blancos. Los osteoclastos excavan en el hueso formando túneles y cavidades. La
interacción de osteoblastos y osteoclastos reemplaza y remodela constantemente los huesos
(Lafta,2003).
Gobernada por la ley de Wolf, quien en 1892 determino que el hueso se remodela hasta adquirir
su resistencia final (Fig 3-4). Más recientemente, se desarrollaron modelos matemáticos explícitos
que relacionan las tensiones con los cambios producidos en la geometría transversal en las
corticales del hueso largo. Al parecer la remodelación ósea es regulada por un equilibrio entre los
estímulos sistémicos que cursan con resorción y los estímulos mecánicos locales que dan lugar a la
formación ósea.
Es importante, por lo tanto, proporcionar una actividad funcional del hueso temprana al hueso
fracturado, aunque teniendo en cuenta que esta fase requiere un proceso lento, debe asegurarse
una protección adecuada para evitar riesgos de refractura. La actividad funcional proporciona las
fuerzas que favorecen el movimiento interfragmentario. Dicho movimiento provoca una respuesta
inflamatoria que facilita el desarrollo vascular y el aumento de temperatura. Todo ello induce la
aparición de potenciales de membrana de los tejidos adyacentes, que favorecen la creación de un
ambiente de características eléctricas adecuado el cual influye positivamente en la formación y la
orientación tisulares. Además, el aumento vascular en la zona facilita el transporte tanto de
nutrientes como de productos de desecho celular, lo que agiliza los procesos. El nivel y la
intensidad de la remodelación están gobernados por la resistencia relativa de estos estímulos
osteomieliticos y osteogénicos. La remodelación también está influenciada por el nivel y la
distribución de las deformaciones funcionales del hueso.
1. Hematoma Se produce una rotura de los vasos endomedulares así como de los capilares
intraóseos, periostales y de las partes blandas. Por todo esto se formará un hematoma que
englobará la fractura y el canal medular.
2. Fase inflamatoria La interrupción vascular produce hipoxia mientras que la destrucción celular
desencadena una respuesta inflamatoria con un máximo a las 24 horas hasta el 7º día. Hay una
secreción de moléculas proinflamatorias que son fundamentales para la regeneración tisular
reclutando células inflamatorias: IL-1, IL-6, TNF-α, TGF-β, IGF, FGF, PDGF, así como de proteínas
morfogénicas (BMP) y factores angiogénicos (HIF, VEGF).
La cantidad de TNF-α es máxima a las 24h y se normaliza a las 72h. Expresado por macrófagos,
induce el reclutamiento de células a través de su receptor TNFR2.
IL-1, liberada por los macrófagos su activación se superpone a la del TNF, induce la producción de
IL6 en los osteoblastos y la producción del callo cartilaginoso.
TNF-α, TGF-β, BMP, FGF, PDGF son responsables del reclutamiento, proliferación y diferenciación
de células mesenquimales pluripotenciales (CMP)
Proliferación celular: el factor SDF-1 (factor derivado de las células del estroma) y su receptor
CXCR-4 forman un eje regulador del reclutamiento de las CMP y también controlan su migración
hacia el callo de fractura. Se localiza en el periostio, en los extremos de la fractura y favorece la
formación del callo cartilaginoso. Las Wnt intervienen en la diferenciación de las CMP hacia
osteoblastos. La familias de los TGF-β y BMP 5 y 6, inducen la producción de colágeno I y II y de la
matriz y la condrogénesis. La proliferación celular forma un anillo en torno a la fractura que al
principio es tejido fibroblástico muy elástico y con gran capacidad de deformación. Su resistencia
depende del diámetro del anillo y es proporcional a r4. El callo lleva a la estabilización progresiva
de la fractura y permite la diferenciación de tejido cartilaginoso.
Diferenciación celular: en las zonas de reposo mecánico y con buena vascularización periostal la
masa de células se diferencia en hueso plexiforme. El cartílago es avascular y su gran volumen
aumenta la presión hidrostática y la rigidez del callo. A partir de una estabilidad suficiente
comienza su osificación
Los condrocitos hipertróficos se asocian a la calcificación del cartílago y se activa una cascada de
factores: la IL-1 y el TNF-α activan a M-CSF (factor estimulador de las colonias de macrófagos) y al
receptor RANKL, la osteoprotegerina que inician la reabsorción del cartílago y el TNF-α la apoptosis
de los condrocitos.
En esta fase también se produce una invasión vascular y osificación del callo
4. Fase de remodelado. Tras la fase 3 se forma un hueco plexiforme donde estará la fractura
consolidada. Ya no hay tejido fibroso sino óseo, porque a partir de la fase de consolidación ósea se
produce una remodelación o transformación desde hueso plexiforme a cortical adulto. La fase de
remodelación se produce porque el hueso plexiforme se va reabsorbiendo y penetrará un frente
vascular (precedido por osteoclastos que irán comiendo hueso plexiforme) y el capilar con
osteoblastos producirá hueso nuevo. A partir de la fase de hueso trabecular se formará hueso
cortical. La fase de remodelado óseo (plexiformehueso cortical adulto) tarda algunas veces hasta
dos años.
Una vez consolidada la fractura se remodelan las corticales: Formación de osteonas que unen
los fragmentos óseos. Reabsorción y remodelación del callo periostal.
NEUROFISIOLOGIA DEL DOLOR
Transducción
Un impulso físico-mecánico se convierte en una estimulación eléctrica se da por medio de los
nociceptores
La primera fase del reconocimiento del dolor incluye transformar la energía mecánica, química o
térmica en estímulos eléctricos mediante terminaciones nerviosas especializadas denominadas
nociceptores. Estos receptores son terminaciones nerviosas libres de las neuronas aferentes
primarias y funcionan indicando una lesión real o potencial de los tejidos. Estas señales se
transmiten mediante axones A- delta poco mielinizados, de diámetro grande, que conducen los
impulsos muy rápidamente, produciendo lo que se denomina primer dolor.
La transmisión por fibras C, más pequeñas y desmilelinizadas, es más lenta; se denominan segundo
dolor y refuerza la respuesta inmediata producida por las fibras A delta. Tanto las fibras A delta
como las fibras C, se distribuyen por la piel, el peritoneo, la pleura, el periostio, la zona oséa
subcondral, las cápsulas articulares, los vasos sanguíneos, los músculos, los tendones, las fascias y
las vísceras.
Transmisión
se transmite por un nervio por una vía aferente que es sensitiva y ascendente
Los cuerpos celulares de ambas fibras aferentes se encuentran en la raíz dorsal de los ganglios
nerviosos y extienden sus axones para realizar la sinapsis con las neuronas de los cuerpos dorsales
dentro de la sustancia gris de la medula espinal de la asta dorsal
Modulación
llega a la medula espinal en la asta dorsal de la sustancia gris, va a la asta distal y se devuelve por
una vía eferente
3 neuronas de proyección que se dirigen hacia los centros supraespinales como el cerebro medio y
la corteza.
Estas neuronas de proyección se dividen en varios tractos ascendentes, que incluyen el tracto
espinotalámico, el tracto espinoencefálico y el tracto espino cervical. Estas neuronas conectan con
neuronas de tercer orden localizadas en la zona de la medula, puente, el cerebro medio, el tálamo,
el estímulo doloroso aferentes están sometidos a efectos inhibidores mediante el sistema
En resumen, el dolor asciende a través de una cadena de tres neuronas, que en cada nivel
presenta entradas inhibitorias y estimulantes
Percepción
http://www.animalhome.com.mx/articulos/fracturas-en-perros-y-gatos-cirugia-mexico.html
https://books.google.com.co/books?id=ySt75AyXptYC&pg=PA56&lpg=PA56&dq=la+clasificaci
%C3%B3n+de+las+fracturas+de+Salter-Harris+
+veterinaria&source=bl&ots=zh2KPlLuzS&sig=ACfU3U0fy2QsQUPmelmjX6O02DZKpBiW0A&hl=es-
419&sa=X&ved=2ahUKEwjCvv7Bu7DhAhWsq1kKHU1FAagQ6AEwCnoECAgQAQ#v=onepage&q=la
%20clasificaci%C3%B3n%20de%20las%20fracturas%20de%20Salter-Harris
%20%20veterinaria&f=false
https://issuu.com/editorialservet/docs/traumatologia_peque__os_animales
https://es.slideshare.net/OSCARBENAV/clasificacion-de-fracturas