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Como señala Giráldez (2005), la actual revolución tecnológica afectará en un futuro no muy lejano a los

cimientos de la educación formal. Según el Foro de la Sociedad de la Información de la Comisión


Europea (citado por Giráldez, 2005) la sociedad del futuro será una sociedad del conocimiento y del
aprendizaje. Pero en esa transformación que ha de sufrir la sociedad, la educación, la escuela ha de
jugar un papel importante, dado que conocer y pensar es algo más que almacenar datos: será necesario
aplicar una serie de estrategias que permitan a las personas discriminar la información relevante de la
que no lo es y analizarla desde posturas reflexivas. Está claro que Internet se ha convertido en el mayor
exponente de la sociedad de la información. Aborda prácticamente todos los campos, desde el científico
al lúdico, desde el comercial al artístico, lo que la ha hecho convertirse en el centro de interés de
millones de personas en todo el mundo. Internet está cargada de información, pero, como antes
decíamos, más información no implica necesariamente más conocimiento (Giráldez, 2005). Es un hecho
que el modelo tradicional de educación, al menos como opción predominante, está en crisis. La
evolución de las TIC, junto con la transformación que está sufriendo la sociedad, nos obliga a revisar las
bases sobre las que se asienta nuestro actual sistema educativo. Para el campo de la música, las nuevas
tecnologías han supuesto una auténtica revolución y, utilizadas convenientemente, poseen el potencial
de modificar sustancialmente la educación musical. Las distintas herramientas tecnológicas ofrecen la
posibilidad de plantear situaciones de aprendizaje muy variadas, enriquecedoras y motivadoras para los
alumnos. A priori y de modo esquemático, las ventajas que su uso reportaría serían las siguientes:
Posibilitan una mayor y mejor optimización del tiempo. Constituyen una poderosa herramienta de
autoevaluación y coevaluación. Mejoran la interrelación alumno/a – profesor/a, sobre todo en los
niveles más altos de primaria. Suponen un elevado potencial de motivación. La bibliografía que hemos
manejado, así como las búsquedas en la Red, nos ha permitido conocer diversas experiencias que otros
docentes han desarrollado a partir de las TIC. Y, a la vez, familiarizarnos con unos materiales que, sin
más, podríamos haber incorporado al aula. Sin embargo, hemos procurado ser cautos en ese aspecto.
Aunque no hay porqué rechazar por sistema los materiales creados por otras personas (de hecho en
este proyecto haremos uso de algunos), su uso ha de ser siempre reflexivo y coherente con los objetivos
propuestos. Por otra parte, hemos apostado decididamente por la creación de materiales propios,
adaptados a las necesidades de nuestros alumnos y alumnas y elaborados con el fin de contribuir a un
mejor logro de nuestros objetivos educativos. En este sentido, el ideal de profesorado para Latorre
(2003) está en la “capacidad para reflexionar sobre la práctica y para adaptarse a las situaciones
cambiantes del aula y del contexto social”. Desde esta perspectiva, como hemos comentado antes, si
hay algo que ha supuesto y está suponiendo un cambio importante en la educación y en la sociedad en
general es la progresiva irrupción de las nuevas tecnologías en nuestras vidas. Y estamos convencidos de
que las TIC constituyen un muy valioso elemento de ayuda a la labor docente y pueden suponer,
utilizadas convenientemente, todo un revulsivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Consideramos,
además, que los cambios, la inquietud y la mentalidad abierta a nuevas posibilidades didácticas es lo que
verdaderamente enriquece nuestra práctica educativa y no debemos renunciar a ellos ni siquiera
cuando la evaluación de nuestra práctica docente resulte positiva. 303 c. Experiencias previas. Como
acabamos de comentar, a través de la lectura de experiencias llevadas al aula de música en las que las
TIC constituían el principal soporte para el desarrollo de las actividades, hemos obtenido valiosa
información que nos ha servido como punto de partida para desarrollar nuestro propio proyecto. Por
ejemplo, hemos conocido qué es una webquest, y qué partido podíamos sacarle (Temprano Sánchez,
2007). Hemos visto, por otra parte, las ventajas que tiene confeccionar presentaciones de PowerPoint
para apoyar la audición en el aula (Lara, 2007). Así mismo, nos ha sido muy útil conocer las posibilidades
que ofrece la grabación en el aula como instrumento para desarrollar la autoevaluación y la
coevaluación (Murillo, 2007). Hemos encontrado también información sobre las pautas a seguir en el
proceso de la composición; pautas que nos fueron de utilidad a la hora de aplicarlas a las sesiones de
música que se dedicaron a esta tarea (Howard, 2000). Hemos descubierto una serie de páginas con
multitud de enlaces que nos han permitido conocer actividades y juegos musicales en línea, algunos de
los cuales nos han servido para aplicar a las actividades desarrolladas en el proyecto (Giráldez, 2008). Y,
para finalizar, también hemos podido encontrar en Internet referencias que nos han sido de gran
utilidad sobre la ópera (García- Mauriño, 2004), que, como a continuación explicamos, ha sido el marco
elegido para el desarrollo de nuestro proyecto. d. La ópera: el marco de nuestro proyecto. Para llevar a
cabo nuestro proyecto necesitábamos de un marco concreto a partir del cual desarrollar las actividades.
Este marco, como acabamos de señalar, ha sido la ópera. El hecho de que hayamos elegido este tema
como leit motiv o hilo conductor de todas las actividades del proyecto se justifica por dos razones:
porque es un tema común a todos los niveles en los que se van a llevar a cabo las actividades del
proyecto. porque sabemos por nuestra propia experiencia que es un tema motivador para el alumnado.
Desde el inicio de curso, en todos los niveles de infantil y primaria, comenzamos con una audición que
llamamos “Audición del mes” y que escuchamos durante las tres o cuatro sesiones de música que
tenemos al mes. Durante el curso 2008 - 2009, tres de esas audiciones han sido fragmentos operísticos
que nos han servido como punto de partida para la elaboración de algunas de las actividades. A este
respecto, hay que decir que no es la primera vez que la ópera forma parte de nuestras sesiones de
música. Como acabamos de decir, es un género musical con un alto poder de motivación para los
alumnos, ya que además de las posibilidades musicales que ofrece, tiene un elemento que lo hace muy
atractivo: la existencia de una trama argumental. Nuestra experiencia nos revela que el interés que
despiertan los argumentos operísticos en nuestro alumnado constituye un puente que genera un interés
extraordinario por la audición, al estar directamente relacionada con una historia de la que siempre
quieren saber y escuchar más y más.

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