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La evaluación se asume como el “Proceso que tiene como finalidad determinar el grado de eficacia
y eficiencia, con que han sido empleados los recursos destinados a alcanzar los objetivos previstos,
posibilitando la determinación de las desviaciones y la adopción de medidas correctivas que
garanticen el cumplimiento adecuado de las metas presupuestadas. Se aplica ex ante (antes de),
concomitante (durante), y ex post (después de) de las actividades desarrolladas.”1
En otras palabras evaluar es formular unos juicios de valor sobre una situación, hecho, fenómeno,
personas, o realidad determinada para luego mostrar resultados.
Para realizar la evaluación es necesario recoger información sobre lo que se pretende evaluar, así
mismo esa información se debe comparar con los criterios que se desean alcanzar e
implícitamente se emite un juicio de valor para tomar decisiones en cuanto a afianzar procesos o
modificar errores.
Al evaluar se deben realizar las siguientes preguntas: qué se evalúa, quien evalúa, por qué y para
que se evalúa.
En educación la evaluación se realiza sobre el aprendizaje de los estudiantes. Pero también puede
ser sobre la enseñanza, sobre la actividad que realizan los educadores. Hay que tener cuidado
con pensar que la enseñanza se valora a partir de lo que aprendió el estudiante. Esto es necesario
aclararlo porque la enseñanza va más allá dado el carácter moral social y político que posee.
Primera: Para ajustar el proceso educativo. La evaluación que aquí se realiza es para hacer los
ajustes necesarios al proceso, es decir, permite identificar si se han logrado los objetivos; si el
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Conf. http://www.definicion.org/evaluacion
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estudiante necesita más ayuda; si se puede avanzar en los contenidos; si es necesario cambiar el
método de enseñanza…. En otras palabras lo que se busca es realizar los ajustes correspondientes.
Segundo: se evalúa para certificar El proceso formativo, es decir, al profesor le compete decidir si
un estudiante es promovido o no, porque quien enseña es quien evalúa.
Frente a este segundo elemento se debe tener un especial cuidado para no utilizar la enseñanza al
servicio de la valoración, así se evitará caer en el error de enseñarles a los estudiantes lo que se
preguntara en el examen, en vez de enseñar lo que verdaderamente deben aprender.
A continuación referencio una serie de ideas sobre la evaluación expuestas por Aldemar Tapias
Agudelo en el texto de trabajo “herramientas para construir competencias evaluativas”
“…La evaluación debe propiciar que el estudiante encuentre útil el conocimiento, que la escuela se
parezca al mundo real, a la vida diaria del educando y del educador, para que ellos puedan
comprender la verdadera relación que tienen los conocimientos con el desarrollo de sus procesos
de crecimiento. Pg. 57
Pedagógicamente la evaluación sirve para tomar consciencia sobre el curso del proceso de
aprendizaje, proporcionando información para detectar errores, incomprensiones, carencias, etc,
y poder corregirlos y superarlos, evitando el fracaso antes de que se produzca. Este es el sentido
formativo de la evaluación. Pg. 96
Los estudiantes deben percibir que se les evalúa para proporcionarles información más que para
ser controlados, pues lo importante es aprender por el interés que despierta el contenido y la
actividad. La mejor manera de provocar en el educando un comportamiento adulto en evaluación,
es tratarlo, en la medida de lo posible como si lo fuera. Pg. 105
Hacer evaluaciones del tipo que fuere no es en sí incorrecto porque ello es parte fundamental de
la enseñanza; pero puede ser improcedente realizarlas al no tener seguridad sobre las funciones
que cumplen y que éstas no sean pedagógicas. Evaluar: una gran necesidad para buscar de una
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manera comprensiva los remedios a las dificultades, que presentan los educandos, sus maestros y
los programas. Pg. 108
La existencia de tiempos para enseñar y otros momentos para comprobar, hace que la valoración
se desintegre del aprendizaje perdiendo su valor formativo en el dialogo crítico entre profesores y
estudiantes. El examinador “evaluador”, deja de ser un guía y una ayuda y se convierte en el
enemigo del examinado. La evaluación se vuelve una trampa, cuando sólo sirve para determinar
quién se lleva el excelente, y quien queda con el insuficiente. Pg. 113
Siempre que un estudiante se da cuenta de que está siendo juzgado por los resultados de una
evaluación, sabe que lo que prima no es la asignatura ni el significado de ésta para él, si no lo que
está pensando el profesor. Pg. 125”2
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TAPIAS AGUDELO, Aldemar. En el texto de trabajo “herramientas para construir competencias evaluativas”.