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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

FACULTAD DE CIENCIAS

ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

ASIGNATURA:

Enfermería en salud del adulto I

TEMA:

El cuidado de enfermería al adulto con infección del Tracto Urinario, Pielonefritis y


Glomerulonefritis

DOCENTE:

Dr. Luz Falla Juárez

ESTUDIANTE RESPONSABLE:

Gonzales Mariluz Angie Maylee


Ramos Correa Sandra Marijel
Rosales Pacheco Nallely
Reyes Huamán Claudia

CICLO:

IV y V

Nuevo Chimbote, 4 de agosto del 2022


INTRODUCCIÓN
La infección del tracto urinario consiste en la colonización y multiplicación microbiana,

habitualmente bacteriana, a lo largo del trayecto del tracto urinario. Se denomina

pielonefritis si afecta al riñón y a la pelvis renal; y glomerulonefritis que afecta

principalmente a la estructura y función del glomérulo renal.

Son más frecuentes en el sexo femenino: hasta un 50% de las mujeres pueden presentar

una infección del tracto urinario a lo largo de su vida, relacionado con la actividad

sexual, los embarazos y la edad.

En el varón, la infección del tracto urinario tiene dos máximos de incidencia: durante el

primer año de vida y pasados los 50 años, en relación con la presencia de alteraciones

prostáticas o manipulaciones urológicas.

La Pielonefritis aguda corresponde a una infección del tracto urinario. Un 50% de las

mujeres presentarán esta enfermedad a lo largo de su vida, siendo una de las infecciones

bacterianas más frecuentes a las que se enfrenta un médico en atención primaria. Existe

una mayor probabilidad en mujeres que en hombres, siendo 12,5 casos por cada 10.000

habitantes para ellas y 2,3 para ellos.


PIELONEFRITIS

1. DEFINICIÓN

Enfermedad renal caracterizada por la inflamación de curso agudo o crónico de la zona

de la pelvis renal próxima al uréter y el tejido renal que puede progresar a

complicaciones (López, 2016).

- La pielonefritis aguda: Es una infección de la vía urinaria superior causada por

gérmenes que ascienden a través de los uréteres que comunican los riñones con

la vejiga. Afecta sobre todo a las mujeres

- Pielonefritis crónica: Es un trastorno en el que la inflamación

tubulointersticiales crónica y la cicatrización afectan a los cálices y a la pelvis

2. ETIOLOGÍA

- Reflujo vesicoureteral: esto ocurre cuando la orina se devuelve hacia la pelvis

renal desde la vejiga. Es así como la orina que sube infecta el riñón. Si no se

trata a tiempo, esta infección puede salir del riñón, infectando a los órganos y

tejidos grasos cercanos, pudiendo así provocar un absceso perinefrítico, que es

una cavidad de pus alrededor de uno o ambos riñones. De ser así, es necesaria

una intervención quirúrgica. Generalmente este reflujo es de causa congénita.

- Infecciones urinarias: Esto se debe a que la orina infectada asciende y afecta

directamente al riñón.

- Cálculos: son “piedras” que se forman en el riñón y que de manera secundaria

pueden ayudar a que se formen infecciones urinarias, potenciando así las

bacterias que producen estos cálculos. A diferencia de lo que muchos creen, los

cálculos no se crean por el consumo excesivo de sal.

- Escherichia coli: es una bacteria parte de la microbiota del tracto

gastrointestinal y que es típico de la infección urinaria.


- Proteus mirabilis: bacteria capaz de producir cálculos e infecciones urinarias

más complejas (INDISA, 2020).

3. EPIDEMIOLOGIA

Las ITU son una de las infecciones más frecuentes a nivel mundial, afectando

hombres y mujeres de cualquier edad, siendo las mujeres y los extremos de la vida

las poblaciones con mayor riesgo de presentar estos episodios, incluso a repetición.

Las ITU pueden presentarse con cuadros leves y moderados a severos que pueden

llevar a sepsis y potencialmente a la muerte en personas con factores asociados a

complicación (pacientes diabéticos, pacientes con inmunodeficiencias, enfermedad

renal) (ESSALUD, 2019).

La Pielonefritis aguda corresponde a una infección del tracto urinario. Un 50% de

las mujeres presentarán esta enfermedad a lo largo de su vida, siendo una de las

infecciones bacterianas más frecuentes a las que se enfrenta un médico en atención

primaria. Existe una mayor probabilidad en mujeres que en hombres, siendo 12,5

casos por cada 10.000 habitantes para ellas y 2,3 para ellos. También varían según la

franja de edad: las mujeres jóvenes, por su mayor actividad sexual, y los ancianos y

niños, por sus cambios anatómicos y hormonales. Además, un 1-2% de las

embarazadas desarrollan la enfermedad.

4. FACTORES DE RIESGO

Según (Breda, 2017) algunos aspectos que pueden facilitar una infección renal son:

- Sexo femenino: las mujeres tienen una uretra más corta, por lo que las

bacterias se trasladan con mayor facilidad desde el exterior del cuerpo hasta

la vejiga. Además, hay una mayor proximidad entre la uretra, la vagina y el

ano.
- Bloqueo en las vías urinarias: puede ser causado por cálculo renal, un

agrandamiento de la próstata o una anomalía en las vías urinarias.

- Debilidad del sistema inmunitario: debido a patologías como la diabetes y

el VIH o medicamentos.

- Lesiones en la médula espinal.

- Consecuencias de una intervención quirúrgica donde se haya utilizado un

catéter urinario para drenar la orina desde la vejiga.

5. FISIOPATOLOGÍA

Las ITU como la pielonefritis suelen producirse por diversas vías (hematógena,

linfática) así como por cercanía de patógenos de origen intestinal (el más común E.

coli) que suelen colonizar la zona perineal. Para que ocurra una infección, esta debe

darse por un gran inóculo del patógeno, especialmente en pacientes sin

anormalidades fisiológicas o anatómicas (como los pacientes de ITU no

complicada), ya que la orina suele ser un medio antibacteriano (por el nivel bajo de

pH, la concentración de urea) y las vías urinarias suelen tener diversos mecanismos

de defensa inmunológico. La infección suele ocurrir cuando el patógeno coloniza la

uretra, para luego migrar a la vejiga, donde si no es controlada la infección, puede

seguir subiendo hasta los riñones hasta producir potencialmente una sepsis. En la

vejiga suele producirse la multiplicación del patógeno, con la consecuente

formación de un biofilm, que permite que el patógeno siga la colonización y pueda

sobrevivir. Es en este momento que las bacterias producen toxinas y proteasas,

dañando al tejido y favoreciendo el incremento de bacterias y su potencial ascenso a

los riñones (ESSALUD, 2019).


6. SÍNTOMAS

Los pacientes con pielonefritis suelen presentarse con "fiebre (generalmente mayor de

38ºC), escalofríos y dolor a la palpación en la región lumbar. Con bastante frecuencia se

acompaña de síntomas del Tracto Urinario Inferior (TUI), como disuria (dificultad miccional,

dolor a la micción), tenesmo vesical (quedarse con la sensación de que no se ha vaciado

completamente la vejiga después de la micción) y polaquiuria (orinar frecuentemente). En

algunas ocasiones puede también estar acompañada de náuseas y vómitos" (Guillen, 2019).

Un niño menor de 2 años con una infección renal podría solo tener fiebre alta.

Un adulto mayor de 65 años con una infección renal podría no tener ninguno de los síntomas

típicos. Una persona mayor podría solo tener problemas de pensamiento, como:

 confusión
 alucinaciones

 lenguaje enredado

7. DIAGNOSTICO

Debe valorarse en aquellos pacientes que presentan fiebre y dolor en el flanco

incluso ante la ausencia de los síntomas típicos de cistitis. En este caso se realiza el

examen físico del paciente con el objetivo de detectar la hipersensibilidad en la zona

costal, abdominal y suprapúbica.

- Pruebas de laboratorio

Análisis de orina: Para un análisis de orina, el paciente recogerá una muestra de su

orina en un recipiente especial en el consultorio del médico o en un laboratorio. Un

profesional de atención médica analizará la muestra bajo el microscopio en busca de

bacterias y glóbulos blancos, que el organismo produce para combatir las infecciones.

Las bacterias también se pueden encontrar en la orina de personas sanas, por lo que la

infección renal se diagnostica con base en los síntomas y los resultados de los análisis

de laboratorio.

Cultivo de orina (urocultivo): Un profesional de atención médica podría ordenar un

cultivo de orina para determinar qué tipo de bacteria está causando la infección. Un

profesional de atención médica puede ver cómo se multiplican las bacterias,

generalmente en 1 a 3 días, y luego puede determinar el mejor tratamiento.

- Pruebas de diagnóstico por la imagen

 Rx simple abdomen: Se realizaría para descartar la existencia de una litiasis.


- Ecografía: Es importante su realización para descartar obstrucción del Tracto

Urinario, presencia de litiasis y puede ofrecer datos indirectos de inflamación

(aumento del tamaño del riñón, etc.).

- Urografía intravenosa: No suele aportar datos, ya que, en la mayoría de los casos, el

aparato urinario es, por lo demás, normal.

- CT (Uro-TAC): Puede realizarse cuando no se produce mejoría después de unas

horas de tratamiento o, según el cuadro clínico, para descartar complicaciones como

litiasis, abscesos, etc. La pielonefritis produce unas imágenes bastante típicas.

8. TRATAMIENTO

El tratamiento consiste en guardar reposo, ingerir líquido en cantidades adecuadas para

facilitar la eliminación de las bacterias por medio de la orina, el alivio de la fiebre y el

dolor con analgésicos y antipiréticos y la administración precoz de antibiótico. La

elección de uno u otro y la vía de administración -intravenosa, oral o las dos de forma

consecutiva- dependerán del tipo de germen que haya provocado la infección, su

localización, la edad del paciente y su situación clínica, entre otros factores.

En caso de gravedad, pielonefritis complicada o resistencia al

tratamiento antibiótico inicial, puede tener que recurrirse al ingreso hospitalario. Si se

tratara de pielonefritis crónica, es necesaria una evaluación completa, ya que es posible

que se precise una intervención quirúrgica que permita corregir eventuales anomalías

anatómicas y, de esta manera, posibles nuevas infecciones.

9. COMPLICACIONES

Necrosis papilar: se observa principalmente en diabéticos y en aquellos con

obstrucción de la vía urinaria. Suele ser bilateral. Puede afectar una o todas las

pirámides del riñón afectado. Al corte, las puntas o los dos tercios distales de las
pirámides muestran aéreas de necrosis de color blanco grisáceo o amarillo. El tejido

afectado muestra necrosis por coagulación.

Pionefrosis: aparece cuando hay obstrucción completa o casi completa, sobretodo si

asienta en los lugares altos de la vía urinaria. El exudado purulento no puede ser

evacuado y rellena la pelvis, los cálices y el uréter.

Abceso perirrenal: supone la propagación de la inflamación supurada a través de la

capsula renal para penetrar en el tejido perirrenal.

10. CUIDADOS DE ENFERMERÍA

- Prevención primaria

Orientar a la población mediante platicas y talleres acerca de la buena higiene,

hábitos de ingesta de líquidos

Fomentar higiene personal adecuada para evitar la proliferación de bacterias

Realizar micciones frecuentes

No retener la orina

Cambio de ropa interior

Tanto las mujeres como los hombres deben orinar poco después de tener

relaciones sexuales para eliminar las bacterias que pueden haber entrado en la

uretra durante las relaciones sexuales.

- Prevención secundaria

Diagnóstico temprano

Detectar a las personas con factores de riesgo

Realizar una historia clínica, exámenes de laboratorio como: Urocultivo, examen

con tira reactiva y cistoscopia.

Tratamiento oportuno
Tratamiento rápido y completo de la cistitis y de otras infecciones urinarias en

general

Tomar mucho líquido, especialmente agua: Los líquidos pueden ayudar a

expulsar las bacterias del aparato urinario.

Antimicrobianos

Limpiarse de adelante hacia atrás después de ir al baño: Las mujeres deben

limpiarse de adelante hacia atrás para evitar que las bacterias ingresen a la

uretra.

Limitación de la incapacidad:

Cirugías de vías urinarias

Control y vigilancia periódica de la bacteriología urinaria

- Prevención terciaria

Rehabilitación

Cirugía o diálisis para rehabilitación de insuficiencia renal crónica dirigido a los

pacientes que han evolucionado al estadio terminal de la enfermedad, se impone,

atender las complicaciones y secuelas para brindar una atención especializada

para diálisis o trasplante


GLOMERULONEFRITIS

1. DEFINICIÓN:

El término glomerulonefritis significa inflamación del glomérulo. El glomérulo es la

unidad anatómica renal donde radica la función de aclaramiento o filtración de la

sangre.

Si existe un comportamiento anómalo puede manifestarse en forma de una disminución

en el volumen de sangre filtrada (deterioro de la función renal) o bien en forma de una

pérdida de la propiedad de filtración selectiva.

La pérdida de filtración selectiva dará lugar sobretodo a la eliminación por la orina de

diferentes elementos formes de la sangre (como hematíes) y de sustancias que

habitualmente no se pierden o lo hacen en cantidades mínimas (como las proteínas

sanguíneas albúmina, gamma globulinas, etc (Lavilla, 2020)

2. ETIOLOGÍA:

La etiología de las glomerulonefritis radica habitualemente en un comportamiento

defectuoso del sistema inmune. Un comportamiento patológico de los linfocitos T con

un daño directo sobre la membrana basal puede ser el origen de las glomerulonefritis de

cambios mínimos (Lavilla, 2020)

3. EPIDEMIOLOGÍA

La incidencia actual de la GNAPI (glomerulonefritis agudas postinfecciosas) es mal

conocida por la existencia de formas clínicas asintomáticas. En los países desarrollados

ha disminuido considerablemente en los últimos 30 años debido a la mejora en las

condiciones higiénicas, amplia utilización de antibióticos, reconocimiento precoz de la


enfermedad, modificación en el potencial nefritógeno de las cepas de estreptococo y

posible aumento de la resistencia natural del huésped.

La GNAPE (glomerulonefritis postestreptocócica) sigue siendo la causa más común de

síndrome nefrítico en niños. Se estima que hay 470 000 casos de glomerulonefritis

aguda postestreptocócica nuevos al año en el mundo, y el 97% ocurren en países en vías

de desarrollo (Fernández y Romero, 2014).

4. FACTORES DE RIESGO

Los factores que pueden llevar a la inflamación de los glomérulos incluyen las

siguientes infecciones:

 Glomerulonefritis posestreptocócica: La glomerulonefritis puede manifestarse

una o dos semanas después de la recuperación de una amigdalitis estreptocócica

o, rara vez, después de una infección cutánea causada por una bacteria

estreptocócica (impétigo). La inflamación se produce cuando se generan

anticuerpos a la bacteria en los glomérulos. Los niños tienen más probabilidad

de padecer glomerulonefritis posestreptocócica que los adultos y también de

recuperarse de forma rápida.

 Endocarditis bacteriana: La endocarditis bacteriana es una infección del

revestimiento interno de las válvulas y cavidades cardíacas. No está claro si la

inflamación de los riñones es producto únicamente de la actividad del sistema

inmunitario o de otros factores.

 Infecciones virales en los riñones: Las infecciones virales en los riñones, como

la hepatitis B y la hepatitis C, causan inflamación de los glomérulos y otros

tejidos renales.
 VIH: La infección por VIH, el virus que causa el SIDA, puede provocar

glomerulonefritis y causar daño renal progresivo, incluso antes de la aparición

del SIDA.

5. FISIOPATOLOGÍA

Cuando se presenta el evento inflamatorio habitualmente mediado por complejos

inmunes, el antígeno en la circulación se une a los anticuerpos sobre todo en

inmunoglobulinas principalmente la IgA, IgG, IgM, formando asi el pequeño complejo

inmune que se forma dentro y fuera del glomérulo, sucediéndose la activación de

algunos sistemas de coagulación, liberación de sustancias vasoactivas y la inducción de

proliferación de células intrínsecas y extrínsecas en el glomérulo a manera de

polimorfonucleares y macrófagos, que en su conjunto producen daño glomerular

(Shannon, 2013).
6. SÍNTOMAS:

 Orina roja por hematuria o bien de color marrón oscuro.

 Disminución en la formación de orina.

 Incremento en el esfuerzo respiratorio.

 Cefalea, Hipertensión, Cansancio.

 Palidez de piel y mucosas.

 Edema.

7. DIAGNÓSTICO:

La glomerulonefritis puede identificarse con pruebas si tienes una enfermedad aguda o

durante las pruebas de rutina durante una visita de bienestar o una cita médica para

controlar una enfermedad crónica, como la diabetes. Algunas pruebas para evaluar la

función renal y hacer un diagnóstico de glomerulonefritis incluyen las siguientes:

 Análisis de orina. Un análisis de orina puede revelar signos de una función

renal deficiente, como glóbulos rojos y proteínas que no deberían estar en la

orina o glóbulos blancos que son un signo de inflamación. También puede haber

una falta de los niveles esperados de desechos.

 Análisis de sangre. El análisis de las muestras de sangre puede revelar niveles

de desechos en el torrente sanguíneo superiores a los esperados, la presencia de

anticuerpos que pueden indicar un trastorno autoinmunitario, una infección

bacteriana o vírica, o niveles de glucosa sanguínea que indiquen diabetes.

 Pruebas por imágenes. Si tu médico detecta indicios de enfermedad renal,

puede recomendarte pruebas por imágenes que pueden mostrar una irregularidad

en la forma o el tamaño del riñón. Estas pruebas pueden ser una radiografía, una

ecografía o una tomografía computarizada.


 Biopsia de riñón. Este procedimiento implica el uso de una aguja especial para

extraer pequeños trozos de tejido renal y examinarlos con un microscopio. La

biopsia se utiliza para confirmar el diagnóstico y evaluar el grado y la naturaleza

del daño del tejido.

8. TRATAMIENTO:

El tratamiento depende de la causa de la enfermedad y del tipo y gravedad de los

síntomas. El control de la presión arterial alta usualmente es el aspecto más importante

del tratamiento.

Los medicamentos que se pueden recetar incluyen:

 Fármacos para la presión arterial, en la mayoría de los casos inhibidores de la

enzima convertidora de angiotensina o bloqueadores de los receptores de

angiotensina.

 Corticosteroides

 Fármacos que inhiben el sistema inmunitario

Algunas veces, se puede emplear un procedimiento llamado plasmaféresis para

glomerulonefritis causada por problemas inmunitarios. La parte líquida de la sangre que

contiene anticuerpos se extrae y se reemplaza por líquidos intravenosos o plasma

donado (que no contiene anticuerpos). La extracción de los anticuerpos puede reducir la

inflamación en los tejidos del riñón.

Es posible que usted deba restringir el consumo de sodio, líquidos, proteínas y otras

sustancias.
Las personas con esta afección deben vigilarse cuidadosamente en busca de signos de

insuficiencia renal. Con el tiempo, puede ser necesario un tratamiento de diálisis o un

trasplante de riñón (Fernández y Romero, 2014)

9. COMPLICACIONES

La glomerulonefritis afecta la capacidad de las nefronas de filtrar correctamente el

torrente sanguíneo. El filtrado deficiente provoca lo siguiente:

 Acumulación de desechos o toxinas en el torrente sanguíneo

 Mala regulación de nutrientes y minerales esenciales

 Pérdida de glóbulos rojos

 Pérdida de proteínas de la sangre

Estas son algunas de las posibles complicaciones de la glomerulonefritis:

 Insuficiencia renal aguda. La insuficiencia renal aguda es el deterioro rápido y

repentino de la función renal, que a menudo se asocia a la glomerulonefritis de

origen infeccioso. Si no se la trata rápidamente con una máquina de filtrado

artificial (diálisis), la acumulación de desechos y líquidos puede ser mortal. Con

frecuencia, los riñones vuelven a funcionar normalmente luego de la recuperación.

 Enfermedad renal crónica. La inflamación persistente provoca daño y deterioro

de la función renal a largo plazo. Generalmente, la enfermedad renal crónica se

define como el daño renal o la disminución de la función renal durante tres meses

o más. La enfermedad renal crónica puede progresar hasta convertirse en

enfermedad renal en etapa terminal, la cual requiere diálisis o un trasplante de

riñón.
 Presión arterial alta. El daño a los glomérulos, producto de la inflamación o el

proceso de cicatrización, puede causar un aumento de la presión arterial.

 Síndrome nefrótico. El síndrome nefrótico es una afección en la que hay

demasiada proteína de la sangre en la orina o muy poca en el torrente sanguíneo.

Estas proteínas intervienen en la regulación de líquidos y niveles de colesterol.

Una disminución de las proteínas de la sangre provoca colesterol alto, presión

arterial alta e hinchazón (edema) de la cara, las manos, los pies y el abdomen. En

raras ocasiones, el síndrome nefrótico puede provocar un coágulo de sangre en un

vaso sanguíneo del riñón.

10. CUIDADOS DE ENFERMERÍA

- Prevención Primaria

Educar e incentivar a la población a llevar una dieta saludable, limitando la

cantidad de proteínas, potasio, fósforo y sal.

Controlar la ingesta de líquidos

Incentivar a realizar actividad física

Controlar el consumo de medicamentos nefrotóxicos

Lograr un adecuado control de la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y las

hiperlipidemias

- Prevención Secundaria

Detectar a las personas con factores de riesgo

Realizar exámenes de laboratorio

- Prevención terciaria

Dirigido a los pacientes que han evolucionado al estadio terminal de la

enfermedad, se impone, atender las complicaciones y secuelas para brindar una

atención especializada para diálisis o trasplante


REFERENCIAS

López, L. (2016). Pielonefritis.

https://es.slideshare.net/LuisGeorgeLopezCadenaz/pielonefritis-63591430

Guillen, J. (2019). Pielonefritis.

https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/urologicas/pielonefritis.html

Breda, M. (2017). Pielonefritis. https://www.topdoctors.es/diccionario-

medico/pielonefritis#causas

INDISA. (2020). Cuidado con la pielonefritis. https://www.indisa.cl/blog/cuidado-con-

la-pielonefritis/

ESSALUD. (2019). GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA PARA EL MANEJO DE LA

INFECCIÓN DE TRACTO URINARIO NO COMPLICADA.

http://www.essalud.gob.pe/ietsi/pdfs/tecnologias_sanitarias/GPC_ITU_Vers_Co

rta.pdf

Lavilla, J. (2020). Glomerulonefritis. Clínica Universidad de Navarra.

https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/glomerulonefritis

Fernández, A y Romero, F. (2014). GLOMERULONEFRITIS AGUDA

POSTINFECCIOSA.

https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/19_glomerulonefritis_aguda

.pdf

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