Está en la página 1de 36

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

GRAN MARISCAL DE AYACUCHO


FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
COORDINACION DE PASANTIAS

NECESIDAD DE AUMENTAR LAS SANCIONES A LOS ADOLESCENTES QUE

REINCIDEN EN DELITOS

Trabajo de Investigación como requisito parcial para optar al Título de Abogado

Modalidad Investigación Jurídica

Br. Edinson Luis Pérez Bruzual

C.I.V11.828.76

8vo.Semestre.Seccion 5M2

El Tigre, Junio 2022


i [

E
UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA
GRAN MARISCAL DE AYACUCHO
FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
COORDINACION DE PASANTIAS

NECESIDAD DE AUMENTAR LAS SANCIONES A LOS ADOLESCENTES QUE

REINCIDEN EN DELITOS

Trabajo de Investigación como requisito parcial para optar al Título de Abogado

Modalidad Investigación Jurídica

Asesora Académica: Abg. Janet Bermúdez

Asesor Metodológico: Abg. Marlene Mansour

El Tigre, Junio 2022


iii

REVISION DEL ASESOR ACADEMICO

En mi carácter de Asesor Académico del Trabajo Monográfico correspondiente al lapso

académico 20221FID , presentado por el bachiller EDINSON LUIS PEREZ BRUZUAL ,

Titular de la Cedula de Identidad N° V- 11.828.769, previa revisión y resultados, considero que

el presente trabajo reúne los requisitos y méritos SUFICIENTES para ser sometido a la

revisión.

______________________________

Abg. Janet Bermúdez


iv

REVISION DEL ASESOR METODOLOGICO

En mi carácter de Asesor Metodológico del Trabajo Monográfico correspondiente al lapso

académico 20221FID , presentado por el bachiller EDINSON LUIS PEREZ BRUZUAL ,

Titular de la Cedula de Identidad N° V- 11.828.769, previa revisión y resultados, considero que

el presente trabajo reúne los requisitos y méritos SUFICIENTES para ser sometido a la

revisión.

_______________________________

Abg. Marlene Mansour


v

DEDICATORIA

A MI DIOS TODOPODEROSO SOBRE TODAS LAS COSAS, CON EL TODO SIN

EL NADA, QUE ME PERMITE VIVIR, A LOS SANTOS Y ANGELES QUE ME DIERON

LA FORTALEZA, LA ESPERANZA, MI FE Y PACIENCIA PARA PODER CULMINAR

MIS ESTUDIOS DE DERECHO DESPUES DE UN LARGO RECORRIDO.


vi

AGRADECIMIENTO

AGRADEZCO A MI AMADA MADRE POR TRAERME AL MUNDO, A MIS

AMADOS HIJOS E HIJAS , A MI ESPOSA, A MIS NIETAS, A MIS QUERIDOS

FAMILIARES, POR SIEMPRE DARME ESE ALIENTO OPORTUNO PARA PODER

CONTINUAR CON MIS ESTUDIOS, QUE EN MEDIO DE LAS VICISITUDES SIEMPRE

ESTÁN A MI LADO COMO UN BASTÓN PARA NO DEJARME FLAQUEAR, TAMBIÉN

AGRADEZCO A MIS APRECIADOS PROFESORES QUE CON SU PACIENCIA,

ORIENTACIÓN Y SUS CONOCIMIENTOS PUDIERON GUIARME POR EL CAMINO

CORRECTO PARA PODER ALCANZAR ESTE APRECIADO TITULO COMO ABOGADO.

DIOS LOS BENDIGA POR SIEMPRE


vii

ÍNDICE

REVISION DEL ASESOR ACADEMICO iii


REVISION DEL ASESORMETODOLOGICO iv
DEDICATORIA v
AGRADECIMIENTO vi
INDICE GENERAL vii
RESUMEN viii
INTRODUCCIÓN 1
CAPITULO I
I. Situación actual de los Adolescentes que Reinciden en Delitos. 4
CAPITULO II

II. Factores que conllevan a los Adolescentes a Reincidir en Delitos.


1. Factores asociados al aspecto familiar. 11
2. Factores asociados al aspecto escolar. 13
3. Factores asociados al aspecto social. 14
4. Factores asociados al aspecto psicológico y emocional. 16

CAPITULO III
II. Necesidad de Aumentar las Sanciones a los Adolescentes que 20

Reinciden en Delitos.

CONCLUCIONES 24
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 27
viii

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA


GRAN MARISCAL DE AYACUCHO
FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
COORDINACION DE PASANTIAS

NECESIDAD DE AUMENTAR LAS SANCIONES A LOS ADOLESCENTES QUE

REINCIDEN EN DELITOS

Edinson Pérez Bruzual

Asesora Académica: Abg. Janet Bermúdez

El Tigre, Junio 2022

RESUMEN

En el presente trabajo de investigación documental surge la problemática del Aumento de

Adolescentes que Reinciden en Delitos, se presume que la mayoría de los adolescentes empiezan

a cometer delitos a partir de los 12 años, esto a causa de la falta de formación y valores

inculcados en el hogar, hoy en día existen hogares disfuncionales, donde se suscitan escenarios

que son perturbadores para los niños, niñas y adolescentes, razón por el cual lo llevan a tener una

conducta antisocial. En el planteamiento, surge la necesidad de estudiar la posibilidad de

aumentar las sanciones a los adolescentes que reincide en delitos, el estudio del tema se basa en

investigación documental y recolección de fuentes bibliográficas.

Descriptores: Necesidad, Adolescentes, Reincidencia y Delito.


1

INTRODUCCION

Nuestro país, ha pasado por sucesos de diferentes índoles que de alguna manera afectan

la educación que reciben los niños, niñas y adolescentes, considerando que nuestras realidades

actuales son muy diferentes a otras épocas, ya que existen circunstancias que inciden en los

ambientes donde se desarrolla el adolescente, por lo que estas han influenciado en el aumento

en gran manera de la delincuencia juvenil, aunado a la precaria formación escolar y la falta de

orientación sobre los principios y valores que deben ser inculcados en los hogares y centros de

educación. Se puede establecer que, en los casos de situaciones como la severidad excesiva de

los padres en el hogar, que a través del maltrato a los niños, niñas y adolescentes, puede traer

como consecuencia la rebeldía y confrontados problemas con los jóvenes de la familia,

llevándolo a adoptar una conducta antisocial, negativa, pudiendo generar en la sociedad

inseguridad y zozobra.

En la presente investigación se estudia la posibilidad de aumentar las Sanciones a los

Adolescentes que reinciden en delitos, ya que la Ley Orgánica para la Protección de Niños,

Niñas y Adolescentes ( Lopnna ), establece en el Sistema Penal de Responsabilidad de

Adolescentes en el Artículo 533; A los efectos de la aplicación y ejecución de las penas se

distingue los y las adolescentes en dos grupos: los y las que tengan de doce años hasta menos de

catorce años y, los y las que tengan catorce años y menos de dieciocho años de edad, pudiendo

estos grupos de adolescentes ser sancionado por cometer delitos . En tal sentido se calificó las

sanciones para que sean proporcionales con los delitos cometidos, no como establecía la norma

anterior que estipulaba como máxima sanción cinco años independientemente de la gravedad del

delito. Con los cambios realizados en el ámbito de delitos graves como homicidio intencional,
2

violación, secuestro y los relacionados en materia de drogas (posesión, tráfico, distribución de

estupefacientes, etc.), tendrán sanciones entre 6 y 10 años.

Por otra parte, a lo largo del tiempo se han establecido posturas negativas en relación a

que la privación de libertad produce cambios drásticos e irreversibles en los adolescentes, más

aún cuando estos pasan por muchos cambios físicos, mentales, emocionales, sociales y el cambio

hacia la pubertad. Es importante connotar, que la formación moral e intelectual en el adolescente

influye de gran manera que ayuda a corregir la conducta de este y puede ayudar a lograr

convertirlo en hombre provechoso a la sociedad.

Sucede al mismo tiempo que los adolescentes reinciden en violar la ley, ya que siguen

cometiendo los mismos o más graves delitos, debido a la necesidad de disposición de dinero de

una manera fácil y cómoda para solventar sus gastos personales, así mismo influye el círculo de

amistades que también es otro conductor para incitarlos a cometer actos ilícitos.

En la presente investigación surgen las siguientes interrogantes: Cual es la situación

actual de los adolescentes que reinciden en la comisión de delitos?; Que factores conllevan a los

adolescentes a reincidir en hechos punibles?; Existe la necesidad de aumentar las sanciones a los

adolescentes que reinciden en delitos?.

De lo anteriormente señalado, podemos establecer como objetivo general “Evaluar la

Necesidad de Aumentar las Sanciones a los adolescentes que reinciden en delitos”, debido a que

cada vez aumenta el grado de peligrosidad sin precedentes. Entre los objetivos específicos

tenemos:

a) Diagnosticar la situación de los Adolescentes que Reinciden en Delitos,

b) Identificar los factores que conllevan a los Adolescentes a Reincidir en Delitos.


3

c) Evaluar la necesidad de Aumentar las Sanciones a los Adolescentes que Reinciden en

Delitos.

Al mismo tiempo la investigación documental se desarrolló en el análisis de la necesidad

de aumentar las sanciones a los adolescentes que reinciden en delito. En tal sentido, en

Venezuela se promulga la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, que

de acuerdo con su Artículo 1 dice: Esta ley tiene por Objeto garantizar a todos los niños, niñas y

adolescentes, que se encuentren en el territorio nacional, el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo

de sus derechos y garantías, a través de la protección integral que el Estado, la sociedad y la

familia deben brindarles desde el momento de su concepción.

La reincidencia es una palabra que deriva del latín (ilerum - cadere, caer de nuevo), según

algunos criminalistas se refieren a la reincidencia como la comisión de un delito de la misma

naturaleza de aquel, cuya pena extinguió el delincuente. Igualmente, se utilizo los antecedentes

adecuados al tema, se estudio en base al material bibliográfico documental recopilado en los

capítulos: I Situación actual de los adolescentes que reinciden en delitos, II Factores que

conllevan a los adolescentes a reincidir en delitos, y III Necesidad de aumentar las sanciones a

los adolescentes que reinciden en delitos, asignados cada uno a los objetivos específicos

planteados. Asimismo, al final de los capítulos, se presentan las conclusiones y se muestra la

bibliografía estudiada.
4

CAPITULO I

SITUACIÓN ACTUAL DE LOS ADOLESCENTES QUE REINCIDEN EN

DELITOS

Antecedentes:

En 1989 se aprueba la Convención Internacional Sobre los Derechos del Niño. En 1990

en Venezuela se sancionó la Ley Aprobatoria de la Convención Sobre Los Derechos del Niño.

En una entrevista a Fernando Pereira -1990(Educador, Orientador, Investigador y Especialista en

la Protección de la Niñez y Adolescente) dijo “uno de los compromisos para el Estado en esta

convención es el proceso de Adaptación para pasar a ver a los Niños de Objeto de Tutela a

Sujetos de Derecho”. En 1995 el partido Social Cristiano (COPEI) introdujo un proyecto de Ley

Tutelar de Menores que incluía Penas Severas para los Adolescentes, gracias a esto se llegó a lo

que se conoce como (LOPNA).

En el año1998 fue aprobada la Ley Orgánica para la Protección del Niño y Adolescente

(LOPNA) y entro en vigencia en el año 2000, esta ley trajo júbilo entre los niños y adolescentes.

La creación de la LOPNA se debió a que aun había problemas con los Adolescentes en Conflicto

con la Ley, con los Niños en situación de calle o con los Niños Indígenas”, teniendo esta ley

como objetivo principal, brindar Protección Integral al Niño y Adolescente como personas en

desarrollo, con derechos y responsabilidades inherentes a todos los seres humanos.

En el año 2007 se realiza la primera reforma a la LOPNA , donde se incluyó la palabra

Niñas para darle carácter legal a su condición de femeninas y diferenciarlas de los niños,

quedando como Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA),

publicada en la Gaceta Oficial N° 5.859 Extraordinario de Fecha 10 de diciembre de 2007.


5

La LOPNNA en su artículo 1 establece: “Objeto. Esta Ley tiene por objeto garantizar a

todos los niños, niñas y adolescentes, que se encuentren en el territorio nacional, el ejercicio y el

disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías, a través de la protección integral que el

Estado, la sociedad y las familias deben brindarles desde el momento de su concepción.”

La segunda reforma sucede en junio de 2015, el Ejecutivo Nacional publicó la Ley de

Reforma Parcial de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes

(LOPNNA), en esta los cambios se basaron en el Sistema de Responsabilidad de Adolescentes,

donde se aumentó el tiempo de sanción máxima a cumplir el adolescente que incurra en la

comisión de hechos punible, también destacan la incorporación de los consejos comunales en la

vigilancia de los adolescentes sometidos a medidas cautelares no privativas de libertad, así como

el aumento de 12 a 14 años de la edad de imputabilidad, de modo que los adolescentes podrán

ser imputados a partir de los 14 años de edad.

La Reforma de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del

2015 en su artículo 628 establece: Privación de Libertad “…Cuando se tratare de la comisión de

los delitos de homicidio, salvo el culposo, violación, secuestros, delitos de drogas en mayor

cuantía en cualquiera de sus modalidades, abuso sexual con penetración, sicariato o terrorismo su

duración –de la privación de libertad– no podrá de ser menor de seis años ni mayor a diez años”.

La vicepresidenta de la Comisión Permanente de la Familia de la Asamblea Nacional ,

Diputada Asia Villegas el 20 de Enero del 2021, comentó que con la reforma de la LOPNNA se

busca alargar y modificar las penas para aquellos adolescentes que hayan cometido delitos

graves, para buscar descartar el sistema de libertad asistida. Comentó también que medidas como

la libertad asistida y las fianzas no representan sanción para el adolescente que esté involucrado

en prácticas  ilegales como robo y homicidio.


6

Según el Cuerpo de Investigación Científica, Penal y Criminalística (CICPC), los

adolescente reinciden en los siguientes delitos de mayor a menor, establecidos de la siguiente

manera: hurto; tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; lesiones personales; violencia

intrafamiliar; homicidio; violencia contra servidor público; daño en bien ajeno y extorsión.

Diagnosticar la Situación en los Adolescentes que Reinciden en Delitos.

Surge la necesidad de estudiar detenidamente la necesidad aumentar las sanciones a los

adolescentes que reinciden en delitos, con el propósito de fortalecer las sanciones hacia los

adolescentes que incurran en nuevos actos delictivos, para con esto tratar de concientizarlos a no

cometer nuevos delitos y de esta manera corrijan su conducta para ser reincorporarlos a la

sociedad.

Es indiscutible que la reincidencia en los adolescentes es un problema social que ha

avanzado de manera vertiginosa tanto en Venezuela como en América Latina, provocando que

los legisladores se centren en crear soluciones factibles a través de la creación de normativas

especializadas para sancionar los actos delictivos de jóvenes que por su temprana edad son

susceptibles de regeneración, lo que conduce a que se establezcan diversas alternativas con

finalidad educativa para frenar la formación del futuro delincuente adulto. En ese orden de ideas,

vale destacar que el adolescente es considerado como una “persona en desarrollo” que se

encuentra en franco crecimiento físico, psicológico y actitudinal, que amerita de la protección del

Estado para quien es un débil jurídico, así como también de un tratamiento acorde a su situación
7

que le provea de las herramientas necesarias para completar la formación de su personalidad y el

libre desenvolvimiento de la misma.

A tales efectos, la instauración de un sistema de justicia especializado para la atención y

procesamiento de los adolescentes que cometen hechos delictivos, en aras de fijar su

responsabilidad penal, se constituyó en una novedad al inicio del año 2000 con la entrada en

vigencia de la Ley Orgánica para la Protección de Niños y Adolescentes que se fundamentó en la

idea de garantizar un Estado social de derecho para estos adolescentes infractores.

En consecuencia, la legislación especializada establece un grupo de alternativas

sancionatorias cuya eficacia socioeducativa depende en gran medida de la contextualización de

la intervención social dentro del entorno familiar del que forma parte el sujeto. Por consiguiente,

se requiere de la participación activa de la sociedad, del Estado, de la familia y del propio

individuo para lograr la efectividad de las sanciones que deben ser vistas como una oportunidad

para regenerarlo dada su juventud. Se trata entonces de la adecuación de las medidas a las

necesidades físicas, psicológicas y sociales del adolescente, determinadas a través del estudio

llevado a cabo por un equipo multidisciplinario experto en la materia cuyos informes constituyen

el soporte fundamental para que el Juez a la hora de imponer la sanción decida la mejor para el

adolescente. Por este motivo, es menester fijar las causas para lograr corregirlas a través de la

sanción.

En concordancia con ello, el Juez en materia de responsabilidad penal de adolescentes no

posee una fórmula práctica para determinar las sanciones, no se trata del silogismo efectuado en

el sistema penal ordinario al subsumir la conducta en el supuesto de hecho para otorgarle la

consecuencia jurídica que la Ley establece para esa acción específica (Bautista, 2013), al

contrario de esto el Juez penal para adolescentes debe ser vigilante de todo el proceso para que
8

éste cumpla su finalidad educativa procurando siempre la imposición de las sanciones menos

gravosas y reservando las privativas de libertad para aquellos casos que realmente las requieran.

En el caso de la criminalidad y la adolescencia la cuestión ha sido desde siempre sumamente

compleja, debido a las características particulares de los sectores donde se desarrollan y viven los

adolescentes que participan en los hechos criminosos y con los que se debe obrar con justicia,

esto es con normas adecuadas a su particular condición humana de adolescente.

Según estudio realizado por Cecodap y la Agencia de Periodistas Amigos de la Niñez

(Agencia PANA) entre octubre y diciembre de 2021, actualmente es una realidad “El

reclutamiento de adolescentes por el crimen organizado como una forma de esclavitud moderna”

lo cual se presenta como un indicador directo para incitar al adolescente a reincidir en la

comisión de hechos punibles, las principales causas del reclutamiento de adolescentes por las

megas bandas están relacionadas con la situación de precariedad socioeconómica en que viven,

la inseguridad alimentaria, la deserción escolar y la violencia intrafamiliar son motivaciones

recurrentes de la vinculación de adolescentes con estas organizaciones delictivas. En ese orden

de ideas, el reclutamiento de adolescentes es principalmente forzado por las circunstancias y la

violación de sus derechos humanos.

En la mayoría de los casos el reclutamiento está determinado por relaciones de vecindad

e incluso familiaridad entre delincuentes reclutadores y adolescentes reclutados, pues unos y

otras forman parte de una misma comunidad. Sin embargo, estas organizaciones delictivas

mantienen en los sectores, barrios, localidades, personal adiestrados para efectuar el

reclutamiento y medir las labores de “inteligencia” para afinar la selección de adolescentes con

el perfil requerido para involucrarlos en los delitos.


9

El principal anzuelo o propuesta presentado al adolescente es la oferta de ingresos

semanales en dólares, con los cuales los adolescentes podrían cubrir necesidades reales o

percibidas: alimentación, ropa y calzado (como símbolos de estatus social) y protección en una

lógica de la ley del más fuerte.

El reclutamiento e incorporación de adolescentes a las mega bandas, se hace necesario e

importante para poder mantener la estructura delictiva de la misma, por lo tanto tienen distintos

grados de vinculación, asociados a cargos y funciones que conforman un verdadero escalafón.

Mientras el adolescente más avanza en la carrera delictiva más riesgo corre de reincidir en

delitos.

Entre los escalafones o cargos en los cuales son utilizados los adolescentes tenemos:

-. Los mandaderos; Se encargan de la provisión de productos de primera necesidad y,

eventualmente, de cualquier otro producto, requeridos por los integrantes de la mega banda, que

por sus integrantes adultos estar solicitados por los cuerpos de seguridad del Estado, deben

permanecer confinados en los barrios o sectores donde se encuentren. Generalmente esta función

la cumple el adolescente de menos edad. Se supone que es el grado de vinculación que implica

menos riesgos. Sin embargo, también implica un contacto permanente con los delincuentes y, en

ese sentido, la tentación de querer escalar posiciones dentro de la mega banda, lo cual supone

asumir mayores riesgos.

-. Los gariteros; Son centinelas apostados en zonas estratégicas de los territorios controlados por

la mega banda. Tienen dos principales funciones: a) alertar sobre el ingreso de funcionarios de

cuerpos de seguridad del Estado o de personas ajenas a la comunidad y b) detectar y denunciar


10

eventuales infracciones de reglas de convivencia impuestas arbitrariamente por  los líderes de la

mega banda. Por lo general, la función de garitero es desempeñada por adolescentes próximos a

cumplir la mayoría de edad, pues requiere fortaleza física y templanza para soportar situaciones

de vigilia permanente, durante jornadas que, en algunos casos, se pueden extender 24 horas

continuas en lugares inhóspitos.

-. Los traficantes; El micro tráfico de droga es una puerta de entrada a la mega banda para

menores de edad, sobre todo adolescentes. Es una opción más lucrativa en comparación con los

mandaderos y gariteros, pero, obviamente, conlleva mayores peligros. También emerge como un

atractivo para los adolescentes con adicciones a las drogas, pues el pago o parte del pago que

reciben puede ser droga para su consumo. Los adolescentes involucrados en el tráfico de drogas

pueden operar dentro o fuera de las zonas controladas por la mega banda. Las responsabilidades

asignadas a los adolescentes traficantes están sujetas a la demostración de lealtad y efectividad

ante los líderes de la mega banda.

-. Los malandros; Se trata del cuarto y último escalón al que pueden aspirar los adolescentes

dentro de la mega banda. Como en el caso del tráfico de drogas, se alcanza sobre la base de una

comprobada disposición de consolidar y ampliar el poder de la organización criminal. Los

malandros adquieren tal rango cuando se les entrega un arma de fuego y la usan a dos fines: para

hacer cumplir las reglas de la mega banda y para cometer los delitos que sustentan las economías

del grupo delictivo, entre ellas la: extorsión, el secuestro, el tráfico de drogas, el  robo o

sicariato.
11

CAPITULLO II

IDENTIFICAR LOS FACTORES QUE CONLLEVAN A LOS ADOLESCENTES A

REINCIDIR EN DELITOS

En Venezuela la reincidencia de delitos en los adolescentes existe mayormente en los

adolescentes que nacen y se desarrollan en zonas marginales del país, esto indudablemente va a

repercutir en la salud y socialización de estos adolescentes, a esto se suma el hecho de que en

Venezuela, en los últimos treinta años, el proceso de desintegración familiar es cada día mayor,

agregándose hechos como el abandono, orfandad, alcoholismo y drogas en general lo que está

ocasionando una mutación anormal en la conducta del joven marginal venezolano.

1. Factores asociados al aspecto familiar.

Son estos quizás, los más importantes, pues la inestabilidad familiar sin dudas coadyuva

en la formación e instauración de conductas catalogadas como delictivas o trasgresoras, ya que

gran cantidad de investigadores como Flores (1987); Lozano y Velazco (2001); Ibarra M. (2002);

Rodríguez (2003); entre otros, han comprobado la estrecha relación entre el ambiente familiar, su

conformación, los valores que allí se introyectan, la moral y la conducta de los adolescentes que

forman parte de ella. Así la moralidad palabra que deriva del latina moralis, que se refiere a

aquellas costumbre, de conducta que se conforman de acuerdo a las normas del grupo familiar,
12

deberá ir en consonancia con lo que se espera obtener de sus miembros y en consonancia con la

sociedad, por lo menos eso es lo que se entiende.

En todas las etapas de crecimiento de los niños, niñas y adolescentes, se juzga al

individuo por el grado en que se aproxima a las normas del grupo social o familiar; la mayor o

menor aproximación a ese modelo requerido hace que se lo tilde de "moral" o "inmoral". Las

expectativas del grupo están definidas en sus reglas y leyes; ambas se basamentan en las

costumbres que prevalecen en el grupo; de tal manera que si el adolescente se acopla a las reglas

y leyes de la sociedad, el medio lo considerará una persona “moral”, incluso cuando está en

desacuerdo con tales prescripciones, a menudo se adecua a ellas porque se da cuenta que es la

actitud más aceptada socialmente, ya que de no hacerlo le connotará como inmoral, entendiendo

que es aquella que deja de comportarse de acuerdo a las costumbres, reglas y leyes del grupo.

El adolescente vive esta crisis que empieza con una serie de conflictos, con los padres.

No soporta más que se le trate como a un niño, que no se le tenga confianza, que no se le de

dinero y libertad, le molesta que se le asignen demasiadas responsabilidades; tampoco entiende

por qué se le controlan sus amistades, sus lecturas, sus diversiones, su tiempo libre, no soporta

que se oriente para poder superar ese tipo de vida hedonista propia de la etapa maduracional por

la que está atravesando, y se les abandona a sí mismo cuando todavía son incapaces de auto

controlarse.

Todo ello lleva a estar de acuerdo con quienes forman parte de la tendencia que afirma

que los adolescentes que provienen de familias rígidas y punitivas o difusas y demasiado

tolerantes, son más propensos a incurrir en un comportamiento delictivo, ya sea por rechazo al
13

autoritarismo, por la obtención de aprendizajes a través de modelos inadecuados o cargados de

violencia, por la falta de control en sus hogares, o por la identificación con las figuras paternas

disfuncionales, las cuales rechazan, pero terminan imitándolas, lo cual confirma el proceso de

conformación de la Espiral de la Delincuencia Juvenil.

2. Factores asociados al aspecto escolar.

Como agente socializador, la escuela desempeña un papel trascendental en cuanto a la

formación de los adolescentes, ésta utiliza medios, procedimientos, técnicas y métodos para

mantener el orden y la disciplina, es ella la encargada de introyectar en los estudiantes los

aprendizajes, pero también son las responsables de aplicar aquellas normas que permitan

mantener el orden necesario en el ambiente escolar.

Sin embargo, ello no siempre es así y los ámbitos escolares cada día se han ido

convirtiendo en verdaderos “infiernos”, de tal manera que dichas acciones alarman y llaman a

profundizar acerca del estudio de dicho fenómeno y las posibles vías de solución a tal

problemática, en pro de la optimización del ambiente educativo. Pues bien, como se ha venido

explicando la violencia ha traspasado los umbrales educativos, encontrándose todo tipo de

violencia, desde la eminentemente educativa manifestada en currículum aún desfasados, poco

creativos y por ende poco motivantes; docentes agresivos o mal preparados que cumplen con su

función formadora de manera anómala o inadecuada, e incluso estructuras educativas que por

incomodas, impropias o mal ubicadas se convierten en impulsores agresivos que genera que los

jóvenes, ya débiles por la serie de situaciones anómalas que están pasando en el seno de sus

hogares, se sienta aburrido y sean presa fácil para ser captado por personas que les prometa ir a
14

otro sitio a divertirse; emergiendo así otro de los aspectos a tomar en cuenta a la hora de estudiar

el problema, como lo son las “fugas estudiantiles”.

(Ibarra, 2002) De tal manera que es este “las fugas escolares” otro de los aspectos que no

se puede obviar, pues los jóvenes cuando se escapan casi siempre lo hacen a petición de su

grupo, banda o pandilla y las acciones que cometen van de simples algarabías hasta robos; sobre

todo cuando entra en juego las drogas.

La labor no es solo de las entidades vinculadas al sistema, en la medida que estas limitan

el trabajo solo con el adolescente y eventualmente con la familia, es decir, se hace de manera

restrictiva, ante la infinidad de riesgos a los que se enfrenta el adolescente en su entorno social y

que la generalidad es que se da en sectores vulnerables de la ciudad, sectores donde la pobreza y

miseria hacen presencia, la labor de prevención, debe ir asociada a una política pública,

especialmente a nivel local, enfocada en programas incluyentes, que ayuden a la disminución y

erradicación de los factores de riesgo que incitan a los adolescentes a la deserción escolar, una

política de inversión, que incluya el trabajo social, psicológico, vinculación laboral, el

fortalecimiento de los programas educativos de tal forma que el adolescente no deserte de las

aulas.

3. Factores asociados al aspecto social.

La miseria y el atraso de ciertos pueblos son de suma importancia en la predisposición a

la delincuencia; por lo que la carencia de medios educacionales y la desmoralización del

ambiente y la necesidad de proveerse de algún dinero que le permita satisfacer algunas

necesidades y apetencias, les llevan a la anulación o deformación de los valores éticos; de tal

forma que éste se motivará a infringir las normas, recuérdese que en esta etapa el adolescente
15

carece de la seguridad que le permita mantenerse vertical ante algunas insinuaciones del medio,

sobre todo si estas le parecen atractivas; lo cual aunado a los problemas por lo que está pasando

en el ámbito social, emocional, mental y familiar, les lleva muchas veces a integrarse a grupos

que no siempre están dentro de las normas sociales. De tal manera que, para que esa conducta

pueda cambiar se hace forzoso eliminar la causa psíquica que determina la acción criminal, de

igual manera es urgente comprender que en la adolescencia, las conductas antisociales se

inscriben en motivaciones psicológicas más amplias que las que tienen que ver con las

características específicas de este período.

El factor social como causante de la reincidencia en delitos por el adolescente, es el

marco contextual donde se mueve una sociedad capitalista-consumista, la cual a través de todos

sus mecanismos sociales y medios de comunicación incita al joven a estar “al día” “en la onda” o

como dicen en esta época “estar coronado”. Esta sociedad lo incita a consumir, al lujo, al

exacerbado amor por el dinero y el poder; lo incita a delinquir, pero tan contradictoriamente

como es ella, lo castiga si lo hace. Esto por supuesto, lo lleva a entrar en crisis, lo frustra y de

nuevo vuelve a ser presa fácil de quienes sin importarles ellos mismos lo llevan de la mano hacia

el abismo, ofreciéndole las dadivas que la sociedad les niega, les ofrecen dinero fácil, y de nuevo

este adolescente es llevado al precipicio casi a ciegas. Los inducen a delinquir.

Sumado a este contexto hay que agregar que la sociedad actual se caracteriza, por un

debilitamiento de los sistemas tradicionales de apoyo para el desarrollo de la niñez y la

adolescencia. Dentro de la sociedad, en los actuales momentos existe un elemento detonante para

que el adolescente reincida en cometer delitos como lo es “las Pandillas”.


16

Según Raúl Ramón González, una pandilla “es un grupo de adolescente y/o jóvenes que

se juntan para participar en actividades violentas y delictivas. Las pandillas están conformadas

generalmente por niños, niñas y adolescentes en edades entre 12 y 20 años de edad.”

Las pandillas hoy en día están constituidas por jóvenes y adolescentes que ya han

realizado acciones ilegales o delictivas, pero que no han sido sancionados y si han sido

sancionados no lo ha corregido la sanción aplicada, las pandillas pueden ser un conductor directo

para que los adolescentes reincidan en cometer nuevos y más graves delitos que vayan en contra

de las leyes y buenas costumbres de la sociedad.

Las políticas aplicadas deben trabajar en conjunto con la política social, toda vez que una

de las formas de disminuir la tasa de delitos, es mejorando las condiciones de vida y de igualdad

socio-económica de las personas, trabajando por mejorar los entornos sociales y económicos en

los que estos adolescentes y sus familias se desenvuelven, tal y como lo contempla Velásquez

(1998), en la medida que de nada sirve, aplicar sanciones cuando se cometió el delito, realizar el

trabajo psicosocial con el adolescente y con la familia, si cuando el adolescente ha cumplido la

sanción o se encuentra cumpliendo aquellas que no son restrictivas de la libertad, los factores de

riesgos siguen latentes y fuertes a su alrededor, es decir, no se eliminan los factores de riesgo,

enviando al adolescente a un ambiente que propicia la repetición de las conductas ya

sancionadas.

La labor no es solo de las entidades vinculadas al sistema, en la medida que estas limitan

el trabajo solo con el adolescente y eventualmente con la familia, es decir, se hace de manera

restrictiva, ante la infinidad de riesgos a los que se enfrenta el adolescente en su entorno social y

que la generalidad es que se da en sectores vulnerables de las ciudades, sectores donde la

pobreza y miseria hacen presencia, la labor de prevención, debe ir asociada a una política
17

pública, especialmente a nivel local, enfocada en programas incluyentes, que ayuden a la

disminución y erradicación de los factores de riesgo que amenazan a los adolescentes.

4. Factores asociados al aspecto psicológico y emocional.

El modelo integrado de la conducta delictiva del adolescente (Andrews-Bonta.1994-

2003): “ El adolescente no puede ser considerado como un ser aislado, vive, crece y se desarrolla

dentro de un contexto interactivo y dinámico; de ahí que la escuela, la familia, el grupo de

amigos y la comunidad, deban tenerse en cuenta como unidades que conforman el proceso de

socialización” .

El adolescente, su ambiente y su conducta interaccionan en un proceso de influencia

recíproca, por ello los factores situacionales (ambientales y sociales) deben ser considerados si

queremos mejorar nuestra habilidad para predecir conductas delictivas. Esta última

consideración, representa una de las principales innovaciones frente al modelo típico individual

de causalidad e intervención para prevenir que los adolescentes cometan nuevos hechos punibles.

Además, un problema principal es que muchos factores de riesgo tienden a coincidir y a

estar interrelacionados. La concurrencia de estos factores hace difícil establecer la independencia

del adolescente, así como las influencias interactivas y secuenciales que se dan en el adolescente

y su conducta antisocial.

En esta línea teórica es donde se incluye la explicación de la conducta delictiva que

conlleva al adolescente a reincidir en la comisión de delitos o hechos punibles, que parte de

una perspectiva de reforzamiento personal, interpersonal y comunitario en la génesis del

delito.
18

Para (Andrews y Bonta) el adolescente toma una decisión tendente a cometer un delito

cuando la valoración que realiza de la situación es favorable a dicha acción, ya se concrete esto

en forma de intenciones conductuales, balanza costes-beneficios, elección personal o creencias

en la autoeficacia para cometer los hechos. También se asume un “diálogo interno”, a pesar de

que existen actos de violencia o robo/hurto que ocurren sin reflexión y en situaciones con

oportunidades fácilmente accesibles.

En atención a lo expuesto, parece razonable suponer, como se hace desde la llamada

teoría del desarrollo social (Catalano y Hawkins, 1996) que una revisión de los factores de riesgo

que inciden sobre los adolescentes infractores nos permitirá realizar estimaciones razonables, o

afirmaciones de probabilidad, acerca de las condiciones que más inciden sobre sus conductas

delictivas y prevenir que comentan nuevos actos delictivos. O, de otro modo, averiguar en qué

medida los factores de riesgo interactúan para culminar en el desarrollo de conductas prosociales

o antisociales.

Existen variables vinculadas a los cambios emocionales en los adolescentes que pueden

funcionar como protectores ante la presencia de eventos de vida estresantes y acumulativos:

cuidados paternos; disponibilidad de personas alternativas a los padres capaces de cuidar al

adolescente (abuelos, tíos...); modelos positivos de identificación; disciplina consistente en el

hogar; y la presencia de una red de apoyo social y emocional (profesores, vecinos, amigos o

compañeros de trabajo) que pueda prestar ayuda a la familia en tiempos de crisis.

En general, el perfil genérico de los adolescentes que reinciden en la comisión de hechos

punibles, los muestra como personas que presentan o han presentado un alto grado de riesgos y

deficiencias que lo llevan a cometer nuevos y más graves delitos. Estos riesgos y deficiencias se

especifican como; absentismo y fracaso escolar, muestran capacidades intelectuales por debajo
19

de la media con frecuencia debido a la carencia de estímulos educativos y socio afectivos; han

experimentado en diversos grados consumo de diferentes drogas, permanecen desocupados la

mayor parte del día, no cuentan con límites ni normas, muestran una baja tolerancia a la

frustración, así como una deficiente capacidad para la resolución de problemas. Poseen además,

una baja autoestima y en la mayoría los sentimientos de autoeficacia se encuentran muy

mermados. “De un u otro modo, se presentan como carenciales: de afecto, de oportunidades, de

éxito, de experiencias gratificantes, de referentes positivos, carenciales de normas y límites que

ofrezcan seguridad personal, de estímulos educativos; son adolescentes desmotivados, con pocos

recursos y estrategias personales que les permitan la superación de crisis y les faciliten los

cambios necesarios para mejorar los estilos de vida que protagonizan” (Graña Gómez y

Rodríguez Biezma, 2010, p. 9).

De ello cabe deducir que los factores de riesgo se distribuyen en la forma de un

conglomerado de elementos heterogéneos conformado por determinadas variables individuales,

la familia, la escuela, el grupo de amigos, el consumo de sustancias y la comunidad de

referencia. Factores que de presentarse unidos en mayor o menor medida, y al interactuar entre

sí, configuran un mecanismo de retroalimentación que empuja al adolescente a reincidir en

infringir la ley, en un primer término hacia parámetros de comportamiento antisocial y que, de

perpetuarse a lo largo de la adolescencia, degeneran en la forma de delitos continuados.

En concordancia con las explicaciones psicológicas que enfatizan que el adolescente

reincide en la comisión de hechos punibles cuando el proceso normal de aprendizaje social

basado en las recompensas y castigos de los padres, se ve alterado por una disciplina errática,

una pobre supervisión, hostilidad entre los padres, y modelos paternos antisociales y criminales.

Si no se crean fuertes relaciones entre las personas implicadas en las situaciones de interacción,
20

los castigos y recompensas mediados interpersonalmente tendrán poca influencia. Esto hace

referencia a la noción de apego y su consecuencia más inmediata, el compromiso interpersonal

que surge en las relaciones humanas sólidas y de calidad. Pero parece claro que se necesitan

mediadores cognitivos para que ese compromiso o ausencia del mismo conduzca a conductas

prosociales o antisociales. Uno de estos mediadores puede ser la identificación con los padres,

éstos están próximos, controlan las recompensas y castigos y una gran variedad de conductas,

determinando qué valores y comportamientos serán aprendidos e internalizados y de qué forma

por sus hijos.

CAPITULO III

NECESIDAD DE AUMENTAR LAS SANCIONES A LOS ADOLESCENTES QUE

REINCIDEN EN DELITOS.

Entendiendo por situación irregular en los términos de García Méndez, citado por

González (2007), “como la legitimación de una potencial acción judicial discriminada sobre

aquellos niños y adolescentes en situación de dificultad”, esta doctrina de la situación irregular

del menor, era la que se aplicaba antes de la Convención Internacional sobre los Derechos del

Niño, donde los niños y adolescentes eran tratados como un objeto de protección, basada en lo

que estos no saben o desconocen, negándoles derechos fundamentales que les eran concedidos a

los adultos, fomentando así la discriminación entre los niños y adolescentes, toda vez que en este

modelo no se distinguía entre un adolescente infractor de la ley penal y aquel que se encuentra en

situación vulnerable por no estar gozando de sus derechos fundamentales.


21

Esta situación en la que se trata al adolescente como un objeto y no como un sujeto de

derecho, por encontrarse en una “situación irregular” por la cual debe ser intervenido, toma un

rumbo distinto tras la expedición de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, en

el sentido que con esta el tratamiento del adolescente se enfoca hacia una protección integral de

sus derechos, basada principalmente en el reconocimiento de esos derechos y en la obligación de

que sean restablecidos por la familia, la sociedad y el Estado cuando han sido vulnerados,

desplazando la situación irregular hacia el mundo adulto, es decir, la familia, la sociedad o el

Estado mismo, quien está obviando los deberes de cuidado y protección de los derechos

fundamentales del adolescente.

Se da un paso hacia el reconocimiento de todos los derechos fundamentales a los niños y

adolescentes, sin hacer categorizaciones, así como también en materia penal se les reconocen los

mismos derechos procesales que a los adultos, con la diferencia que el sistema por el cual son

juzgados los adolescentes es diferencial, donde se toman medidas especiales para el

restablecimiento de los derechos del adolescente y su resocialización, es decir, con la expedición

de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, los niños y adolescentes pasan de

no ser considerados sujetos de derechos a ser contemplados como tal reconociéndoles derechos

fundamentales, se pasa de considerar al adolescente en situación irregular, trasladando esta

etiqueta a la familia, la sociedad y el Estado, como encargados de velar porque se protejan todos

y cada uno de los derechos fundamentales de los adolescentes, y que al no hacerlo quienes están

fallando son ellos no los adolescentes, como seres de especial protección, y que la actuación de

todos ellos debe ir encaminada siempre al logro del interés superior del adolescente.

Con el pasar de los años en Venezuela, la situación irregular que sufrían los adolescentes

ha cambiado drásticamente para los adolescentes quienes amparándose en esa protección que les
22

brida la ley especial, han llegado a cometer delitos y reincidir en los mismos o en más graves,

por ello, la Defensoría del Pueblo como Institución Nacional de Derechos Humanos consciente

de su mandato y luego de la reforma de la LOPNNA en el 2015, se trazó como uno de sus ejes

centrales de acción, observar el abordaje realizado por las instituciones del Estado venezolano a

la población adolescente que incurren en la comisión de hechos punibles.

En la reforma de La Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del

2015 se limitó al sistema de responsabilidad penal del adolescente, en ella se aprobó el

incremento la pena máxima de cárcel aplicable a los adolescentes que incurran en delitos graves.

También destacan la incorporación de los consejos comunales en la vigilancia de los

adolescentes sometidos a medidas cautelares no privativas de libertad, así como el aumento de

12 a 14 años de la edad de imputabilidad, de modo que los adolescentes podrán ser imputados a

partir de los 14 años de edad.

Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del 2007 en su artículo

628 establece: Privación de Libertad “…..En caso de adolescentes que tenga catorce años o más,

su duración no podrá ser menor de un año ni mayor de cinco años. En caso de adolescentes de

menos de catorce años, su duración no podrá ser menor de seis meses ni mayor de dos años…”

La Reforma de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del

2015 en su artículo 628 establece: Privación de Libertad “…Cuando se tratare de la comisión de

los delitos de homicidio, salvo el culposo, violación, secuestros, delitos de drogas en mayor

cuantía en cualquiera de sus modalidades, abuso sexual con penetración, sicariato o terrorismo su

duración –de la privación de libertad– no podrá de ser menor de seis años ni mayor a diez años”.

El aumento de la duración en tiempo de las sanciones para los adolescentes infractores de

la ley penal no produce los resultados esperados ni disminuyen la reincidencia de los


23

adolescentes para cometer delitos. Si se aumentan el tiempo de duración de las sanciones para

los adolescentes infractores que reinciden en delitos graves, se pudiera lograr la concientización

de los adolescentes, quienes pudiesen buscar ayuda en las instituciones del Estado y enfocarse a

realizar actividades que le generen bienestar , salud y conocimiento para lograr ser un hombre de

bien y útil a la sociedad, esto debido a que estarían en conocimiento del tiempo de vida que

perderá de ser privado de libertad por estar cometiendo delitos y reincidiendo en los mismos.

Estamos seguro que con nuevas sanciones que vayan acompañados de programas de orientación

más eficientes, concretas y directas, y con el personal profesional calificado y preparado

pudiéramos ayudar y colaborar en lograr tener en Venezuela una población de adolescentes

meramente productiva y capaz de afrontar cualquier reto en el futuro.


24

CONCLUSIONES

Las responsabilidades de los adolescentes que reinciden en la comisión de nuevos delitos

una vez que ya cumplieron una sentencia ejecutoriada, estas no son tomadas en cuenta al

momento del establecimiento de derechos tanto en la Constitución, tratados y convenios en

materia de derechos humanos, siendo esto una necesidad de reformar la Ley orgánica para la

protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

En síntesis dentro de toda los cambios y transformaciones, que deben ser tomados en

cuenta a la hora de la determinación de la sanción, se encuentra el adolescente que reinciden en

el delito, y el único medio que tiene el juez para valorar su justa dimensión en estas

circunstancias, es auxiliándose mediante la evaluación sicosocial, realizada por los expertos de la

materia, sin embargo , se presume que esta herramienta no sea utilizada con frecuencia para la

determinación de la sanción, ya que en pocas ocasiones es solicitado este estudio previa a la

celebración de las audiencias.


25

El informe médico podría ayudar al Juez a determinar si el adolescente tiene o no

capacidad de autodeterminación, la cual permite la comprensión y dirección de las acciones,

pues así se podría confirmar o descartar las existencias de condiciones clínicas que pudiera

afectar estas circunstancias personales del adolescente en su conducta y como consecuencia de

ello determinar de manera más equitativa la medida sancionatoria a imponer, en efecto de

manera ordinaria estos estudios clínicos son realizados en pocas ocasiones a los adolescentes

durante el proceso antes de la ejecución de la pena.

En cuanto a la investigación no solo con el tema de la familia, también en el contexto

social e individual del adolescente, pues no hay una sola causa donde se pueda constatar porque

los adolescentes infringen la ley, puede haber muchos estudios que se han realizado frente a esta

situación, pero es importante no dejar a un lado que siempre hay una brecha generacional que

está en constante cambio y evolución En esta etapa aparecen las manifestaciones de rebeldía,

críticas, inmadurez y contradictoriamente de madurez de los adolescentes, no permiten el

autoritarismo por parte del núcleo familiar y su entorno social, no consiguen su libertad en todos

sentidos, se distinguen por los cambios psicológicos, sociales y biológicos, enfatizando si llevarán los

cambios pertinentes o se quedarán frustrados, periodo que marcará la vida adulta.

La etapa de la infancia marca la adolescencia y ésta la adultez, así que el desarrollo afectivo,

emocional, psicológico y biológico desde el nacimiento es muy importante, para lograr una

estabilidad, que de no lograrse tendrá graves consecuencias. Cuando existe desintegración familiar,

falta de cariño, apoyo, comprensión y las adicciones, cuando hay problemas económicos, desempleo,

los adolescentes se vuelven vulnerables, y con estas situaciones comienzan los problemas de

comportamiento a lo que se le llama trastornos de conducta.

Así mismo, la situación más extrema es para aquellos (as) jóvenes y adolescentes que se

encuentran en situación de calle. En ellos se concreta la ruptura con todas las redes de apoyo,
26

donde la vulneración de los derechos es grande y grave, y ésta se expresa en la imposibilidad de

acceso a la educación, la vivienda y la seguridad. Como dice Mascareño, “no solo carecen del

vínculo social, sino que pierden la opción de que lo vean como individuo, no forman parte de la

sociedad y no tienen posibilidad de inclusión social” (Mascareño en Eissmann & Estay, 2006).

Encontrarse a la deriva, a merced de sus propias acciones para sobrevivir, explicaría el alto

porcentaje de reincidencia en la comisión de delitos y el papel relevante que ocupa en las

variables predictoras. Es en la calle donde además, quienes no encuentran un lugar en la familia,

buscan grupos de pares que sustituyan esos lazos familiares (Taracena, 2012). Retomando lo

propuesto por Cohen (1981), los/as adolescentes que en su espacio íntimo no se encuentran

protegidos o no se adaptan a las dinámicas familiares, recurren a la calle como vía de escape y se

integran en la subcultura de otros jóvenes de la calle, renunciando a las aspiraciones que la

sociedad impone.

El Estado Venezolano mediante la Constitución de la República Bolivariana de

Venezuela, les facilita a los adolescentes los instrumentos jurídicos para acceder a una justicia

humanizada a la medida de sus necesidades, estos instrumentos se distorsionan si no son

utilizados adecuadamente, lograr esa adecuación y mantenerla vigente en la praxis es la de la

sociedad adolescente, es un reto.

Nuestro país necesita de una juventud integra, documentada, trabajadora, progresista,

que pueda sentirse feliz y completa por los logros que alcance en el transcurrir del tiempo,

llevando una vida sana y prospera, ya que en ellos se fundamenta el crecimiento indefinido de las

generaciones de bien y con mira hacia el fututo.


27

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Alfonzo, I. (1994). Técnicas de investigación bibliográfica. Caracas: Contexto Ediciones. Bono,

A. y de la Barrera, S. (1998).

Andrews, D.A. & Bonta, J. (1994). La psicología en la Conducta Criminal. Anderson

(1ª edición)

Arias, F (2009) El Proyecto de Investigación, Introducción a la Metodología Científica (5ta

Edición) Caracas – Venezuela.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Publicada en Gaceta Oficial N°

36.860del jueves 30 de diciembre de 1999, Diccionario Jurídico Venezolano, (1980)

Tomo II, 2ª Edición, Caracas, Líder Editores S.A.

Graña Gómez y Rodríguez Biezma, 2010, p. 9.Factores de riesgo y protección en adolescentes

infractores Análisis y prospectiva. .www.researchgate.net.


28

Introducción a la investigación documental. Mérida, Venezuela: Consejo de Publicaciones de la

ULA.www.ula.ve.

Ley Orgánica para la Protección de Niños y Adolescentes. Publicada en Gaceta Oficial Nº 5.266

Extraordinario del 02 de octubre de 1998.

Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Publicada en Gaceta Oficial N°

5.859 Extraordinario del 10 de diciembre de 2007.

Los Estudiantes universitarios como productores de textos. Una experiencia de Docencia

compartida. Lectura y Vida, 18(1), 13-20. (2001). (5° ed.).

Reforma de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Publicada en

Gaceta oficial N° 6.185 Extraordinario del 08 de junio de 2015.

Tsukame, A. (2010). Perfiles y trayectorias de adolescentes y jóvenes infractores de la ley penal.

Santiago.: s/p. UNICEF. (2011). Estado Mundial de la Infancia.www.unicef.org.

Viscardi, N. Violencia en la escuela. En: Relaciones, septiembre de 1998,

Montevideo.www.academia.edu.

Washington, D.C: Autor. Cassany, D. (1999). Construir la escritura. España: Paidós. Carlino, P.

(2002). Tutorías, Simulacros de Examen y síntesis de clases. Lectura y Vida, 23(1), 6-15.

Colls, M. (1994). www.saber.ula.ve.

También podría gustarte