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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALACIVIL

Auto Supremo: 176/2015

Sucre: 11 de marzo 2105

Expediente: LP - 175 – 14 – S

Partes: Juana Mery Beltrán Vda. de Suxo. c/ Vitalia Yucra y Cinda

Graciela Yucra de Portugal.

Proceso: Acción reivindicatoria de bien inmueble, restitución y resarcimiento


de

daños y perjuicios.

Distrito: La Paz.

VISTOS: El recurso de casación en la forma y en el fondo de fs. 684 a 701


vta., interpuesto por Vitalia Yucra Rojas y Cinda Graciela Yucra de Portugal,
en contra del Auto de Vista Nº S-365/2014 de 3 de octubre de 2014, cursante
de fs. 679 a 680 vta., pronunciado por la Sala Civil Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, en la acción reivindicatoria de bien
inmueble, restitución y resarcimiento de daños y perjuicios, seguido por
Juana Mery Beltrán Vda. de Suxo contra Vitalia Yucra Rojas y Cinda Graciela
Yucra de Portugal; la respuesta al recurso de fs. 707 al 709 vta.; el Auto de
concesión de fs. 710; los antecedentes del proceso, y:

CONSIDERANDO I: ANTECEDENTES DEL PROCESO:

Juana Mery Beltrán Vda. de Suxo, adjunto literales a 27 fs., demanda de fs.


28 a 30 vta., y fs. 32 a 33 vta., amparada en los arts. 1453 y 1454 del Código
Civil, señalando que juntamente su cónyuge fallecido adquirieron un inmueble
de 235 m2 ubicado en el Manzano Q, lote Nº 1 en Villa Salome de la zona de
Pampajasi de la ciudad de La Paz, mediante testimonio Nº 29 de 10 de enero
de 1981, registrado en la partida 1554, fs. 1554, libro 40 de 11 de mayo de
1982, y a la muerte de su esposo, mediante declaratoria de herederos,
registraron en la matricula computarizada 201099.0087536. Posteriormente
llegó a informarse que su esposo estando en vida, sin libertad de estado
contrajo otro matrimonio civil el 14 de junio de 1981 con Vitalia Yucra Rojas,
debido a lo cual demandó la nulidad del mismo declarándose probada la
demanda disponiéndose igualmente nula su declaratoria de herederos. Desde
la compra del referido inmueble ha estado en posesión ejerciendo su derecho
propietario más aun desde la muerte de su esposo, sin embargo, desde el
2002, su propiedad ha sido invadida y luego detentada por las demandadas
mediante actos de perturbación. Inició un proceso penal en contra de aquellas
por el delito de despojo dictándose sentencia condenatoria, sin embargo,
debido a circunstancias familiares y económicas no continuó con el proceso
menos iniciado proceso civil para recuperar dicho inmueble, por lo que pide la
reivindicación y restitución del bien pide y el pago por daños y perjuicios.
Vitalia Yucra Rojas y Cinda Graciela Yucra de Portugal, de fs. 351 a 359
vta., responden y reconvienen señalando que ninguno de los hijos de la
demandante nació después de la fecha que indica hubiera contraído
matrimonio con Mario Ignacio Suxo Gonzales, quienes, según señala habrían
adquirido dicho lote e inmediatamente lo registraron, pero no señala que ese
registro lo hizo Vitalia Yucra Rojas después de que la actora le iniciara acción
penal por bigamia, y como consecuencia de ese proceso recién registró el
inmueble a nombre del causante debido a que llegaron a un acuerdo
transaccional con la actora sobre división y partición de bienes en 1982, por
tanto, no le reconocen ningún derecho propietario. La actora no compró el lote
menos lo poseyó ni señala desde cuando habría sido desposeída ya que Mario
Ignacio Suxo Gonzales no falleció en la casa de la demandante sino se suicidó
al ser procesado por bigamia por su esposa, acción con la cual lo hizo detener
en la carceleta donde logró hacerle firmar un acuerdo transaccional definitivo
sobre división y partición de bienes. Omite señalar que la sentencia del
mencionado proceso penal por despojo seguido en su contra fue revocado.
Señala que en vigencia de su matrimonio adquirieron el inmueble y desde ese
momento poseyeron, pero como explica que luego de la compra en fecha 10 de
enero de 1981, Vitalia Yucra Rojas, tras haber contraído matrimonio, ingresó a
ese inmueble sin ninguna oposición y viene poseyéndolo sin haber
abandonado para nada esa tenencia y dominio, luego la actora no tiene
manera de probar que habría poseído hasta el 2002 en que fue despojada, lo
que hace presumir que jamás se consumó el matrimonio de la actora con
Mario Ignacio Suxo Gonzales, éste siempre figuró como soltero y tenía su
domicilio fuera del hogar de Juana Mery Beltrán, por lo menos los últimos
cinco años antes del matrimonio con la codemandada quien enterró el cuerpo
de su esposo y la demandante ni siquiera sabe el lugar donde descansa. La
acción por bigamia se inició en noviembre de 1981, el causante se suicidó en
marzo de 1982, pero la actora desistió de esta acción porque sacó una ventaja
económica con el acuerdo transaccional para posteriormente iniciarles una
acción de despojo. Empero, en esta acción han sido declaradas libres de pena
y culpa, y por tanto, no pueden ser despojadas y menos por la justicia, del
bien inmueble que poseen pacíficamente desde su compra hecha por Mario
Ignacio Suxo Gonzales el 10 de enero de 1981. Además, la actora desistió
voluntariamente del juicio de bigamia afirmando que Mario Ignacio Suxo
Gonzales no lo había cometido. Puede establecerse de las consecuencias
jurídicas de todo lo actuado que la actora jamás adquirió el lote de terreno
ubicado en la zona de Pampajasi, Manzano Q 1, en razón de que el fallo de la
Sala Penal Primera de la Corte Superior ha sancionado que Juana Mery
Beltrán Fernández no intervino para nada en la compra del indicado lote de
terreno. Jamás cometieron el delito de despojo, por el contrario, vienen
ocupando pacíficamente dicho lote desde su compra el 10 de enero de 1981, ni
han amenazado a la actora el 2002 ni echado violentamente.

Reconvienen por prescripción adquisitiva o usucapión decenal o


extraordinaria previsto en el art. 138 del Código Civil, y 87 de la misma
norma. Al declararse improcedente el recurso de casación intentado por la
actora se ha evidenciado que Vitalia Yucra Rojas no solo se encuentra viviendo
en el lote de terreno sino que lo viene poseyendo continuada y pacíficamente
desde el momento de su adquisición 10 de enero de 1981, que fue adquirido
por su legítimo esposo porque a él, sus padres, hermanas y ella misma le
entregaron una suma de dinero en efectivo para dicha compra en razón de que
Mario Ignacio Suxo Gonzales y Vitalia Yucra Rojas debían contraer
matrimonio el 20 de diciembre de 1980, pero como no fue conseguido ese bien
inmueble donde debían vivir en el futuro, recién contrajeron matrimonio civil y
religioso el 13 de junio de 1981 ya que ambos figuraban en todos sus
documentos como solteros, y a partir de ahí empezaron a habitar dicha
vivienda como legítimos propietarios no saliendo nunca de la misma
poseyéndola desde hace 32 años, y no fue perturbada salvo el juicio de
despojo por la actora. Debe considerarse en la presente reconvención la
renuncia de Juana Mery Beltrán a sus derechos sobre la propiedad inmueble
voluntariamente conforme el art. 3 del Código Civil, dando aplicación a la
capacidad de obrar en el acuerdo voluntario sobre división y partición de
bienes del 23 de marzo de 1982.

Sustanciado el proceso en primera instancia, el Juez Segundo de Partido en lo


Civil y Comercial de la ciudad de La Paz, mediante Sentencia Nº 59 de 4 de
abril de 2014, de fs. 623 a 627 vta., declaró probada la demanda principal
sobre acción reivindicatoria y resarcimiento de daños y perjuicios,
e improbada la demanda reconvencional de prescripción adquisitiva o
Usucapión, disponiendo la restitución del bien inmueble ubicado en la Zona
Villa Salome, Mzno. Q Nº 1 de 235 m2 a favor de Juana Mery Beltrán Vda. de
Suxo, ordenado la inscripción de la sentencia en Derechos Reales como una
subscripción ya que se está declarando certeza de su derecho propietario; el
pago de daños y perjuicios ocasionados cuantificado en ejecución de
sentencia, otorgando el plazo de 30 días a la parte demandada para la entrega
del inmueble bajo alternativa de librarse mandamiento de desapoderamiento.

En grado de apelación, la Sala Civil Comercial Cuarta del Tribunal


Departamental de Justicia de La Paz, mediante Auto de Vista Nº S-365/2014
de 3 de octubre de 2014, confirmó la Sentencia; resolución contra la cual la
parte demandada recurren en casación en la forma y en el fondo.

CONSIDERANDO II: HECHOS QUE MOTIVAN LA IMPUGNACIÓN:

En el Fondo:

El juez debió valorar las pruebas de acuerdo al art. 1283 del Código Civil, y
397 de su procedimiento, y jamás aplicar primero su prudente criterio, lo que
significa que Juana Mery Beltrán Vda. de Suxo debía probar que el inmueble
en litigio adquirió en vigencia de su matrimonio con Mario Ignacio Suxo
Gonzales quien resultó ser legalmente marido de ambas.

La actora estaba en la obligación de probar que ha sido despojada de ese


derecho propietario que afirma que tiene, de su parte demostraron que
vivieron en ese lote desde el momento del matrimonio de Vitalia Yucra Rojas
con Mario Ignacio Suxo Gonzales, a través de la prueba arrimada.

El Juez no valoró las pruebas aportadas, sino, según el criterio del Tribunal de
Apelación, las apreció de acuerdo a su sano criterio, habiendo incurrido en
errónea valoración de la prueba dado que en su resolución no existe una
decisión y por tanto no determina nada. Las pruebas ofrecidas por la actora
consistentes en testimonios de compraventa del lote de terreno objeto de la
controversia, únicamente acreditan que el comprador fue Mario Ignacio Suxo
Gonzales, pero ella no figura como esposa ni como persona de su propio
derecho. No valoró la copia legalizada del Auto de Vista 247/2004 de fs. 572,
emitido por la Sala Penal Primera que declaró improcedente el recurso de
casación intentado por el delito de despojo. La actora no produjo prueba
testifical o documental para que se le devuelva el derecho propietario que
jamás lo tuvo frente a las recurrentes que acreditaron el mismo para sí.

La apreciación de la declaratoria de herederos sirvió de base para la Sentencia,


el juicio o acción de despojo que inició la accionante sirvió de fundamento de
su pretensión y de medio de prueba, empero, esta acción de despojo ya fue
valorada por los miembros de la Sala Penal Primera el 2004, mediante el Auto
de Vista 247, que dejó prácticamente sin efecto la declaratoria de herederos, y
a la fecha se halla plenamente ejecutoriada y cosa juzgada, sin embargo, el
Juez de la causa no consideró aquello incurriendo en error de derecho
aplicando el art. 1320 del Código Civil, ya que jueces y tribunales están
obligados a valorar las pruebas aportadas y después recién apoyarse en las
presunciones legales.

Al confirmar el fallo del inferior se evidencia que no apreciaron correctamente


el error de derecho en que incurrió el Juez, por tanto, el Tribunal de Apelación
debió pronunciarse de acuerdo a las mencionadas disposiciones legales que se
refieren a la perdida de competencia del Juez, a la valoración de las pruebas
como a la legítima personería de los actores en la presente causa.

En la Forma:

Manifiestan que presentaron sus alegatos el 7 de enero de 2014 a hrs. 17:25,


y a fs. 619 reiteraron se decrete autos para Sentencia, sin embargo, el Juez no
procedió de esa forma sino que dispuso se ponga en conocimiento de la actora
sus alegatos, por lo que a fs. 622 solicitaron la remisión del expediente al Juez
llamado por ley por pérdida de competencia y que de no hacerlo estaría
incurriendo en retardación de justicia. No obstante, el Tribunal de Apelación
señala que no es evidente la pérdida de competencia porque la providencia de
autos para sentencia se encuentra dentro de plazo, empero, no observaron el
tiempo en que el Juez dictó la Sentencia sino el término perentorio y fatal que
concede la ley para dictar autos para sentencia después de presentados los
alegatos. De acuerdo al art. 395 del Código de Procedimiento Civil, el Juez
debió dictar autos para sentencia y no retener el expediente en su despacho,
empero, y solo a solicitud de Juana Mery Beltrán, después de haber perdido
competencia en el caso dispone autos para sentencia el 27 de febrero; pérdida
de competencia que se reclamó oportunamente en apelación, sin embargo, no
fue considerada, es decir, si su alegato fue presentado el 7 de enero de 2014, y
recién se decreta autos para Sentencia el 27 de febrero, es clara dicha pérdida
de competencia, consiguientemente, todos sus actos posteriores son nulos de
pleno derecho como lo es la Sentencia de fs. 623 a 627.

La actora adjunta como prueba a su demandada, testimonios de compraventa


del lote de terreno adquirido a título personal por Mario Ignacio Suxo
Gonzales, confesando que el inmueble posee Vitalia Yucra Rojas, pruebas que
son plenas.

Con dichos antecedentes, pide la Casación del Auto de Vista y la resolución


impugnadas.

CONSIDERANDO III: FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:


Estando el recurso de casación interpuesto en la forma y en el fondo, este
Tribunal considerará inicialmente el de forma, toda vez que si el mismo
deviene en la nulidad del Auto de Vista recurrido, estaría impedido de realizar
consideraciones de fondo.

En la Forma:

En cuanto al agravio formulado por esta vía, de la revisión de obrados se


observa que mediante Auto de fs. 587 vta., de 9 de diciembre de 2013, el A
quo declaró la clausura del plazo probatorio disponiendo franquearse obrados
a las partes para sus conclusiones, de conformidad al art. 394 del
procedimiento civil. Consecuentemente, se tiene que la parte demandante
formuló conclusiones en fecha 19 de diciembre, y la parte demandada, el 7 de
enero de 2014. A fs. 616, cursa memorial del apoderado de la parte
demandada solicitando se emita el decreto de autos para Sentencia, cuya
providencia señaló que previamente debe cumplirse con el decreto de fs. 614
vta. El 10 de febrero de 2014 (fs. 618), la demandante solicitó autos para
sentencia ameritando la providencia de fs. 618 vta., por la que se señaló fecha
y hora de audiencia de conciliación. A fs. 619 el apoderado de las demandadas
reiteró se dicte autos para sentencia advirtiéndole lo siguiente: “El juez que no
hubiere pronunciado sentencia dentro del plazo legal… conforme al art. 206,
perderá automáticamente su competencia en el proceso. En este caso remitirá el
expediente… al juez suplente llamado por ley. Será nula que el juez titular
dictare con posterioridad”. Dicho memorial de reiteración de solicitud fue
providenciado a fs. 619 vta., disponiendo que se esté al señalamiento de fs.
618 vta., a fs. 621, consta el acta de celebración de audiencia de conciliación,
y a fs. 622, el memorial de solicitud de remisión del expediente al Juez
llamado por ley por pérdida de competencia impetrado por el apoderado de la
parte demandada, acusando al juzgador de retardación de justicia; solicitud
que fue absuelta por providencia de fs. 622 vta.

De esta relación de hechos, se puede advertir que el Juez A quo, después de la


presentación de alegatos y conclusiones y antes de declarar autos para
sentencia dio trámite al proceso disponiendo el señalamiento de audiencia de
conciliación. La pérdida de competencia está dispuesta para el caso en que el
Juez no hubiere pronunciado la sentencia dentro del plazo legal, y que de
acontecer este extremo está obligado a remitir el expediente al Juez suplente
legal, conforme establece el art. 208 del Código Adjetivo de la materia. En el
caso de autos, como ha señalado el Tribunal de Apelación, a partir de la
providencia de autos para sentencia de 27 de febrero de 2014, de fs. 622 vta.,
aquélla fue pronunciada dentro del plazo legal, por tanto, el Juez que
pronunció la misma no ha perdido su competencia teniendo en cuenta que no
está prevista la pérdida de competencia en contra del juez que no ha decretado
autos para la sentencia cuando ha sido solicitado por las partes, ya que como
ocurre en el caso, el A quo dio cumplimiento a su deber de llamar a
conciliación a las partes en virtud a que está constreñido a ello por el art. 67
de la Ley del Órgano Judicial, y arts. 180 a 182 del Código de Procedimiento
Civil, pues no podría dejar de ejercer este principio únicamente porque con
anterioridad a su señalamiento la parte haya solicitado la declaratoria de
autos para sentencia, mucho menos por ello podría dejar de ser competente,
ya que el legislador ha previsto la providencia de autos para sentencia con otro
efecto el cual está señalado en el art. 396 del procedimiento, que no es para
condicionar la competencia del juzgador.
Por lo anteriormente señalado, no se encuentra sustento en la acusación de
las recurrentes, deviniendo el recurso de forma en infundado.

En el Fondo:

En síntesis reclaman porque: las pruebas deben ser valoradas de acuerdo a la


ley antes que al prudente criterio, por lo que la actora debía demostrar que el
inmueble en litigio adquirió en vigencia de su matrimonio, demostrando que fue
despojada ya que de su parte demostraron que viven en el inmueble desde el
momento del matrimonio con Mario Ignacio Suxo Gonzales, en enero de 1981, en
ese sentido, no valoraron que de acuerdo a los testimonios de compraventa del
lote, éste fue adquirido solo por Mario Ignacio Suxo Gonzales y no por la actora,
tampoco valoraron el Auto de Vista 247/2004 de fs. 572, emitido por la Sala
Penal Primera que declaró improcedente el recurso de casación intentado por el
delito de despojo.

Entre los puntos fijados en el auto de relación procesal de fs. 386 vta. a 387, a
ser demostrados por la parte reconvencionista, se estableció: Que su posesión
es real y efectiva el transcurso del tiempo es un requisito indispensable para
que opere la prescripción habiendo el transcurso del tiempo dado el derecho a
su persona para interponer la usucapión decenal.

Bajo ese antecedente se tiene que de la prueba aportada por las demandadas
reconvencionistas consiste en un proceso de despojo adjunto de fs. 38 a 350
de obrados (copias simples), del cual se advierte que por auto de 16 de
septiembre de 2003, pronunciado por el Juez de Partido Sexto en lo Penal, fue
revocada la sentencia apelada resolución Nº 116/2003, declarando absueltas
de pena y culpa a Vitalia Yucra Rojas y Cinda Graciela Yucra de Portugal, en
aplicación del art. 244-2) del Código de Procedimiento Penal, por no constituir
delito el hecho.

Asimismo, las demandadas ofrecieron, de fs. 426 a 572, en calidad de prueba


documental de reciente obtención, la relativa a un proceso de usucapión
(copias simples), seguido por Vitalia Yucra Rojas contra Juana Mery Beltrán
Vda. de Suxo, de esta prueba consta el Auto interlocutorio de 7 de octubre de
2013, de fs. 567-567 vta., que declaró la perención de instancia del proceso, y
el Auto de 21 de octubre de 2013, de fs. 570, que confirmó el mencionado
Auto interlocutorio, concediéndose la apelación ante el Tribunal de grado.

Además, esta parte ofreció en calidad de prueba testifical de fs. 581 a 582, la
deposición de dos testigos quienes señalan, la primera, que conoció el terreno
en 1980 y que sabe que ha sido comprado por Vitalia Yucra quien le habría
señalado que adquirió con su esposo; la segunda, que se enteró que Vitalia
Yucra compró el terreno junto a su marido, que vinieron a vivir en 1981 hasta
que el marido se suicidó.

Por su parte, la demandante ofreció en calidad de prueba cursante de fs. 22 y


de fs. 364 a 377, consistente en recibos de pago del servicio de luz eléctrica de
la gestión 2013; y formularios de impuestos a la propiedad inmueble de las
gestiones 2012, 2011, 2010, 2009, 2007, 2006, 2005, 2004, 1992, 1991 y
1990, comprobantes de pago correspondientes al inmueble objeto de la
presente controversia de los que se evidencia que fueron cancelados por la
actora.
Además, la demandante adjuntó en esa calidad, el certificado de fs. 3, que
acredita el matrimonio de la actora con Mario Ignacio Suxo Gonzales celebrado
el 23 de enero de 1973. El testimonio de fs. 5 a 6, dentro del proceso
voluntario sobre declaratoria de herederos, que acredita que la actora y sus
hijos Viviana, Marina Ubalda, Ronald Wildo y Yoshida Juana Suxo Beltrán
fueron declarados herederos forzosos ab-intestato al fallecimiento de Mario
Ignacio Suxo Gonzales. El testimonio de la escritura de compraventa de lote de
terreno de fs. 11 a 12 vta., que acredita que Mario Ignacio Suxo Gonzales
adquirió el lote de terreno Nº 1 de 235 m2, en la Mzna. Q ubicado en Villa
Salome de la zona de Pampajasi. El documento privado suscrito el 2 de
diciembre de 1980, de fs. 13-13 vta., que acredita la compraventa de lote de
terreno en favor de Mario Ignacio Suxo Gonzales, de 235 m2, Mzna. Q Nº 1
ubicado en Villa Salomé zona Pampajasi. El certificado alodial de fs. 14 y 23,
con matrícula Nº 2.01.0.99.0087536 del lote de terreno Nº 1 Mzno. Q Zona
Villa Salome, de 235 m2, que acredita la titularidad sobre el dominio de la
demandante.

De los antecedentes precedentemente anotados, se tiene que la parte


demandada, vía reconvención, pretende se le reconozca el derecho de
propiedad del inmueble en litigio mediante la posesión que señala ha ejercido
en el inmueble objeto de la litis, para ello, conforme a la relación de hechos
anotados arriba, se tiene que las demandadas no acreditan el supuesto
ejercicio de esa posesión sino únicamente a través de la declaración de testigos
quienes efectivamente de manera coincidente proporcionan datos de que la co-
demandada Vitalia Yucra Rojas ocupa el inmueble desde que habría sido
adquirido junto con Mario Ignacio Suxo Gonzáles, que en los hechos, conforme
señalan las co-recurrentes, fuera desde el 10 enero de 1981.
Incuestionablemente, la posesión admite todo tipo de prueba sin restricción
alguna, sin embargo, la sola declaración de testigos en el presente proceso no
es suficiente para concluir que las codemandadas han poseído el inmueble
durante el tiempo que establece la ley, pues la prueba testifical para ser
acreditada debe sustentarse en otros medios probatorios como ser la pericial o
la documental, constituyendo la prueba de testigos, en este caso, solamente
como un principio de prueba que al no ser respaldada por otra no puede tener
la eficacia probatoria para el efecto que se pretende. Al respecto, el art. 476 del
Código de Procedimiento Civil, dispone que la fuerza de las declaraciones de
los testigos se apreciará conforme a las circunstancias y motivos que
corroboren o disminuyan ésta.

Mediante la inspección ocular al inmueble en litigio, cuya acta cursa de fs.


415 a 417, el Juez de la causa ha establecido que la parte demandada se
encuentra ocupando y detentando dicho inmueble, detentación que se ha
establecido en virtud a los extremos evidenciados en dicha audiencia,
oportunidad en que las reconvencionistas señalaron que la propiedad no tiene
agua, no tiene servicio higiénico, que las construcciones datan de mucho
antes de haber adquirido la propiedad, que no se ha hecho ninguna
construcción a las que ya habían, y sin embargo, cuando el juzgador
expresamente preguntó quién habita esta propiedad, señalaron que ambas
demandadas la habitan, por cuyos motivos la declaración de ambas testigos
no constituyen suficiente prueba para establecer la posesión y
consiguientemente, disponer la usucapión decenal, y por ello el Juez A quo
acertadamente coligió la detentación del inmueble por parte de las
demandadas reconvinientes, peor aún si las demandadas no han acreditado
actos de posesión dentro del inmueble como ser trabajos, construcciones,
pagos, etc., sino se ha evidenciado únicamente el pago de impuestos a la
propiedad y del servicio de luz, entre otros hechos que han corrido a cargo de
la actora.

De conformidad al art. 138 del Código Civil, la propiedad de un bien inmueble


se adquiere por la sola posesión continuada durante diez años como una
forma de adquirir la propiedad fundada en la posesión continua, pública y
pacífica por el plazo que dispone la ley. El supuesto de la continuidad supone
la posesión sucesiva y permanente de la cosa y su prolongación en el tiempo.
La posesión pacífica supone que esta no debió ser obtenida por violencia ni
debe mantenerse en ese estado. La publicidad supone los actos del poseedor
como un verdadero propietario sin ocultarlos terceros o a quien tiene derecho
a oponerse a ella. Si la posesión no se funda en estos supuestos no permite
transcurrir el plazo requerido por ley. En el caso de autos, estos presupuestos
no han sido demostrados de ninguna manera quienes para pretender la
usucapión decenal por la posesión deben demostrar que cumplieron con
dichos requisitos, peor no como trivialmente señalaron en la audiencia de
inspección ocular que no realizaron otras construcciones porque el anterior
propietario les dijo que no deben destruir el inmueble porque les había
costado mucho dinero. No existe prueba que sustente que dicha posesión se
inició en enero de 1981, mucho menos a lo largo de esos años hasta esta fecha
no cuentan con un solo documento que demuestre que las demandadas
cumplieron con el pago de impuestos, servicios básicos, planos de mensura,
notificaciones vecinales, certificaciones del Municipio, etc., ni por otro medio
acreditaron que hayan procedido a efectuar reparaciones, construcciones,
ampliaciones, trámite de línea y nivel, alcantarillado, etc., aspectos que darían
lugar a presumir la posesión de las reconvencionistas ejercitada sobre el bien
inmueble descrito anteriormente.

Frente a ello, la actora ha acreditado el derecho propietario que ostenta


mediante el cual le corresponde el derecho de reivindicar el precitado
inmueble, extremo que ha acreditado no solamente con hechos que denotan el
ejercicio de su derecho propietario como son los comprobantes de pago de
impuestos municipales y de servicios básicos, sino con fundamentos de
derecho a través de la certificación de Derechos Reales que acreditan su
titularidad sobre el dominio del inmueble de fs. 14 y 23, adquirido por
sucesión mediante la declaratoria de herederos cuyo testimonio cursa a fs. 16
a 21, que acredita que el bien inmueble sito en Villa Salomé de la zona de
Pampajasi fue adquirido en vigencia del matrimonio de la actora con Mario
Ignacio Suxo Gonzales, habiéndose comprobado en la audiencia de inspección
efectuada al predio que el mismo viene siendo ocupado y detentado por las
codemandadas, si bien conforme el Auto de Vista 247/2004 de fs. 572,
emitido por la Sala Penal Primera de la entonces Corte Superior de La Paz,
estableció como inexistente el delito de despojo en contra de las demandadas,
empero, dicho Tribunal no tiene facultades para establecer cuestiones sobre la
posesión, detentación u ocupación de bienes inmuebles. Asimismo, el
desistimiento que efectuó la actora en el proceso de bigamia seguido contra su
esposo y Vitalia Yucra Rojas, no puede considerarse en el presente proceso
como renuncia a su derecho sobre la propiedad inmueble ya que ésta les
corresponde a la muerte de su esposo y padre por derecho de sucesión en
calidad de herederos forzosos ab intestato no habiéndose acreditado hasta el
deceso del de cujus el divorcio o disolución del matrimonio entre ambos.
De ello se establece que los jueces y tribunales de instancia valoraron la
prueba adjuntada al proceso tanto por la parte demandante como por la
demandada, de conformidad a lo previsto por el art. 1286 del Código Civil, que
establece que la apreciación de la prueba procederá conforme a la valoración
legal y el prudente criterio, en concordancia con el art. 476 de su
procedimiento.

Por lo anotado precedentemente, se concluye que las demandadas no


sustentaron su acción reconvencional por prescripción adquisitiva o
usucapión decenal o extraordinaria al no haber acreditado por ningún medio
de prueba dicho extremo habiéndose comprobado que la parte demandada
viene ocupando y detentando el inmueble objeto de la controversia,
extrañando que, no obstante que la demanda reconvencional versa en una
demanda de usucapión decenal o extraordinaria, mediante el presente recurso
esa pretensión inicial fue sustituida por usucapión quinquenal u ordinaria del
inmueble.

Por las razones anotadas, corresponde a este Tribunal de Casación la


aplicación del art. 271 num. 2) en relación al art. 273 del Código de
Procedimiento Civil.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado
Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42.I num. 1) de la
Ley Nº 025 del Órgano Judicial, y en aplicación a lo previsto en el art. 271
num. 2) y art. 273 del Código de Procedimiento Civil, declara INFUNDADO el
recurso de casación en la forma y en el fondo interpuesto por Vitalia Yucra
Rojas y Cinda Graciela Yucra de Portugal, en contra del Auto de Vista Nº S-
365/2014 de 3 de octubre de 2014, pronunciado por la Sala Civil Cuarta del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, en la acción reivindicatoria de
bien inmueble, restitución y resarcimiento de daños y perjuicios, seguido por
Juana Mery Beltrán Vda. de Suxo contra las recurrentes. Con costas.

Se regula el honorario profesional en Bs.1.000.-

Regístrese, comuníquese y devuélvase.

Relatora: Mgda. Rita Susana Nava Duran.

Fdo. Mgdo. Rómulo Calle Mamani.

Fdo. Mgda. Rita Susana Nava Durán.

Ante mí Fdo. Abog. Gonzalo Rojas Segales

Registrado en el Libro de Tomas de Razón: Segundo

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