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INSTITUTO TECNOLÓGICO

SUPERIOR “INSUR”
HOJALDRE

ESTUDIANTE: GIOVANA WENDY CAMPERO GUZMAN

DOCENTE: CHEF. SARA CHAMBI CHAMBI

CURSO: 5TO “A” MAÑANA

FECHA: 21 DE FEBRERO

GESTIÓN: 2022

COCHABAMBA – BOLIVIA

TAREA
CLAUDE GELLEE
Su juventud no está bien documentada, pero parece que se ha quedado
huérfano a los trece años y que ha viajado a Roma y Nápoles.
Anteriormente vivió con su hermano Jean Gellée en Freiburg, en Alemania,
y comenzó su carrera artística con algunos proyectos para el taller de
esculturas de madera de su hermano. 
Su primer aprendizaje en pintura probablemente tuvo lugar en Nápoles, en
el paisajista alemán Godfrey Waals. En 1625, mientras que se encontraba
en Roma, se puso bajo la protección de Agostino Tassi (1578-1644),
paisajista. Durante su formación, Claude Lorrain parece que prepararía
los colores para Tassi y otras tareas domésticas para él. Después de este
período viajó mucho, probablemente en Italia, Francia y Alemania, y volvió
a trabajar en Lorraine. Allí hizo práctica en Karl Dervent, pintor de la corte
del duque, y, en 1626, en Claude Deruet (1588-1660), artista barroco.
Insatisfecho con el trabajo en Dervent, regresó a Roma cuando, en 1627,
encontró trabajo en el cardenal Bentivoglio (1579-1644) y luego en papa
Urbano VIII (1568-1644). Con estos primeros trabajos y comenzó su
carrera artística con algunos proyectos para el taller de esculturas de
madera de su hermano. 
Su primer aprendizaje en pintura probablemente tuvo lugar en Nápoles, en
el paisajista alemán Godfrey Waals. En 1625, mientras que se encontraba
en Roma, se puso bajo la protección de Agostino Tassi (1578-1644),
paisajista. Durante su formación, Claude Lorrain parece que prepararía
los colores para Tassi y otras tareas domésticas para él. Después de este
período viajó mucho, probablemente en Italia, Francia y Alemania, y volvió
a trabajar en Lorraine. Allí hizo práctica en Karl Dervent, pintor de la corte
del duque, y, en 1626, en Claude Deruet (1588-1660), artista barroco.

Otra importante amistad fue aquella que lo ató al paisajista


francés Nicolás Poussin (1594-1665), con quien viajó en el campo romano.
Distinguir los trabajos de los dos es a veces problemático, aunque si en las
obras de Lorrain las figuras humanas son dominadas por el paisaje, que
por contrario en Poussin sirve como fondo para las personas. Lorrain era
tan inseguro sobre su capacidad de reproducir las figuras humanas que a
veces las dejaba pintar por otros. Entre estos artistas se recuerdan el
francés Jacques Courtois, dijo el Borgognone (1621-1676) y el exponente
del Barroco italiano Filippo Lauri (1623-1694). 
El estilo de Lorrain tuvo muchos seguidores a lo largo de los siglos. Un
ejemplo de su fama está representado por el espejo Claude (espejo negro),
un instrumento utilizado por los pintores para capturar gradaciones de color
especiales, como bien sabía hacer Lorrain. Entre las obras en todo el
mundo, los Uffizi acogen una de sus piezas maestras, Puerto con Villa
Medici, de 1637.

MARIE ANTOINE CAREME


Marie-Antoine Carême fue un gastrónomo, cocinero y arquitecto
francés 1783-1833, en la Rue du Bac, en París. Conocido por haber sido el
primer estudioso europeo de las salsas en la cocina francesa en su obra
L'art de la cuisine française.
Marie-Antoine Carême, nació el 8 de junio de 1783, en el seno de una
mísera y extensa familia, mantenida por su padre, estibador en los
cercanos muelles. Cuando Carême tenía 10 años su padre lo abandono.
Acogido por el propietario de una taberna de Maine, aprendió los
rudimentos de la cocina durante unos cinco años.
Decidido a obtener una formación completa, a los quince años entra en
Chez Bailly como aprendiz en la rué Viviente. Gracia a sus habilidades y
disposición el patrón le anima y autoriza para que, cuando no haya exceso
de trabajo, acuda a la sección de grabados de la Biblioteca Nacional y
examine los diseños y grabados arquitectónicos que allí se custodiaban.
Así aprende solo a leer y escribir.
Demuestra talento para dibujo y arquitectura y traslada los conocimientos
adquiridos a sus trabajos de pastelería, reproduciendo en azúcar grandes
obras arquitectónicas que hacen famosa la pastelería de Bailly. Mantuvo
contactos con Jean Avice, brillante pastelero, quien lo aconsejó y animó.
El joven, dotado y trabajador, destacó bien pronto, y Tayllerand, que se
abastecía con Bailly, le propuso entrar en su servicio. A los 18 años,
en 1801, deja a Bailly y entra de chef en la pastelería de los herederos de
Gendron. Este nuevo trabajo le permitía realizar los “extras”, ejercer de
refuerzo en los grandes banquetes que se daban en Paris.
En 1804 abre su propia pastelería en Rue du Pax. En este periodo, de
1803 a 1814, Careme continúa con sus innovaciones en la pastelería, y se
perfecciona de manera extraordinaria en el arte de la cocina, trabajando
junto a los grandes cocineros de la época, aquellos a los que el propio
Carême considera sus maestros son: Lannes para los manjares fríos,
Richaud para las salsas, y sobre todo, Bouchet, el cocinero de Tayllerand y
Laguipierre, cocinero de Murat.

En 1814, los ejércitos de la alianza anti napoleónica se instalan en París, y


Carême entra al servicio del zar de Rusia Alejandro I, hasta que este parte
de París. Pero en 1815, con el regreso de Napoleón y la derrota de
Waterloo, hay una nueva invasión aliada, y nuevamente tenemos a
Carème al servicio de Alejandro I.
En 1816 Carême parte a Inglaterra, para dirigir las cocinas del príncipe de
Gales, a la sazón regente de Inglaterra, y que reinaría posteriormente con
el nombre de Jorge IV. En 1817 retorna a Francia, y en 1818 va a Viena,
para servir a Lord Steward, embajador británico en la corte austríaca. En
1819 se traslada a San Petersburgo, para solicitar el puesto de jefe de
cocina en la corte rusa, pero el zar está ausente, y lo que observa Carême
en las cocinas de palacio no le convence, por lo que regresa a Francia.
De nuevo en París, entra al servicio de la princesa de Bragation, pero
recibe un ofrecimiento de Lord Steward para que retome la dirección de
sus cocinas en Viena y, con la aquiescencia de la princesa, acepta la
oferta. Permanece en su servicio hasta que el embajador regresa
a Londres en 1820. Carême renuncia a acompañarle y prefiere volver a
París, donde entra al servicio de Lord Stairs. En 1821 es contratado por el
príncipe Sterhazy, embajador austríaco en París, a cuyo servicio
permaneció hasta 1823, fecha en la que pasa a trabajar para el barón
Rostchild, hasta 1829, cuando se retira y da por terminada su carrera,
dedicándose de lleno a su obra literaria hasta su muerte.
Carême escribe libros de cocina, pero escribe unas obras que suponen una
superación de los recetarios y tratados de cocina escritos hasta entonces.
Carême posee un sentido de la organización muy riguroso que hizo
apreciar especialmente en Vertus (tres banquetes en tres días, lejos de la
capital y con enormes dificultades de aprovisionamiento) y en la corte de
Francia en un banquete de 1200 cubiertos. En fin, Antonin Carême es el
maestro indiscutido de los bufetes monumentales, en los cuales presenta
piezas que recuperan todos los símbolos de los constructores, con una
armonía y un equilibrio notable. Fundador del concepto “haute cuisine”.
Creó recetas a la vez espectaculares y refinadas, hechas para la élite de la
nueva sociedad. Algunas de estas fórmulas siguen siendo célebres, sobre
todo las salsas. Por otra parte, como auténtico fundador de la gran cocina
francesa, la puso al servicio del prestigio de Francia.
Rediseñó ciertos utensilios de cocina, modificó la forma de las cacerolas
para hilar el azúcar, concibió moldes e incluso se preocupó por la forma del
gorro de los cocineros y el uniforme blanco, como bandera de limpieza e
higiene.
Se le atribuye también la creación del volován y de los grandes merengues.
Fue un pastelero incomparable, así como el hombre de las salsas y de los
potajes (en L´art de la cuisine nombra 186 franceses y 193 de otros
países). Su nombre está vinculado a recetas y preparaciones bautizadas
en su honor. Podemos considerar a Carême un precursor de la dietética y
la lógica en la nutrición.
FALLECIMIENTO:
El 12 de enero de 1833 murió mientras, ya muy enfermo, enseñaba a uno
de sus alumnos a corregir los errores de un plato de albóndigas. El 21 de
junio de 1894, París rindió homenaje a la memoria de Carême dando su
nombre a una de sus calles.

¿QUE ES UN BIZCOCHO?
La idea de bizcocho alude a diferentes tipos de preparaciones
gastronómicas. Con el mismo nombre, de acuerdo a la región, se conoce a
distintas comidas, que pueden ser dulces o saladas.

Un bizcocho o bizcochuelo puede ser una clase de masa esponjosa que


sirve para preparar pasteles, tortas y tartas. Estos bizcochos se elaboran
mezclando ingredientes como huevos, harina, leche, manteca y azúcar y
cociendo la mezcla en un horno. La masa básica, de todas formas, solo
lleva huevos, harina y azúcar.
Es importante resaltar que el huevo no es un ingrediente esencial para la
preparación del bizcocho, algo que podemos comprobar en la
versión vegana de esta masa. Si bien existen diversos productos que pueden
ofrecer un resultado similar en cuanto a la textura y la consistencia, es
perfectamente posible elaborar un bizcocho con agua, harina y azúcar, sin
hacer uso de ningún ingrediente de origen animal.
Algo similar ocurre con la leche y la mantequilla; si bien se cree que no es
posible conseguir buenos resultados en repostería sin estos dos productos, la
cocina vegana no duda en reemplazarlos por alternativas vegetales, como ser
la bebida de soja y la mantequilla de oliva. Una de las diferencias que primero
se pueden apreciar es que los platos absolutamente vegetarianos son mucho
más livianos y fáciles de digerir, a pesar de ser igualmente deliciosos.
Bizcochos también es el nombre que reciben los productos
de panadería o bollería que, en otros países, se llaman facturas.
En este caso, se trata de masas hechas con harina, materia grasa, azúcar,
sal y levadura que, por lo general, se rellenan o se cubren con algún tipo de
dulce.
Hay regiones donde los bizcochos o bizcochitos son galletas saladas
elaboradas con grasa. Es habitual que estos bizcochos, en los países
rioplatenses, se consuman en el desayuno o en la merienda como
acompañamiento del mate.

TIPOS DE BIZCOCHO:
Existen varias maneras de clasificar los tipos de bizcochos, por ejemplo dependiendo
de la cantidad de grasa que lleve su elaboración o bien en función del método de cocción
empleado. 

De esta manera distinguimos entre:

 Los bizcochos cocidos al vapor. 

 Los superligeros.

 Los bizcochos ligeros. 

 Los bizcochos pesados. 

Los bizcochos cocidos al vapor y los superligeros son muy parecidos en cuanto a sus
ingredientes, siendo su mayor diferenciación la manera en la que los cocinamos. Los
superligeros se cocinan en horno. 

LOS BIZCOCHOS LIGEROS Y PESADOS:

Quizás una manera más sencilla de diferenciar entre los tipos de bizcocho es por sus
ingredientes, de esta manera hablamos de dos tipos: los bizcochos ligeros y los pesados. 

 Los bizcochos ligeros no llevan mantequilla u otro tipo de grasa, por lo que son más
esponjosos, pero a la vez más secos. 
Dentro de los bizcochos ligeros, uno de los más usados es el Bizcocho Genovés. Es el
bizcocho utilizado para tartas como la San Marcos, y también puede utilizarse para
montajes con Mousse. 

Es un bizcocho muy estable y voluminoso, aunque puede quedar un poco seco, por lo
que se suele bañar con un poco de almíbar. 

 Los bizcochos pesados por el contrario llevan una grasa entre sus ingredientes, ya sea
mantequilla, aceite de oliva, u otro tipo de grasa. 

Este tipo de bizcochos serán menos esponjosos y más compactos, por lo que quizás
necesitemos añadir algún impulsador para que suba. 

Dentro de los bizcochos pesados encontramos a su vez diferentes recetas. Algunas de las
más famosas son:

Bizcocho Sableux. Incorporamos mantequilla y almendra en polvo. 

Bizcocho Sacher. Un bizcocho que recibe su nombre por la Tarta Sacher. Incorpora a
sus ingredientes chocolate de cobertura. 

Bizcocho Joconde. Es uno de los bizcochos más utilizados por su jugosidad y


flexibilidad. Se diferencia además por incluir harina de almendra entre sus ingredientes.

Bizcochos y sus posibilidades:

Como ocurre con otros tipos de elaboraciones básicas en pastelería, podemos añadir
diferentes ingredientes al bizcocho, como por ejemplo chocolate, frutos secos o frutas. 

Además podremos añadir cremas, mousses, mermeladas y glaseados para la elaboración


de tartas y postres. 
De esta manera conseguiremos multitud de opciones con las que crear postres para
todos los gustos. 

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